BRASIL ANTE LA DESTITUCIÓN PRESIDENCIAL Por: Martín Canepa 1 El conflicto La crisis política que castiga a Brasil, pone en jaque a varios países de la región, tanto desde el punto de vista político como económico. Plantea la necesidad de establecer un enfoque multidimensional para poder comprender cuales serían las consecuencias de la destitución de la primera mandataria brasilera. El análisis del conflicto permite plantear la cuestión como un problema de tipo no solo nacional sino también regional. Desde el primer punto de vista, es importante destacar que la decisión de llevar a cabo un juicio político a un presidente, su posterior puesta en funcionamiento y eventual condena que termine en destitución, no es tarea fácil. El régimen constitucional brasilero prevé determinadas mayorías especiales para poder lograr el inicio del juicio político, que difícilmente podrían alcanzarse si no fuere por el acuerdo de distintos grupos parlamentarios, provenientes de diversos partidos políticos. El hecho de que se haya acordado dar inicio a este procedimiento supone un acuerdo por parte de los distintos grupos nacionales. La eventual destitución de Dilma Rousseff supone un quiebre en la conducción política iniciada por Lula da Silva y un rechazo a las políticas que el gobierno de Brasil ha llevado a cabo en los últimos años. La región Desde el punto de vista regional, se plantea en el ámbito del Mercosur, la posibilidad de aplicar la llamada “Cláusula Democrática” ante una eventual destitución de la primera mandataria brasilera. Esta posibilidad, esgrimida por algunos países de la región, exige analizar los requisitos para poder aplicar la mencionada cláusula. En el ámbito del Mercosur, es el Protocolo de Ushuaia, el que determina la aplicación de la cláusula democrática. Establece que se aplicará en los casos de ruptura del orden democrático. El problema que se plantea consiste en la falta de definición de este concepto, ya que en ningún artículo del texto se explica el contenido de lo que se entiende por ruptura del orden democrático. Desde un primer enfoque y teniendo en cuenta la historia reciente de golpes de estado, que han tenido lugar en Latinoamérica, parecería que el 1
Abogado, docente de la UBA.
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único supuesto sería el de quiebre institucional causado por un golpe militar. Sin embargo, en el caso de la suspensión del Paraguay de los órganos del Mercosur, decidida en el año 2012, por la cumbre de presidentes del Mercosur reunida en Mendoza, ésta última consideró que la destitución del presidente Lugo constituyó un golpe institucional, que provocó una ruptura del orden democrático paraguayo. La discusión subyace en torno a si es posible asimilar la idea de ruptura del orden democrático a la destitución de un presidente en base a un determinado proceso. Estos procedimientos de enjuiciamiento y destitución, que se aplican no solo a los presidentes sino también a otros funcionarios públicos y son previstos en los textos constitucionales de los distintos Estados son procesos que requieren mayorías especiales, en ciertos casos, similares a las necesarias para reformar las mismas constituciones. Esto implica que no se trata de procedimientos sencillos, sino que por el contrario requieren de un consenso profundo de los distintos grupos políticos en el seno del Parlamento para poder lograr la destitución. En consecuencia, resulta poco convincente la posibilidad de considerar como ruptura del orden democrático la destitución de un presidente como resultado de un proceso llevado a cabo en virtud de preceptos constitucionales.
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