15 abril 2012

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18 de marzo de 2012

No. 584

Año XII 1 de abril de 2012 $8.00

Periódico de Evangelización Integral Diócesis de San Juan de los Lagos, Jal.

¡Felices Pascuas!

Unión de San Antonio

Desierto juvenil 2012 ¡Camina con Jesús! Pag. 4

Arandas

Agenda Diocesana

16 abril- Visita de la imagen peregrina de la Virgen se San Juan al Decanato de Lagos; semana de formación y animación litúrgica 19 abril- Aniversario de la elección del Papa Benedicto XVI 20 abril- Aniversario de la muerte del P. Ramón Adame 21 abril- Fiesta a San Ramón Adame 22-27 abril- Jornada vocacional en La Rivera de Guadalupe

Bendición del terreno para el asilo Pag. 7

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La Voz de Nuestro Obispo

18 de marzo de 2012

5ª VERDAD: CREO EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA

Sr. Felipe Salazar Villagrana Obispo de la Diócesis de San Juan de los Lagos

Directorio

Forman la Iglesia todos los convocados de todos los pueblos que pertenecen a Cristo por el Bautismo. “Nadie puede tener a Dios por Padre si no tiene a la Iglesia por madre” (san Cipriano). La Iglesia es más que una institución; es un misterio que es a la vez divino y humano. “Él (Cristo) es la cabeza del Cuerpo: de la Iglesia” (Col 1,18).

Es el nuevo Pueblo de Dios, el Cuerpo y la Esposa de Cristo, el templo vivo del Espíritu Santo. Su misión es hacer brotar y crecer en todos los pueblos el Reino de Dios, que ha comenzado ya con Jesús.

Su fundador es Dios Padre. Su líder es Jesucristo. Su fuente de energía es el Espíritu Santo. La puerta de entrada al Pueblo de Dios es el BautisSubdirector mo. Su dignidad es la libertad de los

Pbro. Ildefonso García Pérez italialimadeltaeco@hotmail.com hijos de Dios. Su ley es el amor. Si este pueblo permanece fiel a Dios y busca Sección Arandas ante todo el Reino de Dios, transfor Pbro. Álvaro íñiguez Barba ma el mundo.

Director y editor en jefe

Pbro. Sergio Abel Mata León sermt@hotmail.com

alvairen@hotmail.com

¿Por qué la Iglesia es una? Así como existe un único Cristo, sólo

Diác.JuanManuelGarcíaHernández puede existir un único Cuerpo de Cristo, una única Esposa de Cristo, Distribución

Salvador Martín Jiménez y por tanto sólo una única Iglesia.

Juan Ramón Martín Jiménez Juntos, Cristo y la Iglesia, forman

Ma. de Jesús Navarro “el Cristo total” (San Agustín).

Victor Manuel Mata León Formato y edición

Pbro. Sergio Abel Mata León

ImpresoenImprenta“Altosprint”S.AdeC.V. www.altosprint.com,AllendeN°284.Arandas, Jal. Tel/Fax (348) 783 0999 y 783 1371.

En Internet

Correos:

www.mensajerodiocesano.com

elmensajerodiocesano@hotmail.com

Todos los bautizados pertenecen a la Iglesia de Cristo. Por eso también los bautizados que están separados de la plena comunión con la Iglesia católica se llaman y con razón cristianos y son por ello nuestros hermanos y hermanas.

Suplemento Arandas:

pbroalvaromensajero@hotmail.com ¿Por qué es santa la Iglesia?

Dirección

Hernández No. 20 Arandas, Jal. No porque todos sus miembros sean Tel./Fax (01) 34878 47083 santos, sino porque Dios es santo

y actúa en ella y por ella. Todos los

miembros de la Iglesia están santificados por el Bautismo. ¿Por qué es católica (del griego “katholon” que significa: referido a la totalidad)?

Porque Cristo la ha llamado a confesar toda la fe, a conservar y dispensar todos los sacramentos y a anunciar a todos la Buena Noticia; y la ha enviado a todos los pueblos.

Pertenece a la plena comunión con la Iglesia católica quien se vincula a Jesucristo en unidad con el Papa y los Obispos mediante la confesión de la fe católica y la recepción de los Sacramentos.

La Iglesia respeta todo lo que en las demás religiones es bueno y verdadero. Respeta y fomenta la libertad religiosa como derecho humano.

Sin embargo, ella sabe que Jesucristo es el único Salvador de los hombres. Sólo Él es “el camino y la verdad y la vida” ( Jn 14,6). ¿Por qué la Iglesia se llama apostólica?

Porque, fundada sobre los Apóstoles, mantiene su tradición y es guiada por sus sucesores, que son los obispos. ¿Cómo está estructurada?

En la Iglesia hay laicos y clérigos.

Como hijos de Dios tienen la misma dignidad. Tienen misiones de igual valor pero diferentes. La misión de los laicos es orientar el mundo entero hacia el Reino de Dios.

Junto a ellos están los ministros ordenados (clérigos) con los ministerios del gobierno de la Iglesia, de la enseñanza y de la santificación. En ambos estados hay cristianos que, en castidad, pobreza y obediencia,

se ponen de modo especial al servicio de Dios (religiosos o consagrados por la profesión de los consejos evangélicos).

No es una organización democrática, porque el poder no emana del pueblo sino de Cristo, que le otorgó una estructura jerárquica y colegial.

Su elemento jerárquico consiste en que es el mismo Cristo quien actúa en ella cuando los ministros sagrados por gracia de Dios, hacen y dan lo que no podrían por sí mismos, es decir, cuando dispensan, en lugar de Cristo, los Sacramentos y enseñan con su autoridad. Su elemento colegial consiste en que Cristo ha confiado la totalidad de la fe a una comunidad de Doce Apóstoles, cuyos sucesores, bajo el primado de Pedro, dirigen la Iglesia estando en comunión.

Los laicos son enviados para comprometerse en la sociedad, para que el Reino de Dios pueda crecer entre los hombres. Un laico no es un cristiano de segunda clase, porque participa del Sacerdocio común de Cristo. ¿Cuál es la misión del Papa?

Como sucesor de san Pedro y cabeza del colegio de los Obispos, el Papa es el garante de la unidad de la Iglesia.

Tiene la potestad pastoral suprema y es la autoridad máxima en las decisiones doctrinales y disciplinares. ¿Es realmente infalible?

