México Social- Agosto 2012

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Año 2 - No. 25, agosto de 2012, Precio: $35.00 m.n.

Adela Cortina expone una severa crítica a la configuración contemporánea del capitalismo y nos propone reflexionar sobre la Ética en Tiempos de Crisis México Social

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@mexicosocialorg www.mexicosocial.org ISSN: 2007 - 2600

Porcentaje que por consumir alcohol:

Beber, ¿te hace más listo?

Según la Encuesta Nacional de Adicciones, 2008, tomar alcohol en exceso trae serias consecuencias

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Adicciones:

otra lucha perdida

El expansivo crecimiento de las adicciones constituye la contracara de la guerra en contra del narcotráfico. Cada uno de las y los jóvenes que hoy enfrentan varias adicciones nos revelan los más complejos y duros síntomas del malestar social que recorre al país EN ESTE NÚMERO Carlos Tena Rafael Camacho Solís Agustín Vélez

FRANCISCO CUMSILLE Humberto Brocca GUSTAVO ROJAS

OSCAR PROSPÉRO Marcela López Sarah Lewis


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índice DROGAS EN EL HEMISFERIO OCCIDENTAL: DESAFÍOS Francisco Cumsille/ Marya Hynes es una publicación del

CONSUMO DE DROGAS: EFECTOS Y CONSECUENCIAS Carlos Tena

CONSEJO EDITORIAL Mario Luis Fuentes Jesús Kumate Rodríguez Rolando Cordera Fernando Cortés Carlos Rojas Gutiérrez Miguel Concha Javier Guerrero García Irasema Terrazas Enrique Provencio Durazo Jacobo Jasqui Amiga Marcela Rovzar de González Gustavo Gordillo Antonio Argüelles Saúl Arellano Almanza Director Editorial Laura Ilarraza Gálvez Coordinadora Editorial Gisela Casarín Elena Escandón Lorena Martínez Vinculación y Relaciones Públicas Jesús Mendoza Franco Edición electrónica DISEÑO Formato, Consultoría Visual www.formato.mx

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EN PELIGRO SOCIAL Y SANITARIO

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RIESGOS PSICOSOCIALES Y ENFERMEDADES, REPERCUSIONES DE LA ADICCIÓN

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REISERCIÓN SOCIAL: POLÍTICA PÚBLICA PENDIENTE

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JÓVENES: SÍNTOMAS DEL MALESTAR

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DROGAS Y JUVENTUD

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ENTRE TABÚES Y MORALINAS

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LA REALIDAD Y LAS PERSPECTIVAS

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EL CEREBRO ADICTO

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SIN EDUCACIÓN NO HAY DEMOCRACIA

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ÉTICA EN TIEMPOS DE CRISIS

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EL PRECIO ERA ALTO

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SOBREPESO Y OBESIDAD, SITUACIÓN INSOSTENIBLE

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Agustín Velez

Marcela López Cabrera Lino Díaz-Barriga

CEIDAS/Investigaciones Especiales Gustavo Rojas (EPSD) Humberto Brocca

Jorge Hernández Tinajero Oscar Prospéro

José Carlos García Fajardo Fotos portada: Cortesía: Excélsior David Solís México Social es una publicación inscrita en el Padrón Nacional de Medios Impresos de la Secretaría de Gobernación. http://pnmi.segob.gob.mx PRÓXIMO NÚMERO: CIUDADES Y PROBLEMAS METROPOLITANOS

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ADICCIONES: RIESGO PARA EL BIENESTAR SOCIAL Rafael Camacho Solís Mario Luis Fuentes Director General

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Adela Cortina Rogelio Flores Sarah Lewis

México Social, Año 2, No. 25, agosto 2012, es una publicación mensual editada por el Instituto de Capacitación, Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social, S. C. (CEIDAS). Jardín Centenario No. 18-1, Col. Villas de Coyoacán, C.P. 04000, Delegación Coyoacán, México, D.F. Tels. 56596120 y 5659-6209 www.ceidas.org, información@ceidas.org. Editor responsable: Saúl Arellano Almanza. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2010-032312331700-102 ISSN: 2007 - 2600, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Licitud de Contenido No. 15077, otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Permiso SEPOMEX IM09- 0840. Impresa por Delynar SG, Campesinos 223-E, Col. Granjas Esmeralda, C.P. 09810, México, D.F., este número se terminó de imprimir el 25 de julio de 2012. Distribuida por Publicaciones CITEM, S.A. de C.V., Av. Del Cristo 19, Colonia Xocoyahualco, C.P. 54080, Tlalnepantla, Estado de México. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización del Instituto de Capacitación, Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social, S. C. (CEIDAS).

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editorial

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Director general del CEIDAS, A.C; integrante de la Junta de Gobierno de la UNAM; Coordinador de la Especialización en Desarrollo Social del Posgrado de la Facultad de Economía - UNAM; e Investigador del Programa de Estudios sobre el Desarrollo-UNAM

l 12 de agosto la Organización de las Naciones Unidas convoca a la comunidad de las naciones a conmemorar el Día Internacional de la Juventud. El objetivo consiste en destacar la inmensa relevancia de construir políticas nacionales, e incluso regionales, para la garantía de los derechos de las y los jóvenes. A dos años de que se llevó a cabo en nuestro país la Conferencia Mundial de la Juventud (León, Gto., 2010), pocos son los avances que se han conseguido en la construcción de una agenda integral para la protección de los derechos de este grupo de población; por el contrario, los rezagos se han acumulado y la sensación de que el futuro no será mejor se arraiga en franjas de población joven cada vez más amplias. En este contexto, si hay una agenda que sintetiza la complejidad de los temas que en mayor grado vulneran los derechos y capacidades para un adecuado desarrollo de los jóvenes, ésta es la de las adicciones, un fenómeno creciente y en el cual se expresan los principales síntomas del malestar y el reclamo social de la juventud. Frente a lo anterior, en esta edición de agosto, México Social presenta 12 artículos de especialistas en las diferentes aristas que tiene la agenda de las adicciones, y en especial, en aquellas relacionadas con la población joven. A ellos se añade un texto del CEIDAS, el cual muestra el contexto marginación, violencia, discriminación, rezago educativo y pobreza generalizada en el que viven las y los jóvenes mexicanos. Si bien en este momento contamos con el más importante bono demográfico que habremos de tener, simultáneamente es un hecho que, de no actuar pronto y decididamente, a partir del año 2030 estaremos ante el reto de cubrir un “pagaré demográfico” caracterizado por más hambre, más enfermedad y más desesperanza. Nuestro país no puede seguir por el rumbo que se le ha dado en las últimas décadas. Por ello es exigible a la nueva administración que habrá de iniciar el próximo 1º de diciembre, una profunda revisión de las prioridades de la política pública para darle una nueva centralidad a la cuestión social, y con ella, al conjunto de derechos sociales que deben ser garantizados, por mandato constitucional, a las y los jóvenes. De acuerdo con los datos del Censo de 2010, la fecundidad en nuestro país sigue siendo muy alta y se sigue concentrando en los grupos de edad más bajos, de tal forma que siguen siendo las mujeres de 15 a 24 años quienes más hijos tienen. Por otra parte, las principales causas de mortalidad entre la población de 14 a 29 años son todavía los accidentes, y en los últimos siete años, con una frecuencia cada vez mayor, los homicidios y los suicidios; realidad que muestra la persistencia de condiciones de malestar y desesperanza social, sobre todo si se considera que un alto porcentaje de las muertes citadas está vinculado con el consumo o abuso de sustancias adictivas. La construcción de un Estado capaz de proteger universal e integralmente los derechos de los jóvenes exige la edificación de una sociedad para la plena inclusión de todos y en la que la posibilidad de tener un empleo digno; acceso a la vivienda; garantía de los derechos sexuales y reproductivos; educación; salud; y un medio ambiente sano y protegido sean las condiciones normales de la vida cotidiana, y no una condición de excepción a la que sólo unos cuantos tienen acceso.•

Mario Luis Fuentes

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Foto: Cuartoscuro

Apoyando a la Fundación CEIDAS usted contribuye a: generación de investigaciones estudios en materia de desarrollo social protección de los derechos humanos Para realizar un donativo a la FUNDACIÓN CEIDAS puede hacerlo a la cuenta: 1424709-7 de IXE Banco Sus donativos son deducibles de impuestos. fundacion@ceidas.org


ADICCIONES

ENTRE LA VIOLENCIA Y LA DESESPERANZa 04

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Decenas de miles de jóvenes buscan en el consumo y tráfico de drogas una respuesta a la inequidad, el desempleo y la falta de oportunidades. Estamos perdiendo a una generación que constituye el bono demográfico más importante que tendrá el país en su historia. méxico social • agosto 2011

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Fotos: Cortesía EXCÉLSIOR / Ernesto Muñiz / Daniel Betanzos / Paola Hidalgo

Las más recientes encuestas sobre el uso y abuso de sustancias adictivas en México muestran un acelerado incremento en los niveles y prevalencia de consumo, principalmente de marihuana, cocaína y, con cada vez mayor recurrencia, de metanfetaminas.


ADICCIONES

DROGAS EN EL HEMISFERIO OCCIDENTAL:DESAFÍOS Como es sabido, el problema de las drogas tiene múltiples dimensiones y varias consecuencias; entre las más relevantes destacan las consecuencias sobre la salud de las personas y la seguridad de la población. Éstas se presentan en forma diferencial en los países del hemisferio occidental. De más está decir que estos temas están hoy en la discusión de las políticas públicas sobre la materia y que producen una lógica controversia que motiva una discusión no exenta de pasión e ideología F

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Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Luis Enrique Olivares

FRANCISCO CUMSILLE/ MARYA HYNES


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n efecto, en algunos países es mucho más importante el uso de drogas y la demanda de tratamiento que puede generar –con los problemas sociales y familiares que implica una persona adicta–, y en otros parece mucho más relevante y acapara la atención la inseguridad que el comercio de las drogas produce. Para entender el problema de las drogas en el hemisferio, al igual que otros problemas sociales, primero se debe entender cómo es éste, tanto a nivel global como particular: lo más simple es el tamaño de sus países, con algunos con población inferior a 100 mil habitantes (Antigua y Barbudas, Dominica y San Kitts y Nevis), y otros con población superior a los 100 millones de personas (Estados Unidos, Brasil y México). También hay importantes diferencias en el desarrollo económico y social, educación, indicadores sanitarios e incluso en desigualdad interna. En pocas palabras, estamos frente a un conjunto de países con importantes diferencias, y ¿qué tiene que ver esto con el problema de las drogas? Básicamente, que esas mismas diferencias se presentan al analizar el tema que nos convoca. Como veremos a continuación, respecto del uso de drogas en el hemisferio no existe un problema único: son muchos y muy variados.

EL PROBLEMA En primer lugar, y como una forma de contextualizar el fenómeno, es importante recordar que el año 2010 los países miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) acordaron una nueva estrategia hemisférica sobre drogas, y que

en 2011 se aprobó su plan de acción(I). ¿Qué propone de nuevo esta estrategia? Entre otros aspectos, la relevancia que adquiere la evidencia científica en la formulación de las políticas públicas sobre drogas: al parecer, de esta forma se logra que éstas sean más sustentables que aquellas basadas en la percepción, intuición, ideologías o creencias. Por otra parte, se insiste en diferentes ámbitos de la estrategia en que las políticas deben ser evaluadas, y por lo tanto, se debe reforzar aquello que desde la evidencia demuestra ir en la dirección correcta y rectificar lo que se pruebe que no está dando los frutos esperados. Estos dos aspectos, además de varios otros, ponen a la información y a la investigación en un lugar de privilegio en la estrategia, para lo cual se debe disponer de una estructura sólida que la sustente. Con respecto al consumo de drogas en el hemisferio, es importante entender, como mencionamos anteriormente, que no existe sólo un patrón de consumo; al contrario, hay importantes diferencias no solamente entre países, sino también a nivel local, al interior de cada país. La Tabla 1 muestra las diferencias de consumo de algunas sustancias psicoactivas entre los países. Para el consumo de alcohol se puede observar que en algunos países el consumo de esta sustancia durante los últimos 30 días no es especialmente alto, alrededor del 10%, y por otra parte, hay países donde casi el 67% de la población general declara consumo actual de alcohol. También podemos observar amplios rangos de comportamiento de consumo para drogas ilícitas como la marihuana y la cocaína. En el caso de marihuana la prevalencia del último año más alta en el hemisferio es más

TABLA 1. LOS CONTRASTES, UN reto Consumo de Sustancias Psicoactivas en la Población General de los 34 Países en el Hemisferio. Prevalencia mínimo-máximo Droga (y tiempo)

Mínimo

Máximo

Alcohol (prevalencia último mes)

10.11%

66.70%

Marihuana (prevalencia último año)

0.35%

13.60%

Cocaína (prevalencia último año)

0.10%

2.24%

José Francisco Cumsille Garib Coordinador del Observatorio Interamericano de Drogas, Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas, OEA. Es Doctor en Salud Pública por la Universidad de Carolina del Norte, EUA. Entre otros cargos, fue Jefe de la División de Bioestadística en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile y Asesor en el Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes (CONACE). Tiene amplia experiencia en diversos aspectos relacionados con la reducción de la demanda y de la oferta de drogas, así como en la planificación, ejecución y gestión de proyectos sobre la materia en países miembros de la OEA.

Marya Hynes Dowell Maestra en Epidemiología de las drogas por la Universidad Johns Hopkins, Baltimore, EUA. Actualmente, desarrolla programas de investigación sobre el consumo de drogas en América Latina y el Caribe en el área de investigación y análisis de la CICAD, en el Observatorio Interamericano sobre Drogas (OID), y lidera el programa de la CICAD sobre el Impacto Económico y Social de las Drogas. Adicionalmente, maneja varios programas colaborativos con otros institutos de investigación, tales como la National Institute on Drug Abuse (NIDA), de los Estados Unidos, y el Observatorio Europeo sobre Drogas en Lisboa.

Fuente: Informe sobre el Uso de Drogas en las Américas, 2011, CICAD/OEA (2012)

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Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Paola Hidalgo

ADICCIONES

> Las políticas públicas necesitan estar orientadas hacia la realidad de cada país y tomar en cuenta las condiciones locales a nivel de municipios, e incluso de barrios.

Entender el problema de consumo va más allá de la simple prevalencia; es importante reconocer que aun cuando la magnitud del consumo de alguna droga en un país no es necesariamente alta, éste puede tener impactos nocivos a la población de treinta veces mayor que la prevalencia más baja. De manera similar, la prevalencia del último año más alta del consumo de cocaína en un país es más de 20 veces superior a la prevalencia más baja para dicha sustancia. Sin embargo, entender el problema de consumo va más allá de la simple prevalencia. Por ejemplo, en un estudio colaborativo entre la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de la OEA (CICAD) y la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) se ha estimado que entre las personas que han consumido alcohol durante el último mes entre el 9%

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y el 48% de dichos usuarios mostraron signos de dependencia al alcohol. De hecho, los niveles más altos de signos de dependencia se encontraron en los países que tenían menor prevalencia de consumo durante el último mes. De manera similar, el mismo estudio mostró que entre las personas que usaron cocaína durante el último año, entre el 18% y el 41% mostraron signos de dependencia de esa droga. (CICAD/UNODC 2008). De esta manera, es importante reconocer que aun cuando la magnitud del consumo de alguna droga en un país no es necesariamente alta, éste puede tener impactos nocivos a la población.

LOS DESAFÍOS La diversidad de patrones de consumo de drogas en los países del hemisferio presenta un desafío para el desarrollo de políticas públicas sobre drogas. En el mismo sentido, reconociendo los diferentes patrones de uso en los distintos países nos debería dar mucho que pensar. Los efectos nocivos y la dependencia a las sustancias psicoactivas son parte de la realidad de cualquier país donde existe el consumo de drogas. Al mismo


REFERENCIAS:

Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Eduardo Jiménez Fernández

I. http://www.cicad.oas.org/

> Para entender el problema de las drogas en el hemisferio, primero se debe entender cómo es éste, tanto a nivel global como particular.

tiempo, las prevalencias comparativamente bajas no necesariamente indican que no hay un problema de consumo, y particularmente de sus consecuencias. Al contrario, podría incluso ocurrir que el problema sea más agudo en una población más marginalizada. Esta realidad presenta grandes desafíos para las políticas públicas internacionales. No existe sólo un problema en el hemisferio y, por lo tanto, no va existir sólo una solución para el hemisferio. Las políticas públicas necesitan ser orientadas hacia la realidad de cada país y basadas en evidencias científicas, incluyendo, en este sentido, las realidades locales a nivel de municipios e incluso barrios. Hay desafíos nuevos en el horizonte también, que aún son pocos estudiados. El uso y el tráfico de las drogas sintéticas parecen estar creciendo en algunos países, y el uso de heroína ha aparecido en lugares donde hace pocos años atrás no se conocía tal consumo. Los estudios en escolares de enseñanza media muestran que hay un consumo excesivo de alcohol en esa población, y con una alta percepción de facilidad de acceso. Otras sustancias lícitas como los inhalables y también el uso indebido de fármacos existen, pero

Main/AboutCICAD/BasicDocuments/Estrategia_drogas.pdf II. CICAD/OEA, Estrategia Hemisférica sobre Drogas, Plan de Acción 2011-2015, Washington, DC, 2010 III. CICAD/OEA, Informe sobre el Uso de Drogas en las Américas 2011, Washington, DC, 2011 IV. CICAD/OEA/ UNODC, Elementos Orientadores para las Políticas Públicas sobre Drogas en la Región, Primer Estudio Comparativo sobre Consumo de Drogas y Factores Asociados en Población de 15 a 64 años. Vienna, AU, 2008

Las prevalencias comparativamente bajas de algunos países no necesariamente indican que no hay un problema de consumo, al contrario, podría incluso ocurrir que sea más agudo en una población más marginalizada aún muchos países no reconocen el uso de ellas como una forma de consumo peligrosa. Finalmente, es importante señalar que es responsabilidad de los países el tomar las medidas necesarias para responder al problema de drogas de cada uno en específico, y la Organización de los Estados Americanos, a través de la CICAD, se empeña para proporcionarle las herramientas necesarias para cumplir con ese desafío. El uso de información confiable, válida y oportuna es esencial para la formulación de buenas políticas públicas, no solamente a nivel nacional, sino también a nivel internacional. •

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ADICCIONES

Carlos Tena Tamayo Comisionado Nacional contra las Adicciones. Es Médico Cirujano egresado de la Facultad de Medicina de León de la Universidad de Guanajuato, con Especialidad de Cardiología en el Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”. Es Egresado del programa especial de Alta Dirección del IPADE, y, entre otros cargos, ha sido Secretario de Salud de Guanajuato, Comisionado Nacional de Arbitraje Médico y Director Médico del ISSSTE. Es miembro de la Sociedad Mexicana de Cardiología; miembro numerario de la Academia Mexicana de Cirugía; y Socio Honorífico de la Academia Nacional Mexicana de Bioética. Ha escrito más de 50 artículos.

Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Salomon Ramirez

CONSUMO DE DROGAS: EFECTOS Y CONSECUENCIAS

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na de las consecuencias graves de consumir drogas es que éstas pueden ocasionar que el usuario desarrolle dependencia o adicción, la cual es definida como una enfermedad crónica, con recaídas, y se caracteriza por la búsqueda y uso compulsivo de la droga, además de estar acompañada por cambios funcionales y estructurales en el cerebro. Asimismo, al mencionar los problemas asociados con el consumo de drogas debemos señalar al tabaco y al alcohol como las drogas (legales) que afectan a más individuos. Existen también los medicamentos psicotrópicos y estupefacientes que se consumen sin indicación médica, así como los inhalantes, ambos con bajas prevalencias(I) de consumo: 0.3% y 0.1%, respectivamente, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones, 2008 (ENA), a la cual se hace referencia en este artículo. En México es baja la prevalencia del consumo de drogas ilegales (1.4%) al compararse con la mundial (3.3% a 6.1%). La mariguana, con una prevalencia de 1.0%, representa el 80% del total de las drogas que se consumen, y le siguen la cocaína y los estimulantes tipo anfetamínico, y, con prevalencias mucho más bajas (0.1%), los alucinógenos, el crack y la heroína (1.4%). El consumo de drogas ilegales se torna más delicado cuando son los adolescentes (12 a 17 años) los que lo llevan a cabo. En ellos la prevalencia es similar que para población total, y la edad promedio de inicio no ha variado en los últimos años, siendo de 20 años en el caso de las mujeres y de 18 en el de los hombres.

MARIGUANA El consumo de la mariguana es mayor en hombres (1.7%) que en mujeres (0.4%), y es la droga más consumida, en parte debido a que la percepción de riesgo por los jóvenes es baja; está demostrado que cuando esta apreciación disminuye, el consumo aumenta, y viceversa. La mariguana no es una droga inocua; más de la mitad de las atenciones relacionadas con drogas ilegales otorgadas en los Centros Nueva Vida en 2011 fue por problemas derivados de su consumo. Hay evidencia científica de que sí es adictiva y de que existe mayor posibilidad de adquirir la dependencia si se

Carlos Tena

Las drogas ilegales tienen impacto en los sistemas de salud, educación, justicia, seguridad, economía y política; y su efecto en la sociedad tiene que ver lo mismo con las enfermedades que ocasiona que con los eventos asociados con su consumo, como la violencia (en la calle o en la familia); la delincuencia organizada; la pérdida de empleo; la deserción; el bajo rendimiento escolar o la corrupción, entre otros F

comienza a usar en la adolescencia, o si se consume diariamente. El Tetrahidrocanabinol (THC) es su principal ingrediente activo, y de acuerdo con la cantidad de este compuesto es la potencia de la droga. Debido a la manipulación y nuevas técnicas de producción se ha incrementado en los últimos treinta años. Estudios realizados en estudiantes demuestran que consumirla ocasiona pérdida de la memoria reciente con impacto negativo en el rendimiento escolar. Al disminuir los reflejos hace que las aptitudes para diversas actividades físicas se entorpezcan. Además, la distorsión de la percepción visual, auditiva y de tiempo pueden originar accidentes cuando se conducen vehículos o se utilizan instrumentos peligrosos. En EUA es la droga ilegal que más se encuentra en los conductores que mueren en accidentes

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(14%), con frecuencia en combinación con alcohol u otras drogas.

COCAÍNA La cocaína ocupa el segundo lugar en consumo. Hay un consumidor de cocaína por cada 2.5 de mariguana y es más consumida por hombres (0.8%) que por mujeres (0.1%). En relación con otros países, su prevalencia de consumo es baja (0.4%). En países como Argentina, Chile y EUA es seis veces mayor; sin embargo, dentro de México hay diferencias en las regiones; por ejemplo, en la norte es de 0.7%, en la región centro de 0.3%, y en la sur de 0.4%. La prevalencia de consumo se ha mantenido estable en los últimos años, incluso en algunas regiones se ha detectado una reducción a través de los centros de tratamiento, como ha ocurrido en

El consumo de drogas ilegales se torna más delicado cuando son los adolescentes (de 12 a 17 años) los que lo llevan a cabo. En ellos la prevalencia es similar que para la población total, y la edad promedio de inicio no ha variado en los últimos años, siendo de 20 años en el caso de las mujeres y de 18 en el de los hombres méxico méxico social social • agosto • abril 2012 2011

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ADICCIONES otras regiones del mundo. La cocaína es un estimulante del sistema nervioso central y ocasiona euforia y gran sensación de energía como efecto de la acumulación de dopamina en el cerebro. Al elevar la frecuencia cardiaca, la temperatura y la presión arterial, incrementa el riesgo de graves problemas cardiacos que pueden llevar a la muerte súbita o inesperada, sobre todo cuando se combina con alcohol. También puede alterar el hambre y el sueño. Al ser muy adictiva, se desarrolla fácilmente tolerancia, es decir, para obtener el mismo placer que se tuvo al inicio se necesita una dosis cada vez mayor o consumirla con más frecuencia. Los consumidores se vuelven más sensibles a presentar crisis de ansiedad, convulsiones y otros efectos tóxicos, incluyendo psicosis paranoica.

México está identificado por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes como un país con problemas relacionados con la fabricación clandestina de metanfetamina a gran escala, que es enviada por contrabando a EUA. La misma Junta reconoce los esfuerzos realizados por el país para desmantelar los laboratorios clandestinos productores de esa droga, así como las medidas de fiscalización más estrictas que se han aplicado a los precursores de los estimulantes de tipo anfetamínico (efedrina y pseudoefedrina). Como consecuencia, hay indicios de que su fabricación se está desplazando a otros países. Al igual que la anfetamina, la metanfetamina aumenta la actividad motora y el habla, disminuye el apetito y produce una sensación general de bienestar; sin embargo, la metanfetamina difiere de la anfetamina en que, cuando se usan en dosis similares, son mayores los niveles de metanfetamina que entran al cerebro, haciéndola una droga estimulante más poderosa y con efectos más duraderos y dañinos sobre el sistema nervioso central. La metanfetamina es un psicoestimulante poderoso y altamente adictivo. En el mundo es la segunda droga de consumo; sin embargo, en México su prevalencia es baja (0.1%), aunque en Baja California y Baja California Sur es mayor (1.3% y 1%, respectivamente). Los efectos adversos en la salud incluyen pérdida de la memoria, agresión, comportamiento psicótico, daño

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Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / David Hernandez

METANFETAMINAS

al corazón, malnutrición y graves problemas dentales. Su abuso contribuye a enfermedades infecciosas como el VIH/ SIDA o la hepatitis, por su uso inyectado y porque incrementa el deseo sexual.

HEROÍNA La heroína se procesa de la morfina que se extrae de la bellota de la amapola. En México existe cultivo ilícito de amapola o adormidera (planta del opio); se estima que en el país existe el potencial de fabricación del 9% de la heroína del mundo; no obstante, su prevalencia de consumo en el país es muy bajo (0.04%), siendo el mayor en Chihuahua (0.8%). La inyección de heroína (aunque también se puede inhalar o fumar) causa euforia y confusión mental. Por su efecto depresor de la respiración, una sobredosis puede ser fatal. Se calcula que alrededor de 20% de los consumidores desarrollan dependencia grave; y el uso compartido

de agujas incrementa el riesgo de adquirir infecciones como SIDA, hepatitis, endocarditis y otros problemas vasculares. Con frecuencia los consumidores presentan ansiedad, confusión, insomnio, trastornos emocionales, comportamiento violento o desarrollan varios síntomas psicóticos.

PREVENCIÓN, LA ESTRATEGIA En México se ha establecido una estrategia para evitar que el consumo de drogas crezca, consolidando una red de atención para prevenirlo y tratar a las personas con dependencia, con el apoyo de 334 Centros de atención primaria (Nueva Vida), que, coordinados con otros centros, ofrecen opciones de atención a personas consumidoras o dependientes y a sus familiares. También se han capacitado con modelos de probada eficacia a miles de promotores en escuelas y en


> El uso de drogas incrementa el riesgo de padecer enfermedades como el SIDA, cardiopatías y comportamientos psicóticos. El abuso de estas sustancias puede llegar incluso a provocar la muerte del consumidor.

NOTA:

I. Las citadas prevalencias en el país hacen referencia al consumo para el último año

Bibliografía consultada: I. Encuesta Nacional de Adicciones 2008. Secretaría de Salud de México II. Informe Global de Monitoreo de Drogas Sintéticas 2012. Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Volumen 7, marzo. III. Abuso de la marihuana. Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Los Estados Unidos. Actualización 2011 IV. Informe 2011 Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes V. La política de drogas y el bien público. Organización Panamericana de la Salud. 2010 VI. Reporte Mundial de Drogas 2011. Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

En México es baja la prevalencia del consumo de drogas ilegales (1.4%) al compararse con la mundial (3.3% a 6.1%), y la mariguana, con una prevalencia de 1.0%, representa el 80% del total de las drogas que se consumen. Al mencionar los problemas asociados con el uso de drogas debemos señalar al tabaco y al alcohol como las drogas (legales) que afectan a más individuos la comunidad para prevenir adicciones. Esto forma parte de la Estrategia Nacional de Seguridad Nacional, que, junto

con el trabajo encaminado a reducir la oferta de droga, busca restaurar el tejido social.•

méxico méxico social social • agosto • abril 2012 2011

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ADICCIONES

Rafael Camacho Solís Director General del Instituto Para la Atención y Prevención de las Adicciones en la Ciudad de México. Médico Cirujano por la UNAM, con Especialidad en Psicología de la Adolescencia y Comunicación Pedagógica. Fue fundador de la Alianza Contra el Tabaco A.C.

Miguel A. Mendoza Meléndez Director Ejecutivo de Investigación y Evaluación del Instituto Para la Atención y Prevención de las Adicciones en la Ciudad de México.

ADICCIONES: RIESGO PARA EL BIENESTAR SOCIAL RAFAEL CAMACHO/MIGUEL A. MENDOZA

La adicción se define como una enfermedad mental crónica y recurrente que se caracteriza por el uso y la búsqueda compulsiva de sustancias psicoactivas, a pesar de sus consecuencias perjudiciales, así como por la pérdida de límites y un estado emocional negativo(I); debido a esto, resulta imperativo considerarla NO como una conducta deliberada y condenable, sino como un padecimiento susceptible de ser prevenido y tratado

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a drogas causan cambios anatómicos y funcionales en el cerebro, alterando la capacidad de planear y anticipar consecuencias, de controlar los impulsos o de emitir juicios morales adecuados(II); la comisión de conductas delictivas en buena medida es prevenible si se evita su consumo, el cual, a su vez, deriva en consecuencias negativas para la sociedad, costos en servicios de salud, accidentes, lesiones(III), deterioro en el sistema inmune(IV) y costos en los sistemas de

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reclusión y readaptación social(V). Las complicaciones de consumir drogas tienen consecuencias fatales para la salud y la economía. Obedecen a reglas del mercado, esto es, de oferta y demanda; la primera compete al ámbito de seguridad nacional y la segunda al campo del desarrollo social, que abarca salud, educación, trabajo y recreación, entre otros. Las drogas no sólo afectan al consumidor; aunque son los individuos quienes adoptan las decisiones de consumo, también tienen efectos sobre otros a escala

individual, familiar, grupal, comunitaria e, incluso, pueden tener efectos en el bienestar social general. Las adicciones resultan como consecuencia de la interacción de diversos factores externos e internos que influyen en el comportamiento personal. La incorporación creciente de los ciudadanos al proceso de globalización y modernización ha provocado cambios en el campo del desarrollo individual e interpersonal, donde el avance tecnológico contrasta con el empobrecimiento de los recursos de las personas para comunicarse emocional y socialmente,


Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Hector Lopez Ramirez

El riesgo de usar drogas está asociado con ser hombre, no estudiar, estar deprimido, considerar fácil conseguirlas y no ver mal su uso por parte de los amigos que las consumen. La probabilidad de progresar hacia el uso y la dependencia es mayor cuando la exposición a las drogas ocurre durante la adolescencia disminuyendo la calidad de su vida, y afectando el bienestar psicosocial (VI). La forma del consumo de sustancias psicoactivas es una expresión del grupo social al que se pertenece y al que se aspira ingresar, de sus normas y patentes culturales. Es, por consiguiente, una forma de encontrar explicaciones a situaciones sociales que pueden presentarse, influye como potente mecanismo de integración sectaria(VII) y para obtener rápidamente satisfactores económicos de otra forma inalcanzable, asumiendo los riesgos implícitos.

REPERCUSIONES DE LOS FACTORES BIOMÉDICOS Diversos estudios sostienen que las adicciones tienen un fuerte componente genético. Se ha encontrado, por ejemplo, que genes que modulan la producción de enzimas que degradan el alcohol son abundantes en la población asiática, lo cual funciona como una protección contra el alcoholismo; dicha protección no se encuentra en la mayoría de las personas de ascendencia mexicana. Se han

identificado particularidades genéticas en las que se presentan deficiencias en el funcionamiento de enzimas que degradan anfetaminas y opioides, que están relacionadas con el abuso y la dependencia a estas sustancias. Los receptores cerebrales –proteínas que reconocen ciertos tipos de moléculas, entre las cuales están las moléculas de las drogas– también están determinados genéticamente, de manera que ciertos defectos genéticos producen en algunos casos vulnerabilidad ante distintas adicciones (VIII).

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ADICCIONES

En muchos casos hay comorbilidad entre la adicción y otras condiciones psiquiátricas porque existen causas comunes como: exposición previa a eventos altamente estresantes o traumáticos, disfunción familiar, abuso, y trastornos como depresión, bipolaridad o déficit de atención. En otras ocasiones es la propia enfermedad mental la que lleva al consumo y eventualmente a la adicción a sustancias psicoactivas; muchos individuos con padecimientos psiquiátricos abusan de las drogas a manera de automedicación para controlar sus síntomas (IX). Los factores estresantes están fuertemente asociados con el desarrollo de adicciones. Se han descrito interacciones entre las hormonas del estrés y los circuitos cerebrales relacionados con la adicción. Condiciones que se relacionan especialmente con este factor son los trastornos de ansiedad y el trastorno por estrés postraumático(X). Un factor más que se relaciona con las adicciones es la calidad del sueño. El consumo de drogas afecta la arquitectura del sueño en los seres humanos, ya sea por su consumo o abstinencia. Se ha descrito también que personas con trastornos del dormir tienen mayor probabilidad de recaer cuando se encuentran en recuperación por consumo de drogas(XI).

Factores Asociados con las adicciones en México

A partir de la Encuesta Nacional de Adicciones, 2008 (ENA) (XII), se ha revelado que los factores de riesgo asociados con la experimentación con drogas son de carácter individual, familiar, social y educativo. En cuanto al ámbito familiar, según la ENA 2008, el 22% de la población reportó problemas de consumo de alcohol en el padre y el 13% en el mejor amigo. Al existir personas que consumen

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alguna sustancia psicoactiva dentro del ambiente inmediato que rodea al individuo, se verá aumentada la oportunidad y la probabilidad de uso. La facilidad para tener acceso a las drogas es otro factor de riesgo importante. En la ENA 2008 (XII) se encontró que una de cada cinco personas de entre 12 y 65 años ha estado expuesta a un ofrecimiento de drogas (regalada o comprada), y se observa que exposiciones repetidas incrementan el riesgo; la droga que más se ofrece es la mariguana (17%). El género también es otro factor importante, pues a los hombres se les ofrecen cuatro veces más drogas (27%) comparados con las mujeres (7%). Estos datos concuerdan con otros estudios, donde se encontró que el riesgo de usar drogas se asoció con ser hombre, no estudiar, considerar fácil conseguir drogas, no ver mal el uso de drogas por parte de amigos, que éstos las usaran y estar deprimido (XIII). No obstante, se ha encontrado que factores familiares como expresar afecto, la comunicación, el establecimiento de normas y la educación dentro de la familia(XIV), así como una buena relación del alumno con la escuela y con su comunidad, brindan amplia protección frente al consumo de drogas. Los factores que resultan más beneficiosos y protectores son: alta motivación por los estudios, rendimiento académico satisfactorio, respeto por la disciplina escolar, y, en general, el aprecio y disfrute de la escuela. Por el contrario, son factores de riesgo la dificultad para establecer relaciones con los compañeros, el ausentismo y la deserción escolar(XV). La atención se ha centrado principalmente en el consumo de drogas ilegales, sin embargo, el consumo de drogas legales como alcohol y tabaco, o el uso inadecuado de productos lícitos con efectos psicotrópicos, como los inhalables, son

Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Alejandro Meléndez

Resulta fundamental poner en marcha estudios que permitan identificar la presencia de factores asociados con la adicción, especialmente en edades tempranas, ya que la madurez cerebral juega un papel fundamental en su desarrollo

causa de altas tasas de morbilidad, discapacidad y mortalidad entre personas en edad productiva. La probabilidad de progresar hacia el uso y la dependencia es mayor cuando la exposición a drogas ocurre durante la adolescencia. El uso nocivo de alcohol está relacionado con discapacidad, defunciones por accidentes, violencia, descuido y maltrato de menores, ausentismo laboral y pérdida de productividad. El tabaquismo es considerado por la OMS como primera causa de muerte prevenible; los inhalables son la sustancia de mayor consumo por menores de edad y provocan daños severos, frecuentemente irreversibles, en cada exposición. En adolescentes norteamericanas se observó que aquellas que son obesas y tienen baja autoestima tienen el doble de probabilidades de ser adictas a la


> A los hombres se les ofrecen drogas con mayor frecuencia que a las mujeres, y si en el entorno inmediato del individuo hay consumidores, el riesgo de usarlas se incrementa.

REFERENCIAS:

nicotina que su contraparte no obesa. El riesgo aumenta si alguno de los padres fuma, especialmente si es del mismo género, o si tienen bajo desempeño académico(XVI). Como se puede observar, este fenómeno es resultado de la interacción de diferentes factores, que, a su vez, son multidimensionales; es decir, no es posible establecer una causa única. Es por eso que resulta fundamental poner en marcha estudios que permitan identificar la presencia de factores asociados, especialmente en edades tempranas, ya que la madurez cerebral juega un papel fundamental en el desarrollo de adicciones, de tal manera que sea posible instrumentar acciones preventivas que limiten la posibilidad de inicio de esta enfermedad y tratamientos eficaces que permitan superarla en plazo corto y antes de alcanzar niveles de mayor deterioro.•

I. NIDA (2008) Las drogas, el cerebro y el comportamiento. La ciencia de la adicción. Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.NIH Publication. II. Goldstein R y Volkow N. (2011) Dysfunction of the prefrontal cortex in addiction: neuroimaging findings and clinical implications. Nature. 12, 652-659. III. Rodríguez, N. N. O., Dalrí, M. C. B., Alonso Castillo, M. M., & García, K. S. L. (2010). [Accidents and injuries due to consumption of alcohol or drugs in patients treated at an emergency room]. Revista Latino-Americana De Enfermagem, 18, 521-528. IV. Inabo H. (2005) The Relationship between drug abuse and microbial infections. African journal of biotechnology, 4 (13): 1588-1590 V. Dolan, K., Kohei, E., Brentari, C. y Stevans A. (2007) Prisons and Drugs: A global review of encarceration, drug use and drug services. Reporttwelve. TheBckeleyFoundationDrugPolicy Programe. VI. Rey G. Cultura y Desarrollo Humano (2002) Unas relaciones que se trasladan. Colombia: El Espectador. VII. Revista Cubana de Salud Pública (2010).La salud como resultado del consumo Consumption-derivedhealth Nery Suárez Lugo Doctor en Ciencias de la Salud. Investigador Titular. Escuela Nacional de Salud Pública. La Habana, Cuba. 36(4)322-329 VIII. Trujillo, K.; Castañeda E; Martínez E. y González G. (2006) Biological research on drug abuse and addiction in Hispanics: Current status and future directions. Drug and Alcohol Dependence 84S, S17–S28 IX. NIDA (2010) Comorbidity: Addiction and Other Mental Illnes. EstadosUnidos. NIH Publication.

