Lancia

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Un Mundo de Tinieblas leonés En los grandes juegos de rol ocurre como en el resto de publicaciones de grandes compañías: los países extranjeros apenas tienen apariciones de relevancia; y si se trata de un país pequeño como es España, ¿para qué ocupar más de cuatro párrafos en expandir sus historias en el Mundo de Tinieblas? Por suerte, en ese hueco que han dejado los escritores pueden meter mano los aficionados, tanto Narradores como Jugadores, y crear a partir de todas las tradiciones de las que disponemos en nuestro país aventuras muy diversas. El suplemento que aquí os presentamos no deja de intentar acercar el Mundo de Tinieblas a un punto de vista más local, alejándonos además de las grandes ciudades de Estados Unidos que suelen estar representadas en los manuales de estos juegos de rol. Lancia es, por tanto, una ambientación de una población dentro del Mundo de Tinieblas español, dentro de la cultura leonesa. No es una gran ciudad, tan sólo es una población que ni siquiera llega a cincuenta mil habitantes; pero en lugares así, también pueden ocurrir cosas terroríficas e intrigantes.

La verdad sobre Lancia Lancia no es una población que exista como tal actualmente en España. En el lugar dónde se localiza según este suplemento se encuentran las ruinas de una villa romana próximas a León que a su vez se superponen con las ruinas de lo que se cree que era la ciudad más importante para los astures. Debido a todo esto, la historia desde el siglo IV d.C. y todos los lugares citados dentro de la población son completamente ficticios.


Datos reales sobre la provincia de León Pretendemos que los datos geográficos aquí reflejados, todos sobre la provincia de León, sirvan como cauce e inspiración para la ambientación de los acontecimientos en Lancia. Además, pueden servir de guía en el caso de que los personajes decidan abandonar Lancia para recorrer un poco la provincia. Se recomienda no obstante informarse antes sobre las poblaciones a las que quieran llegar. 

Debido a su estructura montañosa, la provincia leonesa reparte su territorio entre tres cuencas hidrográficas: Cantábrico, MiñoSil (hasta 2008, ambas conformaban la Confederación Hidrográfica del Norte), y Duero. En términos climáticos, la provincia de León sirve de transición entre la Meseta y las zonas montañosas. El clima predominante es el mediterráneo continentalizado, aunque matizado en algunas zonas, como el noroeste, de influencia atlántica, y la hoya berciana, de temperaturas más suaves. En general, son características una elevada amplitud térmica (desde los 12 a los 20 °C), inviernos fríos y largos, primavera y otoños cortos, heladas y veranos cortos y calurosos. Las precipitaciones se reparten de forma irregular a lo largo del año y dependiendo de la zona. Así, en la franja norte y noroeste se alcanzan los 1.500 mm anuales mientras que en determinadas zonas del sur de la provincia apenas llegan a los 500 mm. Dichas precipitaciones se concentran sobre todo en otoño y primavera con un mínimo en verano, especialmente acentuado en la llanura, y en forma de nieve en invierno. En cuanto a las temperaturas, en general es un clima frío debido a la

altitud y la abundancia de heladas (que persisten de noviembre a mayo), siendo más intenso en las zonas montañosas llegando a alcanzar los 18 °C. Los veranos son cortos, siendo los días más calurosos entre el 15 de julio y el 15 de agosto en que se pueden llegar a superar los 30 °C. Desde el punto de vista estructural, el relieve de la provincia se organiza en torno a tres grandes unidades morfológicas: la Cordillera Cantábrica, el Macizo Galaico-Leonés y la Meseta. Las formaciones montañosas ocupan una parte importante del relieve, estando más del 50% de la superficie total por encima de los 1.000 metros de altitud.

Ambiente y tema Lancia es una población más dentro de la geografía española, y por lo tanto no deja de ser una ciudad viva. Cada día les ocurren cosas a sus habitantes, aunque no siempre tienen que ser acontecimientos sobre naturales. El tema principal de Lancia es el que abunda en las buenas historias policiales de género negro: la resolución del misterio no es el objetivo principal. Puede que los personajes se vean implicados en la investigación de un simple robo en una joyería, pero a cada paso que dan les lleva hasta un escenario mayor y más corrupto si cabe que el anterior, salpicando a todas las figuras que hasta ese entonces llegaban a respetar. No sólo de tramas policiales y crímenes sin resolver se nutre Lancia. También se nutre de la tradición oral y de aquellas leyendas de seres sobrenaturales que pueblan los más recónditos parajes de la provincia de León. Historias de la Hueste de las ánimas,


