120 años del Colegio de Abogados de Valparaíso

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120 AÑOS DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE VALPARAÍSO Decana de la organización gremial de los profesionales chilenos del Derecho, la institución ha marcado pauta en la vida jurídica, judicial, social y académica de la región. Y con ese legado a cuestas se proyecta mirando a los desafíos que imponen desde la tecnología al nuevo escenario constitucional del país. EDICIONES ESPECIALES

M E R C U R I O VA L P O . C L

5 DE SEPTIEMBRE DE 2021


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Colegio de Abogados de Valparaíso, 120 años de historia El Colegio de la Orden no solo le pertenece a sus socios, sino a la historia, a la tradición, a la sociedad y al país.

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l 8 de septiembre de 1901, a las 13:30 horas, tuvo lugar en la Secretaría de la Corte de Apelaciones de Valparaíso la reunión de un grupo de abogados de la plaza para la fundación de nuestra Orden. Según da cuenta la historia recogida en la obra del colega Manuel Vergara, esta iniciativa nace de un relator de la propia Corte de Apelaciones porteña, atendido el creciente aumento de litigios y la importancia de las materias que se conocían, principalmente de carácter comercial. Lo anterior provocó un incremento en el número de abogados avecindados en Valparaíso, escenario que hizo necesaria una adecuada organización. Resulta interesante que algunos de estos aspectos se repiten en la historia, como es el interés de los propios tribunales sobre la existencia de cierta organización de los abogados como un símil de lo ocurrido también en Inglaterra con los Inns of Court -desde 1320-, en que las propias cortes apreciaban la necesidad de regular y encausar el ejercicio de la profesión. En lo organizacional, pode-

mos apreciar que con el paso del tiempo este tipo de instituciones han tenido diferentes formas jurídicas en nuestro país. Primeramente, como organizaciones privadas, individuales e independientes, sin contar con un reconocimiento y estructura legal, como fue a principios del siglo XX. Luego, a partir de la Constitución de 1925, pasaron a ser una institución de derecho público y centralizada, y cuyas primeras directivas fueron elegidas por los Tribunales de Justicia. En 1981, volvieron a ser de carácter privado, reguladas como una asociación gremial, sin control ético universal, ni colegiatura obligatoria. SERVIDORES PÚBLICOS Durante estos 120 años de historia, por nuestra Orden han pasado grandes servidores públicos, hombres y mujeres que han contribuido profundamente al ejercicio de la profesión: académicos, autoridades universitarias, jueces, funcionarios y autoridades públicas y, principalmente, abogadas y abogados anónimos que con sacrificio, dedicación y rectitud defienden los intereses de sus representados y las personas que más lo necesitan, pues siempre los abogados hemos estado, estamos y estaremos al servicio de los demás. En los últimos años, hemos logrado hacer a nuestro Colegio más cercano y activo, involucrándonos con diferentes actores del quehacer regional, nacional e internacional. En el mundo académico, tenemos una importante presencia en las Escuelas de Derecho de nuestra Región, estableciendo no solo convenios de colaboración recíproca u otorgando reconocimientos a sus mejores alumnos, sino también participando de actividades como charlas, encuentros y clases a los futuros abogados, de tal manera de contribuir en su formación jurídica y ética en el ejercicio de la abogacía. En relación con el servicio a la ciudadanía, el actual escenario sanitario ha sido un agente motivador para explorar a través de la tecnología nuevas formas de colaborar con la sociedad. En ese sentido, hemos logrado llevar a toda la ciudadanía charlas de interés general

des sociales de nuestra Orden como un importante instrumento de comunicación.

ALEJANDRO GÓMEZ CORTÉS ABOGADO PRESIDENTE COLEGIO DE ABOGADOS DE VALPARAÍSO A.G.

con expositores de alto nivel, donde han asistido no solo abogados sino ciudadanos de diferentes disciplinas y áreas del conocimiento. Junto con ello, se crearon cápsulas de educación cívica realizadas por jóvenes asociados para informar sobre lo que es una Constitución y sus fines, conversatorios con más de 45 candidatos constituyentes de nuestra región de todos los sectores políticos, y entre-

vistas con personalidades del quehacer nacional. Además, hemos hecho declaraciones públicas sobre el acontecer del país como una forma de reflexionar con la ciudadanía sobre los sucesos que estamos experimentando. Con ese mismo espíritu, hemos concurrido a medios de comunicación social como prensa, radio y TV para dar a conocer nuestra labor. Asimismo, hemos utilizado las re-

PODER JUDICIAL Y MUNDO EMPRESARIAL En el orden judicial, hemos mantenido una permanente, sincera y estrecha relación con el Poder Judicial a través de los diferentes tribunales de instancia, la Excelentísima Corte Suprema y, principalmente, con la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Valparaíso a través de sus diferentes presidentes y presidentas, pudiendo transmitir y hacer presente sus logros, pero también aquellos puntos que nuestros asociados nos han manifestado como críticos o de mayor complejidad, siempre en un contexto de un sincero y mutuo respeto. Junto con ello, nuestra Orden, a partir de 2019, se ha involucrado activamente en la formación de los futuros jueces y el perfeccionamiento de los integrantes de dicho poder del Estado a través del Consejo Directivo de la Academia Judicial de Chile y en representación de todos los Colegios de Abogados, ya que por primera vez en la historia ese lugar es ocupado por un Colegio de

Director El Mercurio de Valparaíso: Carlos Vergara E. lEditor: Rafael Valle M.

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“El proceso constituyente debe ser una instancia donde los Colegios de Abogados pueden y deben estar presentes, aportando a la discusión nacional sobre qué tipo de país queremos y necesitamos”. Abogados de regiones. En el ámbito legislativo, hemos participado en diferentes mesas de trabajo en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos para proyectos de ley relacionados con ese sector y que afectan directamente a los ciudadanos, donde hemos llevado los planteamientos, sugerencias y visiones desde la óptica de las regiones y la práctica profesional. Asimismo, hemos sido invitados a exponer en diferentes comisiones del Congreso Nacional, donde hemos expresado nuestra opinión y sugeri-

Periodista: Marcelo Macellari C.

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Diseño: Equipo de Diseño Comercial lContacto comercial: Francis Galindo A. lTeléfono: +569 89603446 lE-mail: francis.galindoa@mercuriovalpo.cl

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Dirección: Esmeralda 1002, Valparaíso. lRepresentante legal: Karla San Martín A. lPropietario e impresor: El Mercurio de Valparaíso S.A.P.

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do propuestas de mejora a proyectos de ley actualmente en tramitación. Con el mundo empresarial, hemos estrechado vínculos con la Cámara Regional del ComerciodeValparaíso,laCámaraChilenadelaConstrucciónRegional Valparaíso y con la Asociación de Empresas de la V Región (Asiva), organizando encuentros y poniendo a su disposición el Centro de Arbitraje y Mediación dependiente de nuestro Colegio, como un medio de solución alternativa de conflictos. En el aspecto internacional, nuestro Colegio ha dado importantes avances, firmando convenios de cooperación recíproca con el Ilustre Colegio de Abogados de Lima y el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal de Buenos Aires. De hecho, el 1 de septiembre realizamos un encuentro Latinoamericano de Colegios de Abogados con los países hermanos de Argentina, México, Perú y Uruguay. ACTIVIDAD GREMIAL En lo propiamente gremial, hemos logrado -pese a la pandemia- mantener un permanente contacto con nuestros asociados, no solo con los más de 30 cursos, charlas y conversatorios

por medios telemáticos, sino que, además, recibiendo a nuevos asociados. Junto con lo anterior, seguimos manteniendo y ofreciendo nuevos convenios con empresas de la región. Al mismo tiempo, hemos articulado una verdadera red de trabajo colaborativo de los Colegios de Abogados desde Arica a Punta Arenas, con gestiones y actividades en conjunto. Esta instancia ha permitido proyectar a corto plazo la formación de una Federación de Colegios de Abogados, para poder plantear con claridad el rol de nuestras instituciones, respetando la individualidad, independencia y originalidad de cada una de ellas. Pero nuestra vista no solo está fijada en lo que hemos hecho, sino en lo que nos queda por hacer. Son muchas las tareas aún pendientes: fortalecer y hacer crecer a nuestro Colegio -el decano de los Colegios de Abogados de Chile-, incentivando a que más jóvenes abogados y abogadas se unan a nuestras filas. Junto con ello, resta actualizar nuestros estatutos y reglamentos según los nuevos requerimientos de la era digital. Por último, constituye un gran desafío modernizar nuestro Código de Ética y sus procedimientos, teniendo presente que el mis-

