FORTALEZA SUPERBOWL Por Ariel Rothstein
Viernes 13 de noviembre de 2015, en el mundialista Stade De France, ubicado en el municipio de Saint Denis cercano a la ciudad luz, juega la selección gala frente a los campeones del mundo, la siempre aguerrida Alemania. Son más de ochenta y un mil aficionados. Entre ellos, se encuentra el máximo dignatario del país anfitrión, Francois Hollande. Van viente minutos de juego. Con el balón en disputa se oye, a lo lejos, una detonación, esta es cercana al acceso D. Más tarde otra, ahora a metros de la puerta H y finalmente otra. Es el inicio de una jornada sangrienta. Francia se hunde en dolor ante un ataque terrorista despiadado y efectivamente coordinado en diferentes puntos de París. La osadía del ataque en un espectáculo masivo que cuenta con cientos de policías, personal privado de vigilancia además de los servicios de inteligencia ante a la visita de Hollande, pone en alerta un 2016 cargado de grandes eventos, llamando la atención a los servicios de seguridad a nivel global. El primer gran espectáculo deportivo se disputará en Santa Clara, California. Allí y a una hora, en auto, de San Francisco se encuentra el Levi's Stadium. Inaugurado en 2014 y con capacidad para más de setenta mil espectadores, será sede del SuperBowl 50. Históricamente la gran final del football americano es protegida con recelo hasta los extremos. Cabe recordar que en la ciudad de New Orleans se disputó la edición 36 a tan solo cinco meses de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, desde aquel entonces es nombrado "Evento especial de seguridad nacional". Él SuperBowl no inicia el próximo 7 de febrero. Tampoco la semana previa con la innumerable cantidad de fiestas para los aficionados, entrenamientos de los finalistas y el día de medios, momento en que periodistas de todo el mundo conviven con los protagonistas del gran juego americano. No, el SuperBowl 50 ya inició. Primero hace dos años cuando se anunció esta sede. Y luego en el pasado mes de octubre. En aquella ocasión jugaron los locales San Francisco 49's ante los Seattle Seahawks. Allí se desarrolló un simulacro de cómo debían actuar las fuerzas policiacas y elementos de corporaciones privadas quienes tienen a cargo la revisión de los asistentes al inmueble.
La sangrienta noche parisina de noviembre generó el redoble de esfuerzos en el Departamento de Seguridad Interior de los Estados Unidos y el FBI. Como primera medida aseguraron que no existe amenaza alguna hacia los estadios de la NFL. Luego anunciaron un aumento de efectivos en el estadio, la periferia y el estacionamiento. El siguiente paso que han dado es el de comprender cómo actuaron las células terroristas en Francia. Expertos en materia de seguridad afirman que los blancos fueron sitios donde la seguridad era mínima y desprotegida. Es por ello que se atacó un teatro y no la zona de la Torre Eiffel. Claro está, el Stade de France rompe con la teoría aunque los ataques fueran cercanos a los accesos y no en el inmueble propiamente dicho. Además se debe tener en cuenta que la mayor cantidad de víctimas se concentraron en restaurantes y sitios de esparcimiento y no el estadio antes mencionado. Mike Sellers, jefe de al policía de Santa Clara, comentó que esperan ser capaces de aprender de lo sucedido y ver cómo fue la seguridad en esos lugares en comparación con su robusto plan de seguridad pública. Por lo que la mayor preocupación se centra a las afueras del estadio y en los eventos festivos durante la primera semana de febrero. La calle es la principal zona de conflicto. En la región comprendida por San Francisco, San José y Santa Clara se espera la participación de más de un millón de personas, número que rompe todos los récords en la historia de la NFL y el SuperBowl. Jamie Matthews, Alcalde de Santa Clara, expresó "la total confianza al plan trabajado por Seguridad Interior, la NFL, socios y el propio gobierno". Para ello, declaró, se utilizarán sensores electrónicos y equipos de alta tecnología para revisar autobuses y trenes ligeros que lleguen a la zona del estadio. Para el día del juego la zona al Levi's estará blindada. Quien no tenga tickets difícilmente podrán acercarse a más de 350 metros del estadio. Es costumbre americana vivir la previa del juego realizando carnes asadas, típicos pic-nics, juegos familiares y convivencia entre aficionados en el parque de estacionamiento. Dicha tradición no será cancelada, pero definitivamente la misma estará acompañada celosamente por decenas de efectivos de la policía local. Ingresar al estadio será como acceder a una sala de abordaje de cualquier aeropuerto internacional. Arcos detectores de metales, no líquidos, no elementos punzantes, cámaras de vigilancia atentas a
cualquier sospecha, agentes especializados en detección de explosivos, fuerzas de élite, unas muy visibles con armamento de guerra y otras poco o nada perceptibles al ojo del espectador. El espacio aéreo de la zona estará restringido para vuelos comerciales. Solo se verá afectado por helicópteros con permisos especiales. Puntualmente los que pertenecen a las compañías que transmiten para la televisión. La utilización de Drones por diversión o por algún medio de comunicación está prohibida además de generar un serio compromiso legal de no acatar la orden. Siendo este un medio de ataque que causa consternación en las autoridades. Tan solo en 2015 se vendieron en territorio estadounidense setecientos mil Drones. Cazas bombarderos de la Fuerza Área y de la Marina no solo le darán la bienvenida al evento con su vuelo rasante desprendiendo el humo rojo, azul y blanco de la bandera americana. También custodiarán el cielo californiano antes, durante y después al espectáculo que rompe todos los ratings de televisión. En las últimas horas Michael Ernst, vocero del FBI en San Francisco, anunció que desde el 2014 se han realizado quince ataques a lineas de fibras ópticas en la zona. Las mismas son fundamentales para toda clase de comunicación y envíos de datos. Se intenta determinar si existe alguna relación con el evento. Se evalúa hasta estos momentos el riesgo y amenaza, si es parte de algún plan mayor o si quienes perpetraron los ataques lo hicieron con la finalidad de, también, evaluar la respuesta de las autoridades. Lo cierto es que los ataques ocurrieron en tres puntos diferentes de la zona. El primero a sesenta y cuatro kilómetros, otro a treinta y dos y el último a tan solo ocho kilómetros del estadio. Desde los aviones comerciales del 2001, a un grupo como el que atacó París, hasta los Lobos Solitarios que asolaron Boston y San Bernardino. El abanico del terror es grande y, en estos días, cualquier cosa es posible. La prevención, el celoso accionar, la autoridad en su máxima expresión, la tecnología y la inteligencia, todas las fuerzas en estrecha colaboración y los gobernantes preocupados hacen de esta fiesta deportiva una fortaleza. El espíritu del Football Américano enseña que cada componente del equipo debe cumplir efectivamente su labor individual en función de una victoria grupal. No hay dudas que este es el lema de las autoridades para que el SuperBowl acabe en paz.