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30 de diciembre de 2018
Periódico de Evangelización Integral No. 929 - Año XVIII
30 de diciembre de 2018
www.mensajerodiocesano.com
Diócesis de San Juan de los Lagos, Jal. Colaboración: $8.ºº
JUBILEO DE ORO SACERDOTAL
Obispo Emérito Felipe Salazar Villagrana
AÑO NUEVO: ESPERANZA, FE, CARIDAD Y AMOR
«El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros» Feliz Año Nuevo 2019
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Pág. 7
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30 de diciembre de 2018
“LA NAVIDAD YA NO PARECE SER NAVIDAD” ¡¡¡Felicidades en Cristo Jesús que ha venido a bendecirnos!!! Muy queridos hermanos todos en el Señor. Espero hayan Pasado una celebración navideña en el gozo consolador del amor de Dios y con sus seres queridos. Estamos celebrando y viviendo ya la alegría de la Navidad: Dios con nosotros. Tras haber descubierto a Dios en el Bebé Santo, es tiempo de seguir considerando lo que este acontecimiento quiere expresar. Si Dios está entre nosotros es porque ha venido a restaurar, a bendecir nuestra vida y así la de todo ser humano. Lo ha hecho naciendo en una familia de fe: María y José y esto es expresión del lugar de toda familia en plan de Dios, por lo tanto: ama y valora más a tu familia. Es Dios que se acerca: por lo tanto acércate a Él; es quien hace que se dé gloria a Dios y paz entre nosotros: por lo tanto permitamos que se bendiga el Nombre Santo de Dios por nuestra vida y en nuestra familia y así mismo seamos personas que promueven La Paz. Estemos pues preparados
para vivir la fiesta de la Sagrada Familia, veamos su amor, veamos su fe, veamos a Dios en medio de ellos y así hagamos en nuestras familias. Hoy ante el fin del año presente, quiero invitarles a saber proponerse cosas nuevas desde esta realidad bella y vital para todos: hacer un camino, un proyecto de vida en Cristo, desde la alegría del Evangelio. Cuidar y defender la vida, la familia, dar y darse oportunidad de recomenzar es parte esencial de nuestra existencia. De corazón pido al Señor, dueño del tiempo, dueño de la historia y sobre todo dueño verdadero de nuestra vida, sea la compañía, amor, paz, consuelo y alegría de tu vida la de tus seres queridos; así mismo de toda nuestra amada diócesis de San Juan de los Lagos. Feliz tiempo navideño, felicidades con la paz y el amor de Dios; y así: ¡¡¡FELIZ AÑO 2019!!! Con mis oraciones y mi bendición: + Mons. Jorge. C. A.
La navidad para que sea feliz ha de ser cristiana. Tiene que poner en el centro de su espera a un Dios con nosotros que quiere encarnarse, buscando para ello: a los más pobres de amor, a los más alejados de la sociedad, desprovistos de lo más necesario para subsistir; a los que, en estos tiempos, hemos marginado y excluido de nuestras preferencias sociales. Me refiero a los niños concebidos y a punto de ser abortados, a los ancianos condenados por su familia a una soledad injusta, a los desorientados por sus preferencias sexuales que necesitan ser amados como hijos de Dios. La navidad cristiana es, ante todo, la fiesta de la vida y la fiesta de la familia. Y lo que todos debemos regalarnos, para nuestra familia, es más tiempo para convivir. Sin duda, hoy, el mundo del trabajo es quien más le ha robado su tiempo a la familia. Por otra parte nuestras casas, de hoy, han dejado de ser un paraíso. Las hemos convertido
sólo en dormitorios para, después de dormir, trabajar. Se acabaron las dulces noches familiares en el hogar. Y una sola cena en familia no hace la navidad. Nuestra navidad ha perdido su espiritualidad cristiana y ha quedado reducida a una fiesta secular, muy comercial. Se hace demasiada publicidad, precisamente a lo que no es navidad. Ningún espacio buscamos, hoy, para la oración y la meditación. En nuestras fiestas navideñas no cabe en ningún lugar el Niño Dios. Se quedan pendientes las listas de aquellos que les sería muy gratificante nuestra reconciliación. Pocos logramos llenarnos de Dios entre tanto ruido y algarabía. Y lo más preocupante es que a nuestros jóvenes no les preocupa vivir la navidad sin Dios. Por todo esto, titubeante afirmo que... la navidad parece ya no ser la navidad que por dos siglos venimos celebrando.
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Editorial
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¡TE DEUM LAUDAMUS!
¡A ti oh Dios te alabamos! Por tu inmensa bondad, por habernos manifestado tu multiforme gracia durante este año que estamos concluyendo. Por la ternura de tu misericordia que nos ha abrazado y custodiado cada día; por la firmeza de tu brazo poderoso que ha sostenido nuestra debilidad; por la sonrisa de la creación que ha animado nuestra esperanza; por la fe que motiva nuestro caminar. ¡Te Dominum confitemur! ¡A ti Señor te reconocemos! Porque sería ingrato de nuestra parte ignorar que en Ti somos, nos movemos y existimos, que de Ti todo lo hemos recibido, no porque lo merezcamos, sino porque Tú eres bueno y… “qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiera” (Cfr. Mt 20,16). Y aunque nuestra alabanza no aumenta tu gloria, sí aprovecha para nuestra salvación (Cfr. Prefacio Común IV), por eso: ¡Bendito y alabado seas por siempre Señor! ¡Te aeternum Patrem omnis terra veneratur! ¡A ti eterno Padre te venera toda la creación! Porque Tú lo mandaste y existió; enviaste tu aliento, y la construiste (Jdt 16,14); pero no solo eso, sino que en tu providencia magnánima todo lo conservas y orientas hacia su plenitud. ¡Gracias Padre, porque así te ha parecido bien! (Cfr. Mt 11,25) ¡Te Deum Laudamus! Sí, a Ti oh Dios elevo mi alabanza, pero consciente de que “cuanto hicieres con uno de estos pequeños, conmigo lo hiciste”(Mt 25,40), por eso hoy quiero agradecer a la gran familia que conforma “El Mensajero Diocesano”. Y al agradecer, no solo quiero hacerlo a quienes actualmente están más directamente implicados, sino a todos aquellos que desde hace 18 años han dado vida a “El Mensajero Diocesano”. Gracias a quienes semana tras semana están al pendiente, como asiduos lectores, del caminar diocesano, del magisterio del Santo Padre y del andar de la Iglesia en nuestra nación y en el mundo entero. Gracias a aquellas personas que dedican varias horas, a veces bajo el peso del sol, otras soportando el frío o cubriéndose de la lluvia, para llevar “el periódico” al hogar de las familias de nuestra diócesis. Gracias a tantas secretarias parroquiales y a tantos sacristanes que, sin descuidar sus labores parroquiales, dedican un tiempo para atender, siempre con una sonrisa amable, a quien recorre más de mil kilómetros cada semana para hacer llegar a su comunidad parroquial una buena noticia y un medio para seguir creciendo en la propia formación cristiana; gracias a los distribuidores, de ayer y de hoy. Gracias a quienes, desde una pequeña oficina, aquí o allá, han abierto su corazón apostólico para trascender el espacio y el tiempo, plasmando, a través de textos e imágenes, “El Mensajero
Diocesano”; 929 ediciones dan razón de su dedicación y esfuerzo, pero sobre todo de su amor al Evangelio. Gracias a quienes, desde la nuestra u otra diócesis, pero con un corazón generoso, han impreso en el papel algo más que un periódico, imprimen en el corazón el gozo de la comunidad eclesial que se alegra de ver los pies del mensajero que anuncia la paz. Gracias a todos aquellos que se preocupan porque este medio de comunicación se mantenga “vivo”, procurando el sustento económico, quienes buscan la providencia y quienes la ofrecen. “Les aseguro que aquel que haya dado, aunque sea un vaso de agua a uno de estos por ser mi discípulo, no se quedará sin recompensa” (Cfr. MT 10,42). Gracias a los sacerdotes, que entre sus múltiples ocupaciones, dedican algo de su tiempo para promover entre los fieles de su comunidad “El Mensajero Diocesano” como un medio para informarse y formarse; como un espacio para expresarse y compartir sus alegrías - sus fiestas patronales- sus tristezas - circunstancias que ponen a prueba la fe de la comunidad- y sus inquietudes. La estructura de distribución no sería posible sin su generosa colaboración. Gracias a quienes hace 18 años, sin dudarlo, remaron mar adentro y echaron las redes confiando en la dulce voz del Maestro. Gracias por haber dado su sí. Gracias a todas las personas que, generosamente, a lo largo de 929 ediciones, han procurado que quede escrito en la memoria, y en el papel, la historia de esta iglesia particular que peregrina en la región de los Altos y la Ciénaga de Jalisco y el Bajío Guanajuatense. Muchas de estas personas ya están gozando de la Patria Eterna, felices y bienaventurados.