Sí, pero sólo goza de este privilegio de no equivocarse cuando proclama con un acto definitivo la doctrina en cuestiones de fe y moral. También las decisiones magisteriales del colegio de los Obispos en comunión con el Papa pueden tener carácter infalible, por ejemplo las decisiones de un Concilio Ecuménico cuando proponen una doctrina como definitiva. ¿Cuál es la misión de los Obispos?

Son los responsables de la Iglesia particular a ellos encomendada y son corresponsables de toda la Iglesia.

Ejercen su autoridad en comunión de unos con otros y para toda la Iglesia bajo la autoridad del Papa.

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La Pascua: Corazón del Misterio Cristiano Pbro. José de Jesús Robelo

Compartimos con ustedes, en estos primeros días de las fiestas de Pascua, la catequesis que el Papa Benedicto XVI dirigió el miércoles 27 de abril de 2011 en la Plaza de San Pedro. En ella, nos habla de vivir cada día en «forma pascual», haciendo nuestras la alegría y la responsabilidad de creer en Cristo Resucitado.

En estos primeros días del tiempo pascual, que se prolonga hasta Pentecostés, estamos todavía llenos de la lozanía y de la alegría nueva que las celebraciones litúrgicas han traído a nuestro corazón. Por tanto, hoy quiero reflexionar brevemente con ustedes sobre la Pascua, corazón del misterio cristiano. En efecto, todo tiene su inicio aquí: Cristo resucitado de entre los muertos es el fundamento de nuestra fe. De la Pascua se irradia, como desde un centro luminoso, incandescente, toda la liturgia de la Iglesia, sacando de ella contenido y significado. La celebración litúrgica de la muerte y resurrección de Cristo no es una simple conmemoración de este acontecimiento, sino su actualización en el misterio, para la vida de todo cristiano y de toda comunidad eclesial, para nuestra vida. La fe en Cristo resucitado transforma la existencia, actuando en nosotros una resurrección continua, come escribía san Pablo a los primeros creyentes: «Antes sí eran tinieblas, pero ahora, son luz por el Señor. Vivan como hijos de la luz; pues toda bondad, justicia y verdad son fruto de la luz» (Ef 5, 8-9).

Entonces, ¿cómo podemos hacer que la Pascua se convierta en «vida»? ¿Cómo puede asumir una «forma» pascual toda nuestra existencia interior y exterior? Debemos partir de la comprensión auténtica de la resurrección de Jesús: ese acontecimiento no es un simple retorno a la vida precedente, como lo fue para Lázaro, para la hija de Jairo o para el joven de Naím, sino que es algo

Papa Benedicto XVI

completamente nuevo y distinto. La resurrección de Cristo es el paso hacia una vida que ya no está sometida a la caducidad del tiempo, una vida inmersa en la eternidad de Dios. En la resurrección de Jesús comienza una nueva condición del ser hombres, que ilumina y transforma nuestro camino de cada día y abre un futuro cualitativamente diferente y nuevo para toda la humanidad.

Por ello, san Pablo no sólo vincula de manera inseparable la resurrección de los cristianos a la de Jesús (cf. 1 Co 15, 16.20), sino que señala también cómo se debe vivir el misterio pascual en la cotidianidad de nuestra vida.

En la carta a los Colosenses, san Pablo dice: «Si han resucitado con Cristo, busquen los bienes de allá arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios; aspiren a los bienes de arriba, no a los de la tierra» (3, 1-2). A primera vista, al leer este texto, podría parecer que el Apóstol quiere favorecer el desprecio de la realidad terrena, es decir, invitando a olvidarse de este mundo de sufrimiento, de injusticias, de pecados, para vivir anticipadamente en un paraíso celestial. En este caso, el pensamiento del «cielo» sería una especie de alienación. Pero, para captar el sentido verdadero de estas afirmaciones paulinas, basta no separarlas de su contexto. El Apóstol precisa muy bien lo que entiende por «los bienes de allá arriba», que el cristiano debe buscar, y «los bienes de la tierra», de los cuales debe cuidarse. Los «bienes de la tierra» que es necesario evitar son ante todo: «Den muerte —escribe san Pablo— a todo lo terreno que hay en ustedes: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría» (3, 5-6).

Dar muerte en nosotros al deseo insaciable de bienes materiales, al egoísmo, raíz de todo pecado. Por tanto, cuando el Apóstol invita a

los cristianos a desprenderse con decisión de los «bienes de la tierra», claramente quiere dar a entender que eso pertenece al «hombre viejo» del cual el cristiano debe despojarse, para revestirse de Cristo.

Del mismo modo que explicó claramente cuáles son los bienes en los que no hay que fijar el propio corazón, con la misma claridad san Pablo nos señala cuáles son los «bienes de arriba», que el cristiano debe buscar y gustar. Atañen a lo que pertenece al «hombre nuevo», que se ha revestido de Cristo una vez para siempre en el Bautismo, pero que siempre necesita renovarse «a imagen de su Creador» (Col 3, 10).

El Apóstol de los gentiles describe así esos «bienes de arriba»: «Como elegidos de Dios, santos y amados, revístanse de compasión entrañable, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia. Sobrellévense mutuamente y perdónense cuando alguno tenga quejas contra otro (...). Y por encima de todo esto, el amor, que es el vínculo de la unidad perfecta» (Col 3, 12-14). Así pues, san Pablo está muy lejos de invitar a los cristianos, a cada uno de nosotros, a evadirse del mundo en el que Dios nos ha puesto. Es verdad que somos ciudadanos de otra «ciudad», donde está nuestra verdadera patria, pero el camino hacia esta meta debemos recorrerlo cada día en esta tierra. Participando desde ahora en la vida de Cristo resucitado debemos vivir como hombres nuevos en este mundo, en el corazón de la ciudad terrena.

Este es el camino no sólo para transformarnos a nosotros mismos, sino también para transformar el mundo, para dar a la ciudad terrena un rostro nuevo que favorezca el desarrollo del hombre y de la sociedad según la lógica de la solidaridad, de la bondad, con un respeto profundo de la dignidad propia de cada uno.

El Apóstol nos recuerda cuáles son las virtudes que deben acompañar a la vida cristiana; en la cumbre está la caridad, con la cual todas las demás están relacionadas encontrando en ella su fuente y fundamento. La caridad resume y compendia «los bienes del cielo»: la caridad que, con la fe y la esperanza, representa la gran regla de vida del cristiano y define su naturaleza profunda.

