Libro campaña cuidado de manos

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m a r a g o r P Cuidado de Manos


Amigo lector, bienvenido al libro de cuentos que te llevará en cada sección a descubrir y reflexionar sobre los cuidados que debemos tener con nuestras manos.

La importancia y el cuidado de las manos Algunos dirán que las manos son una herencia de los dioses, otros dirán que son una creación humana para imponerse sobre el resto de la naturaleza. Cualquiera que sea la verdad, la mano y cada una de sus partes han jugado un papel fundamental en el desarrollo del ser humano y son centrales en las actividades que realizamos cada día en nuestras vidas personales. La mano es la más perfecta herramienta con la que el hombre ha ido creando y perfeccionando otras herramientas que facilitan llevar a cabo labores cada vez más complejas para alcanzar los más elevados objetivos de la humanidad. Pensemos por unos instantes todo lo que podemos hacer con nuestras manos: recoger, elaborar y consumir alimentos, trabajar, acariciar a los seres amados, hacer manualidades, ayudar a los demás, jugar, hacer volar los dedos sobre el teclado de un piano, etc. Son infinitas las actividades que con ellas podemos realizar. La mano colabora con el cerebro y con el lenguaje en diversas actividades y como herramienta de herramientas está sometida a constantes riesgos. Por lo cual, es una responsabilidad de las culturas, de los estados, de las instituciones y de las personas, tener precaución, incentivar y ser dedicados al cuidado de las manos tanto en los procesos de labor, como en nuestro día a día.


Prevención y protección de nuestras manos

Nuestras vidas están en nuestras propias manos, cuidémoslas como buenos seres humanos.


JUANITA LA ENFERMERA CUIDADOSA SANDRA ÁLVAREZ

Había una vez una mano enfermera llamada Juanita. Su misión era preservar la vida de las personas, por eso siempre usaba guantes en sus manos para protegerse y proteger a los demás. Le decía a sus pacientes que no olvidaran usar sus elementos de protección, porque en sus casas sus familias los esperaban. Fin.


EL ALCE PRESUMIDO ANÓNIMO

Érase una vez un alce picarón de cuernos largos que era un poco presumido con sus manos y uñas y que caso no quería hacer, por eso no le gustaba usar guantes de seguridad. Cierto día, paseándose por su área de trabajo sin ningún tipo de protección, comenzó su labor y un gran dolor y un susto se llevó al recibir un golpe en sus manos porque no estaban protegidas. Solo así comprendió el gran valor de colocarse sus guantes para proteger sus manos en el trabajo. Fin.


LOS DEDOS DE LA MANO Había una vez una mano cuyos dedos eran muy amigos, pero ocurrió que el dueño de la mano empezó a realizar trabajos peligrosos y, a pesar del cuidado que tenían el resto de dedos, el pulgar siempre se cortaba. Al principio, los otros dedos se disculpaban por su torpeza y el pulgar los perdonaba, pero la situación se repitió tanto, que un día el pulgar decidió no perdonarlos más y se apartó de los demás dedos de la mano. Los primeros días, el pulgar iba al trabajo digno todo recto y separado, pero después de un tiempo, el pulgar comprendió que todo había sido culpa del dueño de la mano, y se disculpó con los otros dedos temeroso de que fueran a rechazarlo. Al contrario, lo perdonaron sin problemas porque entendieron que todos podemos equivocarnos. Una vez se reconciliaron, los dedos trabajaron juntos para poder demostrarle al dueño de la mano que tenía que usar guantes para protegerse y así estar perfectamente cuidado. Fue así como en poco tiempo consiguieron volver a trabajar juntos, teniendo claro que siempre debían salir a trabajar con guantes para no acabar con cortes y heridas. NEVER JUNIOR VALETA MARTÍNEZ KATHERINN VALETA MARTÍNEZ DANIEL EDUARDO VALETA MARTÍNEZ


