En 1920, la ley Seca entró en vigor en EEUU. Esta ley prohibía la manufactura, venta y transporte de bebidas alcohólicas. Esto provocó la creación de una gran industria clandestina que fabricaba alcohol que después era vendido en el mercado negro a un precio muy elevado. Esta alta rentabilidad atrajo a numerosos criminales como fue el caso de Al Capone.
En 1928, Al Capone toma posesión de una cadena de lavanderías a través de las cuales depositaba en los bancos dinero proveniente de actividades ilegales dándole una apariencia legal a esos ingresos. Esta adquisición dio lugar a la expresión lavado de dinero. Sin embargo, recién en 1986 se tipificó como delito en Estados Unidos con la aprobación de la Ley de Control del Lavado de Dinero, que contaba con una pena de hasta 20 años de prisión.