Guillermo hoyos: Vida y legado

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Entre 1984 y 1985 participó activamente en el Programa de Paz del gobierno de Belisario Betancur, como miembro de la Comisión de Verificación y Diálogo Nacional. El doctor Hoyos participó activamente en entidades financieras que colaboran activamente en la política social del país. Entre 1990 y 1995, fue miembro de la Junta Directiva de la Corporación Colmena y miembro del Consejo Directivo de la Fundación Social entre 1995 y 1998. Durante su productiva vida académica, además de numerosos artículos en revistas especializadas, el profesor Hoyos publicó, entre otras, las siguientes obras: •

Los intereses de la vida cotidiana y las ciencias. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá: 1986 (reedición 2010).

Derechos humanos, éticos y morales. Viva la ciudadanía. Bogotá: 1995 (con Germán Vargas).

Introducción y compilación (con Ángela Uribe). Convergencia entre ética y política. Siglo del Hombre Editores. Bogotá: 1998.

Su última publicación fue: •

Investigaciones fenomenológicas. Siglo del Hombre Editores. Bogotá: 2012.

VICENTE DURÁN CASAS, S. J. Vicerrector académico de la Pontificia Universidad Javeriana, licenciado en Filosofía y diplomado en Teología de la misma universidad. Doctor en Filosofía de la Hochschule für Philosophie (Escuela Superior de Filosofía) de Múnich, Alemania.

GUILLERMO HOYOS VÁSQUEZ (1935 -2013)

Vicente Durán Casas, S. J. - Editor

Por este alto desempeño en su vida académica, el profesor Hoyos obtuvo, en 2010, el premio “Francisca Radke a la vida y obra de un educador” y, el 3 de diciembre de 2012, el premio Medalla Simón Bolívar, categoría “Orden Gran Maestro” Premio Vida y Obra, otorgado por el Ministerio de Educación Nacional.

El día 27 de febrero de 2013 se llevó a cabo en la Pontificia Universidad Javeriana el homenaje académico en honor de la vida y trayectoria intelectual del profesor Guillermo Hoyos Vásquez. Su reciente deceso, el 5 de enero de 2013, y sus contribuciones a la academia colombiana fueron las razones para que amigos, alumnos y compañeros de trabajo dedicaran toda una jornada a recordar las anécdotas y enseñanzas del profesor Hoyos. Como resultado de ese evento, la Vicerrectoría Académica y la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad Javeriana se han unido en este proyecto editorial que recoge las intervenciones que se realizaron en este homenaje, con el fin de llevar a un público más amplio una de las vidas y obras intelectuales que han marcado a una generación de científicos sociales y filósofos colombianos.

Guillermo Hoyos Vásquez nació en Medellín, Colombia, en 1935. Obtuvo su licenciatura en Filosofía y Letras de la Universidad Javeriana, Bogotá. Más tarde viajó a Alemania donde se licenció en Teología en Sankt Georgen, Frankfurt y en la Universidad de Colonia con summa qum laude culminó su doctorado en Filosofía, bajo la dirección del profesor doctor Ludwig Landgreber, gracias a una beca otorgada por el DAAD (Deutscher Akademischer Austausch Dienst). Sus principales campos de trabajo académico se centraron en la fenomenología, la teoría crítica de la sociedad ( J. Harbermas) y en la filosofía moral, política y del derecho.

Guillermo Hoyos Vida y legado

Guillermo Hoyos Vida y legado

Fue coordinador de la Comisión Nacional de Doctorados y Maestrías del Consejo Nacional de Educación superior (CESU) y miembro del Consejo Nacional de Acreditación (CNA). Se desempeñó por muchos años como vicepresidente de la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia (ACAC).

Fue profesor asociado del Departamento de Filosofía de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, desde 1975 hasta su jubilación el 1 de febrero de 2000. Obtuvo cinco distinciones como Mejor Profesor de esta institución. Se desempeñó, también, como decano de la Facultad de Ciencias Humanas (1988-1990). A partir del 1 de marzo del año 2000, asumió la dirección del Instituto de Estudios sociales y Culturales PENSAR, de la Universidad Javeriana, donde desarrolló múltiples actividades que llevaron a que el Instituto tuviese renombre nacional e internacional, con programas tales como Pensar en Público y Diálogos en El Nogal. A mediados de 2010 asumió la dirección del Instituto de Bioética de la Universidad Javeriana, cargo desde el cual estimuló la investigación en “ética despojada de sotana y de médico”, como él lo afirmaba. Este Instituto se convirtió, entonces, en pionero de este tipo de estudios en el país, más cuando cuenta con una excelente biblioteca en el área.

