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La niña del espejo
Jessica Guadalupe Aranda Rada Esc. Jaime Sabines • Mpio. León
uenta la leyenda que hace algunos años en la ciudad de León Guanajuato, había una niña llamada Luz, era muy traviesa, juguetona, divertida. Ella amaba los espejos. C
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Luz, como todos los días, salió con sus padres a cortar flores al campo para venderlas. Cerca del campo se encontraba un río y a Luz le gustaba ir con su espejo a jugar, le gustaba observar el reflejo del agua y el sol, decía que el espejo era mágico porque brillaba mucho cuando estaba cerca del río.
Luz soñaba con ir a la escuela y tener muchos amigos, pero le era imposible, ya que no había escuelas cercanas a su domicilio y sus padres no tenían los recursos necesarios para que ella asistiera a una, así pues, ellos le enseñaban lo que podían.
Un día cayó una tormenta que logró que el río se desbordara y la corriente era demasiado fuerte. Sus padres le dijeron que no podría salir a jugar al río porque era muy peligroso y podría caer y ahogarse, pero Luz no obedeció y fue al río a jugar. Estando en el río jugando, a Luz se le cayó su espejo y por tratar de recogerlo, se resbaló y cayó a la corriente.
Sus padres, familiares y vecinos decidieron emprender una búsqueda, pero todo fue inútil, Luz nunca apareció. Días después encontraron a unos metros del río su espejo y metros más adelante parte de su vestimenta, y desde ese día, Luz sólo vive en el recuerdo de sus padres.
Años más tarde la gente que pasaba por el río aseguraba escuchar voces y risas y reflejos de imágenes en el agua como de una niña.
Con el paso de los años, cerca del río se construyó una escuela, los alumnos aseguran que en los baños suceden cosas extrañas. Que se encienden y se apagan las luces, se
abren y se cierran las puertas, se abren las llaves del agua del lavabo, se escuchan risas y voces de niña e incluso algunos alumnos afirman haber visto a una niña en el espejo del baño. Les cuentan todo esto a los maestros, pero éstos no les creen.
Un día, una maestra fue al baño y escuchó ruidos extraños y risas de una niña, la maestra se molestó porque le encendían y le apagaban las luces, enojada, estaba dispuesta a regañar a sus alumnos porque pensó que estaban jugando, salió ¡y cuál fue su sorpresa que no había nadie! Temerosa y sorprendida, volteó hacia el espejo y vio el reflejo de una niña, tenía la cara pálida, vestido blanco enlodado y mojado, cabello largo y negro y los ojos negros. La maestra asustada y sorprendida, contó a un anciano llamado Juan lo que había sucedido. Juan vivía cerca del río, le dijo a la maestra que no temiera, que era el espíritu de Luz que vivía en los baños de la escuela.
Desde entonces, la niña del espejo ha sido una leyenda en esa escuela y los alumnos siguen contando su historia año tras año.