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ENTREVISTA Indígenas de la Montaña, por la construcción de un proyecto autonómico
from Contralinea 670
Indígenas de la Montaña, por la construccIón de un proyecto autonóMIco
La penúltima vez que ingresó a la Montaña Baja, recibió decenas de amenazas de parte del narcotráfico. Los halcones de Los Ardillos lo identificaron y su teléfono celular comenzó a recibir, entre violencia verbal, anuncios de un ataque inminente contra su vida. Jesús Plácido fue cobijado por las comunidades. Regresó y salió íntegro. Representa uno de los vínculos más fuertes de las comunidades nahuas con las na’saavi y me’phaa. Expulsar a los narcos y resolver el problema de la inseguridad es apenas el principio: los pueblos indígenas van por la autonomía, señala
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ZÓSIMO CAMACHO, TEXTO, Y JOSÉ LUIS SANTILLÁN, FOTOS / ENVIADOS
Montaña Baja, Guerrero. Jesús Plácido Galindo, promotor estatal del Concejo Indígena y Popular de Guerrero Emiliano Zapata (Cipog-EZ), señala que las comunidades se están liberando del yugo del narcotráfico.
El indígena na’saavi de la región Costa-Montaña reconoce que se trata de un proceso complejo, pues los indígenas nahuas tienen en contra incluso a determinadas autoridades municipales compradas por los delincuentes. Explica que Los Ardillos reciben directamente recursos públicos de los ramos 33 y 28 del Presupuesto de Egresos de la Federación que obtienen los ayuntamientos de Chilapa de Álvarez y José Joaquín Herrera. En entrevista con Contralínea, el dirigente indígena, oriundo del Ejido Buena Vista, San Luis Acatlán, explica que los narcotraficantes se quedaron sin algunos lugares de siembra y trasiego de drogas al ser expulsados por las comunidades organizadas. A lo
Se había roto el tejido social de la asamblea comunitaria. Se reactivaron las asambleas y se reconstituyó el sistema comunitario. Se fueron sumando más pueblos
Entre más abandonadas estaban las comunidades, más sometidas a Los Ardillos
anterior se suma la caída de los precios de la goma para fabricar heroína.
Como ya no obtienen la cantidad de recursos a la que ya se habían acostumbrado, ahora directamente van por ella a la cabecera municipal, asegura. Además, completan secuestrando y extorsionando a la población.
Descarta desencuentros del Cipog-EZ con las otras organizaciones sociales presentes en la región. Explica que ellos no compiten con ninguna otra sino que buscan generar organización donde no la hay.
Jesús Plácido Galindo es hijo de Cirino Plácido, un activista indígena del grupo de na’saavi que fundó la primera Policía Comunitaria en Guerrero. Explica que el Cipog-EZ fue fundado el 10 de abril de 2008, “retomando los prinicpios del Congreso Nacional Indígena”. Ya con fuerza en la región de la Costa Chica, hace un lustro se empezó a vincular con los nahuas de la Montaña Baja.
“Hace 5 años que llegamos a organizar el Sistema Comunitario de los Pueblos Fundadores. Encontramos un municipio [Chilapa] con 149 comunidades. De las 149, nos encontramos con 20 que estaban sufriendo las agresiones de los Ardillos y los Rojos.”
Reconoce que las comunidades sembraban amapola porque no encontraban otros medios para subsistir y porque el control de las comuniddes y de toda la región lo tenían Los Ardillos.
“En esas comunidades se había roto el tejido social de la asamblea comunitaria. Entonces se generó, se procesó, con autoridades de la comunidad y se creó el sistema comunitario, donde se conforman los coordinadores, los comandantes regionales y los consejeros regionales. Se fueron sumando de cuatro a cinco pueblos hasta llegar a 20 comunidades. Y al tiempo fueron expulsando a la delincuencia, que los acosaba, los secuestraba, que los extorsionaba, que violaba a las chamacas, a las mujeres.”
Destaca el contraste entre la pobreza y el abandono en que viven las comunidades, con los 270 millones de pesos que recibe anualmente de la Federación el ayuntamiento. “Ni Acapulco ni Chilpancingo reciben tal cantidad de recursos”, asegura. Las comunidades estaban abandonadas por los tres niveles de gobierno.
