La Panera Periódico mensual de Arte y Cultura
I
septiembre 2013
42 Distribución gratuita
La negra música de
Tom Waits
Bravo Ramos
Rudólf Nuréyev entre el cielo y el infierno
Latinstock / Henri Bureau
Cumbre del documental chileno
Benito Ramos Catalán
Enrique Swinburn
Arturo Gordon
Valenzuela Llanos
Ernesto Molina
Benito Rebolledo
Onofre Jarpa
Valenzuela Puelma
Pedro Luna
Alberto Orrego Luco
Pedro Lira
Alvaro Casanova
Bci te invita a vivir la experiencia del arte y la historia de Chile La “Colección Privada de Artistas” es parte de nuestro patrimonio cultural y es un reflejo del espíritu de quienes retrataron a nuestro país en diferentes épocas. La muestra es exhibida en el Edificio Corporativo. (El Golf 125, Las Condes). No dejes de visitarla.
Calendario visitas guiadas sep. 05
oct. 24
nov. 14
Días jueves, desde las 18:30 hrs.
Las visitas guiadas son gratuitas y mensuales, días jueves a las 18:30 hrs. previa inscripción llamando al 2839 7329. Cupos limitados
Infórmese sobre la garantía estatal de los depósitos en su banco o en www.sbif.cl
La Panera 8
Artes Visuales
10
Erick Samakh en diálogo con Rodin y su entorno natural
Joel-Peter Witkin, el amante de lo no querido
Orígenes La medievales vicisitudes de Galileo y su Telescopio 15 Ópera Giuseppe Verdi, celebrando al rey italiano de la ópera 20 22
Teatro The Globe Theatre, orgullo del patrimonio británico
Destinos Portland, la Meca del progresismo 24 Música El lado B del canto social y político 30
«Pierres de lucioles», Erik Samakh © musée Rodin 2013. photographie M. Domage
Literatura La revolución digital de los textos escolares llegó para quedarse 36 Columna de Lina Meruane Exploración vicaria de la perversión 38 39
Columna de Edison Otero
40
Gestión Cultural
42
Cultura de vida
A propósito del ateísmo
Estreno en sociedad del GPS de la cultura
Mitos y Relatos para celebrar un entretenido dieciocho en familia
Columna de Miguel Laborde Alonso de Ovalle y Pastene, primer constructor de la imagen país 44 Patrimonio Los Hermanos Mayores que alberga la América Profunda 46
Periódico mensual de arte y cultura editado por la corporación cultural arte+
lapanera@galeriapready.cl
Presidenta Patricia Ready Kattan Directora General Susana Ponce de León González Directora de la sección Artes Visuales Patricia Ready Kattan Editora Jefa Susana Ponce de León González Coordinadora Periodística Pilar Entrala Vergara Dirección de arte Rosario Briones Rojas Diseño Rosario Briones Rojas Asistentes de diseño Simoné Malacchini y Bernardita Espinoza Colaboradores Sandra Accatino - Carolina Andonie - Isabel Margarita Bustos Pilar Entrala - Evelyn Erlij - César Gabler - Violeta Güiraldes - María Teresa Herreros Victoria Jiménez - Carmen Gloria Larenas - Miguel Laborde - Camila Marambio Lina Meruane - Andrés Nazarala - Edison Otero - Juan Carlos Ramírez - Heidi Schmidlin Juan José Santos - David Vera-Meiggs - Antonio Voland Corporación Cultural Arte+ Espoz 3125, Vitacura, Santiago de Chile. Fono +(562) 2953-6210 Representante Legal Rodrigo Palacios Fitz-Henry Imprenta Gráfica Andes
www.pefc.org
Vea la versión digital de La Panera en www.galeriapready.cl www.lapanera.miracultura.cl dirac.minrel.gov.cl Contacto para auspicios y suscripciones: Roxana Varas Mora rvaras@lapanera.cl
Certificado PEFC Este papel proviene de bosques manejados en forma sustentable y fuentes controladas
LA PANERA se distribuye en todo Chile y, con el Patrocinio de la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores (Dirac), se hace presente en varios puntos del extranjero (embajadas, agregadurías culturales, consulados y otros). A través de la empresa HBbooks llega a las bibliotecas de las universidades de Harvard, Stanford, Texas (Austin), Minnesota y Toronto, y del Ibero-Amerikanisches Institut (Berlín). Además, la Biblioteca Kandinsky del Centro Pompidou de París la ha incorporado a su catálogo oficial. Y también está disponible en las bibliotecas de la National Gallery de Londres, de los museos Tamayo de México, ThyssenBornemisza y Reina Sofía de Madrid, y de la Internationella Biblioteket de Estocolmo. Premio Nacional de Revistas MAGs 2013, categoría Mejor Reportaje de arte, entretenimiento, gastronomía, tiempo libre, espectáculos; y Premio Nacional de Revistas MAGs 2012, categoría Mejor Reportaje de turismo, viajes y fomento a la cultura chilena, otorgados por la Asociación Nacional de la Prensa. 20 mil ejemplares de distribución gratuita.
Proyecto acogido a la ley de donaciones culturales Nº18.985
Las opiniones vertidas en esta edición son de exclusiva responsabilidad de quien las emite.
Artes Visuales
De las inseguridades,
«208: Cella» (detalle) Barniz sobre PVC. 92 x 122 cms, 2013.
una certeza
El propio artista escribe en estas páginas sobre la génesis y el significado del trabajo que mostrará hasta el 18 de octubre en la sala grande de la Galería Patricia Ready. por adolfo bimer
4 I La Panera
T e n g o u n a i m a g e n dentro de mi cabeza. Es como si al cerrar los ojos uno viera en el espejo cóncavo del párpado una especie de cosa. Una cosa que no se está quieta. Esta imagen probablemente se da en el traspaso de la luz por el párpado. Entonces, podría ser el párpado y su transparencia. Parece no tener forma ni contexto y, por más que lo intento, tampoco un color exacto. Quizás, puede que no sea una imagen. No estoy muy seguro. Pero sí puedo decir que es suficientemente pregnante como para crecer en mí y mantenerme ocupado, buscando algo. En las cristalizaciones de la pintura parece estar más presente que en ningún otro lugar. Un camino tal vez. No sé. La verdad: no estoy seguro y puede que no sea tan explicable, después de todo.
En el proceso de generación de estos trabajos, la imagen inicial realizada por mí (o más bien, pretendida por mí) se articula mediante interacciones directas de los materiales pictóricos; sometiéndose luego a los rigores de las fuerzas físicas y químicas que sobre ellos actúan, como son la gravedad, la presión, la temperatura, el oxígeno, etc. Estas interrelaciones son lo que define la forma final que adopta la imagen, pues gracias a ellas la pintura se aposenta o se derrama, se oxida o abrillanta, se vuelve flujo, sangre o grasas, se coagula en una costra, emerge hacia la superficie o se hunde en un fondo pantanoso, dejando sólo el reflejo ambiguo del exterior, escondiendo lo que pasa dentro suyo.
«190: Buena idea, mala idea I» Barniz sobre foamboard. 84 x 122 cms, 2012.
«187» Óleo, spray y barniz sobre foamboard. 84 x122 cms, 2012.
«191» Óleo, spray y barniz sobre foamboard. 84 x 122 cms, 2012.
desconciertan mi expectativa, para bien o para mal, siempre resultan distintas a lo que creía que podía llegar a ver. Nunca puedo tener total seguridad de la imagen, como tampoco se puede tener seguridad de cómo se ve nuestro cuerpo en su interior. Supongo que eso es lo que hace atractivo el acto de pintarlas; que se construyen en una especie de negociación orgánica entre mis intenciones y las reacciones químicas y físicas del entorno, estableciendo así al cuadro como el punto medio en la concreción del resultado. La forma resultante es la manifestación de una no certeza como sistema para la creación de una imagen. Pero, curiosamente, los resultados alcanzan mayor fidelidad con la sensación de un cuerpo, un fragmento, su rostro, un órgano o un hueso, un conjunto de células. Se genera un campo de sentido metafórico entre lo corporal de la pintura y lo pictórico de los flujos internos del cuerpo. E s ta s p i n t u r a s
fotos: © Juan Edwards
Una forma de la que no se puede tener seguridad hasta que está seca, siendo esa la única evidencia del resultado. El testimonio de las inseguridades, una certeza. Una inseguridad detenida, un instante congelado que por obligación (como consecuencia de verse detenido) vuelve al cuerpo certeza. A veces me pregunto qué hubiera pasado, cómo habría sido el cuadro si tuviera la oportunidad de avanzar un par de horas más, de centímetros, de manchas o granos más, en qué o cuál forma habría desembocado su trayecto por la superficie. Esto, lamentablemente, o quizás para mejor, nunca podremos saberlo. «207: Desencarnación» Spray, esmalte y barnices sobre foamboard. 58,5 x 64,5 cms, 2013.
“Como todos los soñadores, confundí el desencanto con la verdad”, Jean Paul Sartre (1905-1980), filósofo existencialista francés.
La Panera I 5
Artes Visuales
La secreta armonía de las pinturas de
Joannes Vermeer El domingo 13 de octubre, el Teatro Nescafé de las Artes ofrecerá la película del documentalista Phil Grabsky y del historiador Tim Marlow, realizada a partir de la exposición «Vermeer y la Música: El Arte del Amor y del Placer», que acaba de exhibir la National Gallery de Londres. POR SANDRA ACCATINO
© The National Gallery, London
J
© The National Gallery, London
«Mujer tocando un virginal de pie», c. 1670-2. Óleo sobre tela, 51,7 x 45,2 cm. National Gallery, Londres.
«Mujer sentada ante el virginal», c. 1670-2. Óleo sobre tela, 51,5 x 45,5 cm. National Gallery, Londres. 6 I La Panera
sentación del arte de la música lo que ha convocado la muestra donde la National Gallery de Londres exhibió recién cuatro pinturas del artista, instrumentos musicales, partituras, libros de emblemas, otras treinta y dos telas del Barroco holandés y conciertos en vivo.
oannes Vermeer (1632-1675) fue olvidado pocos años después de su muerte. No hubo durante más de un siglo, salvo algunas excepciones, menciones a su vida y a sus escasas obras, por lo LOS SENTIDOS DE LA MÚSICA que, hacia principios del siglo XIX, las falsas atribuciones y la dispersión de sus cuadros y En el Barroco, a la brillante y efímera sodocumentos habían vuelto irreconocible la fisionomía de su trabajo y desconocida y vaga noridad de la música se oponía el silencio y la inmutabilidad de las pintusu biografía. Sólo después de ras. A diferencia de éstas, la 1866, cuando el político y música está sujeta y se transcrítico de arte Etienne-Joseforma con el paso del tiemph Théophile Thoré publicó po: las notas transcurren y tres largos y entusiastas artíson relevadas por otros soniculos sobre él en la «Gazette dos. Puesto que no existían des Beaux-Arts», las pinturas en esa época los sistemas de del artista neerlandés volviegrabación y reproducción ron a emerger y nuevamente que hoy conocemos, la músise delineó la figura de este ca en el siglo XVII se desvapintor, marchante y experto necía apenas nacía. Por ello, en arte, que vivió en Delft «Quid Non Sentit Amor», Jacob Cats, administrando el albergue 1627. National Gallery of Art Library, en las pinturas y emblemas, la presencia de instrumenheredado de su padre y que, Washington D.C. tos musicales es un símbolo en medio de la guerra entre Francia y Holanda, murió ensombrecido por de la futilidad y de la vanidad de las cosas y de los placeres del mundo. Al mismo tiempo, la ruina económica. En los mismos años que historiadores y crí- debido a la dificultad que suponía el trazaticos redescubrían su creación, el movimiento do de las formas y volúmenes de los laúdes impresionista se vio reflejado en los prístinos y de las cítolas, desde el Renacimiento su recolores, en el retrato de vidas mínimas y en la presentación en pinturas y grabados se había materialidad que alcanza la luz en sus pintu- convertido en una demostración del talento y ras, y Marcel Proust escribiría sobre ellas en del oficio del artista. En Holanda y en el resto de Europa, la mú«En busca del tiempo perdido». La luminosa quietud y el silencio en el que parecen sumer- sica era uno de los pasatiempos más habituales gidos las personas y los objetos, la súbita reve- de la rica burguesía y de la aristocracia, por lo lación del color y la sensación de una secreta que la representación de una joven tocando un epifanía en momentos y gestos extrañamente virginal (teclado) en una habitación solía insuspendidos, aparecen en la novela de Proust terpretarse como una demostración ostentosa como una metáfora de los instantes en los del refinamiento y de la clase social de la mujer que la memoria trae, desde el pasado, recuer- retratada. Las cítolas y los laúdes, sin embargo, formaban parte de las entretenciones que ofredos y sensaciones olvidadas. No es el silencio, sin embargo, sino la repre- cían hombres y mujeres a los clientes de taber-
«La guitarrista», c. 1672, óleo sobre tela. 53 x 46,3 cm. Iveagh Bequest Kenwood House, Londres.
nas o burdeles. También al interior de las casas, las clases de música podían transformarse en lecciones de seducción. Asociados a la sensualidad y al sentimiento amoroso, los instrumentos musicales aparecen en emblemas, adagios y pinturas holandesas vinculados a la armonía que gobierna las leyes del amor. Así lo ilustra el emblema “¿Qué no percibe el amor?”, que el poeta, humorista, jurista y político neerlandés Jacob Cats imprimió en 1627. La imagen representa a un hombre afinando un laúd mientras otro permanece sobre la mesa y el texto que la acompaña describe cómo el sonido de un instrumento resuena en otro, tal como las almas de los amantes están en armonía, incluso cuando están separados. También en «Mujer sentada ante el virginal» y en «La lección de música», dos de las pinturas de Vermeer incluidas en la exposición de la National Gallery, mientras las mujeres tocan un virginal y una espineta, respectivamente, un bajo de viola descansa apoyado en una esquina o permanece en el suelo. En la primera pintura, la mujer ha dejado de tocar el instrumento, mientras invita con la mirada al espectador a acompañarla. En el segundo, en cambio, la joven que toca la espineta se encuentra junto a un hombre de pie que la observa. CUADROS Y PALABRAS DENTRO DE LA PINTURA
En la pintura holandesa del siglo XVII, era habitual que en las escenas que transcurrían en una habitación se incluyera un espejo, un mapa, un cuadro o un texto inscrito en alguna superficie, proyectando e imitando en el interior de la pintura el espacio donde ellas mismas serían colocadas. Los motivos de las telas representadas o las frases inscritas solían extender el sentido de la pintura hacia nuevos significados morales o espirituales, invitando al espectador a buscar relaciones entre unas y otras imágenes, o entre éstas y las frases inscritas.
«La lección de música», c. 1662-65. Óleo sobre tela, 73,3 x 64,5 cm. Buckingham Palace, Londres. En 22 años, Vermeer pintó entre 45 y 60 cuadros, una producción extraordinariamente reducida si se la compara con la de otros pintores coetáneos. De esas obras, sólo 34 o 35 llegaron hasta nosotros.
En «Mujer sentada ante el virginal», sobre el rostro de la joven se alcanza a ver un fragmento de «La alcahueta», un cuadro de Dirck van Baburen que perteneció a la familia de Vermeer. La joven que nos observa en «Mujer tocando un virginal de pie» aparece enmarcada por una pintura que representa a un Cupido que sostiene en su mano un naipe, aludiendo quizás al azar que gobierna tanto al juego como al amor. El cuadro colocado sobre el muro en «La lección de Música», ha sido identificado como una imagen de «Caridad romana», en la que Cimón, un anciano condenado a morir de inanición, es secretamente amamantado por su hija. Como la inscripción pintada en la tapa de la espineta nos recuerda que la música es la compañera de la alegría y el remedio a los dolores, tal vez se pudiera concluir que la escena alude a la nutrición espiritual que, a través de la música, la joven da a su padre, que algunos especialistas han identificado como un autorretrato del propio Vermeer.
En esta pintura, como en las otras de este artista, cada cosa representada surge, sin embargo, fragmentada y limitada a su incompleta forma de aparecer en la tela. Cautivados por las frases e imágenes inscritas y sus eventuales sentidos, quisiéramos hacer emerger desde ellas un significado que unificara todos los elementos que integran las pinturas de Vermeer. Sin embargo, al igual que los bordes que definen los cuerpos y las figuras de sus obras, el pintor ha vuelto tenues y borrosos también los eventuales significados que subyacían en las imágenes que representaban a hombres y mujeres tocando instrumentos musicales. Aunque las frases y los cuadros pintados al interior de estas obras de Vermeer tienden a aludir a la experiencia del amor y del erotismo, ellas no emiten claramente un juicio ni construyen un relato, quizás porque son, como la vida misma, más complejas que las explicaciones que podemos dar de ellas.
“Los verdaderos pintores comprenden las cosas con el pincel en la mano", Berthe Morisot (1841-1895), artista impresionista francesa.
La Panera I 7
Artes Visuales
Naturaleza muerta
Witkin
Gentileza Galería Baudoin Lebon
o el horror en el arte
«Negre’s fetishist», 1990.
los modelos. Si la Goldin fotografía travestis o transexuales porque es su amiga, Witkin as obras de Joel-Peter Witkin parece hacerlo por un curioso gusto estético, (1939) –quien expone en el Museo que revive por otros medios la antigua práctiNacional de Bellas Artes hasta el 22 ca estadounidense de los freak shows. No exde septiembre– parecen imágenes traña, entonces, la estética decimonónica que perfectas para un disco de Death emplea este artista neoyorquino. Metal. Cadáveres, esqueletos, Técnicamente trabaja como si seres raros en actos ominosos o nos encontráramos en el siglo parodiando a clásicos de la pintuXIX. Aquí, una primera señal. ra, que viene a ser casi lo mismo. Witkin no parece interesarse por Witkin ejemplifica la postura del lo actual. O lo hace de una maneoutsider. Su extrema singularidad ra extraña, transformando el preamenaza con desarmar los relatos sente en un universo de sueño o artísticos al uso. ¿En qué casilla pesadilla, velado por el blanco y del arte o de la fotografía situarnegro. Sus personajes, galería de lo? Como fotógrafo parece operar raros, son tratados como piezas de en un espacio más próximo al de museo que invitan al horror tanto Nan Goldin, «Kanny». la pintura. Como artista se acercomo a la fascinación. El propio ca a los discursos sobre el otro, instalados en decorado y relato los vuelve seres de ficción y el arte desde los ochenta. Fotografía a per- por un momento los creemos parte de algún sonajes que habrían podido retratar Robert cuidadoso simulacro. Tomando prestadas, en Mapplethorpe o Nan Goldin, pero lo hace muchas ocasiones, composiciones de la pindesde una narrativa en la que, pese a sus pro- tura barroca, Witkin tampoco parece inmerpias declaraciones, no es clara su empatía con so en un simple juego de citas. No parodia
Por César Gabler
Gentileza Galería Baudoin Lebon
L
«Woman on a table», 1987.
Gentileza Galería Baudoin Lebon
Técnicamente, el fotógrafo neoyorquino trabaja como si estuviéramos en el siglo XIX. No parece interesarse por lo actual. O lo hace de una manera extraña, transformando el presente en un universo de sueño o pesadilla, velado por el blanco y negro.
«Vanity», 1990. 8 I La Panera
«Study for the base of the cross», 1985.
Andy Warhol, «Green Car Crash» (Green Burning Car I), 1963.
«Las Meninas», 1987.
simplemente a sus modelos. Al confrontar su universo con clásicos universales, pone de manifiesto que sus personajes representarían oposiciones al canon. Su reverso maldito. GABINETE DE CURIOSIDADES
No es casualidad, entonces, su estética barroca. Una revisión al arte de pintores como Caravaggio, José de Ribera o el propio Diego Velázquez, nos pone en presencia de imágenes que parecen interesarse en mundos muy lejanos al idealismo estético renacentista. Una obra de Ribera como «La Mujer Barbuda» (1631) representa una seria fascinación por aquellos seres cuya apariencia desafía los límites de lo bello y hasta de lo posible. Como en muchas de las imágenes de Witkin, la Barbuda es representada con un alto grado de elaboración, señalando su importancia. La mujer es tratada con el rigor con que se abordaría la estampa de un dignatario. Y es que su propia singularidad la pone como centro de interés. La fantasía barroca, devota de los Gabinetes
de Maravillas o Curiosidades, observa cada “anormalidad” con ojo devoto. El III Duque de Alcalá, quien encomendó el retrato de la barbuda al pintor, tenía en su colección otros retratos de enanos o gigantes. Un inventario de la naturaleza en su infinita capacidad de producir sujetos singulares. No son pocos los artistas que reprodujeron estas salas atestadas de curiosidades traídas de lugares lejanos. De esa voluntad de atesorar lo anómalo como objeto de estudio y contemplación, se vale Witkin en muchas de sus imágenes. Operando con piezas anatómicas conservadas en gabinetes tanatológicos, el artista realiza una cuidadosa maniobra de construcción. Como en los fotomontajes de George Grosz o John Heartfield, él trabaja con fragmentos corporales. Reales eso sí. DOMESTICAR EL HORROR
Witkin parece compartir esa fascinación, pero si creemos en su propio relato autobiográfico, su aproximación a lo extraño y a lo
José de Ribera «La Mujer Barbuda» (1631).
monstruoso es despertada por el horror. De niño habría contemplado, a pasos de su casa, un accidente automovilístico. Zafándose de su madre se acercó a los autos y vio la cabeza decapitada de una niña rodar hasta él. Witkin solo tenía seis años. Las obras del fotógrafo podrían contemplarse como actos de reparación frente al trauma de ese recuerdo primario. En «Car Crash», la serie de Andy Warhol, el horror parece resolverse a través de la multiplicación. Un fatal accidente de auto es repetido decenas de veces hasta perder, aparentemente, su significado. Witkin, en cambio manipula y singulariza la experiencia, pero en su laboriosa estética termina poniendo un marco y un velo frente al horror. Si el trauma en Warhol se resuelve con la repetición, en Witkin lo hace a través de la estética. Su estetización opera como distanciamiento. Los fragmentos corporales, con los que muchas veces trabaja, podrían ser una forma de domesticar sus propios miedos y los nuestros. Su trabajo en estudio da cuenta de una acabada construcción. No son los encuentros fortuitos o deliberados con lo real propios del fotoperiodista. Witkin no es Weegee ni tampoco Diane Arbus, fotógrafos a los que admira. No sale en busca de lo extraño para captarlo en su entorno. Si Weegee fotografió a orgullosos travestis sonriendo al salir de un carro policial, Witkin los ha llevado a su estudio. Las suyas son construcciones, realidades manipuladas y no tiene temor en señalarlo. En sus obras es común ver partes sujetas con alambres y borrones, quemaduras o rayones hechos directamente sobre los negativos. Son intervenciones, formas de control. Aunque real, todo ha sido puesto deliberadamente frente a la cámara y es que lo que Witkin practica siempre es la naturaleza muerta. Literalmente.
“Toda pintura es un hecho: las pinturas están cargadas con su propia presencia”, Andy Warhol (1928-1987), uno de los fundadores del Pop Art estadounidense .
La Panera I 9
Artes Visuales
Erik Samakh en el jardín de Rodin El artista francés, conocido por sus instalaciones sonoras y luminosas, fue invitado a dialogar con las obras del famoso autor en el parque de su museo parisino. El resultado fue la creación de atmósferas que dan vida a las esculturas del maestro y que incitan a reflexionar sobre la convivencia entre la naturaleza y la tecnología.
10 I La Panera
Por Evelyn Erlij
Desde París.