Si a alguien he omitido en esta acción de gracias, no es por falta de reconocimiento, sino por falta de memoria; vaya a ustedes todo el agradecimiento que “su Padre, que ve lo secreto, se los recompensará” (Cfr. Mt 6,6) Consciente de que, como lo reza el himno de la Liturgia de las Horas, ¡no basta con dar las gracias sin dar lo que las merece!, ahora “El Mensajero Diocesano” se pone en manos de Dios, no puede dar más y por ello se da a sí mismo, encomendándose a la tierna misericordia del Buen Pastor. ¡Señor, haz que este puente no se rompa mientras pueda servir a sus hermanos! Pero si ha llegado su momento: destrúyelo a tu antojo entre tus manos… Laudetur Iesus Christus
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¡DEJÉMONOS SORPRENDER POR JESÚS EN ESTA NAVIDAD! CATEQUESIS DEL PAPA
Redacción: Hna. Margarita Migdalia Cundapí Morales Fotografía: Especiales
donde ya no se vive para uno mismo, según los propios gustos, sino para Dios y con Dios, porque desde Navidad Dios es el Dios con nosotros, que vive con nosotros, que camina con nosotros. Vi v i r l a N a v i d a d e s dejarse sacudir por su sorprendente novedad.
El Papa Francisco centró su enseñanza de la catequesis del miércoles 19 de diciembre, en el sentido de la Navidad y subrayó las sorpresas que puede traer la Navidad para aquellos que la viven con un sentido cristiano y evangélico. Dentro de seis días será Navidad. Árboles, decoraciones y luces por todas partes recuerdan que también este año será una fiesta. La máquina publicitaria invita a intercambiar siempre nuevos regalos para sorprenderse. Pero, ¿es esta la fiesta que agrada a Dios? ¿Qué Navidad le gustaría, qué regalos y qué sorpresas? Observemos la primera Navidad de la historia para descubrir los gustos de Dios. Esa primera Navidad de la historia estuvo llena de sorpresas. Comenzamos con María, que era la esposa prometida de José: llega el ángel y cambia su vida. De virgen será madre. Seguimos con José, llamado a ser el padre de un niño sin generarlo. Un hijo que, llega en el momento menos indicado, es decir, cuando María y José estaban prometidos y, de acuerdo con la Ley, no podían cohabitar. Ante el escándalo, el sentido común de la época invitaba a José a repudiar a María y salvar así su buena reputación, pero Él sorprende: para no hacer daño a María piensa despedirla en secreto, a costa de perder su fama. Luego, otra sorpresa: Dios en un sueño cambia sus planes y le pide que tome a María con él. Una vez nacido Jesús, cuando tenía sus proyectos para la familia, otra vez en sueños le dicen que se levante y vaya a Egipto. En resumen, la Navidad trae cambios inesperados de vida. Y si queremos vivir la Navidad, tenemos que abrir el corazón y estar dispuestos a las sorpresas, es decir, a un cambio de vida inesperado. Pero cuando llega la sorpresa más grande es en Nochebuena: el Altísimo es un niño pequeño. La Palabra divina es un infante, que significa literalmente incapaz de hablar. Y la palabra divina se volvió incapaz de hablar. Para recibir al Salvador no están las autoridades de la época, o del lugar, o los embajadores: son simples pastores que, sorprendidos por los ángeles mientras trabajaban de noche, acuden sin demora. ¿Quién lo habría esperado? La Navidad es celebrar lo inédito de Dios, o, mejor dicho, es celebrar a un Dios inédito, que cambia nuestra lógica y nuestras expectativas. Celebrar la Navidad, es, entonces, dar la bienvenida a las sorpresas del Cielo en la tierra. La Navidad inaugura una nueva era, donde la vida no se planifica, sino que se da;
La Navidad de Jesús no ofrece el calor seguro de la chimenea, sino el escalofrío divino que sacude la historia. La Navidad es el triunfo de la humildad sobre la arrogancia, de la sencillez sobre la abundancia, del silencio sobre el bullicio, de la oración sobre mi tiempo, de Dios sobre mi yo. Celebrar la Navidad es vivirla como Jesús, venido para nosotros necesitados, y bajar hacia aquellos que nos necesitan. Es seguir el ejemplo de María que se fio y fue dócil a Dios. Celebrar la Navidad es vivir como José que realizó lo que Dios le pidió, incluso si no estaba de acuerdo con sus planes. San José es sorprendente: nunca habla en el Evangelio: no hay una sola palabra de José en el Evangelio; y el Señor le habla en silencio, le habla precisamente en sueños. Navidad es preferir la voz silenciosa de Dios al estruendo del consumismo. Si sabemos estar en silencio frente al Belén, la Navidad será una sorpresa para nosotros, no algo que ya hayamos visto. Estar en silencio ante el Belén: esta es la invitación para Navidad. Tómate un tiempo, ponte delante del pesebre, permanece en silencio, escucharás y verás la sorpresa. Pero nos podemos equivocar de fiesta, y preferir las cosas usuales de la tierra a las novedades del Cielo. Si la Navidad es solo una buena fiesta tradicional, donde al centro estamos nosotros y no Él, será una oportunidad perdida. ¡No mundanicemos la Navidad! No dejemos de lado al Festejado, como entonces, cuando “vino entre los suyos, y los suyos no le recibieron” (Jn 1,11).