HONORABLE CONSEJO DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE VALPARAÍSO. PRIMERA FILA: SANDRA BENAVIDES, AÍDA HALEBY (VICEPRESIDENTA), NATALIA MONTENEGRO (SECRETARIA ABOGADA). SEGUNDA FILA: CARLOS FUENTES, PAULO PÉREZ, ALDO FENDEZ, ALEJANDRO GÓMEZ (PRESIDENTE), RAFAEL GONZÁLEZ, ADOLFO SILVA Y ENRIQUE GAETE (SECRETARIO EJECUTIVO).

mo no solo regula la conducta de los colegas entre sí, sino por sobre todo respecto de sus clientes. A estos proyectos están todos nuestros asociados invitados a participar. Sin duda estamos en tiempos de cambios, y el proceso constituyente debe ser una instancia donde los Colegios de Abogados pueden y deben estar presentes, aportando a la discusión nacional sobre qué tipo de país queremos y necesita-

mos, un país de todos sin exclusión, más justo y solidario, con respeto a las instituciones y a todos sus habitantes. Todos estos son desafíos a los que no podemos rehuir, pues este Colegio no solo les pertenece a sus socios, sino a la historia, a la tradición, a la sociedad y al país. Por eso, todos estamos llamados y convocados, todos debemos celebrar, pues nuestra Orden está de aniversario. Invitamos a que

esta alegría sea también compartida desde Arica a Punta Arenas, por los colegios nuevos y antiguos, por los colegios grandes y pequeños, por nues-

tro Puerto y su gente. Queremos invitarlos a ser parte de las diferentes redes sociales de nuestro Colegio de Abogados de Valparaíso.

Colegio de Abogados Valparaíso, C Abog Valparaíso @cabogadosv2020 @Abogados_Valpo Colegios de Abogados de Valparaíso


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Litigación: la diferencia entre mirar y ver Este ejercicio consiste en técnicas y destrezas que los abogados de tribunales usan para transmitir a los jueces la información más importante y pertinente al eje central de cada caso que sostienen.

SANDRA BENAVIDES SCHILLER ABOGADA CONSEJERA COLEGIO DE ABOGADOS DE VALPARAÍSO A.G.

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a litigación es un arte. Consiste en técnicas y destrezas que los abogados de tribunales usan para transmitir a los jueces la información más importante y pertinente al eje central de cada caso que sostienen. El objetivo final es que el juzgador vea con claridad qué pasó, dónde, quiénes están en el conflicto, porqué y, en lo posible, la justicia de lo que piden para obtenerlo. De una manera clara, directa, lógica, creíble, ética y metódica los litigantes buscan de un tercero imparcial, el juez, lo que le pertenece a cada cual, representando con ahínco a quienes le confiaron el mandato.

El artículo 520 del Código Orgánico de Tribunales dice que los abogados son “personas revestidas por la autoridad competente de la facultad de defender ante los Tribunales de Justicia los derechos de las partes litigantes” y en Chile son los únicos profesionales cuyo título es otorgado por un Poder del Estado, el Judicial, por la Excma. Corte Suprema en Pleno. No huelga recordar que el y la letrada o letrado son personas que le dan “alma a la Toga”, como diría don Ángel Osorio y Gallardo, y que aunque la abogacía sea una “lucha de pasiones”, como reza uno de los Mandamientos de Couture, muchas veces hay que olvidar y

no quedarse ni en los éxitos, ni en los fracasos y menos en los rencores, pero por sobre todo hay que a menudo estudiar para “no ser cada día menos abogado”, más aún cuando en los últimos años la abogacía ha sufrido cambios importantes, tanto de forma como de fondo, y, todavía más, en un contexto de inquietud social y de una pandemia global que ha cambiado las dinámicas de todos. Pero aun así sigue firme como un elemento permanente e inspirador en el desarrollo de fórmulas de Justicia y contribución a la paz social. Los sistemas jurídicos han ido perfeccionando sus formas para la concreción práctica de este valor, el que, sin embargo, no puede tener lugar si se obvian dos elementos fundamentales: el principio de igualdad ante la ley y el irrestricto respeto de los Derechos Humanos, como acceder a un proceso justo, racional a cuya concreción concurren una Judicatura comprometida e independiente. Conocer nuestra identidad es fundamental para explicar lo que hacemos, por qué lo hacemos y a quién defendemos, siendo este conocimiento el que nos permite posicionarnos frente a un conflicto y buscar su mejor posible solución. El abogado debe contar con capaci-

“La litigación conlleva un esfuerzo constante en orden a desplegar las mejores capacidades de cada profesional, honrando el encargo que se le hace”. dad de estudio, disciplina y organización en resguardo del mandato que se le confiere. DESPLIEGUE DE CAPACIDADES La litigación conlleva un esfuerzo constante en orden a desplegar las mejores capacidades de cada profesional, honrando el encargo que se le hace, quien debe contar con la preparación, dedicación y muchas veces la valentía para hacer aquello que permita acceder a la Justicia, actividad que requiere y responde a un estándar superior que el de la mera aplicación de una ley. Es indudable que se han efectuado mejoras relevantes en el perfeccionamiento de los sistemas de Justicia, en miras de la transparencia y especiali-

zación. En este sentido, aquellas modificaciones implementadas en las judicaturas en sede Penal, Laboral y de Familia aparecen como esfuerzos adecuados a los nuevos tiempos a través de la especialización de jueces y un sistema de oralidad que permite concretar el principio de inmediatez de los juzgadores con el caso concreto en el cual están llamados a intervenir. Para que este diseño sea eficaz, debe ir además asociado a la necesidad de los abogados litigantes de responder a un constante estudio y al compromiso ético con sus defendidos. Lo más grave que puede pasar a la Justicia y al ejercicio de la abogacía es desvincularse con la realidad en la que nos encontramos llamados a intervenir: no ver y solamente mirar al individuo involucrado en un proceso determinado. La responsabilidad profesional va asociada al máximo despliegue de los medios que permitan la idónea defensa del mandante y exigir a los órganos del Estado su mejor esfuerzo de procurar la Justicia al caso concreto, lo que indudablemente se asocia a la oportunidad de la respuesta o intervención. El retardo en el otorgamiento de la protección de los derechos de los justiciables, así como la falta de oportunidad

en los fallos y/o soluciones constituyen innegablemente un elemento en el cual nuestro sistema está en deuda, resultando ello agravado a propósito de la pandemia de covid-19, cuestión en la que los abogados debemos insistir se supere. EDUCACIÓN CONTINUA El abogado del siglo XXI tiene además la obligación de renovarse a través de un proceso de educación continuo, en especial en miras de la modernización que significa la incorporación de la oralidad en los procedimientos, pues debe contar con la capacidad de una expresión verbal y argumentativa eficaz como competencia laboral que le permita un desempeño transparente, preciso y orientado a la defensa de las garantías de las partes. Antoine de Saint-Exupéry sostiene que los niños ven y los adultos miran, refiriendo a la pérdida de la capacidad de encontrar algo más allá de lo aparente, lo esencial. En el ejercicio de la litigación, la exigencia de todo abogado es actuar lo mejor posible para que se vea y no solo se mire el conflicto sometido a la decisión de los jueces y así lograr el anhelado “dar a cada uno lo que es suyo”, que es la forma en que ya Marco Tulio Cicerón definía la Justicia.



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120 años al servicio de la justicia y de los ciudadanos Colegio de Abogados fue creado el 8 de septiembre de 1901 con el objetivo de velar por el buen ejercicio de la profesión, el progreso de la misma y el perfeccionamiento de sus integrantes.

MANUEL PATRICIO VERGARA ROJAS ABOGADO

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ste 8 de septiembre se conmemora el 120 aniversario del Colegio de Abogados de Valparaíso A.G., que a través de su historia ha reunido a los juristas de la ciudad con el objeto de velar por el buen ejercicio de su profesión, el progreso de la misma y el perfeccionamiento de sus integrantes, para servir a la justicia y a quienes recurren a profesionales del Derecho en busca de la solución de sus problemas en el ámbito jurídico. La presencia permanente de los abogados en la ciudad puede rastrearse desde los albores de la República. Por decreto del 5 de noviembre de 1824 se crea el primer juzgado de letras en la ciudad. De allí en adelante la instalación de los demás tribunales y, principalmente, la actividad comer-

cial hizo necesaria la presencia permanente de los profesionales del Derecho. Para lograr el desarrollo jurídico de la ciudad, se crearon más tarde la Corte de Apelaciones y los Cursos de Leyes, para resolver las necesidades jurídicas del puerto en su época de mayor gloria, entre mediados y fines del siglo XIX. La consolidación del desarrollo jurídico requería un paso más: la organización de los abogados de la ciudad, llamados comúnmente “Abogados del Foro de Valparaíso” o también, “Cuerpo de Abogados de Valparaíso”. Los primeros intentos de estructurar a los profesionales del Derecho se registran en julio de 1880 y mayo de 1885, sin lograr su objetivo. A comienzos del siglo XX, en septiembre de 1901, se logra instalar el Colegio de Abogados, reuniendo no solo los abogados de ejercicio libre, sino también a los funcionarios judiciales de la ciudad. Se reorganiza en julio de 1910 y, a principios de 1923, después de un largo proceso, logra su personalidad jurídica. ÉPOCA DE ORO En marzo de 1925, gracias el DL Nº 406, se crea el Colegio de Abogados de Chile y la entidad porteña se constituye en su consejo provincial. Será, sin duda, su época de oro, donde junto a su labor de colegio pro-

