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Reflexiones (y una pregunta…) conclusivas

En el momento histórico en el que estamos escribiendo este libro, en el mundo occidental se está discutiendo de bioética y la Iglesia romana está muy cerca de la realidad cuando dice que «con la manipulación del ADN el hombre quiere parecerse a Dios»: probablemente es verdad. ¡El hombre está intentando repetir lo que han hecho con él sus “ creadores ”! Repetir la tentativa de “ crear ” encaja con el procedimiento del que nosotros estamos poco a poco adquiriendo el conocimiento del que disponían “Los ” que nos han creado “ a su imagen y semejanza ” (así que nosotros, en un primer momento, pudiéramos trabajar para ellos, servirlos, honorarlos y en fin ocuparnos del planeta que nos ha dado en gestión). Después de haber perdido el contacto directo – porque esos “dioses

han

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“desaparecido ” : se mezclaron con sus criaturas o, más sencillamente, se fueron – el hombre se ha sentido “huérfano del primer Padre ” y ha intentado elaborar su imagen en términos espirituales, siendo incapaz de elaborarla en términos materiales ya que durante los siglos los recuerdos se han ido perdiendo. El hombre “ religioso ” ha seguido entonces este camino de reinvención de la figura de Dios y, dentro del numero de las especies vivientes, se ha puesto en una situación de presunta superioridad, una posición absolutamente especial. Este hombre cree tener el privilegio de una filiación divina, pero probablemente este privilegio no es nada más que el fruto de una intervención de ingeniería genética que ha enriquecido su ADN y gracias a la cual el hombre ha conseguido el ápice de cierta linea evolutiva dentro del orden de los Primates, una de las tantas ramas en la que se exprime la vida en su continuo devenir. Una intervención

que en cada momento produce siempre el máximo posible, en relación al ambiente en el que se desarrolla. En sus Appunti preliminari per una valutazione universale sui contenuti della Mente umana47 , el profesor A. Bertirotti (profesor de Antropología Cultural y de la Mente en la Universidad de Florencia) escribe que, si es verdad que de momento la humanidad es la expresión más alta de una de las muchas líneas evolutivas,

l’idea che l’ uomo rappresenti qualche cosa di superiore rispetto ad altri sistemi di vita è non solo sbagliata ma foriera di atteggiamenti che si possono rivelare, proprio come sta accadendo in questo momento storico universale, decisamente negativi.

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Y sigue afirmando que la originalidad de la especie humana ha de buscarse en otros contextos. Y entonces, compartiendo dicha conciencia, nosotros suponemos que la verdadera gran y original actividad que caracteriza al hombre sea el skeptomai (el “buscar ”) en una continua tensión hacia Yahveh: heyéh, ashèr, heyéh («yo soy el que soy, yo seré lo que seré»). Una tensión hacia esta hipótesis de divinidad, cualquiera haya sido, sea actualmente, o será en el momento de una nueva, posible revelación… Vamos entonces a saludarnos con una pregunta “ perturbadora • Cuando se habla de la vuelta de Dios ¿significa que tenemos que esperar que vuelvan nuestros creadores? Pensarlo es fascinante… pero a lo mejor ya están aquí, en nuestro presente, mientras los Libros sagrados nos están contando su pasado: a lo mejor están perfectamente dentro de la Historia en la que han sido concebidos (una Historia que luego, en la Apéndice 1, vamos a intentar volver a escribir…).

47 Véase en internet: www.bertirotti.com/antropologia/considerazioni _ universali/

48 N.d.T.

Tu, librepensador, que has llegado hasta esta página, has demostrado tener una mente abierta y pies muy bien firmes sobre la tierra, así que te deseamos buena continuación en la lectura y ¡buen camino en la Búsqueda en el libre camino del Conocimiento! Seguramente tu “ espíritu ” encontrará su senda

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