MANITOS AFANADAS ANÓNIMO

Un día unas manos salieron de tanto afán al trabajo que se les olvidó usar su vestido de protección. No le avisaron al señor de Análisis de Trabajo Seguro (A.T.S) y llegaron al cuarto de control. Tampoco le pidieron el permiso de trabajo al operador, ya que él estaba ocupado y no le avisaron que iban a realizar su trabajo porque el A.T.S. no había llegado. Con mucha prisa y sin protección en sus manos se dirigieron al equipo, retiraron la guarda, pero de repente la máquina arrancó y colorín colorado, sus manos se lastimaron. Fin


LOS CUIDADOS DE NUESTRAS MANOS EDUID RODRÍGUEZ

Había una vez un supervisor que siempre le decía a sus trabajadores que para poder cuidar las manos todos debían tener precauciones como utilizar las herramientas adecuadas para cada proceso, pero principalmente les decía que debían utilizar guantes especiales para no herirse las manos y así protegerlas de cualquier accidente. Como siempre, había un hombre distraído que no sabía qué hacer y que por no prestar atención causó un accidente. Afortunadamente no fue grave, y uno de sus compañeros le dijo que eso pasaba por no prestar atención y que la próxima vez tenía que estar atento para evitar problemas. El joven novato quedó sorprendido y puso en práctica los comentarios que le hicieron su supervisor y su compañero. Lo pensó y concluyó que es mejor prevenir que lamentar.


EL ACCIDENTE DE JUAN HEIDY GUZMÁN

Juan, en uno de sus días de descanso, se encontraba en casa arreglando una ducha eléctrica sin usar guantes, cuando de pronto ocurrió un corto circuito, una pequeña descarga eléctrica que afectó las manos de Juan. Su hijo, que estaba cerca, se dio cuenta de lo sucedido y rápidamente se acercó a su papá y le dijo que si hubiera usado guantes, no le habría sucedido nada. Su hijo abrazó a Juan y le dijo: “papá cuida tus manos porque con ellas juegas conmigo y me das cariño”. Desde ese día, Juan no olvida usar sus guantes para realizar cualquier tipo de trabajo.


LOS GUANTES DUVAN MANRIQUE

Un día, estaban todos los guantes en una reunión debatiendo quién era el más útil de todos. Uno de ellos decía que era el más útil porque protegía las manos del calor, otro decía que era el más útil porque protegía las manos de los químicos, y así, cada uno expuso por qué creía ser el más útil. Después mucho discutir, uno de los guantes cansado de tanta discusión se levantó e hizo entender a los demás lo útiles que son, su gran valor y además les hizo entender que todos sirven para proteger y cuidar las manos.


¡CON AGUA Y JABÓN, MIS MANITOS ESTÁN MEJOR!

La higiene en las manos nos hace más sanos, por eso la salud de los humanos va en el aseo de las manos.


MANITOS FELICES MARIANA MONTERROSA

Había una vez una niña llamada Paola. Ella cuidaba mucho sus manitos, no dejaba que se le ensuciaran, se las lavaba antes de cada comida, después de jugar, y así sus manitos vivían muy felices.


LA LECCIÓN DE JUANITO SEBASTIÁN

Había una vez un niño llamado Juanito que no se lavaba las manos. Antes de comer no se lavaba las manos, después de jugar o de ir al baño tampoco se lavaba las manos. Un día, Juanito se enfermó y su mamá le insistió más para que se lavara las manos, pero Juanito no le hizo caso. Hasta que un día Juanito decidió hacerle caso a su mamá y en pocos días mejoró. Juanito se disculpó con su mamá y se comprometió a mantener sus manos limpias.


LAS MANOS DE JUANITO ANÓNIMO

Juanito era un niño un poco desobediente. Un día se enfermó, le dio fiebre y tenía bacterias en la boca y en la garganta. Tenía tanto dolor que no podía comer. Los papás muy preocupados lo llevaron al doctor. El doctor les dijo que Juanito tenía una infección por no lavarse las manos antes de comer. Juanito recordó que ese día antes de almorzar había estado jugando con barro, pero también recordó que no le había hecho caso a su mamá cuando lo mandó a lavarse las manos antes de comer. Afortunadamente Juanito aprendió la lección y se mejoró con la medicina que le recetó el doctor. Prometió a sus padres seguir obedeciendo y lavarse las manos antes de comer.


