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Leonor García

¿Hace cuanto tiempo te convertiste en madre? Mi hijo Jean Pierre me hizo madre por primera vez hace 14 años. Fue un momento de tanta felicidad y a la vez de tanta incertidumbre… Yo era joven, sin experiencia y con un corazón rebosante de amor por mi hijo, deseosa de protegerlo, cuidarlo y mimarlo. Tenía miedo a equivocarme, aunque siempre dispuesta a aprender con entusiasmo.

Día a día nos fuimos conociendo y logramos una sincronía mágica que hoy por hoy, y más aún cultivada a través de los años, se ha convertido en la más bella y chula conexión.

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¿Qué es para ti ser madre? Para mi ser madre es como dice el anuncio de Huggies “Vida de Padres, una vida caóticamente hermosa”. Tal cual. Mi vida de madre, llena de frescor y amor, ha sido el regalo más hermoso de Dios. Colorido en todos los sentidos, estresante y preocupante en momentos, ser madre le ha dado el mayor sentido de satisfacción a mi vida. Mi gratitud a Dios es infinita por la bendición que me ha dado de ser mami de Jean Pierre y de Chloé.

¿Qué es lo que más disfrutas junto a ellos? Todos los días espero el momento de regreso a casa de mis hijos de sus quehaceres diarios. No hay mejor momento que el reencuentro con ellos. En nuestro tiempo libre, simplemente estar juntos es lo que más disfruto. No importa si es sencillamente conversando, comiendo, estudiando, viendo TV, jugando barajas, al básquet o al futbol, disfruto todos los momentos que puedo tener con ellos en nuestros agitados días. Hoy, es fundamental hacer el mayor esfuerzo de inculcar en nuestra cotidianidad los momentos familiares. La vida en ocasiones se torna turbada, ocupada y difícil. Es imprescindible, tanto para ellos como para nosotros, buscar ese momento de compartir.

¿Qué te gustara que tus hijos valoren y atesoren de ti?

Yo deseo que mis hijos valoren y atesoren sobre todo que la presencia de Dios en nuestras vidas hace que sea más maravillosa, llena de paz, amor y felicidad. Que mi modelo como persona les dé ejemplo de que las relaciones con los demás solo pueden existir con respeto y con amor; de que la vida es una y hay que vivirla al máximo; de que el mayor esfuerzo, empeño y pasión que le pongas a las cosas les harán sentir realizados y orgullosos; y que la humildad sana y restaura. Todos somos humanos, cometemos errores. Sin embargo, todo está en cómo nos levantamos. Trato todos los días, con a la ayuda de Dios, de ser mi mejor versión. Trato de que vean en mí ese ejemplo que tanto anhelo darles.

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