fesional con personalidad jurídica de derecho público y verdaderas potestades públicas, entre ellas el control ético de la profesión en los juristas de la zona, cumplirá un doble rol relevante: la asistencia judicial para los pobres a través de su consultorio jurídico, inaugurado en 1932 y asumido oficialmente en 1934, y, en la misma época, la guía de los alumnos de Derecho en su práctica profesional para obtener el título de abogado. Con las reformas posteriores, la entidad siguió progresando. También destaca por ampliar su ámbito de acción hacia el interior, con la aparición de salas de abogados y las oficinas de su consultorio jurídico en la entonces provincia de Aconcagua. La existencia de su sede, tanto en el antiguo como en el actual edificio de la Corte de Apelaciones, es parte del paisaje que los abogados y las personas acostumbran contemplar en el ambiente porteño. También existirán actividades complementarias efectuadas por los juristas, como el club deportivo y la asociación de damas abogados. Desde 1981, con la nueva Constitución y su legislación complementaria, pierde su calidad de colegio profesional clásico, pasando a ser una persona jurídica de derecho privado como asociación gremial. Esto trae como conse-

cuencia la pérdida de su consultorio jurídico y que vuelva a ser una entidad regional autónoma, pero mantiene otras funciones relevantes como el control ético de la profesión en sus afiliados, velar por el progreso de la actividad y el perfeccionamiento de sus integrantes, sin perjuicio de asumir otros desafíos como el arbitraje y mediación en el ámbito comercial. PROFESIONALES DESTACADOS A riesgo de injusticia, es el momento de mencionar a algunos colegas desaparecidos que destacaron en las diversas dimensiones de la abogacía en la ciudad. Es forzoso partir

por Arturo Prat Chacón, abogado, Capitán de Fragata y héroe nacional. Asimismo, encontramos abogados de ejercicio libre, funcionarios judiciales o administrativos y académicos: Ambrosio Andonaegui, José Gabriel Palma, Leoncio Rodríguez y Rodríguez, Enrique Foster Recabarren, Manuel Ríos Egaña, Manuel Antonio Cruz Leiton, Braulio Moreno Velásquez, Camilo Munita Gormaz, Zorobabel Rodríguez Benavides, Juan de Dios Arlegui Gorbea, José Martín Manterola, Guillermo Rivera Cotapos, Emiliano Bordalí Humeres, Ricardo Escobar Cerda, Rafael Luis Barahona San Martín, Eduardo Carvallo Gundelach, Rafael Raveau

Soulés, Oscar Guzmán Escobar, Victorio Pescio Vargas, Fernando Durán Villarreal, Juan Andueza Larrazábal, Laura Fuenzalida Palomino, Luis Vicuña Suárez, María Skarpa Gutiérrez, Fannie Leibovich Guberman; Lidia Hogtert López, Mario Casarino Viterbo, Ramón Meza Barros, Giulietta Costa Sanguinetti, Inés Pardo Gutiérrez, René Moreno Monroy y Alejandro Guzmán Brito. Mucho más se puede decir de esta entidad patrimonial, sin embargo, en este instante es trascendente efectuar un breve recuerdo de una institución que aspira a seguir cumpliendo sus funciones por varios años más.

a falta de una sanguínea. El Colegio era para ella todo. Amó y recibió el amor de todos y todas las secretarias/os y abogados que pasa-

ron en sus 84 años en aquella mesita pequeña donde se situaba, y todos los que de una u otra manera se vincularon con ella a través del Colegio.

Anita Albornoz, un ícono de la institución Profesional ingresó a trabajar a la entidad en 1931, a los 15 años, como ayudante de la secretaria, permaneciendo activa hasta 2015.

ALEJANDRO GÓMEZ CORTÉS PRESIDENTE COLEGIO DE ABOGADOS DE VALPARAÍSO A. G.

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na Ernestina Lucía Estela Albornoz Stevens: ése era su nombre completo, pero todos la conocíamos como Anita, nuestra querida Anita. Nació, según señala el Registro Civil, el 23 de agosto de 1916, aunque algu-

nos tienen sospecha que su natalicio fue anterior. Según lo que ella misma contó en una entrevista en El Mercurio de Valparaíso, ingresó a trabajar como “ayudante” de la secretaria del Colegio de Abogados de Valparaíso en 1931, con solo 15 años, lugar desde el cual nunca más se fue. Su figura era claramente reconocible en los pasillos del Palacio de los Tribunales: pe-

queñita, delgada y de pasitos cortos al andar, siempre muy amable, pero con mucho carácter. Hay muchas historias que relatan la personalidad de Anita, como cuando retaba a señeros y distinguidos abogados cuando no se apuraban para llegar a alegar, o por no pagar oportunamente sus cuotas. Anita forma parte de la historia de la segunda mitad del siglo XX de nuestro Cole-

gio, constituyendo un ícono de nuestra centenaria institución. Ella era la dueña de nuestra casa. Pero, más allá de su historia y de sus anécdotas, deberíamos peguntarnos qué hizo Anita para ocupar un lugar tan relevante para nosotros y para nuestro Colegio. A mi modesto entender, creo que una sola cosa: “El amor”. Ella amó al Colegio profundamente, transformándolo en su propia familia


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Volver al pasado

ENRIQUE GAETE OBERREUTER ABOGADO CONSEJERO COLEGIO DE ABOGADOS DE VALPARAÍSO A.G.

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llá en los albores de la década de los 70, cuando regía la Ley 4.409 Orgánica del Colegio de Abogados que nos permitía, al igual que hoy, a los estudiantes de 3°, 4° y 5° año de las escuelas de Derecho y a los egresados hasta tres años después de haber rendido sus exámenes, tramitar con el patrocinio de un abogado habilitado ante los tribunales

de primera instancia, íbamos a presentar nuestros escritos en los tribunales civiles tanto de menor como de mayor cuantía que funcionaban en el Edificio de la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Valparaíso, el cual albergaba además, al Conservador de Bienes Raíces, a una Notaría y Archivo Judicial, oficinas de los receptores judiciales, una cafetería, al Consultorio Gratuito del Colegio de Abogados y la sede del Colegio de Abogados, que aún permanece como parte de la historia de dicho edificio construido con el aporte de los abogados. Cómo no recordar cuando entrábamos a la Ilustrísima Corte y nos cruzábamos en los pasillos con los señores ministros, jueces, funcionarios, colegas, estudiantes y personas que iban a realizar trámites, en medio de las voces que resonaban y se multiplicaban en el recinto. Como no recordar a aquellos funcionarios de los tribunales civiles que nos guiaban en forma amable y gentil en la tramitación de alguna po-

sesión efectiva o un cambio de nombre. Cómo no recordar los primeros comparendos que tuve en algún juicio de arriendo y que como defensores de los arrendatarios estaban los funcionarios de la Dirinco (Dirección de Industria y Comercio) hoy Sernac. Cómo no recordar las gratas conversaciones con algún oficial de sala que paralelamente cosía con hilo del cero algún voluminoso expediente. Cómo no recordar el sonido del timbre de cargo golpeando en el mesón y obteniendo así aquel comprobante de haber presentado un escrito dentro de plazo. Cómo no recordar haber visto a los abogados que esperaban el turno de su alegato conversando amenamente con sus pares u otros colegas que daban vueltas y vueltas en los pasillos memorizando lo que ante estrados debían exponer y que abruptamente se veía interrumpido por la voz del oficial de sala que llamaba a alegar. Al costado de la I. Corte y

en calle Tomás Ramos funcionaban los juzgados del crimen, que dieron paso hoy a los Tribunales de Familia, y donde llegaban a diario los carros celulares con los presos a declarar ante los actuarios, engrillados y bajo la atenta mirada de los gendarmes y la curiosa mirada de los transeúntes. Cómo no recordar a los familiares de los presos que a viva voz se comunicaban al momento de ingresar al carro celular a los recintos de los juzgados. La felicidad y la amargura reinaba en ese sector donde se veían rostros alegres al saber que a su pariente le habían otorgado la libertad bajo fianza y que a otros no. Deliberadamente he omitido mencionar nombres, pues mi memoria me podría haber traicionado y haber dejado fuera de mención a excelentes personas con las que tuve el grato placer de compartir en mis inicios de esta noble profesión. Este es un sencillo homenaje a todas aquellas personas que han sido parte de nuestra vida.


