Margarita Matiz
Terminó sus estudios de diseño industrial en la Universidad Jorge Tadeo Lozano en el año de 1996. Luego viajó a Italia y tras culminar exitosamente su práctica profesional en la compañía Whirlpool, se presentó a la högskola ó la “universidad de la universidad” –como fue declarada en 1978–, la Konstfack University College of Arts, Crafts and Design, en Estocolmo, Suecia (fundada en 1844 y una de las de mayor trascendencia en Europa), para graduarse como Master of Fine Arts en 1999 con el proyecto FRIO (Freezer Refrigerator In Orbit). Este trabajo de grado no sólo la volvió una necesaria referencia dentro del diseño industrial colombiano, sino que le abrió las puertas de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Noordwijk, Holanda, y luego en el mundo del diseño en el viejo continente.
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“embajadora designada”
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ituaciones puntuales como la experiencia de FRIO, sin opción de duda, abrieron la perspectiva y el camino de Margarita. No obstante, lo que definitivamente marcó la visión sobre su futuro, fue el hecho de enfrentarse a una cultura ajena y lograr identificar las herramientas necesarias para su crecimiento personal y profesional. Gracias a esto, durante su trayectoria en Suecia, se ha abierto rutas en las cuales ha desarrollado productos de alta tecnología, pasando por otros de consumo y artesanales. Por otra parte, y motivo por el cual puede considerarse en la actualidad como una de las diseñadoras más importantes que representan a Colombia en el exterior, es que, además de hacer objetos, impulsa la profesión y hace difusión del conocimiento de la misma por medio de diferentes espacios en los cuales “vende” el diseño como una importante herramienta de desarrollo para las sociedades. Para ella los alcances del diseño industrial son ilimitados y diversos, y por eso una de sus principales tareas es difundirlo en el mundo. Una labor casi ejecutiva cuyo fin es presentar el diseño industrial como una opción para el mejoramiento de la vida del hombre. Objetos y semillas Por su constancia en esta importante gestión de difusión, y más allá de su importante currículum laboral (Whirlpool, Electrolux, ESA, No Picnic, Matiz Bergfeldt Design), el designar a Margarita Matiz como “embajadora” en el tema del diseño no es una cuestión de libre albedrío. Sweden.se fue una exhibición de diseño sueco expuesta en Bogotá, de la que estuvo a cargo y la cual abriría paso a que trabajara fuertemente en la promoción del diseño. Más adelante, como agregada cultural del Instituto Sueco –encargado de impulsar el diseño en el exterior– fue curadora y organizadora de Semillas Suecas en 2008. Por medio de éste evento tuvo la oportunidad de promover
y concienciar sobre la importancia y principalmente la utilidad del diseño en la vida del ser humano, a través de diferentes exhibiciones y conferencias dictadas alrededor del mundo, impulsándolo además como una herramienta para el desarrollo económico de los países. Esta ha sido una de las grandes labores de Margarita con el diseño: su trabajo casi gerencial en la promoción y comprensión de la profesión, pues no ha sido menor en los últimos años, y en el que además permanentemente vincula al país en su cometido. Sin embargo resulta imposible no mencionar su faceta práctica como diseñadora de producto; su portafolio tiene una serie de objetos importantes desarrollados: RFR es el proyecto de refrigerador espacial que adelantó para la Estación Internacional Espacial (ISS). En él, tuvo que crear una atmósfera más “humana” para los astronautas, además de relacionar aspectos familiares en órbita. La Cena, un proyecto de carácter más artesanal, es otro trabajo con gran importancia en su lista personal. Este fue desarrollado para el primer Concurso Internacional de Diseño para la Artesanía Colombiana de Artesanías de Colombia, y dice que es un proyecto cercano a su corazón; “tiene carácter, cuenta una historia y hace que perdure en el tiempo”. Su proyecto más reciente, Drop, es un florero colgante, que oculta la retórica existente: “las gotas flotan suspendidas en el espacio, como si el tiempo se hubiese detenido”. Esta es la muestra de la visión múltiple y abierta, propia del diseño y sentido profesional de Margarita Matiz, que le ha permitido abrirse espacio en el escenario internacional, y que de varias formas, se hace extensiva a su gestión, y notable en sus proyectos: “como colombiana radicada en el exterior, uno de mis mayores logros es poder llevar a cabo proyectos que han dejado huella y que han generado utilidad a la humanidad”.
“Como colombiana radicada en el exterior, uno de mis mayores logros, es el poder llevar a cabo proyectos que han dejado huella y que han generado utilidad a la humanidad”.
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Ramón Giovanni
Camilo Matiz
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Ramón Giovanni
Ramón Giovanni
RFR Packages. Módulo del refrigerador para la estación espacial Internacional ISS.
