DESDE LA CORNISA
Reflexiones educativas
Manuel Jesús Fernández Naranjo
Esta obra está bajo licencia Creative Commons
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Índice INTRODUCCIÓN.
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1. A vista de pájaro.
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2. Los retos educativos.
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3. La educación enredada y el claustro virtual.
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4. El camino hacia la encrucijada.
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5. Un aniversario en tiempos de crisis.
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A modo de conclusión.
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INTRODUCCIÓN. El curso 2008-2009 empezó una aventura que ha durado hasta el curso 2011-2012. Es la aventura de la revista “Castillo de Letras”, la revista del IES Virgen del Castillo. Cuestiones económicas y de pérdida de apoyo de la Comunidad Educativa (por razones muy diferentes de las que no son ajenas la propia crisis y la falta de interés por la propia revista, por ejemplo). Todo el mundo reconoce la dificultad de editar una revista de la calidad que se consiguió, calidad tanto de contenidos como de edición.
Requiere
muchas
reuniones,
mucho
dinero,
mucha
colaboración de la comunidad y una decisión clara del equipo de edición. Todo esto se ha hecho más difícil con las nuevas situaciones sociales, económicas y educativas y, por ello, ya no se editó la del curso 2012-2013.
Lo que sigue a continuación es una recopilación de los artículos que escribí en esas revistas en el apartado de “desde la cornisa”. Son reflexiones sobre diferentes asuntos educativos relacionados más o menos directamente con el centro y desde la perspectiva de la dirección del mismo. Hay una cierta unidad y un cierto hilo común, a medias buscado y sobrevenido, que le puede dar cierta coherencia a este relato.
Espero, sinceramente, que sirva para reflexionar sobre educación. Y que no aburra al lector. Que también es importante.
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A VISTA DE PÁJARO 1 Hace
aproximadamente
un
año
se
empezaba a fraguar el nuevo logotipo del Centro que se presentó en el magnífico Acto de Clausura del curso 2006-2007. El logotipo representa, físicamente, el perfil de la cornisa del edificio del instituto, pero también puede reflejar una perspectiva elevada, alejada de la mirada superficial y a pie de tierra, como a vista de pájaro, que tendría que ayudar a ver los asuntos del centro y de su contexto con un punto de vista más general y menos individual, más generoso y menos egoísta.
A vista de pájaro el Centro aparece abierto,
con
amplios
espacios
exteriores y con un edificio regular, bien construido y bien cuidado. Si queremos fijarnos mejor, además de físicamente, su utilización y su filosofía también lo hacen abierto (proyectos como El Deporte en la Escuela, el Plan PROA, los proyectos de Voluntariado del AMPA Alameda, la utilización del Centro por la Escuela Oficial de Idiomas o por el CEP para diferentes cursos, etc.) y su organización, con defectos lógicos, también refleja el orden y la regularidad de su aspecto exterior.
1
Primer artículo en la primera revista del curso 2008-2009.
4
Debido a los problemas educativos y a la urgencia y desesperación de los titulares de prensa (véase, si no, PISA, violencia escolar, acosos y demás “temas clave”) se ha perdido la visión de conjunto, una perspectiva amplia y se ha ido creando lo que yo llamo la visión corta, con orejeras: mi problema, “MIS” alumnos conflictivos, “MIS” profesores no me dejan tranquilo a “MÍ”, “MI” hijo no estudia, no se lo que hacer con “MI” hijo, etc. Las dificultades se reducen a lo personal, sin contextualizar, sin tener visión de conjunto, sin perspectiva. Otras veces se peca de lo contrario, disparando por elevación, en vez de reducir el campo de visión como en el caso anterior. Con esta postura se le echa la culpa a los demás y, siempre, a la ADMINISTRACIÓN, esa malvada culpable de todo. Es una bonita forma de mirar para otro lado, de echar balones fuera, de sacudirse las pulgas, aunque, indudablemente, la administración tiene una responsabilidad muy grande de lo que ocurre
Frente a estos reduccionismos, la solución pasa por la implicación en el Centro. No podemos modificar las leyes educativas, no podemos cambiar la sociedad, no podemos impedir que el tiempo pase y que las cosas evolucionen. Sin embargo, y en este Centro lo hemos hecho y es uno de los mensajes más importantes de mi proyecto de dirección, PODEMOS MEJORAR EL CENTRO. Pero para ello se necesita una cosa muy simple pero muy difícil de conseguir: intentar olvidarnos de nuestros problemas individuales y comprometernos con el Centro, entender la cuestión educativa no como algo simplemente académico sino abierto a los intereses de su entorno, implicarnos en sus proyectos, participar en sus actividades, sobre todo en las que se promueva la convivencia entre los miembros de la Comunidad Educativa; porque si nos ponemos de acuerdo en cómo enfocar y solucionar los problemas generales irán desapareciendo los particulares, que en la gran mayoría de los casos derivan de aquellos. En definitiva, el protagonista de la historia es el INSTITUTO VIRGEN DEL CASTILLO, el conjunto de la Comunidad Educativa, no cada uno de nosotros. Y eso, esa perspectiva, desde la cornisa, es mucho más fácil.
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LA ETÉREA CALIDAD Las Pruebas de Diagnóstico andaluzas y el Informe PISA de 2006 nos han venido a decir, simplificando (con lo que esto supone, como veremos más adelante), que estamos muy mal y que, además, en algunos casos, empeoramos en vez de mejorar. Hablo en general de los resultados andaluces, no de los del Centro, que han mejorado algo en Competencia lingüística y han empeorado un poco en Competencia matemática. Pues bien, esto nos debe llevar, primero, a buscar soluciones, no a encontrar culpables o responsables. Esto último es otro debate importante y pienso que nos distraería de lo primero, que es lo fundamental y más urgente, aunque posiblemente tenga mucho que ver.
Ante estos resultados queda claro que NOS queda mucho por hacer, y más bien a largo que a corto plazo. Para ello, se cacarea la palabra CALIDAD, definirla
pero, o
¿alguien
concretarla?
puede Parece
etérea, imposible de alcanzar. Por citar (también simplificando) las dos posturas extremas, por una parte, se dice que supondría esfuerzo y exigencia académica, con lo que se van a ir quedando por el camino aquellos que no puedan, por diferentes motivos, llegar a unos ciertos e indescriptibles “niveles”. Por la otra parte, se le daría más importancia a la equidad e igualdad de oportunidades, con lo que, por las deficiencias del sistema, se tiende a igualar por abajo. Parece difícil el acuerdo, político y social, y eso lo estamos pagando todos con el caos legislativo de los últimos años. Por otra parte, volcar la balanza hacia un lado u otro sería, en la primera postura, imposible con el sistema de educación obligatoria que tenemos, y si lo hacemos hacia la segunda, los resultados, lo estamos comprobando, pienso que no van a mejorar mucho desde el punto de vista cuantitativo. 6
La dificultad del equilibrio es la dificultad del acuerdo y de la esperanza de mejora a medio y largo plazo. Desde mi punto de vista, toda calidad que pase por la exclusión, normalmente del más desfavorecido, no vale. Podríamos, si acaso, solucionar los tan famosos “niveles”, pero incurriríamos en una injusticia social flagrante y en una vuelta atrás que social y educativamente es completamente imposible.
La calidad educativa se tendría que definir como la educación que puede ofrecer a cada alumno o alumna lo necesario, según sus condiciones, para poder desarrollar una vida digna. Es decir, que un Centro sea capaz de formar a alumnos y alumnas que puedan optar a un Premio Extraordinario de Bachillerato, por ejemplo, pero que también pueda ofrecer una formación básica al alumnado desfavorecido, por motivos sociales, culturales o de aprendizaje, que les permita unas condiciones válidas de desarrollo personal. Si, además, el Centro se convierte en una referencia formativa en valores, muchas veces contrarios a los hegemónicos en la sociedad, la calidad estará asegurada.
