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POR UN PARTIDO POLÍTICO Norberto Soto Sánchez DE VUELTA A LA VIDA CIVIL, UNA JOVEN EXGUERRILLERA EN COLOMBIA Masiel
from Contralinea 670
DE VUELTA A LA VIDA CIVIL UNA JOVEN EXGUERRILLERA EN COLOMBIA
MASIEL FERNÁNDEZ BOLAÑOS/PRENSA LATINA
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Bogotá, Colobia. A sus 25 años de edad y tras estar en las fi las de la exguerrilla colombiana Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), Andrea Cañaveral continúa con su reincorporación a la vida civil, un proceso que, asegura, ha sido muy difícil.
Ha sido muy difícil reincorporarnos a la vida civil porque el gobierno no cumple con lo que fi rmamos, declaró a Prensa Latina en referencia al Acuerdo de Paz suscrito en 2016 entre el Estado y las extintas FARC-EP.
Sin embargo, enfatizó, nosotros hemos sabido adelantar propuestas, proyectos productivos, culturales, políticos, para poder salir adelante como individuos, como exguerrilleros en proceso de reincorporación y como sociedad también por el tema de la reconciliación, de no más a la guerra, de ser hermanos y de luchar juntos por la transformación social.
Vivo en Medellín, pertenezco al (ahora) partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) y estoy haciendo mi proceso de reincorporación en una de las zonas que fueron destinadas para esto en el municipio de Anorí, perteneciente el departamento de Antioquia, detalló.
Estamos trabajando en un proyecto de apicultura. Tratamos por todos los medios de comercializar la miel. Ha sido muy difícil también por el tema de permiso de marcas y todas esas cosas, pero poco a poco hemos entrado al comercio, signifi có. Cañaveral confesó que el ser mujer hizo también más complejo el proceso de reincorporación.
Nos reincorporamos a una sociedad machista, patriarcal, en donde nosotras legalmente tenemos voz y voto, pero en la práctica no es así. Tenemos mujeres abusadas, agredidas, asesinadas, por cuestiones de género, remarcó.
Eso hace también que la sociedad nos rechace por ser mujeres, por ser exguerrilleras y que nos victimice además porque nos asumen violadas, a merced de los deseos sexuales de un comandante. Es como la ignorancia con relación a esa historia de FARC-EP, añadió. La decisión de unirse a la guerrilla
A los 15 años Cañaveral tomó la decisión de irse para las fi las de las FARC-EP “porque Medellín es una ciudad paramilitar. Es muy difícil hacer trabajo político, cultural, por la persecución contra los líderes estudiantiles, sindicales. Esa misma persecución hizo que mi vida y la de mi familia estuvieran en riesgo”, comentó.
En aquel momento yo era líder estudiantil y mi mamá líder sindical. Juntábamos trabajo, el movimiento estudiantil con el obrero, hacíamos luchas. Eso hizo que a mi mamá la detuvieran y, posteriormente, la persecución paramilitar contra mí hizo que yo ingresara a las fi las, agregó.
Mi mamá salió de prisión y continuó su labor sindical en las ciudades y ya yo estaba en la guerrilla. Mi mamá salió de prisión y continuó su labor sindical en las ciudades. Yo ya estaba en la guerrilla. Me quedé allá 7 años. No volvimos saber una de la otra
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Me quedé allá 7 años, relató.
Ella supo de mi decisión porque cuando fui a ingresar, pasé por la cárcel a despedirme de ella. Ya no volvimos a saber la una de la otra hasta la firma del Acuerdo de Paz en 2016. Cuando llegó la dejación de las armas, pude establecer contacto con ella y volver, precisó.
Cañaveral comentó que antes de irse para la guerrilla estaba en noveno grado. “El estudio académico en Colombia no te enseña un pensamiento crítico, eso le toca a uno como individuo perteneciente a una sociedad que se está acabando culturalmente, decisión propia el haber estudiado y haberme formado”, agregó.
Cuando ingresé a las filas, acabé de terminar un proceso de aprendizaje revolucionario, marxista; y ya aquí, complementando con el Acuerdo de Paz y otras vivencias que también le tocan a uno en esta guerra, acotó.
Persistente violencia
Al referirse a los hechos de violencia que hoy se suceden en Colombia, Cañaveral expresó que “ya nos han asesinado a más de 170 excombatientes”. Se siente mucha angustia, mucho temor, cualquiera puede ser asesinado en cualquier momento, pero continuamos en la brega por no dejarnos cerrar las puertas, la vida. Ha sido muy duro, muy difícil, pero aquí estamos, enfatizó.
A su juicio, el gobierno tiene que adelantar políticas que favorezcan la implementación del Acuerdo de Paz, “que es como una plataforma de gobierno no solamente para los reincorporados de FARC, sino para el pueblo en general”.
Por ejemplo, en el tema de la tierra, que es por lo que han matado mucha gente: indígenas en el departamento del Cauca, líderes sociales defensores de la restitución de tierras. Yo creo que aplicar esas plataformas de gobierno que trae el Acuerdo es lo fundamental en este momento, afirmó.
En la misma línea se pronunció recientemente Victoria Sandino, senadora por el partido FARC, al reiterar el compromiso de esa agrupación con la construcción de la paz en el país y exigir al gobierno que cumpla con lo pactado.
No lo dijimos nosotros, un informe de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización mostró que más del 90 por ciento de nuestros compañeros que firmaron la paz y entraron el proceso de reincorporarse, se mantienen firmes con la paz en los territorios, enfatizó.
Seguimos trabajando. Eso no quiere decir que vamos a permitir que nos sigan asesinando. El trabajo por la paz es incansable, declaró Sandino a Prensa Latina.