EL
Estimado puñado de átomos fugaces:
Este humilde corazón se presta a su servicio con la enredada labor de guiarle en su camino. Arrogante pretensión, dirán algunos, mas sin doblez ni artificio, que no es otro mi objeto que ofrecer paz al inquieto, agua al sediento y luz al perdido. ¿Acaso unas palabras pueden cambiar una vida? Si el aleteo de una mariposa puede girar el curso de la historia, el contenido de una frase puede transformar el destino de una persona. Todo sucede por un motivo. No hay efecto que no tenga una causa. Entonces, ¿de qué se extraña? 13.700 millones de años han sido necesarios para que yo pueda escribir este texto y usted pueda tenerlo frente a sus ojos. Pase lo que pase, este encuentro ha existido porque el Universo ha decidido que así sea. Pase lo que pase, hemos realizado un milagro. Quizá más allá de este mensaje no se hallen más que los impulsos eléctricos de mi cerebro, y el mecanismo de este oráculo no se base más que en la probabilidad, el azar y la mera coincidencia. Aún así, ante este hecho indemostrable que carece de razón y lógica, me declaro partidario de la magia. De las señales. De la intuición. Y del sexto sentido. Yo creo en este arte, o este don, de buscar consejo en los escritos. Y estoy convencido de que éste es el momento justo, y éstas son las palabras adecuadas. Sin duda, hay un tesoro oculto para usted en alguna de estas estrellas.
No hay un solo mundo, sino muchos, y cada uno es el reflejo de uno mismo. Ojalá estos pensamientos le ayuden a iniciar, continuar o descubrir el suyo, y contribuyan a que sea un lugar extraordinario, apasionante y mágico. “El oráculo del muerto funciona en la cámara secreta del templo faraónico reconstruido por mí; los sacerdotes distribuyen diariamente algunos centenares de respuestas –preparadas por adelantado- a todas las preguntas que la esperanza o la angustia humana pueden formular. Se me ha reprochado que yo mismo haya compuesto varias de ellas. No tenía intención de faltar al respeto a mi dios, o burlarme de esa esposa de soldado que pregunta si su marido volverá vivo de una guarnición de Palestina, de ese enfermo ávido de confortación, de ese mercader cuyos navíos se balancean en las olas del mar Rojo, de esa pareja que quisiera un hijo”. Marguerite Yourcenar. Memorias de Adriano Con todos mis respetos, espero serle útil, o si no, asumiré el peor de los castigos: el olvido. Elija creer o no creer, hacer o no hacer, para usted será lo correcto.
Miguel A. Carroza Barroso miguelangelcarroza@hotmail.com
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ORﾃ，ULO
“La consulta a un oráculo de prestigio antes de iniciar una empresa decisiva constituía un acto habitual en la antigüedad. Alejandro no era una excepción a esta regla en un mundo que sentía mucho más de cerca y quizá de forma también más intensa la p re s e n c i a d e l o s d i o s e s. E n consecuencia, resultaba necesario conocer a cada momento, por todos los medios posibles, la actitud favorable o no de la divinidad y las decisiones que había adoptado con respecto a cualquier iniciativa humana.” Antonio Guzmán Guerra y Francisco Javier Gómez Espelosín Alejandro Magno. De la historia al mito. “Lo que te parece ilógico es, a menudo, acceso providencial a la lógica divina: una puerta donde no hay puerta.” Edmond Jabés El libro de las semejanzas