LA LUCHA POR PENDIENTES
EL
MEDIO
AMBIENTE:
ACCIONES
Y
CUENTAS
Por: Laura Santacruz1 “Go wild for life” (Vuélvete salvaje por la vida), es el eslogan de este año del Día Mundial del Medio Ambiente, que tendrá lugar este 5 de junio. El tema de 2016, está centrado en la lucha contra el comercio ilícito de la fauna y flora silvestre, que tiene como consecuencia la erosión de la biodiversidad y pone en riesgo la supervivencia de diversas especies. Naciones Unidas, en 1972, establecería este día como el canal para fomentar la sensibilización mundial sobre el medio ambiente, promoviendo la atención y acción política en torno al tema, motivando a la sociedad a volverse agentes del desarrollo sostenible y equitativo. Pero más allá de dar origen al Día Mundial del Medio Ambiente, 1972 marcó un parteaguas para la temática ambiental gracias a la celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano o Conferencia de Estocolmo. Ésta sería la primera conferencia enfocada en cuestiones ambientales internacionales y representaría el primer intento por dar respuesta a las exigencias y necesidades que conforme al tema comenzaban a tomar forma. Eventos ocurridos a finales de los 60 y principios de los 70, como el desastre de vertido de petróleo del Torrey Canyon en las costas de Inglaterra y Francia; las pruebas nucleares de Estados Unidos en el Archipiélago de Amchitka, Alaska; y la declaración de científicos suecos sobre la muerte de diversos organismos como consecuencia de la contaminación atmosférica de Europa Occidental; alertaron a la comunidad internacional sobre la necesidad de actuar ante la problemática. Como consecuencia de la Conferencia de Estocolmo se emitió un Plan de Acción con 10 Recomendaciones, que sin embargo no impidieron que problemas como el agotamiento del ozono, el calentamiento global y la degradación de los bosques, se fueran agravando. Ante la situación, en 1983, se establecería la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el
1
Licenciada en Relaciones Internacionales por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Desarrollo, y más tarde, en 1992, tendría lugar la Cumbre por la Tierra celebrada en Río de Janeiro, Brasil. El éxito de esta cumbre se puede resumir en la aprobación del Programa 21, enfocado en promover el desarrollo sustentable; y la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, en la que se definían los derechos civiles y obligaciones de los Estados con respecto al tema. Asimismo, daría pie al establecimiento la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, encargada de velar por el cumplimiento de las metas derivadas de la cumbre. En el mismo año se aprobaría la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), marco jurídico en el que en 1997, se aprobaría el Protocolo de Kyoto, cuyo objetivo se centró en la reducción de gases invernadero en la atmósfera. Siguiendo este camino, el nuevo siglo entró de la mano con el compromiso medioambiental, y los Objetivos de Desarrollo del Milenio contemplaban la Garantía de la Sostenibilidad del Medio Ambiente entre sus puntos. En fechas más recientes, las acciones en pro del medio ambiente vieron un impulso con la aprobación del Acuerdo de París en diciembre de 2015, hasta la fecha firmado por 177 países, mediante el cual se pretende contribuir a los esfuerzos internacionales para asegurar un futuro sostenible, manteniendo el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados, asegurando acciones para reducir las emisiones y adaptarse al cambio climático a través de la descarbonización del suministro de energía apostando por la energía renovable, mejoras en la eficiencia energética, mejora en la gestión de la tierra, planificación urbana y de transporte. Y tampoco podemos dejar de mencionar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que entró en vigor este 2016, compuesta por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), cuyo eje de acción gira en torno a tres temáticas principales: la erradicación de la pobreza y el hambre, la consecución de educación y servicios médicos universales y la protección de los ecosistemas marinos y terrestres.