X. Uhart, M y Wand G. (2009) Stress, alcohol and drug interaction: an update on human research. Addict Biol. 14(1): 43–64. XI. Bower, K. y Perron, B. (2010) Sleep Disturbance as a Universal Risk Factor for Relapse in Addictions to Psychoactive Substances. Med Hypotheses, 74(5): 928–933. XII. Encuesta Nacional de Adicciones (2008). Instituto Nacional de Salud Pública. Cuernavaca, Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, Consejo Nacional contra las Adicciones, México 2008. XIII. Ortega Salazar, S. B., Castelán Cedillo, A., Ramírez Mocarri, M.A. (2005). Estrategias para prevenir y atender el maltrato, la violencia y las adicciones en las escuelas públicas de la Ciudad de México. Revista Iberoamericana de Educación. 38: 147-169. XIV. Medina, N. y Carvalho, M. (2010) Factores protectores de las familias para prevenir el consumo de drogas en un municipio de Colombia. Rev. Latin-Am Enfermagem,(18): 504-512 XV. Medina-Mora, M.E., Cravioto, P., Villatoro, J., Fleiz, C., Galván-Castillo, F., Tapia-Conyer, R. (2003). Consumo de drogas entre adolescentes: resultados de la Encuesta Nacional de Adicciones, 1998. SaludPublicaMex, 45 supl. 1:S16-S25. XVI. Hussaini, A.E., Nicholson, L.M., Shera, D., Stettler, N., Kinsman, S. (2011). Adolescent obesity as a risk factor for high-level nicotine addiction in young women. J Adolesc Health, 49(5):511-7.

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ADICCIONES

JOSÉ AGUSTÍN VÉLEZ BARAJAS Asesor del Secretario de Salud del DF en materia de salud mental. Es Médico Cirujano por la UNAM, con posgrado en Psiquiatría en el ISSSTE. Entre otros cargos, ha sido Director General de los Centros de Integración Juvenil, A.C., y director del Programa Nacional de Atención a la Farmacodependencia, ADEFAR. Ha coordinado en México proyectos multinacionales de la OMS, la OIT y el Programa de Naciones Unidas para el control de drogas sobre el uso de estas sustancias en niños en situación de calle y sobre el uso de alcohol y otras drogas entre trabajadores y sus familias. Es profesor de la Maestría en Psicología de las Adicciones de la UNAM, y ha publicado diversos artículos sobre el tema de adicciones y salud mental.

EN PELIGRO SOCIAL Y SANITARIO JOSÉ AGUSTÍN VÉLEZ

El consumo de las drogas ilegales ha sido una fuente constante de preocupación para un sector importante de la población, al menos a partir de la década de los setenta, en la que, en México y otros lugares del mundo, se vinculó a muestras de rebeldía por parte de los jóvenes. A partir de entonces, se llamó la atención sobre el riesgo que representaba para las sociedades el que las poblaciones juvenil e infantil fueran afectadas por los efectos nocivos de las drogas, particularmente de la marihuana, los alucinógenos y los inhalables, sustancias a las que luego se agregarían la cocaína y otro tipo de estimulantes F

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Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Salomon Ramirez

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ste interés provocó que los sistemas sanitarios empezaran a reconocer al uso de sustancias como un problema de salud pública merecedor de respuesta de parte de los Estados. Pero también sirvió para voltear la mirada a problemas añejos como el alcoholismo y el tabaquismo, que, como pronto fue notado, generaban importantes gastos a los países, tanto por los costes en la salud, como por muertes prematuras y discapacidad. En ese entonces la mayoría de las personas que llegaban a consumir sustancias lo hacían después de haber alcanzado la mayoría de edad, y principalmente se recurría a las bebidas de contenido alcohólico, a los cigarros de tabaco y, en menor medida, a la marihuana. Se identificaba una creciente problemática con el consumo de solventes inhalables en poblaciones de menor edad y de escasos recursos económicos, así como un grupo de heroinómanos en los estados fronterizos con los Estados Unidos. Treinta años después la panorámica es distinta: se ha venido reduciendo la prevalencia de adolescentes que inician a fumar tabaco e incrementado la de ex fumadores. El consumo problemático de las drogas ilegales ha aumentado discretamente, aunque la percepción de riesgo ante el consumo de marihuana ha disminuido, por lo que esta sustancia es nuevamente muy buscada por jóvenes, y el abuso en el consumo de alcohol es ahora una práctica común entre jóvenes y adolescentes de ambos sexos. Esta situación está ligada a mortalidad en accidentes automovilísticos, homicidios, suicidios, embarazos no deseados, divorcios y violencia intrafamiliar, entre otras consecuencias negativas para la vida social. Entre adultos, padres de familia, ha ganado la idea, equivocada, de que es preferible que sus hijos se embriaguen, siempre y cuando esto suceda en ambientes protegidos, a que fumen marihuana. No se ha logrado introducir en la sociedad el concepto de que todas estas son drogas por igual, con efectos adversos a las personas que las consumen y al resto de la sociedad. Por el contrario, se percibe altamente peligroso el uso de drogas ilegales en virtud de la delincuencia que se ha organizado a su alrededor; se genera temor por la mortalidad asociada a ésta, pero no se percibe igual la mortandad ligada al consumo de tabaco y al abuso en el consumo de alcohol.

El consumo problemático de drogas ilegales ha aumentado discretamente y el abuso en el consumo de alcohol es ahora una práctica común entre jóvenes y adolescentes de ambos sexos. Esta situación está ligada a homicidios, suicidios y violencia intrafamiliar méxico méxico social social • agosto • abril 2012 2011

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ADICCIONES En lo internacional, algunos estados de la Unión Americana han promovido leyes para facilitar el consumo de marihuana en un ambiente restringido a enfermos, pero esto ha propiciado una menor percepción del riesgo y, por otra parte, el cultivo de cannabis es cada vez mayor en el territorio norteamericano, tanto que se estima que en los próximos años serán autosuficientes para abastecer su mercado interno, lo que pudiera incidir en una mayor disponibilidad de este vegetal en nuestro país.

PROBLEMÁTICA SANITARIA La Organización Mundial de la Salud introdujo el término “consumo perjudicial” para definir el consumo de alco-

y bronquitis crónica, así como el 90% de las de las defunciones por cáncer de pulmón, bronquios y tráquea son atribuibles al consumo de tabaco. En 2003, según datos del SEMEFO, en el Distrito Federal se registraron 473 muertes por suicidio asociadas al consumo de sustancias. El 76.6% fueron de hombres y el 23.4% de mujeres. El grupo de edad donde se presentó el suicidio con mayor frecuencia fue de los 25 a los 29 años. La sustancia que se presentó con mayor frecuencia fue el alcohol, con el 26.8% de los casos. La siguiente sustancia fue la cocaína, con el 14.3% de los casos de suicidio de la muestra. En el tema de los suicidios hay que subrayar que, mientras a más corta edad ocurren, mayor pérdida para la sociedad y mayor el dolor que genera en las familias. El otro problema es la discapacidad producida cuando estos intentos son fallidos, la cual puede transitar desde una fractura leve hasta la pérdida total del movimiento en extremidades.

más conocido es la cirrosis hepática. Los eventos más comúnmente asociados a la intoxicación aguda son los accidentes, las violencias, los suicidios, los asaltos y las riñas. En México, el SISVEA reportó en 2006 que hubo 2,142 muertes bajo la influencia de algún tipo de droga (el 19.4% de las muertes totales reportadas por este sistema). Los problemas sociales también tienen repercusiones importantes en la interacción del bebedor con su ambiente social, y estos se asocian con problemas en la familia, en la escuela, en el trabajo y, por supuesto, con problemas económicos. Algunas de las consecuencias son el tener sexo sin protección y adquirir enfermedades de transmisión sexual; tener un embarazo que no se desea; rupturas sentimentales que devienen en intentos de suicidio; y

> El abuso crónico en el consumo de alcohol tiene consecuencias graves, como accidentes automovilísticos.

hol que afecta la salud física o mental, lo que significa que, sin importar la cantidad de alcohol consumida, si se generan problemas, el individuo debería evitar continuar ingiriéndolo. En sociedades como la nuestra, en las que es costumbre consumir alcohol en exceso o hasta embriagarse, aun cuando no se beba con regularidad, los problemas sociales ocurren con mayor frecuencia y se relacionan con su consumo en ocasiones de riesgo. El abuso crónico de alcohol constituye un riesgo importante para enfermedades con elevado índice de mortalidad y, por lo tanto, contribuye de manera significativa a la mortalidad prematura, afectando también la calidad de vida de las personas que se enferman. El ejemplo

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abandono de la escuela o del trabajo. Las defunciones atribuibles al consumo de tabaco se encuentran en cuatro causas de defunción: enfermedades isquémicas del corazón, enfermedad cerebro-vascular, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y tumores malignos de tráquea, bronquios y pulmón. Utilizando los datos de las principales causas de defunción reportados por el SINAIS en 2005 y el porcentaje de riesgo atribuible se puede calcular el número de defunciones atribuibles al consumo de tabaco. El 45% de las defunciones por enfermedades isquémicas del corazón, el 51% de las defunciones por enfermedad cerebro-vascular, el 84% de las defunciones por enfisema pulmonar

Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / David Solis

PROBLEMÁTICA SOCIAL Acaso la percepción de la mayoría de los mexicanos se dirige hacia la inseguridad que ha provocado la delincuencia organizada para producir, cosechar y traficar estupefacientes, pero, aunque es justificado el temor de que cualquier ciudadano sea alcanzado por los eventos ligados a este tipo de delitos, lo cierto es que el abuso en el consumo de alcohol genera mayor repercusión negativa en la vida comunitaria. No ha dejado de ser este problema, el abuso en el consumo del alcohol, una de las principales razones por las que los matrimonios concluyen en divorcio, aun en parejas jóvenes y con pocos años de vida conyugal. La violencia al interior de los hogares es, también, determinada en un gran porcentaje por la intoxicación alcohólica y, según algunos estudios, la gran mayoría de los niños que deciden salir de sus hogares para irse a vivir a la calle, lo han hecho para librarse de la violencia ejercida en su contra por padres alcoholizados. Este problema, al que poco le hemos ofrecido políticas públicas, es, a mi entender, uno de los mayores problemas de la sociedad mexicana, el cual ha entrado en una etapa de aceptación social como irremediable. Es hora de voltear los ojos, las políticas y los presupuestos para atenderlo sin moralismos ni tapujos ideológicos.•


Diagnóstico de las Condiciones de Vulnerabilidad que Propician la Trata de Personas en México

Una visión de México en el Nuevo Milenio La Asistencia Social en México. Historia y perspectivas

En nuestro Centro de Estudios hemos realizado y publicado diversas investigaciones y libros especializados en el análisis del desarrollo social, la desigualdad y la trata de personas, aquí puedes conocerlos: Para comprarlos, llama a los teléfonos:

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ADICCIONES

Marcela López Cabrera Responsable del Laboratorio de Farmacología Conductual de la Facultad de Medicina de la UNAM. Es Médica Cirujana, egresada de esta misma facultad, Especialista en Adicciones y profesora de carrera de tiempo completo en el área de farmacología. Fue la Directora Fundadora del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones en la Ciudad de México. Ha participado en más de 40 publicaciones nacionales e internacionales y es autora de 26 capítulos en libros.

RIESGOS PSICOSOCIALES Y ENFERMEDADES: REPERCUSIONES DE LA ADICCIÓN

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l consumo de drogas es un proceso multifactorial que requiere la intervención de múltiples disciplinas para su estudio; pero debe resaltarse que el abuso en este consumo es prevenible y la enfermedad es tratable. Los datos nacionales obtenidos en 2008 en la Encuesta Nacional de Adicciones(I) han mostrado que el consumo de sustancias ilegales y médicas en la población rural y urbana ha aumentado de un 5% en 2002 a un 5.7% en 2008 en la población general de entre 12 y 65 años. Sin embargo, sobre el consumo de drogas médicas que deben ser prescritas por un profesional, se ha observado que el 1% de la población las consume sin aval médico; de ahí la importancia del problema. Algunos de los factores de mayor peso que pueden explicar el incremento en el consumo de drogas ilícitas son, entre otros, el aumento en el número de drogas y su mayor disponibilidad, el incremento de las familias relacionadas con este problema y el aumento de

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MARCELA LÓPEZ CABRERA

Diversos son los riesgos que se relacionan con el consumo de drogas o fármacos de abuso: los psicosociales afectan el desarrollo del individuo en los ámbitos personal, familiar, escolar y laboral; y aquellos relacionados con la salud estarán determinados por el tipo de sustancia consumida, pero principalmente por la producción de cambios neurobiológicos que sustenten el desarrollo de la enfermedad de la adicción F

los trastornos mentales. Desde las primeras mediciones se ha observado que el problema del consumo y la adicción a sustancias es mayor en los hombres, con una relación de 4.6 hombres por cada mujer(I); sin embargo, en

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nuestro país el índice de crecimiento en las mujeres ha sido mayor, duplicándose de 1% en 2002 a 1.9% en 2008, mientras que en los hombres sólo se incrementó de un 8% a un 8.8% en el mismo periodo. La marihuana sigue siendo la droga


Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Salomon Ramirez

El problema del consumo y la adicción a sustancias es mayor en los hombres, con una relación de 4.6 hombres por cada mujer; sin embargo, el índice de crecimiento en las mujeres ha sido mayor, duplicándose de 1% en 2002 a 1.9% en 2008, mientras que en los hombres se incrementó de un 8% a un 8.8% en el mismo periodo

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Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Javier Otaola

ADICCIONES

> Las repercusiones fisicas directas del abuso en el consumo de drogas son, en su mayoría, intoxicaciones por sobredosis que requieren de atención médica de urgencia; asimismo, los accidentes automovilísticos son de las consecuencias indirectas más frecuentes.

con mayor preferencia y, en el último periodo, el uso de la cocaína, el crack y las metanfetaminas se ha incrementado. Si el aumento del consumo no fuera relevante por sí solo, existe otro factor que debe de alarmar a los mexicanos: la edad de inicio en dicho consumo, ya que la ENA 2008 revela que alrededor de 1 millón 100 mil personas han probado la marihuana entre los 12 y los 25 años de edad, y que 646 mil individuos han consumido cocaína en este periodo de la vida. Sobre el tabaco y el alcohol, drogas socialmente permitidas, las cifras indican que el 35.6% de los individuos encuestados han probado el tabaco en algún momento, lo que corresponde aproximadamente a 27 millones de mexicanos. Respecto al alcohol, el 0.08% de la población entre los 12 y 17 años y el 1.6% entre los 50-64 años consumen alcohol diario. Sin embargo, alrededor de 27 millones de mexicanos tienen un consumo alto del alcohol debido a que toman grandes cantidades en cada ocasión que lo consumen y cuatro millones de mexicanos muestran patrones de abuso y dependencia a bebidas alcohólicas. Los niveles de consumo de alcohol

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la ENA 2008 revela que alrededor de

1,100,000 personas

han probado la marihuana entre los 12 y los 25 años de edad aumentan con la edad y los más altos se presentan entre los 18 y los 29 años. Estas proporciones de consumo de tabaco y alcohol explican la incidencia de enfermedades como el enfisema, la bronquitis crónica, los problemas coronarios y la cirrosis, que encabezan las tasas de mortalidad entre la población adulta. Los datos anteriormente descritos ponen de manifiesto que el consumo de drogas durante la adolescencia es alarmante, puesto que es una etapa sumamente vulnerable para el desarrollo de la enfermedad de la adicción y puede producir graves y múltiples consecuencias físicas, psicológicas y sociales. Por lo tanto, las repercusiones del consumo son más peligrosas para los adolescentes que para los adultos, tanto en el aspecto físico

como por los efectos adversos referentes al ajuste psicosocial, que son más pronunciados en los adolescentes y tienden a disminuir en la etapa adulta. Las repercusiones físicas se presentan en todos los usuarios y en los adolescentes consumidores en un 10%(II); éstas pueden ser de forma directa o indirecta. De manera directa se producen con mayor frecuencia intoxicaciones por sobredosis, las cuales requieren de la atención médica especializada en los servicios de urgencias y pueden jugar un papel importante en la detección de los usuarios que abusan de las drogas, ya que ellos suelen consultar primero en esos servicios que en centros especializados en adicciones; esto representa un reto en materia de salud, debido a que el