«Pierres de lucioles», Erik Samakh © musée Rodin 2013. photographie M. Domage
S
i se trata de espacios verdes, los de las Tullerías y del Luxemburgo son las elecciones más populares de quienes buscan un poco de naturaleza en París. Pero a pasos de Les Invalides, en la zona más turística de la ciudad, se esconde una especie de jardín secreto que el escultor Auguste Rodin (1840-1917) miraba a diario desde su ventana, cuando era inquilino del Hotel Biron, a comienzos del siglo XX. Hoy, sus obras se reparten entre esa mansión –convertida en el Museo Rodin– y su parque, un terreno de tres hectáreas diseñado al estilo francés, en el que árboles y plantas perfectamente podados crean formas geométricas y perspectivas que por sí solas parecen una obra de arte. Frente a la fachada del edificio, en medio de dos rosaledas, un par de rocas gigantes que parecen caídas del cielo interrumpen la armonía del jardín. De día no llaman mucho la atención. La gente se pasea, las observa con extrañeza; otros no las miran porque creen que son parte del paisaje. De noche, la historia cambia: las piedras destellan pequeñas luces de color verde intenso que crean un ambiente irreal, un paisaje extraño de meteoritos radioactivos que recuerdan a la famosa kryptonita de Superman. Lo que a simple vista parece un escenario fantástico es, en realidad, el diálogo que entabló el francés Erik Samakh (1959) con Rodin y su entorno natural, luego de ser elegido el artista invitado de la programación de arte contemporáneo del museo. Samakh, nacido en Saint-George-de-Didonne, en la costa oeste de Francia, ha pasado los últimos veinticinco años de carrera trabajando con la naturaleza y haciéndola interactuar con la tecnología, repensando la relación del hombre con el espacio en el que vive y extendiendo lazos comunicativos entre lo natural y lo artificial, dos mundos opuestos que conviven cotidianamente. Sus «Luciérnagas» (2008), instalaciones de luz suspendidas en el aire, en el jardín del Château de Chaumont sur Loire; sus «Flautas de hadas» (2007), que suenan gracias a la energía solar en los bosques de Saint-Diéry, o su instalación sonora «Palacio de agua y sapos» (2001), que fue emplazada en el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago de Chile, son ejemplos que evidencian su obsesión por la luz y el sonido, los dos elementos principales de la exposición en los jardines de Rodin. HECHICERO DE LUZ Y SONIDO
Samakh viajó por toda Europa buscando bloques de granito para crear la instalación «Piedras de luciérnagas», once rocas dispersas en sitios inesperados a lo largo del gran patio del museo, con lo que hizo del recorrido una especie de búsqueda, fácil de noche por La Panera I 11
Artes Visuales
«Pierres de lucioles», Erik Samakh © musée Rodin 2013. photographie M. Domage
las luces verdosas, pero compleja de día por su mimetismo con el entorno. Tres de ellas rodean la obra de Rodin «Ugolino y sus hijos» (1881); otras varias están ubicadas en medio de un bosque oscuro, iluminando levemente las figuras del escultor. El contraste de los estilos de ambos artistas es extremo: mientras Rodin trabaja materiaFrente a la fachada, en les palpables, sólidos y medio de dos rosaledas, un perdurables, Samakh experimenta con lo vopar de rocas gigantes que látil e intangible, con la ligereza de la luz y parecen caídas del cielo del sonido, aún cuando interrumpen la armonía éstos provienen de eledel jardín. De día no mentos concretos como la piedra. El juego entre llaman mucho la atención. el oficio artesano y ancestral de Rodin, que esculpe con las manos cada detalle de sus piezas, y el ejercicio tecnológico y conceptual de Samakh, de crear ideas y experiencias a partir de lo inmaterial, recuerdan también los cambios radicales que experimentó el arte en apenas un siglo. El artista ha insistido en que sí hay puntos de unión entre ambos creadores, partiendo por el hecho de trabajar con la materia prima de 12 I La Panera
un lugar para hacer sus obras. Esto, porque la instalación sonora «Voces, tejos», situada en las dos rosaledas, está hecha a partir de voces grabadas pertenecientes a las distintas mujeres que trabajan en el museo, con lo cual involucró al personal del recinto en el proceso de creación. La obra consiste en parlantes escondidos en los árboles del jardín, los que emiten murmullos, cantos y risas mientras los visitantes caminan y observan las esculturas de Rodin. La pulsión de los efectos sonoros armoniza con el desplazamiento de las personas, pero, sobre todo, crea una atmósfera que incita a mirar las obras como si fueran parte de un mismo universo representativo, donde las voces femeninas parecen provenir de hadas invisibles que se ocultan en medio de los arbustos. Al avanzar por los senderos laberínticos del jardín aparece la escultura «Las Tres Sombras» (1886), tres cuerpos masculinos que cargan en sus cuellos inclinados el peso expresivo del estilo de Rodin, y que con la sonoridad de Samakh adquieren un aire aún más perturbador del que ya tienen. Las risas que se escuchan se vuelven aterradoras frente a «La puerta del infierno» (18801890), creando la ilusión de que el barullo sonoro proviene de los más de doscientos personajes que conforman la pieza.
En torno a la célebre escultura «El pensador» (1903), las vocalizaciones sugieren seres invisibles que atormentan al hombre que cavila en lo alto del pedestal. Cada cual imagina su propia historia: al insistir en la interacción entre el sonido y el público, Samakh busca trastocar el sentido común, influir en la imaginación e incitar a la mente a experimentar sensaciones impensadas. “Los sonidos son en realidad algo muy visual. Al intervenir la música de un espacio puedo entrar casi directamente en la memoria, en el imaginario del visitante, que entonces verá lo que quiera ver”, afirmó el artista hace algunos años. Samakh, tal como Joseph Beuys (una de sus grandes influencias), se concibe como una especie de chamán-creador, como un inventor de atmósferas capaz de influir en la percepción del público, de sumir a los visitantes en la ilusión de estar en un territorio extraño, ficticio, donde las figuras dramáticas y expresivas de Rodin son los habitantes. Según señaló, el artista sabía que competir con el famoso escultor era una batalla perdida. En cambio, optó por potenciar sus obras, ambientarlas y, de paso, convertir a cada visitante en un creador por medio de estímulos sonoros y luminosos.
«Ensayos», Ciencia y Arte
¡Con cuidado! Por Camila Marambio
Christy Gast
N
o es fác i l c erra r u n c i c lo, s i em p re
hay algo que resiste, que reclama ser revisado, repasado, atesorado por un tiempito más. Los temas jamás se agotan, las formas no desaparecen del todo, los problemas nunca se solucionan permanentemente, más bien todo, en continuo movimiento, sólo se transforma. Temas, formas y problemas se recombinan dando lugar a nuevas palabras, a nuevos órdenes, a otros caos. Hacerse los sordos al llamado del Castor canadensis es imposible y en la medida que hemos ido desarrollando empatía hacia estos seres, hemos ido escuchando también a otros no-humanos que reclaman buen trato. Estos reclamos ponen en jaque nuestras ideologías, nuestra ciencia y nuestro arte, pero nos aventuramos igual ya que no hacerlo sólo limitaría nuestra propia existencia. Es así como, el “asunto castor” que ha sido tratado en los últimos cinco números de esta columna (ver web para leer anteriores) y que nos ha llevado a descubrir que en el diálogo interespecie e interdisciplinar hay un potencial inexplorado de experiencia nos dirige ahora a ensayar ampliar nuestro horizonte de responsabilidades. Sin la buena intención de movilizar dejar atrás a los castores nos abrimos una cultura de la conservación a ensayar una imaginación rizomática que derriba incluso la propia noción de no puede obnubilar la compleja especie. tarea de ampliar nuestro espectro Cuando el gobierno argentino importó a los castores a la Isla en 1946, ellos de responsabilidad moral a todoS se adaptaron. Este proceso hoy presenta los seres que cohabitamos –en sus consecuencias. La Biología de la Conservación denomina estas devastadoras el presente, pasado, y futuro– el manifestaciones como amenazas a la territorio dado. biodiversidad, y lo son. Cuando los primeros colonos se instalaron al extremo sur del continente americano y exterminaron a todas las gentes que allí vivían ¿se adaptaban también? Hoy, la Historia denomina ese proceso, de clara amenaza a la biodiversidad de la Isla, genocidio. Reflexiones como estas conducen a pensar que la buena intención de movilizar una cultura de la conservación no puede obnubilar la compleja tarea de hacer crecer el espectro de responsabilidad ética a todos los seres que cohabitamos –en el presente, pasado, y futuro– el territorio dado. Significando esto que la tensión visible que existe entre humano y castor no debe hacer escalar la dimensión bélica en este mundo en función del paradigma científico imperante si no, convertirse en un encuentro creativo, del que surja un vocabulario inédito de entendimiento y una recombinación de las fuerzas en pugna. Entonces, ¿qué pasaría si en vez de erradicar, coreografiamos un movimiento trans-especie que implique una reorganización de todos los agentes en cuestión? Esta coreografía, la hemos empezado a ensayar Bárbara Saavedra, Laura Ogden, Melissa Memory, Christy Gast, Derek Córcoran, los castores de la Isla y yo –entre otros que forman parte casual del grupo de investigación Ensayo #2– y ya nos ha exigido en varias ocasiones ceder la postura que solemos tomar para dar paso a otro que guíe y así, como en un vals, nos hemos ido moviendo hacia una praxis más inclusiva y regenerativa. «Ensayos» da la posibilidad para salir de la tradición y, aunque el rumbo es incierto y el camino ambiguo, seguiremos insistiendo ya que relativizar los medios y considerar a todos los actores como fines en sí mismos, es parte esencial del complejo trabajo de custodiar el medioambiente.
Camila Marambio Bunster Investigadora y curadora independiente. Magíster en Arte Moderno: Estudios Críticos y Curatoriales de la Universidad de Columbia, Nueva York; graduada del Programa Curatorial de Appel arts center, Amsterdam, y Licenciada en Estética de la UC. Dirigió el Área de Artes Visuales de Matucana 100 (20082010). Directora Creativa de Ensayos.
La Panera I 13
Sandro Botticelli, «La Primavera». Galleria degli Uffizi, Florencia.
El Arte de Mirar
Sandro Botticelli «La Primavera»
(Galleria degli Uffizi, Florencia, hacia 1485) POR SANDRA ACCATINO
E
n « L a P r i m av er a » , d e
Sandro Botticelli (1445-1510), las figuras parecen extrañamente ensimismadas y aisladas en sus movimientos. Las tres figuras danzantes, por ejemplo, irradian una luz distinta a la luz difusa que, desde la izquierda, ilumina a la pintura, y los velos que las cubren parecen agitados por vientos diferentes. Aunque las manos de las tres jóvenes están entrelazadas, sus miradas no se cruzan ni encuentran. Sin embargo, la pintura ha sido construida con un sentido tan profundo de la armonía y del equilibrio que los personajes, aunque movidos por ímpetus y vientos distintos, parecen necesitarse los unos a los otros, generando formas y espacios que se replican y contestan. Este juego de renuencias y atracciones ha modelado también la relación de los personajes entre sí. A la derecha, el violento Céfiro, el viento que da inicio a la primavera, rapta a la fugitiva ninfa Cloris que, desposada luego con el dios, se transformará en la diosa Flora. En la pintura, Flora ha sido representada junto a Cloris y esparce las flores que antes habían germinado en su boca. Así, aunque ambas han sido representadas en un 14 I La Panera
mismo espacio, habitan en tiempos distintos. La tríada integrada por el voluptuoso Céfiro, la casta Cloris y la bella Flora, se replica en la de las Gracias para representar la armoniosa concordia entre los opuestos que Venus, la diosa del amor, difunde en el mundo. La gracia Pulchritudo, radiante de luz, acompaña a Voluptas, cuyas sensuales formas se oponen al delgado cuerpo de Castitas que observa, a través de sus manos enlazadas, a Mercurio, mientras Cupido dirige hacia ella su flecha. Bajo el pequeño dios alado y al centro de la composición, Venus nos observa mientras saluda a Mercurio, que disipa con su caduceo las nubes que cubren el jardín. Mercurio –considerado parte de la corte de Venus y el guía de las Gracias– era además el dios de los comerciantes y el detentor de los conocimientos fundamentales de la medicina; por ello, Lorenzo di Pierfrancesco de’Medici, el comitente de la pintura, lo eligió como emblema de su familia. Su espada también forma parte de los símbolos que identificaban a Lorenzo: el acero recuerda “Acciaioli”, su apellido materno, y en la empuñadura, las hojas de laurel aluden a Laurentius, su nombre en latín y las flores de lis, a las que decoran el escudo de los Medici.
Las pequeñas llamas doradas de la toga de Mercurio se refieren al martirio que sufrió San Lorenzo y formaban parte del diseño del tapiz del sofá que, justo debajo de la pintura, decoraba la habitación que comunicaba con la antesala del palacio florentino de Lorenzo di Pierfrancesco. Al lado de «La Primavera», otra pintura de Botticelli mostraba a la diosa Minerva domando al centauro Quirón, el símbolo que distinguía a la rama principal de los Medici. A diferencia de su primo Lorenzo el Magnífico, Lorenzo di Pierfrancesco pertenecía a la rama colateral de los Medici. Había, entre estas familias, antiguas rivalidades económicas y políticas, a la que ambos cuadros aluden. Cuando encargó las pinturas, Di Pierfrancesco buscaba someter a los otros Medici y alcanzar el poder en la ciudad. En «La Primavera», el próspero jardín de Venus, con sus naranjas (un símbolo de salud que forma también parte del escudo de la célebre familia), flores y laureles, no es sólo una metáfora de la armonía entre los opuestos que la belleza y el amor alcanzan, sino un compendio de lo que Lorenzo di Pierfrancesco ambicionaba para él y para su ciudad: una nueva era en la que Florencia floreciera bajo su mando, en una eterna primavera.
Sandra Accatino es académica del departamento de Arte de la Universidad Alberto Hurtado. Ha publicado diversos capítulos de libros, artículos y ensayos sobre pintura europea, arte de la memoria, coleccionismo y artistas chilenos contemporáneos.
Orígenes
El telescopio y el reino de los cielos Por Victoria Jiménez
G
alileo Galilei (1564-1642) no inventó el telescopio, pero sí lo perfeccionó, lanzándolo al mercado naval veneciano con mucho éxito. Si bien por ahora carecemos de certezas sobre su origen exacto, se sospecha que pudo haber visto la luz en talleres de fabricantes de gafas que lograron mirar a través de un lente cóncavo y otro convexo (situados a distintas distancias). Al parecer, los créditos deben ir al holandés Hans Lippershey (1570-1619), científico, inventor, astrónomo y fabricante de lentes germano-holandés, que alrededor de 1600 dio con la idea. Poco después, Galileo presentaría su versión perfeccionada del instrumento en Venecia, corazón de la industria de vidrios y cristales. Sin embargo, su verdadero y controversial aporte aconteció cuando el telescopio se volvió hacia la observación de la luna era símbolo de fenómenos astronómicos. Lo controversial es que pureza, por lo cual se la en la época del telescoasociaba a la Virgen María. pio, Europa estaba dominada por la herencia del Esta forma de pensar, junto Cristianismo medieval, con la fe, generaron una donde se sostenía que los percepción errada de ojos fueron dados a los hombres por Dios para los hechos. conocer la forma, tamaño y color verdaderos de los objetos de la Creación. Frente a eso, objetos como prismas y lentes eran dispositivos para crear mentiras visuales, y por eso, los cristianos devotos y los filósofos honestos querían alejarse de semejante engaño. Estas creencias, sumadas a otros asuntos religiosos, inhibían el estudio de los fenómenos relacionados con la luz, como los que señalan máximas tipo “Vosotros sois la luz del mundo”; “Dios es luz y en él no hay tiniebla alguna”; “Dios dijo: que se haga la luz, y la luz se hizo”. ARTE, CIENCIA Y RELIGIÓN
Además de ser un reconocido matemático, académico y filósofo, Galileo era un hábil dibujante, miembro de la Academia de Arte de Florencia. En la década de 1580, hizo amistad con Ludovico Cardi, más conocido como Cigoli, uno de los mejores pintores de la época. Al igual que Galileo, Cigoli era un versátil intelectual, poeta, músico, arquitecto y teórico del arte. Y tenía su propio telescopio, con el
Justus Sustermans, «Retrato de Galileo Galilei», 1636.
Acuarelas de la Luna pintadas por Galileo en noviembre de 1609.
cual ayudó a las investigaciones de Galileo mediante la observación y el registro de las manchas solares. Como bien sabemos, Galileo fue muy criticado por apoyar la teoría heliocéntrica de Ptolomeo y Copérnico. Pero no sólo el sol le trajo serios problemas, también la luna lo llevó ante la Santísima Inquisición. Todo por señalar que la superficie lunar era áspera y estaba repleta de cráteres y abismos, lo cual contradecía la versión de la Iglesia, que ponía énfasis en su suavidad, brillantez y tersura. Para la Iglesia, la luna era un símbolo de pureza, por lo cual se la asociaba a la Virgen María. Esta forma de pensar, junto con la fe en los sentidos desprovistos de elementos auxiliares, generaron una percepción errada de los hechos. Por ello, se convirtió en una convención artística representar una luna pura,
lisa y translúcida bajo los pies de la Virgen. Además, con las puntas hacia arriba, como si la Virgen no se posara sobre un cuerpo realmente esférico. «Inmaculada Concepción», la última obra de Cigoli, se inspiró en los hallazgos de Galileo. Pintada al fresco en la Cúpula de la Capilla Paulina de la Iglesia romana de Santa María la Mayor, María aparece sobre una luna de superficie irregular, lo que impidió que la obra simbolizara la Concepción “inmaculada”. Por ello, las autoridades vaticanas rebautizaron el fresco como «Asunción de la Virgen». Hoy, al igual que los planteamientos de su amigo, la pintura de Cigoli triunfa en uno de los espacios más importantes de la Roma Barroca, donde la divinidad inmaculada se opone a la imperfección de los cuerpos celestes. La Panera I 15
Exposiciones destacadas [ Por Isabel Margarita BuSTOS ]
Teresa Gazitúa «PIEDRA MATRIZ» Galería Patricia Ready (Espoz 3125, Vitacura. Teléfono:2953-6219). Hasta el 31 de octubre.
T
eresa Gazitúa es una artista de importante y larga trayectoria. Su trabajo, que utiliza diversos soportes y técnicas se centra en la naturaleza y es una de las pioneras en nuestro país de la investigación y el uso del papel de fibras naturales hecho a mano. Desde 1999, su obra se basa en la recolección y/o en la fotografía de elementos como piedras y maderas que Teresa encuentra y recoge en su estado natural para luego reinterpretarlas y exponerlas de manera que generen un nuevo diálogo con el entorno. Así también, la exposición «Piedra Matriz» en la galería Patricia Ready, es, aparte de un móvil de lajas, una serie de grabados y collages, donde, utilizando la técnica de frotado, reproduce la textura y el volumen de la piedra laja con que la artista se encontró hace unos años en la zona de Cobquecura (del mapudungun, Piedra de Pan). El montaje de la muestra es limpio y ordenado como la obra de Gazitúa; la iluminación destaca sutilmente el brillo de este elemento oscuro y único, que en la costa de Chillán es material fudamental de construcción. Los grabados de fondo blanco y enmarcados en ese color, contrastan con el duro hormigón de los muros, reforzando la fuerza de la piedra. El papel, fibra de árboles y plantas, material delicado y frágil, es en los grabados y en collages el sustento de
la piedra, un material fuerte y milenario. Al igual que en la naturaleza, donde el equilibrio de los ecosistemas dependen desde el más ínfimo al más fuerte de las criaturas, en las obras de «Piedra Matriz», la liviandad y el peso de los materiales se unen armónicamente, contrapesándose entre sí.
Colección de Juan Yarur «UN RELATO PERSONAL» Museo de Arte Contemporáneo, MAC. (Parque Forestal. Teléfono: 2977-1741). Hasta el 29 de septiembre.
S
David Lachapelle, «Death by hamburger».
Marc Quinn, «Easter Island», 2009. 16 I La Panera
i presenciar una colección chilena de arte contemporáneo es una experiencia poco frecuente, más aún lo es que pertenezca al más joven coleccionista de nuestro país. La exposición de Juan Yarur en el MAC, «Un Relato Personal», aparte de ser un hecho inédito en Chile, es una vasta (y, a mi parecer, honesta) selección de obras que en este gran montaje se toma los dos primeros pisos del museo, que se deja recorrer como una gran casa. La casa del amigo que nos muestra orgulloso sus juguetes ordenados. Desde la imponente obra de la chilena Catalina Bauer se nos abren las puertas a este mundo personal de Juan Yarur, que se divide en 13 temas principales, donde los límites –ya sean geográficos, sexuales, sociales e intelectuales– se desarman y se rearticulan a través de variados formatos, mostrando una realidad ecléctica y, por sobre todo, muy personal, develando así al hombre tras el coleccionista y la sabia guía de su curadora, Cecilia Brunson. «Un Relato Personal» está conformado por fotografía, video, pintura, dibujo, instalaciones de gran tamaño y más pequeñas, móviles y grabado, los formatos inte-
Teresa Gazitúa recrea con estas delgadas y afiladas lajas, paisajes que en algunos casos parecieran ser cordilleranos y en otros, costeros. Las piedras y el trazo grafito de la artista se funden y se continúan, generando estas obras en blanco y negro: como la nieve y la piedra en las cimas, o como la arena y la roca en la orilla. Con esta piedra costera genera un panorama que va de lo más alto a lo más bajo de Chile, recorre el territorio como si fuera la radiografía de lo que vemos, cumbres y bajos, todo el largo país que habitamos y que tiene por columna vertebral nuestra inmensa cordillera de Los Andes. Columna que vemos vértebra por vértebra en estos trabajos. En el medio de la sala destaca la obra «Cordillera Colgante», hecha en pura piedra, que pende livianamente y que nos resulta tan conocida y antigua como si fuera el móvil que todos los chilenos vemos desde la cuna. Y es que en la obra de Gazitúa la naturaleza se muestra como el regalo universal que es, como un presente verbal y un presente-obsequio, algo que está allá afuera de todo el cemento que nos rodea y que Teresa enmarca para volver a verla en blanco y negro, sin las distracciones del color, pero con todo el brillo que merece.
ractúan de manera armónica gracias a su cuidadoso montaje y al generoso espacio que se le concede a cada obra. Las intalaciones de gran magnitud, como las de Carlos Amorales, Cristián Salineros, Livia Marín y la mencionada Catalina Bauer, se lucen a sus anchas; al igual que las pinturas de Marc Quinn y Josefina Guilisasti se apoderan con fuerza de sus muros y sus salas. De igual manera se potencian con su entorno las obras de Álvaro Oyarzún y Magdalena Atria (acertadamente reunidos bajo el tema «Los incesantes»). La fotografía, muy protagonista en esta compilación, va desde la poderosa pureza de Paz Errázuriz, pasando por la exagerada visión de David Lachapelle, hasta llegar al descarnamiento de Otto Muehl. Además, nombres de grandes como Richter, Jaar, Leibovitz, Mapplethorpe –entre otros– y estrellas pop como Marilyn Monroe desfilan en esta presentación, frente y tras el lente fotográfico. La exhibición es también una ocasión para conocer mejor a artistas chilenos como Cristóbal Lehyt (radicado en Nueva York) y para visitar o revisitar obras de artistas como Cristián Silva o Tomás Rivas. La muestra de Juan Yarur, que en su complejidad genera un rico diálogo entre creadores reconocidos y artistas más jóvenes, reúne obras de Damien Hirst, Andy Warhol, Takashi Murakami, entre otros, convirtiéndo la exposición en una oportunidad única para apreciar el trabajo de varios de los más destacados exponentes a nivel mundial del arte contemporáneo.
[ Por césar gabler ]
Juan Francisco González 80 Pinturas Escogidas Centro Cultural Las Condes (Apoquindo 6570. Teléfono: 28969800). Hasta el 29 de septiembre.
