HERMANAS DE NUESTRA SEÑORA DE LA CONSOLACIÓN
Hoja informativa sobre la Espiritualidad de Santa María Rosa Molas y Vallvé
Edi-Huellas
N°87 Marzo 2015
HUELLAS… una identidad Durante muchos años hemos sido testigo de experiencias, vivencias, compartir, a través de la hoja informativa: Huellas. Vida escrita, vida que nos ha vinculado como familia. Las huellas de la Madre, que camina delante. Sus pisadas nos ayudan a recorrer esta hermosa aventura de ser instrumentos de la consolación de Dios. Huellas que han permanecido a lo largo del tiempo y siguen pisando nuevas tierras. Tierras no sólo físicas, sino aquellas que están en lo más hondo del corazón, el espacio interior donde la fe se aviva y acoge el don. La familia consolación estamos de fiesta. Celebramos el Bicentenario del nacimiento de María Rosa Molas. Su vida, entrega, palabras y gestos dejaron una huella en la historia. No solo para nosotras sus hijas o miembros de la
familia consolación, sino para toda la Iglesia, como modelo de santidad. En este tiempo de celebración deseamos llegar a ustedes, familia consolación, y a todos aquellos que se encuentren con estas páginas, impregnadas de la tinta de la experiencia vivida y compartida. Vida de la madre, que va dejando una huella imborrable en los corazones de aquellos que se encuentran con ella. Porque como decían de ella: no había vacío que su caridad no llenase. Cuando decimos huellas, puede venir a nuestra mente varias imágenes. Quizás las huellas que dejan nuestras pisadas al andar o aquellas que marcan nuestros dedos al mojarlos con tinta. Huellas visibles que nos remiten a una realidad invisible. Huellas de pies que nos remiten a nuestra condición de peregrinos.
Huellas dactilares que nos remiten a nuestra identidad. A lo más genuino de cada persona, su originalidad. El don de Dios en cada ser. Cuando nacemos Dios nos concede a cada uno, en nuestros dedos, líneas casi imperceptibles, pero que al hacerse visibles con un poco de tinta, pintura, polvo o sangre, marcan la diferencia con otras personas. Huellas que sellan, que identifican, que señalan. Huellas que tiene un lenguaje propio. Un lenguaje: PERENNE, INMUTABLE, ORIGINAL. Perenne porque toda la vida nos acompañan. Inmutable, porque no cambian ni sufren modificación alguna. Original, porque no hay ninguna igual, que se repita… Este espacio que se nos ofrece seguirá siendo una hermosa experiencia de comunicación. Comunicación de nuestra identidad. Una identidad sellada por la huella de
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Dios en María Rosa. Una huella que sella, que señala un camino, que revela una realidad trascendente. Huellas que permanecen en el tiempo. Podemos ser un poco de tinta o pintura que pueda hacer visibles estas líneas únicas que María Rosa portó. Líneas de CARIDAD, HUMILDAD, SENCILLEZ. Líneas llenas del lenguaje del evangelio. ¿SER TINTA? Esta es la invitación. HUELLA, visible con nuestra tinta. La tinta no es el centro, pero es un medio para revelar la huella. La huella que la Madre ha ido sellando en nuestra vida, y que con nuestra tinta la podemos compartir y hacer visible. Continuamos esta hermosa aventura. La madre quiere seguir llegando a muchos corazones, seguir naciendo, consolando, amando a Jesucristo, sirviendo a los pobres. La madre quiere seguir caminando, abriendo horizontes, ensanchando espacios, construyendo puentes, derribando fronteras. Y muchos son los que continúan la obra de Dios de la mano de María Rosa. Pongamos toda nuestra tinta, los colores de nuestra vida, para hacer visible la huella que la Madre va dejando, para que de esta manera, otros puedan también AMAR, CONOCER Y SEGUIR A JESÚS.