El consumo de drogas durante la adolescencia es alarmante, puesto que es una etapa sumamente vulnerable para el desarrollo de la enfermedad de la adicción y puede producir graves y múltiples consecuencias físicas, psicológicas y sociales; su cerebro continúa desarrollándose y puede tener efectos profundos y a largo plazo personal médico debe estar capacitado en el área de adicciones y tomar decisiones importantes sobre el diagnóstico y la canalización oportuna del paciente. Otra repercusión física directa es el desarrollo de la enfermedad de la adicción. Todas las drogas, independientemente del grupo al que pertenezcan o de los efectos que produzcan dentro del sistema nervioso central, llevan al individuo, con el uso continuo o el uso por periodos prolongados, a cambios en la estructura y el funcionamiento del sistema nervioso central, los cuales serán los responsables del paso a través de los tres estadios del fenómeno adictivo, que son: el uso, el abuso y, posteriormente, la enfermedad de la adicción. Los adolescentes son el grupo más vulnerable porque su cerebro continúa en crecimiento, lo que aumenta el riesgo de que tomen decisiones inadecuadas, como el consumo experimental o el abuso de drogas. Usar drogas cuando el cerebro continúa desarrollándose puede tener efectos profundos y a largo plazo. Las repercusiones físicas indirectas se deben principalmente a los accidentes traumáticos (automovilísticos, riñas y quemaduras, entre otras), conductas delictivas y presencia de trastornos mentales. Los datos existentes demuestran una elevada prevalencia de comorbilidad entre el trastorno por abuso de sustancias y los trastornos mentales en el adolescente, con cifras del 65% al 75%(III). Los trastornos mentales más prevalentes en los adolescentes consumidores de drogas son las conductas autolíticas; trastorno por déficit de atención con hiperactividad; trastornos psicóticos, afectivos, de ansiedad, de conducta y de la conducta alimentaria(IV). Los riesgos sociales que produce el consumo de sustancias afectan todos los ámbitos del consumidor; es común un aumento del fracaso escolar y bajos resultados en el rendimiento laboral; disminución de la satisfacción de vida; un peor ajuste psicosocial; aumento de

conductas antisociales y otros problemas sociales. En un informe sistemático de estudios longitudinales de la población general(V), se demuestra que el consumo de marihuana y otras drogas ilícitas se asocia consistentemente con logros académicos pobres, e inconsistentemente con problemas psicosociales, la presencia de esquizofrenia, suicidio, conductas antisociales y problemáticas. Son amplios los riesgos sociales y los problemas en la salud relacionados al consumo de drogas de abuso lícitas e ilícitas; su disponibilidad y uso en el entorno inmediato de los individuos, sobre todo del alcohol, por su frecuencia en el contexto nacional, constituyen un elemento importante para la oportunidad de usar este tipo de sustancias, ya que se ha demostrado que son un factor de riesgo para el consumo de otras drogas. La prevención y el tratamiento oportuno por parte de personal especializado son necesarios para reducir la cantidad de consumo, producir efectos positivos en el entorno psicosocial, mejorar el rendimiento escolar y laboral y remitir la psicopatología, si es el caso. Es importante también considerar a las familias, ya que representan sistemas complejos y dinámicos de cambio social que pueden precipitar el desarrollo y el mantenimiento de la adicción; o bien, pueden constituirse factores de protección contra el desarrollo del alcoholismo y otras adicciones, por lo que es imprescindible que los programas de prevención y de tratamiento las incluyan. Finalmente, es necesario que nuestros esfuerzos se centren de manera importante en los adolescentes y jóvenes para disminuir los riesgos sociales y en salud que puedan presentarse en ellos, ya que están más expuestos a la oportunidad de usar drogas y desarrollar la enfermedad de la adicción. De no enfrentar el problema de la adicción en todos sus ámbitos, representará para nuestra sociedad un grave problema a futuro.•

Bibliografía:

I. Secretaría de Salud. Encuesta Nacional de Adicciones, 2008. México: Secretaría de Salud: 2009. II. Matali Costa JL, Pardo GM, Trenchs SV, Serrano TE, Gabaldón FS y Luaces CC. Consumo de drogas en adolescentes. Dilema ético en el abordaje diagnóstico terapéutico. An Pediatr (Barc). 2009; 70(4): 386-390. III. Roberts RE, Roberts CR, Xing Y. Comorbidity of substance use disorder and other psychiatric disorders among adolescents: Evidence from an epidemiologic survey. Drug Alcohol Depend. 2007; 88 (Suppl 1): S4-S13. IV. Beverido SP. Consumo de marihuana y sus efectos en la salud mental y las habilidades cognitivas necesarias para el aprendizaje. Rev Med UV. 2010; 49-53. V. Macleod J, Oakes R, Copello A, Crome I, Hekman M, Oppenkowski T, Stokes-Lampard H, Smith GD. Consecuencias psicológicas y psociales del cannabis y otras drogas ilícitas consumidas por los jóvenes: informe sistemático de estudios longitudinales de la población general. RET, Revista de Toxicomanías. 2005; 43: 11-22.

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ADICCIONES

Lino Díaz-Barriga Salgado Médico Cirujano por la UNAM, con Especialidad en Psiquiatría. Entre otros cargos, fue Coordinador del Programa de Psiquiatría y Salud Mental en la Dirección General de Servicios de Salud Pública del DF; Director de Tratamiento y Rehabilitación y Director General Adjunto en los Centros de Integración Juvenil, A.C.; y Coordinador de los Centros Nueva Vida del DF. Ha sido docente de cursos especializados en adicciones en los CIJ, la UNAM; la UANL; la UAEM; y Profesor del Programa Internacional de las Naciones Unidas para la Reducir el Uso de Drogas Ilícitas. Es autor y coautor de artículos en revistas nacionales y de libros como: “Cómo proteger a tus hijos contra las adicciones”; y “Niños, adolescentes y adicciones”. linodi48@yahoo.com.mx

REINSERCIÓN SOCIAL

POLÍTICA PÚBLICA PENDIENTE

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Lino Díaz-Barriga

En nuestro país, y durante más de cuatro décadas, la atención de personas con problemas adictivos ha privilegiado la atención individual, postergando la actividad grupal. Además, el contenido de los programas de prevención y tratamiento no se evalúa sistemáticamente, de modo que prácticamente permanece estático. Este impasse en la investigación permite identificar la necesidad de realizar estudios sobre adherencia al tratamiento y la patología física y mental asociada a este trastorno que permitan identificar las condiciones sociales facilitadoras o excluyentes de orden regional y nacional F

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*El contenido de este artículo contiene definiciones, observaciones y conceptos obtenidos de investigaciones, publicaciones oficiales de organismos de salud y de la literatura científica y social en materia de adicciones. Muchos conceptos pueden ser aplicables a diversos ámbitos de estudio en los que confluyen puntos de interés común con el tema de adicciones.

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l concepto reinserción social requiere ser estudiado y analizado para ampliar nuestro conocimiento y enriquecer los programas existentes. Una pregunta que emerge de inmediato se refiere al término de reinserción: ¿Qué quiere decir? ¿Se trata de volver a insertar un sujeto a un grupo social? Si así fuese, primero tuvo que haber quedado suelto, sin el soporte correspondiente, y a este acto de desprendimiento se le denomina exclusión social.

acuñado el término de exclusión social, sin embargo, sólo existe un punto en el que están de acuerdo todos los investigadores: “la imposibilidad de definir la exclusión con un solo criterio”. La exclusión es un proceso social con normas rígidas, límites difusos, punitivo para algunos cuando se transgreden las reglas, ambivalente con otros, y en ocasiones indiferente, pero tiene una amplia repercusión en la vida cotidiana de un sujeto “común”. La exclusión social se define generalmente como un conjunto de mecanismos

empleo y, en consecuencia, insuficiencia crónica o repetitiva de recursos. - Desconocimiento. No hacer uso efectivo de los derechos sociales, civiles y políticos por ignorancia. - Relaciones Sociales. Desestructuración social y psicológica engendrada en las familias y grupos sociales por los dos componentes anteriores. La exclusión más severa se identifica por insuficiencia de ingresos, pero el grado extremo, al que denominaré precariedad, es el más difícil de definir y quizá se exprese mejor con la frase de pobreza

Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Salomon Ramirez

> La pobreza extrema puede llevar a las personas a una vida de indigencia. En la calle, el riesgo de convertirse en adicto a cualquier sustancia es sumamente alto

Así entendida, la exclusión social antecede cualquier acción o intento para poner en marcha los bienintencionados programas de reinserción social. A principio de los años cincuenta se empieza a mencionar la reinserción como un derecho humanitario para ciertos grupos sociales como delincuentes, minorías étnicas, alcohólicos, drogadictos, enfermos mentales, sujetos con capacidades diferentes y familias con múltiples problemas psicosociales. Se atribuye a Rene Lenoir haber

de ruptura tanto en el plano simbólico (estigma social y atributos negativos), como en el plano de disolución de diferentes vínculos sociales. Se ejemplifica por familias desintegradas y sujetos con carencias de vivienda o con espacio físico reducido; sin cobertura de salud; bajo nivel educativo; y escasas habilidades para acceder a un empleo formal. El concepto de exclusión social se caracteriza por tres componentes: - Económico. Escasez de recursos en relación con: empleo inestable o falta de

extrema. En el contexto económico, representa la fragilidad más visible del ser humano; no es mensurable y, si el concepto de precariedad pudiera ser definido no siendo mensurable, entonces el de exclusión social y económica encuentra en la pobreza extrema el referente más cercano para ampliar nuestro campo de visión y reflexionar sobre las causas y dificultades que matizan esta condición. En suma, la exclusión social se entiende, por lo tanto, como una especie de expulsión en sí misma, y generalmente se

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27 31


ADICCIONES BIBLIOGRAFÍA

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30 28

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La reinserción social se ha erigido como el componente estratégico más relevante de un tratamiento de rehabilitación; la capacidad de una persona para decidir, resolver problemas, organizar y administrar su tiempo y recursos se evalúa y reafirma de manera constante a lo largo de todo el proceso estudia en interacción con los componentes enunciados con anterioridad. A la inversa, la reinserción social es un proceso de trabajo y acompañamiento profesional que promueve la búsqueda y la ubicación del adicto en el contexto social.

LA REINSERCIÓN SOCIAL Es una etapa que muchos investigadores consideran fundamental para desarrollar o consolidar las habilidades adquiridas en el proceso de tratamiento y rehabilitación. El objetivo fundamental consiste en alcanzar un mayor nivel de autonomía antes de que el sujeto se regrese a su comunidad de origen. Si el proceso incluye como requisito la abstinencia del consumo de drogas, entonces conviene analizar la interdependencia entre abstinencia y autonomía. Autonomía no necesariamente es sinónimo de abstinencia, tal como se evidencia en los casos de “curación”, donde se mantiene la abstinencia, pero no la independencia de personas o de un grupo particular. En el proceso de reinserción se presentan momentos de avance y de retroceso: desintoxicarse, abstenerse de consumir sustancias y concluir con un tratamiento ambulatorio o residencial no garantiza que la mejoría sea definitiva. Si aceptamos que la adicción es un trastorno crónico sujeto a recaídas, aceptamos también la posibilidad de que una recaída, en tanto, es un componente de la enfermedad y del tratamiento en sí mismo. La reinserción constituye un desafío de gran envergadura. Se trata de una renovación consigo mismo, con quienes lo rodean, con el mundo laboral y con su comunidad. Es una confrontación con Otra Realidad en el orden simbólico y promueve, en muchos casos, la emergencia de dificultades en el contexto social.

POBLACIÓN OBJETIVO

• Personas con problemas por uso nocivo de alcohol u otras drogas • Personas con un trastorno adictivo a drogas ilícitas • Personas que reciben tratamiento farmacológico de sustitución (clínicas de metadona) • Personas que están a punto de concluir o que ya terminaron un tratamiento La reinserción social en casos de dependencia a sustancias va más allá de una simple etapa de transición, de trabajo, de mantenimiento de logros alcanzados o de prevención de recaídas. Es un trabajo conjunto, corresponsable, que debe considerar la vulnerabilidad de las personas, adaptar el proceso a su singularidad y sustentarse en los recursos disponibles. La capacidad de una persona para decidir, resolver problemas, organizar y administrar su tiempo y recursos se evalúa y reafirma de manera constante a lo largo de todo el proceso. Así pues, la reinserción social se ha erigido como el componente estratégico más relevante de un tratamiento y rehabilitación exitosos.

CONCLUSIÓN Este artículo pretende promover una revisión y una lectura actualizada sobre el concepto de reintegración o reinserción social en materia de adicciones; y pretende mostrar la necesidad de observar y reflexionar con un sentido crítico acerca de programas que sólo dan cuenta numérica de sus logros, dejando de lado la calidad e impacto de los servicios otorgados. Asimismo, pretende fomentar un cambio de postura para observar y analizar la compleja dinámica del consumo de drogas en nuestro país y de las dificultades inherentes a este grave problema de salud pública.*



ADICCIONES

13,215

Según los datos del INEGI, en M

adolescentes de e

Jóvenes:

síntomas del malestar CEIDAS/Investigaciones Especiales

L

as y los jóvenes de universidades públicas y privadas de todo el país han decidido manifestarse en las calles para expresar un severo descontento con la calidad de nuestra democracia y los saldos sociales de una economía que crece poco y que no genera los empleos necesarios para garantizar un presente y futuro digno a las nuevas generaciones. Este reclamo debe llevarnos a un diagnóstico muy serio no sólo de las circunstancias que determinan los contextos en que viven las y los adolescentes y jóvenes en nuestro país, sino también sobre la oferta institucional y de política pública con que contamos para su atención. En esa lógica, presentamos una radiografía de las problemáticas que, a nivel estructural, enfrentan nuestros jóvenes para comprender que el reclamo que han llevado a las calles no sólo es legítimo, sino que es urgente atenderlo.

Cuántos son La Ley para la Protección de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes establece que la población mayor de 12 años y hasta 17 cumplidos forma parte del grupo definido como el de los “Adolescentes”, una etapa en la vida que, como señala UNICEF, demanda y exige políticas y programas especiales, a fin de garantizar el conjunto de derechos propios de su grupo etario. A lo anterior debe agregarse que las y los adolescentes viven en contextos y experiencias distintas de acuerdo con el entorno escolar al que logran incorporarse, por lo que, generalmente, esta población se subdivide en dos grupos: el primero incluye a quienes tienen entre 12 y 14 años de edad, periodo en el que se estudia normalmente la secundaria; y el segundo es el que va de los 15 a los 17 años, periodo en el que se asume se asiste al bachillerato. De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda de 2010, en México habría un total de 6,504,132 adolescentes de entre 12 y 14 años de edad, de los cuales, 3,291,591 son hombres y

30

agosto 2012 • méxico social

De ellos, al

7 millone

vivían en

2.21 mi 538 mil

De los 6.71 millones de ent

no tenían la oportunidad

De los 6,504,132 que tenían entre 12 y 14 años,

estaban privados de su derecho a asistir a la secundaria


15,080

México había en 2010 un total de

Foto: Tomada de www.cext.es

entre 12 y 17 años

lrededor de

es 100 mil

n pobreza

illones

tre 15 y 17 años, al menos

de asistir al bachillerato

Además, la violencia y la muerte los acechan: el 40% de los decesos de adolescentes de 12 a 14 años registrados en ese año fueron por accidentes y homicidios; y para el grupo de 15 a 17 años este tipo de muertes representaron el 60% del total

3,212,541 mujeres. Por otra parte, en el grupo de 15 a 17 años habría 6,710,948 adolescentes, de los cuales, 3,376,448 son hombres y 3,344,500 mujeres. Según el INEGI, Guerrero es la entidad en la que las y los adolescentes de 12 a 14 años tienen mayor peso relativo con respecto al total de su población. En efecto, en 2010 representaban el 7% de los habitantes de esa entidad. Le siguen Chiapas, con 6.9%; Oaxaca, con 6.6%; Guanajuato, con 6.3%; y Puebla, San Luis Potosí y Aguascalientes, con 6.2% Para el grupo de 15 a 17 años, la proporción más alta respecto del total de la población se registra también en el estado de Guerrero, con un 6.9%; le siguen Chiapas y Oaxaca, con 6.8% cada una; después vienen San Luis Potosí y Puebla, con 6.5% en cada una de ellas, así como Guanajuato y Michoacán con 6.3%, respectivamente.

En la pobreza y la vulnerabilidad La pobreza en México afecta particularmente a las niñas, los niños y los adolescentes. En efecto, el CONEVAL estima que el 53.8% de quienes tienen menos de 18 años viven en condiciones de pobreza. Si se asume que la pobreza se distribuye de manera proporcional según los grupos de edad, entonces podría estimarse que habría aproximadamente 7 millones 100 mil adolescentes entre los 12 y los 17 años que viven en condiciones de pobreza. Del total de quienes se encuentran en este grupo de edad, habría un 12.8% que vive en condiciones de pobreza extrema, es decir, que no cuentan con recursos para adquirir una canasta básica alimentaria. Este porcentaje implicaría un total aproximado de 1.7 millones de adolescentes entre los 12 y los 17 años que padecen cotidianamente el hambre. Adicionalmente, habría un 22.5% de adolescentes que viven en vulnerabilidad por carencias sociales, y un 7.2% que enfrenta la vulnerabilidad por carencia de ingreso. Estos indicadores dan cuenta de la desigualdad que separa a las y los jóvenes y adolescentes, pues, si se asumen los datos del CONEVAL, aproximadamente sólo 17 de cada 100 adolescentes de edades entre los 12 y los 17 años tendrían acceso a niveles adecuados de bienestar.

Privados del derecho a la educación

En nuestro país persisten severos problemas en lo que respecta a la garantía del derecho a la educación tal y como está asentado en al Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Según el Censo de 2010, de los 6.5 millones de adolescentes que tienen entre 12 y 14 años, 538,920 están privados de su derecho a la educación. Lo anterior es equivalente al 8.3%

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Distrito Federal

Sonora

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Tabasco

Baja California Sur

Tlaxcala

Baja California

Nayarit

Colima

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MÚxico

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Yucatán

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ADICCIONES

Durango

0%

Aguascalientes

10%

Abandonados por el sistema educativo

En México hay más de medio millón de adolescentes de 12 a 14 años de edad fuera de la secundaria. Las peores condiciones están en Chiapas, Michoacán, Abandonados porPuebla, el sistemaGuerrero, educativo Jalisco y Guanajuato, entidades con intensa pobreza

15%

Fuente: elaboración propia con base en los resultados definitivos del Censo de Población y Vivienda, 2010, INEGI.

12%

% de 12 a 14 años que no asiste a la escuela

9%

S

6%

H

3% Distrito Federal

Sonora

Nuevo León

Hidalgo

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Tlaxcala

Baja California Sur

Yucatán

Edomex

San Luis Potosí

Sinaloa

del total de quienes deberían ir a la es- en 2010, es decir, una cifra equivalente al 33%. cuela y no pueden hacerlo. Las entidades con peores condiLas entidades con peores indicadores son Chiapas, con 13.9%; Michoacán, con ciones de acceso al bachillerato son: 13.5%; Puebla y Guerrero, con 10.6%, Michoacán, con un 45.1% fuera de la esrespectivamente; Jalisco, con 9.7%; Gua- cuela; Guanajuato, con 41%; Chiapas, najuato, con 9.6%; Oaxaca, con 9.5%; y con 39.8%; Zacatecas, con 39%; Guerrero, con 36.9%; Jalisco, con 36.7%; y Veracruz, con 9.4%. fuman más Durango, con 36%. Cabe mencionar que elEllas porcentaje En contraste, las entidades con mejode quienes no han logrado permanecer o acceder a la secundaria son altos, aun res indicadores son: Baja California, con 80 Mujeres 15 y 17 años en las entidades con los mejores indi- 27.9% de adolescentes entre 70 Hombres cadores: Hidalgo y Baja California, con fuera de la escuela; Tabasco y Baja Cali60 6%, respectivamente; Sonora, con 5.6%; fornia Sur, con 27.8%, respectivamente; 50 Nuevo León, con 5.2%; y el Distrito Fe- Sonora, con 26.2%; Sinaloa, con 25.3%; 40 y el Distrito Federal, con 22%. deral, con 46%. 30 Por otra parte, para el grupo de las y 20 los adolescentes de 15 a 17 años las con- La violencia y la 10 diciones son todavía más adversas, pues 0 acechan de losPorcentaje 6,710,948 jóvenes que hay Porcentaje en ese muerte Porcentaje los Edad promedio Porcentaje de personas de inicio de fumadores personas de personas En efecto, rango de edad, sólode4,499,305 estaban de acuerdo con el INEGI, del que nunca en el consumo alguna vez fumadoras ex fumadoras matriculados de bachillerato totalhandefumado muertes registradas en 2010 diario en la vida en el nivel activas

Quintana Roo

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para el grupo que va de los 10 a los 14 años de edad, el 40% fueron provocadas por causas externas de morbilidad y mortalidad, es decir, accidentes y homicidios. Dentro de estas causas, el 70% de los fallecidos corresponde a adolescentes del sexo masculino. Por otra parte, para el grupo de los 15 a los 17 años de edad, la mortalidad por causa externa representa el 60% del total de fallecimientos, y en este grupo de edad la sobremortalidad masculina es abismal, pues los decesos de hombres representan el 77% del total de las 15000 muertes por accidentes, homicidios y 12000 suicidios. También es muy importante destacar 9000 que, según los datos sobre mortalidad del INEGI, en los años que6000 van de 2001 a 2010 han fallecido más de 92,200 jóve300024 años, a nes de edades entre los 18 y los causa de accidentes y de la violencia. 0

18 años

Sin alternativas para el bachillerato

50%

Recientemente se aprobó la reforma constitucional que hace obligatorio el estudio del bachillerato; sin embargo, hay entidades como SIn alternativas parasuel población bachillerato de 15 a 17 años no tiene oportunidades de cursarlo. Michoacán y Guanajuato, en las que más del 40% de Fuente: elaboración propia con base en los resultados definitivos del Censo de Población y Vivienda, 2010, INEGI.