Por eso, pienso, que la calidad la tenemos que resolver entre todos, porque la educación es, indudablemente, cosa de todos: la administración, proporcionando más recursos humanos y alternativas formativas, más profesorado para tener menos alumnos por aula, más desdobles y más horas de atención personalizada al alumnado con problemas de aprendizaje; el profesorado, buscando estrategias educativas que hagan posible una mejor atención a la diversidad del alumnado, asumiendo su responsabilidad como docentes comprometidos con la formación de sus alumnos; el alumnado sintiéndose mejor atendido y comprobando sus avances; y las familias, dándole más importancia a la formación de sus hijos y a la tarea docente. Es difícil, muy difícil, pero creo que es el único camino para llegar a algo que se parezca a la “calidad”.
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EL ÍNCLITO ESFUERZO En relación con el tema anterior de la calidad está el del esfuerzo del alumnado. Familias y profesorado tendemos a identificar esfuerzo con lo que muchos de nosotros tuvimos que hacer para conseguir algo: estudios, trabajo, etc. Es decir, tendemos a traspasar nuestros esquemas mentales a nuestros hijos y alumnos y entonces decimos que no se esfuerzan, que lo tienen todo, que conseguir cosas no les cuesta trabajo. Pero, cabría preguntarse ¿quién tiene la culpa de esto, los hijos o los padres?
Llevando este tema al campo educativo tenemos, por una parte, que la educación familiar y los cambios sociales y culturales han ido creando una sociedad de cambio constante, muy consumista y muy acomodada y, paralelamente, la extensión de la educación obligatoria hasta los 16 años ha provocado el incremento de la diversidad del alumnado. Ya no tenemos un alumno modelo como había en el sistema educativo anterior a la obligatoriedad, un alumno que ponía interés, que se ¡¡¡esforzaba!!! Ese alumnado sigue existiendo, pero ahora se ve acompañado de otros alumnos con intereses muy distintos y muy dispares que han distorsionado la, para algunos, idílica realidad anterior.
Relativamente, parece que son menos alumnos los que se interesan por los estudios, los que se esfuerzan. Pero ocurre que miramos por un prisma equivocado, por un prisma distorsionado y envejecido por el tiempo, y no caemos en la cuenta de que ahora nos encontramos, por una parte, unos alumnos más acomodados (no olvidemos que por culpa de los mayores: ellos sólo se aprovechan de lo que se les ofrece o de lo que consiguen con cierta facilidad, por lo menos más de la que tuvimos los mayores) y, por otra, 8
una sociedad que ha creado y que crea continuamente nuevos valores, ni mejores ni peores, sólo nuevos y diferentes, que en muchos casos chocan con los valores de la escuela y con la transmisión tradicional de saberes académicos.
Por ello, actualmente el esfuerzo no es algo objetivo, sino relativo, porque podemos entender como esfuerzo el que un alumno con problemas de aprendizaje derivados de problemas sociales soporte una clase magistral sobre la Revolución Francesa o la Teoría de la Relatividad y, también, el que un buen alumno realice un trabajo personal sobre alguno de estos temas. O lo que es lo mismo, el alumnado sin problemas de aprendizaje se esfuerza según sus posibilidades, es decir, estudiando, haciendo sus deberes, sacando buenas notas, pero el alumnado inmigrante, el de necesidades educativas especiales, el que tiene una familia desestructurada, también se esfuerza, y muchos de ellos sólo con venir a un centro que intenta solventarles sus problemas, no quitárselos de en medio porque no alcanzan el nivel de los primeros, están haciendo bastante. Esta diferencia es la que algunos no ven.
En mi experiencia docente he encontrado tanta o más satisfacción con la mejora de los resultados de un alumno conflictivo, con problemas de convivencia, familiares y de relación con los demás y que al final consigue su Título de Secundaria (aunque para algunos “lumbreras” eso se haya convertido en un regalo) que con un alumno brillante de Bachillerato que haya podido alcanzar matrícula de honor. Podemos preguntarnos el porqué, pero está muy claro: del segundo se esperaba, pero del primero siempre se tenía la duda de si abandonaba o continuaba. Creo que los dos alumnos ofrecen también modelos de “esfuerzo", los dos han realizado un esfuerzo desde sus condiciones de partida para alcanzar su meta o, al menos, una de las muchas metas que tiene que ir cubriendo a lo largo de su vida.
En definitiva, que antes de decir “este o aquel alumno no se esfuerza” o “mi hijo no se esfuerza”, tenemos que pensar que no hay una única vara de medir el esfuerzo y que lo que para algunos es simple y sencillo puede resultar complicado e imposible para otros.
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DESASTRE O HASTÍO El panorama que se desprende de la falta de calidad y de la falta de esfuerzo del alumnado, o al menos de la falta de claridad en las connotaciones actuales de ambos conceptos, puede resultar desolador o, al menos, así se puede plantear desde ciertos puntos de vista. Sin embargo, si todo es un desastre, qué alternativas se plantean. Pienso que habrá que intentar solucionarlo, ¿o nos quedamos de brazos cruzados?
Por ejemplo, nos llevamos las manos a la cabeza con los datos del informe Pisa, al menos con los datos que se conocen por los medios de comunicación, porque ¿quién conoce o ha analizado los datos que aparecen en esta tabla?:
Media en Ciencias
OCDE España Andalucía
Suponiendo mismo nivel económico
500 488 474
498 495
Padres con estudios universitarios
Familias con más de 500 libros en casa
media
% de familias
media
% de familias
524 513
26 % 18 %
542 554
9% 5%
De estos datos podemos extraer dos conclusiones fundamentales: Descontado el diferencial socioeconómico (Índice de Estatus Socioeconómico y Cultural o índice ESCS) nos acercamos más a la media de la OCDE y a la española. De esta forma, los resultados no son excelentes, pero si mejorarían, nos acercarían a la media. El porcentaje de familias con padres con estudios universitarios o con una importante cantidad de libros en casa, es muy inferior en Andalucía que en el resto de España y en el segundo elemento casi la mitad. Como podemos ver, estos criterios marcan unos resultados excelentes (muy por encima de la media en algunos casos) para esos alumnos y el hecho de que el porcentaje sea menor en Andalucía lastra mucho el resultado global. 10
Con estos datos y estas conclusiones no se quieren justificar unos resultados claramente nefastos sino demostrar dos cosas: Primero, que los titulares de prensa no ilustran ni son dogmas de fe, sino noticias interesadas para vender y muchas veces tenemos sólo una opinión sobre este tema por esos titulares y no por el análisis de los datos o por la reflexión sobre este importante problema. Y segundo, que tenemos que hacer algo para mejorar, porque, si no me equivoco mucho, los problemas educativos también pueden solucionarse desde este ámbito, por lo que todos tenemos que arrimar el hombro, aunque resulta muy fácil escudarse en los demás y cargarle el muerto a otros (las familias al profesorado, éste a aquellas, el alumnado a ambos, etc.)
De todas formas, si concluyéramos que el sistema educativo es un desastre, sería muy prudente por nuestra parte, y, sin lugar a dudas conveniente, considerar qué tendríamos que hacer. La alternativa de volver atrás, además de imposible por la dialéctica histórica, sólo traspasaría el problema a otros ámbitos: laboral, social, orden público, etc. Sólo la alternativa de concienciarse de que es un problema general y de todos y de que tenemos que hacer lo posible, y más, para mejorar, debe ser válida. Pero aquí nos encontramos el hastío, no el desastre.