Huella que sella
Las huellas que María Rosa ha dejado en mí… María Rosa mujer inteligente, cariñosa y fuerte. Ejemplo de vida. Constructora de paz. Difícil tarea resumir todo lo que de María Rosa he aprendido desde que tenía 4 años de edad y empecé como alumna del colegio Nuestra Señora de la Consolación, Caracas. Ha sido un tiempo considerable de experiencias. La primera huella que Ma Rosa dejó en mí fue la de la educación; son muchos los que conocen su faceta como maestra, faceta que hoy en día sigue viva a través de las hermanas y del personal de los colegios que en diferentes rincones del mundo transmiten el carisma de la Consolación. Recibí una educación integral basada en los recursos necesarios para defenderme a nivel universitario pero lo más importante enriquecida en valores y virtudes que María Rosa hizo verbos: la solidaridad, la caridad, la fortaleza, la prudencia y la abnegación. Actualmente, me ha tocado asumir la coordinación del COM de Caracas, jamás podría igualarme con Ma Rosa pero cada viernes que estoy con los jóvenes del COM intento transmitir esos valores que recibí, el amor por Dios, la alegría y consejo que conozco que Ma Rosa transmitía en su faceta de guía; además, del amor a la vida y la capacidad de entender y asumir nuestra misión. Otra de las huellas que Ma Rosa ha dejado en mí es el amor y agradecimiento a Dios por sobre de todas las cosas; en mi familia a pesar de ser católicos el compromiso con Dios y la iglesia no es el suficiente; a medida que fui creciendo y profundizando la vida y obra de María Rosa me di cuenta que el creer en Dios amerita creer y querer también su iglesia, y amerita compromisos que con el pasar del tiempo se van haciendo cada vez mayores y que como Ma Rosa hizo deben asumirse con responsabilidad. Igualmente, gracias a Ma Rosa he tenido la oportunidad de estar de misión, la primera misión a la que asistí fue en Caicara del Orinoco, la tierra del milagro en Venezuela, a través de la misión he tenido la oportunidad de asistir a los pobres, a los enfermos, a los ancianos, quizás no con la regularidad y frecuencia que ella lo ha-
cía, pero sí dejando en mí la convicción de que podemos hacer de este un mundo mejor para muchos, a través de la oración, el trabajo y la caridad en nuestros gestos diarios. Otro de los aspectos de Ma Rosa es su conocimiento de la situación histórica por la que atravesaba su región mientras ella vivió, hecho que de manera particular me ha invitado a mí a no ser ajena a la situación actual de mi país, a través de la oración y de acciones concretas que como ciudadana puedo aportar; ser parte de una región que como la de María Rosa en su tiempo tiene necesidades apremiantes. También he aprendido la capacidad que tenemos como seres humanos de organizarnos para asumir diferentes roles, fue madre, guía y amiga, particularmente a mí me ha tocado organizarme para llevar las reuniones del COM, responder a los compromisos de la iglesia, llevar la universidad y en ocasiones también luchar contra aquellos que no entienden que es ser Consolación; la alegría de sentirse Consolación, saber que eres capaz de consolar porque has experimentado la misericordia y consuelo de Dios. Intento a diario vivir como Ma Rosa, sin ser ajena al dolor y amargura del prójimo; el amor a Dios y el amor al prójimo como pilares y la unión de ambos en uno, el carisma de la Consolación. Agradecida siempre con Ma Rosa por el carisma porque gracias a ella he conocido hermanas que son amigas incondicionales y jóvenes que al igual que yo quieren vivir de forma diferente, quieren ser Consolación para el mundo. Vivamos como Ma Rosa deseando y haciendo posible que “Dios sea alabado y el pobre servido”, unión con Dios y compromiso con los hombres. Sin duda, una mujer que hizo tanto bien no podía pasar por este mundo si no dejando huellas…
Joetzi Caballero- Caracas-Venezuela
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Deja tu Hue
Desde el Colegio de Benicarló, España, compartimos esta hermosa experienc La acción de acondicionar una pared para plasmar la vida de la Madre, ha supuesto el en de una mujer que va dejando huellas en los corazones de aquellos que la conocen
¿QUÉ HA SUPUESTO PARA TI PINTAR EL MURAL DEL BICENTENARIO? Ante mí, la pared en blanco. Un lienzo que debía reflejar la historia, la belleza, la bondad, el carisma… y tantas cualidades que hablasen sin palabras de la vida de la Madre. Era tal el compromiso que aceptar el reto sólo se podía hacer con una condición: “No sin tu ayuda”. De repente las formas empezaron a surgir, y los trazos grandes llenaron la pared, y las escenas que representaban su vida se fueron llenando con dibujos de Dani y Lledó. Los colores empezaron a florecer. Alicia, con su creatividad y armonía de colores, Merche dando el empujón que el reto merecía; Jose, Salud, Marcos, Raquel, Alfonso, Priscila y cómo no, todos los alumnos de 5º y 6º. Los patios y ratitos fueron convirtiendo en mural este borrador que sueña con festejar el 200 aniversario de NUESTRA QUERIDA MADRE MARÍA ROSA. Ahora, ya terminado, sólo puedo decir “gracias” por permitirnos celebrar este cumpleaños. Esperamos que te guste y ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! ¡QUE CUMPLAS MUCHOS MÁS!
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Manuela Mundo, profesora de 6º de Primaria.