Vicente Durán Casas, S. J. Editor Pontificia Universidad Javeriana

El profesor Hoyos participó en muchos cuerpos colegiados que apoyan el desarrollo de actividades académicas en la filosofía y las ciencias humanas. Fue miembro fundador del comité académico de La Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía (EIAF) y miembro del comité editorial internacional de Acta Bioethica del Programa de Bioética para América Latina y el Caribe de la OPS/ OMS. También fue miembro de la Red Iberoamericana de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación (CTS + I), de la Asociación Nacional de Bioética, del Consejo Nacional de Ciencias Humanas y Sociales de Colciencias entre 1991 y 1995 y del Consejo Académico de la Academia Diplomática de San Carlos (Ministerio de Relaciones Exteriores). Continúa




Guillermo Hoyos Vida y legado



Guillermo Hoyos Vida y legado Vicente Durรกn Casas, S. J. Editor

Bogotรก


Reservados todos los derechos © Pontificia Universidad Javeriana © Alejandro Angulo, S. J., Ángela Calvo de Saavedra, Álvaro Corral, Vi cente Durán Casas, S. J., Gilberto Gómez Arango, Oscar Mejía Quintana, Carmen Millán de Benavides, Diego Antonio Pineda R., Fabio Ramírez, S. J., Germán Rey, Ángela María Robledo Gómez, Eduardo A. Rueda Barrera, Joaquín Sánchez García, S. J.

Coordinación editorial José Luis Guevara Salamanca Corrección de estilo José Luis Guevara Salamanca Diagramación Carlos Vargas Salazar - Kilka Diseño Gráfico Impresión Javegraf

Primera edición: Bogotá, D. C., octubre de 2013 ISBN: 978-958-716-674-3 Número de ejemplares: 300 Editorial Pontificia Universidad Javeriana Carrera 7ª Nº 37-25, oficina 1301 Edificio Lutaima, Bogotá-Colombia Teléfono: (57-1) 3208320 ext. 4752 www.javeriana.edu.co/editorial Bogotá, D. C.

Durán Casas, Vicente, S.J., editor Guillermo Hoyos : vida y legado / prólogo Vicente Durán, S.J. -- 1a ed. -- Bogotá : Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2013. 137 p. : ilustraciones, láminas ; 24 cm. Incluye referencias bibliográficas. ISBN: 978-958-716-674-3 1. HOYOS VÁSQUEZ, GUILLERMO, 1935-2013 - HOMENAJES PÓSTUMOS. 2. FILÓSOFOS COLOMBIANOS - BIOGRAFÍAS. I. Durán Casas, Vicente, S.J., 1957- Pról. II. Pontificia Universidad Javeriana. CDD 921.8861 ed. 21 Catalogación en la publicación - Pontificia Universidad Javeriana. Biblioteca Alfonso Borrero Cabal, S.J. dff.

Octubre 23 / 2013

Prohibida la reproducción total o parcial de este material, sin la autorización por escrito de la Pontificia Universidad Javeriana.


Contenido

Prólogo Guillermo Hoyos Vásquez, maestro del pensar en público

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Vicente Durán Casas, S. J.

Guillermo Hoyos Vásquez y la Compañía de Jesús 19 Alejandro Angulo, S. J.

Guillermo Hoyos, filósofo de la parresía

27

Ángela María Robledo Gómez

Guillermo Hoyos y la educación

41

Diego Antonio Pineda R.

Guillermo Hoyos en el mundo de los senderos que se bifurcan Germán Rey

55

Guillermo Hoyos Vásquez y la bioética. Moral comunicativa y ética de la especie Eduardo A. Rueda Barrera

Guillermo Hoyos, in memoriam Álvaro Corral

Guillermo Hoyos Vásquez, amigo personal y compañero Gilberto Gómez Arango

75

85

El Habermas de Guillermo Hoyos Ángela Calvo de Saavedra

91

63


Hacia una periodización del pensamiento del Profesor Guillermo Hoyos 103 Oscar Mejía Quintana

Discutir las ciencias de la discusión. Guillermo Hoyos Vásquez. Las ciencias sociales en el Instituto Pensar Carmen Millán de Benavides

111

Homenaje al profesor Guillermo Hoyos. Guillermo Hoyos y la Facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad Javeriana 127 Fabio Ramírez, S. J.