Para ilustrar lo anteriormente expuesto podemos utilizar dos ideas básicas de José Antonio Marina: que la educación es un diplodocus dormido y que para despertarlo y ponerlo en marcha hace falta el esfuerzo de todos: la movilización educativa. Es decir, que tenemos en nuestras manos, en las del profesorado, en las de las familias, en las de los medios de comunicación, en las de las oeneges, etc., un potencial formativo enorme y que no lo aprovechamos porque, como se dijo al 11
principio de esta reflexión, nos puede más la visión parcial que una perspectiva más general y elevada.
En definitiva, y para concluir, pienso que las sensaciones que tenemos sobre el fracaso del sistema educativo son muy superficiales y que sólo con una perspectiva de conjunto y con el esfuerzo de toda la sociedad podremos resolver sus deficiencias y mejorar la formación de nuestros jóvenes, que creo es lo que nos importa a todos. Pero… si de todas maneras se sigue pensando que el sistema educativo es un desastre mayúsculo… ¿no sería, entonces, todavía más conveniente este esfuerzo?
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LOS RETOS EDUCATIVOS 2 Como ya se anunció en el primer número, esta sección quiere ser un lugar de reflexión educativa, pero de reflexión desde un punto de vista global, con perspectiva. Alejado de los problemas
cotidianos
que
avasallan
el
pensamiento y la pausa necesaria para ello.
El cambio invisible…de momento. Conseguido el reto de escolarizar a toda la población en edad de escolarización obligatoria, queda otro aun más complejo y difícil de conseguir como es el de proporcionarle una enseñanza de calidad a ese alumnado. Para ello, por desgracia, se han tenido que aprobar tres Leyes Orgánicas de Educación con todo lo que supone esto de decretos y órdenes a mansalva; algo que ha provocado, con toda la razón del mundo, una gran desconfianza hacia las leyes educativas y hacia las administraciones que las desarrollan.
A pesar de todo lo anterior, tenemos una nueva normativa legal relativamente reciente: Ley Orgánica de Educación (LOE), de mayo de 2006 y la Ley de Educación Andaluza (LEA), de diciembre de 2007. Estas Leyes generales necesitan el correspondiente desarrollo normativo en cuanto a currículos, evaluación, organización y funcionamiento, etc., que está todavía saliendo a la luz, pero que por lo que ya ha salido y por lo que se prevé que salga supone cambios educativos
2
Segundo artículo en la revista del curso 2009-2010.
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importantes que van mucho más allá de las modificaciones curriculares y de evaluación experimentados hasta ahora. Esos cambios, según mi punto de vista, pasan por cuatro temas claves: competencias básicas, formación del profesorado, autonomía de centros y coordinación docente.
Las competencias básicas, a pesar de que muchos piensan que es lo de siempre con otro nombre o una moda pasajera (pienso que debido a todo lo anteriormente expuesto no les podría faltar motivos para pensarlo). Sin embargo, es algo que va mucho más allá de una cuestión nominativa o de modas. Debe ser, por indicaciones de organismos internacionales (OCDE y Unión Europea) y modelos educativos ya consolidados y con buenos resultados (por ejemplo, Finlandia), una nueva forma de enfocar la educación, un cambio metodológico y, lo que es más duro, un cambio de mentalidad docente.
Relacionado
con
lo
anterior, se encuentra el tema de la formación del profesorado, inicial
tanto
como
permanente.
Creo
la la que
todo el mundo está de acuerdo
en
que
al
docente, sobre todo de Secundaria Obligatoria, se le exigen cada vez más nuevas tareas y también creo que está claro que este profesorado no está formado para ello, fundamentalmente porque no se ha recibido la formación necesaria. Por esto, la formación inicial debe ser fundamental para conseguir una mejora educativa y parece que con el nuevo modelo, un año de especialización docente para los que quieran dedicarse a la enseñanza, se puede conseguir. Al menos, más que con el impresentable Curso de Adaptación Pedagógica (CAP) que era un puro trámite. Por otra parte, si se ha reconocido que nos falta preparación para todo lo que se nos ha ido viniendo encima a los que ya estamos ejerciendo, es necesaria la formación permanente: 14
resolución de conflictos, convivencia, tutorías, etc. Pero sobre todo, nos hace falta formarnos en lo que va a ser el eje central de la educación desde ahora: el trabajo por competencias básicas.
El nuevo modelo educativo marcado por la LOE y la LEA plantea un asunto central del sistema educativo: la autonomía de los centros, tanto pedagógica como organizativa. De ahí la importancia que adquiere la elaboración del Plan de Centro y el Proyecto Educativo por la Comunidad Educativa. De esta forma, cada centro irá teniendo, dentro del marco general, no lo olvidemos, un modelo formativo y de organización: apoyos, refuerzos, optativas, itinerarios, adaptaciones, convivencia, actividades, mecanismos e instrumentos de información y comunicación, etc.
El último elemento del cambio que se nos avecina es la coordinación docente. Está claro que es el más importante de los temas planteados porque sin ella es muy complicado conseguir trabajar por competencias, una formación más o menos homogénea y de centro y una autonomía pedagógica. Por lo tanto, considero que la coordinación docente es clave para poder mejorar y conseguir una enseñanza de calidad y, por ello, es uno de los objetivos fundamentales de mi proyecto de Dirección. Sin embargo, no es fácil conseguirla. En Secundaria y Bachillerato pesan, por una parte, la tradición de trabajo individual, de especialistas en una materia, del profesorado y, por otra, la estructura organizativa de los Departamentos. Sin embargo, la coordinación es posible porque hay otras dos cuestiones muy básicas que la demandan: la actuación coordinada del profesorado en cuestiones de convivencia y la necesidad de tomar medidas para coordinar el trabajo de los equipos docentes de determinados grupos. Finalmente, y en relación a los temas planteados anteriormente, existe una necesidad de coordinación si queremos un centro con un funcionamiento más autónomo y, sobre todo, trabajar por competencias, ya que el trabajo integrado y coordinado del profesorado es básico e imprescindible para su desarrollo en el alumnado.
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En relación con el desempeño docente se encuentra el cambio de rol que el profesorado debe ir asumiendo (nota del artículo de Bolonia y de Finlandia de Cuadernos de Pedagogía)
En definitiva, que el cambio que se tiene que desarrollar no ha hecho más que empezar porque ahora queda lo más difícil: aplicar la normativa a la realidad; a la social y a la de cada centro.
Hasta ahora he dado una visión de por donde vamos a evolucionar en los próximos años desde el punto de vista docente. Pero la educación no depende sólo de un sector. Hay otro muy importante y sin el cual todo lo anterior no provocará mucha mejora. Me refiero a la familia, al valor que la familia le de a la educación, a cómo la familia afronte el reto de educar a sus hijos/as en una sociedad cambiante y compleja y a cómo la familia comparta con la institución escolar esa maravillosa tarea conjunta de educar.
Para finalizar este primer apartado, hay que señalar que estamos en un momento de crisis, pero no sólo de crisis económica, energética, de valores, etc., etc., sino de crisis en el sentido gramsciano3 del término, es decir, en una situación en que lo antiguo se resiste a desaparecer y lo nuevo se va abriendo paso y, por ello, se establece una pugna entre ambas tendencias.
EEES: ¿medicina o purgante? Como todo padre, he utilizado las AAS para la fiebre de mis hijos. Son las iniciales de un medicamento compuesto de Ácido Acetilsalicílico. Permítanme este juego de iniciales para plantear un tema tan serio y conflictivo como el EEES ó Espacio Europeo de Enseñanza Superior, más conocido, al menos de oídas, como Plan Bolonia (aunque me temo que lo de “conocido” es un decir), porque siguiendo con el juego: ¿es el EEES una medicina para solucionar racionalmente los problemas de
3
Antonio Gramsci (1891-1937), pensador y político marxista italiano.
