Feminización y pedagogías feministas

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Perspectivas antropológicas sobre la Amazonia contemporánea MARGARITA CHAVES Y CARLOS DEL CAIRO

(COMPILADORES)

Contribuciones a la antropología de la infancia. La niñez como campo de agencia, autonomía y construcción cultural MARITZA DÍAZ B. Y SOCORRO VÁSQUEZ, EDITORAS

FEMINIZACIÓN Y PEDAGOGÍAS FEMINISTAS

OTROS TÍTULOS

A través de una etnografía multisituada esta obra explora el territorio de la popularización de la ciencia y la tecnología como una práctica educativa. Su objetivo principal es establecer conexiones sociales y políticas entre dos países del sur: India y Colombia, epistemológicamente estas conexiones son comprendidas desde una aproximación feminista. El principal argumento del trabajo plantea que la popularización, en un sur de naturaleza global, está feminizada en dos sentidos. Por una parte muestra cómo la creciente participación de mujeres como popularizadoras de ciencia y tecnología es un síntoma del papel subordinado que ha sido asignado a estas prácticas educativas en relación con una producción de conocimiento científico y tecnológico que tiene características androcéntricas. Esto último opera a partir de una trivialización de las mediaciones pedagógicas que son son movilizadas por diversas iniciativas de popularización. Por otra parte, en la búsqueda de problematizar esta noción de feminización, la obra se pregunta por los mecanismos de resistencia, oposición y transgresión que habitan las experiencias de vida de mujeres popularizadoras que se tejen como respuesta a la subordinación de sus propuestas y apuestas educativas. Desde allí indaga por las contingencias y contradicciones que configuran su lugar de enunciación cotidiano y, más aún, por los modos como esos lugares se conectan y entrelazan.

Feminización y pedagogías feministas Museos interactivos, ferias de ciencia y comunidades de software libre en el sur global TANIA PÉREZ-BUSTOS

TANIA PÉREZ-BUSTOS Doctora en Educación con una maestría en Estudios del Desarrollo. Antropóloga y Comunicadora Social de formación univesitaria. Sus áreas de pesquisa están relacionadas con las políticas feministas en torno a la circulación popular de la ciencia y la tecnología así como con la feminización cultural de ciertas prácticas relacionadas con estos campos del saber. Ha procurado entender estas políticas y prácticas como escenarios que contribuyen a pensar un cierto ethos del cuidado en los asuntos tecnocientíficos. Actualmente se encuentra vinculada al Departamento de Antropología de la Pontifica Universidad Javeriana como profesora-investigadora y colabora con programas de posgrado en Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología y en Estudios de Género en la Universidad Nacional de Colombia.




Feminizaci贸n y pedagog铆as feministas Museos interactivos, ferias de ciencia y comunidades de software libre en el sur global



Tania PĂŠrez-Bustos

FeminizaciĂłn y pedagogĂ­as feministas Museos interactivos, ferias de ciencia y comunidades de software libre en el sur global


Reservados todos los derechos © Pontificia Universidad Javeriana © Tania Pérez-Bustos Primera edición: Bogotá, d. c. ISBN: 978-958-716-763-4 Número de ejemplares: 200 I Colombia Printed and made in Colombia

Editorial Pontificia Universidad Javeriana Carrera 7 N.° 37-25 oficina 1301 Edificio Lutaima Teléfono: 3208320 ext. 4752 www.javeriana.edu.co/editorial Bogotá, D. C.

Corrección de estilo: Francisco Díaz-Granados Diseño de colección: Claudia Patricia Rodríguez Diagramación: Marcela Godoy Impresión: Javegraf

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Pérez-Bustos, Tania Feminización y pedagogías feministas: museos interactivos, ferias de ciencia y comunidades de software libre en el sur global / Tania Pérez-Bustos. -- 1a ed. -- Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2014. 351 p.: ilustraciones ; 24 cm. Incluye referencias bibliográficas (p. 321-345). ISBN: 978-958-716-763-4 1. FEMINISMO. 2. FEMINISMO Y EDUCACIÓN. 3. ANTROPOLOGÍA FEMINISTA. I. Pontificia Universidad Javeriana. CDD 305.42 ed. 21 Catalogación en la publicación - Pontificia Universidad Javeriana. Biblioteca Alfonso Borrero Cabal, S. J. _________________________________________________________________________________ dff. Diciembre 09 / 2014

Prohibida la reproducción total o parcial de este material, sin autorización por escrito de la Pontificia Universidad Javeriana.


