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Algunos ejemplos

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El autor

El autor

para su pueblo. Yahveh le dice que no vaya allá y que se quede en la región que él mismo le indicará y le asegura: «Yo te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia he de dar todas estas tierras». En Deuteronomio (28,2 y siguientes) está muy bien documentada esta relación exclusiva entre la bendición y la prosperidad material: «Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra […] Dios te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano […] y Dios te hará sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre […] Dios te hará abundar en el fruto de tu ganado […] Dios hará que caigan derrotados todos los enemigos […] Serán benditos tu cesto y el lugar donde amasas la harina […] Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado…». Y paralelamente también la “ maldición ” tiene consecuencias exclusivamente materiales: plagas, fiebres, inflamación, sed, sequía, herrumbre, palidez… Así que concreción en la bendición y concreción en su contrario: ¡no hay ni bendición ni maldición del alma!

Vamos a presentar algunos pasos como ejemplo; y por otro lado, vamos a examinar, de forma exhaustiva, el caso seguramente más raro y curioso de bendición, muy difícil de comprender si se analiza según las interpretaciones tradicional: la bendición de Isaac a Jacob y la consecuente decepción de Esaú que, pobrecito, descubre como la bendición paternal… ¡ ha terminado! Pero¿esto cómo es posible si bendición es donación y señal de la presencia divina? Pero vamos a ver los ejemplos bíblicos…

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