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La hostelería europea se reunirá en Tenerife
Postres como la tartaleta cremosa de cereza en texturas, el merengue fresco tostado con crema de vainilla, helado de gianduia y bizcocho o el sable de avellana, chocolate blanco y crema de limón con su sorbete dan el toque dulce a esta nueva carta.
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La hostelería crea un protocolo ante agresiones sexuales y situaciones de acoso
Los representantes europeos de hoteles, restaurantes, bares y cafés y establecimientos similares en Europa se darán cita a finales de abril en España para celebrar la 86ª Asamblea Anual de su patronal, Hotrec. Tenerife fue el destino elegido el pasado octubre en Estocolmo como sede del próximo cónclave empresarial, que estará coorganizado por Hostelería de España (CEHE) y la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), y que tendrá como anfitrión a la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel).
Las sesiones de trabajo tendrán lugar en el hotel GF Victoria, en Costa Adeje, donde Ashotel ha diseñado además todo un programa de actividades paralelas que redundan en el conocimiento del destino.
Fundada hace cuatro décadas, Hotrec actúa como un foro de intercambio y ayuda a promover un marco regulatorio y un entorno empresarial en el que ofrecer el máximo valor a la sociedad y la economía europeas. Tiene su sede en Bruselas y está constituida como una asociación sin fines de lucro.
Hostelería de España ha comenzado a trabajar en un protocolo que sirva de guía sobre cómo actuar si se producen situaciones de acoso o agresión sexual entre clientes. Este protocolo, que ha sido consensuado durante un encuentro en Palencia con representantes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, contiene tanto medidas aplicables desde el establecimiento hostelero de manera proactiva como información para los clientes o medidas complementarias. El objetivo es que los establecimientos se adhieran a este protocolo como “Local activo ante posibles situaciones de acoso o agresión sexual entre clientes”. Para ello tendrán que disponer de información y señalética visible en la que se muestre claramente las instrucciones a seguir ante una posible situación de acoso o agresión sexual.
Otra de las medidas que debe tomar el establecimiento es disponer de un espacio seguro en el que poder invitar a permanecer a la víctima de acoso o agresión sexual hasta que las autoridades y/o asistencias puedan atenderla adecuadamente.
Las escuelas de hostelería analizan la realidad de un sector en transformación
El X Foro de AEHOS celebró a finales de marzo en Guayente la décima edición de su foro, en el que participaron once centros de todo el país.
Los cambios que está experimentando el sector de la hostelería y el turismo y cómo afectan estos a la formación ha sido uno de los asuntos que abordó el 28 y el 29 de marzo el X Foro de la Asociación de Escuelas de Hostelería (AEHOS) en Guayente (Huesca). El problema de contratación que vive esta rama profesional y cómo darle la vuelta a esta situación, haciendo más atractivos sus trabajos para los jóvenes, fueron algunos de los asuntos que analizó esta cita.
“Creo que el sector está en transformación”, afirma la directora de la Escuela de Hostelería de Guayente, María Ángeles Grasa, quien observa que este sufre “un problema gravísimo de contratación de mano de obra”, en un contexto en el que hay “un cambio de paradigma en la sociedad y en los objetivos formativos y vitales del alumnado”. Por ello, aboga por revertir la situación y “convertir los oficios vinculados a la hostelería y la hotelería en oficios atractivos para los jóvenes”.
Al respecto, la directora del centro que acogió este foro destaca que la formación en hostelería y turismo “refuerza enormemente el autoestima de la persona”, profesionales futuros que desarrollarán un trabajo “creativo, en el que van a estar en contacto con personas”, lo que también les permitirá “desarrollar enormemente sus habilidades personales”.
Un sector que proporciona felicidad
“Y con la falta de mano de obra que hay, es un sector en el que se puede hacer una carrera profesional importante, siempre que haya motivación y deseo de trabajar”, subraya sobre un ámbito profesional “especial”. “Somos un sector que proporciona felicidad a las personas”, concluye. Durante el foro, que se celebra bienalmente, participaron un total de once escuelas públicas y privadas de todo el país, con representación de centros de Santiago de Compostela, Bilbao, Sevilla, Málaga, Barcelona, Canarias, Baleares y, por supuesto, de Aragón, de Huesca, Zaragoza y Teruel.