A Manuel, mi compa帽ero de vida e inspiraci贸n permanente en la conquista del mundo, y a mi madre, la profe Indiana, maestra, cient铆fica, mujer. A ellos, toda mi admiraci贸n.



Tabla de contenido Prólogo Un lugar de enunciación propio: (re)pensar la popularización de la ciencia y la tecnología desde la crítica feminista y de frontera 13 Introducción

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1. Popularización y experiencia personal situadas en el sur global 24 Capítulo 1 Popularización feminizada en el sur global: una experiencia situada

29

Conexiones casuales entre mi experiencia situada y un sur global Conocimiento situado, lugares de enunciación y apuestas decoloniales

30

Sabernos desde el sur y dentro del capitalismo Feminización en un contexto capitalista

38 44

Reordenando y apuntalando coordenadas

47

Capítulo 2 Coordenadas educativas: popularización hegemónica y pedagogías feministas

49

Popularización hegemónica e instrumentalización de lo educativo

50

Crítica de la popularización: diálogo con Freire y las pedagogías feministas La popularización en las pedagogías feministas

53 55

Reordenando y apuntalando coordenadas

68

31


Capítulo 3 Tácticas feministas para pensar y repensar la popularización situadamente

71

Una etnografía multisituada en clave feminista

75

Coordenadas contingentes y contingencias de las coordenadas metodológicas 78 Etnografía de propuestas de popularización estratégicamente situadas 80 Seguimiento de metáforas en torno a la feminización 84 Etnografía de las experiencias de vida de mujeres popularizadoras 87 Reordenando y apuntalando coordenadas

91

2. Prácticas educativas feminizadas

94

Capítulo 4 Un panorama global de la popularización como práctica feminizada

101

Referentes para pensar la popularización situadamente Popularización emancipadora de la ciencia y la tecnología

104 107

Coordenadas para construir puentes: un panorama desde el sur de la popularización Objetivos, protagonistas y modos de popularización

111 116

Tensiones desde los márgenes

123

Capítulo 5 Modos instituidos de feminización

127

Institucionalización de la popularización tradicional Prácticas comunicativas de popularización tradicional Funciones de la popularización tradicional Lugar de la popularización tradicional

130 131 134 140


Institucionalización y feminización de la popularización emergente Prácticas comunicativas de popularización en la comunidad de software libre Funciones de la popularización emergente y cruces con la popularización tradicional Lugar de la popularización emergente

147 149 151 155

Zonas de contacto

160

Capítulo 6 Popularización y escenificación educativa feminizada

163

Escenificaciones educativas de la popularización tradicional Manos a la ciencia Ciencia divertida

165 167 176

Puestas en escena educativas de la popularización emergente La iniciación de nuevos expertos Artilugios emancipadores y colaborativos para que otros accedan

188 189

Zonas de contacto

204

3. De la feminización a las mediaciones feministas

208

Diferencias sexuales y condiciones nómades

210

La frontera en que se ubican quienes popularizan

211

Capítulo 7 Artilugios para sobrevivir: de la exclusividad al rebusque

213

Entre nosotras: mujeres en el software libre Habitar la frontera: entre la igualdad y la diferencia Proyectos civilizadores

215 219 226

“El reto es mantenerse”: una mujer en su pequeño museo Avatares, ires y venires: el rebusque como gestión Entre la autonomía y la cooptación Mediaciones invisibles

233 236 243 245

194


Resonancias

249

Zonas de contacto

251

Capítulo 8 Pedagogías cotidianas y resistencias feministas

255

Popularización tradicional: reconocerse maestras invisibles Meera Raj: asumirse colonizada para descolonizar(se) Martha Perea: rescatar lo propio en la cotidianidad

257 257 268

Popularización emergente: lo cotidiano tensiona lo tecnológico Hema: participar de otros modos Patricia Salazar: contrarrestar políticamente la neutralidad pretendida

282 282

Zonas de contacto

306

Conclusiones

310

Referencias

320

Anexos

346

293


Prólogo

Un lugar de enunciación propio: (re)pensar la popularización de la ciencia y la tecnología desde la crítica feminista y de frontera

¿Quiénes son esas “mujeres”, cuyas experiencias, ubicación social y sus discursos han fundado el conocimiento feminista? ¿Son solo mujeres privilegiadas para hablar y escribir desde universidades dominantes, institutos de investigación e instituciones y agencias nacionales e internacionales? Harding (2004)