MIS MANOS TRAVIESAS RAFAEL N. BOLAÑOS

Mis manitas chiquitas, chiquitas, siempre están en movimiento. Con ellas juego, me aseo, pinto, escribo y me consiento. Trato en lo posible de que se mantengan limpias, aunque esto es difícil. La semana pasada, jugaba con mi primito Iván Darío. Mis manitas tocaban las suyas, se reían, saltaban, bailaban, qué felices estaban. De repente, se nos ocurrió hacer una fogata, pero encendiendo el fuego quemé mi mano derecha. Me dolió tanto, que Iván Darío corrió a avisar a mi mamá. Fuimos al doctor que muy amablemente me curó y alivió mi dolor. Aprendí que debo ser cuidadoso y realizar actividades sanas y productivas. Todas las tardes me encuentro con Iván Darío, jugamos y jugamos y somos los niños más felices del mundo.


LA FAMILIA PUERCOESPÍN ANÓNIMO

Había una vez una familia puercoespín conformada por papá, mamá e hijo puercoespín. El hijo, que era pequeño, salía a jugar con su tío, pero siempre que volvía a casa para comer no se lavaba las manos. Su papá le decía que se lavara las manos antes comer, pero al bebé puercoespín se le olvidaba lavarse las manos porque se la pasaba jugando. Hasta que un día entendió que debía prestar atención a las recomendaciones de su padre para no enfermarse. Desde entonces, empezó a lavarse las manos antes de comer.


CASTILLO DE ARENA JHON ANDERSON PUENTES

Juanito y Pepito se fueron a jugar y construyeron un castillo de arena en el mar. Después de construirlo se fueron a lavar sus manos con agua y jabón para siempre tener una salud mejor.


ยกCUIDEMOS NUESTRAS MANOS!

Recuerda que la vida entera descansa entre tus manos


LA MANO DESOBEDIENTE ESTEFANI SOFÍA PITALVA LUNA

Había una vez una mano muy desobediente que en el trabajo no se preocupaba por cuidar a sus cinco amiguitos, los deditos. El dedo índice le enseñaba a la mano donde estaban los guantes, el pulgar se levantaba aprobando la idea del dedo índice. El meñique, por ser pequeño, se esforzaba diciéndole a la mano que la protección era lo correcto. El anular, estaba comprometido con la seguridad y el dedo del medio, criticaba a la mano por no escuchar. La mano desobediente nunca quiso prestar atención y sus deditos aburridos se marcharon y la dejaron sola. Moraleja: Cuida tus manos o podrías perder tus deditos.


MANOS EN EL TRABAJO CAMILA CHARRY DAZA

¡MANOS A LA OBRA! ¡MANOS A LA OBRA! ¡Manos a la obra! Gritaba un hombre orgulloso de su trabajo. Este hombre presionaba a los trabajadores para que rindieran y así poder mostrar mejores resultados a sus jefes, pasando por alto los riesgos a los que los empleados estaban expuestos. Una tarde de lluvia, una máquina falló y el hombre apresurado por entregar resultados mandó a dos hombres a que la arreglaran, pero desafortunadamente no se acordó que los hombres no llevaban elementos de protección personal y que las condiciones no eran favorables, así que aquellos hombres resultaron lesionados.