Me ha encantado pintar el mural de María Rosa Molas porque es aportar un recuerdo de ella a todos los alumnos del colegio, y con su imagen me acuerdo todos los días de ella y de sus buenas acciones. Claudia P. – 6ºD (11 años) Para mí, pintar el mural de María Rosa Molas ha sido recordar todas las enseñanzas que me han trasmitido desde pequeña a través de un dibujo Claudia R. – 6ºD (11 años) El mural creo que ha sido una buena idea porque cuando estaba pintando era como si estuviera leyendo su autobiografía. También me ha ayudado a comprender un poco más su vida, y que le gustaba mucho ayudar a la gente que lo necesitaba de verdad. Y ahora, finalmente, me transmite mucha alegría y satisfacción. Ana – 6ºB (12 años)
ella...
cia. A travĂŠs del arte, un espacio se convierte en lugar de encuentro con la fe. ncuentro de dones, talentos, creatividad, paciencia, y sobre todo un encuentro con la vida n. AquĂ el testimonio de algunos de los artistas que plasmaron esta obra de arte.
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Huella de Virtud NACIMIENTO, AGUA, CONVERSIÓN No es casualidad que estas palabras aparezcan en este primer número de esta nueva edición de HUELLAS y que coincida con el mes del nacimiento de la Madre. Los tres elementos guardan relación. La noche del 24 de Marzo, noche de jueves santo, noche del amor, nace María Rosa. En camino a la celebración de la pascua, la Madre abre los ojos al inicio de su propio camino pascual. El soplo de vida de la primera creación, se hace presente en cada nacimiento. El espíritu de vida, que convierte el caos en cosmos, que separa la luz de la tiniebla, que moldea al ser humano a su imagen y semejanza, ese mismo espíritu llenó de vida a la pequeña que acababa de nacer. Un soplo que se prolonga toda la vida. En la noche del jueves santo, Jesús lava los pies a sus discípulos. El agua, sirve de medio para reafirmar su condición de siervo, y su actitud de docilidad a la voz del Padre. El agua viva que sació la sed de la mujer samaritana, el agua que por Jesús fue convertida en el vino que alegró la fiesta en Caná y que dio inicio a su manifestación como Hijo de Dios. El agua que brotó de su costado una vez entregada su vida en la cruz. Agua de vida, agua de salvación. También la Madre, estuvo acompañada de este signo desde el momento de su nacimiento.
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Su debilidad al nacer produjo en la familia Molas un cierto temor. La vida de la pequeña corría peligro. Y al día siguiente, las aguas del bautismo fueron derramadas sobre ella. El soplo de la noche del jueves santo, entró definitivamente en su corazón y como dice el salmista: la cierva quedó herida de amor y toda su vida fue una constante búsqueda de saciar su sed con la auténtica agua de vida. Un camino de búsqueda que implica actitud de constante conversión. Así es la vida del creyente: un camino de crecimiento, maduración, de encuentro con Dios. Un encuentro que nos va revelando la verdad que somos y la verdad que es Dios.
María Rosa vivió este camino de encuentro desde muy pequeña. Ya en sus primeros años de preparación a la comunión, sintió en su corazón el desconsuelo al pensar que Dios no la amaba. Y más adelante dirá solo lo que ofende a Dios debe perturbarnos. La madre que buscaba en todo agradar a Dios, sabía muy bien, que para lograr este camino se necesitaba un corazón capaz de abrirse a la gracia y con humildad buscar cada día parecernos más a Jesús: fijando en Jesucristo nuestra mirada. Convertirse es una gracia, “es una visita de Dios”. (Papa Francisco) ¿Cómo vives tu experiencia bautismal? ¿Buscas el agua viva que sacia tu verdadera sed? ¿Vives abierto a la conversión permanente, la de cada día, la de los pequeños detalles?
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Tweet - Huellas
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“Elegida p or Dios co mo instrum consolació ento de m n, le dió u isericordia n corazón penas de lo y capaz de c s hombres ompartir la ” s
genánimo, z g a m n ó a la ve n coraz rande, u sentimiento... y g u it ir p un es nura de “Poseía nsa, ter o” e m in d y enérgic o id id nerosida c e r vivo, d carácte Si en el tiempo de la Madre María Rosa hubieran existido los TWITTER, estos pudieran ser algunos de los que sus contemporaneos escribirían de ella. Te invitamos a compartir tu propio tweet de María Rosa Molas, y seguirnos en nuestra cuenta. Comparte la huella que la Madre va dejando en ti en un mensaje. Seleccionaremos algunos de los tweet para ser publicados en este espacio... @HUELLASMaROSA HH. Ntra. Sra. de la Consolación Santa María Rosa Molas, 2 • 43590 Jesús-Tortosa (Tarragona)