Los pueblos del Cipog-EZ, adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona e integrantes del Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno
Entre más abandonadas las comunidades, más sometidas estaban por parte de Los Ardillos y Los Rojos. Muchas familias ya habían sido desplazadas. A pesar de las gestiones ante las autoridades municipales, estatales y federales para proveer de seguridad a la región, nunca tuvieron respuesta. Los poladores que bajaban a la cabecera a comprar o vender eran asaltados, secuestrados o extorsionados en el camino.
Camisola de mezclilla remangada, Jesús Plácido se muestra voluntarioso. Hombre de acción, a veces debe contener el ímpetu y reflexionar. Sonríe antes de cada respuesta.
—¿Cambió algo? ¿Ahora son escuchados? —Ahora que se organizaron les tienen respeto. Pero antes de que llegáramos no había este respeto hacia las comunidades. Faltaban escuelas, centros de salud, carretera, pavimentación.
Asegura que de no haberse organizado, las comundades hubieran tenido que dejar, incluso, el territorio. Ejemplifica con comunidades del municipio de Tixtla y de Zitlala, donde no alcanzaron a organizar su Policía Comunitaria y hoy están desplazadas.
—De dónde proviene el poder de Los Ardillos. ¿Todo es del narcotráfico?
—Hace 3 años costaba 20 mil pesos el kilo de goma de la amapola. Ahora que el grupo ya renunció a la venta de la goma, ya no es el control por la goma o la venta de goma, que es con lo que hacían la heroína en los laboratorios de los Ardillos. Ahora resulta que están peleando por el control del ayuntamiento, porque ahí está el presupuesto. Y cada día van creciendo. Los Ardillos tienen el control de José Joaquín [Herrera] y de Chilapa... Hay comunidades que no quieren estar con los Ardillos, pero las obligan. Si no obedecen, los asesinan.
—Cómo se liberaron las comuniades de los cárteles.
—Comenzamos a hacer asamblea en las comunidades. Nos acercamos al Congreso Nacional Indígena. En 2014, 2016, 2017, cuando se lanzó la campaña de Marichuy [María de Jesús Patricio Martínez] candidata independiente del Concejo Indígena de Gobierno, los compañeros nahuas de estas
comunidades participaron en apoyo. Y comenzaron a ver y a participar en las reuniones del Congreso en San Cristóbal de la Casas, Chiapas; comenzaron a salir a varios eventos. Se hizo asamblea del Congreso. —Cómo reaccionaron las autoridades del municipio y del estado.
—El gobierno quiso controlar el sistema comunitario y el Cipog-EZ, pues vio que iban creciendo. Fue metiendo poco a poco grupos paramilitares para dividir a las comunidades. Y entre esos tenemos una fuerte división de la comunidad de San Jerónimo [Palantla], donde se han emitido órdenes de aprehensión sin justificación alguna: mujeres que están acusadas de portar R15, AK47, pero realmente las mujeres se dedican a tejer sombreros y petates. El único delito es organizarse y defender sus derechos como pueblo. —Cómo controlan los Ardillos los recusos del municipio.
—Así, directamente. Cuando llegan los recursos del ramo 33 van a ver al presidente [municipal]. Y agarran para pagar sus sicarios, comprar sus carros, su armamento y tener el control del municipio y someter a las comunidades. Ahora que nos mataron a varios promotores, de ahí vino el problema. Ya vieron que es difícil pasar el territorio de los comunitarios y tomar el control de esa ruta. Por eso Tula
Con todo en contra, se organizaron y hoy aspiran a construir proyectos autonómicos
Pueblos pacíficos que buscan lliberarse del nartcotráfico
está peleando con Los Ardillos. A fuerzas quieren el municipio porque de ahí sacan los recursos. Es su negocio. Pero no lo reparten para obra. Lo tiene para someter a las comunidades.
—¿No hay presupuesto para las demás comunidades?
—No hay. Para nada. Si hay una comunidad en la que va a haber una obra es porque esa obra ya está gestionada desde hace 2 o 3 años. Lo que hace es entregar pura despensa, pero no hay una obra, nada que se construya una escuela para niños, hospital o clínica. No hay. Y cada comisario que llega al municipio a pedir lo que le toca a su comunidad, le dicen que si sigue molestando ya sabe lo que va a pasar. Así están los municipios de Chilapa [de Álvarez] y de José Joaquín [Herrera].