40%

% de 15 a 17 años que no asiste a la escuela

30% 20%

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abril 2011 agosto 2012 • méxico • méxico social social 15% 12%

Abandonados por el sistema educativo

Distrito Federal

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La

19 años


Las y los jóvenes han decidido manifestarse para expresar un severo descontento con la calidad de nuestra democracia y los saldos sociales de la economía; esto debe llevarnos a un diagnóstico muy serio de las circunstancias que determinan sus contextos, y de la oferta institucional y de política pública con que contamos para su atención

Las drogas de mayor consumo son aquellas con un estatus legal, fundamentalmente el alcohol y el tabaco. No se ha logrado reducir ni el consumo ni las consecuencias negativas del alcohol, y son las mujeres quienes hacen mayor uso del tabaco

méxico méxico social social • agosto • abril 2012 2011

Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Salomón Ramírez

La pobreza afecta particularmente a la infancia y adolescencia: 53.8% de los menores de 18 años viven en esta condición; 22.5% de los adolescentes vive en vulnerabilidad por carencias sociales; y 7.2% enfrenta la vulnerabilidad por carencia de ingreso

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ADICCIONES La violencia los amenaza

Atrapados en las adicciones

En el país han muerto en el periodo de 2001 y 2010 más de 92 mil jóvenes entre los 18 y los 24 años por causas accidentales o violentas, lo que implica un La violencia amenaza a los jóvenes promedio de al menos un caso al día

A pesar del crecimiento expansivo del consumo de sustancias ilegales, en MéxiFuente: elaboración propia con base en el sistema de consulta interactiva de datos, www.inegi.org.mx co las drogas de mayor consumo siguen Mujeres siendo aquellas que tienen un estatus leTotal de decesos accidentales o violentos Hombres 2001-2010 por grupo de edad gal, fundamentalmente el alcohol y el ta15000 baco. En lo relativo al primero, los datos oficiales muestran que no se ha logrado 12000 reducir ni el consumo ni sus consecuencias negativas. 9000 En efecto, según el Boletín epidemio6000 lógico de la Secretaría de Salud, en Méxientaje Edad promedio co la tasa de morbilidad por intoxicación 3000 sonas de inicio aguda por la ingesta de alcohol aumentó nunca en el consumo 0 entre los años 2000 y 2010, pasando de umado diario 18 años 19 años 20 años 21 años 22 años 23 años 24 años 36.35 casos por cada cien mil mayores de un año de edad, a una de 37.60. De igual forma, en lo que respecta al consumo de tabaco, es importante hacer notar que si bien la Encuesta Nacional de SIn alternativas para el bachillerato Adicciones detecta una ligera reducción El porcentaje de fumadoras activas es mucho más alto en mujeres que en hombres. Aunque ellos inician en el consumo de tabaco edad más más temprana, es mayor el porcentaje de Ellasafuman en los niveles de consumo, destaca el hehombres que ha dejado de consumirlo ¿Requiem por un sueño? cho de que son las mujeres quienes más % de 15 a 17 años que no asiste a la escuela Fuente: Elaboración propia con base en el documento Mujeres y Hombres, 2010, INEGI, México, 2011. hacen uso del tabaco. En efecto, según 80 ¿Ha consumido drogas Mujeres el documento Mujeres y Hombres en 1000000 en el último año? 70 Hombres La violencia amenaza a los jóvenes México, 2010, elaborado por el INEGI, (número de personas) 60 mientras que entre los hombres el 51.2% 800000 Mujeres ¿Ha consumido drogas 50 son fumadores activos, entre las mujeres Total de decesos en elaccidentales último mes? o violentos Hombres 600000 40 lo es el 76.6%. (número depor personas) 2001-2010 grupo de edad 30 Según la misma encuesta, en el año 15000 400000 20 2008 hubo 1,013,514 personas que ma10 12000 200000 nifestaron haber tenido algún problema 0 con la policía debido al consumo de alco9000 Porcentaje Porcentaje0 Porcentaje Porcentaje Edad promedio hol; otros 2.96 millones declararon haber de fumadores de personas de personas de personas de inicio Hombres Mujeres 6000 tenido problemas con sus familias por la alguna vez fumadoras ex fumadoras que nunca en el consumo en la vida activas han fumado diario Porcentaje misma Edad causa; promediomientras que 374 mil han 3000 de personas perdido de inicio o han estado a punto de perder que nunca en el consumo s 0 han fumado sus trabajos diario a causa del alcohol. 18 años años in- 20 años 21 años 22 años 23 años 24 años Otro dato sumamente relevante a adecuada para las y los jóvenes19debe considerar cluir: la no discriminación; la garantía bandonados por el sistema educativoen relación con la violencia SIn alternativas para el bachillerato es el consumo de sustancias adictivas, en de la participación y la información –en Han tenido problemas particular el alcohol, pues especial en incum50%aquellos temas que les % de aproximada12 a 14 años que no asiste a la escuela con su familia debido al alcohol En nuestro país cada vez son más las mente hay 1,641,343 personas que decla- ben directamente–; la protección social, mayoritariamente jóvenes, que Se vieron involucradas en unapersonas, pelea SIn alternativas para el bachillerato 40% ran haberse vistas involucradas en alguna concepto abarcador que implica el acceso debido a su consumo de consumen alcohol sustancias adictivas. En 2008, pelea después de haber bebido alcohol. a un nivel de vida adecuadoHan para de- con la policía tenidosu problemas 30% 1.22 millones declararon haber utilizado por elmoral uso de bebidas sarrollo físico, mental, espiritual, y alcohólicas ¿Requiem por un sueño? algún tipo de droga % de 15 a 17 años que no asiste a la escuela Han tenido problemas social; la20% garantía del derecho a la salud; Los retos con su salud debido al alcohol el acceso a una educación de calidad, así ¿Ha consumido drogas 10% en condiciones para acceder 1000000 Han tenido problemas en el último año? De acuerdo con el documento Estado como a vivir en su trabajo debido al alcohol (número de personas) al sano esparcimiento; y el de- 800000 Mundial de la Infancia, 2012, la Con- al juego y0% Han perdido o casi perdió ¿Ha consumido drogas forma vención sobre los Derechos de la Niñez recho a la protección frente a toda un trabajo debido a la bebida en el último mes? establece al menos seis ámbitos relevan- de violencia física o mental, perjuicio o 600000 0 2 4 6 8 10 12 (número de personas) tes para el adecuado cumplimiento de abuso, descuido o trato negligente, malos los derechos de este grupo de población, tratos o cualquier forma de explotación. 400000 Sólo mediante el diseño de una agen- 200000 el cual, por supuesto, incluye a las y los da que incluya tales aspectos, y a la cual adolescentes. 0 Desde esta perspectiva, los ámbitos se le dé pleno cumplimiento, estaremos Hombres Mujeres más relevantes y de mayor compleji- en posibilidad de construir un país justo dad en la construcción de una agenda y adecuado para los jóvenes. • Fuente: Elaboración propia con base en el documento Distrito Federal

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Ellas fuman más

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abril 2011 agosto 2012 • méxico • méxico social social Abandonados por el sistema educativo

Abandonados por el sistema educativo

9% Han tenido problemas con su familia debido al alcohol

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Mujeres y Hombres, 2010, INEGI, México, 2011.

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6% a la escuela % de 12 a 14 años que no asiste

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¿Réquiem por un sueño?


Colección de muñecos para fomentar

AFECTO SOCIALIZACIÓN EXPRESIÓN DE LAS EMOCIONES En CEIDAS nos preocupamos por el bienestar de los niños PUNTOS DE VENTA CEIDAS en los teléfonos: 56.59.61.20 56.59.62.09 o la web: www.ceidas.org • EDUCARE Calzada de los Leones No.145 Local 9 Las Águilas, San Jerónimo 630 Local 6 esq. Periférico Sur, Centro Comercial San Jerónimo • N I P Periférico Sur 4020 Local 26-A, Jardines del Pedregal - Monte Ararat 220, Lomas - Parque España 13-A, Condesa - Joya 75, Lote 4, Col. Del Valle Escondido • Café Lucca Avándaro, Valle de Bravo, Edo. De México • Hadas y Dragones Av. Desierto de los Leones #5469 E, Col. Alcantarilla, Del. Álvaro Obregón.


ADICCIONES

Gustavo Rojas Miembro del comité de investigación del capítulo Estudiantes por una Política Sensata de Drogas (EPSD) UNAM, adscrito a Students for Sensible Drug Policy (SSDP), organización internacional estudiantil que define su labor como: “Trabajo para cambiar los paradigmas prohibicionistas sobre los cuales se sustenta la guerra contra las drogas. Los miembros de EPSD están comprometidos con la participación democrática en la construcción de una alternativa a esta guerra que se centre en el respeto de los derechos humanos, las decisiones individuales y en la reducción de daños, tanto individuales como sociales”. Más información: Zara Snapp, directora internacional zara@ssdp.org

Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Alejandro Meléndez

DROGAS Y JUVENTUD

Gustavo Rojas

La guerra contra las drogas se ha convertido en una política pública hegemónica de alcance global. La discusión y la acción de los gobiernos en esta materia se ha centrado en el combate a la producción y el tráfico de drogas, bajo la cuestionable premisa de que golpeando la oferta los costos de adquisición aumentarán, desincentivando el consumo. Esta política ha tomado un papel central durante el sexenio calderonista, pero la estrategia ha resultado fallida a todas luces F

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La dificultad estructural que enfrentan los jóvenes para alcanzar el bienestar y la negación de un futuro claro en el que puedan desarrollarse plenamente hacen que fácilmente puedan ver en el tráfico de drogas una salida

Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Salomón Ramírez

o sólo no ha logrado su objetivo (la reducción de la demanda a partir de elevar sus costos), sino que ha acarreado un saldo de más de 60,000 asesinatos, 20,000 desaparecidos y cientos de miles de desplazados, y ha fomentado el debilitamiento del Estado de derecho, creando una percepción generalizada de inseguridad en la ciudadanía. El gobierno mexicano se ha empecinado en mantener una política que asume que el problema central es el consumo mismo de drogas (más allá de los daños que esto pueda generar), y que, por tanto, tiene como único objetivo erradicar el consumo. Esto implica que las políticas públicas sean analizadas tan sólo sobre sus mismos supuestos (la reducción del consumo de drogas) y no en función del impacto que generan en la vida de las personas. Esta política resulta particularmente fuera de lugar en un país cuyos niveles de consumo son relativamente bajos(I), y donde las consecuencias del mismo no justifican los altos costos sociales de la política actual(II). Anclado en esta perspectiva, el gobierno ha sido miope ante las contradicciones que genera el paradigma prohibicionista, las cuales acarrean consecuencias terribles tanto para los consumidores, como para la población en general. Estas contradicciones pueden agruparse, con fines puramente analíticos, en tres ejes: La disponibilidad clandestina. En términos de los usuarios, esto implica un incremento en los daños potenciales del consumo de drogas y significa que cualquiera que quiera tener acceso a estas sustancias ha de conseguirlas en el mercado negro, exponiéndose a un contexto altamente violento. Al mismo tiempo, genera una lógica de ganancia por parte de la oferta, bajando la calidad de la sustancia e incentivando la aparición de drogas más peligrosas, pero más rentables. Además, genera que los mercados de distintas sustancias estén juntos, de manera que el tránsito de una a otra se facilita. En términos sociales, la disponibilidad clandestina es el nodo central del narcotráfico, que no sólo genera millones de dólares que se mueven fuera de la economía formal, sino que construye a su alrededor un contexto de ultra violencia. Desinformación y estigmatización.

> La condición de clandestinidad del mercado contribuye a la exposición de los usuarios a entornos ilegales y altamente violentos.

La lógica prohibicionista, al establecer que el problema es el consumo mismo de drogas, genera que la información sobre las drogas plantee un falso continuum entre el consumo y la adicción, al tiempo que no diferencia entre las distintas

sustancias. Esto genera que quien haya consumido alguna droga desacredite por completo la información que se le ha ofrecido, al quedarle demostrada su falsedad. Al mismo tiempo, genera una visión éticamente reprobable del

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consumo, generando un proceso de estigmatización social y criminalización que margina a los consumidores. Esto dificulta el acceso a tratamientos, al tiempo que provoca que la mayoría de estos estén centrados en el abstencionismo como única solución. Este proceso de estigmatización se ve “auto-reforzado”, puesto que bajo el actual paradigma la investigación sobre usuarios se limita a poblaciones problemáticas (cárceles y centros de rehabilitación), como si fueran representativos del universo de consumidores. Renuncia del Estado. La lucha del Estado en contra de la existencia misma de las drogas ha generado que éste renuncie a intervenir en la regulación de distintos ámbitos de la vida social, renunciando a priori a toda política enfocada a la reducción de daños generados por el consumo. Así, los problemas de las drogas en general resultan una construcción producto del prohibicionismo, al tiempo que este paradigma impide la acción enfocada a disminuir los daños que el consumo de estas sustancias genera. Estas contradicciones generadas por el prohibicionismo tienen repercusiones en cada sector social. En particular, acarrean serios peligros para la juventud, lo cual no se debe al carácter juvenil o a alguna condición ontológica de este grupo etario. Es, más bien, consecuencia de la interacción entre el prohibicionismo y el modelo económico político actual, así como de su construcción adultocéntrica. Los jóvenes vivimos con una serie de desventajas estructurales. La tasa de desempleo nacional, ya alta para la población en general, es casi del doble para este grupo, alcanzando casi los diez puntos porcentuales(III). No existen programas gubernamentales para garantizar el acceso a la salud como un derecho de los jóvenes; de hecho, la mayoría de los programas sociales existentes están construidos considerando como unidad fundamental a la familia, siendo acreedores a sus beneficios los jóvenes sólo por su adscripción a ésta. Es decir, la relación del Estado como garante de bienes públicos con los jóvenes se limita a su adscripción como personas subordinadas a la estructura familiar. Los programas enfocados directamente a los jóvenes se limitan a cuestiones como deporte o sexualidad, cosas “de jóvenes”, sin contemplar el acceso a sus derechos ciudadanos. Esto nos lleva a una limitación

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Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Abdel Meza

ADICCIONES

El Estado ha renunciado a reducir los daños del consumo de sustancias psicoactivas y a garantizar los derechos de la juventud, lo que ha generado una cercanía importante de este grupo con la violencia asociada al tráfico de drogas


La condición de vulnerabilidad de los jóvenes en cuanto a las problemáticas asociadas con las drogas no se explica ni por la juventud ni por las drogas, sino que es el resultado de la interacción entre las contradicciones que genera el paradigma prohibicionista y las desventajas estructurales del modelo económico-político actual, así como del paradigma adultocéntrico tutelar que rige no sólo las relaciones de los jóvenes con los adultos, sino su relación con el Estado estructural en el ejercicio del derecho a la emancipación de la tutela paternal. De hecho, los jóvenes nos desenvolvemos en un mundo construido sobre el estigma paternalista-tutelar desde el cual se nos ve como seres incompletos, “en formación”, que han de ser guiados por el buen camino. La concepción tutelar respecto de la juventud encuentra una alta afinidad electiva con la lógica paternalista del paradigma prohibicionista. Así, los jóvenes aparecen ante los ojos de la sociedad como un grupo proclive a “caer en drogas”, generando un estigma que los identifica con su consumo. Este estigma se ve reforzado por varios mecanismos. La visión paternalista enfoca gran parte de las campañas informativas y preventivas a los jóvenes. Esto, de nuevo, está sustentado tan sólo en el prejuicio de que los jóvenes deben ser tutelados, generando la impresión de que los jóvenes son los únicos potenciales consumidores. Además, la posibilidad de que los menores de edad puedan ser inscritos en programas de rehabilitación por decisión de sus padres ha llenado los centros de rehabilitación de población joven. Por otro lado, esta persecución paternal, junto con la imposibilidad de los jóvenes de construir sus propios espacios habitacionales, orilla a la mayoría de los consumidores de drogas jóvenes al consumo callejero, incrementando los riesgos de la violencia, tanto estatal como no estatal. Así, las cárceles van llenándose de jóvenes que consumen drogas en la

vía pública(IV), al tiempo que se vuelven un objetivo fácilmente enganchable por las redes de narcomenudeo. Esto genera que el mecanismo de auto-reforzamiento del estigma consumidor-consumidor problemático arriba descrito incluya un nexo importante con la juventud, incrementando la persecución de este grupo. Así se construye socialmente la falaz dualidad joven-drogadicto. Finalmente, la dificultad estructural que enfrentan los jóvenes para alcanzar la independencia económica y social y la negación de un futuro claro en el que puedan desarrollarse plenamente, y en particular conseguir empleo, hace que fácilmente puedan ver en el tráfico de drogas una única salida. En este sentido, el Estado no sólo ha renunciado a la reducción de daños del consumo de drogas, sino que su negligencia en garantizar los derechos sociales y económicos de este grupo ha acarreado una cercanía importante entre la juventud y la violencia asociada al tráfico de drogas. Es decir, la condición de vulnerabilidad de los jóvenes en cuanto a las problemáticas en torno a las drogas no se explica ni por la juventud ni por las drogas, sino que es el resultado de la interacción entre las contradicciones que genera el paradigma prohibicionista y las desventajas estructurales del modelo económico-político actual, así como del paradigma adultocéntrico tutelar que rige no sólo las relaciones de los jóvenes con los adultos, sino su relación con el Estado.•

NOTAS Y REFERENCIAS: I. Los resultados de la Encuesta Nacional de Adicciones, 2008, expresados en porcentajes de la población son (el primer número corresponde al “consumo alguna vez en la vida”, el siguiente a “alguna vez en el último año” y el último a “alguna vez en el último mes”): mariguana, 4.19, 1.03 y 0.67, respectivamente; cocaína: 2.37, 0.44 y 0.27 respectivamente; opiáceos: 0.14, 0.6 y 0.1; y metanfetamínas 0.49, 0.11 y 0.07. II. Según datos de Alejandro Madrazo, investigador del CIDE, entre las principales causas de muerte en el país encontramos en primer lugar la obesidad y el sobrepeso, que alcanzan las 35,000 muertes anuales. En segundo lugar se encuentran las ejecuciones, que alcanzan las 8,900 y que han tenido un dramático incremento desde 2007, asociado con la guerra contra el narcotráfico. En tercer y cuarto lugar se encuentran las defunciones por VIH y drogas lícitas, estando en 5,000 y 2,500 muertes anuales, respectivamente. En quinto lugar se encuentran las muertes vinculadas con drogas ilícitas, que a duras penas rebasan el medio centenar de muertes anuales. Alejandro Madrazo, en su ponencia “Un balance de la política de drogas en México”, presentada durante el Foro Internacional sobre Políticas de Regulación del Consumo de Drogas, realizado por la UNAM del 23 al 27 de abril de 2012. III. El Financiero, 29 de mayo de 2012. http://www.elfinanciero. com.mx/index.php?option=com_ k2&view=item&id=22495:desempleojuvenil-sigue-cerca-de-sunivel-m%C3%A1ximo&Itemid=26 IV. En el Distrito Federal, el 56% de la población masculina y el 48% de la femenina tienen entre 18 y 30 años. El Universal, 28 de noviembre de 2011. http://www.eluniversal.com.mx/primera/38248.html

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ADICCIONES

Humberto Brocca Andrade Médico Cirujano por la UNAM. Es Socio Fundador de la Sociedad Mexicana para el Estudio de las Adicciones; miembro del Colectivo para Una Política Integral Hacia las Drogas (CUPIHD); Director Médico de Picas y Platicas, A.C.; fundador de la Asociación Mexicana de Reducción de Riesgo y Daño, A.C.; y Representante en México de la National Acupuncture Detoxification Association. Ha creado y coordinado diversos programas para la prevención de adicciones en planteles educativos, y es autor del libro Balconeando las drogas y coautor de De la ficción a la adicción.