trasgos y janas también se ven reflejadas aquí. Tampoco podemos olvidar a los propios habitantes sobrenaturales del Mundo de Tinieblas. Vampiros, Hombres Lobo, Magos… Todos tienen un poco que ver dentro de Lancia, pero entra dentro del criterio de cada Narrador el incluir, o no, un cierto número de habitantes sobrenaturales dentro de una ciudad con tan escasa población. En este suplemento no se incluirá ninguna trama que envuelva a las criaturas sobrenaturales de White Wolf.

Como usar este libro Como en muchos de los suplementos oficiales de Mundo de Tinieblas, así como en aquellos que han escrito muchos otros aficionados antes que nosotros, Lancia tiene una estructura básica. Primero tienes un Prólogo y una Introducción al suplemento. Eso ya lo hemos pasado. En el Capítulo Uno se desarrolla la historia y la estructura administrativa de la ciudad, con sus barrios y lugares de interés para que todos sepan dónde se encuentran en cada momento de la partida. En el Capítulo Dos desarrollamos las diversas personas que influyen de manera significativa en el futuro de Lancia, como puede ser el Alcalde o el Jefe de Policía. No toda la población está reflejada en este Capítulo, por lo que además añadimos ciertos estereotipos que pueden ayudar a dotar de un cierto clima más realista a tu partida en la ciudad. En el Capítulo Tres se añade una historia de ejemplo que puedes añadir a tu Crónica de Mundo de Tinieblas para que tus jugadores pasen por Lancia o, incluso, para poder empezar tu Crónica en esta población de la provincia de León.


Quien puede leer el libro La lectura del suplemento está recomendada para todos, ya sean jugadores o Narradores. Sin embargo, sería apropiado que los jugadores no tuvieran acceso al Capítulo Dos, ya que se especifica bastante los rasgos de cada personaje no jugador (PNJ).

Que no es este libro Como hemos dicho antes, Lancia no es una población existente dentro de la geografía española. Simplemente nos hemos servido de la existencia de una excavación de restos arqueológicos de dicha ciudad astur (y posteriormente romana) para poder crear una ciudad completamente desde cero y así adaptarla en cada milímetro deseado al Mundo de Tinieblas, sin tener que preocuparnos por el rigor histórico o la pura realidad. Es por eso que este libro no es una guía de viajes ni un documento sobre una ciudad real.

Crossovers Gracias a la nueva estructura que nos proporciona el Mundo de Tinieblas, en cualquier momento pueden entrelazarse los destinos de una cuadrilla de Vampiro: El Réquiem y de una manada de Hombre Lobo: El Exilio. Sin embargo, Lancia no está diseñada para soportar continuos cruces entre todas las líneas argumentales de los juegos de White Wolf, por lo que se aconseja que la población tan sólo sea un lugar de paso. No obstante, y como en todos los libros de rol, también se aconseja al Narrador que adapte todos los rasgos que desee de Lancia para que se acomode a su Crónica.




Los primeros siglos A pesar de que existen indicios de que ya estuvo poblado el lugar durante la Edad del bronce, los conocimientos sobre Lancia nos llegan desde la época de las conquistas del noroeste de la Península Ibérica por parte de Octavio Augusto y sus legiones. Por medio del general Publio Carisio la ciudad fue tomada el 26-25 a. C. Los epítetos que se la han dado como validisima civitas o "la ciudad más importante de los astures", según Dión Casio, parecen refrendarse con los hallazgos arqueológicos de época prerromana, que, según hoy sabemos, alcanzaría una extensión aproximada de 30 hectáreas para esta primera población estable. A partir de su conquista el poblado astur no se destruyó, sino que quedó incólume, como testimonio de la victoria de los romanos. A lo largo del s. I la ciudad se incorpora al Imperio Romano como una ciudad peregrina que pagaba tributo al erario público. Se incluirá además como mansio dentro de la red viaria romana. Desde fines del siglo I, o principios del siglo II, durante la dinastía flavia, alcanzó el grado de municipium flavium, categoría deducida por la trayectoria del lanciense Lucius Iunius Maro, que hizo carrera en la administración hispano-romana y por los tipos de edificaciones públicas que hoy conocemos en la antigua ciudad. Este período es el que marca el auge de las construcciones públicas, la red de alcantarillado y el urbanismo general, de planta reticular. Durante el Bajo Imperio se produjo una nueva situación en la civitas lanciense, acorde con la crisis de las ciudades romanas. Los edificios públicos sufren una amortización por parte de construcciones privadas. Este hecho se observa en Lancia con la reutilización del mercado por dependencias domésticas de poca calidad edilicia.