A pesar de los fuertes cuestionamientos a las ciencias sociales por sus raíces positivistas, pareciera persistir una idea del mundo social como un conjunto de entidades y procesos externos a descubrir, por lo que se prefieren metodologías que aseguren una realidad verdadera, conclusiones estables, datos robustos y generalizables. Sin embargo, otro es el camino que esta investigación recorrió. En lugar de pensar en una realidad externa a conocer, se partió de asumir que el conocimiento es limitado y excedido por fuerzas generativas y relaciones que solo captamos parcialmente. Esta actitud produce vértigo, pues no es el camino “positivo” de las seguridades y certidumbres, donde prácticamente de antemano se sabe la respuesta de lo que se investiga. Exigió, además, inventar otros “marcos”, con todo y su fragilidad, pero construidos con una conciencia reflexiva de flujo entre quien investiga, los medios o técnicas y lo observado, y con una atención y tensión permanente sobre como se construyen mutuamente cada uno de estos elementos en medio de relaciones éticas, políticas y estéticas. Este trabajo reconoce que investigar tiene un carácter “performativo” (Law, 2004), esto es, produce realidades y, por tanto, dicha producción no es libre ni neutra ni caprichosa. Qué se revela y qué resulta importante en las agendas académicas y públicas tiene implicaciones políticas. Asumir este presupuesto obliga a transformar los marcos epistemológicos y metodológicos desde donde se comprende la realidad, el conocimiento, el poder y la subjetividad. A continuación intentaré dar cuenta de la manera como se configuró y “performó” una realidad doble a través de esta investigación. Por una parte, desde la puesta en evidencia de la feminización de las prácticas educativas vinculadas a la popularización de

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Tania Pérez-Bustos

la ciencia y la tecnología y el papel subordinado de estas prácticas en la producción de conocimiento en el sur global; y por otra, viendo cómo una joven académica, popularizadora, se reconoce a sí misma en ese trayecto y ve en las mediaciones pedagógicas feministas las críticas que caben a la posibilidad de transgedir los discursos tecnocientíficos hegemónicos, para construir su propio lugar de enunciación académica. Esta doble lectura surge de mi acompañamiento como tutora de la tesis doctoral de Tania Pérez-Bustos y de mi observación atenta a su proceso de formación durante tres años, que aquí, por primera vez, se lo comparto en este prólogo. Empecemos con algo del contexto en el que se inscribe y entreteje este estudio. El campo de la popularización de la ciencia y la tecnología en América Latina ha estado fuertemente marcado por un discurso sobre el desarrollo y el progreso que los llamados países del Primer Mundo promovieron luego de la Segunda Guerra Mundial y desde el cual se legitiman programas de democratización de la ciencia y tecnología, y de la educación en general, en los países del Tercer Mundo. Esto es, tal y como Arturo Escobar (2005) ha señalado, bajo la idea de una “expansión civilizatoria” y de una modernización exclusivamente económica, se supone que la adopción sin más de este conocimiento tecnocientífico permitirá superar las brechas entre ricos y pobres. En cualquier caso, este proyecto “civilizatorio” y paradójicamente “democratizador” del conocimiento técnico-científico ha sido fundamental para la construcción de las comunidades nacionales modernas, pues al mismo tiempo que impone un modelo hegemónico de apropiación cotidiana de los productos de la tecnociencia (generalmente se trata de un modelo angloeuropeo) por encima de las diferencias locales, pretende la formación del “capital humano” que requiere el mercado laboral. Así, se espera que a mayor nivel educativo y consumo de los bienes tecnocientíficos mayores posibilidades tendrán las sociedades para adaptarse flexiblemente a las exigencias cambiantes de la economía mundial (Pérez, 1998). Esta visión del desarrollo se arraiga además en la imagen de la carencia, de “lo que nos hace falta” para ser como “otros”. Imagen que hemos interiorizado desde mucho tiempo atrás, producto de esa violencia epistémica del proceso de colonialidad/modernidad que se traduce a su vez en una colonialidad del saber, del ser y del poder. Se crea así un único modelo hegemónico de las ciencias humanas, universal y objetivo en la producción de conocimientos y con ello se desdeñan todas las epistemologías de la periferia de Occidente. Esta imagen se mantiene viva en los textos didácticos, en las prácticas académicas, en la cultura, en el sentido común, en la autoimagen de los pueblos, las aspiraciones de los sujetos y en muchos otros aspectos de nuestra experiencia moderna. (Maldonado, 2007, p. 131)

Estas formas de colonialidad, contracara de la modernidad y de la posmodernidad, están presentes tanto en los discursos y políticas educativas de ciencia y tecnología 14