ENTRE TABÚES Y MORALINAS El consumo de sustancias y la adicción a las drogas se cuecen por separado. Entre la embriaguez y el alcoholismo hay de por medio muchos litros de licor. Un trayecto largo separa el uso experimental, o el abuso de cualquier producto que altera la conciencia –léase droga, legal o ilegal-, del diagnóstico de adicción o dependencia F

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HUMBERTO BROCCA


Diferencia entre consumo y adicción

CLÍNICA

Los brindis no son exclusivos de las personas alcohólicas ni toda la gente que enciende un cigarro de mariguana de vez en cuando para escuchar su música favorita debería someterse a un tratamiento psiquiátrico. La diferencia de grado es obvia, como la que existe entre la paleta del artista y una obra terminada. En efecto, así como entre el negro y el blanco hay una amplia gama de grises, de la intoxicación a la toxicomanía hay de por medio muchas dosis y circunstancias. Es la dosis justamente la que distingue el medicamento del veneno. Para sorpresa de muchos, los hechos demuestran que un número bajo de consumidores de drogas que las han consumido alguna vez en la vida es el que se convierte eventualmente en un enfermo o enferma adicto; por fortuna, son pocas las personas consumidoras compulsivas y consuetudinarias. Sea cual fuere el propósito de la existencia de las drogas en la naturaleza, es dudoso que sean como la manzana de Eva y Adán o la de la discordia, si bien la intimidad entre los seres humanos y los compuestos que alteran la conciencia es milenaria y el fin de este idilio no asoma –ni asomará, dicen los profetas de la realidad desnuda– por el horizonte futuro. Ni siquiera podemos afirmar que la abstinencia sea algo deseable o conveniente para nuestra especie en general. En efecto, el consumo de sustancias pareciera ser parte de la naturaleza humana y puede presentarse de manera aislada, recreativa o festiva. Somos criaturas de hábitos y en algún punto u otro de la existencia, todas y todos somos consumidores, pero no calificamos como adictas o adictos. La adicción queda más allá, al final de una ruta larga; es una enfermedad mental y como tal, tiene una historia natural desde el punto de vista clínico: acarrea cambios estructurales en el cerebro que producen signos y síntomas, los cuales llevan una determinada evolución y son, afortunadamente, susceptibles de tratamiento. Así como una golondrina no hace el verano, una mona no hace un adicto.

En el origen de la dependencia de las drogas intervienen factores que van de lo molecular a lo social, desde las características farmacológicas de la sustancia, usos y costumbres que la acompañan, hasta la oferta y demanda presente en cada barrio, comunidad o país. Por consenso, y según la Organización Mundial de la Salud, para arribar al diagnóstico de adicción o dependencia de las drogas deben presentarse en el curso de un año al menos tres o más de las siguientes características: • Tolerancia. Se requiere cada vez más de lo mismo para lograr el alivio de los malestares o bien el estado que se desea. • Dependencia física. Al suspender la droga aparece un síndrome de abstinencia, o sea una “resaca” o “cruda”.

de abuso, sino buenas o malas relaciones con las drogas. Bajo esta consideración, la responsabilidad por el consumo recae en las personas y en el uso funcional o disfuncional que hacen de los productos disponibles en su entorno, y se evita caer en el error de empoderar a las sustancias, que son inertes en sí mismas. Si la dependencia de las drogas es una enfermedad crónica, progresiva y mortal, como tal debe tratarse, sin estigmatizar a quienes la padecen, porque el miedo al estigma es mayor que el miedo a la muerte, y ¿quién confesaría que tiene un malestar atribuible al consumo de una sustancia ilegal cuando su testimonio puede llevarlo a la cárcel en lugar de a una unidad de tratamiento?

Problema social Un estudio aparecido en la entrega de noviembre de 2011 de la prestigiosa revista médica Lancet mide los daños individual, familiar y a la comunidad de cada una de las drogas de mayor consumo –prohibidas o legales–. Al analizar la información recopilada, resulta que la más perjudicial de todas las sustancias estudiadas, tomando en cuenta las categorías estudiadas, es el alcohol, seguido por la heroína, los estimulantes –grupo que comprende a la cocaína y a las anfetaminas, entre otras–, la nicotina, la mariguana, los psicofármacos y otras drogas “menores” como la cafeína. Aunque se trata de un estudio inglés, puede extrapolarse a cualquier latitud, pues las comunicaciones instantáneas –otra adicción contemporánea– globalizan las costumbres. Es de llamar la atención que varios de los “villanos” más crueles de esta historia son sustancias legales y lubricantes frecuentes de las relaciones sociales. El problema que representan las drogas ilegales para la sociedad proviene no sólo de su peligrosidad farmacológica, que sin duda existe, sino también de la ilegalidad misma y del estigma que califica de criminales a usuarias y usuarios. El peligro y el consumo se han multiplicado junto con los beneficios económicos del narcotráfico y los prejuicios sociales contra los consumidores. Tal

El problema que representan las drogas ilegales para la sociedad proviene no sólo de su peligrosidad farmacológica, sino también de la ilegalidad misma y del estigma que califica de criminales a usuarias y usuarios • Consumos. De mayor cantidad o durante más tiempo del que se pretendía. • Incapacidad. Para controlar o interrumpir el uso o el abuso. • Tiempo. Cada vez se emplea más tiempo en actividades relacionadas con la obtención y el consumo del satisfactor requerido. • Eje. El comportamiento problemático (consumo) origina el sacrificio de otras fuentes de interacción social, laborales, estudiantiles, de placer o diversión. • Se persiste en el consumo a pesar de percatarse de que hace daño. Podemos definir a la adicción como la repetición compulsiva e incontrolable de un comportamiento o de un consumo, a pesar de sus consecuencias negativas para l@s usuari@s. En resumen, es sensato sembrarse en la cabeza la noción de que no hay drogas

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Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Javier Otaola

ADICCIONES

> Una de las sustancias más perjudiciales es el alcohol; sin embargo, se ha asumido como un "lubricante de las relaciones sociales".

parece que las estrategias diseñadas para atajar el fenómeno más bien han logrado atizar su fuego.

LA POLÍTICA Y LA MEDICINA PUEDEN SER NOCIVAS PARA LA SALUD

La “guerra contra las drogas” ha costado muchas más vidas que la adicción a todas las drogas en conjunto y es responsable de que haya más pacientes en la cárcel que en las unidades de tratamiento. Además, no son pocas las mentes ignorantes que han hecho ídolos a los narcotraficantes; es irónico que el combate a una enfermedad resulte más letal que el mismo padecimiento. Poco veneno no mata, pero las balas son democráticas. El castigo no rehabilita enfermos ni debilita al comercio; ni muertos ni incautaciones han provocado cambios positivos en las estadísticas vitales –de acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones de 2008, el consumo de drogas en el país se duplicó en 5 años– ni desabasto o alza de precios en el mercado de las drogas, que sigue sano. ¿Dónde está el error?

CONCLUSIONES Decía el escritor inglés George Bernard Shaw que más vale no saber nada que saber mal, y el ámbito de las drogas está

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No hay drogas de abuso, sino buenas o malas relaciones con estas sustancias; la responsabilidad por el consumo recae en las personas y en el uso funcional o disfuncional que hacen de los productos disponibles en su entorno, pues las sustancias son inertes en sí mismas muy contaminado por tabúes y moralinas que han manchado a la ciencia por décadas. Es importante, por tanto, definir los perfiles de las y los usuarios por grados y preferencias, para distinguir al consumidor experimental del funcional, de la enferma o el enfermo adicto. Obviamente cada caso requiere una atención distinta. Aprender de la experiencia internacional también sería útil. Algunas naciones, no sólo la progresista Holanda, sino otras más conservadoras, como Suiza o Portugal, decidieron desde hace algunos años aplicar el enfoque de los “cuatro pilares” para afrontar el peligro que conlleva el incremento del consumo de drogas en sus países y han obtenido resultados prometedores en términos de caída en

los índices de criminalidad y reducción de la demanda y el consumo de drogas. Estos cuatro pilares son: 1. Revisión de la política pública para adecuarla a las necesidades reales de la población 2. Prevención de adicciones como prioridad de los sistemas de salud 3. Enfoque de reducción de daño en lugar de abstinencia como meta única 4. Énfasis en la prevención y el tratamiento de l@s enferm@s Todo ello con apego estricto a derechos humanos. Convendría estudiar la factibilidad de aplicar una estrategia similar en nuestro medio para acabar con la escalada de violencia y el baño de sangre que padecemos desde hace un par de décadas.•


Programa Integral de prevenci贸n a la trata de personas

www.ceidas.org


ADICCIONES

Jorge Hernández Tinajero Presidente del Colectivo por una Política Integral hacia las Drogas, A.C. (CuPIHD). Es Politólogo e Internacionalista por la FCPyS de la UNAM y Especialista en política de drogas. Entre sus publicaciones más recientes, como autor y coautor, se encuentran: Mexico: The Law Against Small-Scale Drug Dealing. A Doubtful Venture; Drogas no México: notas para um futuro incerto; Moral y Drogas: El principio del fin; Cannabis in Mexico. An open debate; y Views from the Frontline. Drug Policy in Mexico en Rethinking the War on Drugs Through the US-Mexico Prism.

LA REALIDAD Y LAS PERSPECTIVAS JORGE HERNÁNDEZ TINAJERO

Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Hector Lopez Ramirez

La población mexican ha sido siempre consumidora de drogas legales como el alcohol y el tabaco y, en numerosas comunidades del país, de drogas rituales como los hongos y el peyote; sin embargo, en unas cuantas décadas, el país ha transitado de ser un territorio de tráfico de drogas ilegales a un creciente consumidor

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Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / David Solis

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quí, como en todos los lugares del mundo, y a lo largo de la historia, el consumo de drogas es un fenómeno que ha ido adquiriendo distintas modalidades según el tipo de sustancia, el contexto cultural, el grupo social o etario de impacto, el ámbito económico y familiar, etcétera. El uso de las drogas presenta desde características rituales ancestrales, hasta patrones de consumo propios de sociedades modernas de consumo masivo. Las drogas legales, especialmente el alcohol y el tabaco, se encuentran en el origen del fenómeno epidemiológico. Para ellas existe una tolerancia social y cultural ampliamente extendida, que en algunas regiones constituye incluso parte de la identidad comunitaria. Con drogas legales como el alcohol, el tabaco, los fármacos de patente y los disolventes inhalables, estamos ante un fenómeno que trata fundamentalmente de productos o sustancias legales que son colocados o derivados ilegalmente entre poblaciones que no debieran tener acceso a ellas, especialmente los menores de edad. Muchas de estas drogas están disponibles para todo público debido a sistemas de control muy laxos, ya sea por posibilidades limitadas de los poderes municipales para imponer y hacer cumplir las normatividades, o porque estos se encuentran en abierta connivencia con tales prácticas, debido a que aportan recursos frescos a las administraciones locales. En cuanto a las drogas ilegales, la actualización estadística de las nuevas tendencias de consumo sigue a la zaga de la evolución del fenómeno mismo. Según la Encuesta Nacional de Adicciones de 2008, el último reporte oficial completo en la materia en México, de 2002 a 2008 el consumo de drogas ilegales “alguna vez en la vida” pasó de 4.6% a 5.2% de la población de entre 12 y 65 años; es decir, aumentó un 13% en total. En comparación, en Estados Unidos, el mayor mercado de drogas del mundo, las estimaciones de 2009 referían un equivalente de 8.9% de mayores de 12 años de su población que había usado drogas en el último año. Sin embargo, el mercado mexicano de drogas ilegales ha evolucionado aceleradamente en los últimos años, y con él su evolución cualitativa. Por ejemplo, drogas muy peligrosas como la cocaína y las metanfetaminas, aumentaron 100% y 500%, respectivamente, en el periodo

El mercado mexicano de drogas ilegales ha evolucionado aceleradamente en los últimos años; nos encontramos ante una transición en el uso de sustancias, caracterizada principalmente por un aumento preocupante en el consumo de drogas más dañinas, como la cocaína, el crack y los derivados anfetamínicos méxico méxico social social • agosto • abril 2012 2011

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ADICCIONES

Los usuarios reales o potenciales de drogas, aquellos que tienen mayores riesgos de exposición y abuso, son los niños, los jóvenes y los adultos que carecen de entornos familiares sanos y funcionales, cuyas comunidades carecen de integración y en las que las expectativas y la disponibilidad de opciones de desarrollo económico, cultural y deportivo son escasas

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problemas generados por las dependencias se hacen más complicadas y escasas. La ambigüedad jurídica del consumidor, a pesar de la entrada en vigor de la Ley contra el narcomenudeo en 2009, no ha logrado eliminar el estigma, la ignorancia y la discriminación de los usuarios de drogas ilegales en México, fenómenos que dificultan aún más la cercanía necesaria entre ellos y las instituciones de salud que pueden ayudarles. Asimismo, la naturaleza del mercado ilegal hace que la adulteración, la baja calidad y la ausencia de garantías para que el usuario tenga un acceso regulado a la sustancia que consume se conviertan en riesgos adicionales de salud pública.

ATENCIÓN, TRATAMIENTO E INVESTIGACIÓN Desde la óptica de la salud pública, el sistema mexicano de atención al uso, abuso y la dependencia de drogas tiene importantes avances, pero también claras limitaciones. El problema del uso indebido de sustancias ha presentado históricamente una respuesta insuficiente por parte del Estado. Las metas nacionales, estatales y de desarrollo se ven generalmente truncadas por la insuficiencia de recursos, pero también por ciclos políticos que impiden el asentamiento de proyectos de largo plazo. En términos de tratamiento, la abstinencia es la única vía aceptada por las instituciones del Estado, lo que limita las posibilidades de atención y obstaculiza la atención a una amplia capa de usuarios que no tienen síntomas de dependencia ni problemas por el consumo de drogas; de ahí que, por lo general, a las instituciones sólo llegue aquella franja de usuarios más

Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Abdel Meza

2003-2012. La marihuana observó un modesto crecimiento de 20%. Los usuarios reales o potenciales de drogas, aquellos que tienen mayores riesgos de exposición y abuso, son los niños, los jóvenes y los adultos que carecen de entornos familiares sanos y funcionales, cuyas comunidades carecen de integración y en las que las expectativas y la disponibilidad de opciones de desarrollo económico, cultural y deportivo son escasas. Pero en términos de salud pública, la diferencia entre drogas legales e ilegales puede ser menos importante que en otros ámbitos, y en el caso de la epidemiología de las drogas está reconocida la importancia del comienzo temprano de cualquier droga como un factor determinante en la evolución de toxicomanías posteriores. Según datos preliminares de la nueva Encuesta Nacional de Adicciones, la edad de inicio en el consumo de alcohol y tabaco en el país disminuyó hasta los 11 y los 12 años de edad. En la ENA 2008 se señala que el 5.5% de la población de 12 a 65 años abusa del mismo en el país. Así, nos encontramos ante una transición en el uso de sustancias, caracterizada principalmente por un aumento preocupante en el consumo de drogas más dañinas, como la cocaína, el crack y los derivados anfetamínicos. Hoy consumimos más, y tenemos a nuestro alcance una variedad de drogas nunca antes vista, en un mercado en constante evolución. Como nunca antes, existe una muy alta disponibilidad, en todo lugar y momento, y para todos los bolsillos. Las drogas ilegales, además, acercan al usuario con circuitos criminales, o con el sistema de justicia penal, en el que las respuestas sanitarias para los


CuPIHD > Es urgente aumentar la calidad de los servicios de atención para las personas con adicciones, pues en muchos centros que existen actualmente los internos corren el riesgo de ser maltratados.

problemáticos. El resto, que son la inmensa mayoría, no tiene cabida en el sistema de atención pública de México. En términos de investigación, son aún muy pocas las instituciones que estudian el fenómeno del consumo de drogas en México. Entre ellas debe mencionarse al Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz; los Centros de Integración Juvenil; algunas instituciones académicas que tienen programas muy concretos; las instituciones de estadística que se reúnen alrededor del Sistema de Vigilancia Epidemiológica del país; y por último, a algunas pocas organizaciones de la sociedad civil. En términos de la oferta pública de atención y tratamiento, la cobertura es limitada en relación con el uso de sustancias; mientras que las instituciones oficiales dependen en no pocas ocasiones de la voluntad política y presupuestal de los estados para contar con programas exitosos, y es la oferta privada de servicios de atención, generalmente, la que ayuda a soportar el gran peso de las adicciones en la sociedad mexicana. De todos los centros de tratamiento conocidos en el país, sólo entre el 5% y el 10% de ellos opera cumpliendo por completo la Norma Oficial Mexicana 028. Otra franja cumple parcialmente con ella, y una más se encuentra completamente desregulada y fuera de supervisión de las autoridades de salud.