LA CASITA DE LOS TRES ENANOS ESTEFANIA MOLANO VALERIA MOLANO

Había una vez tres enanitos que querían tener una hermosa casa en una pradera llena de mariposas. Un día Pecas, el mayor de los 3 enanitos, se levantó y dijo que quería ir a buscar esa hermosa pradera donde habían miles de mariposas porque ahí construirían su casa. Salieron de madrugada y atravesaron muchos bosques hasta que finalmente encontraron la pradera. Orejas dijo que era hora de iniciar con la construcción de la casa, así que iba a cortar madera. Mientras que Pecas y Orejas cortaban madera Burro fue a buscar comida, pero al regresar notó que Pecas lloraba y le preguntó qué le pasaba y él le mostró su mano. Resulta que mientras cortaba un árbol había herido los dedos de su mano. Burro asustado pensaba en qué iban a hacer y dijo que había escuchado de un conejo que venía una tormenta a lo que Orejas respondió: “Entonces ven y ayúdame a levantar este árbol”, el problema era que los dos no podían levantarlo por más que se esforzaban. CONTINUA


LA CASITA DE LOS TRES ENANOS ESTEFANIA MOLANO VALERIA MOLANO

La tormenta rodeaba la pradera y Pecas quería ayudarles a sus hermanos pero no podía porque su mano estaba adolorida. Al ver que no era posible se sentaron a esperar a que la tormenta pasara, pero no fue así, la tormenta empeoró y los enanitos tenían mucho frío. De repente apareció una mariposa azul muy grande y les dijo: “Pecas, te concederé un deseo. Yo te sanaré tus dedos y tu ayudarás a construir la casa, pero además, me vas a prometer que siempre cuidarás tus manos”. Pecas llorando de alegría le dijo a la mariposa azul que así sería, que nunca más iba a descuidar sus manos. Con la ayuda de Pecas, los enanitos pudieron construir su casa y vivieron felices en la pradera para siempre.


LAS MANITOS QUE SE SALVARON CAMILO ZAPATA CASTAÑO

Había una vez una fábrica en la que todos usaban guantes de protección. Estos guantes eran grandes y protegían las manitos y bracitos de las quemaduras. Un día un trabajador no usó guantes y metió sus manos en una máquina caliente y por desgracia tuvo un accidente. Sus manos le dolían tanto que se comprometió a trabajar siempre con guantes para no quemarse.


LÁGRIMAS DE AMOR

JESÚS MANUEL MEDINA VILLERO

En un pueblo llamado Coveñas, vivía un niño muy feliz dando cariño a sus padres. Sin embargo, después de un tiempo el niño empezó a no prestar atención a las recomendaciones de sus seres queridos. Un día después del niño desobedecer a sus padres y de regresar a casa un poco tarde, se acostó en su cama y se quedó dormido. Comenzó a soñar y en el sueño el niño estaba en un paseo con sus amigos y familia de nuevo desobedeciendo. Por desobedecer, sufrió un accidente y perdió sus manos, y como no las veía empezó a llorar pensando que jamás podría abrazar a sus padres. Después de tanto llorar despertó, y al ver sus gracias a Dios, saltó de la fuertemente a sus padres lo perdonaran.

en el sueño, manos le dio cama y abrazó y les pidió que


EL TRABAJADOR Y SUS MANOS CLARA MORENO MORALES

Érase una vez un señor que trabajaba en una construcción. Él era muy irresponsable pues casi nunca usaba protección en sus manos. Una vez trabajando con alambres se hirió las manos. Desde ese entonces, ha estado sufriendo y lamentándose porque no pudo volver a trabajar en ninguna construcción. Hoy, aconseja a toda su familia y a sus amigos que usen protección, recordándoles lo importante que es el cuidado de las manos.


EL CUIDADO DE NUESTRAS MANOS KAREN MARCELA TORRES VILLERO

Había una vez dos muchachos que tenían la labor de construir una cerca. Ellos siempre vivían en discordia porque uno usaba guantes de protección y el otro no usaba porque decía no era importante. Cierto día, salieron para hacer su labor y el joven que no usaba guantes sufrió una lesión en una de sus manos. Inmediatamente llamó a su compañero y convencido de la importancia del cuidado de las manos, le dijo que lamentaba no haberlo escuchado cuando le decía que era importante usar guantes para protegerse.