—Con todo en contra, cómo pudieron las comunidades organizarse.
—Cuando empezamos a platicar el tema de seguridad, vieron que sí podía crecerse su sistema de seguridad y su propio sistema de impartición de justicia. Vieron que en los ayuntamientos de Chilapa y
José Joaquín no se hacía justicia, sino que al contrario, saquean sus dineros. Ponían demanda pero no se solucionaba nada. Así que cuando a los pueblos se les planteó lo del sistema comunitario, crear su propia Casa de Justicia, su propio órgano de seguridad, forman su policía comunitaria en asamblea, donde el pueblo elije quién va a ser comandante, quién va a ser consejero, quién va a ser coordinador y quién va a ser policía comunitario. Porque se planteó claro que para ser policía comunitario se tiene que escoger gente honorable de la comunidad, que ha dado servicio. Vimos que sí se podía; pero también nos encontramos que no fue fácil porque tuvo que haber muertos, tuvo que haber compañeros que fueron levantados. Al gobierno también le preocupó y lo que hizo fue cooptar, dividir, meterse.
Jesús Plácido es buscado por los Ardillos. Como otros promotores del Cipog-EZ y de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria de los Pueblos Fundadores (CRACPC-PF) ha recibido amenzas de muerte. Sabe que debe cuidarse.
Señala que en Chilapa de Álvarez el narcotráfico no es ajeno a la disputa política. Considera que en las pasadas elecciones los Rojos apoyaron al candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Antonio Hernández Godínez. Los Rojos, al del Partido Revolucionario Insitucional (PRI), Jesús Parra García, quien finalmente fue decalarado ganador y hoy es el presidente municipal.
Por su parte, la presidencia municipal en José Joaquín Herrera recae en la priísta Orquídea Hernández Mendoza, quien durante la campaña sufrió un atentado contra su vida.
“Comenzaron a amenazar a la comunidad de que si no votaban por el PRD los mataban. Y los otros con que debería de votar por el PRI. Y [esas amenazas] despertaron a la gente”. Las comunades entendieron que no les quedaba otra opción que organizarse pues estaban entre dos fuegos.
Plácido Galindo no es triunfalista. Sabe que no todo depende de la voluntad de las comunidades. Los asesinatos contra promotores del Cipog-EZ y comandantes e integrantes de la CRAC-PC-PF son difíciles de superar. Eran liderazgos surgidos de las comunidades que se habían formado con años de trabajo.
“Nos preocupa, porque Los Ardillos han tenido todavía la fuerza para desaparecer a promotores del
CRAC-PC-PF, defensa ante el narcotráfico
Diáologo con representantes de la 22 comunidades
sistema comunitario. Siguen matando a los ciudadanos que no están dejando que los controlen. Pero estamos en un proceso en el que van a seguir organizándose más comunidades. Los pueblos se están dando cuenta y están agarrando un proceso del fuerza.”
”Eso mismo podría generar una respuesta mayor de quienes quieren obstaculizar ese proceso de organización. ¿Están preparados?
“Sabemos que [esta organización] también le preocupa al gobierno. Y sabemos que también va a tener un costo; que no va a ser fácil para nosotros y para los compañeros autoridades que están prestando servicio comunitario. Y también al gobierno le preocupa que aquí siga haciéndose esa conciencia de lucha por el pueblo con el Congreso Nacional Indígena. Y para nosotros ha sido doloroso porque ya ha habido concejales [asesinados] del Concejo Indígena de Gobierno y ya mataron a dos compañeros y compañeras de la CRAC. Nosotros sabemos que va a ser un proceso largo. Tenemos que seguir construyebdo nuestra autonomía como pueblo y asamblea comunitaria. No va a ser fácil. Nos van a seguir golpeando.
—¿Tienen alguna expectativa de cambio con la llegada de Morena (Movimiento Regeneración Nacional) al gobierno federal?
