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Bartola la bailarina

Fuga

Tus ojitos me saben pedir tus ojitos me saben tentar dulce dulce me saben besar caramelo tus ojitos.

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Tus ojitos me saben pedir tus ojitos me saben tentar dulce dulce me saben besar carame… el sol no tiene reemplazo.

Conocí a Bartola Sancho Dávila33 en 1957, cuando ella ya frisaba los 74 años. Ávida por gozarla en lo suyo la recogí y, con egoísmo inusual, me la llevé solo para mí. Ya en mi casa, con gran ingenuidad, le puse un disco a ver si se animaba a bailar, y lo hizo, y… de tal forma que despertó mi inspiración. Así nació la primera marinera limeña con resbalosa y fuga que hice en ese mismo año y que le canté acompañada por Luciano Huambachano y Elías Ascuez, ante un jurado de lo más exigente: Manuel Quintana, Augusto Ascuez y José Durand Flórez, quienes la aprobaron.

Al oírla, la septuagenaria y espigada Bartola –que en su juventud había cantado jarana con su prima Isabel y tocado ambas muy bien el cajón– saltó como impulsada por un resorte, sacó de un bolsillo de su ropa los zapatos negros chatos, estilo bebé, que usaba para las marineras, y paseó, giró, dibujó y escobilló con gracia y donaire que no se han vuelto a ver.

Ella compartía con su esposo Goyo y muchísimos cuyes un humilde cuartito de suelo de tierra apisonada, en un lúgubre callejón de la cuadra cinco del jirón Cajamarca en el Rímac. Como por la estrechez en la que vivía no le era posible adquirir un radio, con gran cariño le proporcioné uno para que escuchara su canción y todo lo que la pusiera contenta, y feliz y amorosa, cuando me veía llegar a su casita me cantaba bailando en la vereda:

33 Bartola nació en Malambo el 24 de agosto de 1883. Sus padres fueron don Zenón Sancho Dávila y doña Eulalia Novoa.

Te quiero más que a mi vida más que a mi vida te quiero y si no fuera pecado más que a la Virgen del Carmen.

Fue una relación entrañable.

Bartola

Marinera limeña derecha creada por mí en 1957.

Ya salió a bailar Bartola toda ella es marinera toda ella es marinera qué gracia la que enarbola qué donaire, zalamera ya salió a bailar Bartola.

Salmuera malambina brota en su risa revuelve su pañuelo y cómo hechiza salmuera malambina brota en su risa.

Brota en su risa negra quimba y guaragua recoge la pollera luce la enagua. Amarre

Amarre

Cepilla el suelo finito ¡ay! qué bonito. Remate

Bartola Sancho Dávila, yo, Víctor “Gancho” Arciniega, Abelardo Peña y Luciano Huambachano, en el homenaje a Bartola en Canal 13.

Tras la muerte de su pareja Julio “El Quemao” Peña, doña Bartola Sancho Dávila continuó bailando marinera limeña tradicional con don Abelardo Peña, genuino bailarín de este canto de contrapunto. Bartola Sancho Dávila en el programa de televisión sobre la marinera limeña presentado por el doctor José Durand Flórez. Atrás, el cantor Ulderico Espinel.

De izquierda a derecha: Óscar Avilés, José Durand Flórez, Abelardo Peña, Bartola, Elías Ascuez, yo, Eduardo Bryce y Luciano Huambachano.

Con Porfirio Vásquez.

Bartola

Marinera limeña creada por mí en 1957, de término y con tres términos. La grabé para Sono Radio en el LP 2195. Con posterioridad la incluí en el ELD 2106 para Odeón-IEMPSA y más adelante en el CD Juntos, con la guitarra de Óscar Avilés.