Será Navidad si:
o Como José, damos espacio al silencio o Como María, decimos aquí estoy, a Dios o Como Jesús, estamos cerca de los que están solos o Como los pastores, dejamos nuestras comodidades para estar con Jesús. o Encontramos la luz en la pobre gruta de Belén.
No será Navidad si buscamos el resplandor del mundo, si nos llenamos de regalos, comidas y cenas, pero no ayudamos al menos a un pobre, que se parece a Dios, porque en Navidad Dios vino pobre. ¡Les deseo una Feliz Navidad, una Navidad rica en las sorpresas de Jesús! Pueden parecer sorpresas incómodas, pero son los gustos de Dios. Si los hacemos nuestros, nos daremos a nosotros mismos una sorpresa maravillosa. Cada uno de nosotros tiene escondido en el corazón la capacidad de sorprenderse. Dejémonos sorprender por Jesús en esta Navidad.
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Redacción: Pbro. Ildefonso García Fotografía: Especiales
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RETOS, OPORTUNIDADES Y RESPUESTAS
Mensajero Diocesano 2019 Los grandes avances tecnológico aplicados al la comunicación están una nueva forma en percibimos el tiempo espacio.
del mundo campo de creando cómo y el
Hoy lo mediático resulta ser lo más inmediato. Gracias a las tecnologías de la información y la comunicación, que siguen siendo medios, grandes cantidades de información están al alcance de todos en cuestión de segundos, aunque estas informaciones se hayan originado a miles de kilómetros. Internet, con sus múltiples posibilidades de interacción, ha facilitado la democratización de la información, que no siempre se convierte en conocimiento y muy rara vez en acción social; pero que ofrece múltiples oportunidades para aquellos que, con un corazón sincero, buscan la verdad. Aquí es donde el periodismo encuentra su reto y su razón de ser. No basta tener acceso a la información cuando no se tienen los criterios de discernimiento e interpretación que permitan un conocimiento crítico de la realidad para luego transformarla en beneficio de la dignidad de la misma persona. Es tarea del periodista buscar y analizar la información relevante y presentarla junto con los criterios para tomar las mejores decisiones, según las circunstancias concretas de la realidad. El reto del periodista es hacer periodismo de manera tal que provoque la acción, la transformación del entorno social, de modo que sea campo fecundo para el desarrollo integral del ser humano. En “El Mensajero Diocesano”, desde hace 18 años, asumimos el compromiso de formar e informar, ser un medio de comunicación que rompiera las barreras de la distancia para acercar a las comunidades de la diócesis y colaborar con el ideal de la comunión y la participación.
Queremos ser un medio de comunicación que lleve la alegría de vivir y festejar la fe, espacios de reflexión y formación humana y cristiana, información útil a aquellos actores sociales que toman decisiones y, ante todo, la buena noticia del Evangelio: Cristo, el Salvador. Gracias a las Tecnologías de la Información y la Comunicación El Mensajero Diocesano hoy puede llegar a través de las nuevas plataformas a, prácticamente, todos los rincones de la Diócesis. Invitamos a todos nuestros lectores para que visiten nuestro sitio web www. mensajerodiocesano.com, en el que podrán encontrar, además de la versión impresa, otros artículos que, por cuestiones de espacio, no se publican impresos en el papel; nuestra plataforma se adapta sea a monitores de computadoras que a dispositivos móviles.
Lo más importante de todo es que estas plataformas ofrecen la posibilidad de interactuar, haciendo la comunicación más fácil y dando mayor oportunidad para colaborar, sin importar las distancias. Agradecemos su preferencia por nuestra versión impresa y ahora les invitamos a conocer nuestras plataformas digitales e interactuar con “El Mensajero Diocesano”.
También estamos en redes sociales, búscanos en Facebook como @MensajeroDiocesano (www.facebook.com/MensajeroDiocesano) y allí podrás encontrar, además de las notas de la versión impresa, aportaciones de agencias de noticias como ACI, Vatican News, ACN, entre otras; también encontrarás un video semanal con un mensaje del Sr. Obispo Jorge Alberto Cavazos; además tendrás acceso a galerías fotográficas y transmisiones en vivo de diversos eventos parroquiales y diocesanos.
Gracias también a las redes, el mensaje cristiano puede viajar «hasta los confines de la tierra» (Hch. 1,8). Abrir las puertas de las iglesias significa abrirlas asimismo en el mundo digital, tanto para que la gente entre, en cualquier condición de vida en la que se encuentre, como para que el Evangelio pueda cruzar el umbral del templo y salir al encuentro de todos. Papa Francisco
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BIBLIA Y CATECISMO XV 3. FUE CONCEBIDO POR OBRA DEL ESPÍRITU SANTO Y NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN
¿CÓMO ES Y CÓMO SE USA EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA? Redacción: Inma Alvarez Fotografía especiales
Mucho más que una lista de dogmas o de normas morales para aprender de memoria ¿Cómo es el Catecismo de la Iglesia católica? ¿Qué tiene de novedoso con los catecismo anteriores? Los catecismos que la mayoría de la gente conoce son los infantiles que se utilizan para preparar la primera comunión, y que se basan en preguntas y respuestas con explicaciones breves y sencillas.
Redacción: Pbro. Francisco Escobar Mireles Fotografía: Especiales
¿Colaboró María en la Redención de Cristo? “Al anuncio de que ella dará a luz al ‘Hijo del Altísimo’ sin conocer varón, por la virtud del Espíritu Santo (cf. Lc 1,28-37), María respondió por ‘la obediencia de la fe’ (Rm 1,5), segura de que ‘nada hay imposible para Dios’: ‘He aquí la esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra’ (Lc 1,37-38). Así, dando su consentimiento a la palabra de Dios, María llegó a ser Madre de Jesús y, aceptando de todo corazón la voluntad divina de salvación, sin que ningún pecado se lo impidiera, se entregó a sí misma por entero a la persona y a la obra de su Hijo, para servir, en su dependencia y con él, por la gracia de Dios, al Misterio de la Redención (cf. LG 56): ‘Ella, como dice san Ireneo (Adv. haereses, 3,22, 4), ‘por su obediencia fue causa de la salvación propia y de la de todo el género humano’. Por eso, no pocos Padres antiguos, en su predicación, coincidieron con él en afirmar ‘el nudo de la desobediencia de Eva lo desató la obediencia de María. Lo que ató la virgen Eva por su falta de fe lo desató la Virgen María por su fe’. Comparándola con Eva, llaman a María ‘Madre de los vivientes’ y afirman con mayor frecuencia: ‘la muerte vino por Eva, la vida por María’ (LG 56)” (CEC 494). «Somos colaboradores de Dios, y ustedes son el campo de Dios» (1Co 3,9). “La Virgen María ‘colaboró por su fe y obediencia libres a la salvación de los hombres’ (LG 56). Ella pronunció su ‘fiat’
‘ocupando el lugar de toda la naturaleza humana’ (STh 3 q30 a1): Por su obediencia, ella se convirtió en la nueva Eva, madre de los vivientes” (CEC 511). Responde esa singular cooperación de María en el plan de la salvación a una intención particular de Dios con respecto a la Madre del Redentor, a quien Jesús llama con el título de ‘mujer’ en Caná (Jn 2,4) y al pie de la Cruz (Jn 19,26). María está asociada a la obra salvífica en cuanto mujer. El Señor, que creó al hombre ‘varón y mujer’ (Gn 1,27), en la Redención quiso poner al lado del nuevo Adán a la nueva Eva. Con los primeros padres emprendió el camino del pecado; una nueva pareja, el Hijo de Dios con la colaboración de su Madre, devuelve al género humano su dignidad originaría. María, nueva Eva, se convierte así en icono perfecto de la Iglesia. En el designio divino, representa al pie de la cruz a la humanidad redimida que, necesitada de salvación, puede dar una contribución al desarrollo de la obra salvífica. “Concibiendo a Cristo, engendrándolo, alimentándolo, presentándolo en el templo al Padre, padeciendo con su Hijo mientras El moría en la Cruz, cooperó en forma del todo singular a la obra del Salvador, por la obediencia, la fe, la esperanza y la encendida caridad, con el fin de restaurar la vida sobrenatural de las almas. Por tal motivo es nuestra Madre en el orden de la gracia” (LG 61).