La invasión musulmana y la Reconquista Durante los siglos posteriores, la ciudad de Lancia se tuvo que adaptar a varias invasiones. Los vándalos, suevos y alanos primero, y los musulmanes después. Tras la victoria de Pelayo en la Batalla de Covadonga y el nacimiento del Reino de Asturias, los cristianos comenzaron a “reconquistar” el terreno perdido a manos de los musulmanes Muza y Tariq. Fue durante el reinado de su yerno, Alfonso I, cuando Lancia fue saqueada por el ejército cristiano, convirtiéndose junto a toda la zona de los alrededores en una baldía Tierra de Nadie. Lancia, junto al resto de plazas de los alrededores, fue una zona de guerra entre los ejércitos musulmanes y cristianos. Toda esta época de inestabilidad culminó con la conquista del rey Ordoño I en 856, incorporando Lancia al Reino de Asturias, siendo reconstruida su muralla y repoblada para que sirviera como población de apoyo de León, que se convirtió en capital del Reino homónimo durante el año 910 durante el reinado de García I. Durante los años venideros, Lancia se fortificó y consiguió afianzarse como una de las poblaciones más importantes del Reino de León, a pesar de que sufriría diversos reveses como el ataque de Almanzor en el año 987. Sin embargo, la población salió airosa y comenzó a crecer en cuanto al comercio se refiere, gracias sobre todo al tránsito del Camino de Santiago por la población, garantizando así la creación de nuevos barrios de obreros y artesanos. Durante el ataque de Sancho II al territorio de su hermano Alfonso VI en el año 1072, el rey leonés se refugió durante unas semanas en la villa de Lancia. La rápida intervención del rey castellano, junto al caballero conocido como El Cid,


obligó a Alfonso VI a abandonar la villa hacia Zamora, donde se produjo tiempo después el sitio en el cual encontraría la muerte Sancho II. Llegado el año 1230, tras la muerte del rey Alfonso IX, su hijo Fernando III el Santo convocó a sus hermanas Dulce y Sancha a la villa de Lancia para acordar el traspaso de la corona de León a cambio de una compensación económica para las hermanas. Durante dos años, este acuerdo fue tramitado por distintos consejeros reales en la misma ciudad, otorgando cierto ritmo de vida más propio de una capital del reino que de una villa del mismo. Durante el siglo XIV, la población experimenta una acentuada crisis económica que afecta a todos sus habitantes. Esta crisis viene acentuada por una serie de acontecimientos climáticos que afecta a toda Europa, que merman enormemente las cosechas, produciendo hambrunas y endeudamiento entre los campesinos. Todas estas circunstancias son agravadas aún más si cabe con la llegada de la peste al Reino de León entre los años 1349 y 1350, la cual provoca una gran mortandad en la zona, despoblando pueblos y reduciendo, según fuentes de la época, en más de un cuarto la población. Por si todo esto fuera poco, en estos años se vive una inestabilidad política en la Península Ibérica que produce continuas tensiones que a menudo desembocan en conflictos armados. Éstos a menudo afectan a la población civil, que ve como sus cosechas son destruidas o como los jóvenes tienen que marchar a la guerra. No obstante, con el cambio de siglo, las cosas comienzan a mejorar, viéndose un incremento en la población de la zona.