- Colectivo por una Política Integral hacia las Drogas, A.C. - www.cupihd.org - Tel: 56586518 / 56581406 - Morelos 70-101, Colonia del Carmen Coyoacán, CP 04100 México DF, México. - Skype: jorgelcalamar - Map: http://t.co/kHYDCUx - Celular: 044 5554362215 Los grupos de Alcohólicos Anónimos, Neuróticos Anónimos y Drogadictos Anónimos, por ejemplo, suelen estar dentro de la norma, pero otros grupos de Ayuda Mutua suelen cumplirla sólo parcialmente; entre estos, la mayor parte de los conocidos como anexos, muchos de los cuales se basan en los 4º y 5º pasos de la doctrina AA. Los “anexos” son centros que operan bajo la conducción de ex adictos, que suelen autonombrarse como “padrinos”, y donde el internamiento de los pacientes es generalmente involuntario. Suelen carecer de supervisión médica, y el hacinamiento y los malos tratos son corrientes. En algunos centros no hay diferenciación de género y son comunes los tratamientos con violencia, tortura, trabajo esclavo y abusos sexuales. Estamos frente a un panorama complejo que no admite soluciones simplistas ni mágicas, y en el que se requiere aumentar servicios de cobertura y atención, contar con mayor variedad de tipos de tratamiento y eliminar las trabas jurídicas que hacen desconfiar a los usuarios de las instituciones del Estado.•

La abstinencia es la única vía aceptada por las instituciones del Estado, lo que limita las posibilidades de atención. Las instituciones oficiales dependen en no pocas ocasiones de la voluntad política y presupuestal de los estados y es la oferta privada la que generalmente ayuda a soportar el gran peso de las adicciones méxico méxico social social • agosto • abril 2012 2011

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ADICCIONES

Oscar Prospéro García Investigador del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM. Es miembro del SNI Nivel III; Presidente del Consejo Interdisciplinario para el Estudio de las Adicciones de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad; y Presidente de la Sociedad Mexicana para la Investigación y Medicina del Sueño. Entre otras, es miembro de la Society for Neurosciences; la Sociedad Española de Investigación sobre Canabinoides; The International Cannabinoid Research Society; y la Sociedad Mexicana de Psiquiatría Biológica. Ha escrito 40 capítulos en libros y más de 60 artículos de circulación nacional e internacional

Alejandra Ruiz Contreras Profesora del Departamento de Psicofisiología de la Facultad de Psicología, UNAM. Es Doctora en Psicología, en el área de Neurociencias de la conducta; miembro de Society for Neuroscience y de la Sociedad Mexicana para la Investigación y Medicina del Sueño; y autora y coautora de capítulos de libros y artículos en revistas científicas de difusión internacional.

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Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Juan Herrera

Mónica Méndez Díaz Doctora en Ciencias Biomédicas, académica de la Facultad de Medicina de la UNAM e Investigadora Nacional Nivel I. Es miembro de la Sociedad Mexicana para la Investigación y Medicina del Sueño, y es autora de artículos en revistas científicas de difusión internacional, así como de capítulos en libros.

EL CEREBRO ADICTO


Abuso y dependencia. Una de las consecuencias fisiopatológicas del uso frecuente y prolongado de sustancias de abuso es que cuando el sujeto trata de abandonar su uso, el organismo responde con una serie de emociones, pensamientos y cambios fisiológicos que hacen que presente conductas que perpetúan su adicción. A esto lo llamamos el síndrome de abstinencia. Este se empieza a manifestar como un antojo por la droga, que se va volviendo una necesidad imperiosa y termina con la manifestación de un malestar físico y mental de gran intensidad. Si el sujeto no se vuelve a administrar la droga, este malestar progresa y entonces tiene una gran ansiedad y respuestas autonómicas intensas, como frecuencia cardíaca y respiratoria acelerada, sudoración, temblor y una sensación intensa de ansiedad perpetuada por el pensamiento de que se va a poner peor y que puede morir. En algunos casos los sujetos presentan crisis de pánico y temiendo progresar a un estado peor, prefieren volver a ingerir la droga. Así que la peor consecuencia de ingerir una droga es que el sujeto no la puede dejar por cursar el síndrome de abstinencia. El abuso de las drogas precipita este síndrome. En el caso de que el individuo las utilice sólo unas cuantas veces al año, pero que cuando lo haga llegue a niveles intoxicantes que lo ponen en situaciones de riesgo, consideramos que el abuso de drogas progresará a un uso más frecuente y llevará al paciente a una dependencia. Daños inducidos por las drogas. El alcohol y el tabaco son las drogas de abuso legales que más muertes producen. Debido a su estatus legal, creemos que su mayor uso es el que propicia más muertes que las ilegales. El tabaco. Es una de las drogas que tienen un sistema de autoadministración que favorece notablemente su uso, y por lo mismo su adicción. Baste recordar

OSCAR PROSPÉRO GARCÍA (I)/MÓNICA MÉNDEZ DÍAZ/ ALEJANDRA E. RUIZ CONTRERAS (II)

La utilización de sustancias de abuso produce diversos daños, que varían en un amplio rango, dependiendo de la droga de la que se trate. Uno de los primeros daños a considerar es el abuso y la dependencia de la sustancia. Esto que parece obvio es la principal característica de este tipo de drogas: el sujeto no puede dejar de ingerirlas a pesar de saber que su uso le ha traído consecuencias adversas personales, familiares y sociales F

que cargar un paquete de 20 cigarrillos es fácil, y que a pesar de las actuales restricciones para fumar en los recintos públicos, aún hay muchos sitios en los que se puede fumar. Las muertes causadas por el tabaco en lugares como Estados Unidos y Europa alcanzan cifras tales como medio millón de personas cada año. Esto es debido a cardiopatía isquémica, o a infartos en otros órganos, como el cerebro, cáncer de pulmón o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). El Consejo Nacional Contra las Adicciones (CONADIC) calculaba para 2008 que 53 mil mexicanos morían al año por causas relacionadas con el tabaco. El alcohol. También es causante de diversas muertes y enfermedades debilitantes. Muchas de las muertes asociadas con la ingestión de alcohol son por accidentes, percances automovilísticos o por la utilización de equipo o maquinaria pesada. Intoxicaciones agudas pueden complicarse con inconciencia

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y reflujo gastroesofágico, que han matado a gran cantidad de pacientes. Los daños por el uso prolongado incluyen cirrosis hepática, insuficiencia cardiaca, hipertensión, e infarto al miocardio o al cerebro. En casos muy avanzados y complicados por desnutrición (falta de vitamina B1) se presenta el síndrome de Wernicke-Korsakoff. Marihuana. Esta droga, creadora de tanta controversia actual, tiene capacidad para producir dependencia e incluso dispara brotes psicóticos en pacientes susceptibles. Es una droga que tiene un margen de seguridad alto; es decir, difícilmente mata a una persona. Esta droga tiene algunas propiedades medicinales que pueden investigarse para generar fármacos útiles para los pacientes de diversas enfermedades. Sin embargo, léase cinco párrafos más adelante, nuestro comentario sobre cuál es la droga más dañina. Heroína y cocaína. Estas drogas son las que más rápidamente causan

Se podría decir que una u otra droga es más potente y, por lo mismo, más dañina, pero en realidad ninguna como tal lo es: si no las ingerimos no pueden hacernos daño. No es un virus o una bacteria que tiene de alguna manera una capacidad para “buscarnos” e infectarnos; lo más dañino es el estado del cerebro del sujeto méxico méxico social social • agosto • abril 2012 2011

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ADICCIONES

Una característica de los sujetos consumidores de drogas de abuso es que son impulsivos, lo que es consecuencia de una disfunción de la corteza cerebral prefrontal que reduce su capacidad de pensar en las repercusiones de sus actos, por lo que éstos son determinados por el hedonismo inmediato y no por un hedonismo planeado REFERENCIAS:

I. Grupo de Neurociencias: Laboratorio de Canabinoides, Departamento de Fisiología, Facultad de Medicina. Correspondencia: Dr. Oscar Prospéro-García. Departamento de Fisiología, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México. Apdo. Postal 70-250, México, D. F. 04510. México. Telephone: (52-55) 623 2509. Fax: (52-55) 623 2241. E-mail:opg@unam.mx II. Psicofisiología, Facultad de Psicología. Universidad Nacional Autónoma de México. III. Méndez Díaz M, Ruiz Contreras AE, Prieto Gómez B, Romano A, Caynas S, Prospéro García O. El cerebro y las drogas, sus mecanismos neurobiológicos. Salud Mental 33: 451-456, 2010 IV. Ruiz Contreras AE, Méndez Díaz M, Prieto Gómez B, Romano A, Caynas S, Prospéro García O. El cerebro, las drogas y los genes. Salud Mental 33: 535-542, 2010 V. Del Bosque Garza J, Fernández Casares C, Fuentes Mairena A, Díaz Negrete DB, Espínola Nadrulle M, González García N, Loredo Abdalá A, Medina-Mora Icaza ME, Nanni Alvarado R, Natera Rey G, Prospero García O, Sánchez Huesca R, Sansores Martínez R, Real Quintanar T, Zinser Sierra JW. Hacia una mejor respuesta ante el problema del abuso de bebidas con alcohol: el papel del sector salud. Salud Mental 35: 165-174, 2012 VI. Méndez Díaz M, Soria Gómez EJ, Rueda Orozco PE, Prospéro García O. The mighty cannabinoids: a potential pharmacological tool in medicine. En: Neural Mechanisms of Action of Drugs of Abuse and Natural Reinforcers. Research Signpost, India 2008. pp 137-158 VII. Mandyam CD, Koob GF.The addicted brain craves new neurons: putative role for adult-born progenitors in promoting recovery.Trends Neurosci. 35:250-60, 2012

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tolerancia y dependencia. Tolerancia es cuando el paciente, para experimentar los mismos efectos reforzantes (sensación subjetiva de placer) que disfrutaba al principio, tiene que administrarse cada vez más cantidad de la droga. En los pacientes con un historial de muchos años, la dosis puede ser de varias veces más que la dosis inicial. Como hemos dicho, el paciente no puede dejar el uso de la droga porque presenta el síndrome de abstinencia. Pero, debido a la tolerancia, tiene menos efectos reforzantes cada vez, hasta que finalmente tiene un pobre efecto reforzante, sin importar la dosis que se administre, lo cual lo lleva a tener un síndrome de abstinencia más intenso. Todos estos efectos se ven en menos tiempo con la heroína y la cocaína que con otras drogas. Otro de los efectos indeseables es que la heroína puede conducir al paro cardiorrespiratorio, lo que lleva al paciente a la muerte si no se le atiende de urgencia, lo cual en la mayoría de los casos es imposible hacer. La cocaína, aparte de reducir el apetito, aumenta la presión arterial y propicia infartos al cerebro y al corazón. Uno de los efectos inmediatos y más temidos es la depresión que se presenta después de sus efectos euforizantes. También se presentan insomnio y ansiedad. El ataque al estado general y la imposibilidad de vivir sin tener la cocaína o la heroína, y muchas veces ambos (combinación llamada speedball), hace del paciente un sujeto inútil para sí y para sus dependientes. ¿Cuál es la droga más dañina? ¿Verdad que la marihuana es menos dañina que el alcohol y la nicotina? Estas son preguntas que escuchamos con frecuencia cuando damos pláticas en diferentes foros. Es como si me preguntaran qué es menos dañino: ¿cortarse un dedo o toda la mano? Sí, podría decir que una u otra droga es más potente y, por lo mismo, es más dañina, pero en realidad, ninguna

como tal lo es. Es decir, si no ingerimos ninguna, no puede hacernos daño. No es algo contagioso que nos ataque en contra de nuestra voluntad. No es un virus o una bacteria que tiene de alguna manera una capacidad para “buscarnos” e infectarnos. No, las drogas no hacen eso. Entonces, lo más dañino es el estado del cerebro del sujeto. Es decir, si aceptamos los datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS): que somos 7,000 millones de habitantes en este planeta, y sabemos que entre el 4% y el 8% de los humanos tienen un problema de adicción (OMS), implica que el 92% de la población no tiene un problema, entre otras razones, porque no recurre a las drogas, y aquellos que sí los tienen es porque tienen un cerebro vulnerable a la adicción. El cerebro adicto. La adicción sugiere la existencia de una enfermedad. La mayoría de los usuarios tiene una enfermedad psiquiátrica asociada a la adicción, llámese depresión, ansiedad, trastorno de déficit de atención con y sin hiperactividad, o trastorno antisocial de la personalidad. Una característica de los sujetos consumidores de drogas de abuso es que son impulsivos, lo que es consecuencia de tener disfuncional la corteza cerebral prefrontal. Esto reduce su capacidad de pensar en las consecuencias de sus actos. Así, sus actos son determinados por el hedonismo inmediato y no por un hedonismo responsable, es decir, planeado. Esto los lleva a la conducta compulsiva de ingerir la droga y, finalmente, a la dependencia. Conclusión. Las drogas producen efectos dañinos en el cuerpo per se sólo si las consumimos. La mayoría de las personas no consume drogas, por lo que no está en ese riesgo, así que la capacidad intrínseca de las drogas de producir daño sólo se observará en los sujetos que, teniendo una disfunción cerebral, son vulnerables a su uso y a depender de ellas.•



INVITADO Especial

José Carlos García Fajardo Profesor Emérito de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y Director del Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS) fajardoccs@ solidarios.org.es

Sin Educación No Hay Democracia José Carlos García Fajardo

Concluyeron las elecciones en México y Egipto con acusaciones de fraude electoral. Así sucede en otros países de democracia recuperada o recién impuesta gracias a “primaveras” que nos llenaron de esperanza. Suelen ser noticia de primera en los medios de comunicación. Al elevar la anécdota a categoría, nos hacen creer que la democracia no funciona en los países que torpemente designamos como “en vías de desarrollo”

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* Artículo publicado con la autorización del Centro de Colaboraciones Solidarias ccs@solidarias.org.es

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De cuál modelo de desarrollo? ¿Del nuestro, neocon y capitalista, controlado por financieros y grupos de poder sin escrúpulos? ¿De un modelo que ha desencadenado una catástrofe económica ante la cual sólo se nos ha ocurrido prestar dinero a los bancos responsables de la crisis? Igual sucede con la “democracia”, que hemos elevado a paradigma del ordenamiento jurídico para todos los pueblos sin distinción. Olvidamos que la democracia en los países ricos de Occidente ha necesitado un largo camino para asentarse. Hasta 1944, las mujeres no tuvieron derecho al voto en Francia, cuyo régimen republicano se había restaurado en 1870. En Gran Bretaña, hasta 1918. En Alemania padecieron la tiranía nazi, a pesar de la república de Weimar, igual que el fascismo en Italia que se había organizado como Estado, en 1870. De Estados Unidos, como régimen democrático por excelencia, es conocido lo que han tenido que penar los negros para poder ejercer los derechos reconocidos en la Constitución. Y en todas las democracias de Occidente y Asia,

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en Japón, India, Australia, Nueva Zelanda y Filipinas, vemos cómo padecen millones de personas por causas económicas, étnicas, religiosas, de sexo o de opción sexual. ¿Cómo no recordar la situación de cientos de miles de indígenas, de campesinos, de inmigrantes y de los económicamente desposeídos en las florecientes repúblicas democráticas de Latinoamérica? De Rusia, y del inmenso desastre causado en los pueblos dominados por la antigua URSS, es necesario hablar para recordar y cooperar. Entonces, ¿cómo condenar las dificultades y sospechas en el ejercicio de procesos electorales en países de África, Oriente Medio y de todos cuantos, hasta hace unas décadas, padecieron siglos de conquista, colonialismo y explotación por parte de europeos etnocentristas, blancos y en su mayoría judeocristianos? Si hacen falta sesenta años para hacer a un hombre, en frase de Malraux, ¿cómo no reconocer lo mismo para pasar, mediante la educación y la práctica, de la autocracia a la democracia para tantos países? Necesitan un tiempo de ejercicio y es nuestra


Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Alejandro Meléndez

responsabilidad ayudarles y acompañarles en este proceso de aprendizaje. En más de cien países en los que la democracia no está firmemente instalada, con elecciones por poblaciones con un alto grado de analfabetismo, de resentimiento por la explotación y de falta de una autonomía económica elemental, no es raro que los resultados electorales sean contestados por los candidatos perdedores. A pesar de contar con observadores de organismos internacionales, con controles y con la presencia de los medios, se niegan a aceptar los resultados y acusan al ganador de manipulación, de fraude, y convocan a las gentes a echarse a la calle. El fino analista político y maestro del periodismo, Ben Yahmed, propone atacar de frente dos llagas propias del sistema político democrático. Es menester tener la convicción de que no se puede imponer un sistema que exige un cierto grado de educación y de bienestar básico a pueblos con valiosas tradiciones ancestrales que es preciso tener en cuenta. Es inimaginable la ignorancia de los líderes occidentales y de los clérigos en este tema. La primera llaga consistiría en la recusación del sistema electoral por los perdedores, una vez asumido sin denuncia o abstención antes de comenzar el proceso y saberse perdedores. Saber ganar y saber perder son asignaturas fundamentales del juego democrático. En lugar de respetar las reglas, explotan su victimismo y acusan a los vencedores de disponer de más medios económicos, de fraudes y manipulación sin querer admitir que, además, no han sabido ganarse la

En países en los que la democracia no está firmemente instalada, con elecciones por poblaciones con un alto grado de analfabetismo y sin autonomía económica no es raro que los resultados electorales sean contestados por los candidatos perdedores; saber ganar y saber perder son asignaturas fundamentales del juego democrático confianza de los electores. Por ello, es preciso denunciar la actitud de los opositores en tantos países del mundo, incluidos muchos de los occidentales. Cuando la oposición pretende desalojar a un candidato instalado en el poder, sin coaligarse en una federación y unirse en torno a un buen candidato, el resultado está servido. Sin esa candidatura única, y divididos en múltiples banderías, no será fácil conseguir el cambio legítimamente. Ahora bien, es preciso reconocer el enorme avance que se ha producido en los últimos años en el desarrollo del juego democrático. Perdernos en amplificar ciertos resultados en algunos países nos impediría analizar las causas.•

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INVITADO Especial

Adela Cortina Catedrática de la Universidad de Valencia. Es Doctora en Filosofía y Letras por la Universidad de Valencia, con estudios de postgrado en las universidades de Munich y Frankfurt. Es miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y directora de la Fundación Étnor. En 2007 fue acreedora al Premio Internacional de Ensayo Jovellanos.