Es así como la comunidad internacional ha pretendido caminar hacia la construcción de un mundo sustentable; sin embargo, los pasos que comenzaron a darse hace más de 40 años no parecen haber sido lo suficientemente fuertes para impactar de manera positiva en el medio ambiente. La humanidad no ha sido capaz de disminuir y mucho menos detener la quema de combustibles fósiles, y ha aumentado la producción y comercio de productos sintéticos, liberando tóxicos que amenazan la existencia de vida en el planeta. Asimismo se han incrementado los niveles de contaminación en los océanos causada por las actividades marinas (extracción de combustible, transportes, y pesca) y por las grandes cantidades de desechos y contaminantes vertidos sobre él. Mientras que la industria, la falta de medidas y la pasividad social han contribuido a que casi un 80% de los bosques del mundo hayan sido degradados o destruidos. Mientras que no podemos ignorar dos aspectos fundamentales que contribuyen a la crisis medio ambiental en que nos encontramos: la agricultura no sostenible (agricultura industrial) y el sector ganadero. Con respecto a la primera, responde a un modelo asociado a la deforestación de ecosistemas, el uso desmedido de recursos hidráulicos, y
la
contaminación de agua y suelos por el uso de fertilizantes, insecticidas, herbicidas y fungicidas. Mientras que, en lo que respecta al sector ganadero, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el ganado es uno de los principales responsables de los graves problemas medioambientales de hoy en día, ya que este sector genera el 18% de los gases de efecto invernadero, pero es también una de las principales causas de la degradación de recursos hidráulicos y del suelo (70% de los bosques desaparecidos en el Amazonas han sido destinados a pastizales, y 20% de los pastizales han sido degradados por el sobrepastoreo).2 Cerrando este cuadro, nos encontramos también con la situación que concierne este año al Día Mundial del Medio Ambiente: El comercio ilícito de la flora y la fauna silvestre. El 2
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). La ganadería amenaza el medio ambiente. Disponible en: http://www.fao.org/Newsroom/es/news/2006/1000448/index.html
auge de esta actividad ha contribuido a la erosión de la diversidad en la tierra, llevando al borde de la extinción a especies enteras; en los últimos años se ha puesto en peligro a elefantes, rinocerontes, tigres, gorilas y tortugas marinas, así como orquídeas silvestres y maderas como palo de rosa, y se ha presenciado la extinción completa de algunas especies. Como consecuencia de la convergencia de todas estas acciones, la crisis ambiental y el cambio climático se presentan más tangibles que nunca; el derretimiento de los glaciares, el aumento en el nivel del mar, el incremento de las olas de calor, sequías, incendios, inundaciones, expansión de enfermedades y colapso de ecosistemas se han vuelto parte de nuestro entorno. En el mismo año en que se celebraba la Conferencia de Estocolmo, el Club de Roma daba a conocer el Informe titulado Límites de Crecimiento, que vaticinaba el futuro de nuestro planeta: “Si se mantienen las tendencias actuales de crecimiento de la población mundial, industrialización, contaminación ambiental, producción de alimentos y agotamiento de los recursos, este planeta alcanzará los límites de su crecimiento en el curso de los próximos cien años. El resultado más probable sería un súbito e incontrolable descenso tanto de la población como de la capacidad industrial.”3 Han transcurrido casi la mitad de los cien años que se planteaba el informe, y la situación del planeta nos exige la toma de medidas concretas para contrarrestar todo el daño que hemos hecho. Como sociedad nos corresponde actuar, cambiar hábitos de consumo y patrones de comportamiento, educar y fomentar en la cultura ambiental, y comenzar a trazar el camino hacia un desarrollo sostenible; pero también nos obliga a exigir el cumplimiento de leyes nacionales e internacionales de protección ambiental, porque tenemos el derecho de un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible.
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Meadows, D.H.; Meadows, D.L.; Randers, J; Behrens. Los límites del crecimiento: informe al Club de Roma sobre el predicamento de la Humanidad. Disponible en: http://www.aytotoledo.org/medioambiente/a21/limitescrecimiento.pdf