Prólogo

como en los imaginarios de maestros y popularizadores. Ahora bien, como lo muestra este estudio, lo está de una manera compleja y ambigua. Así, las políticas de democratización de acceso a la educación y al conocimiento tecnocientífico, en aras de la nivelación –para superar las carencias y seguir ciegamente la línea del desarrollo–, borran las diferencias culturales y las condiciones de desigualdad estructural en que dichos programas se realizan localmente. En este sentido, crean “inclusiones excluyentes” con el espejismo de la inclusión en el proyecto de la modernidad y desde la exclusión de la mayoría de la población, ausente de las elecciones tecnocientíficas y de las evaluaciones de su impacto, así como de un reconocimiento de las formas locales de producción de conocimiento. De otra parte, la lógica del mercado –que parece instalarse muy bien en el discurso del desarrollo, como sucede con diversas propuestas de los museos y centros interactivos de ciencia y tecnología y aun de instituciones educativas formales– reduce el conocimiento a las formas de conocer angloeuropeas y estas, a su vez, a cápsulas “espectaculares” de información –píldoras didácticas– y a bienes privados. Los sujetos se transforman en clientes, usuarios y consumidores de productos tecnocientíficos. Lejos están estos programas de perspectivas de formación de ciudadanos críticos, con capacidad de elección y creación social de conocimiento, aunque usen una retórica de la creatividad, la innovación y la imaginación. Así, por un lado, surgen interrogantes respecto a cómo es que se construye dicha retórica en relación con la configuración de subjetividades y qué ocurre cuando estos modelos pasan de la escala macro –en cuanto son políticas globales que se expanden a través de entidades multilaterales que financian proyectos en diversos lugares del mundo– y se re-producen en escenarios locales micro ¿En qué consiste la mediación de las maestras y maestros y popularizadores? ¿Cómo aparecen fracturas, grietas de resistencia a dichos programas? ¿Cómo se configura una subjetividad mediadora de conocimientos? Y, por otro lado, si reconocemos que el campo educativo formal e informal ha sido ocupado típicamente por mujeres, es necesario preguntarse cómo opera la dimensión de género en la composición de violencias epistémicas y en la manera en que estas subjetividades generizadas asumen diversas posiciones de poder y saber en su rol de mediadoras del conocimiento tecnocientífico. Pues bien, este es el campo de cuestionamientos y el reto que la investigación de Tania Pérez-Bustos asumió. Desafío que, como notará el lector desde las primeras páginas, no pretende ser objetivo ni neutral. Por el contrario, está escrito en el lenguaje de las “feministas de frontera”. Sin copiarlo, se trata de una búsqueda auténtica para repensar la propia práctica profesional como popularizadora de la ciencia y la tecnología, así como su lugar de mujer en el mundo académico. Para ello, se propuso: en primer lugar, deconstruir la oposición conocimiento experto/científico vs. conocimiento lego/popular en las políticas, discursos y prácticas de popularización; en segundo 15


Tania Pérez-Bustos

lugar, cuestionar la ecuación desarrollo tecnocientífico = progreso y bienestar social como inobjetable y entendida, como tarea global desarticulada de la historia y los procesos locales; en tercer lugar, confrontar la idea de que el conocimiento es neutral y universal, partiendo de las propuestas feministas del conocimiento situado y del punto de vista; y por último, visibilizar críticamente el sujeto educador-popularizador, mayoritariamente femenino, cuya práctica se ha feminizado. De ahí que sea tan importante esa relación entre una subjetividad ávida de conocimiento, aunque crítica con su campo profesional, y su propia práctica. Una mujer deseosa de sumergirse en su propia experiencia y en la de otras mujeres que, como ella, con muy buenas intenciones e ideas novedosas, se sienten muchas veces atrapadas en contradicciones y ambigüedades. Así, Tania fue encontrando con los estudios de modernidad/colonialidad, los estudios feministas críticos y los estudios sociales de la ciencia y la tecnología unos referentes e interlocutores en los que fue tejiendo, con tesón y obstinación, una comprensión de cómo se producen estos fenómenos en el sur y, al mismo tiempo, halló una nueva ventana, una habitación propia –siguiendo la metáfora de la feminista y escritora Virginia Woolf– para su campo profesional. Como mujeres investigadoras, popularizadoras de la ciencia y la tecnología, Tania y las otras que participaron en el estudio no viven la marginación ni sus luchas tienen que ver con la exclusión y la opresión. No. Se trata de personas de clase media, con formación universitaria, con experiencia formativa nacional e internacional, con dominio de dos lenguas y de tecnologías telemáticas, jóvenes diremos insertadas profesionalmente en espacios claves del campo de la ciencia y la tecnología, que las ubican en cierto lugar de “privilegio” comparadas con otras mujeres y profesionales. Una nueva generación de investigadoras, integradas a los nuevos modelos de producción de conocimiento. Sin embargo, Tania Pérez-Bustos, la investigadora, la popularizadora, se sintió siempre inconforme al habitar un lugar que ni estaba integrado del todo por el discurso de la ciencia y la tecnología de la institución donde entonces trabajaba ni era el espacio donde buscaba incasablemente nuevas propuestas de popularización que entraran en diálogo con los saberes de las comunidades. Esto es, en medio de una institución privilegiada para hablar de la popularización de la ciencia y la tecnología, desde donde se definen programas de cuantiosas inversiones económicas, las preguntas por los sujetos a quienes se dirige la popularización y por los que la realizan la confrontaron fuertemente. De cierto modo, habitaba un lugar que le incomodaba y al que puso en una suerte de suspensión fenomenológica mientras realizó su doctorado. Así, las preguntas que orientaron su investigación no eran ajenas a sus propias búsquedas personales; dicho en otras palabras, su objeto de conocimiento era parte de ella misma. De esta manera, fueron aclarándose las preguntas en el intento de entenderlas y fueron apareciendo las diversas expresiones de saber/poder que circulan en los diferentes espacios, incluso aquellas que se producen en el escenario académico 16