Imposición póstuma Orden Universidad Javeriana, grado Caballero, a Guillermo Hoyos Vásquez 135 Joaquín E mili o Sánchez García, S. J.


Pr贸logo



Prólogo Guillermo Hoyos Vásquez, maestro del pensar en público Vicente Durán Casas, S. J. * 1

La muerte de un amigo siempre es inoportuna y siempre es triste. Pero la de un amigo que ha sido luz, orientación y estímulo, además de dolorosa, contiene una invitación y un desafío. La invitación es a continuar con él soñando sus sueños, pero sin la presencia de su voz. Y el desafío consiste en no ser inferior a la calidad que él supo darle a cada una de sus batallas. En el caso de Guillermo Hoyos Vásquez se trata de batallas exclusivamente intelectuales en las que las únicas armas admitidas eran las ideas, los argumentos y una que otra sonrisa entre pícara y persuasiva. Así fue Guillo: como una máquina imparable que no sabía hacer otra cosa que pensar, debatir, enseñar, comunicar y seducir con la claridad contundente de su irreverencia y la generosidad a toda prueba de su amistad. Así lo conocí por allá a mediados de 1976. Él era jesuita en ese entonces y yo era un estudiante de último año de bachillerato del Colegio de San Bartolomé La Merced, que estaba pensando en entrar a la Compañía de Jesús. Con un grupo de candidatos al noviciado fuimos a conocer la residencia de los jesuitas que en ese entonces trabajaban en el cias —hoy es el Cinep—, allí lo conocí junto con otros compañeros suyos que por aquel entonces se esforzaban por acercarse a la realidad de un país, que a punta de equívocos se

*

Vicerrector Académico. Pontificia Universidad Javeriana

11


debatía entre una modernidad incipiente y ambigua, un militarismo premoderno de derecha, y un movimiento guerrillero igualmente premoderno y no menos militarista. Desde esa noche me impresionó la fuerte personalidad académica de Guillo. Coincidíamos en el interés por la filosofía y por la vida intelectual, con la diferencia de que él era ya un destacado profesor que hacía un par de años había obtenido su doctorado en Alemania, y yo apenas un bachiller que andaba tratando de encontrarle sentido a la vida. Ese primer contacto con Guillo incrementó mi entusiasmo por la vida académica, y concretamente a la manera de ser jesuita. Me atrajo con su enorme capacidad intelectual y me motivó por el estudio como una manera de servirle a Dios y a la sociedad. Dos años después de ese encuentro, a la vez furtivo y fecundo, Guillo dejó la Compañía y se dedicó a ser profesor de filosofía en la Universidad Nacional de Colombia. Nunca me decepcionó y siempre vi su retiro de la Compañía como un valiente acto de honestidad. Como estudiante de filosofía en la Javeriana le consulté en varias ocasiones sobre asuntos académicos. De esas consultas me quedan recuerdos imborrables. Por ejemplo, que me recomendó leer un artículo suyo titulado “El problema de la libertad humana en Kant”, publicado en Ideas y Valores (51-52, 1978), el cual marcó y facilitó mi comprensión de la dialéctica trascendental de la Crítica de la razón pura de Kant. Puedo decir que Guillo dejó en mí una especie de huella alemana, que no me ha abandonado, y que no me avergüenzo en describir como un constante y creciente entusiasmo y admiración por la filosofía de Kant y un escepticismo también pronunciado hacia el pensamiento de Hegel. Algunos años después, tras alcanzar su jubilación en la Nacional, Guillo regresó a la Javeriana. Y en los últimos cinco años, por esas cosas imprevistas e inesperadas del destino, me correspondió ser su jefe inmediato, lo cual debe ser tomado con precaución, pues es bien sabido de todos sus conocidos que Guillo, con excepción 12