E
sta es una oportunidad para los amantes de la pintura chilena. Tanto, que resulta una especie de adelanto dieciochero. Entre quinientas obras, pertenecientes a un nutrido grupo de coleccionistas, se logró llegar a ochenta. Una por cada año tras la muerte de Juan Francisco González (1853-1933). Un pintor cuya poética parece determinada por la manifestación más o menos inmediata de su experiencia, de ahí la relación que se ha establecido de manera casi unánime entre su visión y la de los impresionistas. A saber: ausencia de temas narrativos y alegóricos a favor de asuntos cotidianos o inmediatos. En González abundan paisajes, flores, frutas y vistas urbanas (notables su Plaza Italia y Monumento a O’Higgins). En todos los casos, y esta exhibición lo confirma, se prefiere la visión de conjunto al detalle. La impresión visual a la descripción. ABC del arte, pero siempre confrontar las obras en directo depara alguna sorpresa y renueva o hasta cambia nuestros juicios. De esta muestra me llevo dos impresiones. Primero, y que no me linchen sus fans, el maestro me parece menos certero con la figura humana que con el paisaje y las naturalezas muertas. Sus retratos resultan algo monótonos en el color y resueltos finalmente con contornos, como si la mancha no alcanzara. Tal vez la obligación del parecido contradecía la
«La hora de los pidenes».
«Flores de almendro». naturaleza de su arte. Segunda impresión: más allá de temas, sorprende la variedad formal con la que resuelve sus pinturas. Es conocida su capacidad para solucionar, a través de una pincelada densa, el follaje o las variedades cromáticas y volumétricas de flores y frutas. Menos conocida –y para mí, la gran sor-
presa de la exposición– son las obras de color más diluido. Se trata de un cambio material que afecta al contenido. La pasta parece una afirmación literal de la materialidad de las cosas. Pintar de esa manera es fijar y retener la realidad. Por el contrario, la pintura en su estado acuoso parece renunciar a darnos esa idea. Representa una suerte de abandono. «Otoño», con el número 56, ilustra el punto de manera magistral. Las flores de la parte inferior de esta tela sirven de soporte a una zona superior en la que las formas reconocibles se diluyen o desaparecen a favor de una imagen que luce acuosa, a punto de disolverse. Tal vez se trate de una obra veladamente simbolista. La flor blanca ha perdido un pétalo y la pintura, su materia característica. El cuadro instala, quizás, una reflexión melancólica sobre la fugacidad de la vida. Una sorpresa.
Arte africano del mundo «ÁFRICA. Obras de Arte del Museo Etnológico de Berlín» Centro Cultural Palacio La Moneda (Moneda/Teatinos. Teléfono: 2355-6522). Hasta el 24 de noviembre.
© Staatliche Museen zu Berlin, Ethnologisches Museum
U
na cuidada e impresionante selección de más de 180 piezas del Museo Etnológico de Berlín. Aprovechando las salas oriente y poniente del Centro Cultural La Moneda, la muestra se organiza en dos ejes. «Arte y Poder» y «La Imagen del Hombre». Las diferencias son más evidentes por el montaje que por los objetos seleccionados. Con diferencias de luz y de color en cada sala, se hace evidente la representación del poder como algo reverencial y hasta solemne. Eso sí, la oscuridad de este espacio es algo excesiva. Predominan en la exposición la escultura en madera y algunos notables ejemplos en metal. A eso se suman objetos y textiles. En las esculturas de Camerún (sala oriente) resulta muy interesante el parecido con las obras del Pablo Picasso proto cubista («Señoritas de Aviñón» y compañía). Encontramos la misma segmentación del cuerpo en bloques sintéticos. Se trata de una volumetría económica y precisa. Su fuerza expresiva es evidente y se entiende el impacto causado entre los artistas europeos de las primeras vanguardias. Algo que sin duda reforzaba la apariencia fuertemente sexuada de muchas obras. Una escultura de la sala poniente sorprende por su erotismo. Se trata de «Esposa de un Rey». Pese a sus pies desmesurados y a su boca abierta en una expresión hierática, la obra resulta extrañamente sensual. Desnuda, por busto luce dos conos protuberantes y su sexo aparece abierto y cortante. La cabellera de pelo afro no hace más que completar el conjunto. Obras como ésta explican en
Figuras de poder Nkondi. parte el imaginario de fauvistas y expresionistas: Emil Nolde, Max Pechstein y Ernst L. Kirchner se me vienen a la cabeza de inmediato. Ignoro cómo se las consideraba en su contexto original. «La Imagen del Hombre» constituye una aproximación a la vida de la gente común. Vestuario, textiles, objetos religiosos. En esta sección resulta una sorpresa la serie de tres fotografías de Steven Amoako («Recolectores de Miel») y el conjunto de Nontsikelelo Veleko. Se trata de artistas contemporáneos que retratan suje-
Figura conmemorativa de un rey o dignatario. tos individuales. Ofrecen un contraste entre el mundo natural y la urbe. A “todo color” y a gran escala. Impresionantes son las Figuras de Poder Nkondi. Son piezas que bordean el metro de altura y cuyos cuerpos aparecen recubiertos por cientos de pedazos de metal. Como si fueran imanes, las placas adheridas a su piel semejan una constelación que recuerda aquellas obras que se valen de la acumulación. Resumen: potentes obras, cuidado montaje. Perderse esta muestra sería pecado cultural.
“El artista debe ser mezcla de niño, hombre y mujer”, Enesto Sábato (1911-2011), escritor argentino.
La Panera I 17
Cine
gracias a bravo ramos
que nos ha filmado tanto Todo comenzó con mimbre en el arte cinematográfico nacional. Por vera-meiggs
H
ay ciertos gestos creativos que poseen valor inaugural para una cultura. Chile comenzó con un poema épico. Con tal bautismo algo teníamos que dar en ese terreno, aunque la épica nos ha quedado como poncho y no es nuestra cuerda poética más visitada. Somos más líricos e íntimos, menos corales y nada de expansivos. En cine, el acto inaugural fue la primera proyección cinematográfica en agosto de 1896, es decir, sólo ocho meses después de la primera exhibición parisina. Sin duda, algo asombroso para un país que entonces se encontraba en las antípodas de todo. Hay discusiones sobre la fecha de la primera filmación, pero eso no significó más que una repetición del gesto de filmar según el modelo que se podía tener en aquella época, un gesto repetido en todos los continentes en las mismas fechas. No podíamos ser la excepción, lo cual es un signo de nuestra permanente tendencia a la imitación, que es también la primera forma del aprendizaje, como bien lo señalara Aristóteles. A CAUSA DE LA GUERRA
Sergio Bravo Ramos, en el Centro de Cine Experimental de la Universidad de Chile, 1957.
18 I La Panera
Siendo una técnica que no requirió nada latinoamericano para ser creada, era lógico que nuestras filmaciones tempranas no aportaran al desarrollo de este naciente lenguaje artístico. Así fue también en el resto del continente. Poco nos ha quedado de nuestra historia cinematográfica muda. «El húsar de la muerte» (1925), de Pedro Sienna, es nuestro mayor monumento fílmico de la época, una película que aún resulta interesante y sanamente chilena, por su forma y por su argumento: las aventuras de Manuel Rodríguez, personaje histórico y aventurero envuelto en velos míticos y que ha sido poco explotado por nuestra posterior cinematografía. Todo lo demás –lo meritorio y lo no tanto– es expresión de nuestra voluntad de hacer un cine lo más parecido posible al del consumo adocenado internacional, a lo más con alguna sazón de elementos pintorescos locales. Quizás no podía ser de otra forma dadas las dramáticas circunstancias económicas a las que Chile se vio arrastrado por su dependencia secular de país nacido como colonia.
Imágenes de «Mimbre», la primera obra de arte cinematográfico propiamente chilena.
«Día de organillos» (1959).
Los desastres deben ser también vistos como oportunidades. La Segunda Guerra nos hizo recordar que dar asilo contra la opresión puede ser culturalmente una gran inversión. La creación de los teatros universitarios, de las orquestas, coros y de los cuerpos estables de ballet, fueron el resultado de muchas lumbreras europeas que escogieron la Fértil Provincia para descansar de las calamidades bélicas. El Modernismo en arquitectura se afianzó con la incorporación de algunos ex Bauhaus que en la Universidad de Chile estimularon a una generación inquieta y sedienta de ser algo más que una Copia Feliz. De ahí surgiría el arquitecto Sergio Bravo Ramos (Los Andes, 1927), a quien la inquietud por el cine lo llevaría a tomar los cursos del Instituto Fílmico de la Universidad Católica dictados por el sacerdote Rafael Sánchez (1920-2006), gran maestro y documentalista esmerado. En poco tiempo, Bravo Ramos sería el creador del Centro de Cine Experimental de la Universidad de Chile y de su gesto artístico primordial: «Mimbre» (1957). El sencillo motivo del famoso tejedor Manzanito realizando su labor en el patio de su casa, permitió a Bravo intentar un acercamiento a las formas plásticas que el mimbre ofrecía con espontánea generosidad. Con una cámara a cuerda y sin sonido, filmó al artesano con ojo certero, creando la primera obra de arte cinematográfico propiamente chilena. La primera en que la mirada sobre lo nacional descendía del pedestal oficial imitador para observar con sensibilidad íntima y maravillada la lúdica transfiguración de las varas naturales en máscara, en pájaro. Nada más chileno que las materias amasadas por mano humilde y vistas a la altura de esas manos. Quien primero reconoció su novedad cinematográfica fue Violeta Parra, altamente autorizada para separar “lo verdadero de lo falso”. Irrumpió en la postproducción musical de la película, desplazando la música de Bach que Bravo Ramos intentaba sincronizar y se puso ella a improvisar una composición que en dos sesiones quedó grabada en una suerte de arrebato creativo inigualable hasta hoy. Como Juan Francisco González, como nuestros grandes poetas, como las escul-
toras y folcloristas, «Mimbre» debiera ser texto obligatorio en las escuelas que quieran enseñar que la patria es su cultura. Tan desprovistas de retórica folclorizante y tan cinematográficamente expresivas son las obras que seguirán: «Trilla» (1958), también con la colaboración de Violeta Parra, y «Día de organillos» (1959). Del mismo año es «Casamiento de negros», en que la famosa tonada de Violeta era ilustrada por figuras de Quinchamalí. Pero los negativos se perdieron y no se pudo completar la post-producción. LA MADUREZ DEL OJO
Con los años sesenta todo cambió, también en Chile y su cine. Bravo Ramos ya había marcado a fuego la voluntad expresiva del cine nacional con sus documentales, lo que continuaría en la abundante obra del Centro de Cine Experimental, entre los que se destacarían Héctor Ríos y Pedro Chaskel. La búsqueda de quitarse las anteojeras pintorescas que parecía imponer a nuestra cultura popular, llevaron al matrimonio de Nieves Yankovich y Jorge di Lauro a realizar «Andacollo» (1958) e «Isla de Pascua» (1961) con la fotografía de Bravo Ramos, un par de obras maestras recientemente recuperadas. También él fue pionero en este terreno, el de la restauración, cuando en 1958 le tocó en suerte encontrar en una bolsa la única copia existente de «El húsar de la muerte» (que iba camino a convertirse en peinetas) a la que pacientemente restauró, conservándola para la posteridad. Los acontecimientos políticos se precipitan y Bravo Ramos participa activamente en ellos. Realiza en 1962 «Láminas de Almahue», una de las cumbres definitivas del documental latinoamericano, con poemas de Efraín Barquero y la inspirada música de Gustavo Becerra. En 1963, es asistente de Joris Ivens, el célebre documentalista holandés, a quien invita a Chile para filmar «A Valparaíso», una obra que no lo deja satisfecho. Después vendrá el período del compromiso social: «Marcha del carbón», con textos de Francisco Coloane, y «Las banderas del pueblo» (1964), con música de Diego Muñoz y que tie-
«Mimbre» (1957).
ne entre sus “intérpretes” a Salvador Allende y a Pablo Neruda. La película es prohibida por la censura, en la primera de las incomprensiones que su obra despertará en los años siguientes. Renuncia a la Universidad de Chile y parte a Europa, donde es recibido por los grandes documentalistas del mundo: el escocés John Grierson (1899-1972), el brasileño Alberto Cavalcanti (1897-1982), el británico Paul Rotha (1907-1984), los franceses Jean Rouch (1917-2004) y Chris Marker (1921-2012), el cubano Santiago Álvarez (1919-1998). Sus obras se espacían en el período siguiente, en parte porque el movimiento cinematográfico es tan abundante como militante y él no renegaría nunca de su propia búsqueda de la belleza. Durante los años de la dictadura vuelve a la cámara, realizando un documental sobre el escultor Samuel Román y otro sobre la folclorista Gabriela Pizarro cantando en La Vega. Luego viene «No eran nadie» (1982), con el tema de los desaparecidos, que termina en Francia, donde reside hasta 2004, año de su regreso definitivo. Allá realiza todavía otra bella obra, «La Glane» (1985), sobre la masacre cometida por los alemanes en la comuna francesa Oradour-sur-Glane durante la guerra. Hoy, a los 85 años, vive en Viña del Mar, con su colaboradora y esposa de toda la vida Sonia Salgado, intentando sacar adelante su documental sobre la arquitectura tradicional chilena, que escribió completo antes del último terremoto.
«No eran nadie» (1982), con Rebeca Garrido y Marés González.
“Quiero morir siendo esclavo de los principios, no de los hombres”, Emiliano Zapata (1879-1919), líder militar y campesino de la Revolución Mexicana.
La Panera I 19
Ópera
Vive Verdi El rey italiano de la ópera cumple doscientos años sin que repúblicas, modernidades y crisis amenacen su trono.
Latinstock
Foto superior: Boceto de la escenografía de «El trovador», realizado por Enrique Bordolini para la Temporada 2013 del Teatro Municipal.
20 I La Panera
Giuseppe Verdi en 1854. Foto de Nadar.
Por Vera-Meiggs
L
a idea que todos tenemos de Giuseppe Verdi (1813-1901) puede ser más unánime que la de la mayoría de los grandes compositores: si le preguntamos por él a cualquier persona de escasas luces culturales es posible que responda entonando el Brindis de «La Traviata» o «La donna è mobile» (de «Rigoletto»). Pero difícilmente podrá hacer lo mismo con Wolfgang Amadeus Mozart o con Giacomo Puccini, por muy conocidos que sean. El mismo Verdi buscó intensamente tener esa llegada popular, como Chaplin en el cine o Shakespeare en el teatro. Está más que claro que lo logró, hoy es el compositor lírico más popular del mundo, según el sitio web «Operabase». Pero para lograrlo no descendió a compromisos mercantiles ni a cesiones en la dignidad. Se podría afirmar lo contrario: mientras más famoso se volvía, más exigente era consigo mismo. Si de «Oberto, conde de San Bonifacio» (1839), su primera ópera, se escucha por ahí algún trozo orquestal, a su «Falstaff» (1893) se le reverencia todo. En vida, fue extraordinariamente popular y muy rico, y él se consideraba el estandarte viviente de la unificación de su país. Sus funerales en 1901 fueron una apoteosis nunca repetida en la historia de Italia. EL PARMESANO
Es un queso que viene de Parma, claro, que requiere larga y rigurosa elaboración y que sólo en la madurez absoluta da lo mejor de sí. Por ahí nació, el 10 de octubre de 1813, Giuseppe Fortunino Francesco Verdi en un hogar modesto de Le Roncole (Busseto), pueblito
agrario del Ducado de Parma. Inclinado a la música en una familia inculta, serán las intuiciones del entorno las que lo empujarán adelante, pero igualmente será rechazado por el Conservatorio de Milán. Su principal protector será el boticario y comerciante Antonio Barezzi, también director de la Sociedad Filarmónica de Busseto, quien entiende bien su talento y terminará casándolo con su hija Margherita en 1836, la que le dará sus dos únicos hijos, muertos ambos en tierna edad y seguidos dos años después por la propia Margherita. Una tragedia de juventud de la cual evitó hablar por el resto de su vida y que marcaría su semblante adusto y la carencia de humor en la gran mayoría de sus obras, las que oscilaron entre el melodrama y la tragedia. “Para chistes, Rossini”, se dice que dijo. Instalado en Milán, logra imponerse con su tercera ópera, «Nabucco» (1842), dos años después de haber quedado viudo. En ella se encuentra el celebérrimo coro «Va pensiero», que se transforma fácilmente en el himno del Risorgimento italiano, ese movimiento de unificación que dejará cesantes a duques y príncipes locales, que reducirá al Papa a su mínima expresión y que expulsará de la itálica península a los austríacos. Es entonces que el nombre de Verdi se transforma en signo revolucionario. Gritar “Viva Verdi” era decir “¡Viva Vittorio Emmanuele Re D’Italia!”. Pero «Nabucco» traería otras consecuencias para la vida personal de su autor, le permitiría conocer a la soprano Giuseppina Strepponi, que cantaría el temible rol de Abigail, una de cuyas arias, «Ben io t’invenni», posee tales exigencias vocales que la cantante perderá con ella definitivamente la voz. Lejos de buscar venganza, Giuseppina se enamora de su verdugo y con los años se transformará en su
«EL TROVADOR» en el Teatro Municipal de Santiago
E
l más infame libreto posible, en el que todo lo que va mal termina peor y lo peor no conoce límites. Verdi se justificó diciendo que era una ópera popular, lo que tal vez no sea hoy considerado muy correcto políticamente. Antonio García Gutiérrez, que también está de bicentenario, fue el autor dramático del original, muy celebrado en su pueblo de origen. Salvatore Cammarano fue el libretista, que murió antes de terminarla. Sin embargo, es de las óperas más populares. Y con razón, es de aquellas que musicalmente parecen ofrecer una melodía tras otra sin repetir sus recursos y obteniendo sabrosos resultados expresivos difícilmente olvidables. Cada personaje tiene ocasiones de lucimiento, lo que requiere un reparto de voces acrisoladas en las exigencias del registro verdiano. Y eso no es un chiste: la heroína debe ser una soprano con facilidad para la coloratura y de gran capacidad dramática. También un tenor de registro alto y dramático, capaz de sostener un aria como la famosa «Di quella pira», que tiene unos agudos sostenidos temibles. Además, necesita un bajo tenebroso para Ferrando, cuya «Abbietta zingara» introduce el argumento. Luego, un barítono capaz de hacer convincente al odioso Conde de Luna, que también canta lo suyo («Il balen del suo sorriso») y como nos estaba faltando una mezzosoprano, está el tremendo rol de la gitana Azucena, que debe mezclar ternura materna con el horror y el odio, su aria «Stride la vampa» es de los desafíos mayores de la cuerda y requiere una intensidad que no se da todos los días. Se nos olvidaba el coro con su famoso «La zingarella», el coro femenino de las monjas, etc. Resumiendo, se puede afirmar que montar la popular ópera es un desafío de cuantía para cualquier teatro lírico. Nuestro Municipal lo ha hecho ¡47 veces! ¿Cómo puede un argumento tan absurdo dar una ópera tan amada por el público? Sólo Verdi era capaz de milagros así gracias a su facilidad para la melodía dramática, que lo llevaba a conjugar diestramente planos narrativos con su expresión musical. Un ejemplo: las tres voces paralelas de la escena «Miserere d’un alma già vicina», más conocida como «Non ti scordar di mè», en que la soprano escucha el coro de los monjes y las tétricas campanas que anuncian un final inminente, mientras la voz del trovador Manrico se oye tras los muros de la torre en que está prisionero, a eso se suma el canto de la protagonista acompañada por una marcha orquestal muy electrizante. Teatro en su más alta expresión, música de la mejor e invención melódica que nunca decae, aunque el libreto sea el epítome de lo improbable. El Teatro Municipal en esta ocasión tendrá de protagonistas al tenor ruso Mikhail Gubsky como Manrico, y a la norteamericana Julianna di Giacomo como Leonora, rol que ya estrenó en la Metropolitan Opera House de Nueva York con excelentes críticas, y reputada como una de las soprano verdiana más interesantes de los últimos años. El barítono ucraniano Vitaliy Bilyy es un especialista en el rol del Conde de Luna y un habitual del Municipal. La mezzosoprano rusa Elena Manistina será Azucena, y el bajo alemán Andreas Bauer interpretará al oscuro Ferrando.
segunda esposa y en la musa que le inspirará su personaje femenino más célebre: Violeta («La traviata»). AÑOS DE GALERAS
Mientras en los convulsionados años cuarenta la Revolución hacía tambalear coronas, Verdi componía hasta dos óperas al año. Títulos patrióticos e históricos se sucedían: «Los lombardos», «Ernani», «La batalla de Legnano», «Juana de Arco», «Attila», «Macbeth», «Luisa Miller». A la mitad del siglo aparece su famosa trilogía popular: «Rigoletto» (1851), «El trovador» (1853) y «La traviata» (1854), que dispara su fama a todo el continente y que le hace decir que ha salido de sus fatigosos años “de galeras”, es decir de disciplinas, encargos comerciales y rigores. Para aquel entonces su dominio de la música escénica es total.
Julianna di Giacomo como Leonora en «El trovador», Metropolitan Opera House, 2010. Foto: Ken Howard/Metropolitan Opera.
Pero queda la parte más sustantiva de su obra y su extensión por los países de Europa. París, San Petersburgo, Venecia, Londres, Roma, El Cairo lo tienen estrenando sus trabajos, pero él no ama mucho los viajes; es siempre un campesino ligado a su terruño, del que será eficaz administrador, como también lo es de su carrera como compositor. «Las vísperas sicilianas», «Un baile de máscaras», «La fuerza del destino», «Don Carlos», «Simon Boccanegra» y «Aida» pertenecen a este período maduro, de menor productividad, pero de mayor profundidad estética. Incluso, se pone a revisar muchas de sus partituras y las reestrena, a veces cambiando el nombre de alguna. Tales revisiones se demuestran justas y se las considera hoy la versión definitiva de esas obras. La actividad pública demanda su presencia también en lo político por representar el símbolo de los valores italianos que luchan por ser reconocidos. Es el encargado de llevar al rey del Piamonte el resultado del plebiscito por el que el Ducado de Parma acepta unirse al futuro Reino de Italia. En 1861 es nombrado diputado para el Parlamento de Turín. ÚLTIMO ACTO
Después de «Aida» (1871), estrenada fastuosamente en El Cairo, Verdi siente que ha hecho todo lo que debía y se retira a su villa de Sant’Agata en Busseto, pero la muerte del escritor Antonio Manzoni le inspira el «Réquiem» (1874), su principal obra no escénica. Luego, nada más hasta 1887, cuando su editor Ricordi logra obtener que el brillante libreto de Arrigo Boito sobre el «Otello» de Shakespeare se transforme en ópera con un éxito clamoroso que no ha decaído hasta hoy. Todo ha cambia-
do en la concepción musical de Verdi. Atento a su época, ha escuchado con atención a Richard Wagner, ya fallecido para aquel entonces y con el que siempre evitó encontrarse, y decide dar el paso que se anunciaba en muchas de sus soluciones orquestales. Acaba con recitativos y arias a favor de la continuidad dramática y melódica. Con ello rompe con la tradición de la ópera italiana y su sucesión de números cerrados, dejando a Puccini en la incómoda situación de un conservador de recursos ya superados. Como si fuera poco, con «Falstaff» (1893), su último trabajo lírico (también basado en Shakespeare y con libreto de Arrigo Boito), provoca una verdadera revolución en la estructura del género. Esta comedia fina y alegre combina música y poesía con una sutileza y dinamismo desbordantes de humor. En el ocaso de su vida, el sabio Verdi alcanza un estilo lleno de juventud, donde cada frase, cada melodía, cada sonido destella, brilla e ilumina. Cuatro años después fallece Giuseppina y él la sigue el 27 de enero de 1901. Una multitud inmensa lo acompaña por las calles de Milán entonando el «Va pensiero» bajo la batuta de Arturo Toscanini. Hace poco un director de un teatro lírico respondía así a las críticas que se le dirigían por no haber programado más óperas de Verdi en su bicentenario: “En este teatro desde hace cien años que no hay una temporada sin un título de Verdi, desde hace un siglo es el año Verdi”. Vera-Meiggs es director artístico con mención en cine (U. Católica); historiador y crítico de cine (universidades de Florencia, Siena y Roma). Se ha desempeñado como director escénico; director y guionista cinematográfico; comentarista de cine en prensa escrita y televisión; profesor de cine en varias universidades.