Edad Moderna La expansión económica experimentada en Castilla y en León desde mediados del siglo XV había propiciado la emergencia de una serie de grupos sociales procedentes del estado llano que no encajaban con los esquemas sociopolíticos de la sociedad estamental, lo que explica que en el seno de la sociedad castellana hubiera tensiones que desembocaran en el movimiento comunero. Lancia no fue una excepción y un gran número de sus ciudadanos se opusieron a las elecciones de la alta nobleza en 1518 de apoyar al rey Carlos I en la proclamación de un tributo para subvencionar su viaje para ser proclamado Emperador en Alemania. La ciudad de León también se alzó contra la alta nobleza y, tras ser sometida por Francisco de Quiñones en 1520, fue ayudada por los habitantes de Lancia para poder expulsar a los partidarios del rey, que tuvieron que refugiarse en Valladolid. Gracias al Descubrimiento de América, muchos habitantes de la ciudad partieron en las grandes embarcaciones junto a conquistadores de la talla de Hernán Cortés o Francisco Pizarro. De todos los que partieron, sólo un veinte por ciento acabó volviendo, asentándose los supervivientes de las expediciones procedentes de Lancia junto a sus compañeros por todo el territorio americano que una vez controló España. En el siglo XVII, Lancia vive un estancamiento de su población, algo normal en las ciudades del interior. El leve incremento poblacional en la ciudad no se debe a un incremento de la actividad industrial o comercial, sino al empuje de la agricultura de las zonas rurales que rodean la ciudad.


Prueba de la decadencia comercial de la ciudad es lo acontecido con las fábricas de hilados en León: En 1749, bajo los auspicios del secretario de Estado, José Carbajal Lancaster, se levanta un edificio en el llamado Campo de San Francisco para ampliar la fábrica de hilaturas que ya funcionaba en la calle de la Rúa, pero en 1769 esta fábrica ya había dejado de funcionar.

Guerra de la Independencia El día 24 de abril de 1808, coincidiendo con otras ciudades de España como Toledo, Madrid, León o Burgos, en Lancia se llevó a cabo una manifestación para demostrar el apoyo que tenía el rey Fernando VII en su pueblo, y como rechazo a Carlos IV y el evidente apoyo que tenía en Napoleón Bonaparte. A partir de julio de 1808, Lancia fue tomada por completo por las tropas napoleónicas, incluso sirvió al ejército francés como puesto avanzado a la hora de retomar León de las tropas españolas en diciembre del mismo año. No fue hasta la derrota definitiva de las tropas francesas en 1813 que Lancia se libró de la ocupación francesa. Durante esos años, los Ilustrados franceses dejaron en esta población un legado muy importante para sus ciudadanos, así como muchos de los soldados que se encontraron allí acampados durante cinco años llegaron a establecerse durante los años posteriores para pasar allí el resto de sus vidas,

surgiendo así el Barrio de los Franceses. Tras el asentamiento de las familias de origen galo, se iniciarían una serie de trifulcas entre los habitantes que se consideraban de “pura estirpe leonesa” y los descendientes de los franceses. Hasta principios del siglo XX no cesaron los conflictos entre ambas partes de la población de Lancia, conflictos que en algunas ocasiones llegaron a producir asesinatos en las oscuras calles del actual Barrio del Mercado.

Siglo XX Durante los primeros años de siglo, las autoridades contemplaron que la vieja ciudad romana que albergaba la población de Lancia estaba completamente en ruinas, por lo que se aprobó por unanimidad una rehabilitación de toda la villa, dando así capacidad para una población aún mayor de la que disponía Lancia en esos años. Gracias a esto, la población fue en aumento debido a la inmigración de los habitantes de pueblos limítrofes como Mansilla de las Mulas, Villasabariego, Villafañe o Villarente. Durante el período de la Segunda República, la villa llegó a recuperarse brevemente de los daños que la dictadura de Primo de Rivera había hecho llegar de manera tangente a la ciudad. El poder que había acumulado el Ejército durante este breve período de tiempo había logrado que la gran mayoría de los jóvenes de la población se dirigieran a los cuarteles de la próxima ciudad de León. Sin embargo, la llegada de la Segunda República calmó los ánimos de los alarmados ancianos de Lancia, que tristemente veían como se


despoblaba de nuevo su bella ciudad. En el desarrollo de la Guerra Civil española, Lancia fue tomada por el bando sublevado, al igual que el resto de la provincia de León. Contando entre sus habitantes con ciertas personalidades importantes del Frente Popular, estos mismos fueron arrestados y condenados a muerte como tantos otros en las poblaciones de los alrededores, siendo todos ejecutados en León. Durante la posguerra, y como en el resto de España, la ciudad vivió unos años de absoluta miseria. Sin embargo, tras este período, la ciudad consiguió desarrollarse con toda normalidad. Tanto es así que en los años 80 se empieza a construir el primer barrio extramuros de la ciudad, coincidiendo con la implantación de las Facultades de Historia y de Filología Francesa dependientes de la Universidad de León. Así, durante las últimas décadas del siglo XX y la primera del siglo XXI, coincidiendo además con la instauración de la democracia en el país, Lancia vive un segundo auge poblacional, alcanzando en 1995 la sorprendente cifra de treinta mil habitantes. Aprovechando su legado histórico, la ciudad ve incrementado el turismo dentro de sus muros y se levanta el Museo de Historia Romana en lo que antiguamente era uno de los templos de la villa romana. Durante el año 2000 y coincidiendo con el Año Jubileo, se habilita un albergue para peregrinos a dos kilómetros de Lancia, donde se levantaba en época romana una posada para viajeros, con pequeños fragmentos de las excavaciones que llevan a cabo los estudiantes de la Facultad de Historia.