El Catecismo que aprobó el Papa San Juan Pablo II, sin embargo, es en sí una obra monumental: se tardaron varios años en redactarlo, con expertos de todos los continentes, y se consultó el contenido con todos los obispos del mundo. Solo los comentarios de los obispos que se incluyeron, unos 24.000, dan idea de esta magna obra, que quiere recoger y explicar la fe católica de una forma organizada. “El Catecismo de la Iglesia Católica se presenta como un viaje, que a través de cuatro etapas, permite captar la dinámica de la fe”, explicó el Papa Francisco en la edición del miércoles 18 de octubre de 2017 de L’Osservatore Romano, el periódico del Vaticano. La novedad del Catecismo de 1992 es su estructura: tiene cuatro partes, y dos ejes. Lo más importante: La moral viene al final, pues el Catecismo, según señalaba en su momento el cardenal Christoph Schonborn, su secretario, antes de enseñarle al creyente cómo debe vivir, primero se le lleva a descubrir quién es Dios y cómo ha actuado en la historia humana. El primer bloque está destinado a hablar de la acción de Dios en la historia humana y de sus dones a los hombres. Así, la primera parte del Catecismo es el Credo: artículo a artículo “Creo en Dios Padre Todopoderoso…”, se van explicando, con apoyo en la Biblia y en la Tradición, las verdades de la fe: se descubre quién es Dios y cómo se ha manifestado a los hombres a través de su Hijo. (continuará...)
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AÑO NUEVO: ESPERANZA, FE, CARIDAD Y AMOR
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EMPEZAR EL AÑO NUEVO CRISTIANAMENTE
Redacción: Claudia Rojas Silva Fotografía especiales
Estamos por comenzar un año nuevo, podríamos decir, un nuevo capítulo en nuestra vida y en la vida de la gente que amamos, es por ello por lo que es necesario sentarnos unos minutos a reflexionar acerca de todo lo bueno y malo que ha ocurrido en nuestras vidas durante este año 2018 que se queda grabado en nuestro libro de experiencias. Antes que nada, una de las cosas por las que tenemos que ser agradecidos con Dios es por el don de la vida y por todo lo generoso que nuestro amado Padre del cielo ha sido con nosotros; esa generosidad que no es limitada ni tampoco condicionada, sino que es entregada a manos llenas y con tantas virtudes discretamente acomodadas para poder ser mejores personas no solo en temporadas como esta, sino en todo el año. Partiendo de ese agradecimiento nos será más sencillo poder llevar a cabo esa reflexión con nuestras máscaras de lado, sabiendo que tenemos mucho para dar y que nuestro compromiso es soltar y dar sin limitaciones, sin miedos y con el firme compromiso de amar. Esa dulce entrega a la que Dios nos invita todos los días consiste plenamente en reconocer que somos totalmente limitados pero que tenemos virtudes que nos llevan a darnos, a esperar y recibir, a entregarnos y hacer de nuestro entorno algo mucho mejor de lo que tenemos, y esta referencia no se trata de lo material solamente sino de todo lo bueno que podemos ofrecer de nuestro servicio a la gente que amamos y a la que no nos ama tanto.
Rosa García Fotografía especiales
No esperar de nadie es otro tipo de amor y generosidad, es estar conscientes que la vida no es como nosotros queremos y que el tiempo vivido a lado de otras personas también es generoso y nos obsequia experiencias que no siempre valoramos pero que forjan también nuestro carácter, sin dejar de amar por las desavenencias que se producen en el camino. Vamos pues a vivir este año 2019 con alegría, esperanza, fe, caridad, amor, fraternidad, pero no solo los primeros días del año o por tiempos determinados; al contrario, debemos esforzarnos por dar todo lo que a este mundo le hace falta cada día más, por todo lo que vemos que está perdido y que podemos rescatar, desde un abrazo solidario, un servicio sin recompensa, hasta un beso de alivio y cariño, y un oído de escucha y empatía y muchas otras cosas; somos más de lo que creemos, somos más de lo que pensamos, somos hijos de Dios y tenemos mucho para dar y compartir sin temor.
ESPERANZA, FE, CARIDAD Y AMOR
Al empezar un nuevo año, la mayoría de las personas nos hacemos un montón de “propósitos “ con la esperanza de tener un cambio positivo en nuestra forma de vida, y esto no es malo, lo realmente malo es que en muchas de las ocasiones olvidamos al pasar de los días lo que nos propusimos al inicio de año, dejando así pasar la oportunidad de hacer un buen cambio en nuestra vida. ¿Quieres conseguir todos los objetivos que te has propuesto? Pon como tu prioridad a Dios, acércate a la fuente principal de la Vida. Lamentablemente cada que comenzamos un año, lo primero que se nos viene a la mente para tener una mejor vida es llevar a cabo rituales en la noche vieja: como comer las 12 uvas, salir a pasear con las maletas o poner monedas en los zapatos, cuando lo primero en lo que deberíamos de pensar es, en acercarnos todos los días a través de la oración y los sacramentos a nuestro Padre. Pues teniendo a Dios en nuestra vida qué más podemos pedir Seguro que tienes un montón de proyectos para llevar a cabo a corto, mediano y largo plazo, esto es muy bueno. Esfuérzate y trabaja por cumplir todo lo que te has fijado y no olvides antes de comenzar cualquier proyecto o propósito, pedir al Espíritu Santo que te ayude a llevarlo a cabo.
