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Poesía. Gañadores III Xogos Florais
Hablemos A paz está aquí durmindo
Hablemos de paz, hablemos de corazón, hablemos de los que arriesgan sus vidas por otros.
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Hablemos de paz, hablemos de corazón, hablemos de bombas que rompen llantos.
Hablemos de paz, hablemos de corazón, hablemos de sueños rotos y de vidas destrozadas.
Hablemos de paz, hablemos de corazón, hablemos de los padres sin hijos y de los hijos sin padres.
Hablemos de paz, hablemos de corazón, hablemos de esas lágrimas derramadas en un cadáver.
Hablemos de paz, hablemos de corazón, hablemos de armas levantadas dispuestas a defender su país.
Hablemos de paz, hablemos de corazón, hablemos de inocentes, que por desespero luchan en una guerra injusta. A paz está aquí durmindo, Pouco a pouco estase indo. A guerra está chegando E eu ando aquí pensando.
Por que non acaba todo? Hai que encontrar o modo De que isto por fin acabe. Isto empeza a ser grave.
Sara Esperante García André Rodríguez Pita (1º ESO A) 1º Premio de poesía en galego Modalidade 1º/2º ESO
Hablemos de paz, hablemos de corazón, pero por favor, no hablemos de humanidad…
Porque se perdió entre las lágrimas de unos y la tiranía de otros, eso se perdió en las fosas comunes, eso se perdió entre lágrimas de sangre, eso se perdió entre vidas perdidas, eso se perdió entre el hambre y la escasez… eso se perdió, igual que se perdieron las risas y sueños,] eso se perdió, porque ahora las pesadillas dominan cada rincón,] eso se perdió por el tirano, que se comió todas las perdices del cuento.]
La paz desesperadamente
Mientras el cielo se quita su oscuro traje Para alardear de su mejor gala, Veo como en algún lugar solitario Está esperando el mensaje dentro de la botella Que suena en el disco rayado del desván. Sabemos que los gritos y llantos Se manifestarán trágicos, Y en vez de acudir a esa voz temblorosa Que pide auxilio en un albergue mugriento, Parece que vamos por el camino de la amargura, Como unos temerarios con miedo a vivir Que sacan las armas en los días sangrientos, Sin derrochar una sola lágrima Ya acostumbrados a la monotonía de lo incorrecto. Sin escuchar a las apacibles personas Que buscan desafiar sin dañar, Filosofar para avanzar Dejando los cartuchos tirados en los huesos, Dándole una oportunidad a la desesperada paz.