LA CRISIS EN ORIENTE MEDIO ENTRE EQUILIBRIO E INSTABILIDAD Y SUS REFLEJOS POR LATINOAMÉRICA
ENTREVISTA REALIZADA AL DR. DAVIDE CAOCCI
Dr. Davide Caocci, Consultor en estrategias de desarrollo, Relaciones Internacionales y Asuntos Europeos.
MI: ¿Cree Ud. que la nueva gestión de Trump en EEUU facilitará una vía de resolución del conflicto en MO? DC: La Presidencia Trump probablemente se caracterizará por un fuerte apoyo a Israel con todo lo que esto implicará en las relaciones con la Autoridad Palestina y para el proceso de distensión en la región. Pero igualmente tendremos que esperar el 20 de enero cuando asumirá oficialmente su carga para la presentación de las líneas directrices de la política exterior con su nuevo Secretario de Estado. Tenemos que recordar que el conflicto en Oriente Medio es mucho más amplio y complejo, y no podemos pensar sólo en Israel y Palestina sin mirar por lo menos a Siria, Irak y Turquía de un lado y Libia y Egipto por otro.
MI ¿Cree Usted que todas las partes involucradas poseen el mismo nivel de compromiso para la resolución del conflicto? DC: Las partes en el conflicto, o mejor dicho, de los conflictos, en Oriente Medio son innumerables y puedo decir que en este momento ninguna está seriamente convencida de poder llegar a una solución rápida. En particular, EEUU y Rusia tienen un interés común en el mantenimiento de un nivel de alta tensión para utilizar este terreno de juego para su enfrentamiento.
MI: ¿Qué papel tienen los medios de comunicación occidentales en la representación de Oriente Medio ante el mundo? DC: Los medios de comunicación de masa de Europa y Norte América son muy influyentes en la construcción en el resto del mundo de la percepción de Oriente Medio y de lo que sucede allí, especialmente para la caracterización dicotómica y simplista “bien contra mal”. Afortunadamente, ahora también se puede acceder a otras fuentes de información para alimentar el espíritu crítico y perfeccionar nuestros juicios sobre la realidad.
MI: ¿Ve usted en la actualidad, como decía Huntington, un choque real de civilizaciones? DC: Actualmente, más de un choque entre civilizaciones somos testigos de la perpetuación del conflicto global entre bloques que continua después de la caída del muro de Berlín y el fin de las ideologías encontró en este contexto un nuevo marco donde justificarse ante el mundo: no más sistemas políticos y económicos opuestos con sus visiones del mundo, sí bien “culturas”, y más precisamente religiones, sin embargo solo para enmascarar los intereses económicos de siempre.
MI: ¿El triunfo de Trump en EEUU representa una amenaza mayor (en comparación a administraciones anteriores) para la región? DC: La presidencia Trump parece se presentó con tonalidades sombrías y violentas en sus declaraciones hechas durante la campaña electoral para la política exterior. Pero hay que reconocer que gobernar un país como EEUU será una tarea diferente: las presiones que el nuevo presidente tendrá que sufrir por parte de los muchos centros de poder y los equilibrios que tendrá que establecer van a proporcionar en los próximos meses la verdadera cara de la nueva administración de Washington.
MI: ¿Dónde existe mayor inestabilidad, en la democracia o el capitalismo? DC: Debo admitir que, históricamente, los modelos de democracia y capitalismo se desarrollaron y difundieron juntos con el dominio del mundo antes de Europa y a continuación de EEUU. Hoy en día, los dos modelos son igualmente en crisis: el capitalismo parecía haber ganado el sistema del socialismo planificado y la democracia representativa los estados totalitarios, pero la pobreza, la desigualdad y la marginación siguen al presente como plagas no sólo en los países en desarrollo, sino también dentro de los mismos países ricos. La actual crisis puso de manifiesto que el sistema mundial es inestable e inviable y que la salida no puede ser sólo de carácter económico y financiero, sino sistémica: es esencial y
urgente desarrollar un nuevo modelo de regulación de la convivencia humana desde lo cívico-político hasta lo económico.