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Jubileo de Oro Sacerdotal
Obispo emérito Felipe Salazar Villagrana, 21 de diciembre de 2018
¡Tú eres sacerdote para siempre! Redacción: Seminario Mayor Diocesano/ Fotografía: Rosa García
Nuestra diócesis se viste de gala por la alegría de la vocación sacerdotal del señor obispo emérito Felipe Salazar Villagrana, quinto obispo, quién el día 21 de diciembre celebró su 50 aniversario de ordenación sacerdotal. Cómo iglesia celebramos a Cristo sacerdote que quiso llamar a este hermano nuestro al don de la vocación presbiteral y que quiso reavivarlo mediante la solemne Eucaristía en las instalaciones del Seminario Mayor. Muchos fueron los asistentes a esta celebración llena de alegría y júbilo. Nuestros obispos se hicieron presentes para celebrar junto con monseñor Felipe, quien expresó y vivió su alegría de una manera cercana con todos los asistentes a la celebración. Antes de iniciar la Eucaristía monseñor Felipe invitó a los obispos presentes a dirigir unas palabras, siendo estás un impulso y una motivación a vivir la alegría en medio del llamado. Algunos recordando algunas experiencias vividas durante su ministerio como párroco u obispo. La celebración Eucarística comenzó al mediodía en la capilla del seminario, donde muchos integrantes del presbiterio, algunos fieles laicos y obispos vibraron con la sencillez y el trato simple de monseñor Felipe. Durante la homilía nuestro obispo titular, don Jorge Alberto Cavazos Arizpe, invitó a estar alegres por la persona, fina y cercana, según las palabras de él mismo, de nuestro obispo emérito, que ha sido un apoyo y un cimiento para las estructuras actuales de nuestra
iglesia diocesana. En la celebración también se recordó la labor de varios obispos que han surgido de nuestras tierras, así como los que han trabajado en ellas para la edificación de la iglesia. Al final de la Eucaristía don Felipe Salazar quiso hacer un recuento de lo que ha constituido su vocación, recordando algunos de los momentos especiales que vivió antes, durante y después de su ordenación sacerdotal, experiencias que lo han ido forjando y llevando por el camino que Dios le ha concedido. Del mismo modo el presbiterio diocesano y el seminario han agradecido la labor de don Felipe Salazar y le han hecho un tesoro espiritual. También con el fin de agradecer, el señor Apolinar Barba, escribió un acróstico con el nombre de monseñor Felipe en el que expresa su gratitud y cariño hacia él. El señor canónigo Clemente Castañeda dio lectura a una bendición apostólica
30 de diciembre de 2018
Felicidades enviada desde Roma, en latín, y que después tradujo. Una vez terminada la celebración los asistentes se dispusieron a compartir los alimentos en las instalaciones de la Casa de Pastoral Juan Pablo II. Ahí esperaba el mariachi para recibir con alegría al festejado y compartir, no sólo el alimento, sino el gozo de saberse llamado y en servicio de la comunidad La celebración del jubileo de oro de monseñor Felipe Salazar llena de gratitud y gozo a nuestra iglesia diocesana, que ve en sus pastores la voz de Dios que no lo abandona y que sigue llamando a muchos a su servicio en esta tierra bendita y regada por la sangre de los mártires. Tenemos todos el compromiso de seguir pidiendo por nuestros pastores: obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, religiosos, padres de familia, etc. Que esta celebración nos impulse a todos a seguir creyendo que el sacerdocio de Cristo puede ser posible si el hombre está dispuesto a responderle y a cumplir su voluntad.
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¡DESHUMANIZACIÓN Y VIOLENCIA, LA PLAGA QUE CONSUME!
MENSAJE DEL ARTE
Redacción: Rosa García Fotografía: Especiales
¿Qué esta pasando con el ser humano? ¿qué lo lleva a destruirse?, no es para menos cuestionarse, detenerse y reflexionar un poco. La pregunta surge a raíz de los hechos acontecidos en los pasados días en diferentes municipios del estado de Jalisco, tras el hallazgo diario de personas asesinadas en un lugar y en otro, sucesos que empañan la alegría de la navidad por lo lamentable de los hechos. Sucesos que dejan como resultado caos y miedo entre todas las personas, sembrando desconfianza entre unos y otros. La cuestión aquí, no es si las personas fallecidas eran inocentes o si ellos se lo buscan por participar en hechos delictivos, la pregunta es ¿qué pasa para que quienes los asesinan, no se den cuenta de que son seres humanos? Es desconcertante e inquietante ver como el hombre se destruye, dejándose invadir por emociones de destrucción y muerte, anulando cualquier sentimiento de compasión, bondad y misericordia incluso hasta con el más pequeño e inocente. Nos quejamos del mal gobierno, al que exigimos justicia, protección y transparencia, pero cuando nos toca el turno de comportarnos como hermanos, sin pensarlo, golpeamos, masacramos
y matamos. Nos estamos convirtiendo en personajes ambulantes, “zombis” inhibidos y carentes de amor, empatía y sentimientos. Incomprensible que basta solo no pensar como el otro, para encender lairayprovocar el descontrol de muchos, acrecentando las reacciones dañinas y violentas. ¿Por qué la deshumanización esta apoderándose cada vez más de las personas, consumiéndolas en sus propios egoísmos individualistas? No es acaso porque no dejamos entrar a nuestras vidas a quien es paz y misericordia en abundancia. Pidamos perdón a Dios por no ser fieles guardianes de la vida. Dejemos que Jesús nazca en nuestro corazón no solo esta navidad, sino todos nuestros días para renovarnos constantemente en nuestra humanidad y amor al prójimo; hagamos oración pidiendo un buen corazón, prudente y sabio, protector de la vida. Seamos generadores de paz: tolerando, respetando y empatizando con el otro.
Las Meninas Redacción: Kopi Luwak Fotografía Especiales
Aunque no es uno de mis preferidos, el autor de este cuadro, admito que la elegancia de su composición y la historia en él me hace ponerlo en un lugar importante de mi lista. Las Meninas, sirvientas de la niña Margarita de Austria, son detalladas en este cuadro. Lo que hace peculiar a esta pintura no es la atractiva perspectiva de Velázquez, o sus famosas proporciones a la penumbra, ni siquiera su autorretrato; son los detalles, la historia detrás de cada personaje, de cada luz, de cada puerta. Precisamente esa es la característica de hoy. Cada que observo las Meninas y recuerdo la historia detrás del pequeño espejo que está en el fondo recuerdo que la vida está compuesta de un sinfín de detalles. Un detalle nos hace humanos, un detalle dice te quiero o te desprecio, un detalle puede hacernos sentir valiosos o ignorados. En estos pequeños detalles que en ocasiones pasamos por alto está la clave de la vida. En verdad, puede parecer que las cosas no cambian, o que algo por ser pequeño no vale; pero siempre debemos recordar que los grandes cambios en el mundo, las grandes reconciliaciones e incluso las grandes guerras comenzaron por pequeños detalles. ¿Por qué? Porque el humano es un ser simbólico, y más que simbólico; detallista. En los detalles está una sonrisa robada por la mañana, un café, un saludo, un pequeño papel que alegre el día. Velázquez me enseña en Las Meninas que lo fundamental de la vida no sería tan valioso sin los pequeños detalles que le rodean. Así como una simple acción de polvear a una niña para ser retratada sería diferente sin todo un mundo de detalles a su derredor. ¿Qué detalle quisieras recibir hoy? O mejor dicho, ¿de quién esperas un detalle hoy? Pero antes atrévete a contemplar en tu vida los detalles que te quedan por dar. Y la próxima vez que puedas contemplar esta obra fíjate de nuevo en los pequeños detalles que están secretos.
