ACUERDO MIGRATORIO ENTRE UNIÓN EUROPEA Y TURQUÍA Por: Roberto Viesca1 La Unión Europea (UE) posmoderna, pacífica y cooperativista está entrando a una crisis existencial al estilo Jean Paul Sartre: es, pero no sabe si lo es o no. No sabe (o no quiere) ubicar su proporción ideológica fundacional a la corresponsabilidad inminente de la realidad cosmopolita globalizadora (de la cual es originaria) catalizada por una serie de consecuencias desfavorables como la guerra en Medio Oriente (si no perpetrada por la UE, si en apoyo con Estados Unidos). En la cosmopolita y globalizadora Europa, aún existen vicios irracionales de la idea de “superioridad racial” que pugnan contrariamente con los valores de democracia y derechos humanos que tanto dicen proteger y difundir por el mundo. La Europa del siglo XXI es una Europa dialéctica: por un lado es retrógrada, racista, xenófoba, interesada, negligente, subordinada, allanada y armamentista; por el otro es la “cuna de la civilización occidental”, demócrata, rica, poderosa, parlamentaria, ordenada, cosmopolita y un largo etcétera. Y en esta dialéctica, se presenta el reto para Europa de asumir las consecuencias de una guerra no perpetrada por ellos (pero si apoyada) en Medio Oriente y el recibimiento de refugiados (mal llamados inmigrantes) por ser una región rica pero también, estar en frontera casi inmediata con los conflictos que ahí se presentan. De esto resulta pensar, que la única ayuda momentánea que podría recibir la UE fuese de parte de Turquía: una nación constitucionalmente laica pero mayoritariamente musulmana sunnita y potencia en la región del Medio Oriente. El otrora Imperio Otomano figura en la palestra internacional, como una potencia de magnitudes medianas económica y socialmente hablando, pero magnitudes altas en cuanto a política y geografía se refiere. Turquía ha pretendido ser miembro de la UE desde 1963 cuando presentara su solicitud para su integración. No fue sino hasta 2005 que Ankara obtuvo estatus de candidato para su 1
Lic. En relaciones internacionales por la Facultad de Ciencias políticas de la UNAN. Secretario técnico de la Federación de América Latina y el Caribe de Clubes, Centros y Asociados (LACFUCA) de UNESCO.-
adhesión y tal vez, el momento de que la situación turca cambie radicalmente. Turquía posee un momento histórico para actuar y definir su política exterior hacia la UE y ésta usando un recurso “de oro” para arrodillar a Europa: los refugiados. El 18 de marzo pasado, la UE y Turquía firmaron un Acuerdo en el cual, el país asiático plantea regresar todos los inmigrantes ilegales que llegaron a la UE a cambio del traslado legal de los refugiados sirios a la UE desde Turquía, es decir, por cada refugiado devuelto a Turquía desde Grecia, otro refugiado será reasentado en la UE desde Turquía2. Así las cosas. La UE y Turquía juegan y deciden con el presente y el futuro de los refugiados ¿Y los Derechos Humanos que tanto defiende la UE dónde quedan? Hipocresía internacional. Además, Turquía logró una suma de seis mil millones de dólares ofrecidas por la UE para el reasentamiento de los refugiados hasta 2018, contemplando también la exención de visado hacia los 28 miembros de la UE antes de junio y la aceleración del proceso de adhesión. Todo esto será a partir del 4 de abril. Es de obviedad que la petición de adhesión turca resulte incómoda para los parlamentarios europeos por varias razones: 1) como se planteó anteriormente, Turquía es un país mayoritariamente musulmán y con grandes migraciones en Alemania, Holanda y Bélgica; 2) si en algún momento llegase la oportunidad de que Turquía formase parte de la UE, tendrían en sus fronteras inmediatas conflictos a escala regional como en Iraq o Siria, además de un conflicto interno con los kurdos (pueblo repartido entre Turquía, Siria, Iraq e Irán) con una población de casi 12 millones3; 3) Turquía superaría en número de votos a Alemania (país más poblado de Europa) en cuanto a las decisiones dentro de la UE, lo cual, estarían al margen de un país ajeno a la usanza occidental; 4) probablemente Turquía tendría que reconocer a la República de Chipre y no sólo la parte oriental turcochipriota de la isla.
1Financial Times, “EU and Turkey on collision course over refugee deal” http://www.ft.com/intl/cms/s/0/f50e7e3c-eba5-11e5-bb79-2303682345c8.html#axzz44RQ7GELy 3
Telesur: http://www.telesurtv.net/news/Turquia-lanza-nuevos-ataques-contra-los-kurdos-en-Siria--20160214-0012.html
Por todo lo anterior, aún se vislumbran pocas ventajas para Europa de la entrada a Turquía como miembro de la UE. Si ya Europa está mermando su capacidad democrática, de Derechos Humanos y de libertad de expresión, con la entrada del país asiático, todas éstas referencias quedarán en la ironía y disueltas en el olvido. La UE definitivamente estaría apostando a su antítesis. Hay más desventajas. Turquía tiene el equivalente de la población de diez miembros de la UE; el PIB turco equivale al 2% del resto europeo, es prácticamente igual al de Polonia, un 28% mayor al de Grecia y representa el 28% del PIB español. Su renta per cápita es el 30% de la media comunitaria y el 50% del comercio exterior turco se realiza con la UE4. Por otro lado, Turquía tiene serias acusaciones de faltas a la legislación internacional (como muchos otros, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido o Francia) como procesos de asilo inadecuados, violaciones a los derechos humanos y de libertad de expresión, persecuciones o no tener un debido juicio según marca la Convención de Ginebra. En conclusión, éste acuerdo cierra definitivamente las fronteras y las rutas migratorias para los refugiados5; pretende establecer un plan contingente y temporal con un claro enfoque de la “securitización” europea con un desproporcionado control migratorio. Como hemos venido diciendo, es una muestra más que la UE con tal de salvaguardar el interés geopolítico y económico, olvida sus valores fundacionales para establecer una política exterior interesada pasando por alto la violación de los derechos humanos de niños,
4 5
Revista Política Exterior: http://www.politicaexterior.com/articulos/sin-categorizar/turquia-en-la-union-europea-2/
Nota de Telesur: “Violaciones a las garantías del refugiado -El derecho de asilo, establecido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE. - Incumple la prohibición de expulsión o devolución establecida en el proyecto de la Convención de Ginebra, en el artículo 33, el cual establece que "ningún Estado Contratante podrá, por expulsión o devolución, poner en modo alguno a un refugiado en las fronteras de los territorios donde su vida o su libertad peligre por causa de su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social, o de sus opiniones políticas". -Quebranta la Convención sobre los Derechos del Niño, tratado universal que se aprobó en 1989 para defender en el mundo los derechos de la infancia, uno de los colectivos más vulnerables en la actual crisis de refugiados, pues el 40 por ciento de las personas que llegan a las costas griegas son menores de edad.”
mujeres, ancianos y hombres que sufren secuelas de una guerra ajena y como parteaguas, el objetivo cometido de Turqu铆a y la completa genuflexi贸n europea s贸lo para deshacerse de los refugiados. Gran pena da la Europa actual.