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El atleta de La Bufa
Agustín Rodríguez Vega Esc. Juan Bautista • Mpio. Guanajuato
abía una vez un señor llamado Bernardo, quien quería ser el mejor atleta del mundo. Diariamente se despertaba temprano para correr en el Cerro de La Bufa, hasta que un día vio a una princesa en lo alto del cerro, y fue tanta su curiosidad que llegó a la cima para ver de quién se trataba. H
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La princesa le preguntó: —¿Cuál es tu mayor deseo?
Bernardo le respondió: —¿Quién eres y por qué lo preguntas?
—Soy la Princesa de La Bufa y vengo a cumplirte un deseo—, respondió.
—Yo me llamo Bernardo y mi mayor deseo es convertirme en el atleta más bueno del mundo—, dijo el señor.
—Lo puedo hacer, sólo con una condición.
—¿Cuál es esa condición?
—Siempre vendrás por la mañana a correr a lo largo del cerro hasta el día en que te dé una señal.
—¡Acepto!—, exclamó Bernardo emocionado.
Lleno de ilusión, el señor se despertaba todos los días para correr hasta el día en que la princesa le diera la señal. Al ver un gran cartel que decía «Gran competencia de atletismo», Bernardo pensó que era esa la señal y se preparó para ir.
Después de una dura prueba compitiendo contra todos los hombres de su estado, finalmente resultó el ganador de la carrera. Ya de regreso, se fue corriendo hacia la punta del cerro de la Bufa y le dijo a la princesa:
—Gracias por cumplirme el deseo—. Y la princesa le respondió:
—Tú hiciste todo el trabajo, yo no cumplí ningún deseo—. En ese momento, Bernardo se puso muy feliz.
Pasaron los años, Bernardo se convirtió en el mejor atleta del mundo, no volvió a ver a la princesa, pero siempre vivirá en su corazón y en sus logros porque lo ayudó a darse cuenta de que la perseverancia es la clave para lograr los sueños.