LA MANITO QUE GEMÍA JOSÉ ALEJANDRO BENITEZ

Había una vez una manito que gemía y gemía en la oscuridad de la noche por la cantidad de accidentes que habían tenido sus amigas manos. Se lamentaba porque demoraban muchos años para crecer sanas y fuertes, y todo se acababa en un instante por una imprudencia y descuido. Por eso, las manos le tienen miedo a las imprudencias y piden a sus dueños que las cuiden usando protección. Enseñanza: “Es más fácil prevenir que lamentar”


EL CUCARRÓN TRABAJADOR QUE DESCUIDADO SE OLVIDÓ DILLAN GALVIS

Érase una vez un lindo cucarrón que un día salió con su traje rojo y manchas negras a trabajar. Llevaba todos sus implementos, sus gafas, botas, y otros instrumentos de seguridad, pero ese día olvidó llevar guantes para sus manos cuidar. Ese día trabajó y trabajó y nada sucedió. Este amigo cucarrón mala costumbre tomó y sus guantes no utilizó. Pasaron los días y nada sucedió, y en el momento menos pensado, en donde sus guantes debía haber utilizado, no los usó y vino el error porque una herramienta resbaló y un golpe en su mano recibió. Incapacitado quedó y por muchos días sufrió dolor este cucarrón. Entendió que los equipos de seguridad debía usar y que no solo los ojos, cabeza y pies debía cuidar, porque las manos se necesitan para trabajar.


EL SEÑOR QUE NO CUIDABA SUS MANOS MARGARITA MATUTE POLO

Frankli, era el único carpintero del pueblo y por eso todos recurrían a él para mandar a hacer sus camas, mesas, muebles, etc. Pero el señor Frankli tenía un problema y era que no cuidaba sus manos. Estas estaban muy maltratadas y arrugadas y debido a eso, tuvo que suspender su trabajo por varias semanas. Después de lo ocurrido el señor Frankli recapacitó y se dio cuenta de que si seguía sin cuidar sus manos podía quedar sin trabajo. Desde entonces el señor Frankli empezó a tener más cuidado con sus valiosas manos. Mensaje: Cuida muy bien tus manos, ya que ellas también hacen parte de tu cuerpo y la mayor parte de tus actividades las haces con ellas.


LA FAMILIA MANITO ANDRÉS MAURICIO MARTÍNEZ BERRÍO

Había una vez una señora que tenía cinco hijos a los cuales quería mucho. El primero era gordo, el segundo flaco y alto, el tercero era mediano, el cuarto era más bajito y el quinto era pequeñito. Esta familia siempre discutía y no se ponía de acuerdo en nada, hasta que un día la mamá le dijo a sus hijos que debían trabajar unidos, protegiéndose el uno al otro para que nunca sufrieran accidentes. Después de que la mamá aconsejó a sus hijos, trabajaron juntos siempre pendiente el uno del otro y vivieron felices, la mamá mano y sus cinco hijos, los dedos.


LAS MANOS COMO FUENTE DE TRABAJO ANDRÉS FELIPE CARDOSO YUSTY

Había una vez un señor que trabajaba como mecánico y era muy reconocido por su buen trabajo. Un día sufrió un accidente en su mano derecha porque no utilizó sus guantes. Debido a esto no pudo trabajar durante un tiempo y sus pobres hijos estaban pasando necesidades, ya que el señor sustentaba a su familia. El señor sufrió al ver a sus hijos pasando necesidades y comprendió que todo había ocurrido por su falta de cuidado al no proteger sus manos. Al poco tiempo se recuperó y desde entonces sus manos son más limpias y bonitas, pues las cuida y protege con mucho amor.


RINCONCITO LITERARIO Con la ayuda de mis manos entro al mundo literario.