Guillermo Hoyos: Vida y legado


de los casos en que se organizaban las cosas para que funcionaran bien desde el punto de vista práctico, no admitía tener jefes. En este caso me correspondía actuar como vicerrector académico de la Universidad, y a él como el director del Instituto Pensar, adscrito a la Vicerrectoría Académica, y luego como director del Instituto de Bioética, también adscrito a la misma Vicerrectoría. De manera que casi que sin darme cuenta pasé de ser su discípulo a ser el jefe institucional de una de las figuras intelectuales que más había influido en mi formación intelectual. Das Leben, lieber Guillo, schenkt uns solche Überraschungen (La vida, querido Guillo, nos regala este tipo de sorpresas). Eso de no aceptar tener jefes en el ejercicio del pensar es propio de los filósofos, de los mejores filósofos. Y Guillo sí que nos dio ejemplo de autonomía en el pensar. Pero de una autonomía sabiamente combinada con responsabilidad social y universitaria. Los que lo conocimos sabemos cómo era su temperamento: crítico, polémico, batallador, a veces imprudente, pero siempre leal. Por eso puedo decir que ser jefe de Guillo en asuntos de organización institucional era una tarea exigente, a veces difícil, pero siempre agradable. Yo sabía que estaba frente a una persona que expresaba con total transparencia lo que pensaba. Y Guillo tenía una característica, que, creo yo, aprendió y asimiló durante sus años en la Compañía de Jesús: a la vez que era tremendamente crítico, también sabía que pertenecía a una institución, y que en ciertos momentos había que obedecer. Al respecto, él encontraba gracioso el hecho de que yo con alguna frecuencia le citara en alemán una frase que Kant a su vez cita en su escrito sobre la Ilustración, y que en alguna ocasión dijera el Rey de Prusia a los filósofos de Alemania — quienes tampoco eran fáciles de manejar— a finales del siglo xviii: “Räsonniert, soviel ihr wollt, und worüber ihr wollt; nur gehorcht!” (Razonad cuanto queráis y sobre lo que queráis, ¡pero obedeced!).

Guillermo Hoyos Vásquez, maestro del pensar en público

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Guillo nunca fue un aliado de quienes pensaban y opinaban desde o para las estructuras del poder. No fue un militante de esos que venden su criterio personal a cambio de algo. Tuvo posiciones filosóficas y políticas muy claras y contundentes. A veces se obsesionaba en la crítica de ciertas figuras —o contrafiguras— políticas, pero si eso ocurría era con el fin de mantener la actitud crítica como único faro en la travesía del pensar. Quizás la combinación de su formación humanística clásica con la experiencia de haber sido estudiante universitario en la Alemania del 68, la cual estuvo marcada por figuras como Heinrich Böll y Herbert Marcuse, fue lo que hizo posible que Guillo se pudiera dar el lujo de admirar y aprender a la vez de Marx y de San Agustín, de Kant y de Max Weber: dominara el latín y el griego tanto como el alemán, y se considerara capaz de conciliar el pensamiento conservador progresista con la crítica rigurosa de la izquierda inteligente —que a su juicio no toda la izquierda lo era—. Creo que los únicos por quienes Guillo era incapaz de sentir simpatía eran los intolerantes de derecha y de izquierda, los que no piensan, sino repiten ciegamente, los que negocian sus principios por debajo de la mesa por cualquier plato de lentejas o quienes confunden coherencia con fanatismo e integrismo. Para él era claro que de estos últimos había tanto en la Iglesia católica como en los partidos políticos de izquierda y de derecha, en el pensamiento posmoderno, en las ciencias mal llamadas puras y en las ciencias sociales. La capacidad crítica y autocrítica era para Guillo algo así como garantía de dignidad intelectual. Es muy probable que eso fuera lo que lo llevó a inventarse la expresión a la vez preclara y programática de “pensar en público”. Me atrevo a especular que, así como Wittgenstein rechazaba la posibilidad de que existieran lenguajes privados, también Guillo rechazaba la posibilidad de pensar en privado, como si el pensamiento fuera un entretenimiento solipsista o pudiera estar al servicio de 14