Ética en Tiempos de Crisis Adela Cortina

Insiste un buen número de economistas, neoliberales y de los otros, en afirmar que la ausencia de algunos valores éticos no ha tenido influencia en la crisis que padecemos desde 2007. Según ellos, las crisis se han sucedido a lo largo de la historia y habría que suponer entonces que los vicios que las causan son consustanciales a la naturaleza humana

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* Artículo publicado con la autorización del Centro de Colaboraciones Solidarias ccs@solidarias.org.es

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ienen razón en afirmar que la posibilidad de desarrollar vicios y también virtudes es consustancial a los seres humanos, pero convendría recordar la lección de aquel jefe indígena que contaba a sus nietos cómo en las personas hay dos lobos, el del resentimiento, la mentira y la maldad, y el de la bondad, la alegría, la misericordia y la esperanza. Terminada la narración, uno de los niños preguntó: ¿cuál de los lobos crees que ganará? Y el abuelo contestó: el que alimentéis. A los economistas neoliberales, y no sólo a ellos, les gusta ignorar estos relatos y creer que de los vicios privados a veces surgen buenos resultados para la vida económica y de las virtudes privadas a veces surgen malos resultados. Por eso prefieren atenerse al viejo dicho “lo que no son cuentas son cuentos” y asegurar que la economía sigue su curso sin que le perjudiquen la codicia o la insolidaridad, que quedarían para la vida privada. A su juicio, quienes mantienen que la falta de valores éticos perjudica a la vida pública son moralistas anacrónicos. No se trata de recordar que los valores morales son efectivos en la vida pública, sino de distinguir, como hacía Ortega, entre estar

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altos de moral o desmoralizados como dos actitudes que posibilitan o impiden –respectivamente– que las personas y los pueblos lleven adelante su vida con bien. Qué duda cabe, siguiendo a Ortega, de que una persona o un pueblo desmoralizados no están en su propio quicio y vital eficacia, no están en posesión de sí mismos y por eso no viven sus vidas, sino que se las hacen otros, no crean, ni fecundan, ni son capaces de proyectar su futuro. Y a la desmoralización hemos llegado no sólo por lo mal que se han hecho las cuentas, sino también porque se han disfrazado con cuentos perversos, como el de la contabilidad creativa; como el de los controladores que no sacaron a la luz los fallos en lo que supuestamente controlaban; como las mentiras públicas sobre lo que estaba pasando; como el empeño en que asumieran hipotecas quienes difícilmente podrían pagarlas; como la constante opacidad y falta de transparencia; como la ausencia de explicaciones veraces de lo que estaba ocurriendo. Cuando a todo ello se suma que las presuntas soluciones vienen de comenzar los recortes por los más débiles, por los que menos responsabilidades han tenido en la catástrofe, parece difícil creer que la falta de ética (de competencia, mesura, transparencia y responsabilidad)


Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Alejandro Meléndez

Hemos llegado a la desmoralización, y es urgente emprender medidas que ayuden a cambiar el curso de las cosas. Una de ellas sería contar desde los poderes político y económico lo que ocurre y proponer lo que podemos hacer, explicando el proyecto que se tiene por delante; no empezar por recortar por los más débiles, sino por exigir la devolución de lo que se ha robado y reducir los sueldos de los implicados en la mala gestión. Es preciso proteger a los más vulnerables, entre ellos a los niños, por que es su derecho de justicia no tiene nada que ver con todo esto y que sólo la mala suerte económica nos ha llevado a donde estamos. Pero, como tal vez la principal característica del ser humano es la libertad, la capacidad de tomar la iniciativa, de coger las riendas de la propia vida, personal y compartida, es urgente emprender medidas que ayuden a cambiar el desmoralizador curso de las cosas, y quisiera proponer al menos las siguientes. Optar por la verdad y la transparencia sería una de ellas. La sana costumbre de contar desde el poder político y el económico lo que ocurre y proponer lo que podemos hacer, explicando el proyecto que se tiene por delante. Poner tasas a las transacciones financieras, en este mundo de capitalismo financiero, que es preciso replantear radicalmente. Si es cierto que el capitalismo emprendedor se transformó en el corporativo y desde

mediados del siglo XX en capitalismo financiero, limitar su expansión es urgente y, como mínimo, utilizar sus recursos para los peor situados. Apostar por la ejemplaridad, ejercer de forma ejemplar la función política, la judicial, la actividad de la empresa y la de cualquier profesión, no como algo excepcional, sino como un sobrentendido. Proteger a los más vulnerables, a los enfermos, los inmigrantes, los dependientes, los países en desarrollo, a los niños, porque es su derecho de justicia, amén de una elemental obligación de solidaridad. Acometer medidas de crecimiento, generadoras de empleo, que para quienes cuentan con capacidad creadora no tienen por qué ser incompatibles con los ajustes. Tratar de recordar lo que nos une y respetar lo que nos separa, porque agitar sólo lo que puede separarnos es, hoy más que nunca, letal.•

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desde las letras

El Precio Era Alto rogelio flores

Rogelio Flores. Escritor. Cursó estudios de Ciencias de la Comunicación en la UNAM, de Creación Literaria en la Escuela de Escritores de la SOGEM (Sociedad General de Escritores de México), y de Realización Cinematográfica en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de Cuba (EICTV). Ha colaborado en publicaciones como Arcana, Cambio y El Semanario. Es coautor de los libros de cuento Abreletras, Prohibido fumar: cuentos contra la represión, Palabras Malditas y Códices en el asfalto; y autor de Adiós, Princesa y Rocanrol Suicida, también de cuento. Recientemente, ganó el concurso Palabras Malditas.

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“Los viejos lo creen todo; los adultos dudan de todo; mientras que los jóvenes todo lo saben”, decía Oscar Wilde. Es bien sabido que al entrañable autor irlandés le obsesionaba la juventud, mientras que la vejez le infundía terror y desconfianza (qué razón tenía). La primera le parecía la metáfora de la vitalidad y la esperanza, la segunda, más que la decrepitud: la corrupción, la soberbia, la imposibilidad de crecer en todos los sentidos

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asta que uno se acerque a su obra para notarlo. En su extensa producción como dramaturgo, poeta y narrador están presentes numerosas referencias y frases paradójicas al respecto. En su labor narrativa se desempeñó más como cuentista que como novelista, sin embargo, traigo a colación su única narración de largo aliento por el tema que nos ocupa: la juventud. Me refiero, por supuesto, a la famosa novela El retrato de Dorian Gray. En esta historia, el personaje principal se mantiene incorruptible ante el paso del tiempo, mientras que su propio retrato, en un lienzo sobrenatural, es quien sufre los estragos, acumulando años y deterioro sobre su imagen, a la vez que ésta refleja el estado de su alma de libertino. Pero éste es un relato fantástico y lo sabemos; en la vida real es distinto. Cito de nuevo al genio de Dublín, quien nos dice por medio de uno de los personajes de su obra de teatro Una mujer sin importancia: “el alma nace vieja y rejuvenece. Ésa es la comedia de la vida. Pero el cuerpo nace joven y envejece. Ahí está su tragedia”. Así, envejecer, desde el punto de vista wildeano resulta algo trágico. Y no por llegar a la vejez, sino por perder la juventud. Como bien sabemos, lo cómico es azaroso, mientras que lo trágico es ineludible; lo

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cómico puede darse o no; lo trágico está predestinado, sucederá, independientemente de nuestros deseos y actos. Así pues, todos envejecemos, o envejeceremos… para ser más precisos: estamos envejeciendo. La única manera de no hacerlo, de detener el tiempo y permanecer incorruptibles por siempre es morir. La muerte, paradójicamente, es nuestra salvación a la vejez y la decadencia, y es raro (afortunadamente) que un joven quiera morir. Retomaré esto más adelante. Lo que vimos al final del párrafo anterior es en donde nace la tragedia de la vejez: un día más es un día menos; el presente entonces se muestra efímero; el futuro se torna en algo que languidece, y el pasado en una laguna inconmensurable en la que, por más que queremos, no podemos zambullirnos, sólo observar con resignación. El equivalente americano de Oscar Wilde, Mark Twain, dejaría una reflexión para la posteridad al referirse al tema: “es una lástima que la mejor parte de la vida transcurra al inicio y la peor al final". Bajo esta premisa, otro autor obsesionado con la juventud, y también pródigo en obras maestras, F. Scott Fitzgerald, escribió un cuento que sería una delicia para Oscar Wilde: El extraño caso de Benjamin Button (Benjamín, por cierto, significa “el más pequeño”, y button significa botón; un botón, como bien sabemos, es algo pequeño, algo que no ha florecido aún).


Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Salomón Ramírez

En este relato se describe, sin metáforas de por medio, la vida de un hombre que nace viejo y va rejuveneciendo a cada segundo, siendo el opuesto a lo reflexionado por Twain: la posibilidad de vivir la mejor parte de la vida al final de la misma, con las facultades físicas al cien por ciento: con la fuerza y el arrojo de un joven, pero con la experiencia y sabiduría de un viejo. Parece muy agradable y divertido, y lo es; sin embargo, este relato también fantástico tiene su lado oscuro. A pesar de su condición extraordinaria, el protagonista no se salva del menosprecio ni de la discriminación. Su padre lo ve como una carga por ser anciano, y al rejuvenecer, su hijo lo maltrata ante su indefensión infantil, ese botón de un rosal que en lugar de abrirse, cada vez es más tierno y vulnerable. En materia de literatura, hay veces en que es imposible no tender lazos entre los autores y su producción. Con los dos casos reseñados en estas líneas tengo la convicción de que son obras maestras y que no necesitan de ningún tipo de análisis sobre la vida de sus creadores para ser admiradas en su justa dimensión. Es decir, bien podría ser que tanto El retrato de Dorian Gray como El extraño caso de Bejamin Button hubieran sido prodigiosos ejercicios de imaginación realizados por hombres que poco o nada tuvieran que ver con la temática descrita en sus páginas. No fue así; como se mencionó anteriormente, ambos escritores proyectaron aspectos de su vida personal en sus creaciones. Wilde, si bien tuvo un ocaso de lo más injusto, fruto del choque entre su visión moderna y ambigua del mundo con la moral imperante de la época, terminó siendo una especie de Dorian Gray, un icono eternamente joven y virtuoso a pesar de todos sus vicios (en él todo es paradójico, advierto), al que hasta la fecha le visitan en el cementerio con fervor y devoción para dejarle en su tumba siluetas de besos con lápiz labial. Con Fitzgerald, al igual que con Benjamin Button y todos los personajes fitzgeraldeanos, sucedió que fue castigado (incluso por él mismo) por poseer una sabiduría muy por encima de su corta edad. Ninguno de los dos, ni Oscar Wilde ni Scott Fitzgerald, llegaron a viejos. El primero falleció a los 44, mientras que el segundo llegó tan sólo a los 42. A manera de conclusión, sólo me resta recordar el título de los libros de cuentos de Fitzgerald: El precio era alto.•

Un día más es un día menos; el presente es efímero; el futuro, algo que languidece; y el pasado una laguna inconmensurable en la que no podemos zambullirnos méxico social • agosto 2012

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visión experta Sarah Lewis

Maestra en Población y Salud Internacional por la Universidad de Harvard. Se desempeña como investigadora de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud). Entre sus múltiples trabajos destaca la investigación que realizó durante su estancia en Harvard, sobre aspectos de la reforma del sistema de salud mexicano. Su experiencia le ha permitido colaborar en países como México, Ecuador, Cuba, El Salvador y Chile.

Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Karina Tejada

SOBREPESO Y OBESIDAD

SITUACIÓN INSOSTENIBLE SARAH LEWIS

En el artículo de Enero de 2011 describí la epidemia de la obesidad, condición en la que México ocupa actualmente el segundo lugar mundial, y el sobrepeso, cuya prevalencia sigue siendo alta: en 2006, el IMC(I) promedio de los adultos fue de 28.1, cifra superior al rango considerado como “peso normal”. El 72% de las mujeres y el 66% de los hombres mayores de 20 años tuvieron sobrepeso u obesidad en ese año(II) FFF

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> En los últimos años los tratamientos asociados con la obesidad y el sobrepeso han generado gastos cada vez más elevados para el sistema de salud.

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s más, la prevalencia de estas condiciones ha incrementado de forma muy rápida en las últimas décadas. De 1980 a la fecha las prevalencias de obesidad y sobrepeso en México se han triplicado; la obesidad incrementó del 12% en 1988 a casi el 20% en 1999(III), y el porcentaje de la población dentro del rango de “peso normal” disminuyó de 38% en 2000 a 29% en 2006; al mismo tiempo, la población con obesidad incrementó de 24% a 30% en el mismo periodo(II,IV). Anteriormente también se exploraron las amplias consecuencias de salud y las graves repercusiones económicas que resultan del sobrepeso y la obesidad. Muchas condiciones complejas y crónicas de alta prevalencia –tales como la Diabetes Mellitus tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y las cerebro-vasculares– son más comunes en personas con IMC elevado (Ver gráfica “Diabetes, común en personas con obesidad”)(IV). Solamente el 21% de las personas con diabetes tiene un peso normal, en comparación con el 38% de la población general; y apenas una cuarta parte de la población general es obesa, mientras que casi el 40% de las personas diabéticas lo es. Estas condiciones, cuando están descontroladas, pueden requerir un tratamiento caro, a segundo y tercer nivel de atención, y generar costos muy altos para el sistema de salud (estos gastos se llaman “costos directos”). Se estima que la diabetes en particular es el mayor contribuyente a los costos directos de atención de salud, en parte debido a la gran cantidad de potenciales complicaciones que son consecuencias de esta enfermedad(V). A los Estados Unidos, por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes juntas le cuestan 750,000 millones de dólares anuales(VI). La gente puede ser afectada negativamente si la atención de alto costo para las enfermedades asociadas con sobrepeso y obesidad desvía fondos de otros tipos de programas. Ya tenemos evidencias de que esto es una realidad: según un reporte reciente del periódico El Financiero, el sobrepeso y la obesidad absorben ya más de la mitad del presupuesto de 2012 de la Secretaría de Salud(VII). En 2008 estos costos representaron solamente el 33.2% del gasto público fe-

HOMBRES TIENEN SOBREPESO, MUJERES SUFREN OBESIDAD Los hombres presentan mayor sobrepeso que las mujeres, sin embargo, ellas registran una mayor presencia de obesidad. Se puede observar que en el sexo masculino es mayor el porcentaje de hombres con peso normal que el de aquellos con obesidad, mientras que la cantidad de mujeres con obesidad es mucho mayor que la de mujeres en peso normal

100% 80% 60% 40% 20% 0% Fuente: Elaboración propia con base en la referencia II del presente artículo

DIABETES, COMÚN EN PERSONAS CON OBESIDAD La presencia de obesidad y sobrepeso en personas diabéticas es mucho mayor que en la de la población en general. Esta enfermedad, la Diabetes Mellitus tipo 2, es más común en personas que tienen un Índice de Masa Corporal elevado

100% 80% 60% 40% 20% 0%

Fuente: Elaboración propia con base en la referencia IV del presente artículo

De 1980 a la fecha las prevalencias de obesidad y sobrepeso en México se han triplicado, y absorben más de la mitad del presupuesto de 2012 de la Secretaría de Salud deral en servicios de salud a la persona(VIII). Según la Secretaría de Salud, en México el costo directo estimado que representa la atención médica de las enfermedades atribuibles al sobrepeso y a la obesidad se incrementó en un 61% en el periodo de 2000 a 2008, al pasar de 26,283 millones de pesos a por lo menos 42,246 millones. El incremento porcentual entre el presupuesto de 2008 y las estimativas presupuestales para 2017 sería aún más marcado: 84% (de 42,246 millones a 77,919 millones de pesos). Durante el Foro Nacional para la Construcción de la Política Alimentaria y Nutricional de México (FONAN), expertos advirméxico social • agosto 2012

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visión experta SE LLEVAN EL PRESUPUESTO

NOTAS Y REFERENCIAS:

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El costo directo atribuible al sobrepeso y a la obesidad en millones de pesos mexicanos se ha elevado rápidamente en los últimos años 80000 70000 60000 50000 40000 30000 20000 10000 0

Fuente: Elaboración propia, 2012 con base en la referencia VII del presente articulo

GASTOS IMPARABLES 100

Foto: Cortesía EXCÉLSIOR / Mateo Reyes Arellano

I. El sobrepeso significa que el Índice de Masa Corporal (IMC, calculado como el peso dividido por la altura cuadrada), se encuentra entre 25 y 30, y la obesidad corresponde a un IMC por arriba de 30. II. Gómez, L; Hernández Prado, B; Morales, MDC; ShamahLevy, T. Physical activity and overweight/obesity in adult Mexican population. The Mexican National Health and Nutrition Survey 2006. Salud Pública Mex. 2009; 51(suppl 4):S621S629. III. Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria. Estrategia contra el sobrepeso y la obesidad. México, DF; Secretaría de Salud; 2010. IV. Velázquez-Monroy, O; Rosas, P; Lara, E; Pastelin, H; et al. Prevalencia e interrelación de enfermedades crónicas no transmisibles y factores de riesgo cardiovascular en México. Arch Cardiol Mex. 2003;73(1):62-77. V. Hofmarcher MM, Oxley H, Rusticelli E. Improved health system performance through better care coordination. OECD Health Working Paper No. 30. 2007 VI. Narayan KV, Ali MK, Koplan JP. Global Noncommunicable Diseases — Where Worlds Meet.New England Journal of Medicine. 2010;363(13):11961198. VII. Chávez Maya, HA. El Financiero. 13/06/2012. Disponible en: http://www.insp.mx/ noticias/insp-general/2368-aumenta-carga-financiera-paraatender-obesidad-mexico.html VIII. Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria. Estrategia contra el sobrepeso y la obesidad. México DF: Secretaría de Salud; 2010.

> Es urgente prevenir estas condiciones para evitar graves complicaciones en la salud y los tratamientos de altos costos.

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Mientras que de 2000 a 2008 el presupuesto para condiciones causadas por sobrepeso y obesidad se elevó un 61%, se prevé que de 2008 a 2017 incremente un 84% Fuente: Elaboración propia, 2012 con base en la referencia VIII del presente articulo

tieron que de no establecerse una estrategia para solucionarlos, pueden llevar a la crisis financiera más grande del sector salud(VII). Específicamente, algunos participantes expresaron dudas en torno a que el presupuesto destinado a la SSA fuera suficiente para atender este tipo de problemas en 15 años más. Tienen razón: según estimativas previas de la SSA, los costos generados por el sobrepeso y la obesidad alcanzarán los 77,919 millones de pesos en 2017. Sin embargo, El Financiero reporta que el presu-

puesto total de la SSA solamente será de 120,000 millones de pesos en el año 2020. Si ambas estimativas son ciertas, el costo del sobrepeso y la obesidad aumentaría y representaría el 65% del presupuesto total, una figura que claramente no es sostenible si se toman en cuenta todos los demás programas de salud y los diversos tipos de atención requeridos por la población. Dado que la mala alimentación y la escasa actividad física son los problemas clave que fomentan la obesidad, la aplicación de estrategias de prevención primaria es de suma importancia. Este tipo de estrategias busca prevenir el sobrepeso a través de actividades en la comunidad, en la casa, en la escuela y en el primer nivel de atención. Por ello, son intervenciones mucho más económicas que las hospitalarias, las que requieren medicamentos caros y las que tratan complicaciones graves, entre otras. De acuerdo con las evidencias, la SSA ha estado impulsando una política alimentaria intersectorial que sigue este tipo de lineamientos; sin embargo, queda por ver si el gobierno incrementará el presupuesto total destinado a la SSA, dadas las muy preocupantes cifras de los gastos relativamente enormes que la obesidad está generando.•




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