4 minute read
Tobías y el ángel “ asalariado ”
ción de la ciudad con «azufre y fuego de parte de Yahweh desde los cielos» (19,24), la mujer de Lot que se transforma en pilar de sal, después de haber desobedecido a la orden de no girarse para mira etc. Este entonces es el relato de un evento cuyos actos individuales han sido tradicionalmente interpretados, por parte de la religión oficial, como protagonizados por seres “ espirituales ” … ¡Cuántas incongruencias, cuántas dificultades, cuántas pequeñas acciones cotidianas sin significado si se atribuyen a individuos sin cuerpo! De hecho estos “ángeles ” andan, se cansan y tienen que descansar, se llenan de polvo y les apetece lavarse, comen y puede que también dos veces al día, deciden donde pasar la noche y se defiende de una agresión de una forma que puede parecer “ tecnológica ” . Estos ángeles/malakhìm nos recuerdan muy bien las descripciones de los ANUNNAKI/ELOKHÌM: individuos cuya diferencia respecto al hombre es evidente, con poderes seguramente superiores, pero nunca omnipotentes, a menudo vulnerables, atacables y, sobre todo, ¡sometidos a las normales exigencias fisiológicas de la vida cotidiana!
A esta parcial lista de cuentos relativos a los ángeles/malakhìm queremos seguramente añadir el libro de Tobías, porque es uno de los menos conocidos de todo el Antiguo Testamento. Este texto está en la Biblia cristiana (versión griega de los Setenta y Vulgata latina) pero no está aceptado por el canon judío y los Protestantes lo consideran apócrifo. Solo nos ha llegado en griego y basado en una versión aramea compilada en Judea hacia 200
Advertisement
a.C. y que desafortunadamente se ha perdido. El libro de Tobías tiene 14 capítulos que describen la historia del hebreo Tobit y de su hijo Tobías, ambientada en el siglo VIII-VII a.C. Es necesario decir enseguida que este texto está lleno de incongruencias y evidentes errores: confunde las temporadas de las deportaciones de los Judíos por parte de los Asirios, confunde los nombres de los reyes asirios, se equivoca en relación a distancias geográficas… No es una casualidad entonces que solo los católicos le consideren un libro inspirado por Dios, como todos los demás textos de la Biblia. Pero, como los católicos lo consideran un libro inspirado por Dios, queremos indicar algunas características con las que describe un “ángel” de Dios, y justamente el mensajero (àgghelos) que acompaña a Tobías (Tobit) en uno de sus viajes a Media. Puesto que no tenemos la versión hebrea o aramea, no podemos presentar la usual traducción literal así que nos limitamos a mencionar los pasos en los que se pueden ver la actitud y la manera de actuar del ángel. Este enviado de Dios se llama Rafael y su nombre, en hebreo, Refaèl (WA`f) significa “El (dios) ha sanado ” . Él mismo dice (Tb 12,15) que es uno de los siete ángeles que tienen la posibilidad de presentarse directamente ante “dios ” . Sin embargo, para acompañar a Tobías en su viaje a Ragues, utiliza un nombre diferente y decide identificarse con Azarías, hijo de Ananías. Vamos entonces a ver los pasos que se refieren a él, pasos en los que este mensajero: • le dice a Tobías que es un israelita en busca de trabajo (5,5); • le dice que puede servirle de guía en el viaje porque ha ido muchas veces a Media, que ha recorrido todas sus llanuras y sus montañas y conoce todos esos caminos (5,6.10);
• se declara disponible a acompañar a Tobías y a recibir un dracma por día como paga (5,15); • dice que el camino es seguro y que volverán sanos y salvos (5,17); • junto al río Tigris le dice a Tobías que agarrara un pez que había mordido un pie del joven y le muestra cómo utilizar la hiel, el corazón y el hígado como medicamentos para curar ataques epilépticos y enfermedades de los ojos (6,4-9); • busca una novia para Tobías y organiza el matrimonio (6,10 y a seguir); • cumple una misión por parte de Tobías: con cuatro servidores va a cobrar dinero (9,1 y siguientes); • con la hiel del pescado cura de la ceguera al padre de
Tobías, quitándole las manchas blancas (cataratas) de los ojos (11,7 y siguientes); • al final revela su verdadera identidad de mensajero del
Señor; le pide a Tobías escribir todo lo que ha pasado y luego sale hacia arriba, hasta que los presentes ya no le pueden ver (12, 1-22).
Retomando lo que se ha dicho al principio de este capítulo alrededor de las descripciones de las características de los ángeles hechas de los exegetas, hemos recordado que algunos de ellos decían que los ángeles solo comen “ en apariencia ” . Probablemente esta afirmación nace de lo que dice el mismo Rafael en el momento en que se revela: efectivamente él dice a la familia de Tobías que cuando le veían comer en realidad «no comía nada» (12,19).