La Pascua, por tanto, nos trae la novedad de un cambio profundo y total de una vida sujeta a la esclavitud del pecado a una vida de libertad, animada por el amor, fuerza que derriba toda barrera y construye una nueva armonía en el propio corazón y en la relación con los demás y con las cosas. Todo cristiano, así como toda comunidad, si vive la experiencia de este paso a la resurrección, no puede menos de ser fermento nuevo en el mundo, entregándose sin reservas en favor de las causas más urgentes y más justas, como demuestran los testimonios de los santos de todas las épocas y todos los lugares.

Son numerosas también las expectativas de nuestro tiempo: nosotros, los cristianos, creyendo firmemente que la resurrección de Cristo ha renovado al hombre sin sacarlo del mundo donde construye su historia, debemos ser los testigos luminosos de esta vida nueva que la Pascua ha traído. La Pascua es un don que se ha de acoger cada vez más profundamente en la fe, para poder actuar en cada situación, con la gracia de Cristo, según la lógica de Dios, la lógica del amor. La luz de la resurrección de Cristo debe penetrar nuestro mundo, debe llegar como mensaje de verdad y de vida a todos los hombres a través de nuestro testimonio de todos los días.

Queridos amigos: ¡Sí, Cristo ha resucitado verdaderamente! No podemos retener sólo para nosotros la vida y la alegría que él nos ha donado en su Pascua, sino que debemos donarla a cuantos están cerca de nosotros. Esta es nuestra tarea y nuestra misión: hacer resucitar en el corazón del prójimo la esperanza donde hay desesperación, la alegría donde hay tristeza, la vida donde hay muerte. Testimoniar cada día la alegría del Señor resucitado significa vivir siempre en «forma pascual» y hacer resonar el gozoso anuncio de que Cristo no es una idea o un recuerdo del pasado, sino una Persona que vive con nosotros, para nosotros y en nosotros; y con él, para él y en él podemos hacer nuevas todas las cosas (cf. Ap 21, 5).

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Fe misionera, Fe de primera

8. ¿Qué tiene que ver el

Espíritu Santo con la misión? región o religión pertenezca, es fruto del Espíritu Santo. Él está por todas partes, inspirando el bien, la verdad y el amor. Su presencia no tiene fronteras.

A Pedro, por ejemplo, le costó trabajo entender esto. Fue hasta su visita en la casa de Cornelio cuando se dio cuenta que el Espíritu Santo precede la misión con innumerables inspiraciones (Cfr. Hech 10, 44-48).

Grupo de 2º de Teología y Vocalía de Misiones ¿Qué hace una selección de fut-bol sin entrenador técnico? Buscarse uno. Definitivamente lo necesita. Alguien que la haga de entrenador es necesario no sólo antes, sino también durante y después de cada partido. Si el entrenador no tiene idea de qué elementos tiene, como los puede conjugar para rendir mejor, sencillamente el equipo va a la ruina.

Pues el Espíritu Santo es algo así como el entrenador de la misión. A él se le debe su preparación, su realización y la continuidad de la misión. La misión de la Iglesia está precedida, animada y continuidad por él; detrás de cada buen misionero está siempre él.

Es nuevamente el libro de los Hechos de los Apóstoles quien nos dice claramente cómo el Espíritu Santo sostiene la misión:

2.

El Espíritu Santo acompañan la misión de la Iglesia. La empuja hacia afuera, de diversas maneras y en diversas ocasiones.

El día de Pentecostés, fue el Espíritu Santo quien llenó de fortaleza a los discípulos para que salieran a predicar el Evangelio (Cfr. Hech 2, 1ss); es él quien se hacía presente cada vez que los discípulos lo necesitaban con urgencia (Hech 4, 1931); Él decide quién debe ir y a dónde debe ir a pregonar el Evangelio (Cfr. Hech 13, 1-3); en resumen… a él se le debe todo cuanto ocurre en la misión (Hech 16, 6-10).

1.

El Espíritu Santo precede la misión de la Iglesia actuando en cada uno de los corazones tanto de los misioneros como de aquellos que los van a escuchar. En efecto, todo lo bueno, noble y justo que se haya en el mundo, sin importar a qué

3.

El Espíritu Santo no se olvida de la misión: él la continúa haciendo santos a todos los miembros de la Iglesia.

San Pablo es muy consciente de esta misión santificante del Espíritu Santo: todos ustedes son guiados por el Espíritu Santo, son hijos de Dios… y este mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que ya somos hijos de Dios (Cfr. Rom 8, 14-17).

Amigos lectores, no hay duda: el Espíritu Santo actuó ayer, actúa hoy y actuará siempre en la Iglesia. Sin él, no hay misión, ni Iglesia. Él es el alma de este cuerpo místico de Cristo. Sin él, la misión no estaría en movimiento… no tendría vida. Por lo tanto, no dejemos nunca de encomendarnos a su inspiración. Pidámosle que nos asista en cada una de las acciones que emprendemos a lo largo de nuestras jornadas. ¡Verán que diferente es todo cuando se hace bajo el impulso del Espíritu Santo! Sólo la fe misionera, obra del Espíritu Santo, es fe de primera.

Unión de San Antonio

Desierto juvenil 2012 Por cuarta ocasión se realizó en nuestra Parroquia de El Señor de la Misericordia de La Unión de San Antonio, el movimiento de Semana Santa llamado “Desierto Juvenil”. Éste consiste en tres jornadas de reflexión en que el joven, a través de la experiencia del camino y del desierto, vive un encuentro con Jesucristo, camino, verdad y vida.

Este año, el desierto tuvo lugar los días 2, 3 y 4 de abril, en que se reunieron unos 350 jóvenes en torno a Jesús, animados por un entusiasta equipo de 50 servidores. El canto lema de este año, tan bien cantado y bailado, fue el “Creeré” de Tercer Cielo. Queremos compartir con nuestra Iglesia

¡Camina con Jesús!

Diocesana como, entre cantos, temas, dinámicas y mucho camino por andar, los chavos de la Unión tuvieron la oportunidad de experimentar a un Cristo vivo y liberador de su persona.