1. Pieza del conjunto de objetos para mesa “La cena en escena”, para Artesanías de Colombia, con el que viajó por todo el país trabajando con diferentes técnicas como la guadua, la chamba, la cestería y la cerámica. Fue ganador del Premio Lápiz de Acero en 2005. El proyecto se expuso en Bogotá, St Etienne, Madrid y Estocolmo. El resultado del proyecto fue plasmado en el libro U-Design del Instituto Sueco. 2. Drop. “El momento exacto en que una gota esta por caer”. Florero colgante. El objeto centra su valor en la relación intrínseca entre las flores y el agua, describiendo la esencia vital de este elemento. Vidrio soplado, acero con corte láser. 3. Melt (Derretido). Proyecto de diseño presentado a Donna Karan para la línea de casa. Es un recipiente en vidrio fabricado con una técnica artesanal del sur de Suecia. Es escultura y objeto funcional a la vez.
“Ser constante, trabajar con pasión y honestidad. El aporte de mi trabajo radica en la contribución a una conciencia sobre el valor del diseño como instrumento para mejorar la calidad de vida.”
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FRIO su proyecto de grado de Konstfack y RFR, la materialización de éste, desarrollado en conjunto con la Agencia Espacial Europea, la Nasa, Astrium y No Picnic. Es el primer módulo de refrigeración espacial que permite a los astronautas comer alimentos en estado normal en vez de congelados y deshidratados.
Margarita Matiz Un trabajo apremiado El reconocimiento natural e inmaterial de la labor que Margarita ha adelantado en Suecia y el mundo durante los últimos años con el diseño, ha estado acompañado además de valiosos galardones. No obstante, y a pesar de que cada uno representa una etapa de su profesión como diseñadora industrial, hay uno en especial que de algún modo reúne todos los reconocimientos anteriores: la beca Carpe Vitam –un premio otorgado en Suecia que da un jurado anualmente a personas que se han destacado culturalmente–, fue entregado a Margarita el 13 de noviembre de 2006 en el marco del evento de diseño Future Design Days. El premio fue cedido en la Sala Azul del Ayuntamiento de Estocolmo, el mismo lugar donde se lleva a cabo el banquete del premio Nobel. Según el jurado, logró este reconocimiento por ser una diseñadora con gran visión, iniciativa y valor para sacar adelante sus ideas y exaltando su labor en difundir el conocimiento sobre el diseño tanto en Suecia como en el mundo. Cabe resaltar que éste no es un premio al que se aplica bajo alguna convocatoria, y para ella, fue claramente un honor el hecho de recibirlo por parte de Suecia, siendo
que no es su país de origen. Un factor que se suma a la significación de su labor como embajadora y promotora del diseño en el mundo.
ambiente –en el sentido pleno de su significado– y tener una fluida interacción con el ser humano, es decir, que sea útil, pero además ecológico.
Útil, pero además ecológico Dentro de la gestión de diseño, y en el mismo trabajo práctico de Margarita, hay dos puntos que se encuentran visiblemente en la cúpula de sus objetivos: el primero, es aquel al que todo producto debe aspirar: cumplir su función, de forma estricta, clara y sencilla para el usuario, con una lectura sencilla y coherente, producto de la labor de investigación previa del proyectista, sin sacrificar los valores estéticos del producto final. El segundo, el factor ecológico, tiene un valor esencial. Y no es para menos, en países como Suecia el pensamiento ecológico convive de forma natural y sobria con su cultura. No es un medio comercial ni una moda y notablemente no obedece a factores de explícita necesidad, sino de conciencia. Un mensaje del cual Margarita hizo introspección y que ahora difunde en cada discurso y objeto que desarrolla: la unión de estos dos factores en un mismo producto deben conllevar a que cada objeto sea un ente natural en un
El “cómo” Cabe resaltar que esta claridad en el pensamiento de diseño de Margarita no es el medio exclusivo de su éxito. Hay valores y capacidades personales que se adhieren a su crecimiento y que han sido otras herramientas para la consecución de sus logros; en sus propias palabras: “me ha servido mucho el ser constante, trabajar con pasión y honestidad. El aporte de mi trabajo radica en la contribución a una conciencia sobre el valor del diseño como instrumento para mejorar la calidad de vida. Los proyectos y productos creados tienen un significado y un mensaje, clarificando la meta del proyecto en forma tangible, para que todos los involucrados trabajen en la misma dirección, haciendo que el producto se convierta en una realidad. Creo que llevar un proyecto en su totalidad, desde la idea hasta la concepción final, también hace parte de mis mayores logros como diseñadora industrial”.
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Joya Dandelion. Plata, técnica filigrana.
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