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Desde artesanos del Derecho hacia abogados digitales El actual escenario de cambios y transformación digital que nos toca vivir representan una serie de desafíos para el ejercicio de la profesión.

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a celebración de los 120 años de existencia de nuestro querido Colegio de Abogados de Valparaíso A.G., junto con ser un momento de orgullo y alegría, nos invita a reflexionar -aunque sea someramente- acerca de cuál es el actual estado del arte de nuestra profesión, y en particular, cuáles son los principales desafíos que a futuro se presentan para el ejercicio profesional bajo el actual escenario de cambios y transformación digital que nos toca vivir. Para ello, es decir para tratar de visualizar el futuro, primeramente hay que referirse al pasado, y de manera específica a la manera en que tradicionalmente se ha entendido y ejercido nuestra profesión de abogados. En este punto, cabe recordar que el origen de las profesiones -tal como las entendemos en la actualidad- se remonta a la primera mitad del siglo XIX, en un escenario bajo el cual las profesiones fueron pensadas y ejercidas, después, por un grupo de pocos elegidos llamados a cubrir las necesidades de muchos (Susskind, 2016). Misma situación -pero incluso un tanto más marcada por su carácter liberal-, es la que ocurre con la abogacía, la cual si bien es cierto que encuentra su origen en la antigua Grecia, su punto de partida es, al final del día, la misma existencia de un área de expertise basada en un conocimiento técnico manejado por un grupo pequeño de personas llamadas a poder abo-

gar, asistir, gestionar y representar (Vargas, 2011) a los respectivos clientes a partir del pago de una justa remuneración, emolumento u honorario. Bajo esta premisa, el servicio jurídico se construye en base a una relación uno a uno, en donde el abogado actúa como un verdadero “artesano del Derecho”, resolviendo caso a caso de manera individual todas y cada una de las necesidades y/o consultas de sus clientes. Bajo esta misma lógica, cada asesoría jurídica que presta el abogado está llamada a ser diferente a las demás, incluso sin que necesariamente “agregue valor” al destinatario del respectivo servicio. En otras palabras, una relación de carácter personal de confianza marcada por una asimetría de información y poder bajo una relación abogado-cliente, y en donde al destinatario del servicio -hoy cliente consumidorno le quedaba más remedio que confiar que el servicio recibido era efectivamente lo mejor que podía esperar para sus intereses. Bajo esta lógica, el destinatario del servicio conoce nada o poco del Derecho, ni tiene tampoco cómo conocerlo. En este mismo contexto fue que, a inicios del siglo XX, surge nuestro centenario Colegio de la Orden, bajo un entorno marcado por la escasez de abogados en ejercicio y también en formación y en donde el ser y ostentar el título de abogado pasaba a ser sinónimo de una alta investidura social y económica, entre otras razones, gracias justamente a la alta demanda que existía

ellas con ofertas de formación en base a diferentes formatos, según cuál sea el perfil de cada estudiante (joven, adulto joven, trabajador, etc), y en donde el acceso al conocimiento jurídico es ilimitado, justamente en línea con los tiempos que corren.

ADOLFO SILVA WALBAUM ABOGADO CONSEJERO COLEGIO DE ABOGADOS DE VALPARAÍSO A.G.

por prestaciones de servicios jurídicos ofrecidos solamente por unos pocos. Sin ir más lejos, bajo esta misma realidad de 1901, nuestra región solamente conocía la existencia de dos escuelas de Derecho; esto es, la del Curso de Leyes de los SS.CC. - fundada en 1894- y hoy Facultad y Escuela de Derecho de la PUCV, y el Curso Fiscal de Leyes, hoy Universidad de Valparaíso, fundada en 1911. En definitiva, un escenario muy diferente al que actualmente vivimos hoy, marcado con una presencia regional de casi una decena de Escuelas de Derecho (UAI, Unab, UVM, UDLA, UAC, UST, Upla), varias de

“Se nos invita a ser innovadores, en circunstancias que nuestra profesión, en su ejercicio y su formación, si por algo se caracteriza, es por su apego a la lógica y la repetición de las tradiciones”.

TIEMPOS DE CAMBIO Y así llegamos a nuestra era actual, surgida entre fines del siglo pasado(1995)ycomienzosdelsiglo XXI (2005), en la cual es posible identificar el arribo de la transformación digital al ámbito jurídico bajo una economía digital, y en donde conviven (co habitan) abogados del pasado (baby boomer y Generación X), abogados del presente (Generación Millennial) y abogados del futuro (Generación Z y Alfa). Dicha suma de circunstancias, esto es, transformación digital y cambio de generación, es la que termina por generar confusión para algunos e incluso frustración y negación para otros, más especialmente cada vez que se nos suele indicar que los abogados debemos adoptarnos al cambio e incluso se nos invita a ser innovadores, en circunstancias que nuestra profesión, tantoensuejerciciocomoensuformación, si por algo se caracteriza, es justamente por su apego a lalógica ylarepeticióndelastradiciones. Mal que mal, por algo suele señalarse que los abogados somos reacios e incluso derechamente que no creemos en los cambios. Tal vez por la misma razón, no resulte extraño escuchar por estos días que más de algún co-

leganosinviteareflexionaracerca de la pertinencia de efectuar algún cambio, pero sin dejar de tener a la vista el hecho que las cosas han funcionado bien hasta aquí y, por lo mismo, sostener ¿por qué razón tendría que hacerlas diferentes? En la misma línea de ideas, si los servicios jurídicos se han prestado de la misma manera desde hace siglos, ¿por qué motivos ha de hacer algo diferente o “innovador” como señalan algunos? O bien, ¿es posible innovar en una profesión como la nuestra tan marcada por tradiciones, muchas de ellas de centenaria data? ¿Qué hay de cierto en todo esto? ¿No será una simple moda pasajera todo esto del cambio tecnológico? NUEVO ESCENARIO Ahora bien, y más allá de la opinión que cada uno pueda tener, pareciera ser que existen al menos dos hechos que podrían ayudarnos a entender el momento preciso que nos toca vivir. El primero de ellos es que el mundo cambió, pasando a ser un espacio hiperconectado e hiptertransparente (Seidman, 2013) marcadoporunatransformación digital en pleno crecimiento exponencial y en donde la masificación de internet y, más recientemente, la pandemia por coronavirus, no han hecho más que acelerar la curva irreversibledecambiohaciauna sociedad de la información. Un segundo hecho, es que dicho cambio de circunstancias no se origina en lanormajurídica sino que en el mundo exterior, y en


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consecuencia, tanto el derecho como el ejercicio de la abogacía en particular, así como varias otras áreas de ejercicio profesional- tal como lo puede ser la medicina, la asesoría contable e inclusolapropiaeducación-pasan a ser un área del conocimiento y/odeserviciossegúnelcaso,sometida a este nuevo escenario bajo el cual irremediablemente se debe proyectar un antes y un después. Si seguimos esta línea de ideas, esto es, que el mundo cambió y que el ejercicio de nuestra profesión está siendo parte de dicho cambio, nos saltará la duda acerca de qué es lo que ha estado sujeto al cambio. En este punto es donde surge por una parte los efectos de la automatización, transformación digital y aplicación de la robótica e inteligencia artificial al ejercicio de nuestra profesión, y por otra, la necesidad de tener que contar con nuevas habilidades- distintas a las tradicionales, justamente para hacer frente de una mejor manera a este nuevo entorno, y entre las cuales cabe destacar la gestión de riesgos legales, el legal design thinking, el desarrollo de proyectos legales, entre otros. Incluso es más, no resulta irresponsable afirmar que la au-

tomatización, transformación digital y aplicación de la robótica e inteligencia artificial al ejercicio de nuestra profesión, es lo que está terminando de generar el tránsito- que día a día observamos- desde el abogado artesano hacia el abogado digital. Es precisamente este fenómeno el que amenaza directamente aquellas prestaciones de servicios monótonas o fácilmente estandarizables, ya que son justamente ese tipo de tareas en las cuales las máquinas, algoritmos o cómo quiera decírseles, están llamadas a ser más eficientes que los humanos, tanto en lo que se refiere a la calidad y velocidad del servicio, como el costo que ello considera. Aquí es donde surge el miedo- y la incredulidad de varios- ya que sintiéndose artesanos no quieren darse cuenta que el mundo es otro y que en consecuencia nos adoptamos como abogados digitales o al contrario poco a poco nos iremos extinguiendo, conforme a la decisión que cada uno adopte. En dicho sentido, el llamado es ser proactivos, abrazando el cambio, y no apocalíptico o negacionista haciendo como si nada pasara. Al final del día, si lo pensamos un momento, si seguimos la senda de la nega-

ción, nos exponemos que nos ocurra lo mismo que le ocurrió a mediados de los noventa a más de algún colega de la plaza que frente a la llegada del correo electrónico, solía pregonar que “eso no era para los abogados, que no era la forma en que le habían enseñado a litigar, que despersonalizaría el ejercicio de la profesión” y un largo etcétera. Lo que ocurre hoy es algo si-

milar a ese fenómeno, con la salvedad que el crecimiento de la curva de transformación digital está disparado y en donde además, nos guste o no- son otras generaciones – las de los millennial y centennial- cargada de nuevas ideas muy en línea con el este nuevo entorno digital que nos rodea, las que están llamadas preferentemente a ser parte del cambio. Pero cuidado,

el llamado a las nuevas generaciones para ser parte de esta revolución es preferente, pero no exclusivo ni excluyente. Muchos de quienes pertenecemos a generaciones anteriores también tenemos mucho que aportar- baby boomer, generaciones x o y- ya que justamente al venir del mundo analógico y arribar al digital podemos comprender cuáles fueron

las causas y lo que es más importante aún, cuáles seguirán siendo los efectos del cambio. Por lo mismo, la sugerencia es a tratar de sumarse y no restarse. A tratar de aportar y no simplemente negar. La profesión necesita la experiencia de cada uno de nosotros. Lo mismo con nuestro querido Colegio a quien hoy muy merecidamente celebramos.