“Retorna a lo antiguo y serás moderno”, Giuseppe Verdi.
La Panera I 21
pawel libera
Teatro
Por María Teresa Herreros A.
Desde Londres
F
ue construido a fines del siglo XVI con el objeto de presentar obras audaces y dinámicas que capturaran la atención de los espectadores, reglas que el propio William Shakespeare (vinculado a la compañía teatral The Chamberlain’s Men que allí actuaba) seguía al pie de la letra y lograba con creces. Fue ahí donde puso en escena muchas de sus más grandes obras. The Globe Theater era una especie de anfiteatro a cielo descubierto edificado en Londres a orillas del Támesis, hecho de madera con techos circundantes de paja, con amplia capacidad para alrededor de 1.500 personas, dos escaleras, una sola puerta de entrada y salida. Para atraer al público y despertar su entusiasmo, los teatros de la época no escatimaban efectos especiales producidos con humo, fuegos artificiales, sonidos, música. Los que utilizaba el Globe eran realmente espectaculares. Incluso llegó a emplear verdaderos cañones en el escenario, los que se detonaban durante la obra, produciendo efectos asombrosos. En la función del 29 de junio de 1613, cuatro siglos atrás, el estampido de un cañón taponado con pólvora resonó en medio de la obra «King Henry VIII», las chispas en22 I La Panera
Hace 400 años
Cuando THE Globe Theatre estalló en llamas En la función del 29 de junio de 1613, las chispas de un cañón taponado con pólvora utilizado en el montaje de «King Henry VIII», encendieron el techo de paja y rápidamente el fuego se extendió a todo el edificio. Los actores y el público procuraron infructuosamente huir por la única salida. El célebre anfiteatro ardió hasta sus cimientos.
john haynes
pawel libera
cendieron el techo de paja y rápidamente el trámites que debió realizar y superar para obfuego arrasó todo el edificio. Los actores y el tener las autorizaciones necesarias, investigar público procuraron infructuosamente huir cada detalle del emblemático primer edificio, por la única salida. The Globe Theatre ardió apelar a campañas y asesorías internacionales, hasta sus cimientos. No hay registros del nú- superar obstáculos legales. En 1970 creó el mero de víctimas fatales ni del valor de las Fondo Fiduciario Globe Playhouse, una orpérdidas. Shakespeare no estaba en el teatro ganización de beneficencia educacional con el ese día. Se había retirado a Stratford-upon- objeto de obtener fondos para la construcción Avon y quedó devastado al conocer la noticia del teatro. Todo ello en compañía de su socio del siniestro. y amigo, el arquitecto británico Theo Crosby A poco andar se tomaron las medidas para (1925-1994), quien compartía y participaba reconstruir el teatro, lo que se concretó al en su proyecto. Lamentablemente, como veraño siguiente. Era el segundo The Globe en daderos héroes de una tragedia shakespereala historia del drama inglés. Pero no el últi- na, ambos murieron antes de que su sueño se mo ya que éste fue demolido por los Puritanos viera realizado. una década después. En 1642, el Parlamento En julio de 1993, Sam Wanamaker fue Puritano Inglés, basado nombrado Comandante en su estricto código de de la Orden del Imperio Para atraer al público, para conducta, dio la orden Británico (CBE) por la de terminar con toda acReina, en reconocimiendespertar su entusiasmo, tuación en los teatros. El to a su notable contribulos teatros de la época uso de costosos ropajes y ción a las relaciones entre no escatimaban efectos comportamientos superInglaterra y los Estados ficiales fue prohibido. En Unidos y, por supuesto, especiales producidos con 1644, la famosa sala fue a todo lo realizado por humo, fuegos artificiales, demolida y nunca reconsel proyecto de reconstruida, ni siquiera cuando trucción del legendario sonidos y música. se levantó la severa prohianfiteatro. bición puritana. Wanamaker murió en Hasta que su corazón comenzó a latir nue- Londres el 18 de diciembre de 1993. The vamente gracias a la visionaria “obsesión” de Globe Theatre fue inaugurado por Su MajesSam Wanamaker (1919-1993), actor, pro- tad Elizabeth II en junio de 1997. ductor y director estadounidense, quien, al Desde entonces, orgullo de la cultura inestablecerse en Inglaterra a mediados del glesa, ocupa uno de los primeros lugares de siglo pasado, se sorprendió al averiguar que lo mejor que Londres tiene para ofrecer, y es la única conmemoración de la vida y obra de visitado anualmente por millones de aficioShakespeare existente en Londres era una su- nados y de turistas, conocedores o no de la cia placa de bronce adosada al muro de una obra de Shakespeare. Ahí está, en ubicación cervecería. Entonces emprendió la tarea de de privilegio junto al Támesis y con espectaerigir un monumento digno del genial autor cular vista a la bella Catedral de San Pablo en inglés, sueño que encarnó en la reconstruc- la ribera del frente. En el actual The Globe, ción del primer The Globe Theatre, práctica- tal como en el de entonces, los espectadores mente idéntico y en la misma ubicación de se instalan en alguno de los tres niveles de las aquél. Aunque muchos pensaban que esta era galerías de madera de duros asientos. Es imuna tarea imposible, Wanamaker perseveró prescindible llevar cojines o arrendar los que en su proyecto durante décadas. amablemente ofrecen a la entrada por £1. No es fácil enumerar los largos y engorrosos La capacidad actual del recinto sigue al-
«Midsummer Night’s Dream», 24 de mayo al 12 de octubre, Globe Theatre.
Recordando a Sam The Globe Theatre convoca anualmente al «Sam Wanamaker Festival». Asiste cerca de medio centenar de estudiantes de drama de las mejores escuelas del Reino Unido. Se incorporan durante todo un fin de semana a talleres que culminan en la representación de escenas de Shakespeare en el anfiteatro. Respondiendo a su misión de entretener y educar, dentro del mismo recinto se construye un nuevo teatro, que se llamará Sam Wanamaker Playhouse en recuerdo de su visionario fundador. El proyecto considera una capacidad de sólo 350 asientos en una atmósfera de especial intimidadad e intensidad.
canzando las 1.500 personas. Pero, atención, 700 de ellas, por sólo £5, asisten de pie en el patio central, exactamente bajo el sector descubierto del techo, disfrutan y participan de la obra sin importar lluvias, relámpagos, desmayos. Este público, como lo hacía en tiempos de Shakespeare, se comporta en forma única y diferente: se une a la obra con entusiasmo, alegría, anticipación. Con risas, protestas, llantos, aplausos. Todo ello muy apreciado por los grandes actores, que opinan que esa audiencia produce “una experiencia mucho, mucho más visceral que la de la mayoría de los teatros bien comportados”. Entender a Shakespeare
Son pocos quienes pueden comprender y apreciar cada línea, cada parlamento en inglés antiguo de una obra de Shakespeare. Menos aún quienes no dominan el inglés actual. Pero no es eso verdaderamente lo que más importa. La musicalidad, las inflexiones del idioma pronunciado por estos grandes actores shakespereanos, su actuación, la música interpretada con curiosos instrumentos de época, dan forma a un espectáculo magnífico. El que se disfruta todavía más si se conoce previamente la trama, ya sea someramente, o mejor habiendo leído la obra o habiendo visto sus versiones en ballet o en cine. Esta temporada, The Globe Theatre estará representando (además del gran «Macbeth») «La fierecilla domada» y «Sueño de una noche de verano», en las cuales los espectadores se regocijarán sin duda con las explosiones de carácter de Catherina y la ironía de Petruchio; o prevendrán a los personajes sobre las maniobras del pícaro Puck y su filtro de amor. En palabras de Dominic Dromgoole (1964), director artístico de la sala, “cada nueva representación trae una nueva explosión de energía. En el momento en que el público cruza las puertas y se sumerge en esa ebullición de entusiasmo, los mayores parecen perder muchos años y los jóvenes, muchas preocupaciones....”.
“Si mis críticos me vieran caminando sobre las aguas del Támesis, dirían que es porque no puedo nadar”, Margaret Thatcher (1925-2013), ex Primera Ministra británica.
La Panera I 23
Destinos
Por Andrés Nazarala R.
Desde Portland, Oregon.
N
o quise saber nada de Portland antes de visitarlo. Me negué a buscar información en la web, conseguir un mapa o reservar un hotel por adelantado. No quise complementar mi limitado conocimiento sobre el lugar, basado en algunas bandas independientes, la música de Elliott Smith, las primeras películas de Gus Van Sant o «Portlandia», la hilarante serie que, con sarcasmo y cariño, se mofa de esta ciudad del estado de Oregon que funciona como la Meca del progresismo, un gran museo de la cultura hipster donde impera todo tipo de activismo. No me preparé para la visita… todo por el placer del turismo desinformado. Llegué en tren desde Seattle y, tras caminar por horas en busca de un hotel barato sin saber que me había metido en el pulcro y desolado distrito financiero, conocí el primer comidillo local: su rivalidad cultural con la capital del grunge de donde yo venía, ciudad cercana que también parece haberse quedado anclada en los 90. Me lo contó Josh, un músico de 38 años que llegó hace dos décadas para probar suerte en la música. Aún no lo logra. Pero atiende las mesas de The Roxy Diner (1121 SW Stark Street), un famoso bar-restaurant que está abierto las 24 horas y reúne a adolescentes con lentes de marco grueso, excéntricos, yonquis, familias y toda la fauna nocturna que recae en el lugar en busca de alcohol, hamburguesas o simplemente un refugio para pasar la noche. “¡Manteniendo a Portland rara!”, es su slogan. “La escena musical de Portland fue siempre más interesante que la de Seattle”, me cuenta, parado al lado de un generoso jukebox que contiene desde canciones de Ministry hasta Billie Holiday, y cerca de una tallada figura de Cristo que de seguro perteneció a alguna iglesia. “OK. Ellos tienen a Nirvana, pero nosotros tenemos a clásicos como The Kingsmen. O a los Dandy Warhols, que nunca se han vendido al sistema”, argumenta Josh, molesto por toda la atención mediática que obtuvo la urbe de Kurt Cobain durante los 90. Pero hay más motivos de rivalidad entre
24 I La Panera
Por la ciudad
más progre del mundo Portland no sólo es la Meca del progresismo, de la comida orgánica y de la música indie, sino que además cuenta con la librería más grande del planeta. Anclada en los 90, es también el lugar donde nació Matt Groening, Kurt Cobain conoció a Courtney Love y el actor River Phoenix se acercó peligrosamente a las drogas. ¿Paraíso terrenal? ¿Epicentro de lo políticamente correcto? Lo cierto es que ha dado pie a una de las series más hilarantes de la TV. Seattle y Portland, como lo descubrí cuando, tras el viaje, me dediqué a buscar información en la web. Y van desde factores como el deporte hasta el clima, pasando por la economía y la amabilidad de la gente. En todos los ámbitos, Portland brilla por lo que es: una ciudad pequeña (tiene una población considerablemente menor a la de Seattle), tranquila, repleta de vegetación (ha ganado el título de “la ciudad más verde de Estados Unidos”), restaurantes de comida orgánica, cafés, tiendas de ropa usada, bares de karaoke, nightclubs (el escritor Chuck Palahniuk la rebautizó como “Pornland”), indigentes con look de roqueros y una sorprendente acumulación de músicos y artistas por metro cuadrado. Dicen que el recordado Elliott Smith (1969-2003) decidió abandonar la ciudad porque había demasiados cantantes. Terminó en Los Angeles, donde la desolación mezclada con las drogas lo derrumbaron. En Portland lo recuerdan todo el tiempo, con mensajes, dibujos y flores dejadas en los lugares que frecuentaba.
«Portlandia»: Vivir en los 90
Crystal Ballroom (1332 W Burnside)
El show debe continuar
La nula planificación de mi viaje tuvo una consecuencia poco favorable: caer en el Joyce’s (322 SW 11th Avenue), una suerte de refugio de yonquis disfrazado de hotel, que quedará en mi recuerdo por las miradas de una clientela que pasa más tiempo en los pasillos que en las habitaciones. Debí haber advertido que algo andaba mal cuando vi una ambulancia estacionada en la puerta. Aunque reconozco que tengo un insano y particular gusto por los albergues decadentes, la sordidez y la energía del lugar me superaron. Afortunadamente encontré, a una cuadra de distancia, el que es probablemente el gran baluarte de la ciudad: el Crystal Ballroom (1332 W Burnside), un edificio histórico que alberga un teatro, un hotel, un restaurant y un amigable bar subterráneo. En su interior, cada decorado remite a la misma construcción que nació a comienzos de los años 20 como un salón de baile. En los pasillos brillan fotografías de esa década cargada de un glamour que terminó cuando estalló la Gran Depresión, lo que coincidió con la muerte del dueño: Montrose Ringler. Sin embargo, el Ballroom siguió funcionando como centro de baile hasta la década del 50. Ahí tuvo su primer giro, transformándose en una suerte de epicentro para artistas R&B, como Ike & Tina Turner, Marvin Gaye y James Brown. A fines de los 60, el Crystal Ballroom dio un paso más allá al recibir a bandas psicodélicas, como The Grateful Dead –famosos por fomentar el consumo de LSD en sus shows– y The Electric Prunes. Por esos años, la sociedad de Portland no era tan progresista como lo es hoy, y el lugar adquirió la mala fama de ser un antro de drogas y rock
Voodoo Doughnut (22 SW 3rd Avenue)
and roll. En los 70, se transformó en una residencia para artistas y desde 1997 funciona como lo que es ahora: una manzana dedicada al turismo hipster; un emprendimiento que homenajea a la actividad más notoria de la cuidad: la música. Para resaltar el pasado y presente del espacio, cada pieza lleva también el nombre y recrea la estética de una de las bandas o solistas que se han presentado en el escenario, desde Blue Cheer (padres del rock stoner) hasta actos más recientes, como The Black Keys y Devendra Banhart. El Crystal Ballroom está en el corazón del Pearl District, calificado por la revista «Forbes» como el quinto barrio más cool de Estados Unidos. El gran cineasta Gus Van Sant (1952) filmó aquí sus tres películas más importantes: «Mala Noche» (1985), una crónica de obsesión romántica y desencuentros en calles que, por esos años, eran inhóspitas; «Drugstore cowboy» (1989), esa gran cinta sobre la drogadicción protagonizada por Matt Dillon, y parte de «Mi mundo privado» (1991), filme
Portland tiene otros motivos para quedarse anclada en los 90. Aquí Kurt Cobain conoció a Courtney Love (el inicio del fin para muchos) y Matt Groening comenzó a diseñar «Los Simpson». Sus políticas liberales y estilo de vida alternativo también remiten a esos años de idealismo. “En Portland es como si la administración Bush nunca hubiese existido”, ironiza Carrie Brownstein (ex líder de la banda noventera Sleater-Kinney) en un capítulo de «Portlandia» (la transmite I-Sat), la serie satírica que creó y protagoniza junto al comediante Fred Armisen. “¿Te acuerdas de los 90, cuando la gente hablaba de ponerse piercings, hacerse tatuajes, salvar el planeta y formar bandas? Todos trataban de no ser ambiciosos, dormir hasta las 11, pasar tiempo con amigos… no tenían ocupaciones ni trabajos y se juntaban en cafés. Hay un lugar donde esa idea aún existe. Yo he estado ahí. Se llama Portland. Es donde la gente joven va a retirarse”, le dice en un capítulo Armisen a Brownstein, mientras trotan en las calles de Los Angeles. Con este tono –y la participación de personajes emblemáticos de los 90 como Eddie Vedder–, «Portlandia» se burla de la actitud políticamente correcta de una de las ciudades más alternativas del mundo. Lo interesante es que funciona también como un particular homenaje que ha traído dividendos y visitantes. Así lo prueba el tour «Portlandia» que recorre los sitios que aparecen en la serie. Éste se realiza, obviamente, en bicicleta, otra de las actividades predilectas del lugar. Como ha dicho el ciclista Lance Armstrong: “En Portland no construirían una milla de carretera sin construir también una milla de ciclovía”.
que, según las malas lenguas, acercó peligrosamente al malogrado actor River Phoenix a los submundos de Portland. Es inevitable que, con todos estos referentes, Portland parezca a ratos una ciudad desolada, melancólica, fantasmal. Powell’s vs. Strand Books
La urbe cuenta con otros dos lugares emblemáticos: Voodoo Doughnut (22 SW 3rd Avenue) –una tienda de donuts que siempre está repleta de turistas– y Powell’s (1005 W Burnside), la librería más grande del mundo. “¿No era Strand Books, de Nueva York?”, le pregunto a uno de los empleados. “No. Nosotros tenemos ascensores y muuuucho espacio. Aquí te puedes perder”, responde. De hecho, son 6.300 metros cuadrados y tres pisos, con estanterías para libros nuevos, usados y rarezas. Por algo cuenta con el slogan “City of books”. No deja de ser curioso que una librería de estas dimensiones no esté en París, Londres o Nueva York, sino que en una pequeña ciudad industrial perdida en Estados Unidos.
“No hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien que hacer un viaje con él ”, Mark Twain (1835-1910), escritor estadounidense.
La Panera I 25
John Bryson / Latinstock
Ballet
26 I La Panera
Rudólf Nuréyev A veinte años de su partida Para vivir en libertad se asiló en París en 1961 y en esa libertad creció, brilló y se transformó en parte de la historia de la danza. Pero también en ella encontró su propia condena para su vida personal; promiscuo y bisexual, su infancia carente tomó venganza en los placeres más mundanos, exorcizando años de hambre y de frío. En los excesos de una Ciudad Luz que terminó de conquistar como Director del Ballet de la Ópera de París, el artista tocó el cielo, pero terminó experimentando el infierno.
Por Carmen Gloria Larenas
E
l 6 de enero de 1993, en París, la ciudad donde desertó con sólo 36 francos en el bolsillo y vivió hasta el final de su vida en un lujoso apartamento del siglo XVIII del Quai Voltaire, Rudólf Nuréyev dejaba de existir. Rodeado de lujos, con la medalla Legión de Honor que otorga el Gobierno francés colgada de alguna solapa, su fama era ya imperecedera. Sería recordado como coreógrafo, uno de los directores más importantes del Ballet de la Ópera de París y uno de los bailarines más trascendentes en toda la historia de la danza. En resumen, como un gran artista, brillante, personal. A diferencia de los parámetros a los que debía responder un perfecto futuro bailarín clásico en la Unión Soviética, Nuréyev tenía piernas que se unían en las rodillas al estirarlas y proporciones no perfectas. Agripina Vaganova, fundadora de la escuela que lleva su nombre y que ha formado a los más brillantes bailarines de la historia –y a la que Nuréyev soñaba ingresar–, las estableció: la proporción entre la longitud de las piernas y la altura total de una persona debe ser del 52%. Nuréyev jamás habría pasado la prueba de ingreso. La vida tampoco favorecía su desarrollo físico: su familia subsistía en la precariedad. Su padre, Hamat, era comisario político del Ejército Rojo, un comunista devoto; su madre Farida, un ama de casa sensible; y sus tres hermanas padecían, igual que él, por una alimentación deficitaria (una vez se desmayó de hambre en clases) que contemplaba principalmente papas cocidas. No tenía zapatos para ir al colegio y cuando iba, debía usar el abrigo de su hermana, lo que provocaba las
burlas de sus compañeros. Nada podía presagiar entonces, salvo su fuerte carácter y determinación, que su vida se transformaría para convertirlo en un ejemplo de glamour, lujo, opulencia y, también, de soledad. Nuréyev se relacionó tempranamente con la danza, pero con la folclórica. La estudió en Ufá (capital de República de Bashkortostán, Rusia), donde vivía con su familia en 16 metros cuadrados de una casa de madera. En Ufá también asistió a los 7 años, a una función del ballet de Bashkiria con su madre y hermanas, con un solo ticket. Ahí supo que eso era lo que quería hacer por el resto de su vida. Y desde entonces esta fue su obsesión. Ingresó a la escuela de ballet de su pueblo a escondidas de su padre y encubierto por su madre, a quien no volvería a ver luego de su autoexilio hasta un poco antes de la muerte de ésta, en 1987, cuando regresó a la Unión Soviética. Seguramente fue su enorme capacidad de trabajo, inalcanzable para muchos, la que lo hizo remontar en poco tiempo el retraso de sus estudios. De hecho, conservaría esa pasión por el esfuerzo toda su vida. “Rudy respetaba a las personas que trabajan mucho. Recuerdo que cuando bailamos por primera vez, él vio que yo era capaz de ensayar tanto o más que él. Y eso hizo que me respetara”, recuerda la bailarina Marcia Haydée, actual Directora Artística del Ballet de Santiago. En una visita de 10 días a Moscú con la compañía de la ciudad, Nuréyev audicionó para el ballet Bolshoi. Lo seleccionaron, no por perfecto, sino por individual. En esos años, el Bolshoi gozaba de los favores de los jerarcas rusos por representar el nuevo sistema revolucionario y poner en el escenario historias que
enaltecían los nuevos valores. Pero Nuréyev desistió. Dijo no al pueblo para ir tras la realeza, que representaba la escuela fundada por los zares, la de Vaganova, del Teatro Mariinsky de San Petersburgo. Quería ser ungido en la cuna del ballet clásico. Juntó su dinero. Audicionó. Y quedó, a pesar de todo. ASUNTO DE ESTADO
El 6 de junio de 1961, Nuréyev deserta en el parisino aeropuerto de Le Bourget, durante una gira por Europa del entonces llamado Ballet Kirov (Mariinsky). Lleva 36 francos y la certeza de que desaparecerá si regresa a la Unión Soviética y no a Londres, como el resto de la compañía. Tiene razón. Años más tarde se sabe, al desclasificar archivos secretos de la KGB, que el propio Primer Ministro Nikita Kruschev había ordenado personalmente que lo asesinaran, porque el tártaro, ya una figura importante, contravino las normas de contacto con extranjeros. Nuréyev ha sido seducido por el brillo de París y por un nuevo círculo de amistades que, a su vez, ha sido seducido por el talento y la belleza del artista. El bailarín busca asilo en un contexto de polarización entre Rusia y Estados Unidos. Es declarado traidor a la patria, juzgado en ausencia y condenado a siete años de cárcel. Aun con el paso del tiempo, nunca deja de ser un tema políticamente sensible para la Unión Soviética y su Partido Comunista. El Ministro de cultura francés Jack Lang, que gestionó su llegada como Director del Ballet de la Ópera de París, confesó en un documental póstumo sobre Nuréyev que la Embajada de la Unión Soviética había presionado al Presidente Mitterrand para cancelar su
“La danza es un poema en el que cada movimiento es una palabra”, Mata Hari (1876-1917), famosa bailarina y actriz holandesa.
Rudólf Nuréyev y Margot Fonteyn en «Raymonda», en el Music Center de Los Angeles, 1966.