Prólogo

donde justamente estos temas de popularización son considerados por algunos como “menos científicos”, “menos interesantes”. En lugar de abandonar su trabajo y seguir lo que “otros” –por cierto, hombres de la ciencia y la tecnología– le sugirieron en algún momento, ganó más empeño y fuerza, no para descubrir el secreto de “otras”, como son las mujeres de Colombia e India que participaron en el estudio, sino para, en ese recorrido, también descubrirse a sí misma, para batallar, en medio de diferentes opresiones y contraposiciones de poder –en las instituciones dedicadas a la popularización y en las diferentes comunidades académicas de los estudios de ciencia y tecnología–, por un lugar de enunciación propio. Para pensar la dimensión educativa de esta investigación, la referencia a la obra de Freire fue un asunto de primer orden; sin embargo, muy pronto apareció la necesidad de actualizar su obra, de atemperarla en relación con las asimetrías del poder y el saber y con los conflictos y necesidades asociados al género que se presentan en los procesos de popularización de la ciencia y la tecnología actuales. Ello era posible si se deconstruía la dimensión de poder y se creaban nuevas aproximaciones, para lo cual las pedagogías feministas y de frontera fueron claves. Esto le exigió desafiarse a sí misma y reconocer que la lucha feminista tiene una dimensión radical, subversiva, que reconoce que los marcos conceptuales de la ciencia moderna –en los que hemos sido educadas– nos ha dado ciertos privilegios, se han sustentado en una visión androcéntrica, económicamente ventajosa para los hombres, racista, eurocentrada y heterosexual del conocimiento, con lo cual se han ignorado sistemáticamente a otras subjetividades, que viven diversas opresiones, así como a los opresores, y que unos y otros entraban relaciones de conocimiento y de poder. De esta manera, Tania Pérez-Bustos se decidió por problematizar esas lecturas sobre el género con las que se legitima teórica y políticamente un cierto ordenamiento social y un tipo de educación en ciencia y tecnología, así como los mecanismos de resistencia, oposición y transgresión que habitan las experiencias de vida de mujeres popularizadoras y que se tejen como respuesta a la subordinación de sus propuestas educativas. Desde allí indaga por las contingencias, conexiones y contradicciones que configuran su lugar de enunciación cotidiano, sus “lugares seguros y cómodos”, y por las maneras en que se traman entre sí solidariamente, en unos casos, y en medio de la más voraz competitividad, en otros: por ejemplo, para la consecución de financiación y recursos. Así, la experiencia de estas mujeres popularizadoras se (re)construye y comprende a través de un trabajo etnográfico multisituado –en India y en Colombia–, como un objeto de conocimiento y de acción potencial con derivaciones políticas importantes. En resonancia con los trabajos de modernidad/colonialidad, la obra establece conexiones de coexistencia de diferentes formas de producción de conocimiento y pone en evidencia la cuestión geopolítica y las maneras como se afirman como verdades universales teorías, conocimientos y paradigmas de la tecnociencia europea, al tiempo 17


