Querido Papá, ¡Contigo la vida es más bonita! Te regalo este libro lleno de amor para que sigamos viviendo preciosas aventuras juntos. tu hija Ana
«¡Viene mi papi Javier! ¡Ya llega!», grito llena llena de emoción. Le he visto por el balcón caminar con su cartera. ¡Ya sube por la escalera!
Era él, lo sé muy bien, aunque había muchos más, nadie es como Javier, mi papá. Yo le distingo entre cien.
Como a un avión de papel me alza en el aire con sus brazos. ¡Toco el techo con las manos! Me encanta jugar con él.
«Ana, ¿has rozado las nubes? ¡Cuidado, que va a llover! Nos debemos proteger, tu paraguas no nos cubre».
Y empezamos a cantar mientras saltamos los charcos y convertimos un banco en un barco. ¡Que llueva, que llueva más!
También me gusta jugar a ser caballero andante. Tú, caballo o elefante, y yo te digo: «¡A trotar! ¡Salta muros y barreras!
¡Demos caza a ese dragón que a Laura, sin razón, ha tomado prisionera!».
Cuando me voy a acostar, yo soy el viento que enreda tu pelo de hilos de seda: fuuu, fuuu, chaaas, chaaas.
Tú eres el mago Merlín, que enciende con luces bellas una a una las estrellas, y a la luna haces decir: «Ahora, Ana, nos toca dormir».
Me besas antes de irte. «Ana, sueña bonito», me susurras muy bajito. Y yo solo sé decirte: «Papá Javier, me he dormido para soñar ya contigo, y hasta en sueños poder verte y no dejar de quererte».