Agradecemos a Dios porque ha salido a nuestro encuentro por el camino de la vida; agradecemos a todos los coordinadores, porque con su entrega y su trabajo decidido han colaborado en la obra de Dios; agradecemos al P. Nacho que se ha consagrado a acercar a los jóvenes hacia Dios; y agradecemos a todos los jóvenes de la Unión y de sus rancherías por su gran respuesta a la llamada que el Señor les ha hecho en esta Semana Santa. ¡En

EN SUS DOS DOMICILIOS: Km. 2 Carr. Arandas-León Y Km. 3 Carr. Arandas-Guadalajara. Tel/Fax. 01 (348) 783 10 04 I.D. 62*167777*1

Guadalajara

Matriz: Paseo Degollado No. 123 Guadalajara, Jal. Tels.(33) 3613-9431, 3614 9876 Pablo Valdez No. 3574 Hermosa Provincia.

Tels. (33) 3698 2862 Y 3698-2864

ARANDAS HIDALGO No.182. TELS. (348) 783-0416 Y 7830132

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Cambios de sacerdotes

ESTUDIAR

Sr. Pbro. Emanuel Vázquez Carrillo Roma: Teología Sacramental, en el Ateneo San Alfonso.

Sr. Pbro. Alejandro González Glez.

Roma: Teología Espiritual, en la Universidad Gregoriana

Sr. Pbro. Juan Pablo Ríos Orozco Roma: Historia de la Iglesia

Sr. Pbro. Luis Eduardo Reynoso Colombia: Pastoral Juvenil, en ITEPAL

Sr. Pbro. Oscar Villarruel Orozco Colombia: Catequesis, en ITEPAL

Sr. Pbro. José Luis Gonzáles Muro Ciudad de México: Ciencias Religiosas, en la Universidad Pontificia

Sr. Pbro. Sergio Serrano Magdaleno Ciudad de México: Derecho Canónico, en Universidad Pontificia

Sr. Pbro. Joel Hernández Díaz Guadalajara: Desarrollo Humano, en el ITESO

Sr. Pbro. Ángel Méndez Jiménez Roma: Espiritualidad para presbíteros, en la Universidad Gregoriana.

MISIONES

Sr. Pbro. Rafael Plascencia Íñiguez Tlapa.

Sr. Pbro. Gustavo Padilla Padilla Cancún.

Sr. Pbro. Francisco Javier Muñoz de la Torre. Acapulco.

Sr. Pbro. Francisco Tapia Barajas.

Tarahumara, Morelos.

Sr. Pbro. Francisco Estrada Ríos Tenancingo.

Sr. Pbro. J. Jesús Coss y León Rubio Tuxtla Gutiérrez.

Sr. Pbro. José Manuel Cedillo M. Perú.

Sr. Pbro. Miguel Domínguez García a Roma como auxiliar espiritual en el Colegio Mexicano

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Tepatitlán

FIESTAS EN HONOR AL SEÑOR SAN JOSÉ Del 11 al 19 de marzo en Tepatitlán de Morelos, Jal.

Por Lupita Gómez González

Se festejó al Señor San José con diversas actividades iniciando el día con el rosario, peregrinaciones, exposición del Santísimo, Eucaristías. Durante el novenario peregrinaron varios colegios y agrupaciones, así como de la visita de la imagen peregrina a varias familias.

El domingo 18, en la noche la Eucaristía fue presidida por nuestro Sr. Cura, J. Guadalupe Muñoz Porras. En la reflexión de las lecturas habló del Pueblo de Israel, que a través de todos los acontecimientos históricos siguen confiando con fe en Dios. Nuestra sociedad, el nuevo pueblo de Israel no está ajeno tampoco a este tipo de acontecimientos ¿cuántas veces nos hemos sentido esclavizados? y otras tantas liberados y acompañados por el mismo Dios de Israel, creemos en el mismo Dios.

Y hoy una Fiesta Patronal es el motivo para que nos sintamos con Él, para que sintamos que

pertenecemos a una comunidad con sus retrocesos y avances en la que su fe sigue viva, nuestra presencia en esta fiesta no deja de ser un testimonio, de que a pesar de nuestras propias debilidades seguimos creyendo que Él nos libera y que se vale de muchos medios; que perdona acontecimientos que van sucediendo en nuestra vida personal y que ahorita con los “ojos de la fe” nos ayudan a descubrir que aquí está Dios salvando y que tenemos la confianza en que Dios nos ayudará a construir una sociedad más justa.

El 19 de marzo, día del Sr. San José, por la mañana fueron las Primeras Comuniones. Al medio día en la concelebración nuestro Obispo Don Felipe Salazar Villagrana nos decía: “Comentaba con el Padre Agustín Soria la sensibilidad que han tenido en esta comunidad al poner aquí a los pies del Sr. San José la figura del Papa, el Santo Padre Benedicto XVI hace una visita no solamente a la Arquidiócesis de León, sino a todo México y América Latina cuya finalidad

es fortalecernos en la fe de Jesucristo, pidamos para que su viaje sea en completa paz y que estemos nosotros dispuestos a escuchar su mensaje de salvación”.

Posteriormente agregó: “Hermanos Sacerdotes, Religiosas y hermanos Laicos, éste es un día muy especial para esta comunidad que gozosa celebra esta fiesta en honor al señor San José, la Palabra de Dios que acabamos de escuchar nos ayuda un poquito a entender quién fue el señor San José, un hombre de fe y esa disposición del hombre a dejarlo todo, que escuchó el llamado de Dios”.

“Junto a este templo hay una comunidad religiosa que al igual que San José escucharon la voz de Dios. Hay muchas comunidades religiosas que tienen especial devoción al Sr. San José.

Aquí muy cerca está el seminarito, este lugar donde están estos muchachos que escucharon la voz del Señor y por eso están aquí, formándose y estudiando

su posible vocación al sacerdocio. Muchos seminarios están confiados al Patrocinio del Señor San José, como él estuvo al cargo de Jesús y María”.

Recordó a grandes hombres, cardenales y obispos que llevaban ese nombre como el Sr. José Gariby Rivera, José Salazar López, un obispo de nuestra Diócesis José López Lara, así como de varios templos que también llevan su nombre. Luego habló del por qué es patrono de la buena muerte: “como el Sr. San José tuvo a su lado a nuestro Señor Jesucristo y a María en ese momento decisivo a la hora de su muerte, pero sobre todo porque es el patrono de la buena vida”.

Por la tarde fue la procesión con la Imagen del Sr. San José recorriendo varias calles de esta comunidad para culminar con la Eucaristía presidida por el Decano, Sr. Cura Jaime Enrique Gutiérrez Gutiérrez, luego el rezo del Santo Rosario, cerrando los festejos con la Santa Misa y los juegos pirotécnicos.

