Más allá que sólo una visita... Por: Yunuén H. Peñuelas A unas cuántas horas de la llegada del papa Francisco, un México herido se prepara arduamente para recibir al jefe del Estado Vaticano. Visitando algunos estados de la república, el Papa no solo pretende ofrecer misas a la población mexicana, si no abordar temas de relevancia para su papado. Habiendo presentado con anterioridad ciertas molestias hacia la jerarquía católica mexicana, el pontífice, como buen pastor viene atender a las ovejas descarriadas. Cronograma La llegada del Papa a la Ciudad de México está programada para el día de hoy, 12 de febrero, a las 19:30 horas del día en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez. De su estadía se pueden resaltar días claves que serán de gran importancia para su itinerario. El sábado 13, tendrá una reunión con el presidente de México, Enrique Peña Nieto y otras autoridades en Palacio Nacional, donde será recibido de manera oficial siendo el primer pontífice recibido de manera oficial. El mismo día el papa recibirá las llaves de la Ciudad de México en el zócalo, las cuáles serán otorgadas por el jefe de Gobierno del D.F., Miguel Ángel Mancera. El domingo 14 se ha programado una visita al Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, que en 1979 había sido visitado por el papa Juan Pablo II, el cuál se especializa principalmente en el área de oncología. Lo que continúa demostrando la intención del Papa Francisco a apelar a las clases bajas y la juventud. El lunes 15 visitará una de las entidades con menor población católica; Chiapas, por ser la entidad con mayor población indígena. El papa ofrecerá una misa a los indígenas del estado, el grupo más marginado y en situación de pobreza extrema. Más tarde se reunirá con las familias mexicanas de Tuxtla Gutiérrez con el fin de transmitir el mensaje de mantener la familia unida ante Dios. El martes 16 hará una visita al estado de Michoacán, entidad meramente católica que vive con la presencia de la violencia producida por el crimen organizado y en dónde apenas el día de ayer se le dio un cierre a la etapa de autodefensas, con el fin de crear un impacto positivo a través de la fe. El miércoles 17 el papa Francisco estará viajando a otra entidad con heridas sociales, Chihuahua. Con la intención de abordar el tema de los migrantes y los presos, el pontífice estará presente en Ciudad Juárez, donde ofrecerá una misa fronteriza para aquellos que han sido víctimas de la trata de personas.
Antecedentes México, siendo un país puramente guadalupano, se ha preparado para la llegada del Papa con gran entusiasmo. Sin embargo, la visita podría significar mas allá que un acto de fe por una figura religiosa, también representa una cuestión política. Dentro de esta se crearía un preámbulo para tratar temas que han dañado a la sociedad mexicana principalmente siendo la corrupción, el crimen organizado, la trata de personas y la guerra que se ha presenciado del Estado contra la iglesia católica. El tema del crimen organizado ha sido de gran relevancia para Francisco, ya que ha mostrado intenciones de combatir este mismo, siendo el caso de julio del 2014, donde excomulgó a la mafia italiana. Pero, ¿lo veremos excomulgar al crimen organizado mexicano? Si bien algo que ha dejado en claro el papa es que no viene solamente a pasar la canastilla. Francisco ha expresado que hay conocimiento sobre el dinero sucio que ha llegado a la iglesia católica, dinero del que no rinden cuentas muchos sacerdotes y obispos, por que es dinero proveniente de las limosnas del crimen organizado. Esta situación ha molestado al Papa, debido a que la iglesia católica mexicana ha demostrado poco esfuerzo en este punto. Situación que pretende abarcar durante su estadía en el país. Por el otro lado, ante la caída de la popularidad del presidente Enrique Peña Nieto, debido a los grandes niveles de corrupción en las altas jerarquías de la política mexicana, la inseguridad y la inestabilidad socioeconómica, otorgan a la visita del papa el espacio para que se convierta en un milagro político para la imagen de Peña Nieto. Mientras que hay mexicanos que esperan que el Papa Francisco aproveche de esta visita para revocar el gobierno mexicano, hay quienes lo ven como una oportunidad para que el gobierno –o específicamente, el presidente- gane de nuevo cierto nivel de confianza o credibilidad ante el país. El tiempo corre deprisa y las horas se acortan a la llegada del Jefe de Estado del Vaticano, mientras tanto sólo podemos preguntarnos si su visita será el bálsamo que todo el país necesita ante los acontecimientos sociales que han afectado a nuestra patria.