Guillermo Hoyos: Vida y legado


unos cuantos no más. Y estoy convencido de que para Guillo pensar en público era una manera de dar continuidad a la idea kantiana de uso público de la razón, idea que en Para la paz perpetua de 1795 el filósofo de Königsberg vincula con la publicidad de las máximas en la acción política internacional (si recordamos que para Kant las máximas son el principio subjetivo de la acción, poner en público nuestras máximas y discutirlas abiertamente, las cuales equivalen a abrir las puertas a la transparencia en la política). Pensar en público era para Guillo, entonces, algo así como ponernos a debatir argumentativamente —perdonen la redundancia— sobre eso que nos interesa llevar a la política, nuestros temas, nuestros intereses, nuestras razones para desear o preferir esto o aquello. Cómo nos siguen haciendo falta en Colombia esos debates, esos encuentros y desencuentros en torno a los temas que verdaderamente nos importan como comunidad política. Porque un país que debate argumentativamente es un país que abre las puertas a la paz, a la convivencia y a la democracia. Fue así como Guillermo Hoyos Vásquez se convirtió en maestro en eso de pensar en público. Su idea era que no se piensa en público porque cada uno posea su verdad, sino precisamente para que todos acabemos siendo parte de ella. Cuando a comienzos de este año nos sacudió emocionalmente la noticia de la muerte de Guillo, la vicerrectora de investigación, doctora Consuelo Uribe Mallarino, y yo pensamos que era nuestro deber como universidad rendir un homenaje académico a quien tanto nos había enseñado. Cuando conversamos con Patricia, viuda de Guillermo Hoyos, sobre esta idea, que surgía del cariño y la amistad agradecida, ella se mostró también interesada en que se hiciera un acto académico en donde se presentaran y se dieran a conocer, se profundizaran y analizaran, distintas facetas en la vida de Guillermo Hoyos Vásquez. Creo que era lo mínimo que la Pontificia Universidad Javeriana podía hacer para comenzar a recoger el enorme legado

Guillermo Hoyos Vásquez, maestro del pensar en público

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del amigo, el pensador, el profesor y el universitario par excellence que fue Guillermo Hoyos Vásquez a través de tantos años. Todos sabemos que con la muerte de Guillermo Hoyos Vásquez el país entero ha perdido a un gran pensador, una mente lúcida que se distinguió por su capacidad crítica, por su visión completa, integral, de largo plazo; que no transigía fácilmente con nada que no lo convenciera sinceramente, y que no concedía sino aquello que había sido examinado en profundidad desde todas las dimensiones de sus consecuencias. Todo eso lo hacía Guillo en público, por eso creemos que si hoy presentamos este libro es porque hemos aprendido la lección. Estas páginas, en efecto, nos convocan a pensar en público sobre el legado de Guillermo Hoyos. Aquí tendremos la oportunidad de acercarnos a distintas facetas de una personalidad intelectual amplia y compleja. Este libro nos invita a conocer el paso de Guillo por la Compañía de Jesús a la que estuvo vinculado, y a conocer más de cerca sus aportes a la educación, a la política, a la comunicación, a la bioética, a la filosofía en Colombia, a la Facultad de Filosofía de la Javeriana, a la Universidad Nacional de Colombia, al Instituto Pensar y a la comprensión del pensamiento de sus principales maestros, Edmund Husserl y Jürgen Habermas. En nombre de la Universidad agradezco a todos aquellos que se mostraron dispuestos e interesados en participar en este homenaje. Es apenas la continuación de ese “pensar en público” al que Guillo felizmente nos condujo y en el que fue y seguirá siendo nuestro maestro.

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Guillermo Hoyos: Vida y legado


Entre 1984 y 1985 participó activamente en el Programa de Paz del gobierno de Belisario Betancur, como miembro de la Comisión de Verificación y Diálogo Nacional. El doctor Hoyos participó activamente en entidades financieras que colaboran activamente en la política social del país. Entre 1990 y 1995, fue miembro de la Junta Directiva de la Corporación Colmena y miembro del Consejo Directivo de la Fundación Social entre 1995 y 1998. Durante su productiva vida académica, además de numerosos artículos en revistas especializadas, el profesor Hoyos publicó, entre otras, las siguientes obras: •

Los intereses de la vida cotidiana y las ciencias. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá: 1986 (reedición 2010).

Derechos humanos, éticos y morales. Viva la ciudadanía. Bogotá: 1995 (con Germán Vargas).

Introducción y compilación (con Ángela Uribe). Convergencia entre ética y política. Siglo del Hombre Editores. Bogotá: 1998.

Su última publicación fue: •

Investigaciones fenomenológicas. Siglo del Hombre Editores. Bogotá: 2012.