MI: Ante las declaraciones de Donald Trump condenando el papel de EEUU en los asuntos internos de Medio Oriente y sus efectos en la seguridad global: ¿Qué repercusión tendrá la victoria del empresario en la inestabilidad de la región? ¿Por qué distintos actores políticos de la región emitieron gestos de aprobación ante el resultado electoral? ¿Los ejes de la política exterior estadounidense serán intervencionistas o de "no injerencia"? DC: Durante la campaña electoral, Donald Trump declaró claramente su voluntad de dedicar más recursos y atenciones a las necesidades internas de EEUU, incluso dejando muchos de los frentes internacionales donde se comprometieron las anteriores administraciones. Parece clara la línea de sacarse de encima el histórico papel de gendarme mundial, a pesar de que las recientes decisiones para la composición del gabinete presidencial (con cinco viejos generales) requieren una precaución en la emisión de cualquier evaluación. Además, las fuertes relaciones entre el presidente y los sectores pro-israelíes necesariamente tendrán influencias sobre las opciones de política exterior de la Casa Blanca. Trump tiene el deseo de jugar más en el tablero de ajedrez económico que en el militar, pero en este momento no es posible predecir cuál será la evolución real de la dinámica global que se enfrentará mañana.
MI: Observando y analizando con atención el marco de impunidad actual que sufre Latinoamérica frente al combate de las actividades ilegales como el narcotráfico y el lavado de activos, y las diversas sospechas y denuncias que se han hecho frente a la muy posible presencia de grupos islámicos radicales en la región y su posible enraizamiento en ella a partir de esa impunidad reinante, ¿Cuál cree usted que es el real o verdadero panorama que están viviendo actualmente los países de América Latina respecto a una (o varias) posibles
amenazas por parte del radicalismo islámico? y ¿Cuáles cree usted que son esos factores o elementos, propios de la región Latinoamericana que podrían contribuir a su incubación? DC: Hoy en día, puedo decir con una cierta seguridad que en los países de Latino América no hay un riesgo real e inmediato por parte del fundamentalismo islámico y esto por al menos tres razones: i.
no son activamente desplegados del lado de EEUU en las operaciones militares de campo (en particular, Irak , Afganistán, Siria);
ii.
no representan centros emblemáticos que puedan justificar que se consumen episodios sensacionales en el escenario internacional (como los últimos ataques terroristas en Francia y Alemania);
iii.
no permiten un tránsito facilitado a América del Norte o Europa y por lo tanto no sirven como “puente”.
La única función que la región podría eventualmente desempeñar en la estrategia global del terror sería como lugar de “descanso” y “reciclaje” para determinados recursos de la primera línea de la organización, si bien la logística puede todavía representar un obstáculo.
MI: El hecho de que Panamá sea el único país de América Latina que pertenece de manera abierta desde el año 2015 a la coalición internacional, liderada por Estados Unidos para combatir de manera abierta el radicalismo islámico, a su parecer, ¿Brinda las razones suficientes para que, en caso tal de que haya una expresión (por mínima que sea) en Latinoamérica, del conflicto que sufre hoy por hoy el Medio Oriente, suceda en Panamá? DC: A pesar de que Panamá es formalmente parte de la coalición internacional contra el extremismo islámico al lado de EEUU, no creo que por eso pueda convertirse en un verdadero objetivo de ataques terroristas por dos razones: en primer lugar, por su rol estratégico muy marginal dentro de la alianza; en segundo lugar, por la importancia del centro bancario de Panamá para el movimiento de los flujos de dinero sin excesivos
controles que es una ventaja para todas las organizaciones internacionales, incluyendo a las criminales.
MI: ¿Piensa usted que el hecho de que Panamá se haya adscrito formalmente a esa coalición internacional es una medida suficiente para contrarrestar la posibilidad que brinda el sistema financiero panameño a la fácil financiación de cualquier grupo islámico radical que pueda existir en la región Latinoamericana? o por el contrario, ¿Puede ser un punto de explosión del conflicto en la región? DC: Evaluar el real alcance y las consecuencias de la alianza de Panamá contra el terrorismo islámico internacional lleva tiempo. En particular, el papel histórico que el sistema panameño jugó a nivel mundial para el manejo de los flujos de capital y la organización de las grandes empresas multinacionales es una ventaja competitiva que ningún actor puede permitirse el lujo de perder, incluyendo entre estas las redes terroristas globales. Así que creo que es muy difícil imaginar episodios de violencia relacionados con el extremismo en Panamá.
Agradecemos la colaboración de Anabella Cingulani, Omar Terrazas, Jacob Mendoza y Luisa Fernanda Herrera García del equipo de Mente Inter-Nazionale y especialmente al Dr. DAVIDE CAOCCI.