Tania Pérez-Bustos

que se invisibilizan y silencian sujetos que producen otros conocimientos –en este estudio, mujeres popularizadoras, no vinculadas a élites académicas o investigativas–. Adicionalmente y en la dirección que Boaventura de Sousa propone, Tania Pérez-Bustos investiga formas específicas de socialización, educación y trabajo colectivo que pueden promover la creación social y la libertad, por encima de conformismos, como son las prácticas femeninas solidarias. Es pues un ejercicio que exige un “posicionamiento crítico de frontera”, es decir, asumir que si bien hay una apuesta por superar la colonialidad del poder, del ser y del saber, hay que tener conciencia de que estas relaciones de poder no desaparecen, por más marcos conceptuales críticos que se adopten. Estas se viven de manera ambigua y se producen en una simultaneidad de opresiones que pueden ser reconstruidas y transformadas de otra manera. Así, al elegir unas “experiencias de vida” en Colombia e India, la autora encuentra que allí las mujeres han hecho propio el discurso hegemónico y, con el paso del tiempo y una suerte de artesanía femenina, lo han ido criticando, rodeando, transformando, adaptando. En las luchas y decepciones de estas mujeres también leyó Tania sus propias batallas y desilusiones y, al mismo tiempo, su propia capacidad, como mujer, de tejer lazos de solidaridad, de sisterhood, de cooperación. Unas habilidades para negociar con el poder en diferente escala, con los modelos hegemónicos, pero también con las prácticas de conocimiento locales. Por ello, esta investigación realizó una etnografía comprensiva sobre las diversas prácticas de poder que se dan alrededor del conocimiento tecnocientífico, a través de las cuales las diversas opresiones son diseñadas, mantenidas y vistas como “normales y deseables”. Esta es una investigación que no se asumió de entrada como feminista, sino que en el camino fue descubriendo su talante, en la medida que se dejó afectar (política y éticamente) por las investigaciones del feminismo crítico de frontera, por el feminismo del punto de vista (como el que Tania retoma de Sandra Harding), por las experiencias de mujeres concretas de India y Colombia, por la reflexividad permanente de quien investigaba, con lo cual reveló las estrategias ideológicas usadas para diseñar y justificar el sistema sexo-género y sus intersecciones con otros sistemas de opresión. Este entrecruzamiento de campos de conocimiento es el principal aporte de este estudio tanto a la investigación en los estudios de ciencia y tecnología como al campo de la educación y la pedagogía, ámbito donde estas discusiones de poder y saber, atravesadas por el género, es aún incipiente en nuestro contexto. Mi papel, además de señalar pistas, lecturas, relaciones de autores, hacer preguntas, comentar textos, dar ánimo y generar confianza de que en algún momento se vería con claridad completo rompecabezas –del que solo teníamos piezas dispersas y superpuestas sobre la mesa–, también consistió en guardar silencio y disponerme al aprendizaje. Como en una suerte de “disposición de resonancia”, siguiendo a Jean-Luc Nancy, “cuando, en una condición de silencio perfecto, uno oye resonar su propio 18


Prólogo

cuerpo, su aliento, su corazón y toda su caverna retumbante” (2006, p. 46). Así de emocionante y de afectuoso fue este encuentro intelectual con Tania Pérez-Bustos, a quien hoy, como el día de la sustentación pública de su tesis doctoral, agradezco lo que aprendí en esta travesía de conocimiento, en especial su auténtico posicionamiento feminista. Creo que la comunidad de educación y pedagogía del país y en particular las pedagogías críticas tienen en sus manos un trabajo con un potencial renovador y refrescante de sus debates y campos de investigación actual. Tania tiene el reto, como lo señala Sandra Harding en la cita con la que empezamos este texto, de la vigilancia crítica, de ser una mujer que puede hablar y actuar en este campo desde un lugar de enunciación propio, el cual construyó en esta investigación y seguirá construyendo, ahora desde la academia, donde ha ganado ya en poco tiempo un reconocimiento que la compromete política y éticamente cada vez más con el feminismo y la producción de conocimiento en nuestra región y con seguir haciéndose con sus propias manos. Rocío Rueda Ortiz Tubinga, junio 2014

Referencias De Souza Santos, Boaventura (2003). La caída del Angelus Novus: Ensayos para una teoría social y una nueva práctica política. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, ILSA. Escobar, Arturo (2005). Más allá del Tercer Mundo. Globalización y diferencia. Bogotá: Icanh, Universidad del Cauca. Harding, Sandra (ed.) (2004). The Feminist Standponit Theory Reader. Intellectual and Political Controversies. Nueva York: Routledege. Law, John (2004). After Method. Mess in social science research. Oxon: Routledge. Maldonado-Torres, Nelson (2007). “Sobre la colonialidad del ser: contribuciones al desarrollo de un concepto”. En S. Castro-Gómez y R. Grosfoguel (orgs.), El girodecolonial. Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global (pp. 127-167). Bogotá: Universidad Javeriana-Instituto Pensar, Universidad Central, IESCO, Siglo del Hombre. Nancy, Jean-Luc (2006). A la escucha. Buenos Aires: Amorrortu. Pérez Gómez, Ángel I. (1998). La cultura escolar en la sociedad neoliberal. Madrid: Morata.