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Ética: ¿qué es y para qué? En el abogado, la ética es un permanente estado anclado a dos sólidos soportes: la defensa del honor y la dignidad que representa la profesión y el respeto en relación con sus clientes, la magistratura y la sociedad.

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ara el gran jurista Piero Calamandrei, ética es “el gobierno de la conducta humana en el ejercicio de su libertad en el ser racional, el umbral de la dignidad vivificada por la justicia y el bien común, su falta es una arbitrariedad del poder que hiere la dignidad humana” Para nosotros Ética, en el abogado, es un permanente estado anclado a tierra sobre dos sólidos soportes, paralelos, pero igualmente robustos: -Ladefensainclaudicabledel honor y la dignidad que representalaprofesión,yasíloejemplifica, en forma notable, el jurista español Angel Osorio en su magnaobra“Elalmadelatoga”,alexponer“Noprocuresnuncaenlos Tribunalessermásquelosmagistrados, pero no consientas ser menos”. ¡Cuánta dignidad! - Y el segundo brazo que debe sostener a este tremendo valor, consustancial al profesional del derecho, consiste en el respeto en todas sus manifestaciones, en relación con sus clientes, con la magistratura y la sociedad entera. Ello supone ejercer su actividad con honestidad, formación, honradez, buena fe, lealtad y sentido común, todo ello dirigido al fin más relevante, la Justicia. Estas cualidades son inelu-

dibles para ser merecedor de la confianza y respeto que necesitan poner en él sus clientes y pares y, por cierto, toda la comunidad a la cual se debe, y se ofende, vulnera y agravia, cuando el abogado a quien entrega su confianza, lo decepciona con sus malas prácticas, aprovechamiento de poder y, por qué no decirlo, su falta de honradez en una de las relaciones más sentidas por la sociedad, en atención a que su concurso en el quehacer nacional e internacional resulta ineludible. De ese modo, los necesitados de sus servicios se sienten desamparados, perdidos en una jungla de profesionales del Derecho que lenta pero sostenidamente han dejado de ser aquellos abogados en cuya sapiencia y honestidad ponían su libertad, su patrimonio y su honor sin ninguna reserva. Por ello un estudioso de la Ética en el Derecho, asegura que “en el abogado es mucho más importante la rectitud de conciencia que el tesoro del conocimiento”. Y, ¿cómo no?; ¿cómo resguardarse frente al abogado que aprovecha la vulnerabilidad de su cliente para engañarlo, el que diciendo la verdad o faltando a ella ilumina al tribunal o lo enceguece; el abogado que usando su poder incurre en corruptelas de toda índole que afectan su credibili-

“Los Consejos de Colegios de Abogados del país se han formado convicción en el sentido de que para el correcto y adecuado ejercicio de la profesión se debe volver a la colegiatura obligatoria”.

AÍDA HALEBY CURY ABOGADA VICEPRESIDENTA COLEGIO DE ABOGADOS DE VALPARAÍSO A.G.

dad ante su cliente, la magistratura y toda nuestra sociedad?. Y, ¿cómo no exigir Ética a aquel cuya intervención está involucrada desde antes de nuestro nacimiento hasta después de nuestra muerte? LA ETICA Y EL COLEGIO DE ABOGADOS El H. Consejo del Colegio de Abogados de Valparaíso tiene

como su labor primordial, la responsabilidad de aterrizar en la práctica esos principios y valores que resultan indispensables en la formación de los colegiados de esta profesión. Con esa finalidad, el Consejo se rige por sus Estatutos, Código de Ética y el Reglamento para la adecuada tramitación de los reclamos que se interponen en contra de sus asociados, e incluso

en contra de aquellos que no lo son. En el caso de estos últimos, el Consejo carece de competencia para sancionarlos. Teniendo en consideración, entonces, que abogados que incurriendo en una actitud éticamente reprochable, si no son colegiados, escapan al control ético del Consejo de la Orden, es que una proporción, notoriamente mayoritaria, de los miembros de todos los Consejos de Colegios de Abogados del país se han formado convicción en el sentido de que para el correcto y adecuado ejercicio de la profesión se debe volver a la colegiatura obligatoria, y si esta normativa se concretara, entre otras ventajas para el gremio y

sus usuarios, todos los abogados tomarían conciencia y adaptarían su actuar al control ético de los Consejeros de la institución. Larga data ha transcurrido en la prosecución de esta anhelada y convencida necesidad de detentar dicha facultad. Es así como una de las más sentidas aspiraciones de esta hoy asociación gremial no ha podido superar la valla de la aprobación del Congreso en ese sentido, y mientras ello no ocurra, resulta muy difícil adecuar la conducta ética de todos los profesionales del Derecho. Es por lo anterior que resulta tan beneficioso para todos aquellos que están decidiendo sobre la contratación de un abogado observar, siempre, que los abogados que forman parte del Colegio de la orden, ingresaron aélvoluntariamente,poniéndose en forma espontánea bajo el escrutinio y resolución del Consejo ante cualquier reclamo en su contra. ¿Qué más confianza y tranquilidad en dicha elección? Y concluimos con un mensaje que, tallado en oro, se remonta a más de dos mil años, rescatado por don Santiago Sentis, autor del prólogo a la séptima edición de “El Alma de la Toga”, a 25 años del fallecimiento de su autor, y que dice: “Sed buenos y no más, sed lo que he sido entre vosotros”.


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Matilde Throup Sepúlveda, primera abogada en Chile y Sudamérica Hace 129 años la profesional nacida en Angol obtuvo su Licenciatura en Leyes, lo que tuvo resonancia en otros países y abrió el camino para futuras generaciones de abogadas. ALEJANDRO GÓMEZ CORTÉS ABOGADO PRESIDENTE COLEGIO DE ABOGADOS DE VALPARAÍSO A.G.

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l 6 de junio se cumplieron 129 años desde que la primera mujer juró como abogado en Chile y Sudamérica. Este hecho -que no deberíasersorpresaenlaactualidad, pues hoy estudian y juran másmujeresquehombres-afines delsigloXIXfuetodounacontecimiento. Matilde Throup, la terceramujerenobteneruntítuloprofesional desde la vigencia del DecretoAmunátegui,firmadoenViña del Mar en febrero de 1877, y que permitió a las jóvenes ingresar a la universidad, rompió una serie de prejuicios que enfrentaron muchas mujeres que abraza-

ron el estudio del Derecho, hasta yabastanteavanzadoelsigloXX. Ella padeció en varias ocasioneslaactituddelosprofesores que deseaban su fracaso en sus exámenes, como uno de ellos que le indicó: “Las mujeres a coser y cocinar en su casa”. REVUELO Su juramento causó revuelo en Chile y el extranjero. En Bélgica, el abogado Luis Fort solicitó al presidente de la Corte Suprema antecedentes sobre las dificultades que Matilde Throup había tenido para obtener el título de abogada, requiriendo un documento que le permitiera acreditar ante las autoridades judiciales belgas que en Chile una mujer ejercía dicha profesión. Similar situación ocurrió en Argentina,cuandolaCorteSupre-

matrasandinasolicitóuninforme aChiledeloacontecidoenelcaso dedoñaMatilde,pueslaCortede BuenosAireshabíanegadodicho derechoaMaríaAngélicaBarrera (primera abogada trasandina), quienalreclamardichaarbitrariedad dio el ejemplo del caso chileno,oficiándoseparatalefecto. Sin embargo, esto no significó para nuestra primera colega mujeruncaminofácil,puesade-

