Yamila
Querida Yami: que la lectura y la imaginaciĂłn te acompaĂąen siempre. Con amor, MiCuento
ยกFelices Reyes, Yamila!
Yamila es una niña muy alegre y curiosa que vive en La Plata. Un buen día, Yamila se levantó de la cama muy contenta:
¡Le gustaba tanto ver las calles llenas de luces de colores!
A Yamila le encantaba pasear por el parque.
ParecĂa que contaran todos los secretos de la Navidad.
Era 5 de enero y Yamila esperaba emocionada la llegada de los Reyes Magos.
Se
preguntaba si su carta habrĂa llegado bien a Oriente.
Aquellos días, la tía Cristina estaba muy extraña, se pasaba el día pensando, distraída.
¿Estaría nerviosa por los regalos?
Después de cenar, todos se fueron a descansar. Yamila había dejado turrones de chocolate para los Reyes y paja para los camellos. Estaba tan nerviosa que no podía conciliar el sueño.
De pronto, Yamila vio la luz de una linterna que se colaba por la cocina. Al seguirla, encontrĂł una puerta diminuta que nunca antes habĂa visto.
Allí descubrió una avioneta asombrosa. La tía estaba dentro, a punto de echar a volar. —¡Pero tía! ¡Qué increíble! ¡Eres aviadora! ¿A dónde te vas? —Yamila, he recibido una carta de los Reyes Magos: resulta que necesita ayuda urgente y tengo que ponerme en marcha enseguida, si no esta noche todos los niños se quedarán sin regalo.
—¿Puedo ir contigo? —Está bien —suspiró la tía—, pero no puedes contar nada a los mayores.
La tía no había terminado de contar, que ya iban rumbo a Oriente, volando bajo el manto azul de la noche. Después de varias piruetas, la tía aterrizó con la suavidad de una pluma que cae en medio del desierto.
Nada más tocar tierra, descubrieron una gran tienda hecha con telas blancas.Varios pajes de distintos lugares del mundo salieron a recibirles con Melchor, Gaspar y Baltasar. La entrada estaba repleta de regalos relucientes. —Cristina y Yamila , ¡gracias por haber venido! Una gran epidemia ha dejado a todos nuestros camellos muy enfermos. Necesitamos vuestra ayuda para que todos los regalos lleguen esta noche —explicaron los Reyes, muy preocupados. —No se preocupen, sus Majestades de Oriente, ¡podemos ir los cinco en nuestra avioneta!
-¡Todo listo, tía! -Todos arriba, hay que salir ahora mismo, que la noche será larga. Mientras se elevaban en el aire, Yamila miraba atónita cómo los Reyes Magos se acomodaban en la avioneta de la tía.
Miles de estrellas iluminaron con su luz todo el camino. Volaban a máxima velocidad. Yamila nunca había imaginado la increíble sensación que era ¡rozar la luna en en una avioneta, y con los
Reyes Magos!
¡Qué noche tan especial! Yamila y la tía Cristina se despidieron de los Reyes Magos con un gran abrazo
A la mañana siguiente, los gritos de emoción de toda la familia abriendo los regalos despertaron a Yamila y a la tía. Para su sorpresa, Yamila descubrió un regalo al lado de sus zapatos. Era un regalo que los Reyes le habían hecho en secreto y que la tía había colocado a escondidas cuando ella ya se había dormido.
Era una estrella de arena que brillaba y tenía escrita la palabra ...
Yamila
Yamila y Cristina: Os estaremos eternamente
agradecidos. Contad con nuestra
ayuda para siempre en todo lo que necesitĂŠis.
Os aprecian,
Melchor, Gaspar y Baltasar, Sus majestades de Oriente.
Yamila, dibuja aquĂ todos tus deseos para esta NAVIDAD.
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