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“Éste será un lugar santo”

Bendición del terreno para el asilo “Divina Providencia” Nos tienen que conmover profundamente los que están viviendo sus últimos años de vida, nuestros ancianitos, hermanos que deben ser tratados con mucha caridad y amor. Merecen tener una vida digna en un espacio adecuado para ellos donde reciban verdaderas muestras de amor y caridad.

El asilo, Casa de Descanso Divina Providencia, aspira ser el mejor lugar donde reciban todos los servicios con amor cristiano.

En la bendición del terreno el Vicario General de nuestra diócesis, Sr. Canónigo Pedro Vázquez Villalobos, recalcó: “Queremos que este espacio pronto esté al servicio, porque es para dar vida digna a hombres y mujeres, ancianos, que necesitan la atención de un buen número de hermanos. Este lugar, para mí va a ser un lugar santo, porque van a estar hijos de Dios que han sido llamados a vivir la santidad de vida y necesitamos

que les demos un trato muy humano y cristiano para que ellos alaben a Dios por su misericordia, su providencia y amor. Va a ser un espacio santo porque aquí se van a estar santificando, no solamente los ancianitos, sino toda persona que venga a atenderlos, aquí se santificarán los miembros

del patronato que estarán al pendiente de las diferentes necesidades. Se van a santificar los que vengan a visitar a estos ancianitos, familiares y no familiares, porque no se nos olvide lo que dice nuestro Señor en el Evangelio “lo que hiciste con uno de ellos, conmigo lo hiciste”. Por eso, ésta será una obra de los que aman a Dios a favor de otros hermanos nuestros”.

Motivó a los presentes a ser grandes promotores: “Felicidades a los arandenses por esta obra que hoy se inicia y que llegará a feliz término con la ayuda de todos.

Dios siga derramando bendiciones en los corazones buenos que saben ser sensibles a las necesidades de los demás y que no se olvidan de nadie y muy en especial de los ancianitos, no se olviden de ellos.

Dios los bendiga y los conserve siempre en la fe, en el ejercicio del amor, llenos siempre de profunda esperanza”.

Con esta bendición del terreno, ubicado en la Av. El Herradero, en el Fraccionamiento La Herradura, al norte de la ciudad de Arandas, Jal., este 31 de marzo se celebró un paso más en la búsqueda de resolver el problema a quienes dejan lamentablemente sin hogar y sin seguridad personal, a los ancianitos solos y desprotegidos, a quienes se les ofrecerá el cuidado integral.

En ese momento, que quedará grabado en las páginas más memorables de esta población, tam-

bién estuvieron presentes ancianitos, bienhechores, miembros del patronato y las religiosas que se encargarán de la atención. El padrino de esta construcción, el Sr. Félix Bañuelos Jiménez expresó: “tengan la seguridad que, mientras yo viva, le voy a poner muchas ganas para apoyar esta obra”.

El médico Ernesto Díaz Canchola, presidente del patronato, puntualizó: “los ancianitos son los pilares de nuestra sociedad, en esta etapa nos toca ayudarlos y caminar junto con ellos, brindándoles un servicio de calidad con la calidez que necesitan, por eso es fundamental expresar el apoyo, mejorar el trato y los cuidados, y mantener el compromiso de no defraudar la confianza otorgada porque gracias a tanto bienhechor sentimos la respuesta de Dios”.

El Vicario General hizo una oración especial por todos los ancianitos. Después roció con agua bendita el lugar y a las personas que asistieron.

Posteriormente, acompañado de la madre Antonia García Guzmán (superiora), del padrino de la obra y del presidente del patronato, descubrieron la placa conmemorativa. Al finalizar los asistentes compartieron un momento de convivencia.

Este proyecto es de todos. Incorpórense al trabajo del patronato. Cada uno colabore de acuerdo a la generosidad de su corazón.

SAN JOSÉ EN SAN JOSÉ DE LOS REYNOSO

FIESTAS EN HONOR AL SEÑOR SAN JOSÉ El día 10 de marzo de 2012, comenzó el solemne novenario en honor al Señor San José, celebrándose con gran alegría y espíritu de agradecimiento hacia Dios, por todas las bendiciones recibidas por intercesión del Hombre prudente y fiel.

El tema que se escogió para estos días de festejo fue: “Nuestro pueblo de San José, peregrina agradecido con Dios, como familia hacia Dios Padre.” Esta frase, todos los días encabezaba nuestros corazones, para celebrar junto con San José su día la jaculatoria: “Oh glorioso, San José, haz que sea constante en el bien, corrige mis faltas y alcánzame el perdón de mis pescados, que trabaje con alegría respeto y amor. Amén.

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¡Hola amiguitos de El Mensajero Diocesano! ¿Cómo les fue de vacaciones? ¿Aprovecharon su tiempo? ¿Participaron en la celebración de la Semana Santa?

Estamos en un tiempo fantástico, lleno de alegría y fiesta porque celebramos la resurrección de Cristo. Antes de salir de vacaciones iniciamos

EL CAMINO DE LA CRUZ

ahora recorreremos la última parte, que tiene un final genial. Hagan con su mano la señal de la cruz y digan: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”

9ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

10ª ESTACIÓN:

JESÚS DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS

Cuando te faltan las fuerzas te caes, como me pasa a mí, pero tú te vuelves a levantar. Quiero ser como tú. Levantarme, dejar todo lo que no debo ser y cada vez estar más cerca de ti.

Cuando a mí me quitan mis juguetes, mis cosas que quiero, me enojo mucho. Que aprenda a compartir lo que yo soy y lo que tengo con los demás.

11ª ESTACIÓN:

JESÚS CLAVADO EN LA CRUZ

¡Cuánto tuviste que sufrir! Me imagino cada clavo entrando por tus pies y manos, cada grito de dolor que había en tu corazón y todo lo hiciste por amor a mí, por abrirme las puertas del cielo para que yo un día esté contigo en esa fiesta que nunca se acaba. Es imposible no quererte.

12ª ESTACIÓN:

JESÚS MUERE EN LA CRUZ Me pongo de rodillas ante ti. Te adoro Jesús. Beso tus llagas, las heridas de tus clavos, tu cabeza llena de espina y sangre, tu corazón lleno de amor. Ayúdame a responder a tu amor con más amor, cumplir tu voluntad, estar cerca de ti, siempre.