La Panera I 27
Latinstock
Latinstock
Ballet
nombramiento como director de la compañía parisina. Ni Mitterrand ni Lang cedieron. Y el artista pudo revivir al conjunto, entonces alicaído en su desarrollo, imprimiendo un sello único, potenciando a estrellas como Sylvie Guillem y dejando en el repertorio de la compañía creaciones propias que se presentan hasta hoy con enorme éxito. SU IMPACTO EN OCCIDENTE
Nuréyev tenía clara conciencia de su tiempo, de sus retos, del mundo en el que se desenvolvía. Con un instinto del que han hecho alarde muchos creadores de estos tiempos, comprendió que ampliar sus desafíos artísticos era importante: le gustaba trabajar con diferentes coreógrafos (George Balanchine, Roland Petit, Kenneth MacMillan, Frédérick Ashton, Glen Tetley), siempre buscando más. Esta necesidad artística no limitó su crecimiento creativo. Trabajó sus propias versiones de ballets como «Cascanueces», «La Cenicienta» o «La Bayadera», obra que revivió en Occidente. Desarrolló coreografías con el sello de su propia exigencia (rápidos movimientos de pies, direcciones consecutivas a izquierda y derecha; saltos con desplazamientos, entre otros) y una estética para esos trabajos definidas por el lujo (todas las telas de su producción de «La Bayadera» fueron traídas desde la India) y nunca abandonó el objetivo de conseguir mayor protagonismo para el bailarín hombre: agregaba variaciones si era necesario o creaba momentos para el cuerpo de baile masculino donde nadie más lo había hecho. “Nuréyev giraba a una velocidad totalmente inusual para la época. Saltaba haciendo grandes desplazamientos. Era como un gato.... Yo lo ví en el Teatro Colón, y entonces su técnica era soberbia”, recuerda Juan Lavanga, director Ejecutivo de la Asociación Arte y Cultura de Argentina. 28 I La Panera
Dame Margot Fonteyn junto a Nuréyev, al finalizar su actuación en «Romeo y Julieta», en la Metropolitan Opera House de Nueva York, 1975.
Pero tal vez lo que más llama la atención hoy es su agudeza para comprender el mundo y el rumbo que tomaba el “mercado”. Sus incursiones en el cine (en 1976 interpretó a Rodolfo Valentino dirigido por Ken Russel), en Broadway (recorrió Estados Unidos con «El Rey y Yo») y en programas de televisión lo dejan claro. Sin temor a traspasar los límites establecidos para los artistas clásicos (que hoy tantos buscan derribar para hacer sus nombres masivos) no duda en participar en shows como el de Los Muppets, que gracias a él recobra su popularidad. Por eso cuestiona tan claramente que lo comparen con Vaslav Nijinsky: “Él y yo no tenemos nada que ver. La imaginación de la gente de 1900 forjó un ideal, fue el primer montaje publicitario en el mundo de la danza. Realmente, Nijinsky bailó muy poco, pero captó la imaginación del público de su época, mientras que yo debo captar la imaginación de la gente de los años sesenta a los ochenta”, explica en una entrevista al diario «El País». LA PARTIDA Y EL DESCANSO
La última aparición de Rudólf Nuréyev en un escenario fue a fines de 1992, en el Palais Garnier. Al finalizar la función de «La Bayadera», recibió una emocionante ovación del público y el entonces Ministro francés de cultura, Jack Lang, le hizo entrega de la mayor condecoración de ese país: Caballero de la Orden de las Artes y Letras. El 6 de enero murió, muy poco antes de cumplir los 55 años. Fue enterrado en el cementerio ruso-ortodoxo parisino de Sainte Geneviève des Bois, a pocos metros de las de otros grandes de la danza, como Serge Lifar y Vaslav Nijinski. Su tumba fue diseñada por el arquitecto y escenógrafo italiano Ezio Frigerio. El único elemento decorativo es una enorme alfombra multicolor, réplica en mosaicos y bronce de las antiguas del Asia Central de las que el bailarín era coleccionista.
MARGOT FONTEYN, SUS AMORES, SU STATUS DE CELEBRITY
C
on su deserción, Nuréyev se transforma, en cuestión de minutos, en una personalidad. Nunca más dejan de perseguirlo los paparazzis y es, sin duda, el primer bailarín clásico en alcanzar el estatus de una celebrity, de aquellas que mantienen una relación amor/ odio con los medios y con la sociedad. Rápidamente comprende que tiene un enorme poder para hacer lo que quiere, y después de seis meses deja el Ballet del Marqués de Cuevas (que dirigía el chileno Raimundo Larraín) porque le molesta la producción de «La Bella Durmiente» de esa compañía. De la mano de la bailarina María Talchieff, muy poco después conoce a Erik Bruhn, según muchos, su único y verdadero amor. Bruhn, gran bailarín danés, le ofrece una relación estable y una vida en común en torno al arte de la danza. Ambos, perfeccionistas, artistas de alto vuelo, proponen versiones conjuntas de obras como «El Lago de los Cisnes». Bruhn lo contiene en esta vida libre que Nuréyev no quiere desperdiciar y le ofrece un espacio de estabilidad parecido a un hogar. Y también le abre una puerta para que sume a su brillante escuela Vaganova las características que mejor le queden de la escuela europea, en este caso, la danesa. Pero todo esto no impide que Rudy (como le dicen sus cercanos) le sea infiel, sumando nuevos nombres de mujeres y hombres a su ya larga lista de amantes, que crece en el tiempo hasta hacerlo topar con el sida que le quitará la vida. Rudólf Nuréyev y Erik Bruhn permanecieron relacionados de diversas maneras hasta la muerte de este último, en 1986, a raíz de un cáncer al pulmón agravado por el sida. La libertad ofrece a Nuréyev la opción de vivir su bisexualidad sin culpas, y, aparentemente, sin riesgos. Atractivo, exitoso y complicado, es un imán para hombres y mujeres. Y aunque todavía se discute el tipo de relación que entablan, sin duda a Margot Fonteyn y a él los une una gran pasión, al menos en el escenario (muchos afirman que también fuera de él). Cuando aparece en la vida de Fonteyn, él tiene 23 años y ella 42. Fonteyn está por terminar su carrera y él recién la comienza. Algo pasa, pero el hecho es que la carrera de la estrella británica vive una segunda juventud al lado del tártaro. Y él ve cómo ella le abre las puertas que necesita flanquear para seguir subiendo. Dicen que se amaron, que ella se embarazó de un hijo que perdieron. Lo cierto es que la química entre ambos es innegable y que Nuréyev la quiere y la respeta de una manera tal que decide mantenerla económicamente en secreto hasta la muerte de Dame quien, ya retirada, vive sus días sin más fortuna que la gloria pasada. A estos dos nombres se sumarían otros. Algunos famosos, como el rockero Freddy Mercury (Queen), y muchos otros desconocidos. Nuréyev buscaba el placer, siempre pasajero, porque seguramente no encontraba la perfección que sólo la danza le daba.
Caras y carátulas
[ por Antonio Voland ]
Mauricio Barraza Los materiales sonoros
M
Javier Barría Discos en el piso
H
ay veces en que Javier Barría peca de una humildad excesiva, si es que ello constituye una falta, para la estatura que tiene como creador de muchas de las más bellas y dinámicas canciones pop de estos últimos diez años. A su lado, otros solistas sin una fracción de su creatividad musical mantienen cerca a verdaderas feligresías. Pero eso no viene sino a demostrar su línea editorial, que es irrenunciable, de modo que para Barría valen igual una presentación para quince personas en un departamento de calle San Ignacio que un gran concierto como el que dio a fines de agosto en el Anfiteatro del Museo de Bellas Artes. Fue el tardío lanzamiento de «Llorar en la calle» (2012), su último disco. Para él es el tercero si se considera a «Introducción a la geometría» (2009) como el punto de partida, pero en realidad es el décimo tercero en la cuenta. Son muchos discos, tirados en el piso después de un terremoto. La canción es un ritual y a la vez un artefacto de finas terminaciones si está en sus manos. Siempre armada de melodías de exquisito gusto, como queda expuesto en «Siete puertas», en «Avión», en «Barrio Puerto», en «La casa nueva», en «No te sientes en el suelo», en todas. En «Llorar en la calle» se puede sentir esa maduración a lo largo de una década (de un compositor que ya promedia sus treinta), desde que por primera vez se escuchó en Ñuñoa «Melodía de serpientes», en 2002, hasta la maravillosa «A salvo», de hoy.
ucho más llamativo que la manera en que se validó dentro de los herméticos círculos del jazz chileno (con una total meritocracia que se fue dando desde su posición en el clarinete clásico y académico hasta incursionar en la improvisación libre y vanguardista), el verdadero punto a favor de Mauricio Barraza (1985) se encuentra en los resultados de su sonido. Es un músico nuevo, con ideas nuevas que no niegan el pasado, y que se desmarca por kilómetros de los pocos clarinetistas que hay aquí. En «Ocho chino», su primer trabajo como compositor y líder, Barraza se perfila como un arquitecto sonoro en función del quinteto que ha reunido para estos propósitos. Su música trabaja con materiales especiales: su clarinete bajo, el vibráfono de Diego Urbano, el piano de Sergio Valenzuela y la guitarra de Esteban Sumar, por ejemplo. Los elementos se combinan, las especialidades se alternan y las sensibilidades se complementan en esa poética hasta alcanzar alturas en «Para Horn» o en «Bandera 84, piso 8, 15:00 horas», apenas dos muestras de ese sonido tan único que no hay manera de equivocarse si se escucha tocar a Mauricio Barraza. Gozne Bienvenido a la máquina
S
i fuera el momento de subrayar aquí trayectorias extensas dentro de la música chilena creada a través de dispositivos electrónicos, entonces 2013 tendría que ser el año de Eduardo Yáñez Torres, un músico nacido en Valparaíso que se presenta con el nombre de Gozne. Acaba de publicar un nuevo título en su prolífica discografía, ahora con el netlabel Pueblo Nuevo. Es «Transmition machine», trabajo con el que Yáñez renueva su tendencia a la creación de una música de severas cuadraturas, casi kraftwerkiana, y de sonidos que si no son análogos, entonces lo parecen. No podría ser de otro modo para un explorador que hizo su primera composición grabando los sonidos de una radio de onda corta hace justo 30 años. La especialista Claudia Peredo lo define agudamente en las notas del disco: “(‘Transmition machine’ es) minimalista en algunos momentos, experimental en otros. Las voces proporcionan palabra hablada, no hay canción y dicen pequeñas frases en inglés como: ‘time bomb’, ‘total devastation’, ‘technologic music’, ‘planet of confusions’ y más, que proporcionan a cada tema no sólo su titulo, también su ambiente particular y desarrollo”. La maquinaria de los tiempos.
Las Primas Asuntos de familia
F
ue una semana antes del terremoto, en una presentación en el Ópera Catedral del barrio Bellas Artes, cuando quedó registrado el estreno en directo de este cuarteto femenino de cueca tradicional que hoy retoma una posición protagónica. Desde ese 20 de febrero no pararon más: en bares de moda como el mencionado, en fiestas costumbristas, en vendimias, en espectáculos municipales periféricos. Incluso, ya pasaron por el Festival del Huaso de Olmué. Las Primas van a todas y vuelven intactas. Se avecina un Dieciocho de cinco días y seis noches, y para enfrentarlo bien vienen discos tan vigorosos como «Chilenitas», el segundo título del conjunto formado por figuras con experiencia en otras agrupaciones femeninas, como Tania Gómez, su principal voz, quien integró Las Niñas; o la acordeonista Cecilia Canto, que pasó por Las Peñascazo. Pero para Las Primas no se trata sólo de hacer cueca para cantar y animar el baile. Además, hay un componente de investigación que se manifiesta a través de la historiadora Leslie Becerra, quien ha dirigido al grupo por ese camino. “El oficio del canto folclórico siempre se practicó en familia. Desde los primeros registros de las cantoras en Chile, esta tradición se transmite de abuelas a madres y de madres a hijas. Para nosotras también es simbólico”, dicen en un conjunto de señoritas.
Nombres propios Luis González Flores (1881-1945) “A las chinganas se debía entrar bien vestido. Fue una costumbre que trajo José Miguel Carrera desde España, pues allá así se mantenían los tablaos, las cuevas y las tabernas”, dice la investigadora Litzi Mantero, parte de un equipo de especialistas en cueca tradicional que acaba de poner en marcha la producción del libro «Vida y obra de don José Miguel Carrera». El volumen contará la historia olvidada del prócer de la Independencia a través de 200 cuecas recopiladas desde los tiempos de la Patria Vieja. Don Luis González Flores fue uno de estos protectores de la tradición de la cueca de la chingana, espacio donde comenzó la conspiración patriota. Allí se cantaba la llamada ‘chilena’, que se hizo fuerte entre Santiago y Valparaíso, y que hasta hoy cuenta con cultores que la preservan. González Flores fue conocido como “Luchito El Porteño”, gran cantor de canchas porteñas y capitalinas. Llegó a Santiago desde el cerro Los Placeres, como industrial del Matadero. Había aprendido el arte del canto a la rueda de su padre, don José Dolores González, un veterano de la Guerra del Pacífico, y es además el padre de Fernando González Marabolí, el más grande erudito en este campo, quien, junto al musicólogo Samuel Claro Valdés, escribió el fundamental libro «Chilena o cueca tradicional» (1994). Linaje puro.
La Panera I 29
Música
Latinstock / Manuel Palma
Los Jaivas «Indio hermano» “Esta canción es una aproximación visionaria del grupo con respecto a un asunto que a la izquierda de la época le importaba casi nada, pero que los años probarían su urgencia de abordar: la relación de los chilenos con nuestros ancestros indígenas”, apunta García. «Indio hermano» fue un single editado inmediatamente después del disco «La ventana» (1972) y que vino a marcar de paso el universo estético y musical propio de Los Jaivas. “Más que política, «Indio hermano» es una declaración filosófica, una propuesta cultural y religiosa”, diría Eduardo Parra, el mayor de los hermanos del grupo viñamarino, que entonces no sólo debió soportar presiones de la izquierda radical que los criticaba por no plegarse al frente de la UP, sino otras curiosas apreciaciones: “Quizás el ejemplo más burdo es la entrevista que les hizo Patricia Politzer para revista «Ramona» en 1970, donde el grupo es descrito como ‘pájaros raros, vagos y marihuaneros […] que no tienen nada que ver con Chile’ ”, agrega García.
Los Jaivas celebraron sus 50 años en un gran concierto aniversario ante setenta mil personas, junto a Stone Pig, Joe Vasconcellos y Juana Fe.
Marisol García y los lados B del canto social y político
Las otras canciones Marisol García (1973) Es periodista especializada en música. Codirige la enciclopedia de música chilena en internet «MusicaPopular.cl», conduce el programa «Canción del Sur» en la radio online MusicaChilena.cl e integra el equipo organizador del Festival «In-Edit», que cada año muestra trabajos acerca de documental y cine musical. Algunos de sus artículos han sido seleccionados en tres antologías del Premio Periodismo de Excelencia, que entrega la Universidad Alberto Hurtado. 30 I La Panera
atrevidas No son «Venceremos», de Sergio Ortega; ni «Al centro de la injusticia», de Violeta Parra; ni «Plegaria a un labrador», de Víctor Jara. La autora de la reciente investigación «Canción valiente» reestudia los cancioneros y se sumerge en profundidades donde hasta en el pop bailable logra detectar una moral de indignado.
Aparato Raro «Dulce decepción»
Quelentaro «No sé quién lo permitió»
“Yo no me trago más tus verdades, / tu moral y tu tradición. / Si el mundo de hoy es tu legado / yo ya no quiero ser tu empleado. / No quiero estar en tu sucia guerra. Ni militar ni militante. / Si he de luchar por la libertad / no transaré mi individualidad”, cantaba Aparato Raro en 1985, en medio del fragor del levantamiento popular contra la dictadura. Pero «Dulce decepción» no estaba ni por error dentro de la estética que acompañaba a la canción de protesta de entonces. Era, más bien, un frenético ritmo de batería y sencuencias electrónicas revestido por los nuevos teclados de la música pop. “El rollo de Aparato era ser puntudos, joder a los milicos y bailar. Quizás sonaba contradictorio, pero nos parecía fundamental no ser graves. (...) Éramos puntudos porque teníamos el poder para hacerlo: nadie nos iba a allanar la casa, no éramos víctimas de nada. Éramos unos privilegiados”, dice en las páginas de «Canción valiente» Igor Rodríguez, cantante de Aparato Raro. “«Dulce decepción» describía imágenes de una ciudad oscura y violenta, sin redentores a la vista, y con la muerte y el miedo instalados como parte del paisaje”, dice Marisol García.
En abril de 2012, el grupo perdió a Eduardo Guzmán, uno de los hermanos que dieron cuerpo y voz a Quelentaro, activo desde 1960. Marisol García describe a «No sé quién lo permitió», una pieza del disco «Leña gruesa» (1969), como otro ejemplo de canción social anticipada a sus tiempos. “Tiene plena vigencia en su crítica a la educación pública chilena. Tanto así, que su tono de desesperanzado sarcasmo parece estar conjugado desde un mismo lugar que «El baile de los que sobran», que Los Prisioneros cantaron en 1986: “Educación para todos, / sin fijarse quiénes son. / Qué falso, pero sirvió / para darme una esperanza, / esperanza de estudiante; / esperancita murió”.
Es una de las canciones de título más kilométrico en la historia de la música chilena, que completa la idea con la reflexión de “…si quieres ver menos televisión descubrirás ¡qué aburrido estarás por la tarde!...”. Marisol García la ubica en el mapa como la canción con la que Flor Motuda derrotó en el Festival OTI de 1978 al entonces muy popular cantautor Óscar Andrade, quien competía con su canción «La tregua». “Creo que a tres décadas de su composición, la solidez de ese canto contra la rutina del empleado promedio sigue siendo irrebatible. Comienza con un falsete medio disco, toma vuelo con un crescendo inquietante, sigue con un contrapunto vocal acomodado entre violines, y planea luego en un estribillo machacante pero seductor, adornado por trompeta y bajo eléctrico. Su texto es el extraordinario diagnóstico más certero y bien sintetizado que haya logrado nuestra canción para retratar la suerte del chileno atrapado en una rutina que no comprende ni disfruta”, completa Marisol García.
Blops «Vértigo»
Por Antonio Voland
N
Antonio Larrea
Gonzalo Donoso
Flor Motuda «Pobrecito mortal... »
o es casualidad ni mucho menos una salida del libreto que Manuel García hubiera interpretado a guitarra sola una canción de Los Prisioneros durante el lanzamiento de «Canción valiente», libro de la periodista Marisol García. «No necesitamos banderas», que fue editada en el histórico debut de 1984 «La voz de los 80», es un ejemplo del largo alcance que puede tener aquí el canto social y político. A no equivocarse: la canción es valiente, no de protesta, ni contingente, ni política, ni social, aunque en el estudio de Marisol García es igualmente la suma de todas ellas. «Canción valiente» (Ediciones B) transita por el período comprendido entre 1960 y 1989, las tres décadas más álgidas en este campo de la creación. Le tomó cinco años de trabajo, suficientes para que García expandiera el rango de lo que expone su temática. Finalmente, recorre la historia desde Violeta Parra como impulsora de un movimiento como la Nueva Canción Chilena, el primer rock chileno de los 60, la canción creada en el exilio en los 70 y las experiencias del Canto Nuevo durante la dictadura en los 80, además de otros frentes creativos, como el rock de Los Prisioneros, el pop de Upa, el punk de Pinochet Boys y el hip-hop de Panteras Negras. De estos amplios cancioneros, la autora escoge cinco ejemplos de temas valientes y adelantados que por alguna razón no lograron toda la visibilidad que ameritaban.
“Tanto a Los Jaivas como a los Blops, nos hacían pedazos desde la derecha y desde la izquierda. No sabían dónde ponernos. Para algunos, el hecho de tener una guitarra eléctrica era ya imperialismo. Llegó a rumorearse que éramos agentes de la CIA”, recordaba Eduardo Gatti acerca de los tiempos de polarización política, cuando agrupaciones jóvenes de rock como los Blops, que habían nacido en plena Beatlemanía, no tenían espacio libre para maniobrar debido a la compleja contingencia. “«Vértigo» (1970) es un muy atrevido llamado de atención de los Blops contra la retórica partidista. Nadie los veía entonces como un grupo de reflexión social, pero, en el fondo, la banda sí observaba a Chile y se ponía en guardia ante ciertas tendencias juveniles que ellos consideraban distractoras o ensalzadoras de falsos líderes”, dice Marisol García, quien descubre aquí un episodio de insólita estrechez de pensamiento que involucra a Pablo Neruda. Durante un acto del PC de 1968, el poeta se dirigió al auditorio para presentar a los músicos: “Acá los dejo con uno de estos grupos extranjerizantes, que sólo vienen a distraernos de nuestra causa”.
“Hoy estoy viendo a los jóvenes / a plena luz del día / cambiando este planeta / así llegaremos al futuro dignamente”, Florcita Motuda.
La Panera I 31
Música
Tom Waits Espadapescadotrombones
Latinstock / Kim Kulish
Se cumplen 30 años de uno de los discos más locos de uno de los artistas más locos de uno de los siglos más locos. En «Swordfishtrombones», sale al patio de su jardín y se pone a escarbar en la tierra con herramientas de lo más extrañas, arrancando de corazón raíces blues, jazz, rock, cabaret, rumba, tango, country, bluegrass y malas hierbas. Muchas malas hierbas.
32 I La Panera
Por José Santos Mateo
E
n la gran pantalla al lado del escenario, su cara de orangután, su masa de pelo perfectamente despeinada, su aspecto de otro siglo con el entrecejo en uve. Por fin se escucha la esperada frase: “y el ganador es... Henry Mancini por «Victor/Victoria»”. Otra vez el de la «Pantera Rosa»... Waits sale de la Gala de los Oscar de 1982 (en la que fue nominado por la banda sonora de la desastrosa película de Francis Ford Coppola «One from the heart») con ganas de regresar al Troubadour y sentarse a tocar su etílico piano. Pero en lugar de eso... La carrera de Tom Waits (California, 1949) iba con el viento en las velas gracias a una muy/demasiado conseguida imagen de alcohólico divertido que tocaba en night clubs baladas y blues contaminados por diversas referencias. Sus discos, distribuidos por la discográfica Asylum, se acercaban cada vez más a la palabra éxito. El regreso del fiel fracaso en la gala de los Oscar le recordó que su camino era otro. Complicarse la vida, ponérselo difícil, ése era su sentido. Hacer lo contrario de lo que debería. ALTA GRADUACIÓN
Un chiste Más jodido que vendedor de discos buscando en qué etiqueta meter el «Swordfishtrombones», de Tom Waits.