Ya salió a bailar Bartola ay, ay, ay toda ella ¡caramba! es marinera Bartola, Bartola ay, ay, ay, toda ella ¡caramba! es marinera Bartola, Bartola morenita qué gracia la que enarbola ay, ay, ay, qué donaire ¡caramba! qué zalamera Bartola, Bartola ay, ay, ay, ya salió a bai, ¡caramba! a bailar Bartola Bartola, Bartola

Salmuera malambina brota en su risa ay, ay, ay34 su pañuelo ¡caramba! y cómo hechiza Bartola, Bartola ay, ay, ay, malambina ¡caramba! brota en su risa Bartola, Bartola Amarre

Amarre

Brota en su risa negra quimba y guaragua ay, ay, ay la pollera ¡caramba! y luce la enagua Bartola, Bartola

ay, ay, ay Suelo finito, Remate ¡caramba! ay, qué bonito Bartola, Bartola

Resbalosa

Aún me parece un sueño aún no sé si es realidad yo vi bailar a Bartola ¡por Dios qué preciosidad!

34 Acá los términos sustituyen parte de la letra.

En el paseo ¡qué garbo! ¡qué manera de bailar! ¡qué señorío, qué ritmo por Dios qué preciosidad!

Cómo quiebra la cintura ¡ay señor! qué agilidad ya quisiera por ventura alguien como ella bailar

Cómo quiebra la cintura ¡ay señor! qué agilidad ya quisiera por ventura alguien como ella alguien como ella bailar, ja ja.

¡Que viva la mazamorra y la gracia de mi tierra! Llamada

Como Bartola con donosura sin sanguarañas ¿quién bailará? ¿quién dijo yo? ¡guá qué lisura! otra Bartola ya nunca habrá.

Como Bartola con donosura sin sanguarañas ¿quién bailará? ¿quién dijo yo? ¡guá qué lisura! otra Bartola… ¡como Bartola no habrá! Fuga

Un mal día, su único nieto Ricardo Rodríguez –hijo de Herminia Romaní, hija única de Bartola– me llamó angustiado para darme una mala noticia que fue el comienzo del fin: la gran bailarina se había roto un brazo.

Inmediatamente la llevé a la Asistencia Pública de Grau, donde la atendieron y enyesaron, pero el caso no quedó allí, siguió la mala racha y casi enseguida Goyo, su marido, que era pintor de brocha gorda, se cayó de una escalera y para mala suerte quedó inválido.

Durante el baile de marinera limeña Abelardo Peña y yo amarrando por la izquierda.

Imponiendo el paseo de la marinera de Lima.

Musi Hunt, hija de Rosita Alarco, con Enriquito Aramburú Ferreyros. Obsérvese que el hombre no baila moviendo el tronco, como equivocadamente lo están haciendo ahora. (Alicia Maguiña).

Rosa Alarco Larrabure bailando marinera limeña con Enrique Aramburú Raygada. “Regresa Rosa Alarco / desde el olvido / resucita el pañuelo / enardecido”. (Alicia Maguiña).

El notable autor y compositor del vals “La cabaña” Alejandro Sáez León y Augusto y Elías Ascuez de jóvenes. Archivo: Rosaura Sáez. Cortesía: Fred Rohner.

Augusto y Elías Ascuez Villanueva. “Alicia Maguiña es la expresión verdadera de lo criollo”. (Augusto Ascuez en el programa El Señor de la Jarana).

Durante el programa de televisión El Señor de la Jarana, realizado por José Durand Flórez en homenaje a Augusto Ascuez, podemos observar que este canta acompañado por Vicente Vásquez Díaz, especialista –entre otros ritmos de nuestra costa– en marinera limeña, lo que prueba que Augusto, a la muerte de Elías y Huambachano, nunca cantó acompañado por cualquier guitarrista. No lo sobrevive ninguno.

Elías Ascuez Villanueva. “Con la piel encrespada / y los sentidos / escucho al cantor criollo / sobrecogido”. (Alicia Maguiña). Augusto Ascuez Villanueva. “Voz de pecho enronquecida / voz quebrada / voz sentida / canto vivo y descarnado / de amanecida”. (Alicia Maguiña).

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