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la formación universitaria de nuestros jóvenes o es un purgante que va a provocar una descomposición de las estructuras universitarias tal como la hemos conocido hasta ahora. Pero vayamos por partes.
La primera debe ser aclarar qué es el EEES, o más bien, qué no es, puesto que no es algo nuevo: la Declaración de Bolonia, que lo establece, es de 1999. Desde entonces se abrió un proceso que debe terminar en 2010. O lo que es lo mismo, no estamos empezando, sino que estamos ¡¡¡terminando!!!. Precisamente aquí reside uno de los principales problemas de este proceso: que se está haciendo tarde y, lógicamente, tiene muchas posibilidades de no hacerse bien. Se han perdido unos años muy importantes para desarrollar el proceso poco a poco e ir culminándolo ahora, porque, además, la interferencia de la crisis económica agrava las prisas ya que, con casi toda probabilidad, habrá menos financiación y hay una conciencia mayor, en los futuros y actuales universitarios, de dificultad económica para hacer frente al hipotético aumento de las tasas universitarias.
Pero, qué es el EEES. Su objetivo básico es doble y complementario: fomentar la convergencia europea y la mejor formación de los universitarios. Para ello, establece tres condiciones básicas:
a. Establecer un sistema de títulos equivalentes en todos los países: Grado y Postgrado. El Grado de cuatro cursos y el Postgrado de uno o dos. b. Establecer una valoración parecida del crédito universitario para todos los países: el ECTS (European Credit Transfer System). Cada crédito equivaldrá a 25 o 30 horas en las que se cuentan horas de clases, de exámenes y de realización de trabajos, charlas, etc. c. Establecer un sistema de financiación que asegure los recursos suficientes para una formación de mayor excelencia que intente equiparar las universidades europeas a las mejores universidades del mundo.
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La primera condición ha provocado gran parte del retraso de la puesta en marcha del proceso, puesto que las universidades no han sabido cómo abordar algo tan complejo y de difícil asimilación por las estructuras universitarias actuales. La segunda, plantea dudas puesto que, fundamentalmente, no sabemos el precio medio de cada crédito.
Sin embargo, es la tercera condición la que más dudas ofrece puesto que supone la llegada de las empresas a la Universidad. Este hecho, nada raro en otros países y poco frecuente en el nuestro, acerca el fantasma del “neoliberalismo”, de los “lobbys”, de lo público y lo privado, etc. Es decir, relaciona la reforma universitaria con unas posiciones políticas de rechazo al sistema capitalista, lo cual es aprovechado por grupos antisistema para manipular el proceso ejerciendo una demagogia barata y, lo que es peor, haciendo dogmáticos y sectarios a buena parte de los jóvenes que no terminan de entender del todo el proceso.
Creo que para comprender del todo la cuestión del EEES, deben quedar claros varios puntos: están cambiando los modelos formativos, la mayoría de los universitarios acaban trabajando en empresas, las universidades
españolas
no
están entre las 150 primeras universidades del mundo (según el ranking de la universidad de Shangai, reconocido como el más completo por los organismos internacionales) y todos queremos que nuestros jóvenes tengan la mejor formación posible. Teniendo en cuenta todos estos elementos, no cabe la menor duda de que la entrada de las empresas en la universidad es necesaria para aportar fondos que financien las mejores condiciones de formación y de investigación. O eso, o seguir como hasta ahora –con el resultado que todo el mundo conoce- o esperar que “papá estado” lo financie, cosa que es imposible del todo, tanto por motivos estructurales: el volumen de financiación necesaria; como coyunturales: la crisis 18
actual. En este punto, queda la duda del grado de control que las empresas puedan ejercer en universidades públicas y debe quedar claro también que no van a dejar de serlo por la colaboración o la imposición empresarial (pensar eso es desvirtuar por completo el debate), sino que van a poder ofrecer una mejor formación y unas mejores salidas profesionales a sus universitarios. Debemos centrar el debate universitario en la formación, no en la política; ni aprovechar esa brecha para atacar el sistema capitalista, a los gobiernos, a las instituciones, etc.
El problema no es sí o no a Bolonia, sino cómo se desarrolla el proceso y en qué condiciones los universitarios van a acceder a los nuevos títulos. Como se ha indicado antes, al hacerse a última hora, seguramente se hará mal y se culpará al modelo y no a cómo se ha iniciado.
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LA EDUCACIÓN ENREDADA Y EL CLAUSTRO VIRTUAL 4 Terminaba el artículo del número anterior situando los retos
y los problemas
educativos en un contexto de crisis de crecimiento; de lo establecido que se resiste a desaparecer y de las novedades que se cuelan por los resquicios que abren los
cambios
sociales,
culturales
y
tecnológicos. Desde la cornisa de nuestro instituto se observa, con un juego de palabras, una tendencia inequívoca a una educación enredada, a una educación en red, donde las nuevas tecnologías (o más bien los nuevos medios que las tecnologías ya conocidas nos ofrecen) nos abren una inagotable fuente de conocimiento. Pero dentro de este primer enredo general existe otro más particular: cómo desarrollar todas estas inmensas posibilidades en el ámbito educativo.
Las
tecnologías
de
la
información y la comunicación tienen
dos
fundamentales:
características proporcionan
gran cantidad de información y de
conocimientos
y
están
continuamente evolucionando, sobre todo en sus formas. Para la primera, creo que el dicho popular de que lo que no esté en Google no existe, es clarificador, porque nos indica 4
Tercer número. Curso 2010-2011.
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que la red nos proporciona una cantidad ingente de información, conocimientos y recursos que, en muchos casos, nos desbordan, y que se ha convertido en el recurso más rápido y utilizado para obtener información. Si esta primera característica es muy importante para el ámbito educativo porque nos lleva a “enredarnos”, la segunda es fundamental porque es la que nos ofrece las distintas modalidades para esos posibles “enredos”.
Desde un punto de vista general, podemos observar dos modelos parecidos: las plataformas y las redes sociales. Las primeras, orientadas al intercambio de información y desde el punto de vista educativo, sobre todo, a la formación, en lo que ha venido en llamarse el E-learning o aprendizaje en línea, en la red: moodles o aulas virtuales de formación del profesorado en prácticas, de las direcciones de los centros educativos, de los Centros del Profesorado, cursos online, etc. Y las segundas, a las relaciones sociales en la red, con intercambio de imágenes y creación de grupos con todas las posibilidades que ofrece y, lógicamente también, con todo el riesgo que sabemos que supone esto. Relacionadas con estas dos modalidades de “enredo”, dependiendo de su utilización, están los blogs y las wikis, que son utilizados para cuestiones personales y para ofrecer información muy amplia y variada.
Tampoco podemos olvidar cómo el alcance de los medios
telemáticos llega hasta servicios básicos que cada vez se están extendiendo más como pueden ser las oficinas o secretarías virtuales, la administración electrónica, los certificados digitales, las compras por Internet e incluso ¡el cambio de compañía médica! Todo esto es lo que hace tiempo se denominó la revolución digital, el tercer entorno o Telépolis5 ó, actualmente, Internet 2.0.
En definitiva, nos encontramos con una cultura y un mundo nuevo, lejos del dominio de los medios convencionales y que suponen un campo de formación y de información en libertad completamente revolucionario, donde el control, sobre todo en el ámbito de las redes sociales, lo tiene el ciudadano, el individuo y donde nadie, teóricamente, controla la actividad realizada. Sin embargo, se corre el riesgo 5
Echevarría, Javier. Los Señores del aire: Telépolis y el Tercer entorno. Ediciones Destino, Colección Áncora y Delfín nº 870, ensayo. Primera edición, 1999.
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de compartir información y formación sesgada y sin contrastar y aquí es donde podemos ver la relevancia de una buena formación para evitar estos posibles problemas derivados de la utilización masiva de las TIC.