La primera de esas contrariedades fue casarse. En 1980 contrae/contraria matrimonio con Kathleen Brennan, que trabajaba en el estudio en el que grababa Coppola, y quien aportó al músico sonidos que hasta ahí no había escuchado. Desde entonces, Brennan será su mayor influencia y co-compositora de sus canciones. Su mujer se suma a una amplia nómina de referencias: Harry Partch, Kurt Weill, Howlin’ Wolf, Cantinflas, Captain Beefheart y Louis Armstrong. De ese cóctel de alta graduación saldrá la música que Waits estrenará en un disco que se está autoproduciendo en ese 1983. La revuelta de Waits continúa. Abandona su discográfica Asylum y firma contrato con Island Records. Con su antigua empresa se va la dependencia del piano y de los arreglos de orquesta. Para sustituir el hueco que dejan las teclas y todos los instrumentos de viento (un gran hueco), incorpora otros raros, como la gaita, la marimba, el fagot o el órgano; otros no tan raros, como la percusión y la guitarra eléctrica, y otros definitivamente muy raros, como un chamberlin roto, un tambor con arroz, una harmónica de cristal, una conga y un violinofón. Su voz evoluciona y muta; cada vez es más un instrumento añadido, que lo mismo suena como un gato epiléptico que como el primer rugido de un motor diésel. La teatralidad es la soda, el elemento aglutinador del cóctel. Waits inventa personajes que encarna en cada una de las canciones. Como demostrará después en sus conciertos, cada rol tiene una presencia autónoma, una forma de moverse, un relato por descubrir. Sus temas son fábulas, largometrajes comprimidos, historias de gente perdida, cínica, vividora y... fracasada. Esa dramatización, unida
EL DESPUÉS En su día, el disco, aunque hoy su sonido sea más o menos asimilable, fue una ruptura radical, no sólo de la discografía de Waits, sino de todo lo que sonaba en los ochenta. Una época de sintetizadores con purpurina, de letras ingenuas y ambiguas, de un barroquismo superficial y de la deriva de los grandes rockeros. «Swordfishtrombones» gustó más en Europa que en Estados Unidos. Pero Tom Waits no flaqueó, curtido en su gira como telonero de Frank Zappa, en la que recibía tomatazos e insultos inferidos por los seguidores de Zappa que iban a escuchar épicas improvisaciones y no sus baladas de perdedores tocadas a piano. El siguiente paso no iba a ser hacia atrás. Tras este disco cismático se fue a Nueva York para hacer «Rain Dogs» ... pero esa es otra historia. «Swordfishtrombones» fue la primera de sus apuestas con las cartas marcadas en un juego en el que sigue lanzando faroles hasta su más reciente trabajo, «Bad as me» (2011). Waits sigue cantando al fin de las verdades, al triunfo del fracaso, a los demonios que venden su alma a personajes anónimos, al circo de la vida, a la fantasía, a la imaginación, al derribo de las convenciones y a la desilusión del poder. Subirse al tren en esta primera estación inaugurada en 1983 es una decisión desacertada, como todas las decisiones que uno toma. Todo esto si leemos el mandamiento que ha escrito Waits en nuestro billete de pasajero: “Todo lo que puedas imaginar, es real”.
a una atmósfera que flota en el techo del bar, consigue algo improbable: generar una sensación compacta y uniforme en un disco no variado, sino desquiciado. UN VIAJE BIZARRO
Su trabajo rupturista se titulará «Swordfishtrombones». No se podía llamar de otra manera. Comienza desde abajo, o mejor dicho, desde dentro. «Underground» nos introduce en ese “bajotierra” donde quedan los agujeros provocados por la búsqueda de raíces de Waits. “Hay un mundo ocurriendo debajo de la tierra”, canta en las primeras estrofas. Y si creen que van a salir y elevarse hacia los cielos, se han confundido de álbum y de artista. Como mucho, podrán llegar a nivel de suelo con alguna de las violentas historias de bar relatadas en «Dave the Butcher» o en «16 shells from A 30.6», para luego regresar a la ultratumba con «Down, down, down». Se puede hablar de música negra en la misma línea en la que existe un cine negro. Un imaginario que proviene de sus años de vida en la frontera entre Estados Unidos y México. La disonancia une las extrañas conjunciones musicales, perseguidas por una percusión de objetos indescifrables, y la inclusión de instrumentos voladores no identificables. Entre tanta atonalidad y novedad, sorprenden algunos temas por los que asoma la cabeza con sombrero del Waits del periodo anterior, como «Johnsburg, Illinois»; o el futuro contador de historias de voz satánica, como en «Frank´s wild years». Entremedio se cuela una de esas melodías que te dejan sin aliento, en este caso, «In my neighbourhood», donde entrega una descripción devocional de su vecindario, y lo hace sublimando lo cotidiano, lo sucio, lo extravagante. Un himno enaltecedor de lo decadente.
“Los músicos son irrazonables. Siempre quieren que uno sea mudo en el momento que uno desea ser completamente sordo”, Oscar Wilde (1854-1900), novelista irlandés.
La Panera I 33
Literatura
La “trama” detrás del libro Llega a Chile la colección «Tipos Móviles», de editorial Trama, posiblemente la única especializada en la trastienda de la lectura: editores, correctores de prueba, bibliotecas. Su catálogo –pequeño pero sólido– es una panorámica de una industria maravillosa que, según algunos, peligra. Por J.C. Ramírez Figueroa
S
i la irrupción del e-book y los nuevos dispositivos de lectura ha motivado debates, polémicas y hasta desmentidos en torno a sus verdaderos alcances, hay un vacío informativo en torno a los procesos de edición y de publicación. Es decir, mucho se habla de las consecuencias que traen los cambios de soporte papel a digital, pero poco sobre lo que está detrás de la creación de esa pieza que hasta hoy llamamos libro. De ahí la importancia de Trama y específicamente de la colección «Tipos Móviles». Posiblemente, la única en lengua española totalmente especializada en profundizar y difundir la trastienda de la lectura. Recovecos en la historia de la literatura y de la investigación, protagonizados por personajes como editores, correctores de prueba, traductores, escritores fantasmas o agentes. Fundada en 1996, ha sido testigo de la masificación de internet y todos los cambios (o más bien, anuncios) que traería al mundo de la lectura. Si bien uno intuye lo que ocurre detrás de la cadena del libro, es estremecedor leer de primeras fuentes anécdotas, datos insólitos o historias que pueden soltar algún lagrimón sobre escritores rechazados, editores dispuestos a dar la pelea por conseguir publicar un título o sellos que logran superar mil y un dramas. http://www.tramaeditorial.es/
Los grandes fracasos La idea de escribir sobre los grandes rechazos de obras maestras («En busca del tiempo perdido», de Proust; «Rebelión en la granja», de George Orwell; «La conjura de los necios», de John Kennedy Toole) siempre persiguió a Iñigo García. Pero sólo puso manos a la obra cuando se topó con el manual «Cómo tener éxito con las mujeres». Descubrió que la descripción del seductor eficaz señalado por los autores del libro (dos personal trainers) es perfectamente aplicable a un escritor: “Alguien que no se queja como un niño si no le dan lo que desea: una persona consciente de que le toca a él iniciar una conquista, aun a riesgo que le den con la puerta en las narices y que no se lo toma a pecho cuando lo rechazan, pues está convencido de que el NO forma parte del juego y al cabo de oír NO muchas veces se demuestra esa gran verdad que en lengua española se enuncia así: ‘el que la sigue, la consigue’”. Así, «Éxito: un libro sobre el rechazo editorial» se estructura en torno a reflexiones, trivia e información sobre cartas de rechazo delirantes, revistas que sólo publican a quienes puedan certificar que los rechazaron cinco veces, autores que insisten en mandar manuscritos, editoriales que insisten en publicar temáticas que “creen” podrían triunfar, escritores con ganas de asesinar a todo el mundo y lectores que saben lo que quieren pero no lo encuentran.
La revista Para cualquiera que sienta un estremecimiento al entrar a un lugar con muchos libros, «Texturas» es una buena guía para estar actualizado. Aparece tres veces al año y ya va en su número 20. En sus páginas es posible encontrar informes sobre la situación de las bibliotecas de investigación en Estados Unidos, los contrastes del sector del libro en América Latina, la curva de distribución de Amazon o la ley del precio fijo de los e-books en Francia. También se puede leer un análisis de Jason Epstein sobre cómo cierta cultura editorial está “anclada en el pasado” y cómo “los gestores empresariales están alienados del bien de consumo que producen”. O rescates de viejos –y actuales– artículos de Ortega y Gasset en torno al canon literario. La publicación es amigable en su formato y contenido, y tremendamente precisa: hay gráficos, estudios y fuentes que acreditan cada información. Un solo ejemplar puede entregar una panorámica de cómo está la situación de –según ellos mismos anuncian– “la edición, el libro, sus hechos y algunas ideas”. Dónde encontrarla
La colección «Tipos Móviles», de Trama, es distribuída en Chile por Contrapunto. 34 I La Panera
Luchar contra la censura
El apostolado de editar
(y las buenas costumbres)
Marco Cassini, editor del sello italiano minimum fax, confiesa: “Con el oficio que he elegido esperaba una vida distinta a la que llevo. Imaginaba largas jornadas leyendo manuscritos que iban a cambiar la historia de la literatura, conversaciones en figones llenos de humo con escritores legendarios, esclarecedoras reuniones con colaboradores que continuarían en cenas memorables...”. Sin embargo, se encontró con un paisaje mucho menos glamoroso, donde debía lidiar con boletas, escritores mañosos y labores de prensa. Y esa es la realidad que devela «Erratas». Un auténtico apostolado, pero que no deja de ser hermoso. “El dilema del editor puede resumirse en la dualidad del proyecto cultural (que casi todos los editores tienden a considerar una especie de misión, en cuyo nombre se pueden realizar actos de insensato masoquismo financiero) y las múltiples implicaciones comerciales que un empresario en sus cabales y responsable de su actividad debería anteponer a los aspectos románticos del oficio”, escribe. Un libro que se emparenta con otras dos piezas: «Editor», de Tom Maschler (famoso por llevar a Inglaterra a García Márquez), y «La cara oculta de la edición», las confesiones de Martine Prosper, quien intenta combatir a quienes idealizan la labor y pone en escena a los auténticos protagonistas: libreros, escritores, traductores y correctores.
«La travesía del libro» se considera el relato de cómo el libro –y Francia– pasaron del siglo XIX al XXI. El editor Jean-Jacques Pauvet –su autor– fue extremadamente audaz al publicar títulos controversiales en los cincuenta partiendo por las obras del Marqués de Sade y la primera edición de «Hollywood Babilonia», de Kenneth Anger. Escrito en primera persona, el trabajo de editor se dignifica a partir del empuje y anecdotario del autor. Por ejemplo, recuerda la gran polémica tras publicar «Historia de O», de Pauline Réage (también fue el primero). “Ahí podemos ver levantada la barrera invisible, pero terriblemente eficaz, que separaba a la “pornografía” femenina y a su única representante involuntaria, de su homólogo masculino homosexual y su abanderado oficial”, recuerda Pauvet. Aunque la obra se convirtió en un hit, siendo un precedente para fenómenos como «Cincuenta sombras de Grey». Por si fuera poco, Pauvet también editó a André Gide, Boris Vian, André Breton, Georges Bataille, André Malraux, entre muchos otros. Lo interesante es su opción por piezas “malditas” o “no convencionales”. Algo que, como explica en el libro, lo llevó a juicios y procesos que, en definitiva. abrieron el debate en torno a lo que es posible de leer en una sociedad civilizada.
El escritor oculto
El futuro
Si salieran a la luz las verdaderas identidades tras las autobiografías de futbolistas, políticos, rockeros, actores y otros, nos llevaríamos varias sorpresas. Lamentablemente, los escritores (por contrato y por orgullo) no pueden revelar su identidad. «Escritor en la sombra», de Orlando de Rudder, se sumerge en este mundo extraño y sumamente lucrativo. Un mundo alternativo que el autor conoce ya que escribió para tenistas, chefs y gurús varios. Acá nos enteramos de tarifas, peleas, formas de adaptarse a la mente del supuesto escritor. Pero también de cómo se deben inventar romances, accidentes y recuerdos para hacer la obra más atractiva. Porque, la verdad, es que todas las vidas se parecen. Aunque existe la idea de que una celebridad experimenta las idas al supermercado o a pagar cuentas de una forma más intensa.
Más que una crisis del libro, lo que hay es un cambio de paradigma. Se redefinen las relaciones entre editores, distribuidores y libreros; cambia la forma de presentar y leer una obra; el modelo de negocios se hace digital. En torno a eso, Manuel Gil y Francisco Javier Jiménez analizan esto en el libro titulado precisamente «El nuevo paradigma del sector del libro». Los autores son experimentados y arremeten con los problemas de la industria, las tendencias del mercado, el mercado, los cambios de etapa del consumo cultural y las tendencias culturales. Hay dos temas de interés básicos: el editor independiente y la situación de la librería tradicional. Lo más interesante son las soluciones que proponen: mercado único para todos los países de habla hispana, un programa de estudios oficiales para formar libreros editoriales y distribuidores, una plataforma única de información. Más que aplicables, lo interesante es cómo ponen en tensión una cadena que efectivamente está mutando. El blog de Manuel Gil
antinomiaslibro.wordpress.com
“¿Hay alguien más solo que un héroe?”, Boris Vian (1920-1959), novelista y músico de jazz francés.
La Panera I 35
Literatura
La revolución digital llega a los textos escolares Santillana.compartir es un proyecto inédito en Chile, que busca acercar las nuevas tecnologías a los alumnos, sus profesores y sus familias. La iniciativa, que ya se ha replicado en varios países de Latinoamérica, se extenderá en 2014 a todos los colegios interesados. Por Carolina Andonie Dracos
¿C
ansado de que sus hijos estén todo el día frente a su i-Pad? ¿Aburrido de su autismo y de su adicción a los videojuegos? Más vale que se vaya acostumbrando. La era digital llegó para quedarse, incluso en las salas de clases, donde los niños podrán acceder al conocimiento acorde a los tiempos. El cambio corrió por cuenta de Santillana, que este semestre puso en marcha Santillana. compartir, un proyecto pionero en el país, que partió con los quintos básicos de once colegios de todo Chile y que incluye textos escolares digitales, recursos interactivos, plataforma online para docentes, el aula y la familia. También considera el equipamiento de aula mediante la provisión de tablets para todos los estudiantes y profesores que participan en esta experiencia. “Santillana.compartir nació para potenciar en los estudiantes los logros indispensables del siglo XXI, que hacen referencia a las habilidades, el conocimiento y las competencias que deben dominar para tener éxito, tanto en la vida personal como laboral. Por ejemplo: competencias de aprendizaje e innovación o asignaturas curriculares básicas”, explica Mauricio Montenegro, gerente general del grupo editorial. –¿Cuál ha sido la reacción de los colegios donde se puso en marcha el proyecto? “El proceso entre los once colegios fue en paralelo, así que todos están viviendo una experiencia similar. Es cierto que cualquier cambio en la vida genera dudas e inquietudes, y esto no es distinto en las organizaciones. Conscientes de aquello, hemos realizado todos los esfuerzos para acompañar permanentemente a los colegios, generando coaching y capacitaciones, escuchando sus consejos y adaptando nuestras respuestas a cada realidad. Tenemos asesores pedagógicos a su disposición, quienes han aclarado todas las
36 I La Panera
Ya están hechas las alianzas con organismos de carácter internacional que han realizado investigaciones similares en otras partes del mundo. La recepción ha sido excelente.
dudas de los apoderados y han guiado en el proceso de integración tecnológica en el aula a los docentes. Los colegios están muy entusiasmados y la recepción ha sido excelente, al punto de que varios establecimientos ya han realizado consultas sobre el modelo y las formas de incorporarse en él”. –¿Cómo seleccionaron a los colegios? “Queríamos comenzar con un plan piloto para poder medir más eficientemente el impacto de nuestro proyecto, tener una experiencia más cercana y acompañada, que además nos permitiera hacer esta iniciativa escalable. Para eso nos acercamos a distintos colegios de todo Chile, que comparten una misma visión sobre la necesidad de actualizar los modelos de enseñanza y de aprendizaje y acercarlos a las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)”. –¿Qué esperan en cifras para 2014? “Esperamos poder ofrecer nuestra solución tecnológica a todos los establecimientos que sientan el desafío de incorporar las tecnologías en el ámbito educativo mediante nuevas prácticas para el aula, siempre en concordancia con los Objetivos de Aprendizaje”. –¿Cómo se integra concretamente la familia en el proyecto? “Santillana.compartir es una oportunidad única de generar ambientes o condiciones que permitan que los distintos actores de la educación de nuestros estudiantes puedan interactuar. El proyecto considera una platafor-
ma que enriquece la experiencia de los alumnos y sus familias, quienes pueden apoyar el aprendizaje de los niños ingresando a la plataforma para conocer los distintos contenidos y actividades que se encuentran disponibles”. –¿Son sólo contenidos de Santillana? “Esta es una propuesta que tiene como base la calidad de los contenidos Santillana, pero también nos ha abierto la posibilidad de generar alianzas con distintas empresas e instituciones para agregar contenido pedagógico, como es el caso de English Attack y de Twig. Esto se traduce en que podemos ofrecer un proyecto educativo amplio y a la vez ajustado a las necesidades del colegio. También podremos incorporar los contenidos que los propios colegios y profesores generen para sus alumnos”. –¿Están en alianza con el Mineduc? “Como es la primera vez que se realiza algo de esta magnitud en el país, decidimos crear alianzas con organismos de carácter internacional, que ya han realizado investigaciones similares en otras partes del mundo y nos ayudarán a implementar y adecuar esta experiencia a nuestra realidad. Presentamos este proyecto a distintos actores nacionales de enorme relevancia. La impresión y recepción del proyecto por parte de ellos fue muy positiva. Además, nuestra propuesta se está ofreciendo en el sector público para colegios municipales y subvencionados y nos encantaría conversar con distintas organizaciones y entes tan relevantes como el Mineduc para conocer su opinión al respecto”.
La ficción del adversario Por Lina Meruane m e n t e
c r i m i n a l ,
Hans Namuth / Latinstock
L
a
su insondable arrojo asesino, su perversa o enferma construcción de realidades paralelas no ha dejado de seducir a los novelistas. Sólo que la seducción que ejerce esa mente perturbada reside en la posibilidad que el escritor vislumbra de acercarse, vicariamente, a pulsiones propias que sólo pueden mirarse de frente al examinar la siquis homicida. Pienso en «A sangre fría» (1966), novela de no-ficción que trabaja alrededor de una masacre familiar para centrarse luego en las motivaciones de los asesinos. La larga investigación atrapó a Truman Capote, pero fue la dilatada relación con uno de los acusados lo que acabó por estrujarle el alma. El autor quedó preso en su propio laberinto: no podía concluir su gran novela mientras no se cerrara el caso y se llevara a cabo la sentencia, pero eso implicaba desear la muerte del asesino que por años fue su confidente, que llegaría a ser su amigo; un hombre con quien Capote pudo identificarse. (Como homosexual, Capote se sabía atentando contra la moral y la ley como otro criminal). Pienso también en «La carta de Sagawa» (1983), donde Juro Kara, el autor, retrata la de- en el autor trabajaran los mismos resortes selirante mente de un joven japonés que devoró cretos que movilizaron al criminal en su delito, a su compañera holandesa durante (o más bien pero el novelista ha podido cursar su energía en después de) una cita parisina: el joven no pudo otra dirección. Es esta la línea que sigue «El Adversario» resistirse a hacer suya toda esa fulgurante carne blanca, la alegoría misma de Occidente. Como (1999), novela que sin ser negra se lee como si lo cosa notable, en una de las cartas que le escribe fuera: de una sentada. No hay suspenso criminal sino más bien un acertijo a al homicida, Kara confiesa resolver: un supuesto méempatía con el complejo Matar a su familia dico francés, Jean-Claude que le hace adorar esa piel Romand, ha matado a su pálida, con la experiencia es la manera de mujer, a sus hijos, a sus pade ser mirados por encima encubrir el inminente dres (por poco también a del hombro por mujeres su amante), y ha incendiaextranjeras, con esa forma desmoronamiento de su do su casa con su propio de locura que literaliza los invención, porque en ese cuerpo dormido adentro, límites de la integración culintentando, sin lograrlo, tural entre dos continentes. momento la realidad está suicidarse. Pero no atraKara, entonces, se identifica por dejarlo en evidencia. pan, insisto, ni el fuego ni con el caníbal. la sangre sino el espejismo En ambas circunstancias el escritor había conocido el suceso por la pren- que sufre Carrère (o el narrador que le hace sa, y en seguida forzó una relación epistolar o de alter ego) al desentrañar lo que hay detrás personal con el asesino, intentando hacerse con del crimen: la retorcida ficción que el asesino fue el detalle de los hechos. O al menos con la parte creando para ocultar una sucesión de fracasos de los detalles que luego constituirían el relato y una vida mediocre. Detrás de la impostura – escrito. Pero aún antes del inicio de esa conver- hijo afectuoso, destacado estudiante, reputado sación desigual –entre un hombre prisionero investigador médico, entrañable esposo y padre que posee los hechos y otro hombre, libre, que de familia– no hay más que mentiras inteligentequiere obtenerlos a cambio de algo no del todo mente encadenadas y estafas económicas. Matar concreto–, antes de que se establezca esa extra- a su familia es la manera de encubrir el inminenña relación o transacción, el literato ha decidido te desmoronamiento de su invención, porque escribir la historia porque el caso apunta a algo, en ese momento la realidad está por dejarlo en ya lo dije, profundamente personal. Es como si evidencia. Matar para sostener intacta la mentira.
En este punto –es esto lo que interesa– vemos que una vez más el criminal es el espejo de quien escribe la novela. Carrère (o su narrador-escritor) se miran en este hombre que ha llevado la ficción demasiado lejos. Lo asombra la sofisticación con que Romand ha urdido una biografía alternativa y se propone reconstruirla a la manera de un filólogo: buscando desentrañar la verosímil (pero falsa) construcción, añadiéndole la contraparte de la verdad. Es como si Carrère eligiera mostrar la genialidad de Romand para hablar de los peligros de renunciar a lo cierto aun a sabiendas de que eso que llamamos realidad nunca es absoluta sino que más bien un ambiguo amasijo, una entidad escurridiza, difícil de fijar. El narrador-investigador aparece como una suerte de adversario realista, pero su irrupción epistolar (es decir, escrita) en la vida ya prisionera del criminal y su oferta de escribir sobre él (de darle, de paso, acaso inevitablemente, un valor y hasta un sentido a sus actos) añaden un problema ético insoslayable el que Carrère, conocido por disolver la frontera entre lo real y lo inventado, no ha logrado del todo resolver.
La larga investigación realizada para escribir «A sangre fría» atrapó a Truman Capote, pero fue la dilatada relación con uno de los acusados lo que acabó por estrujarle el alma.
Lina Meruane es autora de «Fruta Podrida» y «Sangre en el Ojo», entre otras obras de ficción, y «Viajes Virales» es su reciente libro de ensayo. Ha recibido los premios literarios Sor Juana Inés de la Cruz (México) y Anna Seghers (Berlín). Enseña literatura universal y cultura latinoamericana en la Universidad de Nueva York. La Panera I 37
brújula literaria
[ Retweet] 1. @cmrondon: Un nuevo fenómeno literario «La verdad sobre el caso Harry Quebert», del suizo Joël Dicker http://bit. ly/libroscmr 2. @QueLeer: Éxito de ventas de Joël Dicker revive la novela policial francesa en el país http://ow.ly/nHc6R 3. @PRISAEDICIOESC: «La verdad sobre el caso Harry Quebert», de Joël Dicker, dentro los 5 libros recomendados para este verano en España. http://bit.ly/ prco6 4. @BMOLOTOV: «La verdad sobre el caso Harry Quebert», una historia con muchas sorpresas y falsas pistas http:// www.alfaguara.com/joel-dicker-descargar-primeros-capitulos-gratis/ … 5. @hazaelv: “El arrepentimiento es un término que no me gusta: significa que no asumimos lo que hemos sido”. Harry Quebert, de Joël Dicker. 6. @OscarCollazos3: Estoy leyendo fascinado con «La verdad sobre el caso Harry Quebert», de Joël Dicker. Novela dentro de novela. Ese chico sabe hacer las cosas. 7. @conchacanoyra: “Estoy completamente de acuerdo con usted. La vida es una larga caída. Lo que más importa es saber caer. Solo así podremos levantarnos”. Joël Dicker. 8. @Todoliteratura: Si crees que para escribir solo basta la inspiración @ joëldicker nos revela su disciplina. http:// www.todoliteratura.es/entrevistasliteratura/novela-negra-/entrevista-autores-/ alfaguara/joel-dicker/escritor-suizo/ la-verdad-sobre-el-caso-harry9. @elcultural: El furor que ha despertado el jovencísimo Joël Dicker con su magistral novela. http://mun.do/13Indff #dicker 10. @elperiodico_cas: Joël Dicker desbanca a Dan Brown del número 1 en castellano y catalán http://www.elperiodico.com/es/noticias/ocio-y-cultura/ dicker-tenia-miedo-que-libro-considerara-asqueroso-2459629… 11. @Lib_Nacional: Me gustó un video de @YouTube http://youtu.be/ sY8oEwUQbJo?a Recomendaciones del libro «La verdad sobre el caso Harry Quebert». 12. @JonatanSark: No dije nada, pero ayer me terminé «El caso Harry Quebert», de Joël Dicker. Y es muy bueno. Novela fusión: negra, meta, Irving, Roth... 38 I La Panera
[ por carolina andonie dracos ]
Por favor, ¿me da una visa a Estados Unidos?