14ª ESTACIÓN: JESÚS PUESTO EN EL SEPULCRO Parece que todo ha terminado, pero no es así. Cuando se vive haciendo el bien, se vive para siempre. Jesús ayúdame a recordar que es necesario sufrir para poder ser feliz, que después de una tormenta el sol brilla mejor.

13ª ESTACIÓN: JESÚS EN BRAZOS DE SU MADRE Déjame estar a tu lado, Virgen María, en estos momentos de tu dolor enorme. Déjame un campito junto a tu hijo. También a mí tenme en tus brazos. ¡Mírame con compasión, no me dejes madre mía!

15ª ESTACIÓN: JESÚS RESUCITA Esta parte me encanta. Eres mi campeón. Tú conviertes las lágrimas en alegría, el dolor en felicidad, tú lo puedes todo, y lo mejor es que estás vivo y estás entre nosotros. Triunfa también en mi vida para poder disfrutar un día de tu fiesta eterna. Amén.

Un aleluya muy perrón

Ahora vamos a jugar.

Ordena las estaciones del camino de la cruz. Escribe en la línea el número que le corresponde a cada uno. ____ Jesús es puesto en el sepulcro. ____ Jesús es sentenciado a muerte. ____ Jesús encuentra a su mamá, la virgen María. ____ Segunda caída en el camino de la cruz ____ Jesús cae por primera vez bajo la cruz. ____ Jesús es despojado de sus vestiduras. ____ Jesús resucita. ____ Jesús cae por tercera vez. ____ Jesús en brazos de su madre. ____ Jesús muere en la cruz. ____ El cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz. ____ Jesús cargado con la cruz. ____ Jesús consuela a las hijas de Jerusalén. ____ La verónica enjuga el rostro de Jesús. ____ Jesús es clavado en la cruz.

Faltan pocos días para celebrar el día de las mamás. Los invitamos a escribir cartas, poemas, frases, dibujos, y enviarlos a nuestro correo elmensajerodiocesano@hotmail.com.

Se publicarán los mejores.

solución: 14, 1, 4, 7, 3, 10, 15, 9, 13, 12, 5, 2, 8, 6, 11

Pastoral Juvenil

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Situaciones límite en nuestra vida.

AL LÍMITE DE LA INVALIDEZ Por: P. Alonso Jiménez Gómez Puede darse por diferentes motivos: una apoplejía fulminante, un accidente inesperado, una artrosis irreversible. A un vecino le ocurrió un derrame paralizador. Y desde ese momento su cuerpo ha estado pegado a una silla de ruedas, quien ha sido su compañera inseparable. Los límites a los que compulsivamente somos orillados, en ocasiones nos empujan a los linderos de la desesperación, comenta mi vecino que se siente sin futuro, sin objetivo, sin perspectiva, una pasión inútil.

Tal vez no sea tan así. En primer lugar, la vida es válida y positiva por sí misma. La sola existencia, independiente de sus circunstancias vivenciales, como negación de la muerte, es de signo positivo y entraña una riqueza incalculable.

Pero además, ¿quién puede decir lo que es válido o inválido, lo que es positivo o negativo? Mis pensamientos no son sus pensamientos, dice el Señor (Is. 55,8).

Dios eligió lo que no vale para confundir lo que vale (1 Co 1,27).

Entonces, los criterios están cruzados: lo que es apreciable a los ojos de Dios, es despreciable a los ojos de los hombres, y lo que es despreciable a los ojos de los hombres, es apreciable a los ojos de Dios.

La validez para Dios se rige por otros parámetros: es válido el humilde, el vacío, el despreciado, el que no cuenta; y es inválido el soberbio, el convencido, el satisfecho, el potentado. Inválido para Dios es el que orgullosamente se juzga válido.

Invalidez no es igual a infecundidad. Muchos inválidos, por su aceptación, por su sonrisa, por su conformidad, dictan cátedra desde la silla de ruedas.

¿Hay algo aparentemente más inválido que un grado de trigo sepultado en la profundidad del surco y olvidado en la soledad de la tierra? Pero secretamente, en la oscuridad del surco, sabemos que es inmensa la actividad. Fuerzas explosivas actúan imperceptiblemente en la olvidada semilla, hasta que

un día revientan a la manera de una pequeña bomba atómica. Nada más válido y milagroso que un grano de trigo tirado en el surco blando.

Y ahora nos preguntamos: verdaderamente, ¿de qué lado está la invalidez? No de lado de los que están clavados en la silla de ruedas, ni de los que lucen miembros atrofiados, sino de lado de los que andan fuera de los planes de Dios y están cortados de la cepa de Cristo. Éstos, al fin de la jornada, aunque parezcan dejar atrás de sí hermosos logros, verán una gran equis trazada sobre su vida y que sus cuentas no tienen validez.

Y será grande la sorpresa cuando a algunos les digan: Salvados por inválidos.

Voces pastorales de los adolescentes y jóvenes de nuestra diócesis.

Vacantes: ¡Mucha chamba!

Por: Equipo espiritualidad de CODIPAJ

Seguramente algún día te has preguntado qué será lo que Dios quiere de ti; es más quizá tú no te has preguntado, son otros (mamá, abuela, señoras, etc.) los que te han preguntado qué será lo que Dios pide de ti, y más seguro es que ellos mismos te dicen que Dios quiere que te vayas directo al “convento” o al “seminario”. Está bien, quizá estoy describiéndote, no te preocupes, no diré tu nombre.

Como dirían en el buen facebook: hahahaha.

Y es que, son muy ciertas

las frases tan comunes que recitamos para pedir trabajadores para la Viña del Señor, sólo que a veces no leemos muy bien la convocatoria del mismo jefe; y pues necesitamos ir a la fuente para no estar divagando con chismesillos. En pocas palabras y para que tengas la seguridad, es cierto Dios te pide que le ayudes como trabajador, con muchas prestaciones. Lo sé, aquí el problema es saber cuál es el puesto, ¿verdad?

Pues, como te lo había dicho anteriormente, para checar la convocatoria es necesario que realices lo siguiente: Entra a la página de internet www.empleosdeDIOS.

Cristo (borra eso de tu navegador, esto solo era una prueba). Debes primeramente buscar todos los lugares donde puede estar publicada la convocatoria (Misa, Palabra de Dios, Catequesis, Familia, Amigos, Enemigos, Pobres), ya que la comiences a descubrir ve inmediatamente a las oficinas de Jesús (Capilla del Santísimo o simplemente tu cuarto) y comienza a entablar un diálogo en el cual tu demuestres lo que quieres hacer por él y que llegues a ofrecer todo lo que viene en tu currículo (corazón). Enseguida de esto, comienza a leer en los signos todo aquello que te sirva para

Escuchando a nuestro interior.