De hecho, durante la primera jornada se celebró un debate que se extendió durante toda la mañana, en el que participaron los directores de las escuelas de Bilbao, Sevilla (el zaragozano Iñaki Echeveste), Málaga, San Pol de Mar, Baleares y de otros puntos del país.
En este primer primer día del foro se sirvió un menú elaborado por la propia Escuela de Hostelería de Guayente, de corte netamente aragonés, con borrajas, Ternasco de Aragón, trufa negra y otros hongos de la zona.
En la segunda jornada de esta cita se entregaron los premios del III Concurso de Sala AEHOS, que se celebró de forma paralela a las charlas que también hubo en el último día del foro.
El director de la Escuela de Hostelería y Turismo de Teruel, Luis Berzosa, también observa que ha habido un descenso en las matrículas. “Ya no es tan atractivo trabajar en el sector y la gente joven va buscando otras profesiones nuevas”, se lamenta sobre una situación que vivió cierto auge con los distintos programas de televisión que se centraban en la gastronomía y la cocina.
Enrique Barrado, profesor de la Escuela de Hostelería y Turismo de Miralbueno, en Zaragoza, lamenta que este centro, el más grande de la Comunidad, siga con las mismas instalaciones que había en el año 1988, cuando se inauguró en un instituto construido en 1967. “Es decir, no ha habido una visión estructural de las necesidades de esta escuela”, argumenta.
“Si realmente los poderes públicos están por la labor de incluir la formación como algo importante dentro del entorno grastronomico y turistico, que nadie lo pone en duda, entonces tiene que plantearse que la mayor escuela de hostelería de Aragón necesita otras instalaciones”, considera
José Manuel Romeo, coordinador de la escuela TOPI de Zaragoza, también estuvo presente en este encuentro y observa que, en la actualidad, la rama de cocina sigue siendo la que escogen más alumnos. Sin embargo, destaca la necesidad de la formación en sala, un ámbito profesional que ofrece una capacidad de proyección mayor. “La parte de la sala es la gran desconocida, pero cuando hay un buen profesional bueno en sala, se lo rifan”, destaca.
Otra de las cuestiones que se abordó en esta cita es el reto de mantenerse actualizados y adaptarse a las tendencias del sector, así como que los estudiantes desarrollen sus habilidades prácticas, no solamente las teóricas.
También se destacó que la formación profesional en las escuelas de hostelería tiene que capacitar a los futuros profesionales en la administración y gestión de los establecimientos gastronómicos y hoteleros, algo que conlleva proporcionar conocimientos en áreas como las finanzas, el marketing y los recursos humanos.
Las escuelas de hostelería y turismo de Aragón
CPIFP Miralbueno (Zaragoza)
Es la escuela de hostelería y turismo más grande de Aragón, como destaca Enrique Barrado, docente en este centro, que precisa que cada año salen de sus puertas más de 300 profesionales al mercado laboral. Sus orígenes se remontan al año 1988, cuando fue inaugurada como tal en las instalaciones de un instituto que se construyo en 1967.
En ella se ofrece formación en “casi toda la familia profesional de hostelería y turismo”, con programas de grado medio y de grado superior en diferentes especialidades, como todas las correspondientes de servicio y de cocina. También hay cursos de FP básica y formaciones en ámbitos del turismo, como en agencias de viajes.
Además, cuenta con otros atractivos, como un comedor abierto al público y la relación de trabajo que mantiene “con distintas entidades sociales y económicas de Aragón”. “Intentamos formar parte de la sociedad aragonesa”, resume Barrado.
Horeca Formación
Por los servicios de formación de Horeca en Zaragoza pasan “alrededor del millar de personas”, tanto empleados como desempleados, a lo largo del año, según cuenta Paquita, responsable de esta área de la asociación junto con su compañera Sonia.
En esta oferta formativa existen diversas posibilidades. Desde certificados de profesionalidad a otros cursos de nivel 2, pasando por cursos cortos enfocados a profesionales de la hostelería y que se centran en especialidades. Corte y cata de jamón, cocina para celíacos, repostería, cocina en miniatura o realización de eventos son algunos de ellos.
