Enero-Marzo Tú que fuiste elegida por el Señor para ser instrumento de consolación en su obra redentora, ruega a Dios con la fuerza de tu amor y tu fidelidad, para que nosotros vivamos también como fieles hijos suyos, buscando en todo y sobre todo el bien de nuestros hermanos. Intercede por nosotros, peregrinos en el tiempo, para que las realidades temporales no nos aparten de nuestro destino eterno, antes bien, sepamos descubrir en todas ellas la huella de nuestro Dios y podamos vivirlas con pureza de corazón.
Nº 71
Donativos de Julio a Diciembre de 2008: Mª Cinta Guimerá Griell. Arnes (Tarragona); Vicente Casas y Carmen Solanas (Zaragoza); Donativo Pilar P. Ana López Rico. (Calasparra, Murcia); Devota de Alcora; Isabel Caballero. (Bullas, Murcia); Rosario Puerta Campoy. (Bullas); María Sánchez Martínez ( Bullas); María García ( Bullas); una devota de Bullas; Juani Diago; Josefa López; Fina Lorente; Javier Taús de Castellón; Emilia Taús de Castellón; Ramona Cardona Pitarch ( Vinaroz); Anónimo de Ponferrada; Familia de Ana Espada; Pilar Pérez ( Ponferrada); Ana María Portero de Bullas Mª Cinta Guimerá Griell. Arnes (Tarragona); Mª Gloria Arias Armesto (La Coruña); Mª Rosa Pujol. Palaubordeu (Barcelona) Pepita Ballester. Onteniente (Valencia); Teresa Tondo. Barcelona .
Si desea ayudarnos a difundir HUELLAS, envíe a nuestra redacción la dirección de personas a quienes pueda interesar recibirlas: HH. Ntra. Sra. de la Consolación C/ Rosa, 15 18193 - MONACHIL (GRANADA)
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Dirección y redacción: Maribel Sánchez Colaboran: Maquetación: Mª José Condomina Secciones: Mª José Gan, María Garzá y Imprenta: MISERICORDIA CORONADA ASPACE (GRANADA)
Año 2009
HH. Ntra Sra. de la Consolación María Rosa Molas, 2 43590 JESÚS-TORTOSA (Tarragona)
MUY AGRADECIDAS
“Si conociésemos el gran beneficio de llamarnos el Señor a la religión, le seríamos muy agradecidas” (Mª Rosa Molas) Dedicamos este número de ‘Huellas’ a profundizar brevemente en ese gran beneficio. La vida religiosa, como vocación cristiana, enriquece y hermosea la Iglesia cuando la vivimos desde el Señor y para hacer presente su Reino. Mª Rosa Molas estimaba su OPCIÓN FUNDAMENTAL en la vida religiosa como gran beneficio por el cual no podía sino dar inmensas gracias a Dios. GRAN BENEFICIO: experimentarlo así le llevó a acoger toda situación vital como parte de un proyecto amoroso – a veces velado- en el que ella debía ‘invertir’ toda su persona para ir haciendo más visible el querer del Padre: QUE TODOS TENGAN VIDA.
Como ella, vivir la vocación personal como gran beneficio que además vincula a una familia espiritual, nos habría de llevar a un gozo sostenido – no sensiblero-, profundo y plenificante. Casi hasta el extremo de contagiar a otros a un ‘no sé qué’ que explica el sentido que tantos buscan y que para nosotros polariza nuestra vida: Jesucristo, el consagrado del Padre.
Hacernos ‘abordables’ a quienes preguntan silenciosa o descaradamente- por un Dios que no conocen o incluso rechazan abiertamente. Nunca encerrarnos en el acomplejado ‘bunquer’ que va construyendo el anticlericalismo a fuerza de una sutil oposición. Nunca diluirnos en las aguas turbias y satisfechas de la sociedad del ¿bienestar?. Nunca conformarnos con el servicio alcanzado. Todo para Dios y los hermanos. ¿Acaso guardé algo para mí?
El gran beneficio, mi tierra prometida, mi vocación: toda una vida para acogerla, agradecerla, cuidarla, hacerla crecer y ofrecerla sin medida. Así lo cantamos a nuestro Señor en un hermosa composición:
Si, te doy todo lo que soy para que sigas amando. La lucha por la justicia entra en esta intimidad, que se llena de personas y rostros que acariciar, que me impulsa desde dentro a comprometerme más. Todos caben en tu Corazón. Quiero seguirte, Señor (Maite López)