La sala de espera Por: Juana Hernández Aguiñaga Me gusta recordar mis días dentro de aquel hospital donde comenzó mi caminar junto a ti, los momentos en que cansado del ir y venir del día prefería evadir ese espacio tan especial dentro del hospital , sentir ese tumulto de sentimientos y emociones suele ser cansado, sigo soltando la carcajada ante la incoherencia de mis propios actos, cuando sentía que no podía más y que aquello que me hacía sentir que todo estaría mejor me abandonaba, recurría ansioso hasta este lugar, y

es entonces cuando observaba detenidamente cada rostro dentro de la sala de espera, cansancio, dolor, ansiedad, alegría, tristeza, desánimo, “esperanza”, era lo que me seguía sosteniendo, indiscutiblemente tenía que haber alguien en quien confiaran esas personas, en quien se abandonaran buscando lo mejor, los años de estudio me habían gritado cada uno de estos momentos, las letras pueden llenar un espacio, mas el espacio vacío, ese que aun sin saberlo estaba siendo rebosado de una sensación extraña, que me calma, que me llena, que me ayuda,

a confiar en que es alguien más que yo el que guía mis manos y mis actos.

Aun recurro a estos lugares cuando siento que las fuerzas me abandonan, solo que ahora existe una conciencia más clara de quien es el que me sostiene, lucho a diario ante mi incredulidad y cuando está a punto de vencerme, me basta sostenerme en la mirada de alguien más, y saber que DIOS me sigue AMANDO.

poder completar la misión que Dios te pide, y por último, solo hazlo.

Cierto que quizá Dios no te pida que estés como sacerdote o religiosa como lo dice tu mamá, pero si, como una gran persona que lleva en su corazón la alegría de vivir contagiada por Dios a todos aquellos que le rodean. Por último, ¿estás seguro que Dios no te ofrece el puesto como Sacerdote o Religiosa? ¡Vuelve a la oficina!

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Sección Infantil

18 de marzo de 2012

2ª Domingo de Pascua Monición de entrada: Buenas noches (días) hermanos en Cristo resucitado. Hoy en las lecturas bíblicas se concluye una idea básica: la Comunidad cristiana como signo de Cristo resucitado. La Iglesia que surge de la Resurrección del Señor y nace del bautismo en el Espíritu es comunidad que vive unida en el amor y atestigua con su vida la victoria de la fe sobre el mal del mundo. Empecemos esta celebración con mucho entusiasmo, cantando con alegría, de pie, por favor PRIMERA LECTURA: Monición: Escucharemos en la primera lectura, durante todo el tiempo de Pascua, fragmentos del libro de los Hechos de los Apóstoles. Es el testimonio de la primera comunidad cristiana que nació a partir de la experiencia de la resurrección del Señor. Fijémonos hoy cómo vivían los primeros cristianos, y tomemos nota para imitarlos también nosotros.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (4,32-35) La multitud de los que habían creído tenían un solo corazón y una sola alma; todo lo poseían en común y nadie consideraba suyo nada lo de lo que tenía.

Con grandes muestras de poder los Apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús y todos gozaban de gran estimación entre el pueblo. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían terrenos o casas, los vendían, llevaban el dinero y lo ponían a disposición de los Apóstoles, y luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.

Palabra de Dios.

R. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL: R. LA MISERICORDIA DEL SEÑOR, ES ETERNA, ALELUYA. Diga la casa de Israel: «Su misericordia es eterna».

Diga la casa de Aarón: «Su misericordia es eterna».

Digan los que temen al Señor: «Su misericordia es eterna». R La diestra del Señor es poderosa, La diestra del Señor es nuestro orgullo.

No moriré, continuaré viviendo para contar lo que el Señor ha hecho.

Me castigó, me castigó el Señor; pero no me abandonó a la muerte. R. La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular.

Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente.

Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R. SEGUNDA LECTURA: Monición: También la primera carta de san Juan nos recuerda cómo debemos vivir los que hemos nacido de nuevo por nuestra fe en Cristo resucitado.

Lectura de la primera carta del Apóstol San Juan (5,1-6) Queridos hermanos: Todo el que cree que Jesús es el Mesías, ha nacido de Dios; todo el que ama a un padre, ama también a los hijos

de éste. Conocemos que amamos a los hijos de Dios y cumplimos sus mandamientos, pues el amor de Dios consiste en que cumplamos sus preceptos. Y sus mandamientos no son pesados, porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y nuestra fe es la que nos ha dado la victoria sobre el mundo. Porque, ¿Quién es el que vence al mundo? Sólo el que cree que Jesús es Hijo de Dios.

Jesucristo es el que se manifestó por medio del agua y de la sangre; El vino no sólo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.

Palabra de Dios.

R. Te alabamos, Señor.

ACLAMACION: R. Aleluya, aleluya.

Tomás, tú crees porque me has visto.

Dichosos los que creen sin haberme visto, dice el Señor.

R. Aleluya, aleluya.

EVANGELIO Monición: En la aparición a los discípulos, Cristo les da su paz y también los envía a continuar su misión. La segunda escena es la visita de Cristo a Tomás y la confesión de fe de éste. En preparación para escuchar esta Buena Nueva, nos ponemos de pie y cantamos jubilosamente el Aleluya.

Evangelio según san Juan (20,19-31) R/ Gloria a Ti, Señor.

Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz esté con ustedes». Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría.

De nuevo les dijo Jesús : «La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo». Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar».

Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor». Pero él les contestó: «Si no veo en su manos la señal de los clavos y si no meto mis dedos en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré».

Ocho días después estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo: «La paz esté con ustedes». Luego le dijo a Tomás: «Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, mételas en mi costado y no sigas dudando, sino cree». Tomás le respondió: «¡Señor mío y Dios mío!». Jesús añadió: «Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto».

Otras muchas señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritas en este Libro, se han escrito éstas para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre.

Palabra del Señor.

R. Gloria a Ti, Señor Jesús.

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18 de marzo de 2012

2º Domingo de Pascua Reflexión

El Señor resucitado cumple su promesa de regresar con sus discípulos y de darles el Espíritu Santo. El hecho de que los discípulos estén encerrados refleja la actitud de la comunidad de Juan que por miedo se cierra, pero Jesús los envía al mundo para ser sus testigos. La actitud de Jesús ante Tomás manifiesta un proceso de fe. Tomás no es un testimonio de fe, pues él alaba la fe de los demás apóstoles que creen sin haber visto.