La triste realidad Lancia nunca llegó a sobrevivir al siglo IV d.C., o al menos eso nos demuestran las excavaciones que se están llevando a cabo en ese lugar ahora mismo. Los romanos abandonaron la ciudad mucho antes de que las tribus germánicas invadieran la Península, motivo por el cual hoy en día no existe una población que haya continuado con su legado. En este suplemento os hemos dado una historia completamente ficticia, a juego con los acontecimientos que transcurrieron en el resto de la provincia de León a lo largo de los siglos.

Geografía Lancia no es una población significativamente grande dentro de todas las posibilidades que puede tener un Narrador para ambientar una historia de intrigas y terror. Sin embargo, el trasfondo astur y romano nos sirve para poder introducir ciertos elementos que, por ejemplo, en una gran ciudad no podríamos encontrar, ya sea Barcelona, Chicago, Londres o México DF. En Lancia se distinguen cuatro barrios, el Barrio Romano, el Barrio del Mercado, el Barrio de los Franceses y la Zona Universitaria. Cada uno de ellos con una personalidad diferente, aunque los tres más antiguos sean los más parecidos porque se encuentran dentro del recinto amurallado de la vieja ciudad romana. Para poder alojarse en la localidad, hay varios hostales en los diferentes barrios, algunos con más calidad que otros, entrando esto en el criterio del Narrador. Para llegar a Lancia, el jugador puede hacerlo con su propio coche o en autobús a través de la carretera que une León con Valladolid o a través de la red de carreteras comarcales de los alrededores. Además, tiene su propia estación de tren que cuenta con varios trayectos que llegan hasta Gijón o Madrid.


Barrio Romano Situado al noreste de la población y siendo presidido por el nuevo Museo de Historia Romana, este barrio es el más problemático a la hora de levantar nuevos edificios, puesto que bajo él se encuentran las ruinas de la antigua villa romana y más por debajo aún se encuentran las ruinas de la ciudad astur que ocuparon los ejércitos de Octavio Augusto durante su invasión de la Península Ibérica. Desde mediados de los años noventa, las viejas casas del Barrio Romano han comenzado a ser abandonadas por sus ocupantes, decididos a habitar unas nuevas viviendas de la Zona Universitaria o, incluso, emigrando temporalmente a la capital de la provincia, León, mientras el Ayuntamiento se decide a permitir el levantamiento de un nuevo barrio. Aun así, el porcentaje de viviendas ocupadas es aún superior al de edificios abandonados, ya que el Ayuntamiento de Lancia otorga ayudas para el mantenimiento de los edificios antiguos a sus legítimos propietarios. En este barrio suele reunirse un buen porcentaje de la población durante los fines de semana. Los locales que aquí se encuentran han sido por tradición los más visitados de la ciudad, y los nuevos pubs abiertos en la Zona Universitaria no pueden rivalizar aún con la fama que han obtenido los del Barrio Romano. Fiestas temáticas, concursos, todo cabe dentro de los pubs de este barrio con tal de no dejarlo caer en el abandono por parte de los vecinos de Lancia.

Barrio del Mercado Situado sobre lo que en la época romana era el macelum y otras zonas de comercio y orfebrería de la antigua villa, el Barrio del Mercado se encuentra presidida por la Iglesia de San Miguel, construida durante el siglo XIV tras el incendio que destruyó el anterior templo que allí se encontraba.

