En un contexto actual donde las tecnologías de la información están insertas prácticamente en casi toda la ciudadanía, influyendo muchas veces en la libertad y la calidad de vida, desde las necesidades humanas, hasta los valores y modelos éticos, los estados como tales enfrentan desafíos sumamente complejos, donde se ven obligados a garantizar ciertos derechos que van de la mano de una moderna sociedad de la información que requiere ser protegida contra quienes le quieren hacer daño, a veces mediante la tecnología.