más de enfrentar los prejuicios sociales respecto del trabajo femeninoseviotambiénenfrentadaatrabasinstitucionalesdelEstado. Fue la primera mujer en postularse al cargo de Notario Público y secretario del Juzgado de Ancud, que fue rechazado por el Fiscal Judicial de la Corte de Apelaciones de Concepción por el solo hecho de ser mujer. Mas, la señorita Throup no

se aminoró frente a tal decisión, yrecurrióantelaCorteSuprema para revertir la medida, la que luego de la visita del fiscal de la CorteSuprema,en sentenciadel 23 de septiembre de 1893, fue acogida considerando la igualdad entre hombre y mujer para acceder a dichos cargos y reconociendolacontribucióndeMatildealeliminarrestriccionesparaquemujeresfueranabogados. Posteriormente se presentó a los concursos para los cargos de oficial civil de la Primera CircunscripcióndeSantiagoyNotario Público de Santiago, siendo en ambas aceptada para el examen correspondiente. No obstante, Matilde Throup ejerció intensamentelaprofesión,connumerosa clientela. Muchas de dichas defensas correspondían a losmáspobresqueconcurríana suoficina,loqueevocaelrecuerdodoñaLidiaHogtertenelColegio de Abogados de Valparaíso. PUNTA DE LANZA DoñaMatildeseuneaunselecto grupo de mujeres que fueron punta de lanza para la inclusión

femenina en la abogacía, como MatildeBrandau,GudeliaPacheco,FilomenaCasarinoy-enSantiago- Elena Caffarena; Laura Fuenzalida,BertaSantiagos,MaríaSkarpa,AdrianaPreusser,primerasabogadasenValparaíso;y Clarisa Retamal, primera abogada en Concepción. El Colegio de Abogados de Valparaíso no ha estado ajeno a reconocer la contribución de las mujeres en la profesión. Desde 2017,porprimeravezsuvicepresidencialaejerceunadistinguida colega,AídaHaleby.En2019,por primera vez en nuestra institución, se le otorgó a nuestra colega Inés Pardo --lamentablemente fallecida hace pocos días- el más alto reconocimiento de nuestra Orden: el premio de Excelencia Profesional, como primera profesora de la Escuela de Derecho de la PUCV. Ciertamente, Matilde representa a todas esas mujeres que día a día ejercen la abogacía. Para ellas también va nuestro reconocimiento,yaquetodosytodas hemos construido el Colegio de Abogados de Valparaíso.


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La resolución alternativa de los conflictos jurídicos En el arbitraje prima la autonomía de la voluntad de las partes, ya que deciden sustituir la intervención de la justicia ordinaria y pública en un litigio, por una privada.

E

l Centro de Arbitraje y Mediación (CAM) de la V Región fue creado en el año 1999 por la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso (CRCP) con el objeto de proporcionar un organismo ágil, un procedimiento adecuado y personas expertas para la resolución alternativa de los conflictos jurídicos en la región y descongestionar la justicia ordinaria. Luego de 15 años bajo la administración de la CRCP, de manera inédita en el país se tomó la decisión de traspasar el Centro al Colegio de Abogados de Valparaíso. El presidente de la CRCP de la época, don Gustavo González, señaló que ello tenía la finalidad de “entregar el CAM a quienes con mayor experticia podíanasumirlanuevaetapade desarrollo que esta institución requiere, a los abogados de nuestra región y esperamos que perdure esta forma de servicio a la comunidad, que perfeccione su funcionamiento, que se agilice su desarrollo y que finalmente se constituya en un pilar esencial de resolución de conflictos en la zona”. Gustavo González no se equivocaba; el Centro, al alero del Colegio de Abogados de Valparaíso, no solo se ha transformado en un referente regional, sino que a través de la alianza con diferentes organismos productivosdelaregión,talcomola

Cámara Regional de Comercio y la Cámara Chilena de la Construcción, entre otras, ha fomentado a la comunidad jurídica en general el uso de sus cláusulas, en las que las partes pueden en caso de alguna diferencia en la aplicación, interpretación y ejecución del contrato, derivar la resolución del conflicto a nuestro Centro, ya sea directamente enladesignacióndeunárbitroo con una cláusula escalonada, que contemple, la mediación previa. VOLUNTAD DE LAS PARTES En el arbitraje prima la autonomía de la voluntad de las partes, ya que deciden sustituir la intervención de la justicia ordinaria y públicaenunlitigio,porunaprivada.Entrelosprincipalesbeneficios de esta institución podemos señalar la mayor rapidez, confidencialidadyflexibilidad,a la vez que existe una mayor inmediación en la relación que existe entre las partes con el árbitro, el que se encuentra más disponible, llano a conciliaciones y cercano en comparación a la justicia ordinaria. Nuestro Centro cuenta con un reglamento supletorio de la voluntad de las partes, tasas arancelarias convenientes predeterminadas y una nómina de árbitros de excelencia, lo que facilitaseanconsideradosmásidóneos para el cargo, atendido al mayor conocimiento o experiencia en cierta área, lo cual

LOS MEDIADORES Los mediadores son profesionales especializados, con estudios en técnicas de la comunicación y modelos de mediación, entre otros contenidos. De esta manera el mediador facilita el diálogo y aporta profesionalmente para que los afectados tengan las herramientas comunicativas suficientes para finalizar su proceso de la mejor manera (www.mediacionchile.cl).

NATALIA MONTENEGRO ÁVILA SECRETARIA GENERAL COLEGIO DE ABOGADOS DE VALPARAÍSO A.G. ABOGADA Y MEDIADORA PUCV CENTRO DE ARBITRAJE Y MEDIACIÓN DE LA V REGIÓN

“El Centro de Arbitraje y Mediación (CAM) de la V Región fue creado (...) con el objeto de proporcionar un organismo ágil, un procedimiento adecuado y personas expertas para la resolución alternativa de los conflictos jurídicos en la región y descongestionar la justicia”.

puedesermuyútilcuandoserequieren conocimiento más específicos y técnicos en algunas materias. Por su parte, la mediación, en que un tercero imparcial, sin poderdecisorio,llamadomediador, ayuda a las partes a buscar por sí mismas una solución al conflicto y sus efectos, constituyeun procedimiento rápido,eficaz y económico que cambia el paradigma de que la resolución de los conflictos debe terminar necesariamente en un “ganarperder”, típico resultado del sistemajudicialimperante,endondelasentenciadeljuezfavorecerá al vencedor a expensas del perdedor. Por el contrario, entiende, en palabras de Roger Fisher y William Ury con Bruce M. Patton, en su célebre libro “Sí, de acuerdo. Como negociar sin ceder”, que muchas veces se puede llegar a un acuerdo de mutua satisfacción donde el resultado sea “ganar-ganar”. Para

ello, la mediación hará una exploración del conflicto, identificará los reales intereses de las partes,favoreciendoeldiálogoy la legitimación mutua y buscando soluciones de mutuo acuerdo donde el objetivo es agregar “valor” a lo que traen las partes a la mesa de negociación. Esto cobra especial relevancia en todas aquellas relaciones contractuales en que las partes, por la naturaleza misma de sus servicios, deberán continuar en contacto y, por tanto, el preservar la relación comercial y personal con el acuerdo y que este sea sostenible en el futuro, es parte fundamental de la solución. HERRAMIENTA MODERNA NuestroCentrohalideradoelfomento de esta institución, reformando, gracias a la invaluable ayuda de la destacada abogada, mediadoraydirectoradelDiplomado en Gestión de Conflictos, Negociación y Mediación de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, doña Marcela Le RoyBarría,elreglamentodeMediación del Centro, llevándolo a ser una herramienta moderna y ágil, especial para estos tiempos en que hemos tenido que adaptarnos a la virtualidad. En el mes de junio desarro-

llamos las Jornadas de Negociación y Mediación. Teoría, taller práctico y experiencia nacional e internacional que contó con destacadosexpositoresnacionales e internacionales, como por ejemplo el destacado mediador internacional Javier Wilhelm Wainsztein. Respecto a los desafíos del futuro, Juan Carlos Manríquez, ex presidente del Colegio y quien estuvo en la firma del convenio de traspaso, cree que “una vez recuperada la actividad normal en tribunales y en las industrias, el CAM tendrá retos relevantes que enfrentar como los arbitrajes y mediaciones de propiedad intelectual, privacidad y protección de datos y derecho de las biotecnologías, líneas que en el marco de una ciudad eminentemente universitaria debieran hallar un terreno fértil para desenvolverse en un ambiente multicultural y privilegiado”. Sin duda, para este y otros desafíos que se presenten, el Centro cuenta con la expertise y calidez del personal humano y las tecnologías que permitan asumir con energía y entusiasmo la promoción y ejecución de estas herramientas a toda la comunidad nacional.

