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EXAMINANDO EL RIESGO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA INDUSTRIA ALIMENTARIA
POR: EDUARDO CRIADO, LÍDER DE AON PUERTO RICO
Para la industria de alimentos, agricultura y bebidas, encontrar soluciones a las presiones ambientales es una tarea urgente y vital. A medida que las temperaturas continúan aumentando y los desastres naturales aumentan en frecuencia y gravedad, las empresas en todo el mundo buscan formas innovadoras para adaptarse.
El cambio climático es un desafío global que impacta todos los niveles de la industria de alimentos. Por tanto, los productores agrícolas y de alimentos deben ya estar buscando formas de administrar sus negocios de manera más sostenible y eficiente para satisfacer las necesidades de la población del planeta. Incluso, si la situación continúa como va, se prevé un aumento en el número de personas que podrían experimentar inseguridad alimentaria a consecuencia del clima.
En medio de las crecientes amenazas, la industria de alimentos necesitará equilibrar eficientemente entre la protección de la producción, satisfacer las demandas del mercado y apoyar a los trabajadores durante las operaciones diarias.
Ante esta presión, ¿podría ser posible además que los trabajadores que viven en áreas afectadas por el cambio climático no puedan llegar a trabajar, o incluso pierdan sus hogares o sus vidas, en una catástrofe natural? Definitivamente. En esta crisis climática hay que pensar lo impensable: desplazamientos, cadenas de suministro inestables a nivel global, restricciones comerciales, interrupciones de negocio, escasez de materia prima, escasez de trabajadores, conflictos... Para responder adecuadamente, los líderes ejecutivos debemos mantener una comprensión amplia de los riesgos climáticos -internos y externos- reconocer nuestras vulnerabilidades y anticiparnos para poder manejarlo todo.
Sin embargo, ya no hay mucho tiempo que perder. Estimados indican que las empresas en la industria podrían incurrir en pérdidas de miles de millones dólares si no adoptan prácticas respetuosas con el clima para el 2030. Según el informe Q1 Global Catastrophe Recap de Aon, publicado en abril, se estima que las pérdidas globales alcanzarán al menos los $63 mil millones, solo en el primer trimestre 2023.
Una de las consecuencias del cambio climático es también la escasez del agua. Los agricultores de todo el mundo son particularmente vulnerables a esto. El cambio debe comenzar mediante innovaciones a nivel de cultivo y producción agrícola. No obstante, muchos agricultores aún necesitan contar con apoyo financiero para adoptar nuevas prácticas.
Para enfrentar los desafíos de la crisis climática, la industria debe adaptarse rápidamente, crear alianzas y trabajar en todos los niveles del negocio, desde el cultivo, producción hasta la cadena de suministro. Las empresas deben instituir prácticas respetuosas con el clima y analizar todos los procesos desde el inicio hasta el consumidor. Además, explorar alianzas será fundamental para el futuro de la industria. Debemos expandir las soluciones existentes, innovar, aprovechar el poder de la ciencia y la tecnología, mitigar y modelar riesgos, obtener mayor protección y lograr acceso al capital para mejorar la infraestructura necesaria.
Promover la innovación en los campos de la ciencia y tecnología también puede ayudar a las empresas de la industria a encontrar soluciones que sean respetuosas con el medio ambiente. Actualmente, por ejemplo, hay empresas que están creando alimento para ganado que reduce las emisiones de carbono; otros están desarrollando nuevas tecnologías de cultivo, otros están creando oportunidades sustentables a lo largo de la cadena de suministro y trabajando alianzas y colaboraciones que provocan a su vez mayor innovación.
Todo está interconectado. En medio de la crisis climática, la industria de alimentos puede encontrar esperanza enfocándose en crear planes estratégicos para crear resiliencia y sostenibilidad. Nos toca a todos, es tiempo de actuar.