EL PAPITO PREVENIDO En una planta de gas trabaja mi papito Héctor el flaquito. Él cuida sus manitos con los guantes bien puestecitos, teniendo bien presente las caricias que con esas manitos brinda a sus hijitos. ANÓNIMO

MANOS A CUIDAR, VAMOS TODOS A CANTAR Si tus manos quieres cuidar, estos consejos debes recordar. Guantes hay que usar, si con fuego y químicos vas a trabajar. Para evitar cortar, debes saber dónde tus manos colocar. Descansa y relaja tus manos que esto te ayuda a ser más sano. Y como consejo final, protocolos seguros hay que acatar si tus manos y brazos quieres conservar. NICOLL ADRIANA VEGA

LAS MANOS DE MI PAPITO Saco mis manitos, las vuelvo a guardar. Las saco, las cuido y las pongo a trabajar. Las cierro, las abro, y las vuelvo a guardar. Las cuido, las amo y las pongo a bailar. Luego mi papito me viene a saludar, con sus manitos que cansadas están. MARÍA FERNANDA GÓMEZ

LA MANITO VANIDOSA Había una vez una mano vanidosa y arreglada que se paseaba por la empresa con sus uñas bien pintadas. El guante le molestaba, decía que le fastidiaba. Ella andaba por todos los rincones, pero un día triste y feo, una máquina llegó, hizo daño a la manito que sin vanidad quedó. Nadie volteaba a mirarla, el descuido le costó. Pobre mano descuidada que sin protección anduvo, ahora sola lo lamenta, tarde aprendió la lección IVANY CRISTINA VANEGAS


LAS MANITOS FELICES Había una vez una niña llamada Paola que cuidaba mucho sus manitos. No dejaba que se le ensuciaran, se las lavaba antes de cada comida, después de jugar y así sus manitos vivían muy felices. MARIANA MONTERROSA

LA MAMITA PROTECTORA Había una vez una mamita que cuidaba sus manitos y las de toda su familia. Ella todos los días les recordaba a sus seres queridos que debían cuidar sus manos porque son muy importantes y nos ayudan a sobrevivir día a día. YEISON ANDRÉS B. MONTERROSAS

UNA MANITO FELIZ EL VALOR DE LAS MANOS Había una vez un joven que no valoraba sus manos. No las protegía bien antes de manipular los objetos de trabajo y no las aseaba. Un día, el joven presenció un accidente de un amigo que sucedió por no protegerse las manos. En ese momento supo que tenía que proteger y asear sus manos todos los días porque eran muy valiosas. KARINA MORALES ALTAMIRANDA

En un día de trabajo, cantaba la mano izquierda: ¡soy una mano feliz, poco trabajo y poco me esfuerzo! Mientras que su compañera, la mano derecha, cansada se sentía y algo de descanso pedía. Sin pensarlo, un golpe recibió la mano derecha y su muñeca lastimó. La vendaron y a descansar la mandaron, entonces la mano izquierda tuvo que esforzarse y trabajar. Entendió a su compañera y nunca más cantó alegre. Amigas se volvieron y a trabajar juntas y sin joyas aprendieron. Su amo las cuida y lava, y los guantes siempre lleva. JUAN DIEGO RAMÍREZ SÁNCHEZ


JUAN DIEGO HERNÁNDEZ PINEDA

LAS MANOS DEL HIJO DEL REY Años atrás, una familia de humildes campesinos trabajaba para un rey que no era muy amable. El rey tenía un hijo que se la pasaba jugando en los campos del reino y un día, el niño llegó a un trigal hermoso en el que estaban cosechando los campesinos y vio las máquinas con las que ellos trabajaban. Al ver a los campesinos, notó que estaban agotados de tanto trabajo y decidió ayudarlos llevando el trigo a las máquinas. A pesar de sus buenas intenciones, el hijo del rey tuvo un accidente e hirió sus manos por su inexperiencia. Los campesinos ayudaron al hijo del rey, le dieron primeros auxilios y lo llevaron al castillo. Unos minutos después el rey llegó al castillo y al ver a su hijo, desconsolado, se puso a llorar. En ese momento apareció un hada y le preguntó al rey que por qué estaba llorando, y el rey le dijo que estaba triste porque su hijo había tenido un accidente y estaba herido. El hada le dijo que curaría las heridas de su hijo si se comprometía a ser bueno con los campesinos y a donarle la mitad de sus tierras. El rey se comprometió con el hada y como por arte de magia las manos del pequeño se sanaron. Cuando desapareció el hada, el rey estaba demasiado feliz de tener a su hijo sano y cumplió su promesa inmediatamente. Desde aquel día el rey, su hijo y los campesinos vivieron felices y en armonía.