CENTRO DE ARBITRAJE Y MEDIACIÓN DE LA V REGIÓN - Solución rápida, efectiva y especializada para conflictos - Nómina de árbitros y mediadores destacados y especialistas. - Reglamentos procesales supletorios de la voluntad de las partes - Secretaria General presta apoyo administrativo - Honorarios y tasa administrativa predeterminada - Cuenta con el respaldo del Colegio de Abogados de Valparaíso A.G. Más información: camvalpo@abogados-valparaiso.cl.


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GENTILEZA ARCHIVO Y BIBLIOTECA HISTÓRICA DE LA ARMADA

Arturo Prat, el abogado héroe El prócer fue el primer oficial de la Marina chilena en recibirse de abogado y el Colegio de Abogados de Valparaíso atesora dentro de su Biblioteca una de las copias originales de la Memoria de grado del abogado-héroe.

mas, poco se conoce de su rol de ALEJANDRO GÓMEZ CORTÉS PRESIDENTE COLEGIO DE ABOGADOS DE VALPARAÍSO A. G.

L

a figura de Arturo Prat Chacón es la de uno de los héroes másimportantesdel país. Sin embargo, mucho se ha hablado del héroe de Iquique en torno a su vida como marino, esposo, padre, amigo e, incluso, agente secreto;

abogado. Fue el primer oficial de la Marina chilena en recibirse de abogado , el 31 de julio de 1876, cuando tenía 28 años. El Colegio de Abogados de Valparaíso atesora en su Biblioteca una de las copias originales de la Memoria de grado del abogado-héroe, titulada “Observaciones a la lei electoralvijente”(sic),dondehaceunanálisiscríticodelanorma y práctica de la misma, afirmando que en relación al objetivo de

la ley electoral debe “ser garantía eficaz de que el resultado de las urnas sea la fiel expresión de la voluntad nacional”. El título de abogado le fue otorgado por la Corte Suprema presidida por don Manuel Montt, y su solicitud y resolución también se encuentran en copia en un lugar preferente de nuestra sede gremial. Si bien no hay certeza del origendesuvocaciónporlaabogacía,loclaroesquenaceenValparaíso, seguramente influido por el hermano de su madre, Jacinto Chacón Barrios. Su tío -y padrastro de Luis Uribe- fue un destacado abogado, creador del Liceo de Hombres de Valparaíso, redactor de El Mercurio de Valparaíso, y escritor de obras literarias, jurídicas y teológicas. OFICINA EN VALPARAÍSO

Como abogado, instaló una oficina en Valparaíso junto con los colegas Julio Zenteno y Juan Enrique Villegas, ejerciendo la profesiónysusfuncionescomoayudante de la Gobernación Marítima hasta el inicio de la guerra. El primer juicio en que Prat actuó como abogado fue en la ciudad porteña, en contra de JoséDoloresBlancopordesahucio dearriendodelacasadepropiedad de su familia de calle IndependenciaN°52.Participóvarias vecescomodefensorenmateria castrense,comoenelcasodeRicardo Owen, ingeniero 2º de la Covadonga, acusado por el comandantedelanavedeinsultarlo, y en la que finalmente Prat logró su absolución. Pero su actuación más conocida fue la defensa, ante el Consejo de Guerra de oficiales generales, de su amigo el tenien-

te Luis Uribe, acusado y sancionado por desobediencia e insultar a un superior (el contralmirante Goñi) luego de contraer matrimonio en Inglaterra con unajovenviudasinautorización de la Marina. Prat -como da cuenta su minuta- negó la agresióndeUribe,oponiendoexcepciones y alegando que los hechos no estaban en la esfera de sus atribuciones, y reclamando la ilegalidad del decreto de exoneracióndeBlestGana.Suexitosa defensa fue muy comentada en la época, y logró rebajar a solo seis meses la sanción a Uribe. Estas dos defensas representan unacaracterísticapropia dePrat:asumirprofesionalmente los asuntos confiados. Este aspecto, propio del deber ético de un abogado, es lo que quisiera resaltar,alrepresentarunmodelo para los abogados en su recto

actuar,utilizandosuinteligencia para obtener para su representado una sanción justa. Aún más, su esfuerzo y dedicación no se vieron menguados por el temoralasconsecuenciasdesus fuertes interpelaciones contra autoridades y superiores. Él cumplió fielmente con su juramento, sin importar las consecuencias personales que le pudieranacarrearporcumplircon su deber, anteponiendo los intereses de su cliente a los propios. Este deber ético, más de 140 años después, sigue vigente para nuestra Orden, y sin duda el colega Prat lo encarnó hasta el extremo. Con justa razón debemos sentirnos orgullosos de ser custodios del legado del abogado-héroe, Arturo Prat Chacón, razón más que justificada para que el 21 de mayo sea el Día del Abogado.


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Actividades de extensión se amplían y proyectan al futuro Este año el Colegio de Abogados de Valparaíso decidió sumar las actividades de perfeccionamiento profesional a otros tópicos no explorados anteriormente, utilizando las tecnologías existentes.

con estas entrevistas, esperando en las próximas semanas contactar a destacados abogados ligados al colegio.

E

l Colegio de Abogados de Valparaíso ha venido desarrollando un conjunto de actividades de extensión, fundamentalmente dirigidas al perfeccionamiento profesional de los asociados. Es del caso señalar que, a partir del estallido social y la pandemia de covid-19, el uso de plataformas tecnológicas ha permitido la realización de conversatorios on line, facilitando la participación de los asociados. Este año decidimos ampliar nuestras acostumbradas actividades de perfeccionamiento profesional a otros tópicos no explorados anteriormente. Entre marzo y abril de 2021 organizamos ocho conversatorios destinados a dialogar con abogados candidatos a convencionales constituyentes de la Región de Valparaíso. Se

PAULO PÉREZ VILLABLANCA ABOGADO CONSEJERO COLEGIO DE ABOGADOS DE VALPARAÍSO A.G.

les consultó sobre su visión en materias de organización de los poderes del Estado, reconocimiento de derechos fundamentales, estructuración del Tribunal Constitucional y colegiatura obligatoria.

En el mes de junio, realizamos las Jornadas de Negociación y Mediación. Teoría, Taller Práctico y Experiencia Nacional e Internacional, en conjunto con el Centro de Arbitraje y Mediación de la V Región, la Cá-

Una institución porteña

RAFAEL GONZÁLEZ CAMUS ABOGADO CONSEJERO COLEGIO DE ABOGADOS DE VALPARAÍSO A.G.

E

l Colegio de Abogados de Valparaíso cumple 120 años de vida institucional y es un buen momento para revisar, rememorar, reconocer y, ciertamente, proyectar los años venideros. Son 120 años de historia que han sido escritos por muchos colegas a través de los años y que, en diversos roles, han aportado a la rica experiencia que hoy tiene nuestro Colegio para dotar de un mejor prestigio tanto a la profesión

como también a Valparaíso, por cuanto es una de las instituciones centenarias y pioneras que han nacido en la ciudad. Nuestro Puerto es cuna de muchas actividades: el primer Cuerpo de Bomberos, la primera radioemisora, el primer canal de televisión, el primer club deportivo, como lo es Santiago Wanderers; la primera Bolsa de Comercio. Desde Valparaíso también zarpa la primera Escuadra Nacional, entre muchas otras actividades. Por lo que de-

bemos sentirnos orgullosos no solo como porteños, sino también como profesionales del Derecho al haber dado al país el impulso inicial para reunir a los abogados en torno a un colegio profesional. Este aniversario es mucho más que un número o la evidencia del paso del tiempo. El Colegio de Abogados de Valparaíso es una institución formada por personas, muchas de las cuales han dejado aquí su sello, su generosidad, su compromiso, su pasión y, quizás lo más importante, su capacidad de aceptar posiciones diferentes y su disposición a postergar o deponer intereses, tal vez muy legítimos, para anteponer siempre el prestigio profesional. Aún queda mucho camino por recorrer, por lo que las labores del Colegio se deben ir consolidando en las diversas áreas de acción del ejercicio profesional, pero también es un compromiso con la ciudad de Valparaíso que nos ha visto nacer y crecer como gremio, pero que también nos cobija como parte de su patrimonio al haber sido una de las tantas actividades pioneras de nuestro país.

mara Regional del Comercio de Valparaíso y la Cámara Chilena de la Construcción. Fueron tres sesiones en las que destacados invitados, expusieron sobre las nociones básicas de negociación y mediación y las experiencias nacionales e internacionales de la materia, comprendiendo la realización de ejercicios prácticos. Dichas sesiones tuvieron una altísima convocatoria. A partir de agosto, comenzamos a realizar una serie de entrevistas online con destacadas abogadas y abogados.