30 de diciembre de 2018
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LA BUENA POLÍTICA ESTÁ AL SERVICIO DE LA PAZ MENSAJE DEL PAPA PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ 2019
1. “Paz a esta casa” Jesús, al enviar a sus discípulos en misión, les dijo: «Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros» (Lc 10,5-6). Dar la paz está en el centro de la misión de los discípulos de Cristo. Y este ofrecimiento está dirigido a todos los hombres y mujeres que esperan la paz en medio de las tragedias y la violencia de la historia humana.[1] La “casa” mencionada por Jesús es cada familia, cada comunidad, cada país, cada continente, con sus características propias y con su historia; es sobre todo cada persona, sin distinción ni discriminación. 2.El desafío de una buena política La paz es como la esperanza de la que habla el poeta Charles Péguy; [2] es como una flor frágil que trata de florecer entre las piedras de la violencia. Sabemos bien que la búsqueda de poder a cualquier precio lleva al abuso y a la injusticia. La política es un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre, pero cuando aquellos que se dedican a ella no la viven como un servicio a la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación e incluso de destrucción. Dice Jesús: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos» (Mc 9,35). Como subrayaba el Papa san Pablo VI: «Tomar en serio la política en sus diversos niveles local, regional, nacional y mundial, es afirmar el deber de cada persona, de toda persona, de conocer cuál es el contenido y el valor de la opción que se le presenta y según la cual se busca realizar colectivamente el bien de la ciudad, de la nación, de la humanidad».[3] En efecto, la función y la responsabilidad política constituyen un desafío permanente para todos los que reciben el mandato de servir a su país, de proteger a cuantos viven en él y de trabajar a fin de crear las condiciones para un futuro digno y justo. 3.Caridad y virtudes humanas para una política al servicio de los derechos humanos y de la paz El compromiso por el bien común, cuando está inspirado por la caridad, tiene una valencia superior al compromiso meramente secular y político. […] La acción del hombre sobre la tierra, cuando está inspirada y sustentada por la caridad, contribuye a la edificación de esa ciudad de Dios universal hacia la cual avanza la historia de la familia humana».[4] Es un programa con el que pueden estar de acuerdo todos los políticos, de cualquier procedencia cultural o religiosa que deseen trabajar juntos por el bien de la familia humana, practicando aquellas virtudes humanas
que son la base de una buena acción política: la justicia, la equidad, el respeto mutuo, la sinceridad, la honestidad, la fidelidad. A este respecto, merece la pena recordar las “bienaventuranzas del político”, propuestas por el cardenal vietnamita François-Xavier Nguyễn Vãn Thuận, fallecido en el año 2002, y que fue un fiel testigo del Evangelio: Bienaventurado el político que tiene una alta consideración y una profunda conciencia de su papel. Bienaventurado el político cuya persona refleja credibilidad. Bienaventurado el político que trabaja por el bien común y no por su propio interés. Bienaventurado el político fielmente coherente.
que
permanece
Bienaventurado el político que realiza la unidad. Bienaventurado el político que está comprometido en llevar a cabo un cambio radical. Bienaventurado el político que sabe escuchar. Bienaventurado el político que no tiene miedo.[5]
5. La buena política promueve la participación de los jóvenes y la confianza en el otro Cuando el ejercicio del poder político apunta únicamente a proteger los intereses de ciertos individuos privilegiados, el futuro está en peligro y los jóvenes pueden sentirse tentados por la desconfianza, porque se ven condenados a quedar al margen de la sociedad, sin la posibilidad de participar en un proyecto para el futuro. En cambio, cuando la política se traduce, concretamente, en un estímulo de los jóvenes talentos y de las vocaciones que quieren realizarse, la paz se propaga en las conciencias y sobre los rostros. Se llega a una confianza dinámica, que significa “yo confío en ti y creo contigo” en la posibilidad de trabajar juntos por el bien común. La política favorece la paz si se realiza, por lo tanto, reconociendo los carismas y las capacidades de cada persona. «¿Hay acaso algo más bello que una mano tendida? Esta ha sido querida por Dios para dar y recibir. Dios no la ha querido para que mate (cf. Gn 4,1ss) o haga sufrir, sino para que cuide y ayude a vivir. Junto con el corazón y la mente, también la mano puede hacerse un instrumento de diálogo».[6]
Cada renovación de las funciones electivas, cada cita electoral, cada etapa de la vida pública es una oportunidad para volver a la fuente y a los puntos de referencia que inspiran la justicia y el derecho. Estamos convencidos de que la buena política está al servicio de la paz; respeta y promueve los derechos humanos fundamentales, que son igualmente deberes recíprocos, de modo que se cree entre las generaciones presentes y futuras un vínculo de confianza y gratitud.
Cada uno puede aportar su propia piedra para la construcción de la casa común. La auténtica vida política, fundada en el derecho y en un diálogo leal entre los protagonistas, se renueva con la convicción de que cada mujer, cada hombre y cada generación encierran en sí mismos una promesa que puede liberar nuevas energías relacionales, intelectuales, culturales y espirituales.
4. Los vicios de la política
Cien años después del fin de la Primera Guerra Mundial, y con el recuerdo de los jóvenes caídos durante aquellos combates y las poblaciones civiles devastadas, conocemos mejor que nunca la terrible enseñanza de las guerras fratricidas, es decir que la paz jamás puede reducirse al simple equilibrio de la fuerza y el miedo. Mantener al otro bajo amenaza significa reducirlo al estado de objeto y negarle la dignidad. Es la razón por la que reafirmamos que el incremento de la intimidación, así como la proliferación incontrolada de las armas son contrarios a la moral y a la búsqueda de una verdadera concordia.
En la política, desgraciadamente, junto a las virtudes no faltan los vicios, debidos tanto a la ineptitud personal como a distorsiones en el ambiente y en las instituciones. Es evidente para todos que los vicios de la vida política restan credibilidad a los sistemas en los que ella se ejercita, así como a la autoridad, a las decisiones y a las acciones de las personas que se dedican a ella. Estos vicios, que socavan el ideal de una democracia auténtica, son la vergüenza de la vida pública y ponen en peligro la paz social: la corrupción —en sus múltiples formas de apropiación indebida de bienes públicos o de aprovechamiento de las personas—, la negación del derecho, el incumplimiento de las normas comunitarias, el enriquecimiento ilegal, la justificación del poder mediante la fuerza o con el pretexto arbitrario de la “razón de Estado”, la tendencia a perpetuarse en el poder, la xenofobia y el racismo, el rechazo al cuidado de la Tierra, la explotación ilimitada de los recursos naturales por un beneficio inmediato, el desprecio de los que se han visto obligados a ir al exilio.
6. No a la guerra ni a la estrategia del miedo
7. Un gran proyecto de paz Celebramos en estos días los setenta años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que fue adoptada después del segundo conflicto mundial. La paz, en efecto, es fruto de un gran proyecto político que se funda en la responsabilidad recíproca y la interdependencia de los seres humanos, pero es también un desafío que exige ser acogido día tras día. La paz es una conversión del corazón y del alma.