Por lo que respecta al enredo educativo, nos encontramos en pleno inicio de la escuela tic 2.0, una nueva forma de intentar desarrollar las TIC, no sólo en los centros educativos sino también fuera de ellos. Desde hace unos años se han ido creando Centros DIG y TIC, es decir, centros con dotación de ordenadores que tenían que ir, poco a poco, utilizándose en la gestión del centro y en las distintas áreas para aplicar las TIC en el aula. Esto ha provocado la aparición de una red de centros con una infraestructura muy importante que se ha utilizado, desde mi punto de vista, muy poco o, al menos, sin sacarle todo el partido posible. Sobre este tema de la escuela tic 2.0 hay dos opiniones contrapuestas, aunque no tendrían porqué serlo. Por una parte, los que consideran la inversión de dotar de ordenadores a todo el alumnado de 5º y 6º (más otras medidas menos llamativas, como las pizarras digitales y otras imprescindibles y complejas como crear la infraestructura necesaria en los centros para la conexión a la red) un gasto excesivo e inútil que se podía haber dedicado a otras cuestiones educativas más urgentes y necesarias. Otros opinan que es una nueva oportunidad para extender definitivamente las TIC y que esa
inversión
competencia
facilitará digital
la del
alumnado y del profesorado y que, además, es algo que se desarrolla no sólo en otras comunidades autónomas sino en países
menos
desarrollados
como una forma de salvar la distancia
tecnológica
con
el
mundo más desarrollado (por ejemplo, el Plan Ceibal en Uruguay6).
6
http://ceibal.edu.uy/. Página de este plan de extensión de las tic 2.0 en Uruguay. Muy interesante
22
En relación con este último aspecto, se nos ofrece en el horizonte un nuevo elemento que añade argumentos, tanto a la toma de postura sobre el asunto de la escuela 2.0, como al de la crucial importancia del sistema educativo para el desarrollo de las TIC. Ese elemento no es otro que la llamada brecha digital, que ya no es sólo entre quien tiene posibilidades y quien no las tiene de utilizar las nuevas tecnologías –la primera brecha digital-, sino entre quien utiliza estos medios sólo para la diversión y el ocio y quien los utiliza, además, para asuntos más serios como la formación, el trabajo o el conocimiento, o lo que es lo mismo, la segunda brecha digital. No es raro encontrarnos alumnos y alumnas, nativos/as digitales puesto que han nacido y crecido en el mundo de las TIC, que sólo saben chatear en las redes sociales, buscar en el google y la wikipedia, ver vídeos en el youtube o similares, descargar música, entrar en páginas de juegos, etc.; pero que son incapaces de contrastar información con otras fuentes, de elaborar un texto o un trabajo y ni siquiera saben guardar un archivo o mandar un correo electrónico.
Está claro que el tema es polémico y que plantea muchas dudas e incertidumbres, pero creo que también debe entenderse que es inevitable la presencia y la progresión de las TIC en educación, y aunque podamos discrepar sobre si es lo más urgente y necesario, lo que no puede dudar nadie es de que resulta imparable. Sobre este aspecto queda planteada a medio plazo la cuestión de los materiales educativos, libros de textos digitales, e-books, etc., que están a la vuelta de la esquina, aunque todavía sin saber muy bien cómo introducirlos en el sistema. Es decir, que el alumnado venga al centro sólo con su ordenador portátil no queda muy lejos. Y eso sí que será una revolución, tanto por el cómo se puedan utilizar esos materiales como por el vacío metodológico que puede crear.
El caso es que nos encontramos con una sociedad y una educación enredada y que si lo está la primera, a la segunda no le queda otra que estarlo también. Primero, porque no es nada bueno que se distancie una de otra y, segundo, porque sólo el sistema educativo puede y debe buscar las herramientas y las estrategias para que el alumnado sepa utilizar los inmensos recursos de la red en beneficio del conocimiento y no de lo banal y lo superfluo. 23
Y aquí cabe una pequeña reflexión sobre el papel del profesorado. Pienso que a pocos docentes les cabe ya ninguna duda de que han perdido el monopolio del saber, porque éste también se ha enredado, y que su rol ha cambiado totalmente -y va a seguir cambiando más todavía- porque ahora es más un facilitador de estrategias que un comunicador de saberes; y que en el ámbito de lo planteado anteriormente sobre el impulso de la escuela 2.0, su papel es fundamental para que el alumnado aprenda a discernir en la red lo que es aprovechable y lo que no lo es. Por eso, aunque su situación se ha modificado, su papel en la sociedad de la información y la comunicación sigue siendo imprescindible, sigue siendo el eje de la formación, aunque de otra formación y otra educación. Una formación y una educación enredadas dentro de una sociedad inevitablemente enredada.
24
EL CAMINO HACIA LA ENCRUCIJADA 7 En los números anteriores se han ido describiendo
una
serie
de
aspectos
relacionados con los cambios sociales y educativos que enfocaban el objetivo hacia la nueva educación y la nueva sociedad enredadas. En esta nueva entrega, intentaré reflejar más la realidad observable, también desde una perspectiva social y educativa, y proponer una serie de medidas que, desde mi punto de vista, son necesarias para afrontar, en
nuestro
contexto,
los
problemas
educativos observados desde esa atalaya que es la cornisa de nuestro Centro.
Para poder hacer esto, tenemos que valorar una serie de factores ineludibles que interfieren en los elementos de nuestro análisis y que plantean la encrucijada a la que se refiere el título de este artículo.
En primer lugar, la tan llevada y traída crisis. La crisis no es sólo una crisis económica, aunque sea éste su aspecto más llamativo y dramático, sino que es una quiebra general del modelo social, como ya se había adelantado en alguna de estos planteamientos desde la cornisa. Es una crisis de valores y es una crisis de la sociedad postmoderna tal como la hemos conocido y disfrutado con su fisonomía de un “estado del bienestar” intocable y paradigmático.
Ante la necesidad de un nuevo modelo, económico, social, político y, por ello, educativo, se han planteado pocas alternativas al modelo conservador y/o neoliberal (al menos, alternativas que resulten válidas o con expectativas de 7
Artículo de la revista número 5, del curso 2011-2012.
25
realizarse) que resulta muy contradictorio ya que intenta reducir el bienestar para poder mantenerlo. Estas alternativas vienen de planteamientos más o menos marginales, por su influencia real y práctica (que no por el apoyo que pueden llegar a tener, teóricamente) como el movimiento de los “indignados” o de planteamientos poco desarrollados y estructurados desde la socialdemocracia que, en gran cantidad de ocasiones, se han plegado al modelo predominante de salida de la crisis y, por ello, a su previsible resultado posterior.
Esta falta de alternativa real ha provocado un gran desencanto de la sociedad
frente
al
modelo
predominante y frente al tradicional estado
democrático
de
corte
occidental (que hasta ahora ha sido el paradigma, sobre todo el modelo europeo y menos el norteamericano) que se ha visto superado por las dificultades y que sólo plantea medidas que reducen el “estado del bienestar”, aumentando así sus detractores, sin que, como hemos dicho anteriormente, haya una alternativa para salir de la situación. Sin embargo, paradójicamente, esta falta de alternativa y este desencanto pueden desembocar en la aparición de un modelo distinto, más estructurado y plausible y, sobre todo, más cercano a los intereses de la mayoría de la población.
Esta crisis del modelo social anterior tiene una gran influencia en uno de los pilares fundamentales del bienestar: LA EDUCACIÓN.