Nuestra primera entrevistada fue doña Carmen Gloria Valladares, abogada del Tribunal Calificador de Elecciones, quien tuvo un rol muy importante en la instalación de la Convención Constituyente. Así supimos de su infancia en Antofagasta, de su parentesco con Gabriela Mistral y de los sacrificios que tuvo que afrontar cuando se vino a estudiar derecho a la Universidad Católica de Santiago, entre muchos otros aspectos interesantes de su vida. Dado el éxito que tuvimos con dicha actividad, hemos decidido continuar

ENCUENTRO INTERNACIONAL Conscientes de la importancia de estrechar lazos con colegios de abogados de otros países, este mes de septiembre realizaremos un encuentro internacional, en el cual participarán los colegios profesionales de Argentina, México, Perú y Uruguay, con el objeto de conocer los desafíos actuales que experimenta el ejercicio profesional de la abogacía y la actividad gremial en sus respectivos países. Para nosotros, es muy relevante relacionarnos con otros colegios de abogados de Latinoamérica, todo ello, con el objeto de favorecer la creación de alianzas estratégicas de camaradería y colaboración y conocer, de primera fuente, las diversas realidades que enfrentan los abogados latinoamericanos en el ejercicio profesional. En el futuro, pretendemos ampliar aún más nuestras actividades de extensión, aprovechando las infinitas posibilidades que permiten las plataformas tecnológicas.

Presidentes del Colegio de Abogados de Valparaíso Juan de Dios Arlegui Gorbea

(1901)

Fidel Muñoz Rodríguez Arturo Alemparte Quiroga

(1902) (1910)

Presidencias rotativas anuales Jorge Valenzuela Quintana

(1910-1925) (1925-1931)

Rodolfo Valdivieso Valdés Rafael Luis Barahona San Martín

(1931-1935) (1935-1940)

Eduardo Carvallo Gundelach Juan Andueza lrarrázabal

(1940-1943) (1943-1969)

Renato Damilano Bonfante Eduardo Niño Tejeda

(1969-1973) (1973-1989)

Enrique Aimone Gibson Raúl Tavolari Oliveros

(1989-1991) (1991-1993)

Mario Contreras Rojas Lautaro Ríos Álvarez

(1993-1995) (1995-1999)

Alfredo Mateluna Arestizábal Jorge Abbott Charme

(1999-2001) (2001-2003)

René Moreno Monroy Juan Carlos Manríquez Rosales

(2003-2011) (2011-2015)

Waldo del Villar Mascardi Alejandro Gómez Cortés

(2015-2017) (2017-actualidad)


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Abogados que dejan en alto la profesión Si bien a lo largo de la historia la percepción de la sociedad respecto a la actividad no ha sido del todo benévola, hay juristas que han brillado en su labor.

L

a necesidad de ser auxiliado en defensa de los propios derechos vulnerados, es una necesidad sentida por la humanidad desde los primeros momentos de su existencia. No resulta fácil fijar un momento en el tiempo en el cualsepuedaprecisarelnacimiento de la profesión de abogado. Más bien habría que afirmar, usandounafraserimbombante, que el origen de nuestra profesión se hunde en la noche de los tiempos. La percepción que la sociedad tiene de nuestra actividad, sin embargo, no siempre ha sido todo lo benévola que nosotros quisiéramos, y esto también es posible encontrarlo desde tiempos remotos. Que esto es así lo podemos ver desde la época de los romanos, en la sociedad que, puede afirmarse, es la cuna misma del

Derecho. Un viejo epigrama de Marcial, dedicado a un abogado desutiempo,nospuedeservirde muestra.Conlaacidezquecaracterizó a este autor, le escribió estaspalabras:“Noesoscurodelito nihomicidio/Setratatansolode tres cabras / Que me robó mi vecino/Eljuezpidiólaspruebas/Y esloúnicoquesenecesita/YPóstumo, en su perorata / Narra la guerra contra el Ponto / Fulmina a la perjura nación cartaginesa / DelashazañasdeMariosejacta/ Se conmueve hasta lágrimas / Con el recuerdo del asesinato de César / ¡Oh, Póstumo, te ruego / Por favor di algo de mis cabras!”. Y si de Roma nos vamos la Edad Media española, nos vamos a encontrar con estos versos no menos ácidos: “Viene el pleito a disputación / Allí es Bártolo y Chino, Dijesto, Juan Andrés y Baldo / donde hay más opiniones que uvas en cesto / y

CARLOS SALINAS ARANEDA ABOGADO

cada abogado es en eso muy diestro / y después que ha sido bien visto y bien disputado / fallan el pleito en un punto errado / y vuelven al comienzo de la cuestión por esto / A las partes dicen sus abogados / Que nunca jamás tal punto supieron / Y que se encuentran muy maravillados / Porque en el pleito tal sentenciadieron/Másqueellosculpa no tuvieron / Porque no fue-

PREMIOS A LA EXCELENCIA PROFESIONAL “El Colegio de abogados, anualmente conferirá, en un acto público, un reconocimiento a aquel colegiado que, habiendo ejercido la profesión por más de cincuenta años, se haya destacado en cualquier rama de la abogacía, la cátedra universitaria o el servicio público y cuya trayectoria sea intachable y ejemplar”. Acuerdo Honorable Consejo del Colegio de Abogados de Valparaíso N°66-96 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020

Jorge Guarello Fitz-Henry (Q.E.P.D) Renato Damilano Bonfante (Q.E.P.D) Mario Casarino Viterbo (Q.E.P.D) Arturo Zavala Rojas (Q.E.P.D) Beltrán Urenda Zegers (Q.E.P.D) Jorge Magasich Huerta (Q.E.P.D) Gonzalo Calvo Castro (Q.E.P.D) Mario Alegría Alegría (Q.E.P.D) Eugenio Cornejo Füller (Q.E.P.D) Gustavo Lorca Rojas (Q.E.P.D) Juan Guillermo Matus Valencia (Q.E.P.D) Mario Consigliere Capurro (Q.E.P.D) Mario Contreras Rojas (Q.E.P.D) Eduardo Niño Tejeda (Q.E.P.D) Enrique Aimone Gibson Waldo Del Villar Brito Arnaldo Concha Pantoja (Q.E.P.D) Arnolfo Composto Canales Raúl Celis Cornejo Lautaro Ríos Álvarez Ítalo Merello Arecco René Moreno Monroy (Q.E.P.D) Fernando Farren Cornejo Sergio Agüero Hügel (Q.E.P.D) Leslie Tomasello Hart Inés Pardo Gutiérrez (Q.E.P.D) Jorge López Santa María

ron bien informados / Y así perecen los pobres desgraciados / Que en busca de justicia vinieron”. VISIÓN NEGATIVA Esta visión negativa, sin embargo, no es solo patrimonio de la cultura occidental, porque si nos quedamos en la misma Península Ibérica, pero en tierras de moros, no nos vamos a encontrar

con realidades muy diferentes. En dicho periodo, se escribió en la España musulmana un libro llamado “Tratado de Hisbá”, redactado por el jurista sevillano Ibn Abdún,referido al gobierno delasciudades.Enélselee:“Tocante a los abogados, sería menester suprimirlos, pues su actividad es motivo que el dinero de las gentes se gaste en vano. El que recurre a ellos, no aspira, al emplearlos, más que a transformar, en beneficio propio, un delitoenactoequitativo,mercedal oropel de sus alegatos y a los discursos zalameros y embusteros que pronuncian ante los jueces, disfrazando la verdad […]”. Y concluye resignadamente: “pero si no hubiera otro remedio que mantenerlos, que sean los menos posibles y conocidos comopersonasdebuenascostumbres, honradas, piadosas y sabias,noentregadasalabebidani susceptibles de cohecho, aunque tales cualidades no se suelen encontrar en ellos”. Ante esto, ¿puede extrañarnos que entre las primeras decisionestomadasporlosReyesCatólicos después que América había sido descubierta por Colón, se prohibiera el paso de aboga-

dos a estas nuevas tierras para que no las contaminaran? ¿O que una de las primeras medidas de la triunfante Revolución Francesa,enplenaconsonancia con el viejo jurista musulmán, hubiese sido suprimirlos? Esta innegable imagen negativa, sin embargo, queda ampliamente compensada por otros abogados que, en el ejercicio de la profesión, han brillado, precisamente, por lo contrario. En 1996 el Colegio de Abogados de Valparaíso estableció el “Premio de excelencia profesional” para destacar a aquellos abogados que, durante largos años de ejercicio de la profesión, han mostrado lo contrario de lo ironizado por la literatura popular, que han encarnado aquellas cualidades que, según aquel lejanojuristamusulmán,nosolían encontrarse en ellos. Jorge Guarello Fitz-Henry fue el primero en recibir tal galardón con generalizado aplauso y, desde entonces, 27 han sido los abogados que han obtenido tan preciado reconocimiento. El Colegio de Abogados de Valparaíso se complace en saludar a quienes han dejado en alto la profesión con su actuar profesional.



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