E
l escritor chileno Marcelo Rioseco (1967), actualmente Botones de muestra: “Otros llevaban una botella plástica de radicado en Oklahoma, ha creado una novela que va a agua. Parece que ir a clases deshidrata un montón”; “Lo malo ser la delicia para todos aquellos que aspiraban a triun- era que lo que inicialmente fue una forma de pensamiento, far en Estados Unidos y terminaron dándose cuenta que el país después de cinco minutos era un chorizo de preguntas del tipo del norte ya tiene demasiados triunfadores. ¿amaba a Jennifer o nunca podría amar a nadie más Ganador del premio de poesía Revista de Libros y que a Kimberly? ¿Uno ama o cree que ama? Esto es lo traductor de autores fundacionales en lengua inglesa, que en Chile se llama ‘pensar como mina’ ”. dio el salto a la novela con «American Visa», que se Quizá el lector se sienta confundido en la primera desarrolla en gran parte dentro del circuito académipágina, donde se utilizan varias frases en inglés, sin co norteamericano. traducción a pie de página. Sin embargo, la novela La trama gira en torno a Marce y al proceso de procontinúa con un castellano lleno de sarcasmos, que ducción de su novela autobiográfica. El protagonista mantiene al público atento a la aventura del protaviaja de Santiago a Los Angeles para reunirse con su gonista. novia Kimberly, hija de una psiquiatra judía nacida en «American Visa» El viaje termina siendo una especie de rito de pasaje, Austria y de un padre que trabajó para la CIA y ahora Marcelo Rioseco en el que Marce pasa de Latinoamérica y sus costumestá internado en un asilo. Junto a la suegra y a su novia, Mondadori bres al imperio del norte y su particular modo de ver Marce debe atravesar el país en automóvil hasta Pensil- 247 páginas la vida. Finalmente regresa a sus tierras con más de una $11.000 vania, donde iniciará un posgrado en Literatura. convicción: “No había ya un comienzo adonde volver, Claro que las cosas empiezan a tomar un rumbo lo único que había era esta caravana rumbo al mar, un distinto, hasta llegar a un punto de quedar “sin novia, hombre enfermo y miles de recuerdos que comenzacon poco dinero y sin amigos”. ban a borrarse en mi mente. Me sentí aliviado, había estado en La novela se lee con fluidez y saca risas a cada vuelta de página. USA y había sobrevivido”. De hecho, el autor, que se fue hace diez años a estudiar a Estados En la novela queda clara la veta poética de Marcelo Rioseco, Unidos y ha deambulado por varias universidades del interior del especialmente en la cadencia y sonoridad del cierre. Aquí hay país, creó su obra como un monólogo versión stand up comedy, la un talento literario que, sin duda, hay que conocer. Y ahora, a tradición más ácida y popular del humor norteamericano. esperar su próxima entrega narrativa.
El cuerpo según Paolo Giordano
P
aolo Giordano (1982) llegó al mundo literario en 2008 caracteres masculinos, a modo de arquetipos. Está Ietri, el típicon una novela que de inmediato se transformó en la co soldado dominado por su madre; Cederma, un patán que delicia de la crítica y del público: «La soledad de los nú- lleva tatuado en la espalda un verso de «La Ilíada»; Mitrano, el meros primos». El escritor turinés de 31 años, hasta entonces chivo expiatorio; y el coronel Ballesio, preocupado por volver físico teórico, echó mano a su zona de confort, las matemáticas, a esquiar en los Alpes y mantener la cerveza fría en la nevera para crear una trama de relaciones precarias, “hecha de largas donde guardan las vacunas. ausencias y muchos silencios”. La novela vendió siete millones Claro que entre todos, brillan con luz propia el teniente médico de copias en todo el mundo y él fue apadrinado por Alessandro Egitto, quien ha decidido prolongar su serviel novelista, guionista, y director de teatro y televisión cio para escapar de unas circunstancias familiares para él Andrea Camilleri. Entonces tenía 26 años y preparaba más lacerantes que la guerra misma; y René, stripper en la su doctorado en la universidad. vida civil, y al mando del pelotón. Este último cree tener En 2012, en medio de la expectativas que generaba un control absoluto sobre su vida hasta que un embauna segunda obra después del éxito apabullante que razo rompe el hechizo de seguridad en que se movía. tuvo la primera, publicó «El cuerpo humano», que, en Egitto es el único que no desea regresar a Turín. palabras del autor, es una novela de iniciación, escrita Precisamente en medio de una emboscada, bajo las por un joven que quiere entender a otros jóvenes. La balas talibanes, con un teniente atiborrado de pastillas, idea surgió luego de la visita de Giordano a Afganistán «El cuerpo un subteniente destrozado, un afgano estafador y un para un reportaje sobre la guerra. Fueron dos viajes a muerto en medio de un banco de niebla amarilla, deshumano» Fob Ice, la base de operaciones avanzadas de las tropas cubre que las peores fracturas se producen “cuando Paolo Giordano italianas en la entrada norte del valle de Gulistán, una el cuerpo decide hacerse añicos y, en una fracción de Salamandra burbuja de seguridad en medio de la nada, donde los segundos, se rompe en tantas esquirlas que es imposoldados permanecen aislados, sin ningún contacto con 348 páginas sible recomponerlo”. $13.5000 la población. La primera parte de la novela puede resultar deLa novela narra la vida de un batallón destinado dumasiado centrada en el ámbito bélico para el lector rante seis meses en Fob Ice. Hasta allí se traslada el no acostumbrado a esos temas, que, en rigor, es la último pelotón de voluntarios comandados por el subteniente mayoría. Sin embargo, a medida que avanza, retoma el pulso Antonio René, integrado por un grupo de jóvenes inexpertos que nos hizo enamorarnos de su primera novela. Detalles de de 20 a 30 años, que ignoran los riesgos que la misión conlle- la cotidianeidad en medio de la incerteza total de la guerra, va. Sometidos a esa travesía del desierto, los soldados se ven las amistades que surgen, los afectos y rivalidades e, inserto en obligados a madurar, como el propio Giordano, quien tenía 18 todo eso, el rumor incesante del cuerpo humano. años cuando empezó la guerra. Un tema al que ha ido acercánGiordano sabe hacer finales conmovedores, con imágenes dose en paralelo a su propia madurez y que lo hizo crear esta que perdurarán en la memoria del lector. “No todas las formas trama coral, donde queda claro que el cuerpo es una fuente de de apego equivalen a la nostalgia”, reflexiona Egitto. Sin embarinformación básica y que la batalla lleva sus exigencias al límite. go en el caso de esta novela, el apego sí se vuelve evocación. En la novela, el autor hace una descripción sicológica de 12 Una novela 100% recomendable.
alejandra acosta
Reflexión
No creo en ateos, pero que los hay, los hay Como ocurre a menudo –o, al menos, no debiera ocurrir tan frecuentemente– muchos de estos debaa c e u n o s a ñ o s , y a p ro p ó s i t o tes inflaman la imaginación y se cede a la tentación de de sus empeños por tender puentes en- especular sobre las dimensiones reales del fenómeno. tre la razón y la fe, el filósofo canadiense Aquí es donde hace falta bajar las cosas a lo concreto Charles Taylor (1931) –ligado a la tradición y ponerlas en términos de investigación empírica. ¿A católica– reconocía que resulta absolutamente nuevo cuánto –en cifras– alcanzan los ateos en el planeta? Dieste hecho: hoy es posible no creer en un dios. Esto fícil saberlo con total certeza. Entre algunos recuentos alude indiscutiblemente a una característica propia de Gallup, encuestas del Observatorio Europeo y datos los tiempos recientes. No hace mucho, la condición de precarios de países en particular, se podría redondear ateísmo era objeto de persecución y descalificación. En un promedio que ronda entre el 6% y el 10% de la poel pensamiento filosófico, sólo aparecen ateos (o se de- blación mundial. Hablamos de promedios, ciertamente. claran abiertamente como tales) a Turquía y Estados Unidos figucomo es entendible, en partir de la Ilustración europea, y ran entre los más creyentes. Las la idea misma alcanza ciudadanía naciones europeas alcanzan los muchos territorios resulta intelectual con Karl Marx, Federico porcentajes más altos de increcomplicado desarrollar Nietzsche y Sigmund Freud; y aundulidad religiosa, entre un 30% y que abundan las maniobras y los estudios sobre el tema y más un 45%. De allí que algunos autoeufemismos para excluir de este res proclamen que el fenómeno recuento a Charles Darwin, no es todavía dar a conocer los de secularización (no sólo la seposible dejar de considerarlo. paración de Estado e Iglesia, sino resultados. en fin, mucho Pero, podría decirse, se trata de la pérdida de influencia de las por investigar. un fenómeno circunscrito a la esiglesias institucionales) sea algo fera de los intelectuales y de los peculiar del Occidente europeo. artistas, habitualmente dados a la extravagancia y a la Nadie hablaría de mucha secularización, ciertamente, audacia verbal. Sin embargo, se ha ido conformando un en el mundo islámico o en África. Muy recientemente, espacio en que los planteamientos del ateísmo se han algunos estudios refieren un sorprendente aumento de vuelto públicos y se han extendido más allá de lo sospe- los incrédulos en los mismísimos Estados Unidos, el país chable. Para no hablar sino de lo más reciente, algunos más religioso de hoy, entre un 2% y un 5%. libros han alcanzado actualmente la condición de bestSe trata de cifras todavía preliminares. Como es ensellers, tanto en sus versiones originales inglesas como en tendible, en muchos territorios resulta complicado desus traducciones al español: «Dios no existe», del escritor sarrollar estudios sobre el tema y más todavía dar a y columnista Christopher Hitchens (1949-2011); «El Es- conocer los resultados. Algunos especialistas manejan pejismo de Dios», del biólogo Richard Dawkins; «Rom- cifras sobre el alejamiento masivo de los creyentes resper el hechizo», del filósofo Daniel Dennett; «Dios: la pecto de las iglesias y las prácticas religiosas militantes hipótesis fallida», del físico Victor J. Stenger, entre muchos que, sin embargo, no se dan a conocer públicamente otros. Por otra parte, Estados Unidos ha sido testigo del por parte de las instituciones implicadas. No obstante, enfrentamiento sin tregua entre los científicos ateos y los muchos de esos alejamientos podrían explicarse con la partidarios del Diseño Inteligente, controversias que han hipótesis del dios personal planteada, por ejemplo, por terminado en los tribunales. el sociólogo alemán Ulrich Beck. La tesis supone que
Por Edison Otero
H
el distanciamiento no es en dirección al ateísmo sino hacia una creencia personal, de carácter íntima, alejada de las iglesias. En fin, hay mucho por investigar, lo cual supone la voluntad para hacerlo. No siempre está presente. El ateísmo no es cosa reciente. Se puede retroceder hasta el filósofo griego Jenófanes (570-475 a.C.), de quien se dice habría sostenido que si los bueyes tuviesen dioses, tendrían forma de bueyes, una analogía elegante para declarar a los dioses de los hombres como invenciones suyas. Es todo un tema reflexionar el por qué Jenófanes prefirió este lenguaje de rodeos. Tal vez, una pista está dada por estos otros hechos: otros filósofos, Anaxágoras y Protágoras dejaron la Atenas de la época acusados de impiedad. Intentos recientes están construyendo el expediente intelectual e histórico del ateísmo, entre ellos el de Christopher Hitchens. Habría que agregar, por ejemplo, al poeta persa Omar Kayyam (1040-1123 d.C.) –que peregrinó a La Meca sólo para engañar a los fanáticos fundamentalistas islámicos y mantenerse con vida– o al filósofo rumano-francés Emile Cioran (1911-1995). Tampoco podría pasarse por alto un verdadero hito: la publicación temprana, en 1956, de «Por qué no soy cristiano», del rebeldísimo filósofo británico Bertrand Russell (1872-1970), opositor de la guerra y de las bombas nucleares, partidario de la paz, del derecho a voto de las mujeres, del divorcio y de la libertad sexual. Ese libro lleva el título de una conferencia con el mismo nombre, dictada por el pensador en 1927. Hay tarea por delante, de modo que rescatar el ateísmo del escenario nebuloso y opaco en el que se lo mantiene, a merced de prejuicios y malentendidos, es un deber a la altura de las sociedades tolerantes y diversas que muchos desean construir y fortalecer. Edison Otero Bello Licenciado en Filosofía y profesor titular por la Universidad de Chile. Se ha especializado en las áreas de la epistemología, el desarrollo del pensamiento crítico y la teoría de la comunicación. La Panera I 39
Gestión Cultural
Por Pilar Entrala V.
P
resentar en sociedad un GPS para la cultura puede parecer un tanto excéntrico, o al menos ambicioso. El producto existe, es bueno y funciona. Se trata de una nueva plataforma de Gestión Plural de la Sustentabilidad Cultural (de ahí las siglas), disponible en Argentina, Brasil, Chile, México, Uruguay y Estados Unidos. Es una ventana interactiva para ayudar a talentos emergentes, artistas, creadores y emprendedores de América Latina a conseguir recursos y alianzas estratégicas para sus proyectos. Colombia es el próximo paso. “Nos encanta conectar gente”, dice el slogan de esta iniciativa que vio la luz hace dos años, cuando dos emprendedores argentinos y uno chileno decidieron abrir un portal al estilo de los que existían en el viejo continente. Basta entonces ingresar a la página idea.me para descubrir el lado cibernético de los fondos, ese que en inglés se llama crowdfunding y que en español significa financiamiento participativo. Los usuarios registrados pueden solicitar dinero o participar de las propuestas, como colaboradores. El abanico de posibilidades es múltiple. Son 19 categorías: artes escénicas, música, audiovisual, artes visuales, letras y editorial, incluso viajes, patrimonio, juegos, software, impacto social, moda y diseño. La parrilla da para todo, y si se piensa que en Chile los gestores suelen conformarse a veces con sólo un porcentaje de la ayuda solicitada al Estado, la oportunidad da hasta para pensar decirle “adiós” (aunque sea por un rato) a los tradicionales y agotadores formularios de postulación a los fondos concursables. La noticia toma más fuerza en nuestra región si se considera que los presupuestos para cultura ni siquiera superan el 1% de las arcas estatales. Atención entonces, a las empresas, los mecenas, a los particulares, a los soñadores y a quienes quieran comprometerse a promover el crecimiento de la industria creativa. Un sector cuyo aporte impacta hasta en un 3.1% en el producto interno bruto de algunos veci“gracias a esta herramienta SE REDUCE LA FRUSTRACIÓN. hay más personas que pueden realizar sus iniciativas. Como sociedad, hay menos gente que se queda fuera”. 40 I La Panera
Gestión de proyectos
Ahora la cultura
tiene GPS El producto existe, es bueno y vende. Con un clic, el sector creativo puede darle valor económico a sus propuestas y buscar recursos para sus ingeniosas ideas. nos como Argentina y Brasil. El primer clic en el sitio despeja dudas: “Los sueños se hacen realidad, somos un espacio donde los creadores presentan ideas que necesitan financiamiento; los colaboradores descubren, financian y ayudan a compartir esas ideas; entre todos, generamos impacto social, educativo y económico en América Latina”. ¿Espejismo o mina de oro? ¿Será cierta tanta maravilla? La invitación está hecha para que todos entren al juego virtual como “creador” o “colaborador”. El postulante debe tener más de 18 años, una cuenta bancaria y una cuenta paypal verificada, definir la modalidad de recaudación y la duración de la campaña. Ésta se extiende entre 25 a 55 días, si es “Todo o nada”; y de 25 a 90 días, si la alternativa es “Todo suma”. Por su parte, los que aportan eligen el proyecto a apoyar, seleccionan el monto y siguen cuatro pasos en la web para depositar su dinero. En trueque, recibirán una “recompensa” simbólica, un autógrafo, un single, un asado
y un concierto en vivo en el jardín de su casa; en fin, un gesto (participaciones, menciones, servicios) asociado al monto que dieron, definido previamente con el creador. LA GUINDA DE LA TORTA
Existen más de 450 plataformas de crowdfunding a nivel mundial. En 2012 se recaudaron 800 mil dólares a través de este sistema de financiamiento en América Latina. Y aunque la competencia existe, de ese monto, “un total de 640 mil dólares habrían sido captados a través del sitio idea.me, ocupando éste el 70% del mercado regional”. De los 100 mil cibernautas registrados para acceder a los beneficios, 65 mil pertenecen a esta “plataforma inteligente”. Los resultados a nivel nacional están a la vista. En 2012, Camila Moreno buscó financiar «Panal», su tercera producción musical. Su objetivo económico era superior a los 5 millones de pesos. El éxito fue indiscutido. Consiguió un 112% del total solicitado,
miento definir cuál era mejor. La página derivó en una autogestión del dueño de la idea. Ampliamos el número de categorías y simplificamos los formularios”. con ayuda de 221 colaboradores. El colectivo chileno Casa Grande, conocido por sus “Bombardeos de Poemas”, quiso publicar una edición de lujo con los 300 poemas incluidos en la intervención sobre Londres durante los Juegos Olímpicos 2012. Gracias a 117 colaboradores, recaudó 4.040.000 millones de pesos, equivalentes al 106% del monto requerido. «Carroña» es otro ejemplo de éxito, pasando a ser la primera cinta nacional en materializarse luego de una campaña de recaudación colectiva. Como guinda para la torta, el «Bus Conciencia» obtuvo el 108% de lo solicitado, de la mano de 80 colaboradores que apostaron a esta iniciativa que hoy capacita a profesores en ciencia experimental, realiza talleres para niños y ofrece eventos llamados “Ciencia en Cine” para la comunidad local. ASÍ PRENDIÓ LA MECHA
“Contento, señor contento”, parece decir Cristián Martínez, gerente de la sede chilena de idea.me, a la hora de abordar el tema de la confiabilidad de esta “aventura” cibernética: “A nivel de confianzas en la seguridad de internet, vamos arriba de una ola que nos es un poco ajena, vamos surfeando esa ola y vamos con los usuarios, avanzando juntos, pero apoyados en los grandes motores, demostrando que para que el crowdfunding funcione, tiene que ser por internet”. –¿Cuál es el mecanismo de selección? “Al principio se postulaba, porque había una curatoría interna. Nos dimos cuenta que no teníamos la capacidad de ser jueces de calidad de las propuestas. Si nos llegaban dos proyectos idénticos de danza a nivel de número, no podíamos desde nuestro conoci-
–¿Dónde queda el criterio de excelencia? “Buscamos democratizar las oportunidades. La curatoría se la entregamos a la gente. En el fondo, a los que están dispuestos a poner dinero. Esta es una herramienta de venta, al final de cuentas. Entrecomillas venta, porque no estás transando tu idea, pero sí buscando movilizar a personas, para que crean en ti y pongan plata por el sólo hecho de ver, por ejemplo, tu proyecto televisado, o porque lograste subir un video de una forma tal que lo terminaste vendiendo bien. La excelencia en el contenido para nosotros no es tan relevante. Sí lo es en el manejo de los recursos. Queremos abrir un espacio para que muchos puedan hacer cosas”. “Generamos impacto social en América Latina. Descúbrelo. Compártelo y sé parte de nuestra comunidad”, dice la invitación a este emprendimiento virtual.
–La plataforma cobra una comisión, ¿qué ganan los que apuestan? “Hay un sistema de recompensa vinculado a la creatividad de los autores de las propuestas. Las personas naturales obtienen trabajo a cambio. Para las empresas, lo más interesante es asociarse a acciones que les generan visibilidad. No reciben nada de vuelta, es un tema de posicionamiento de marca, de asociarse al emprendimiento, a la innovación, al talento joven. Una embotelladora mexicana levantó
un mini sitio para hacerse cargo de los proyectos de impacto social en su país. Buscamos entregarle a las empresas herramientas para desarrollar sus programas de marketing y de responsabilidad social”. –¿Cómo manejan la frustración? “Me imagino que te refieres a los que no recaudan. Creo que hacemos un aporte en la dirección contraria. Efectivamente, en las historias individuales hay quienes no llegan a la meta. Pero los invitamos a participar de nuevo, ¿cómo van a ganar experiencia si no hay gente creyendo en ellos? De buenas a primeras se paga el noviciado, pero creemos que a nivel global estamos apuntando a que haya menos frustraciones. Hicimos una campaña donde mostramos casos de éxito. Hoy hay más proyectos que pueden llegar a ser algo”. –¿Cuál es la magia detrás de este GPS? “Cuando te dicen que con pequeñas sumas de dinero puedes producir grandes cambios, las personas suelen tomar distancia. Este instrumento los aterriza y los hace parte del desarrollo socio cultural de las comunidades a las que estamos llegando, y eso se valora. Habitualmente, los recursos para los creadores son entregados con criterios muy ajenos a la comunidad, los fondos concursables te ponen comisiones evaluadoras, la banca privada toma sus decisiones a partir de evaluaciones de riesgo. No es una crítica al modelo. Pero esta herramienta es complementaria, te involucra de otra forma. Genera otro tipo de sensaciones en un grupo más amplio. La gracia es que esta es una asociación directa entre personas”. –¿Por qué replicar un modelo ya existente en Estados Unidos y Europa? “Para estar en las plataformas de Estados Unidos o Europa debes tener o acreditar residencia allá. Ése era un límite para el 90% de la gente que tenía proyectos en Latinoamérica. Así prendió la mecha”.
“Un viaje de mil millas comienza con el primer paso”, Lao-tsé (570 a.C-490 a.C), filósofo chino.
La Panera I 41
Cultura de Vida
Leyendas y cuentos a la luz de la luna
Una forma diferente
de celebrar Son muchas las historias acumuladas como también las que se pueden inventar o recordar para entretener a la familia o a los amigos, para distraerse y tratar de entender lo que allí sucede. Por Violeta Güiraldes
N
El ser humano necesita escapar de lo concreto para olvidar sus problemas. Requiere introducirse, por momentos, en ese mundo de lo inexplicable para distraerse y tratar de entender lo que allí sucede. Quizás por esa razón disfruta tanto de los relatos, leyendas o mitos que se transmiten por siglos y que hoy se encuentran hasta en Internet, representadas por actores y grabados en videos.
arrar historias bajo los árboles, en torno a un brasero o iluminados sólo por la luz de la luna, es una experiencia mágica que vale la pena vivir. Así nos juntábamos, una vez al año, en la casa de campo de unos amigos junto a la poza de Til Til. Así, también, comenzábamos a dar vida en nuestra mente a LA TRADICIÓN ORAL EN CHILE alguna leyenda escuchada en la infancia o en la juventud. Eduardo, el dueño de la casa que Aunque muy pocos las conocen, las leyendas visitábamos allí, siempre contaba sobre una señora acuchillada por la espalda que cada chilenas son muchas y las hay en todos los lunoche corría, encorvada, por la línea del tren gares del país. Igual cosa sucede con los mitos. La leyenda es una naque pasaba a un costado rración de hechos naturade la parcela donde espasábamos una noche les, sobrenaturales o una tábamos reunidos. Desmezcla de ambos, protapués seguía relatando las mágica. los límites entre la gonizada por seres humaaventuras de un enano realidad y lo fantástico nos, que se transmite de que a las doce de la nogeneración en generación. che aparecía en la punta eran difíciles de señalar. El mito, en cambio, cuendel árbol bajo el cual nos contábamos hechos que ta de seres sobrenaturales, encontrábamos. a menudo dioses. Así podíamos conen la oscuridad parecían En Chile, uno de los tinuar por horas escuposibles. grandes recolectores chando episodios muy de estas tradiciones fue diversos, entretenidos y misteriosos sobre lo que allí sucedía des- Oreste Plath (cuyo verdadero nombre era de hacía años y que pensábamos que tam- César Müller), quien publicó más de cuabién nosotros podríamos ver. Poco a poco, renta obras; entre ellas destaca «Geografía cada uno hacía volar su imaginación y en- del mito y la leyenda chilenos», un libro que contraba en sus recuerdos algo que com- vale la pena leer. El escritor y folclorista partir. Normalmente eran cuentos capaces recopiló las creencias populares de los más de poner los nervios de punta, transportar diversos rincones del país, en un trabajo de a mundos insospechados o a dimensiones investigación en terreno que le tomó gran parte de su vida. desconocidas. Muchas y diversas son las historias acumuAsí pasábamos las horas de una noche mágica, en la cual los límites entre la realidad y lo ladas, como también las que se pueden infantástico parecían difíciles de señalar. Siem- ventar o recordar para entretener a la familia pre contábamos hechos extraordinarios que o a los amigos, especialmente si en los días en medio de la oscuridad parecían posibles, de Fiestas Patrias se tiene la oportunidad de aunque al salir el sol del día siguiente perdían narrarlas en torno a las llamas de un brasero o de una fogata, en el campo o en la playa. credibilidad.