Por una parte, la necesidad, al parecer urgentísima, de reducir gastos provoca recortes, más o menos reconocidos pero reales, que disminuyen objetivamente la eficacia de nuestro sistema educativo: menos recursos, menos profesores, más desencanto docente, menos desdobles, menos apoyos, menos..., etc. Ese es el peor de los efectos de la nueva situación, porque dedicar los recursos necesarios a educación no es un gasto, por muchos euros que suponga, sino la mejor inversión 26
para nuestro futuro como país, para conseguir una sociedad futura formada y productiva. Es decir, que no invertir en educación es la peor medida de política económica que se pueda tomar. De esta forma, la OCDE, en varios de sus informes, y expresamente en el de febrero de este año sobre equidad y calidad en la educación8 pide a sus países miembros que inviertan en educación como solución a largo plazo de la crisis económica, ante el coste que tiene para la sociedad y los individuos el fracaso escolar de sus estudiantes. Porque además se nota mucho y hay datos que lo confirman9:
Por otra parte, la búsqueda de un nuevo modelo también afecta a la organización y estructuración de nuestro sistema educativo. Cada cierto tiempo, como está ocurriendo ahora, se plantean cambios con más o menos sentido y con los que podemos estar más o menos de acuerdo y lo importante y significativo de esos cambios no son las modificaciones concretas en sí, sino la sensación descorazonadora de que no somos capaces de encontrar un consenso educativo como país y de que los cambios políticos (y más teniendo en cuenta la debilidad de una situación crítica como la que vivimos) suponen movimientos pendulares que no ayudan para nada a conseguir un sistema educativo estable y eficaz.
1. HACIA DONDE VAMOS.
Por todo lo anterior, la evolución de la situación social, económica y educativa camina hacia un modelo diferente, que vamos a tener que ir asumiendo y al que tenemos que ir aportando soluciones y algunas alternativas para, de esa forma, hacerlo, en la medida de lo posible, nuestro, y que podamos identificarnos con más o menos agrado con él; porque va a ser, salvo que cambien mucho las cosas, muy 8 9
http://www.oecd.org/education/school/40043349.pdf http://www.sintetia.com/analisis/las-dos-espanas-en-materia-de-educacion-pisa-y-gasto-educativo
27
distinto y, seguramente, más incómodo que el que hemos disfrutado hasta ahora. Como es lógico, el análisis de esa dirección que parece que podemos tomar, va a centrarse en el sistema educativo.
Sobre la situación educativa, creo que existen dos posiciones, demostrables ambas según los argumentos que se utilicen. La primera de ellas es que hay poca exigencia, poca excelencia y poca calidad y que por ello hay que cambiar la base del sistema y hacerlo más exigente (según sus parámetros) para conseguir un sistema que de verdad forme adecuadamente al alumnado, que sea eficaz y que consiga acabar con el tan llevado y traído fracaso escolar. La segunda, es que se ha avanzado mucho en la equidad y en la extensión de la educación obligatoria y que, una vez conseguido esto como un objetivo ineludible y prioritario, hay que avanzar hacia una mejora de la calidad y de los resultados como meta del modelo educativo, pero sin renunciar a lo conseguido. Esos dos posicionamientos coinciden con planteamientos docentes también muy frecuentes y equidistantes (como podemos comprobar en esta entrada de Jordi Adell en su blog edu&tec10) que reflejan, por tanto, la dificultad de conseguir acuerdos en el ámbito educativo.
Sobre esta base endeble, sin acuerdo político ni educativo
y
con
la
crisis
rondándonos
continuamente, tenemos que repensar nuestro sistema educativo para saber qué hacer, porque no
olvidemos
que
tenemos
que
buscar
soluciones sólo y exclusivamente para mejorar la formación de nuestro alumnado, aunque algunos sectores confunden este objetivo con los suyos propios (empresas, docentes, familias, partidos, sindicatos, etc.) y para un mundo que todavía está en formación y que no está definido; para un mundo11 que no sabemos, con seguridad, cómo va a ser y qué alternativas formativas y profesionales va a ofrecer a 10 11
http://elbonia.cent.uji.es/jordi/2012/02/19/concepciones-de-la-ensenanza/ http://mjfn62.blogspot.com/2012/02/sabias-que-el-mundo-que-viene.html
28
nuestro alumnado actual y futuro. Si, además, hacemos caso a ciertas evidencias12 sobre las profesiones más demandadas del presente y de un futuro no muy lejano, está claro que no formamos para ellas y que, por lo tanto, hemos de cambiar de objetivo y de instrumentos educativos. Sin embargo, sí sabemos una cosa: no podemos utilizar recetas trasnochadas, no podemos volver atrás, no podemos seguir con un predominio de modelo docenteeducativo del siglo XX (por no exagerar y decir del siglo XIX) y tenemos que valorar las posibilidades que para el aprendizaje suponen los avances tecnológicos y las redes sociales. En definitiva, creo que las soluciones deben venir de la innovación y no de la tradición y de pensar en el alumnado más como una antorcha13 que hay que encender que como un recipiente que hay que llenar. Y como he repetido en alguna ocasión, no debemos empeñarnos en enseñarles contenidos sino en que sepan buscarlos y utilizarlos; no darles el pez, sino enseñarles a pescar.
2. PROPUESTAS.
Ante todo lo expuesto anteriormente, he ido aportando propuestas desde hace un tiempo en mi DIREBLOG que desarrollamos a continuación.
A. Un decálogo de mejora.
El primero de ellos fue una entrada relacionada con los resultados de las pruebas Pisa14 de 2010. En ella se establecía un posible decálogo de mejora educativa que reproduzco a continuación:
12
http://www.abc.es/20120229/economia/abci-nuevas-profesiones-futuro-empleo-201202281538.html. Estas profesiones son: experto en analítica web, diseñador web, arquitecto de información, editor de contenidos, analista funcional, webmaster, consultor e-business, responsable de e-comercio, director de marketing on line, administrador dé base de datos, etc. 13 14
http://knowledge.wharton.upenn.edu/article.cfm?articleid=2032 http://mjfn62.blogspot.com/2010/12/pisa-para-que-decalogo-con-toda-la.html
29
1. Planes de lectura y de mejora de la expresión, obligatorios para todos los centros y todas las áreas. No sólo debe ser responsabilidad del Departamento de Lengua o del Equipo de Biblioteca y llevado a cabo por profesorado voluntario. Así nos va. 2. Más profesorado de apoyo en el aula y para desdobles. Contar con profesores/as de apoyo dentro del aula para atender a la diversidad, para trabajo colaborativo o, en algún caso, poder hacer desdobles. 3. Formación obligatoria, tanto inicial como permanente, en competencias básicas. No podemos enseñar lo que no conocemos y dominamos. Sólo una buena formación puede provocar el cambio y esta formación no debe confundir y angustiar al profesorado, sino abrirle expectativas y campos de trabajo. 4. Menos contenidos y más didáctica, menos métodos tradicionales y más innovación. En la era digital, saturar de contenidos al alumnado para que luego lo vomiten en un examen o "control" (que nombre más indicativo) sirve de poco. Bueno, sí, sirve para tener malos resultados. Tenemos que buscar nuevas metodologías que acerquen al alumnado al conocimiento. 5. Más colaboración y coordinación docente. Las buenas prácticas de docentes que tenemos cerca y la necesidad de ofrecer al alumnado una imagen de unidad de acción hacen imprescindible estas dos acciones. Aprender entre los docentes y programar coordinadamente son temas fundamentales para mejorar 6. Integración del currículo. El desarrollo de las competencias del alumnado no se puede conseguir de otra forma. Por lo tanto es imprescindible integrar los currículos de las diferentes áreas y trabajar en esa línea, que abunda en la medida número 5. 7. Evaluación formadora y no castradora. La evaluación tiene que servir para mejorar, para aprender, no para calificar, segregar o castigar. Y esto es algo que queda muy lejos de la realidad de muchos/as docentes. 8. Proyectos currículares de zona o localidad y contextualización de los aprendizajes. Hacer proyectos curriculares de centro, coordinados con centros adscritos en localidades de tamaño medio o grande y proyectos de localidad en municipios pequeños, ayudará a mantener una línea formativa que mejore al aprendizaje del alumnado. Si, además, esos planes contextualizan los aprendizajes, la ayuda será doble. 30
9. Línea de centro bien marcada. El centro educativo no puede dar vaivenes, debe seguir una línea de acción bien marcada, con las ideas claras y con tiempo para poder llevarlas a cabo. Para ello, sería también muy saludable la mayor estabilidad posible de la plantilla docente de los centros. 10. Compromisos familiares con los centros, en centros abiertos y participativos. La educación es también un compromiso de la familia, no sólo de la escuela. Por ello, las familias deben comprometerse, pero no de manera protocolaria sino real, porque vean que pueden participar en la gestión del centro y porque vean que el centro ayuda a sus hijos a tener la mejor formación posible.
