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La leyenda de San Jerónimo
La leyenda de San Jerónimo
Odalis García Gómez Esc. Casa del Pueblo • Mpio. Valle de Santiago
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abía una vez un santito que protegía su comunidad. Un día, en los tiempos de la Independencia, los españoles quemaban las casas de los ranchos y a las mujeres las tomaban a la fuerza. Ya habían quemado a casi todos los ranchos y San Jerónimo hizo sonar la cornetita cuando se dirigían a nuestro poblado, lo que provocó que el ejército realista se fuera para otro rumbo, y así ya no fueron a San Jerónimo a quemarlo. H
Gracias al santo ya no hubo guerra, es por eso que todos los que son de este rancho, somos la mayoría del mismo color de piel, porque no tomaron a las mujeres a la fuerza, pero en los otros ranchos, todos son de diferentes colores: güeros, morenos o mezclados; desde entonces, San Jerónimo siempre ha protegido su comunidad.
También cuando se prendió la gasolinera, el fuego ya iba para el rancho, San Jerónimo fue y lo apagó, y las llamas no alcanzaron a llegar aquí, nadie salió herido, y al otro día las personas que fueron a ver la gasolinera y encontraron a San Jerónimo con su ropa quemada y cenizas, por eso se dice que él fue quien apagó la lumbrada de la gasolina.
San Jerónimo, es el santito que protege a su comunidad, él ha hecho tantos rescates al pueblo. También se dice que a San Jerónimo se lo llevaron en una ocasión a La Magdalena, y él hizo el milagro de no caber por las puertas del templo, por lo que no se quedaron con él en el templo de ese pueblo. Él quería quedarse en nuestro rancho. Después que veían que no cabía en la puerta del templo, lo regresaron a nuestro rancho, y cuando lo iban a meter a nuestro templo sí quiso entrar y allí se quedó, por ello al rancho lo llamaron San Jerónimo.
Todos en el rancho vivimos muy a salvo con San Jerónimo, quien siempre que hay un problema, él va y lo soluciona, como en la época de la Independencia, cuando hizo que los españoles se fueran a otro lugar, y así todos los del rancho vivimos muy felices por tener al santito, a quien queremos mucho por lo que ha hecho por todos.