—Dijo que iba a haber cambios cuando llegara como presidente de la República Andrés Manuel [López Obrador], pero nosotros estamos igual. No hay cambio. No sólo es el Tren Maya, es el despojo de tierra por la minería en la Montaña, o de desplazar a las comunidades por tener control de todos lo pueblos. Y eso viene desde allá arriba. No sólo del gobernador. Dicen que están haciendo consultas a nosotros pero no es cierto. Jurídicamente seguimos siendo discriminados.
—Se detuvo al líder de Los Rojos. ¿No fue una bena noticia para la región?
—Con que hayan detenido al líder de los Rojos, no se ha acabado la represión, la extorsión, el secuestro, el asesinato. Al contrario. Desaparecen a un grupo y le dan el poder a otro: los Ardillos. Y ahora que ya llegaron los Ardillos ahí, siguen desapareciendo, asesinado a nuestros hermanos nahuas cuando van al municipio a comparar su gasolina, a vender su
producto. No pueden bajar los hombres, tienen que bajar las mujeres. Y si ven un hombre, pues lo asesinan luego, luego. No cambió nada con que hayan detenido a un grupo cuando sigue el otro.
—Qué relación tiene el Cipog-EZ con otros esfuerzos, otros movimientos que también están presentes en la región; organizaciones que no son afines al CNI pero están en otras luchas y que también tienen presencia ahí.
—Nosotros hemos dicho claro que el Cipog-EZ es la casa de los pueblos. Trabajamos con la asamblea y planteamos sobre la lucha, sobre el derecho y la cultura de los pueblos. Planteamos seguir resistiendo, organizándonos. Hemos sido respetuosos con otras organizaciones. Sí han habido otras organizaciones. Lo hemos dicho claro: no tenemos nada contra ellas. Nosotros vamos a seguir caminando como Cipog y con las comunidades y sus asambleas; que sea el pueblo el que tenga, mantenga y ejerza su poder; que la asamblea decida. El que manda es el pueblo, no es el cacique o el líder. Si el pueblo dice: “vamos a seguir caminando como Congreso Nacional en nuestras nuestas demandas de salud, escuela y de educación”, es el pueblo el que decide en sus asambleas.
—Eso de parte de ustedes. ¿Y de las otras organizaciones que ya estaban trabajando en la zona? ¿No han sentido algún tipo de acoso o de cuestionamiento por estar ahí?
—Vamos a ser sinceros. Nosotros nos encontramos con compañeros de un núcleo que existió hace muchos años del EPR [Ejército Popular Revolucionario], que dice que es su territorio. Nosotros nos preguntamos que si fuera su territorio entonces por qué encontramos un pueblo lleno de violencia, donde el crimen estaba secuestrando, asesinado a la pobación, y fundamos el sistema comunitario como Cipog. Nosotros somos respetuosos. Lo que decida el pueblo es lo que vamos a caminar. Si ellos tienen un proceso, pues lo seguimos respetando. Tampoco los estamos acusando de que son gente mala, son compañeros. Les damos y les pedimos respeto.
—Hacia dónde van las 22 comunidades organizadas en el Cipog-EZ. ¿El objetivo es defenderse de los cárteles y contar con seguridad?
—Lo que sigue es construir nuestra autonomía:
nuestra escuela, nuestro propio sistema de educación, nuestro sistema de salud comunitaria, nuestra radio comunitaria. También tenemos ese derecho. Tenemos que emitir nuestros mensajes en nuestras lenguas, una radiodifusora comunitaria. No nos queda otro camino y no estamos esperando a que venga el gobierno a resolver nuestros problemas. Se puede hacer una lucha como nos lo demostró el Congreso Nacional Indígena y el CIG. Los compas del apoyo de red [de comunidades indígenas] que tienen ahí nos demuestra que sí se puede caminar. Y que si no está el gobierno, no lo necesitamos. Es un gobierno que sólo se representa pero no representa al pueblo. El día que el pueblo elija a su gobierno, ese día va a haber cambio. Pero mientras no consulten a los pueblos, por mucho que digan que el gobierno es de izquierda, no lo es. Y nos queda claro que solamente los pueblos vamos a avanzar y seguir luchando como pueblos.
Lo que sigue es construir nuestra autonomía: nuestra escuela, nuestros propio sistema de educación, de salud, nuestra radio comunitaria. Tenemos ese derecho
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