YEAH, YEAH, YEAH. Esos tres grititos fueron la base de toda una transfi guración social, Estas canciones
que contiene el cancionero Beatles I, en su momento (años ‘63 al 65’) eran “la nueva cosa”, “el sonido de la rebeldía”
(hoy= “la transgresión”), el desborde para los jóvenes (europeos y norteamericanos). Para nosotros, los criollos de esa
época, era una cosa medio rara pero, fi jense ustedes, más musical y divertida que las opciones locales. Desde luego, uno
la pasaba mejor escuchando “All my loving” por The beatles (y vaya a saber qué quería decir eso y todo lo que cantaban)
que concentrándonos, con asado y todo, en la versión que Los Chalchaleros hacían del “Sapo cancionero”. ¿Es eso falta
de conciencia nacional en el joven de la época? ¿Son acaso estas canciones los misiles de la penetración cultural imperialista?
Nada que ver. The Beatles fue en ese momento un mensaje de desfachatez absoluta, de distensión del poder: un
gentleman londinense con paraguas a lunares. Bueno, quizás