¿PORQUÉ SE FRACASA EN LA LUCHA CONTRA LA DELINCUENCIA Y EL NARCOTRÁFICO? Por: Anibal Rossi1 Es muy difícil luchar contra el crimen organizado, la corrupción de las instituciones, el narcotráfico y las adicciones, pero es mucho más difícil cuando las políticas están erradas o no aportan soluciones.
No se deben llevar a cabo políticas de encarcelamiento solamente de los eslabones más débiles de la cadena delincuencial, ya que éstos son muy fácilmente reemplazables y para las organizaciones delictivas son descartables.
Tenemos en nuestra sociedad miles de criminalistas (cosa que no está nada mal), pero nos faltan criminólogos (expertos en etiología del delito). Por eso se atacan las consecuencias y se hace poco o nada por las causas.
Es políticamente rentable para los gobiernos mostrar cifras que impactan a la sociedad (como ser kilos, toneladas o litros de precursores químicos y drogas o la detención de decenas de personas), porque esto produce un efecto inmediato en los medios. Medios que muchas veces desvirtúan la realidad como por ejemplo cuando se dice se secuestraron varios kilos de cocaína de “máxima pureza”, cuando recién se toma conocimiento de un procedimiento que dio positivo a los reactivos de campo, pero que todavía no fue confirmado por ningún laboratorio que indique que se trata de esa droga y menos aún nada se sabe sobre la calidad de su pureza.
Pero lamentablemente no es rentable para las autoridades del gobierno una buena y trascendente campaña de prevención, donde los resultados se podrán comprobar a mediano o largo plazo, cuando es posible que ya estén en el poder otros gobernantes.
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Magister en Estupefacientes. Técnico Superior en Seguridad
Las estadísticas se esconden o se falsea la realidad y esto produce una labor casi imposible para poder evaluar el deterioro o el progreso de una determinada política.
Hay pocos profesionales de relevancia en la temática y a los pocos que existen no se los convoca para asesoramiento ni para la creación de políticas coherentes y estables en el tiempo.
Debido a esta causa los asesoramientos son malos o desastrosos y abundan los opinólogos y aquellos que actúan para proteger sus intereses sea de consumo o sea de ganancias de la ilegalidad.
Desgraciadamente el periodismo tiene muchas veces mucho que ver, haciendo opinar a profesionales de otras ramas (políticos, abogados, adictos no recuperados, a periodistas no especializados, legisladores sin ninguna preparación que cuentan a su vez con asesores no calificados, etc.)
La prevención se la debe utilizar debidamente ya que es una herramienta fundamental que puede conducir a una significativa merma de la oferta y la demanda. Esta medida perjudicaría a miles de personas que lucran con el sufrimiento la enfermedad y la muerte de muchos miles de personas en nuestro país y en el mundo.
Hace unos años teníamos buenas estadísticas como por ejemplo que sólo en nuestro país (Argentina) morían 20.000 y 30.000 personas anualmente por dos drogas “legales” o “socialmente aceptadas”, el alcohol y el tabaco (y esto era por los daños producidos en el organismo por estas dos sustancias, ello sin contar accidentes laborales, de tránsito, suicidios, homicidios, femicidios, riñas callejeras, violencia doméstica, etc).
Esto nos lleva a pensar seriamente, ¿si legalizamos una sola más la situación mejorará?
Perdón si ofendí o afecté a alguien con mi humilde elaboración de la situación, pero hay muchísimo más para hablar sobre este tema. En esta primera publicación, traté de ser lo más suave posible y les agradezco haber prestado atención a esta pequeñísima colaboración.