VICENTE DURÁN CASAS, S. J. Vicerrector académico de la Pontificia Universidad Javeriana, licenciado en Filosofía y diplomado en Teología de la misma universidad. Doctor en Filosofía de la Hochschule für Philosophie (Escuela Superior de Filosofía) de Múnich, Alemania.

GUILLERMO HOYOS VÁSQUEZ (1935 -2013)

Vicente Durán Casas, S. J. - Editor

Por este alto desempeño en su vida académica, el profesor Hoyos obtuvo, en 2010, el premio “Francisca Radke a la vida y obra de un educador” y, el 3 de diciembre de 2012, el premio Medalla Simón Bolívar, categoría “Orden Gran Maestro” Premio Vida y Obra, otorgado por el Ministerio de Educación Nacional.

El día 27 de febrero de 2013 se llevó a cabo en la Pontificia Universidad Javeriana el homenaje académico en honor de la vida y trayectoria intelectual del profesor Guillermo Hoyos Vásquez. Su reciente deceso, el 5 de enero de 2013, y sus contribuciones a la academia colombiana fueron las razones para que amigos, alumnos y compañeros de trabajo dedicaran toda una jornada a recordar las anécdotas y enseñanzas del profesor Hoyos. Como resultado de ese evento, la Vicerrectoría Académica y la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad Javeriana se han unido en este proyecto editorial que recoge las intervenciones que se realizaron en este homenaje, con el fin de llevar a un público más amplio una de las vidas y obras intelectuales que han marcado a una generación de científicos sociales y filósofos colombianos.

Guillermo Hoyos Vásquez nació en Medellín, Colombia, en 1935. Obtuvo su licenciatura en Filosofía y Letras de la Universidad Javeriana, Bogotá. Más tarde viajó a Alemania donde se licenció en Teología en Sankt Georgen, Frankfurt y en la Universidad de Colonia con summa qum laude culminó su doctorado en Filosofía, bajo la dirección del profesor doctor Ludwig Landgreber, gracias a una beca otorgada por el DAAD (Deutscher Akademischer Austausch Dienst). Sus principales campos de trabajo académico se centraron en la fenomenología, la teoría crítica de la sociedad ( J. Harbermas) y en la filosofía moral, política y del derecho.

Guillermo Hoyos Vida y legado

Guillermo Hoyos Vida y legado

Fue coordinador de la Comisión Nacional de Doctorados y Maestrías del Consejo Nacional de Educación superior (CESU) y miembro del Consejo Nacional de Acreditación (CNA). Se desempeñó por muchos años como vicepresidente de la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia (ACAC).

Fue profesor asociado del Departamento de Filosofía de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, desde 1975 hasta su jubilación el 1 de febrero de 2000. Obtuvo cinco distinciones como Mejor Profesor de esta institución. Se desempeñó, también, como decano de la Facultad de Ciencias Humanas (1988-1990). A partir del 1 de marzo del año 2000, asumió la dirección del Instituto de Estudios sociales y Culturales PENSAR, de la Universidad Javeriana, donde desarrolló múltiples actividades que llevaron a que el Instituto tuviese renombre nacional e internacional, con programas tales como Pensar en Público y Diálogos en El Nogal. A mediados de 2010 asumió la dirección del Instituto de Bioética de la Universidad Javeriana, cargo desde el cual estimuló la investigación en “ética despojada de sotana y de médico”, como él lo afirmaba. Este Instituto se convirtió, entonces, en pionero de este tipo de estudios en el país, más cuando cuenta con una excelente biblioteca en el área.

Vicente Durán Casas, S. J. Editor Pontificia Universidad Javeriana

El profesor Hoyos participó en muchos cuerpos colegiados que apoyan el desarrollo de actividades académicas en la filosofía y las ciencias humanas. Fue miembro fundador del comité académico de La Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía (EIAF) y miembro del comité editorial internacional de Acta Bioethica del Programa de Bioética para América Latina y el Caribe de la OPS/ OMS. También fue miembro de la Red Iberoamericana de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación (CTS + I), de la Asociación Nacional de Bioética, del Consejo Nacional de Ciencias Humanas y Sociales de Colciencias entre 1991 y 1995 y del Consejo Académico de la Academia Diplomática de San Carlos (Ministerio de Relaciones Exteriores). Continúa


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