REVOLUCIONES TECNOLÓGICAS Y CRECIMIENTO ECONÓMICO 2a parte: Fase de maduración Por: Jacob Mendoza1 En la nota anterior escribí que la volatilidad en los precios del petróleo de los últimos años refleja, entre otros, la dependencia que mantiene el sistema económico actual del hidrocarburo en cuestión. También argumente, que el desarrollo de las innovaciones digitales no ha ejercido un impacto profundo sobre el patrón de acumulación, como lo hicieron en su momento el motor de combustión interna y la electricidad. El crecimiento de la informática y sus componentes han incrementado la velocidad de circulación del dinero, pero ello no se ha traducido en un aumento significativo de la tasa de ganancia, por lo cual no puede llamársele “revolución tecnológica”. Continuando con el mismo argumento, toca verificar que el fin de la era petrolífera no se encuentra cerca. Lejos de ser sustituido por un nuevo componente energético, el combustible fósil y el motor de combustión interna parecen haber encontrado su fase de maduración. Actualmente, no existe un componente energético con tal autoridad para sustituir al petróleo como eje central de las fuerzas productivas. De acuerdo con Sandoval (2015), las revoluciones tecnológicas que se han presentado a partir del siglo XVIII, “han sido producto principalmente de innovaciones revolucionarias en el campo de la energía, a través de una doble innovación: la substitución del energético principal por uno nuevo y la invención de un motor acorde con ese energético” (Sandoval 2015, p. 1). Estos dos aspectos forman la parte medular del modelo energético predominante, “durante el cual se produce una renovación general de las actividades económicas mundiales, así como aspectos claves de las políticas y sociales” (p, 1). 1 Mg. En Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México
En ese mismo texto, Sandoval cita a Carlota Pérez en: Technological Revolutions and Financial Capital (Edward Elgar, 2002, Northampton, USA), definiendo una revolución tecnológica como “un racimo potente y altamente visible de tecnologías, productos e industrias nuevas y dinámicas, capaz de provocar un trastorno de la entera estructura de la economía y de propulsar un incremento de largo plazo del desarrollo. Es una constelación fuertemente interrelacionada de innovaciones técnicas, que incluye generalmente una extensa inversión de bajo costo, frecuentemente una fuente de energía, a veces un material decisivo, más nuevos productos y procesos significativos y una nueva infraestructura” (p. 8). Hoy en día existen fuentes de energía alternas, como las fuentes de energía renovables (eólica, solar, biomasa, mareomotriz, etc.), la geotérmica, gas natural, o la energía nuclear. Sin embargo, estas no han logrado sustituir al petróleo como energético principal del sistema productivo. La industria y los productos derivados que predominan en el capitalismo giran mayoritariamente en torno al energético fósil. La inversión por extraer fuentes de energía alternas que satisfagan las necesidades de producción y consumo capitalista continúa siendo muy elevada. En contraste, la caída en el precio del petróleo de los últimos años refleja, entre otros, el crecimiento de las fuerzas productivas para extraer el hidrocarburo que se encuentra aprisionado en rocas que se formaron hace millones de años. Durante la última década empresas desarrollaron innovaciones tecnologías y técnicas de extracción más eficientes en el shale2 y en el fracking3, para hacer frente al alza de los precios de mercado y volverse 2 Es un tipo de petróleo producido a partir de procesos de pirólisis, hidrogenación, o disolución térmica. Estos convierten la materia orgánica contenida dentro de la roca (querógeno) en petróleo sintético y gas. La dificultad de su extracción requiere inyectar agua a alta presión y arenas especiales, para que los hidrocarburos atrapados fluyan a la superficie. 3 El fracking, (traducido al español como fracturación hidráulica, o estimulación hidráulica), es una técnica para incrementar la extracción de gas y petróleo del subsuelo. Es un sistema mediante el cual se explotan los yacimientos atrapados en rocas poco porosas y poco permeables situados a una profundidad entre 400 y 5.000 metros.
más competitivas4. Dichas innovaciones podrían significar la expansión de la revolución tecnológica iniciada en el siglo pasado. Un estudio realizado por Roberto F. Aguilera y Marian Radetzki (2016) señala que la reciente caída de los precios del petróleo será duradera y se expandirán pronto por el resto de países productores. La innovación aplicada en el shale de EEUU podría generar unos 20 millones de barriles más al día en el año 2035. Es decir, dentro de 20 años la producción mundial podría ser de 40 millones de barriles más por día, lo que supondría una producción diaria de unos 135 millones de barriles, sentencian ambos investigadores5. Ello representaría la continuidad hegemónica de países desarrollados que poseen dicho recurso y la propiedad tecnológica para extraerlo. Por el contrario, los países periféricos que dependen de la exportación de petróleo, verán afectadas sus finanzas debido al abaratamiento del mismo. En concreto, estas dos revoluciones van a cimentar y prolongar la dependencia mundial de los combustibles fósiles sobre cualquier energía limpia o renovable alterna, provocando que la onda larga se expanda aún más. Con ello, es probable que Estados Unidos se convierta en el mayor productor de petróleo del mundo debido a su eficiencia tecnológica. De hecho, la nación norteamericana ha empezado a sustituir aceleradamente sus importaciones de petróleo. De acuerdo con Bonadona (2014), en 2010 el país norteamericano importaba en promedio, 309 millones de barriles de petróleo cada mes. En 2014 ese promedio ha caído a 236 millones. Por ello, como sentencia el economista: “los que se ven fuera del mercado se encuentran mejorando sus técnicas y capacitando a su fuerza de trabajo para seguir en esta alocada 4 2 Cfr. Seguimiento precio del petróleo SGM en: http://portalweb.sgm.gob.mx/economia/es/energeticos/precios-historicos/695-seguimiento-precio-delpetroleo-mezcla-mexicana-mme-datos.html 5 Cfr. Eleconomista.es (18 de Agosto de 2016), Las dos revoluciones del petróleo que lo mantendrían barato por décadas, en Estrategia y Negocios, Recuperado de: http://www.estrategiaynegocios.net/lasclavesdeldia/991181-330/las-dos-revoluciones-del-petr%C3%B3leoque-lo-mantendr%C3%ADan-barato-por-d%C3%A9cadas
carrera por aumentar la productividad y seguir haciendo caer los precios para persistir en el desmoronamiento de barreras comerciales (Bonadona 2014, s/n). Las innovaciones del shale y fraacking incrementaron la productividad en la extracción de petróleo, manteniendo los precios del hidrocarburo fósil por debajo del margen de producción de otras fuentes de energía. En este sentido, el tiempo de una revolución tecnológica que genere nuevos productos, procesos industriales y una nueva infraestructura, tendrá que esperar. La posibilidad de transformar la estructura económica y generar un nuevo periodo de crecimiento sostenido no parece cumplirse en el corto plazo, al menos no, desde la perspectiva de los ciclos económicos y el cambio tecnológico. Referencias: AGUILERA Roberto F. & RADETZKI Marian (2016), The Price of Oil, Cambridge University Press, UK, 2016. BONADONA Alberto. (08 de Noviembre 2014). Una revolución tecnológica y de precios, en Página Siete, diario nacional independiente. Recuperado de http://www.paginasiete.bo/opinion/2014/11/8/revolucion-tecnologica-precios-37614.html SANDOVAL, Luis (14 de Agosto de 2015), Energía: El cambio de paradigmas internacionales y su relación con las revoluciones tecnológicas, Recuperado de Ciclos y Crisis: Blog de Luis Sandoval Ramírez, en: https://ciclosycrisis.wordpress.com/2015/08/14/