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30 de diciembre de 2018
MUNDO CATÓLICO
NIÑOS ACÓLITOS DE LA SIERRA DEL PERÚ CANTAN VILLANCICO EN QUECHUA POR NAVIDAD
EL PAPA FRANCISCO VISITA A BENEDICTO XVI POR NAVIDAD
ACI
ACI
El coro de niños acólitos de la Catedral de Huancavelica, en la sierra sur del Perú, presentó “Belén portalpis”, un villancico navideño cantado íntegramente en quechua, lengua originaria de los Andes. “Belén portalpis Niñucha waqachkan Quchasapata Mascahuaspanchik”, cantan los niños peruanos en quechua. El español, esta primera estrofa se puede traducir como “en el portal de Belén el niñito está llorando, buscándonos a los pecadores”. “Cheqap kausaytam Apamuwanchik Qaku llapanchik Muchaycamusun”, añaden más adelante. Esto se traduce como “vida eterna nos trae. Vamos toditos a besarle”.
El Papa Francisco visitó la tarde del 21 de diciembre a su predecesor, el Papa Emérito Benedicto XVI, con ocasión de la celebración de la Navidad. De acuerdo a la Oficina de Prensa del Vaticano, el Santo Padre llegó al Monasterio Mater Ecclesiae a las 6:15 p.m. (hora local).
Huancavelica, capital del departamento del mismo nombre, fue fundada por los españoles en 1471 y cuenta actualmente con una población de alrededor de 50 mil personas. Se encuentra a cerca de 800 kilómetros al oeste de Cusco y a 427 kilómetros al sureste de Lima.
OBISPOS PIDEN QUE SE REANUDE DIÁLOGO ENTRE ELN Y GOBIERNO DE COLOMBIA
En su visita, Francisco le dio “el saludo de Navidad al Papa Emérito”. El Papa Francisco presidirá la tradicional Misa de Noche Buena el 24 de diciembre, que podrá ser vista a través de EWTN a las 3:30 p.m., hora de Lima, Quito, Bogotá y Miami. En Ciudad de México podrá verse desde las 2:30 p.m. El mensaje Urbi et Orbi del Papa del 25 de diciembre será transmitido a las 6:00 a.m., hora de Lima, Quito, Bogotá y Miami. En Ciudad de México podrá verse desde las 5:00 a.m.
LA COLUMNATA DE BERNINI EN EL VATICANO ESTRENA UN AMBULATORIO PARA PERSONAS SIN HOGAR
ACI
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Tres obispos colombianos de la región del Chocó pidieron al Gobierno y a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) reanudar el diálogo con miras a una “paz total e integral”. En un mensaje difundido el 22 de diciembre, Mons. Mario de Jesús Álvarez Gómez, Obispo de Istmina – Tadó; Mons. Hugo Alberto Torres Marín, Obispo de Apartadó; y Mons. Juan Carlos Barreto Barreto, Obispo de Quibdó; pidieron que ambas partes asuman “una actitud de escucha ante el reiterado clamor del pueblo chocoano”, para que así se pueda “ofrecer a la población de este territorio una Navidad que sea el comienzo de la anhelada paz total e integral”.
La famosa Columnata de Bernini, que abraza toda la Plaza de San Pedro del Vaticano, acoge a partir del sábado 22 de diciembre un ambulatorio médicosanitario para personas sin hogar de la ciudad de Roma.
Los más recientes diálogos de paz entre el Gobierno de Colombia y el ELN se establecieron en febrero de 2017. Sin embargo, al año siguiente, vencido el primer plazo de cese al fuego, el grupo guerrillero emprendió diversas acciones bélicas. Iván Duque Márquez, nuevo Presidente de Colombia que asumió el poder el 7 de agosto de 2018, puso como condiciones para retomar el diálogo con el ELN la liberación de todos los secuestrados que mantienen en su poder, así como la suspensión de sus actividades criminales.
Según informó la Limosnería Apostólica por medio de un comunicado de prensa, el nuevo ambulatorio, que sustituirá al de San Martino, en funcionamiento desde febrero de 2016, tendrá el nombre de “Ambulatorio Madre de la Misericordia” y es el regalo del Papa Francisco para esta Navidad de 2018 a los pobres de la capital italiana. La Columnata de Bernini se confirma, de esta manera, como un punto de referencia de asistencia y ayuda a los pobres de Roma, donde ya cuentan con vestuarios y duchas a su disposición, así como puntos de reparto de comida y otras asistencias. El ambulatorio cuenta con tres estancias para las visitas médicas, un despacho para la dirección, dos baños y una sala de acogida. Las instalaciones estarán abiertas tres días a la semana, lunes, jueves y sábado. Asimismo, el centro sanitario cuenta con un servicio de urgencias para peregrinos durante las Audiencias Generales del miércoles y otros eventos que congreguen a un importante número de personas en la Plaza y en la Basílica de San Pedro.
30 de diciembre de 2018
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¡FIN DE AÑO, BALANCE DE VIDA! Por: Silvia del Valle @SilviaMdelValle
Se acerca el fin de año y es necesario hacer un balance de lo que hicimos durante él. Es muy buena práctica cuestionarnos cómo fue este año que termina. Por eso quinte dejo mis 5Tips para hacer el balance del año que termina.
1
TRAE A LA MEMORIA LOS HECHOS MÁS IMPORTANTES DEL AÑO
2
HAZ UNA LISTA DE LO BUENO Y DE LO MALO
Es importante poner en papel todo lo que hicimos, así no lo olvidaremos y nos dará oportunidad de trabajar con todo eso.
Es importante darnos tiempo de pensar en lo que hicimos a lo largo del año. Yo te recomiendo que con un calendario cerca, pensemos mes con mes lo que sucedió para no olvidar nada. Si por algo no tienes claro algún evento puedes preguntar a las personas que te acompañaron para que tengas los mayores datos posibles.
Yo acostumbro hacer una lista de lo bueno y otra de lo malo. Esto me ayuda a ver que mi año ha estado lleno de actividades y cosas que se pueden ofrecer a Dios y agradecer por su infinita misericordia.
4
OFRECE A DIOS LO MALO
Para los hechos negativos o dolorosos el proceso es un poco más largo, porque además de ofrecérselos a Dios, es necesario pedirle que nos sane el corazón por las huellas que nos han dejado estos hechos y eventos negativos o dolorosos. Quizá haya que pedir perdón, quizá sea necesario reparar la falta cometida y acercarnos a alguien del que estábamos distanciados, etc. Una vez logrado esto. Podemos ir frente al Santísimo o frente al nacimiento y ofrecer nuestra lista a Dios.
3
AGRADECE A DIOS POR LO BUENO
Con la lista en la mano podemos hacer una pequeña ceremonia para agradecer a Dios por todos los dones recibidos a lo largo del año. Quizá puede ser frente al nacimiento o quizá ir a la iglesia y frente al Santísimo poner a sus pies la lista. El chiste es que sepamos agradecer a Dios por las gracias y favores recibidos.
5
¡QUÉ PROPÓSITOS VAS A TENER!
Ahora es tiempo de poner manos a la obra y ver cómo podemos crecer y llevar a cabo todo lo que no hicimos este año. También es tiempo de soñar y de ver cómo hacemos para que nuestros sueños se hagan realidad. Que este año que está por comenzar esté lleno del Amor de Dios. Que todo sea para la máxima gloria de Dios.