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Introducción La presente obra aborda etnográficamente el territorio de la popularización de la ciencia y la tecnología como práctica educativa en dos países del sur: India y Colombia. La exploración se hace desde una perspectiva feminista que retoma los planteamientos en torno al conocimiento situado de la crítica feminista sobre la ciencia y la tecnología, en diálogo con las reflexiones pedagógicas de los feminismos de frontera. El cruce de estas aproximaciones teóricas sirve para comprender críticamente el contexto capitalista contemporáneo, donde la popularización y las mediaciones pedagógicas de la ciencia y la tecnología se ven mercantilizadas, instrumentalizadas y banalizadas a escala geopolítica, al tiempo que se ratifican jerarquías epistémicas coloniales entre un norte y un sur globales. Reconociendo los planteamientos que se han hecho sobre la feminización en relación con la economía del cuidado –en donde se inscribe la educación, como práctica que emerge en un escenario capitalista, de naturaleza patriarcal y androcéntrica, apoyado en una ciencia y una tecnología hegemónicas–, busco comprender de qué modos se feminiza la popularización de la ciencia y la tecnología en el sur. Desde ahí exploro cómo se escenifica cierta noción particular del ser mujer que reafirma tensiones dicotómicas en torno al género, las cuales describen lo femenino de forma esencial y lo subordinan a una noción hegemónica de lo masculino. Con miras a problematizar este tipo de lecturas sobre el género –con las que se legitima teóricamente un cierto ordenamiento social que permea el lugar otorgado a la educación en ciencia y tecnología (CyT), entendida como una práctica cuya función es promover nociones hegemónicas de conocimiento–, me pregunto aquí por los mecanismos de resistencia, oposición y transgresión que habitan las experiencias de vida de mujeres popularizadoras y se tejen como respuesta a la subordinación de sus propuestas y apuestas educativas. Desde allí indago por las contingencias y contradicciones que configuran su lugar de enunciación cotidiano y, más aún, por los modos como esos lugares se conectan y entrelazan solidariamente. En esta propuesta teórico-política y en la construcción de tales conexiones, dialogo con experiencias vitales para comprender cómo las mediaciones que ellas escenifican –con su carácter cotidiano, incierto, inacabado, reflexivo– tienen el poder de reconocer, 21


Tania Pérez-Bustos

deconstruir e incluso transformar críticamente aquellos discursos y prácticas hegemónicas de género transversales a la popularización y, por tanto, los propósitos y orientaciones de estas prácticas educativas. Reconociendo el escenario ambiguo, marginal, de frontera que constituye y potencia estas mediaciones, las he llamado aquí feministas. Antes de iniciar con estas discusiones, cabe aclarar por qué califico a estas prácticas educativas en ciencia y tecnología como de popularización. En primer lugar, porque refieren a iniciativas por democratizar la ciencia y la tecnología, usualmente promovidas por las comunidades que producen conocimiento científico, antes que por el sector educativo directamente. Allí la idea de popularización se ha traducido, en diferentes contextos, en una serie de prácticas educativas y comunicativas muy concretas y en gran medida estandarizadas. En Colombia estas prácticas han sido denominadas por el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología como de Apropiación Social. Así, el uso del término popularización nace en esta obra de una decisión tanto pragmática como política. Pragmática, porque este término tiene mayor reconocimiento internacional que otros más recientes, como el de Apropiación Social de la Ciencia y la Tecnología, los cuales se han consolidado, en muchas ocasiones, como estrategias políticas que abanderan intereses privados–, y porque busco conectar contextos, más que realizar una elaboración conceptual en torno a estas categorías. En términos políticos, usar esta denominación, y no otra, es una manera de reivindicar la matriz ética y epistemológica de lo popular, desde una perspectiva feminista que dialoga con los planteamientos de la Educación Popular en Latinoamérica. Ahí el principal aporte teórico que significa comprender situadamente el papel pedagógico de estas prácticas educativas, cuyo potencial crítico y transformador (limitado, frágil, contingente) se teje en un contexto de invisibilizaciones y de relaciones de poder generizadas. El libro se divide en tres partes. En la primera presento las coordenadas teórico-metodológicas y educativas. En el capítulo 1 recojo los planteamientos de las epistemologías feministas situadas, para ubicar las dinámicas de popularización de la ciencia y la tecnología a escala global en su contexto capitalista mercantilizador; partiendo de mi propio lugar de enunciación, de mi experiencia como mujer popularizadora en el sur. En el capítulo 2 abordo las coordenadas educativas y pongo a dialogar las reflexiones sobre la expansión, privatización y despedagogización de los sistemas educativos, con los planteamientos feministas críticos sobre la pedagogía. En el capítulo 3 presento la perspectiva metodológica y expongo los retos y posibilidades de trabajar con un enfoque etnográfico multisituado en clave feminista, a la hora de interconectar contextos atravesados por lógicas poscoloniales. En la segunda y tercera partes, se abordan los resultados de la aproximación etnográfica. La parte 2 (capítulos 4 a 6) presenta la popularización como práctica feminizada, para lo cual desarrollo con mayor detalle lo que implica hablar de feminización. En el capítulo 4 presento el contexto de emergencia de la popularización 22