Sólo con una lectura rápida se puede comprobar que la mitad de las medidas dependen del profesorado. Para algunos esta afirmación, creo que interesadamente porque así evitan sus posibles responsabilidades, significa que "entonces el profesorado tiene la culpa del fracaso". Sin embargo, es todo lo contrario. El profesorado es tan importante, es tan crucial en este camino, que sólo si se asume así se podrá cambiar. Los docentes son el eje del cambio, son el elemento clave y primordial de este proceso. El profesorado es la figura central de todo esto.
B. El propósito de la educación.
La segunda entrada está en relación con una campaña establecida por docentes preocupados por el futuro de la educación conocida como Purposed.es15, el propósito de la educación16 que explicaba lo siguiente:
¿Cuál es el propósito de la educación? Compleja cuestión la que nos plantea la iniciativa #PurposedES, porque es un tema para una reflexión profunda y explicarlo resulta difícil. Yo voy a intentarlo. Debe ser que el alumnado aprenda lo más posible. Pero aprender qué y para qué.
15 16
http://purposedes.org/ http://mjfn62.blogspot.com/2011/04/cual-es-el-proposito-de-la-educacion.html
31
Qué aprender. Siempre he pensado que la educación es un medio para intentar disminuir desigualdades y para dar oportunidades a quién difícilmente podría tenerlas sin un bagaje educativo mínimo y, por ello, tengo la obligación y la devoción, porque es un reto estimulante y continuo, de procurar atender a toda la diversidad de alumnado y de dar lo máximo a cada uno/a para que consiga el éxito educativo y social. Esto, ya de por sí complejo, puede resultar completamente imposible si no se asimila su necesidad y puede ser también complicado si no se intenta comprender y conocer al alumnado y aprender de él; y si no se está abierto a su mundo y a sus intereses. En un mundo digital, la acumulación de conocimiento no tiene el sentido que tenía hace unos lustros y hay que trabajar más los contenidos y las metodologías que hagan a nuestro alumnado competente17 para que sea capaz de enfrentarse al mundo que le rodea, comprendiéndolo y teniendo la capacidad necesaria de intentar cambiar lo que crea injusto.
Para qué aprender. Voy a intentar explicarlo con dos comentarios de dos antiguos alumnos. Uno de ellos me comentó que le había enseñado a pensar; algo que me impresionó porque, aunque siempre lo he intentado, no sabía con seguridad si lo conseguía o no. El otro caso es el de una antigua alumna que tiene su hija en la guardería donde trabaja mi mujer y le comentó que yo era de los pocos profesores que le dio clase y que le saluda. En esos dos ejemplos, creo que se resume lo que yo intento como docente y lo
que
debería
proponerse
la
educación: hacer pensar al alumnado y comprenderlo. Pero la cruda realidad es mucho más compleja porque hay muchos intereses en juego en una sociedad tan competitiva como la nuestra y tienen que aprender para desenvolverse en todos los posibles contextos laborales y de formación continua que puedan encontrar. ¿Les 17
http://tareasintegradasvdc.wikispaces.com/Materiales+elaborados+2%C2%BA
32
servirá para ello tener muchos conocimientos acumulados o saber desenvolverse y tener habilidades para adaptarse a lo que se puedan encontrar? Ese es su reto y el nuestro.
La Dirección. Como director, mi visión es más global y más a largo plazo y pienso que, desde esta perspectiva, el propósito educativo es asegurar una formación adecuada a las necesidades e intereses del alumnado para asegurar su éxito social y educativo y evitar el llamado fracaso educativo (¿social?) y crear una verdadera comunidad educativa.
Al final, resulta que podemos establecer que la educación tenemos que entenderla como un servicio público para conseguir una sociedad mejor, porque sólo es imposible lo que no se intenta y sólo podemos avanzar si aprendemos de los demás. Ya está dicho.
C. Deseos educativos.
La tercera entrada es una propuesta de deseos educativos que reflejan posibles soluciones a los problemas educativos. En estos Tres deseos educativos18 se pueden resumir algunas de las propuestas expuestas aquí.
El primero es que la educación se siga basando en tres pilares fundamentales: la atención a la diversidad, la metodología 2.0 y las competencias básicas. Para algunos/as eso sería caminar directamente al desastre, pero para mí es la única solución si queremos no volver a quedarnos atrás.
El segundo es que el profesorado se dé cuenta de una vez de que es el elemento clave19 de
la
mejora
educativa. De
que
sólo
un
profesorado
comprometido e ilusionado puede darle la vuelta a la situación.
18 19
http://mjfn62.blogspot.com/2011/12/tres-deseos-educativos-para-el-2012.html http://www.oecd.org/dataoecd/3/35/43057468.pdf
33
formado,
El tercero es que la crisis favorezca una mayor participación e implicación de las familias en los centros.
D. Una “reforma” por hacer. La cuarta entrada es ya más reciente y trata sobre la reforma educativa20 que parece que se va a desarrollar próximamente y que personalmente considero una simple chapuza. Las propuestas son las siguientes:
La primera, reforzar y potenciar los PCPI, como salida socio-educativa para el alumnado con problemas de adaptación al sistema más "académico".
La segunda, prestigiar la Formación Profesional, con verdaderas salidas formativas y laborales. Parece que ese es el camino en el que todos coincidimos.
La tercera, una formación inicial y permanente del profesorado atractiva, que fomente el trabajo colaborativo e integrador y que provoque cambios metodológicos dirigidos al desarrollo de las competencias básicas, de la metodología 2.0 y para procurar mejores condiciones para una verdadera atención a la diversidad e inclusión.
Y la cuarta. Para todo eso hacen falta recursos y en época de crisis, de recortes, o lo que sea, más. Como bien nos están diciendo, hacen falta sacrificios y medidas drásticas. Por eso pienso que una medida de ese tipo sería, qué duda cabe, que se cortaran las subvenciones a los centros concertados y que esos fondos públicos se dediquen a reforzar la educación verdaderamente pública.
20
http://mjfn62.blogspot.com/2012/01/una-verdadera-chapuzay-algunas.html
34
UN ANIVERSARIO EN TIEMPOS DE CRISIS 21 El 15 de noviembre de 1952 se inauguraba el Instituto Virgen del Castillo. Se han cumplido sesenta años de ese gran acontecimiento. Por esas fechas, en España se salía de la fase más tétrica, fascista y autárquica del franquismo para ir entrando en una fase de consolidación, asegurada por la
NO-DO de esa semana
Guerra Fría y remachada por el Concordato con Roma y el Acuerdo de colaboración con EE.UU.
En Lebrija, como en otros lugares de la geografía andaluza, se reflejaba ese paso de un mundo atrasado y autárquico a otro con menos hambre, con perspectivas diferentes -aun dentro de la miseria general- entre las que empezaba a encontrarse el instituto como institución que podría ayudar a ofrecer una salida formativa a la sociedad lebrijana y a la de los pueblos limítrofes. Era el Instituto Laboral.