Aquí se pueden encontrar tanto tiendas de ultramarinos como los supermercados que proliferaron a finales del siglo XX por toda la geografía española. Además, también se encuentran por esta zona los típicos establecimientos de zapateros, ferreteros y otras profesiones. Establecida en este barrio también se encuentra la sede de la pequeña empresa Distribuciones Eslava, dedicada a la venta por catálogo de productos por toda la provincia leonesa. Sin embargo, las malas lenguas y los rumores que circulan por el pueblo parecen indicar que este no es el único ámbito al que se dedica el negocio. En este barrio también se encuentra el hospital de la ciudad, de recursos limitados pero eficaces, que fue fundado en 1950. En el año 2005 empiezan una serie de obras que pretenden renovar el edificio.

Barrio de Franceses

los

Cuando las tropas napoleónicas abandonaron la población cuando fueron expulsadas de la Península, algunos de sus integrantes se quedaron para repoblar Lancia y otros volvieron con el paso de los años. Los lugareños, inicialmente desconfiados, dejaron que todos se agruparan en lo que acabó por nombrarse el Barrio de los Franceses. Obligados a prácticamente fundar su propia localidad dentro de la propia Lancia, el Barrio de los Franceses cuenta con todo lo necesario para sus vecinos: tiendas, bares, pubs, bancos, kioscos e incluso unas salas de cine, estando todo presidido por la Iglesia de San Luis, patrón de la ciudad.



Zona Universitaria Levantada durante la década de los 80 y en constante renovación por parte de los ediles del Ayuntamiento de Lancia, la Zona Universitaria es el mayor exponente de modernidad de la población. En las afueras del barrio se encuentran las dos Facultades de Historia y de Filología Francesa, ambas dependientes de la Universidad de León. Es la primera de las dos instalaciones la que más éxitos ha cosechado, siendo una de las mejores en toda España para el estudio del pasado del país, sobre todo de la época romana. En esta zona se encuentran sobre todo cafeterías y bares, pero normalmente no hay nada abierto hasta más tarde que la una de la madrugada. Ese tipo de locales no suelen aguantar mucho tiempo abiertos en este barrio, aunque lleguen a tener una clientela más que considerable. Los rumores hablan desde una pequeña mafia que regenta los locales del Barrio Romano hasta antiguas maldiciones que fueron recitadas por los astures contra los romanos durante la invasión de estos últimos a la Península Ibérica. Gracias al aire de modernidad que se respira en este barrio, se instalaron aquí las nuevas oficinas del periódico local, antes localizado en el Barrio del Mercado. Actualmente, los propietarios del periódico La Voz de Lancia es la empresa que también dirige el Diario de León, junto con el cual se vende en esta localidad y las adyacentes.

Naturaleza Alrededor de la ciudad se encuentran los pastos y las tierras destinadas a las labores de ganaderos y agricultores, los pocos que se encuentran ahora en la población ya que la gente joven tiende a desmarcarse de estas ocupaciones de manera paulatina durante las últimas décadas. Algunas tierras se han llegado a desperdiciar

debido al envejecimiento de sus dueños y a la ausencia de quien las trabaje o las compre. Algunas tierras de la parte norte han sido cedidas al Ayuntamiento, con el fin de crear una zona de esparcimiento con césped, merenderos y zona infantil. El proyecto fue inicialmente promovido por el gobierno local que regía la ciudad en 1987, pero repentinamente fue detenido sin explicación ninguna. El proyecto ha sido retomado por el actual Alcalde en el año 2007, tras su reelección. Con la construcción de la nueva autovía que unirá León con Valladolid, algunas tierras han tenido que ser cedidas para la construcción de la misma, que contará con una salida que llevará hasta Lancia. Sin embargo, desde la cesión de esta cantidad de terreno, la construcción de la autovía se ha visto interrumpida en numerosas ocasiones debido a la desaparición de varios de los obreros. Sin embargo, y gracias a la intervención de la Junta de Castilla y León y del Gobierno de España, la autovía continúa construyéndose y se espera que en el año 2013 sea completamente operativa a pesar de los retrasos. La zona presenta las características típicas de la Meseta, es un relieve casi horizontal de páramos con suaves ondulaciones tan sólo interrumpido por el paso de los ríos Esla y Porma. Esta elevación sitúa Lancia a 840 metros sobre el nivel del mar. Cerca de la ciudad se encuentra una meseta denominada genéricamente El Castro, que engloba otros topónimos menores bien documentados como El Pico del Castro, Valdealbura, La Encrucijada, El Praduño, Socesáreo y El Talancón. Desde la población se organizan todos los veranos rutas de senderismo por estos lugares.


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