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IN) MOVILIDADES (IN) HUMANAS EN TIEMPOS DE COVID Sergio Prieto Díaz

(IN) MOVILIDADES (IN) HUMANAS

EN TIEMPOS DE COVID

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SERGIO PRIETO DÍAZ, MIGRATÓLOGO ESPECIALISTA EN FRONTERAS, TERRITORIOS, (IN) MOVILIDADES Y MEGAPROYECTOS, CÁTEDRA CONACYT EN EL COLEGIO DE LA FRONTERA SUR-CAMPECHE

Que las migraciones eran una de las caDecía “eran”, y “estado previo del neoliberalismo racterísticas distintivas más complejas y contemporáneo”, porque curiosamente la epidemia paradójicas del estado previo del neolibeactual de Covid-19, que ya afecta a todo el mundo, ralismo contemporáneo es algo que, a estas alturas, apunta a una profunda transformación en sus caracadmite poca discusión. Los medios de comunicaterísticas y contradicciones, en sus usos (y abusos): ción, los discursos políticos y las conciencias colecentre otros muchos, en los vinculados a las (in) motivas han visibilizado hasta la saciedad las imágenes vilidades (in) humanas. En estas líneas comparto una de poblaciones sirias tratando de entrar a Europa serie de refl exiones tentativas sobre las coyunturas a través de Turquía, subsaharianas en cayuco atraque vivimos, como forma de vislumbrar estructuras vesando el Mediterráneo, centroamericanas en La y los posibles escenarios que enfrentaremos. Bestia hacia Estados Unidos, africanas y asiáticas agolpándose en Tapachula, rohingyas abandonan(In) Movilidades (In) Humanas do Myanmar, venezolanas hacia Colombia, y Empezando por el un largo etcétera. Estas La pandemia actual apunta ya a una fi nal, es importante desson algunas migracioprofunda transformación de las motacar el vínculo entre los nes hirientes, y muy visibles: otras muchas nunca lo serán, pues vilidades. En tiempos de Covid-19 los humanos desaparecen de las calles procesos de los seres humanos, y los de los seres no-humanos. No por justamente tratan de nada formamos parte evitar el control de los de un mismo ecosistegobiernos y corporaciones que las persiguen. Por ma, en el cual los delicados equilibrios entre unos razones económicas, políticas, ambientales, culy otros son los límites mismos del equilibrio sistéturales… este tipo de movilidad se ha constituido mico. En tiempos de Covid-19, mientras los seres como uno de los grandes problemas (fenómenos, humanos desaparecen de las calles y los territorios, retos, característica… según quién lo interprete) los seres no-humanos (todos Seres) que hasta ese del mundo moderno, multiplicando a su alrededor momento estaban ocultos, reaparecen y los ocupan imaginarios, prejuicios, corporaciones de segurinuevamente. En ese sentido, este mundo se ha dedad, instituciones multilaterales, políticas de consarrollado bajo el parámetro de que la movilidad de trol, redes, muros. En sí, una completa y rotunda unos seres (los que valen, los que cuentan), implica contradicción con el gran supuesto del capitalismo la inmovilidad de los demás (quienes sí o sí, han de neoliberal, el libre movimiento de todos los factores someterse). y la desaparición (o debilitamiento) de Estados-NaEn cuanto al segundo término, que es en realición y fronteras. dad el primero: si bien resulta más familiar hablar

de “migración”, y la podemos asociar tanto con las migraciones internacionales entre países, como con las migraciones internas dentro de un mismo país, la noción de (in) movilidad permite incorporar no sólo todos los movimientos, si no también los no-movimientos que son su contracara. En los países emisores de migración forzada del Sur Global (Libia, Siria, Afganistán, Somalia, y por supuesto la región centroamericana) las violencias derivadas de los conflictos por el control de los territorios y el extractivismo de sus recursos dinamitan la capacidad de permanecer a crecientes poblaciones humanas que, al mismo tiempo, ven limitadas las

posibilidades de desplazamiento a otros territorios. De esta forma los megaproyectos funcionan como detonadores de la expulsión y como “tapones migratorios” orientados al control, gestión de instrumentalización de dichas (in) movilidades.

En ese sentido, la noción de (in) movilidad refiere al amplio abanico de desplazamientos humanos que son provocados, incentivados, o controlados como consecuencia directa de la intervención (y destrucción) humana de los territorios. Entre las movilidades, podemos considerar el desplazamiento interno, la migración internacional (regional o global), el exilio, las diásporas, la movilidad pendular y transfronteriza, incluso el turismo. Respecto a las inmovilidades, éstas pueden referir a la existencia de condiciones o estructuras que impiden a las personas salir de sus lugares de origen; cuando se establecen redes organizadas de secuestro/trata de personas (que pese a que desplazan a las personas, lo hacen en condiciones de limitación de su movilidad voluntaria), o cuando una vez iniciado un proceso migratorio, las personas se ven controladas y limitadas para continuar su viaje hacia el destino previsto. La idea/noción de (in) movilidad resalta entonces el carácter forzado que adquiere tanto el desplazamiento como la permanencia, así como una condición permanentemente temporal: ni la permanencia ni la movilidad parecen tener fin, y cuestionan los alcances de la supuesta voluntariedad tanto de una como de otra.