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30 de diciembre de 2018
30 DE DICIEMBRE
Pbro. José de Jesús Vázquez Aguirre Pbro. Pascual González Hernández Pbro. Rafael González Loza
31 DE DICIEMBRE
Pbro. José Sergio Ortíz Bermejo Pbro. Francisco Plascencia Vallejo Pbro. Francisco Javier González González
Encomendémonos a la Virgen pidiéndole que nos ayude a preparar el corazón para acoger al Niño Jesús en su Natividad Que el belén y el árbol, símbolos de la Navidad, lleven a las familias un reflejo de la luz y la ternura de Dios. Dios entra en la historia y lo hace con su estilo original: la sorpresa. El Dios de las sorpresas nos sorprende siempre. El Adviento es un tiempo para prepararnos a la venida de Jesús, el Príncipe de la paz. Un tiempo para hacer las paces con uno mismo y con el prójimo.
Claudia Rojas Silva
Colaboradores: Pbro. Jaime Enrique Gutiérrez Gutiérrez Pbro. Francisco Escobar Mireles Rosa García Pérez
Francisco Javier García Pérez
Héctor Javier Álvarez Romero
30 de diciembre de 2018
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LA SAGRADA FAMILIA PRIMERA LECTURA
Del primer libro de Samuel 1, 20-22. 24-28 En aquellos días, Ana concibió, dio a luz un hijo y le puso por nombre Samuel, diciendo: “Al Señor se lo pedí”. Después de un año, Elcaná, su marido, subió con toda la familia para hacer el sacrificio anual para honrar al Señor y para cumplir la promesa que habían hecho, pero Ana se quedó en su casa. Un tiempo después, Ana llevó a Samuel, que todavía era muy pequeño, a la casa del Señor, en Siló, y llevó también un novillo de tres años, un costal de harina y un odre de vino. Una vez sacrificado el novillo, Ana presentó el niño a Elí y le dijo: “Escúchame, señor: te juro por mi vida que yo soy aquella mujer que estuvo junto a ti, en este lugar, orando al Señor. Este es el niño que yo le pedía al Señor y que él me ha concedido. Por eso, ahora yo se lo ofrezco al Señor, para que le quede consagrado de por vida”. Y adoraron al Señor. Palabra de Dios: Te alabamos, Señor.
SALMO 83
R. Señor, dichosos los que viven en tu casa. Anhelando los atrios del Señor se consume mi alma. Todo mi ser de gozo se estremece y el Dios vivo es la causa. Dichosos los que viven en tu casa, te alabarán para siempre; dichosos los que encuentran en ti su fuerza y la esperanza de su corazón. Escucha mi oración, Señor de los ejércitos; Dios de Jacob, atiéndeme. Míranos Dios y protector nuestro, y contempla el rostro de tu Mesías
SEGUNDA LECTURA
De la primera carta del apóstol san Juan 3, 1-2. 21-24 Queridos hijos: Miren cuánto amor nos ha tenido el Padre, pues no sólo nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos. Si el mundo no nos reconoce, es porque tampoco lo ha reconocido a él. Hermanos míos, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado cómo
seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando él se manifieste, vamos a ser semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Si nuestra conciencia no nos remuerde, entonces, hermanos míos, nuestra confianza en Dios es total. Puesto que cumplimos los mandamientos de Dios y, hacemos lo que le agrada, ciertamente obtendremos de él todo lo que le pidamos. Ahora bien, éste es su mandamiento: que creamos en la persona de Jesucristo, su Hijo, y nos amemos los unos a los otros, conforme al precepto que nos dio. Quien cumple sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él. En esto conocemos, por el Espíritu que él nos ha dado, que él permanece en nosotros. Palabra de Dios: Te alabamos, Señor. ALELUYA, ALELUYA Abre, Señor, nuestros corazones, para que comprendamos las palabras de tu Hijo. ALELUYA, ALELUYA
EVANGELIO
Del santo Evangelio según san Lucas 2, 41-52 Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la fiesta, según la costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo supieran. Creyendo que iba en la caravana, hicieron un día de camino; entonces lo buscaron, y al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su busca. Al tercer día lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, sus padres se quedaron atónitos y su madre le dijo: “Hijo mío, ¿por qué te has portado así con nosotros? Tu padre y yo te hemos estado buscando, llenos de angustia”. El les respondió: “¿Por qué me andaban buscando? ¿No sabían que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?” Ellos no entendieron la respuesta que les dio. Entonces volvió con ellos a Nazaret y siguió sujeto a su autoridad. Su madre conservaba en su corazón todas aquellas cosas.
Jesús iba creciendo en saber, en estatura y en el favor de Dios y de los hombres. Palabra del Señor: Gloria a ti, Señor Jesús.
REFLEXIÓN
Por: Armando de León Rodriguéz Queridos hermanos y hermanas: En el Evangelio de hoy no encontramos discursos sobre la familia, sino un acontecimiento que vale más que cualquier palabra: Dios quiso nacer y crecer en una familia humana. De este modo, la consagró como camino primero y ordinario de su encuentro con la humanidad. En su vida transcurrida en Nazaret, Jesús permaneció sometido a la autoridad de sus padres, (cf. Lc. 2, 51-52). Así puso de relieve el valor primario de la familia en la educación de la persona. La Virgen María y San José introdujeron a Jesús en la comunidad religiosa, frecuentando la sinagoga de Nazaret. Con ellos aprendió a hacer la peregrinación a Jerusalén, como narra el pasaje evangélico que la liturgia de hoy propone a nuestra meditación. Cuando tenía doce años, permaneció en el Templo, y sus padres emplearon tres días para encontrarlo. Con ese gesto les hizo comprender que debía “ocuparse de las cosas de su Padre”, es decir, de la misión que Dios le había encomendado (cf. Lc. 2, 41-52). Este episodio evangélico revela la vocación más auténtica y profunda de la familia: Acompañar a cada uno de sus componentes en el camino de descubrimiento no sólo de la misión que Dios le ha encomendado y del plan que ha preparado para él, sino acompañar a cada uno de sus miembros en el camino del descubrimiento de Dios, fundamento seguro para la maduración personal, social y trascendente. La Virgen María y San José educaron a Jesús ante todo con su ejemplo: en sus padres, Él conoció toda la belleza de la fe, del amor a Dios y a su Ley, así como las exigencias de la justicia, que encuentra su plenitud en el amor (cf. Rm. 13, 10). De ellos aprendió que en primer lugar es preciso cumplir la voluntad de Dios, y confiar plenamente en Él, quien los sostendrá y los ayudará a salir adelante en los momentos de penumbra y oscuridad, en los momentos de incertidumbre e inseguridad. La Sagrada Familia de Nazaret es verdaderamente el “prototipo” de toda familia cristiana que está llamada a realizar la estupenda vocación y misión de ser célula viva no sólo de la sociedad, sino también de la Iglesia, signo e instrumento de unidad para todo el género humano. Es necesario anunciar con alegría y valentía el evangelio de la familia. Digamos a una voz con el Papa San Juan Pablo II: “Familias de todo el mundo: Ustedes son la esperanza de la humanidad”. Amén.
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Lagos de Moreno
Tostadas Guadalupe, S.A de C.V. Tel y fax: (378) 71-2 03- 12 y 712 - 20- 50 Carretera Tepa - Arandas KM12