El temor se había apoderado de los apóstoles, pero Jesús se presenta para mostrarles que está vivo, y quitar de ellos el miedo.

Estaban en una casa con las puertas cerradas es imposible que alguien pueda entrar, está bloqueado, pero el poder de Dios lo sobrepasa todo. A pesar de que nuestras puertas estén cerradas Jesús estará siempre con nosotros.

El saludo de la paz no es un mero saludo de buen deseo, sino la paz que les deja es un gran regalo, esa paz es la que les permite reconocer al Señor resucitado y el miedo que tenían y su cerrazón queda transformado en alegría.

En la misa, ese saludo nos hace recordar que celebramos el sacrificio de entrega de Jesús, la alegría de que Jesús vive glorioso y le reconocemos como tal.

Juan entiende la resurrección como la superación del miedo y el final de nuestro encerramiento. Se alegran, Jesús muestra sus manos y el costado, el que estaba muerto ha resucitado, las heridas siguen pero no sangran, no duelen. Es el mismo que crucificaron, son las señales de su amor hasta el extremo, ahora ven que nadie puede quitarles la vida que él les comunica, ese es el motivo de la alegría. Debe ser también nuestra alegría, con su resurrección nos da prueba de que es Dios y que cumple todo lo que nos promete, una alegría eterna en su presencia.

Jesús reafirma el saludo de paz, si con el primero desea quitar de los discípulos y de nosotros el miedo, con este segundo saludo nos alienta a ser valientes y responder al envío que nos hace, Jesús nos da muestra de obediencia al envío del Padre. Confiemos en que para el llamado que Dios nos hace a diario para entregarnos en nuestra vida ordinaria a los demás, contamos con su paz, con su Espíritu, para podernos entregar hasta el extremo como él lo hizo.

Luego somos enviados, pero no nos deja solos, nos da la fuerza por excelencia, su espíritu. Así con esa capacidad, con esta fuerza recibida debemos y podemos entregarnos totalmente así como él lo hizo. Confiemos en la fuerza del Espíritu, de Él recibimos las fuerzas necesarias y suficientes para poder responder a la misión que nos ha dado Dios a cada uno. ¡Qué hermoso regalo! Nos deja su perdón en manos de manos pecadoras y limitadas. Perdonar los pecados es el tinte especial que les da a los discípulos en su misión. Juan desde el comienzo de su evangelio resaltará que para eso vino Jesús, ´´es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, son enviados a ejercitar el perdón, llamados a llevar la misericordia para todo hombre. Hoy los sacerdotes lo siguen haciendo, acudamos a ellos con la confianza de que es el mismo Dios quien actúa en ellos, perdonan los pecados y nos reconcilian con Dios.

Tomás no aceptó el testimonio de los demás, esta es una tentación de todo ser humano, no aceptar la ayuda de otro, de querer hacer y entender todo por sí solo. Hay una resistencia a creer y Tomás

pide antes de creer el poder experimentar, tocar para poder creer.

De fondo está ese deseo que tenemos todos de experimentar a Dios y podemos ver que Dios accede al hombre, se deja sentir, experimentar por él. A Tomás se le presenta y accede a lo que ha pedido. Las llagas, aún después de la resurrección siguen siendo importantes, es lo que suscita la fe de Tomás, aunque el texto no dice si lo hizo o no, pero Jesús acepta no para responder a su curiosidad, sino para algo más profundo, suscitar la fe, hacerlo creyente, testigo del resucitado para que anuncie la grandeza y la gloria de lo que ha atestiguado. Ocho días pasaron para que sucediera esto, así también, cada ocho días, podemos testificar el acontecimiento de la resurrección de Cristo, cada domingo, en la Eucaristía podemos también tocar a Cristo que ha resucitado.

Tomás contestó: ¡Señor mío y Dios mío! Tomás ha reconocido al Señor, sabe que es Jesús, aquel quien lo eligió como discípulo suyo y hace esta profesión de fe, lo reconoce como su Señor y Dios, lo que vio suscitó la fe, es lo que todos los cristianos debemos hacer después de tener un encuentro personal.

Hoy, por medio de la oración, de la cercanía con los necesitados, con los que sufren, es una excelente oportunidad para acercarnos a ellos, y en ellos mismo reconocer a Dios que vive y reconocer en el hermano a Jesús.

El que realmente reconoce a Jesús como su Señor y Dios, ha resucitado a la vida nueva, se le abren los ojos y experimenta una vida plena. Jesús confirma a Tomás, dichoso, y con él a todos nosotros, más dichosos si confiamos en el testimonio que generación en generación se ha ido trasmitiendo y que de igual forma estamos llamados a vivir.

En este evangelio, los milagros tienen la intención de despertar la fe en quien los vive, quienes son testigos y desde ellos anunciar y reconocer en Jesús al Mesías, el Hijo de Dios. La obra de Jesús, toda, es muestra de lo que es, de lo que quiere, la instauración del Reino, la salvación de todos, ya están escritos, los conocemos por que se nos han anunciado, ahora hay que preguntarnos si queremos ser de los que necesitan palpar físicamente a Jesús o basta el testimonio de quienes lo han visto y dan testimonio de que es Él, de que vive glorioso.

ORACIÓN Jesús, con tu resurrección se cumple la historia de amor entre Dios y nosotros los hombres, confío plenamente en que eres mi guía que me ha de llevar hacia pastos abundantes. Sé que no estás muerto, vives, y en la morada del Padre donde estás me aguardas, tienes un lugar preparado para mí. Reconozco firmemente tu acción en el mundo, lo que has hecho por nosotros, te reconozco como mi Señor y te alabo, “Señor mío y Dios mío”.

En Tomás nos vemos reflejados todos los que no hemos visto ni oído a Jesús y que tenemos deseo de experimentar al Señor, pero nuestra fe supera y satisface ese anhelo. Gracias por hacer todo esto por nosotros, por mí. Gracias por el regalo de tu Espírito que nos santifica y fortalece, gracias por ser un Padre rico en misericordia, gracias por tus sacerdotes que nos hacen experimentar en carne propia la grandeza de tu misericordia. Concédeme la gracia de la fe, de la paz. Amén