J. CAMILO A. GARNICA

EL NIÑO Y SUS MANOS En un pueblo muy alejado de la ciudad un pequeño niño observaba sus manos y se preguntaba por qué los animales no tenían manos. Muy confundido, se acercó a su madre y le hizo la misma pregunta y ella le dijo que como Dios era tan perfecto y nos amaba mucho quiso que los humanos fuéramos diferentes a los animales. Como el niño siempre estaba con esta inquietud, le hizo a su padre la misma pregunta y el padre muy contento le dijo que las manos eran importantes porque con ellas los humanos podemos hacer muchísimas cosas como cuidar el campo, cuidar nuestro cuerpo, comer, expresar cariño, etc. El padre quedó pensando en la pregunta del niño y le dijo a su hijo que siempre cuidara sus manos porque con ellas se cosecha el futuro. El niño comprendió las palabras de sus padres, y toda la familia vivió siempre feliz protegiendo y cuidando sus manos.


Actividad REFLEXIONEMOS EN GRUPO SOBRE EL CUIDADO DE LAS MANOS ¿Qué harás en esta actividad? 1. Reúnete con tus seres queridos, compañeros de clase o amigos. 2. Forma con ellos un círculo. 3. Trabaja con la persona que está a tu lado derecho. 4. Una vez tengas tu pareja, pregunta y responde las preguntas presentadas más adelante. 5. Cuando hayas respondido las preguntas, en una hoja de papel, dibuja la enseñanza que te dejaron los cuentos del Rinconcito Literario. 6. Al terminar, presentarás y compartirás a los demás participantes las respuestas de tu compañero y viceversa, y el dibujo que realizaron.

PREGUNTAS: -¿Cuál es tu compromiso con el cuidado de tus manos? -¿Qué consejos darías a las personas que conviven contigo para que cuiden sus manos? -¿Qué enseñanzas te han dejado los cuentos del Rinconcito Literario sobre el cuidado de las manos?


ELABORACIÓN DE CUENTOS

DIRECCIÓN EDITORIAL Gladys Cecilia González Rendón Líder HSE MASA Nora Elena Jaime Amaya Coordinadora Programa Cuidado de las manos CORRECCIÓN DE ESTILO Nathalie Quiroga DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Paula Nicole Ramírez Velásquez

Sandra Álvarez Never Junior Valeta Martínez Katherinn Valeta Martínez Daniel Eduardo Valeta Martínez Eduid Rodríguez Heidy Guzmán Mariana Monterrosa Sebastián Rafael N. Bolaños Estefani Sofía Pitalva Luna Jesús Manuel Medina Villero Clara Moreno Morales Karen Marcela Torres Villero José Alejandro Benítez Dillan Galvis Margarita Matute Polo María Fernanda Gómez Nicoll Adriana Vega Ivany Cristina Vanegas Yeison Andrés B. Monterrosas Mariana Monterrosa Karina Morales Altamiranda Juan Diego Ramírez Sánchez Andrés Mauricio Martínez Berrío Camilo Zapata Castaño Duvan Manrique Jhon Anderson Puentes Andrés Felipe Cardoso Yusty Juan Diego Hernández Pineda Camilo A. Garnica Camila Charry Daza Estafania Molano Valeria Molano


Manitos cuidaditas

la importancia del cuidado de las manos contada por ninos


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