El Covid y la transformación de las (in) movilidades

OMAR MARTÍNEZ/CUARTOSCURO Hemos pasado del mantra pretendidamente universalista defendido por Naciones Unidas, la Organización Internaiconal para las Migraciones (OIM), y cualquier (organismo o persona) con un mínimo de corrección política, sobre el “derecho a migrar”, y la “migración legal, ordenada y segura”, al “Quédate en casa”. Y la transformación de este mantra no es inocente, ni casual.

Quédate en casa. La misma construcción semántica indica que no es una decisión voluntaria, sino un imperativo. En muchos casos, no se ordena, aunque se recomienda encarecidamente. Incluso, según el país, se amenaza con multas, detenciones, castigos o disparos. Quédate en casa. Nos quedamos en casa quienes podemos, y no es ni mucho menos toda la población mundial. Se queda en casa por primera vez la población que antes podía moverse con mayor facilidad: las personas viajeras del mundo desarrollado, las clases medias acomodadas, quienes pueden trabajar desde su casa con

comodidad, o incluso, no trabajar manteniendo les toca “quedarse (quien sabe hasta cuando) en sus derechos laborales. La orden aplica para todos, casa (que ni es casa, ni es suya)” ahí, sobre la línea. pero no todos podemos hacerlo. Para quienes esEn el sur, miles de migrantes siguen atravesando la tudiamos migraciones, esta simple frase implica un frontera por sitios cada vez más escasos, peligrosos verdadero reordenamiento (veremos si temporal, o y vigilados (si no por la Guardia Nacional, por made qué formas se harán crónicos sus efectos) de las ras y otros grupos delictivos), sólo para encontrar (in) movilidades tal y como las conocíamos. ¿Qué que el verdadero muro de Trump empieza justo al ocurre con las personas migrantes, aquellas que ya norte del Suchiate y al menos, hasta el Istmo de Teno tenían/ni tienen casa, quienes no pueden elegir huantepec. Con suerte podrán llegar a una de las quedarse o ya estaban a mitad de camino en su miverdaderas y únicas “casas” que encontrarán en el grar? ¿En qué parte de los caminos de la migración camino, las casas para migrantes. No, las “estacioforzada quedaron olvidados los derechos humanos? nes migratorias” (como Siglo XXI en Tapachula) -Según datos del Pew Research Center de Esni se parecen ni son ni pretenden ser “casas”. tados Unidos, el 94 por ciento de la población Estas son sólo algunas refl exiones tentativas mundial tiene restricciones para moverse por sus alrededor de las transformaciones que Covid-19 fronteras. “Al 31 de marzo de 2020, 143 países está provocando en términos de (in) movlidades tenían cierres de fronteras completos (64 de ellos) (in) humanas. Son tiempos donde desapareció el o parciales (los 79 restantes) debido al brote”. En “derecho a migrar”, y ya veremos cómo regresa, Argentina, Bolivia y otros países andinos, ni siquiecuando regrese, si regresa. Y para quienes defenra los nacionales que residen en el exterior pueden díamos el “derecho a permanecer”, nos encontravolver a su propio país. mos con la obligación -Estados Unidos tarda una media de 96 minutos en expulsar EU tarda 96 minutos en expulsar a quienes ingresan a su territorio sin aude autorrecluirse. Entre las paradójicas contradicciones que afl oran, de vuelta a quienes intorización, personas que tardaron mela pandemia que se gresan en su territorio ses o años en llegar hasta allá extiende por el mundo sin autorización, con no la han transportado la mano en la cintura las personas migrany amparándose en la emergencia por el coronavites, subalternas de la modernidad eurocéntrica, rus. Personas que en la mayoría de los casos pasasino las poblaciones de turistas privilegiados del ron meses, si no años, en llegar hasta allá, sufriendo norte global. Los muros que estos últimos levantodo tipo de difi cultades y violencias. taban para impedir el paso de la migración in-En Guatemala, con sus fronteras cerradas y documentada, ni la detuvieron, ni la detendrán, bajo toque de queda, siguen llegando diario dos como tampoco conseguirán impedir que ingrese aviones con migrantes deportados desde Estados el virus pues son sus mismos ciudadanos quienes Unidos. En sus comunidades, donde antes les eslo propagaron, pero les dejarán aislados y presos peraban familia y vecinos, hoy día vuelven a ser en su misma cárcel. La (pen) última de las conperseguidos y expulsados, cargando el estigma y tradicciones paradójicas (siempre habrá una más), prejuicio de venir del gran foco mundial de virus. una de las pocas luces que se vislumbra entre tanta Todos los actores involucrados (el gobierno estaduoscuridad, es que mientras la población humana nidense, el de Guatemala, las personas guatemaltemundial se queda en casa, parte de la población cas residentes, las deportadas) reivindican o sufren no humana mundial recupera sus espacios: delfi - por movilidades “en contra de su voluntad”. nes en Venecia, venados en las playas, jaguares en -En México, las dos fronteras se han convertido la selva. Saben, o intuyen, que quienes nos hemos en grandes centros de confi namiento: en la fronteconvertido por voluntad propia en sus enemigos, ra norte, las personas migrantes esperaban entrar a estamos confi nados e inmóviles, y paradójicamenEstados Unidos para pedir asilo bajo el programa te, eso les devuelve el derecho y el privilegio de mo“Quédate (temporalmente) en México”, y ahora verse libremente.

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