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El kevòd se va

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El autor

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Ahora nos ha parecido que ya no podíamos traducir la palabra “kevòd” con “Gloria ” porque lo que hallamos aquí descrito no hace nada más que confirmar que ante Ezequiel – como ya anteriormente ante Moisés – se ha presentado algo “ grande, potente y ruidoso ” , exactamente como hemos notado en el capítulo dedicado a la Gloria de Dios. Y aquí Ezequiel, como Moisés, describe detalladamente todos los elementos que permiten definir “ grande y potente ” lo

que ha visto.

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El libro de este profeta nos ofrece ulteriores confirmaciones. Después de la descripción detallada de la máquina, Ezequiel resume todo lo que le dice ese ser resplandeciente parecido a un adàm y sentado en el «trono» (nosotros diríamos en el “ puente de mando

Terminada la conversación el profeta dice (Ez 3,12-14):

• «oí detrás de mí una voz de grande estruendo…» • «oí también el sonido de las alas de los animales que se juntaban la una con la otra» • «y el sonido de las ruedas delante de ellos» • «y sonido de grande estruendo» • «levantóme pues el espíritu, y me tomó»

Siguiendo Ezequiel, nos parece aquí de oír aquí los varios sonidos producidos por los instrumentos de vuelo (alas, hélices) y por las ruedas con la que la máquina se movía en tierra.

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