En total, son 54 cursos los que ofrece Horeca desde hace ya aproximadamente dos décadas y los que más demanda encuentran por parte de sus participantes son estos últimos, cortos y centrados en un ámbito muy concreto.
Escuela de Hostelería TOPI
La Escuela de Hostelería TOPI desarrolla desde 1989 su labor, formando en cada año académico a alrededor de medio centenar de alumnos. Su director, José Manuel Romeo, destaca su metodología, eminentemente práctica, hasta el 80%. También resalta “el acompañamiento integral” del que disfruta cada alumno, que nace de su constitución como asociación del ámbito social sin ánimo de lucro.
Otra de las cuestiones que precisa Romeo es que, durante el primer año, todos los estudiantes deben desarrollar formación tanto en cocina como en sala, lo que les permite obtener titulaciones en ambos ámbitos y entender el funcionamiento de las dos áreas laborales.
En el primer año, los alumnos obtienen un certificado de profesionalidad de nivel 1 en cocina y otro en servicio de restaurante y bar, además de un diploma acreditativo de las horas completadas de formación. En el segundo, logran un nivel 2 en cocina y en servicio de restaurante y bar, junto con otro diploma acreditativo respaldado por el Instituto Municipal de Empleo y Fomento Empresarial (Imefez).
Escuela de Hostelería de Guayente
Este centro es el decano de las escuelas de hostelería aragonesas. Nacido hace 42 años como una iniciativa de la Asociación Guayente, su objetivo en su concepción fue el dotar de mano de obra cualificada a un sector en auge en aquella época, a la vez que evitar que los jóvenes abandonaran el valle de Benasque.
Actualmente imparte formación a cerca de 50 alumnos, en estudios como el ciclo formativo de grado medio de cocina y gastronomía o de servicios de restauración. También ofrece estudios de FP básica y ha desarrollado cursos de formación para el empleo con el Inaem.
Como sucede con TOPI, un rasgo de esta escuela es su vocación práctica. “La formación está basada en la práctica al 100% desde el primer día”, destaca su directora, María Ángeles Grasa, quien apunta que, de 30 horas lectivas semanales, 22 son prácticas.
Escuela de Hostelería y Turismo de Teruel
La escuela de Hostelería y Turismo de Teruel nace en el año 1993 como centro público de gestión privada. A partir de 2014 se integra en la red de centros escolares del departamento de Educación del Gobierno de Aragón y, años después, se convierte en centro público integrado de FP, centrado en exclusiva en la familia profesional de hostelería, turismo y de industrias agroalimentarias.
Este centro dispone de grados formativos de grado 1 de cocina y restauración y también ofrece tres ciclos de grado
Escuela de Hostelería y Turismo de Huesca
El CPIFP San Lorenzo de Huesca es uno de los nombres más conocidos de Aragón en la formación en hostelería. Vigente desde 1989, se convirtió en centro público integrado en el año 2009.
De este centro salen unos 250 alumnos cada año al mercado laboral en enseñanzas regladas que van desde un programa de cualificación inicial de nivel 2 a grados básicos, medios y superiores. De hecho, medio, en cocina y gastronomía, en panadería, repostería y confitería y en servicios de restauración, según relata su director, Luis Berzosa. Además, imparte grados superiores de restauración, de dirección de cocina y de guía y asistentes turísticos. Igualmente, en sus aulas se desarrollan formaciones acreditadas con certificados profesionales de nivel 1, 2 y 3. la escuela de San Lorenzo destaca por ofrecer una doble titulación en dirección de cocina y dirección de servicios, que se desarrolla a lo largo de tres años y que “atrae alumnado”, explica su directora, Teresa Castaño.
Grados básicos en panadería y pastelería o en cocina y servicios, medios en cocina y gastronomía, servicios de restauración y pastelería, repostería y confitería y superiores como el anteriormente nombrado también forman parte de la oferta formativa de una escuela que abarca cursos de alojamientos turísticos, de información y asistencia turística y de especialización en panadería y bollería artesana.