Introducción

como práctica feminizada, identifico las prácticas que surgen en el sur y doy un panorama general de sus objetivos, protagonistas y modos de hacerlo. En el capítulo 5 muestro cómo se da esta feminización global en las políticas científicas de la India y de Colombia, así como en los escenarios que congregan a las comunidades locales de software libre. Cierro con el capítulo 6, donde doy cuenta de los modos como se escenifica esta feminización mediante dispositivos educativos específicos. La tercera parte presenta las maneras como las prácticas pedagógicas de mujeres popularizadoras impugnan esta feminización. Introduzco la discusión precisando la idea de mediación feminista, que a su vez retoma los planteamientos sobre la diferencia y la condición de frontera estudiados en la primera parte. Hechas estas precisiones, el capítulo 7 presenta experiencias vitales de mujeres que se resisten a esta feminización desde lógicas de supervivencia y “rebusque”, y el capítulo 8, experiencias de mujeres que encarnan una conciencia opositiva a la feminización de su práctica pedagógica y abogan por construir cotidianamente apuestas educativas críticas que reivindiquen principios feministas de solidaridad, de sisterhood. Cada capítulo empírico de estas dos últimas partes cuenta con una sección que he llamado “Zonas de contacto”, en donde recojo los cruces entre contextos, propuestas y tipos de popularización abordados en cada caso, como antesala para tejer las conexiones feministas que vertebran la obra. En las conclusiones hago el ejercicio de tramar, traducir y conectar lo cosechado.

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FEMINIZACIÓN Y PEDAGOGÍAS FEMINISTAS

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A través de una etnografía multisituada esta obra explora el territorio de la popularización de la ciencia y la tecnología como una práctica educativa. Su objetivo principal es establecer conexiones sociales y políticas entre dos países del sur: India y Colombia, epistemológicamente estas conexiones son comprendidas desde una aproximación feminista. El principal argumento del trabajo plantea que la popularización, en un sur de naturaleza global, está feminizada en dos sentidos. Por una parte muestra cómo la creciente participación de mujeres como popularizadoras de ciencia y tecnología es un síntoma del papel subordinado que ha sido asignado a estas prácticas educativas en relación con una producción de conocimiento científico y tecnológico que tiene características androcéntricas. Esto último opera a partir de una trivialización de las mediaciones pedagógicas que son son movilizadas por diversas iniciativas de popularización. Por otra parte, en la búsqueda de problematizar esta noción de feminización, la obra se pregunta por los mecanismos de resistencia, oposición y transgresión que habitan las experiencias de vida de mujeres popularizadoras que se tejen como respuesta a la subordinación de sus propuestas y apuestas educativas. Desde allí indaga por las contingencias y contradicciones que configuran su lugar de enunciación cotidiano y, más aún, por los modos como esos lugares se conectan y entrelazan.

Feminización y pedagogías feministas Museos interactivos, ferias de ciencia y comunidades de software libre en el sur global TANIA PÉREZ-BUSTOS

TANIA PÉREZ-BUSTOS Doctora en Educación con una maestría en Estudios del Desarrollo. Antropóloga y Comunicadora Social de formación univesitaria. Sus áreas de pesquisa están relacionadas con las políticas feministas en torno a la circulación popular de la ciencia y la tecnología así como con la feminización cultural de ciertas prácticas relacionadas con estos campos del saber. Ha procurado entender estas políticas y prácticas como escenarios que contribuyen a pensar un cierto ethos del cuidado en los asuntos tecnocientíficos. Actualmente se encuentra vinculada al Departamento de Antropología de la Pontifica Universidad Javeriana como profesora-investigadora y colabora con programas de posgrado en Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología y en Estudios de Género en la Universidad Nacional de Colombia.


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