Eran tiempos de crisis, de penuria, de dictadura, de incertidumbre, de deseos de mejorar, de salir del atraso secular. Eran tiempos, en alguno de esas características, parecidos a los de hoy, aunque, muy afortunadamente, ahora sin dictadura y con un sistema de libertades asentado impensable hace 60 años.
Sesenta años después todo ha cambiado mucho, o al menos así nos parece a los que hemos vivido gran parte de esos años. Todos esos cambios han sido objeto de 21
Artículo para la revista del curso 2012-2013 (no publicada).
35
estudio en un proyecto de trabajo desarrollado durante el segundo trimestre en el centro y en el que han quedado claras las diferencias entre dos épocas muy distintas, aunque con una cosa en común: se estaba en crisis y el mundo que se estaba creando iba a ser muy diferente del que se había conocido. Eran tiempos difíciles, de crisis. Y son tiempos difíciles, de crisis. Con condiciones y circunstancias muy diferentes, pero con una base común.
Sesenta años después, el
instituto
se
consolidado institución
ha como
educativa.
Siempre lo había sido, pero quizá no se tuvo conciencia de ello hasta que
hace
10
celebramos
años su
CINCUENTENARIO. Tengo que decir que, como protagonista directo de todo aquello, los actos del Cincuentenario fueron un aldabonazo a la conciencia de los que estábamos en el centro por aquel entonces y para todos aquellos que tenían la conciencia de pertenencia, de formar parte de esa gran Comunidad que se ha ido forjando alrededor del instituto Virgen del Castillo. Dejo aquí, como testimonio de lo que se hizo y de lo que representó, varios enlaces. Enlaces que son un símbolo de los cambios vividos, no sólo desde 1952 hasta ahora sino, sobre todo, en estos últimos diez años22. 22
Para quien no pueda acceder a través de los códigos QR, se dan aquí, también los enlaces web: NO-DO: http://www.rtve.es/filmoteca/no-do/not-514/1469608/ LIBRO: http://issuu.com/mfernar880/docs/nebrixa PRESENTACIÓN: http://www.slideshare.net/mfernar880/actos-del-cincuentenario
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Libro creado para el Cincuentenario
Presentación del Cincuentenario
Vídeo del Cincuentenario
Por lo tanto, y como refleja el título, estamos celebrando el aniversario del centro en plena crisis y quizá, y ojalá, saliendo del túnel, con nuevas perspectivas, nuevas condiciones y nuevas expectativas...,¿cómo hace sesenta años?
Siempre desde el ámbito educativo, todo esto: aniversario, crisis, paralelismos con los años 50 del siglo pasado, etc., tiene su visión desde la cornisa. Desde ese punto de vista, desde esa atalaya, se ve que si ha habido una constante en estos últimos años, sobre todo en los últimos veinte, es el cambio, o caos, legislativo referente a educación que ha creado una desconfianza muy grande de la sociedad hacia el sistema educativo y ha provocado una sensación, sobre todo en el profesorado, de que no hay seguridad normativa y, por lo tanto, lo más seguro es refugiarse en lo de siempre, en la tradición formativa y no en la innovación o en la búsqueda de soluciones nuevas para nuevos problemas o para problemas que todavía no sabemos, ni siquiera, cómo se nos van a plantear.
VÍDEO: http://www.youtube.com/watch?v=RCYI1O8uuKM&feature=share&list=FLSsHA9JTx-XJ4FxaTmMd_kQ
37
Pienso que no necesitamos sólo “seguridad”, aunque sea muy necesaria y deseable, sino buscar entre toda la Comunidad Educativa nuevas alternativas y nuevas formas de aprendizaje que relacione a nuestra juventud con el mundo que le rodea, no que lo aísle de él, que le ofrezcan herramientas para aprender durante toda la vida y les proporcione flexibilidad formativa. Ser más fuertes juntos como COMUNIDAD EDUCATIVA y no más pequeños como seres individuales que se quejan y se indignan pero que no buscan alternativas fuertes, porque les da miedo el camino y el objetivo.
Aprendizaje-servicio
Ya que la nueva ley educativa parece basarse en la competitividad y en la educación economicista y no moral, démosle una visión práctica, y a la vez ética, a esa nueva visión: trabajemos por proyectos, sigamos metodologías activas
de
aprendizaje
con
trabajos
colaborativos,
planteemos el aprendizaje-servicio23 como alternativa al aprendizaje-competitivo
En definitiva, que el centro, como institución educativa y en momentos de grave crisis, proporcione a la juventud lebrijana una formación adecuada para su futuro y
23
APRENDIZAJE-SERVICIO: http://youtu.be/Bx29nbHx3F4
38
que le pueda ofrecer también salida a una parte de esa juventud que tiene poco para poder “competir” y que sólo necesita formarse para poder crecer.
24
Cambiando paradigmas
Entrevista a Roger Schank
Visión de los estudiantes
En esta visión desde la cornisa se ha hecho referencia a los sesenta años de historia del instituto, se ha hecho referencia a la historia, al pasado. Pero la historia sólo debe servir, no para no repetirla que es lo que tradicional y tontamente se dice, sino para aprender y para mirar al futuro. Y sólo con educación hay futuro, y con una educación efectiva y adecuada un futuro mejor. Entre toda la COMUNIDAD EDUCATIVA
podemos
conseguirlo.
Está
en
nuestras
manos.
comprometerse. No queda otra. Nadie lo va a hacer por ti.
24
Enlaces de los códigos: CAMBIO DE PARADIGMA: https://www.youtube.com/watch?v=Z78aaeJR8no VISIÓN DE LOS ESTUDIANTES: http://youtu.be/do7PKbnmdRo ENTREVISTA A ROGER SCHANK: http://youtu.be/v6WV3g_PtBA
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Hay
que
A MODO DE CONCLUSIÓN Los artículos anteriores reflejan reflexiones en un momento y situación concreta y determinada que puede que no coincidan totalmente con lo que ahora mismo pudiera escribir sobre el mismo tema y fundamentalmente en lo relacionado con la situación social.
Además tienen algo en común: la preocupación por la educación. Por una educación que veo que se queda atrapada en viejos esquemas y en respuestas desfasadas sin entrever el profundo cambio social y tecnológico en el que está envuelta. O lo que es peor, sin querer verlo. Sin querer o sin saber afrontarlo.
Pero, además, hay otras cosas en común. Pueden ser estas.
La necesidad de las TIC como herramientas fundamentales para un cambio metodológico en la Escuela. Las TIC favorecen la investigación, la creatividad, la colaboración, el trabajo en red, y la difusión de lo realizado, alejando el aprendizaje de la pasividad convencional en la que se desenvuelve el mundo escolar.
La dificultad de consensuar aspectos importantes como esfuerzo, calidad, excelencia, fracaso, etc. La posición que tomemos ante estos conceptos será definitoria del tipo de Escuela que deseamos y por lo tanto suponen la clave de una posible mej0ra educativa.
La potencialidad de las redes sociales y de conocimiento para la formación y mejora del aprendizaje y de la Escuela y el nuevo modelo de escuela que se desprende de esta situación.
La importancia del profesorado como agente del cambio educativo. Mientras el profesorado no asuma su nuevo papel dentro de un nuevo mundo con nuevas e impredecibles formas de aprendizaje, el cambio será muy difícil. Quizá, imposible.
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La preocupación por el IES Virgen del Castillo, para que una institución de 61 años de historia siga avanzando, evolucionando y siendo una referencia formativa.
Y una última conclusión. Es difícil, pero creo que #OtraEscuelaEsPosible.
Las imágenes son propias o de la página http://flickrcc.net/
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