42 I La Panera
ARTES VISUALES
De norte a sur
P
ara reunirse en una noche de septiembre y celebrar de manera diferente el Dieciocho, nada mejor que tomarse un mate, tener como música de fondo una guitarra y recordar relatos chilenos que han pasado, de boca en boca, por generaciones. Basta buscar en libros o en Internet leyendas tradicionales, poner un poco de entusiasmo al relato y darle vuelo a la imaginación, como se hacía antaño, cuando no se necesitaban las nuevas tecnologías ni la televisión para entretenerse. Aquí van algunas leyendas tradicionales para comenzar. La Añañuca (III y IV Región) La Añañuca o flor de Sangre abunda entre Copiapó y el Valle de Quilimarí en Coquimbo, III y IV Regiones. Nace después de las escasas lluvias y se mantiene bebiendo las gotas de agua de la camanchaca. La leyenda cuenta que en Monte Patria –cuando aún se llamaba Monte Rey–, antes de la Independencia, la Añañuca era una joven que se enamoró de un minero que pasaba por allí, buscando una veta. Éste se quedó en el poblado hasta que soñó con un duende que le indicó el lugar preciso donde buscar el mineral y entonces, decidió partir. La niña se quedó esperándolo para siempre, porque a su enamorado, según se cree, lo tragó el espejismo de la pampa. Ella murió de pena y la enterraron en un día de lluvia. Al siguiente, el sol alumbró y el valle se cubrió de flores rojas que hoy se llaman añañucas.
FELICITAMOS A DOS DE NUESTROS EGRESADOS POR LA OBTENCIÓN DE SUS PREMIOS EN IMPORTANTES CONCURSOS DE ARTE
El torito de Caliboro (Maule) Cerca de la cumbre del cerro Caliboro está el lecho de una laguna antiguamente habitada por un toro esbelto y majestuoso, de color rosado, con ojos enormes y cuernos de oro. Él daba fertilidad a las tierras y hacía más fecundos a los animales, hasta que un día algunos hombres lo persiguieron para apresarlo y cayó en una laguna, donde murió ahogado. Desde entonces el fantasma del toro se aparece a los campesinos cuando hay luna llena y las tierras nunca más fueron productivas.
CONCURSO MATILDE PÉREZ
ARTE Y TECNOLOGÍAS DIGITALES 3.0 1er lugar: Paula Baccelliere
La Pincoya (Chiloé) La Pincoya es una sirena o ninfa que a veces deja el mar y va de excursión por lagos y ríos. Su misión es fecundar a los peces y a los mariscos bajo las aguas y de ella depende su abundancia o escasez. Además, atrae o aleja de la costa la fauna marina. Si se le ve surgir de las profundidades y danza en la playa mirando al mar, la Pincoya anuncia pesca abundante. Si lo hace mirando a la costa, aleja a los peces. Para que ella favorezca a los pescadores, ellos deben estar contentos y demostrar su alegría.
BECA ARTE CCU 2013 1er lugar: Raimundo Edwards
Bernardita Romero L&B
El Caleuche (Chiloé) Aparece en las noches nubladas en los mares de Chiloé. El Caleuche está tripulado por brujos muy poderosos. En su cubierta se hacen fiestas bailables con melodías que atraen a los náufragos. Si alguien se acerca a él, este navío se convierte en un madero flotante o se hace invisible. Si una persona lo mira puede, por arte de brujería, sufrir grandes problemas o morir. Los brujos del Caleuche pueden capturar a quienes los miran y llevarlos a las profundidades del mar a conocer los tesoros que hay allí, siempre que no cuenten lo visto. Los marineros de esta embarcación caminan con una sola pierna, porque la otra la doblan por la espalda. Este barco recoge a los que mueren ahogados y les permiten quedarse allí.
www.finisterrae.cl
Ingresa desde tu celular.
Fundación El Observatorio
El primer poeta chileno Atlético, gozador, sensible, inteligente, Alonso de Ovalle y Pastene construyó la primera “imagen país” al descubrir, indignado, que en Europa no conocían ni el nombre de Chile. De paso, encontró unas claves de nuestra identidad, que para hablar de Chile hay que hacerlo en clave poética; según Cristián Warnken, “como si estuviéramos condenados a hablar en poesía”. Por Miguel Laborde
E
l bisabuelo de Alonso de Ovalle,
Juan Bautista Pastene, ese asombrado piloto mayor y explorador de la Mar del Sur desde Panamá al fin de Chile, pareciera haberle transmitido algunos genes, de aventura y de asombro: ¿Cómo es que nadie antes que él repara en la riqueza de paisajes, sabores, colores, de nuestro territorio? Hay referencias, incluso en Pedro de Valdivia, pero sin conciencia de la magnitud del fenómeno de Chile ¿Y cómo es que nadie antes se mira al espejo y dice “soy chileno”? En ello incidió, y mucho, su viaje a Europa y el descubrimiento de que allá el nombre de Chile era apenas un sonido vago y lejano. Se puso a escribir, a cantar Chile desde sus grandes montes hasta sus partículas elementales y, de paso, se sintió chileno; lo que fue una novedad. En el vasto imperio español, donde todos andaban con el nombre de su provincia en los labios, esos límites eran personales y anecdóticos, porque cada uno tenía su terruño y juraba era el mejor del mundo. Las barreras realmente importantes eran raciales y sociales, no geográficas. Ser europeo, indiano, indio, mestizo, negro, mulato, cuarterón… Alonso de Ovalle rompió el molde.Yo, soy chileno… Los Ovalle y Pastene son ricos. El niño Alonso crecerá sano en excursiones y cacerías en las haciendas familiares: Laguna de Aculeo, Pudahuel, Tagua Tagua. Es uno de esos seres dotados de una vitalidad excepcio44 I La Panera
nal, insaciable, de los que todo lo observan y lo preguntan y ante todo se maravillan. Chile era entonces vasto e inagotable. Desde Europa evocará sus distancias amplias y, especialmente, su horizonte: “sereno, dorado y bello”. El país era pequeño para los que no salían de su valle, para los del habitar entre-cerros, pero enorme para los que, como él, sabían cabalgar la cordillera y navegar el frío océano. Creció cristiano y de adolescente soñó, como tantos jóvenes idealistas de su época, irse a la aventura de ser misionero en la Araucanía. No lo cumplirá, aunque fue protagonista de una audacia mayor: ser sacerdote y evangelizar a los africanos que llegaban al país. Nadie los entendía pero Ovalle, que era dueño de un singular ‘don de lenguas’, será quien los oiga y les hable. Se le llamó “El Apóstol de los Negros” y hasta de Perú lo llamaban con ese mismo fin. Era un comunicador nato. A propósito de su sensibilidad ante las palabras, su dominio del castellano será tan notorio que, cuando se publique el primer diccionario editado por la Real Academia Española, el chileno Alonso de Ovalle aparece como autoridad en 1004 voces, y en muchas de ellas como referente único. Es el americano más considerado y, de todas las fuentes, ocupa el lugar N° 16 en número de citas. Las lenguas tienen relación con el oído, y mucho se ha celebrado su prosa, rítmica y a veces galopante, siempre ágil, al grado de considerarse que es él quien inicia la prosa literaria de Chile. Es notable su libertad en las imágenes, como cuando escribe a propósito de las alturas andinas: “Vamos por
aquellos montes pisando nubes”…. En un texto geográfico e histórico, se permite la imagen, la metáfora. Luis Vargas Saavedra, quien lo ha estudiado en esta fase de literato, ha establecido que fue tendencia de la época poner por escrito las grandezas de cada tierra; pero Alonso de Ovalle es el que canta la de aquí, ante cada animal, árbol, hecho del clima o del paisaje. Del guayacán escribe, claro y preciso, buen observador: “Se cría en los montes y cordillera y así toma de ellas lo duro, pesado y denso de su materia, que es tanto que parece hierro, y las bolas que se hacen de él para el juego de trucos son casi tan duras como las de marfil”. La cita corresponde a su célebre libro fundacional, la «Histórica relación del Reyno de Chile», que publicara en Roma en 1646. Obsérvese el año, apenas un siglo después de la llegada de Pedro de Valdivia, y ya con un catastro tan preciso del país y de los signos de su tierra. El año 2012 fue reeditado, en facsímil, por el Banco Santander y «El Mercurio». Como subraya Vargas Saavedra en uno de los prólogos de esta edición, lo sensorial de Ovalle es lo que lo hace sensible, con ese oído que le pone música a las palabras, su paladar celebrador de frutas y mariscos, la vista atenta a todo cuanto se le cruza por aire y tierra. Es capaz de registrar tan bien los rostros que, incluso, como dibujante, se le reconoció buen retratista. Su libro, escribe Vargas Saavedra, “es un documento fundacional del sentimiento patrio”. También lo había observado Alfredo Jocelyn Holt en su tercer tomo de la Historia de Chile (2008): “Entre
nosotros, el que primero captó esta tierra como un lugar singularmente entrañable, no sólo exótico o recién descubierto, fue Alonso de Ovalle”. Nació Alonso en 1603. Vástago de familias poderosas, se esperaba que, inteligente y activo, creciera para asumir la administración de sus grandes haciendas; pero, decidió ser jesuita. Como no se le permitiera, optó por huir de la casa paterna. Los jesuitas iban creciendo en misiones y roles en la sociedad chilena, pero eran pocos. Necesitados de más sacerdotes, es a él –el señor de las palabras– a quien se envía a Europa para intentar traer algunos; es entonces cuando advierte una dificultad grave para cumplir su misión: nadie conocía Chile, no había imagen del país. Es ahí cuando emprende la tarea de dar cuenta del país recurriendo a una poética que, incluso, será motivo de recelos. Casi por intuición, a la hora de escribir lo hace en esa clave; como observara Cristián Warnken –en otro de los prólogos de la edición 2012–, inaugura así una tradición: “Creo que en esta Relación de Ovalle aparecen los primeros versos involuntarios de un Gran Canto de Chile”. Ese país está fresco todavía, por lo que, agrega, Ovalle “da cuenta de una realidad auroral, de una patria todavía virgen, inocente, casi paradisiaca”, que en algunos casos ya anticipa a Neruda. Su mirada luminosa, como siempre El país era pequeño para sucede –la belleza está en el ojo del los que no salían de su que observa–, es lo que le permite proceder a una suerte de descubrivalle, para los del habitar miento de Chile: “Las cosas y los seres son nombrados desde el asombro, entre-cerros, pero enorme desde un asombro cercano a la inopara los que, como cencia que es el punto de arranque de él, sabían cabalgar la toda gran poesía”, termina Warnken. ¿Qué es lo que nos condenaría “a cordillera y navegar el hablar en poesía”, para dar cuenta del frío océano. Chile profundo? Es curioso, pero así ha sido desde siempre en América. Los nombres incluso, en mapudungun, son poéticos: Cascada de flores, Halcón ligero, Nube del atardecer… como también en los sioux o en los mayas. La poética de la tierra se encarna en los hombres y habla por sus bocas; tal vez porque América vivió sola, sin pisadas humanas, durante millones de años. No estaba este ser presionándola, cercándola, domesticándola; comenzó recién ayer, hace 15 mil años. Terminemos con uno de los más célebres trozos de Ovalle, quien quiere aquí, tempranamente, contar a los europeos cómo es la cordillera de Los Andes: “Lo que he visto muchas veces es que cuando después de algún buen aguacero, que suele durar dos y tres y más días, se descubre esta cordillera aparece toda blanca desde su pie y hasta de los primeros y anteriores montes que están delante y causa una hermosísima vista, porque el aire de aquel es tan puro y tan limpio que pasado el temporal, aunque sea en lo más riguroso del invierno, lo despeja de manera que no aparece en él una nube, ni se ve en muchos días y entonces, rayando el sol en aquella inmensidad de nieves y en aquellas empinadas laderas y blancos costados y cuchillas de tan dilatadas sierras, hacen una vista que aun a los que nacemos allí y que estamos acostumbrados a ella, nos admira y da motivos de alabanza al creador, que tal belleza pudo crear”. Miguel Laborde es Director Cultural de la Fundación El Observatorio (Centro de Estudios Geopoéticos de Chile), director de la Revista Universitaria de la UC, profesor de Urbanismo (Ciudades y Territorios de Chile) en Arquitectura de la UDP, miembro del directorio de la Fundación Imagen de Chile, miembro honorario del Colegio de Arquitectos y de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, y autor de varios libros. “Xxxxxx”, Xxxxxx
Pensamiento Latinoamericano
Lorenzo y su familia en Huaca.
Mamos de Colombia.
Los Hermanos Mayores
de Latinoamérica Lorenzo Seuny Izquierdo Arroyo es Mamo (sacerdote) Arhuaco, uno de los cuatro pueblos de la etnia Kogui que comparte la familia lingüística chibcha y habita la Sierra de Santa Marta. Un sistema montañoso piramidal, ubicado en el Noreste de Colombia, cuyo territorio contiene la América profunda y escondida: apenas en 2011 comenzaron un lento y cuidadoso proceso de apertura hacia la sociedad occidental, que hoy permite vislumbrar su particular visión de mundo. O, al menos, una pequeña parte de ella. “Tenemos que limpiarnos; asumir y hacer la cancelación de deudas, porque debemos mucho: respiramos y no pagamos. Comemos mucho y no pagamos, entonces tiene que haber una reciprocidad, o un intercambio desde nosotros al espíritu”.
46 I La Panera
Por Heidi Schmidlin M.
M
ira desde su altura física, geográfica y espiritual. Se mueve con parsimonia, revolviendo con un palito la cal contenida en una calabaza que de tanto en tanto lleva a la boca para matizar las hojas de coca que masca. Su blanca y larga túnica de algodón se ajusta por el entrecruzado de dos morrales que cuelgan exhibiendo la simbología de su cosmovisión. Porta con naturalidad un gorro cónico que, albo como su vestido y en forma de panal de abeja, corona una tupida cabellera negra que cae libre por su espalda. Todos quieren conocer al Mamo Lorenzo, autoridad espiritual y cabeza socio política de 14.799 arhuacos que habitan el sistema de parques nacionales más antiguo del país cafetero, reserva de biosfera y
patrimonio de la humanidad. Durante su reciente visita a Chile, muchos pudieron experimentar su trabajo con el Intermundo (espacio sutil de la existencia) y saber de su alta filosofía, la que le ha valido, como a todos los Mamos (sacerdotes) Iku o Arhuaca, una fama asimilada a los lamas tibetanos. En tanto autoridad política y religiosa de su comunidad, los “Hermanos Mayores” deberán aprender el difícil y pesado lenguaje que comunica con el mundo sutil, el teyuán, considerado de alta magia y que pocos individuos manejan. Deberán también soportar el duro entrenamiento que comienza a partir del segundo mes de nacido. Hasta los dieciocho años, como mínimo, serán instruidos en los conocimientos y prácticas que les permitirán remover los Yuikunumas, espíritus sucios, y mantener vivas las fuentes de agua, manan-
tiales, arroyos, ríos, lagunas y mar. Será su responsabilidad establecer ofrendas sagradas para contribuir al equilibrio biogenético de la Sierra Nevada como “Corazón del Mundo”; sabrán promover el cultivo de los Zamuyunakia (plantíos nativos sagrados) y realizar bautizos, matrimonios, funerales, reflexiones internas, justicia, autoridad y “pagamentos de acuerdo al lineamiento tradicional”. Los buscarán para nombrar a los recién nacidos en base a su visión. Les enseñarán a tejer protectores invisibles en el intermundo. Su rango será conferido, al igual que a los lamas del Tibet, por el Mamo precedente, quien reconoce su espíritu sacerdotal al nacer. Ya a los ocho años pondrán en práctica sus habilidades y, con la ayuda de un mentor, practicarán las disciplinas de fortalecimiento y familiarización con los saberes ancestrales, que incluyen
Mamo Lorenzo revisando cosechas.
Ofrendando en el mar.
filosofía, liderazgo, astronomía, medicina an- limpiamos las energías de lo muerto: desde cestral o estructura del Universo, entre otros. hormigas hasta animales y gentes”. “Hemos existido siempre para cuidar el pensamiento de la tierra”. –Se dice que sus medicinas se relacionan Pese al ostracismo de siglos, los Arhuacos con un aspecto invisible de la vida, los tatwas son reconocidos en Latinoamérica por la alta entre ellos, ¿se considera usted un mago? complejidad de su Cosmovisión. Tanto, que el “Nosotros no manejamos los significados protocolo de Cumbre de las Américas 2012 de las palabras de la misma manera, en nuesincluyó, como primera tros términos recogimos actividad, una invitación todo. Por ejemplo, al “Mal uso sexual es cuando del Presidente Juan Madecir Yangavi (relación nuel Santos al enclave de pareja), nos referise comparten relaciones indígena en Sierra Nemos a la limpieza de la sexuales entre hermanos o vada de Santa Marta. sexualidad, qué significa parientes cercanos; o no El Presidente Sebastián purificar, ordenar y pulir Piñera fue el primero nuestra sexualidad. Si lo se respetan los miembros de en recibir tal honor a traducimos como mala comunidad, como las su arribo a Bogotá; y el trimonio no decimos lo propio Santos escogió mismo. El matrimonio esposas de otros hombres. este territorio sagrado debe fomentar uniones o se juntan personas con para inaugurar su legisfértiles, entrecruzando latura. animales que puedan espíritus contrarios Invitado a nuestro acoplarse en equilibrio país por la agrupación nutricio. El hombre del temazcalera Raíces de la Tierra, el Mamo linaje del jaguar debe casarse con la mujer Lorenzo compartió algo de su compleja vi- de la estirpe jabalí, ya que éste es la comida sión de mundo: predilecta del jaguar. Pero si aquel hombre se casa con una mujer del linaje serpiente, obli–¿Qué simboliza su vestimenta? garía a que en cada relación sexual el espíritu “El traje y el tutusoma (gorra) representan del felino se alimentara con el del reptil que la nieve que es el pensamiento del Universo. repudia. El mal uso sexual engendra el caos, Significamos con ello una montaña. El vesti- tal como lo advirtieron los ancestros”. do simboliza la piel de la tierra, la naturaleza… Cada cosa tiene un espíritu y lo alimen–¿La sexualidad de hombre con hombre o tamos a través de nuestro lenguaje silencioso. mujer con mujer sería un mal uso? Es como preparar la comida, así como hace“Sí, y eso viene porque ya no hemos dietamos físicamente, hacemos con el pensamien- do. La dieta sexual era observada desde que se to; ése es nuestro oficio. Primero limpiamos engendraba un hijo. Se mantenía el ayuno de y purificamos la naturaleza, las plantas, los relaciones íntimas hasta doce o dieciocho meárboles, el agua y todo organismo vivo; la- ses para permitir centrar la pureza del cuerpo. vamos el vestido de la Madre. Lo hacemos Cuando tenemos sexo durante el embarazo diariamente o en un ritual comunitario una de la mujer, los niños nacen con ese deseo tras vez al mes. Hay también un tiempo donde te- otro deseo; y ése, tras el deseo anterior, de ahí nemos que desempolvar todo, entonces hace- que a la cuarta generación nacen gay porque mos una mortoria cada séptima luna del año. no se ha respetado el descanso que el cuerAsí como botan las hojas los árboles, nosotros po necesita para centrarse. La sexualidad no
es un alimento no más, es una energía fuerte y ceremonial. Por eso, antes se respetaba un descanso entre concepciones”. –Los Arhuacos son considerados un pueblo sabio, ¿de dónde nace esa sabiduría? ¿Es un rol, un privilegio o una maestría? “Si la gente mirara desde donde nosotros pensamos y actuamos, verían que existe un gran desorden. Los mayores nos dijeron que cuando dejáramos de respetar nuestra sexualidad, entraría todo el mal. Y así fue: llegaron las armas y nos comenzamos a matar. También advirtieron que vendrían aparatos para mirar debajo de la tierra para vaciar la médula de la gran abuela. Y ya vemos que le están vaciando hasta el cerebro. El desarrollo para nosotros afecta a la madre: están vaciando su sangre (ríos), cortando sus tendones (raíces). Eso es involución. Los excesos traen problemas. Y hoy hay un exceso de ego entre los hermanos sudamericanos”. –¿Podría hablarnos del intermundo? “Es el espacio que existe entre los seres que reciclan y nosotros. Los Mamos sabemos apoyar la limpieza de ese espacio para facilitar la tarea del renuevo. Tejemos hilos sagrados que penden del vértice de los mundos, cuerdas umbilicales que nos nutren del saber y de la Madre. Pero si no pensamos, no trabajamos, no tejemos; ellos se enredan solos y no proporcionaremos un tramado mejor. Si no limpio, ellos no lo harán. Pero si está pulido, ellos pueden reciclar los desechos nuestros, hasta la saliva: cuando botamos saliva, creemos que ahí se acabó, ¡Qué va! Si tuviéramos un aparato que mida su densidad, veríamos cuánto contamina. Lo que hacemos es recogerla y colocarla en el lugar que corresponde para que se transforme en energía buena. Como un abono de vida. Lo mismo hacemos con el espíritu. Esta es sólo una parte del gran todo que es nuestra responsabilidad mantener. Por eso somos los hermanos mayores, la cabeza de la vida”.
“No te fijes en lo que dice, observa lo que hace”, proverbio tibetano.
“Los mayores nos han dicho, si no sanamos la tierra, ella se sanará a sí misma: en cualquier momento se puede mover (terremoto) o puede caer granizo en grandes bloques. Hay que sanar la tierra para asegurar los alimentos, y es esencial que las buenas cosechas de uno no mermen la fertilidad de las de los demás. Que el bien de uno no traiga mal a otros. Para que no pase eso, estamos procurando, proponiendo sanar la tierra para que la semilla de la humanidad pueda mantenerse en muchas partes”.
La Panera I 47
Agenda internacional / septiembre
MUSEO DE ARTE MODERNO Nueva York Hasta el 3 de noviembre www.moma.org
PALACIO EPISCOPAL DE ASTORGA Astorga Hasta el 19 de marzo, visitas 11:00 a 14:00 horas, 16:00 a 18:00 horas. www.palaciodegaudi.es
el arte del sonido
E
l Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York presenta su primera exposición dedicada al sonido. «Banda sonora contemporánea» reúne los trabajos de 16 artistas de una decena de países. La noruega Jana Windren, por ejemplo, emplea hidrófonos (micrófonos que captan las ondas bajo el agua) para amplificar los sonidos que no son percibidos por el hombre, hasta crear un “diálogo zoológico” o una sinfonía entre peces submarinos. El australiano Marco Fusinato pinta el ruido en «Mass Black Implosion» con líneas de tinta que parecen retumbar en medio de una partitura convencional; y el danés Jacob Kirkegaard invita a escuchar el estruendo del apocalipsis nuclear de Chernobyl en su instalación «AION». Por su parte, la escocesa Susan Philipsz repone la sinfonía «Estudio para cuerda», compuesta por el checo Pavel Haas en un campo de concentración antes de su muerte, en 1944. La muestra está complementada con la proyección de documentales y la programación de conciertos. El ciclo incluye el mediometraje «Muxima» (2005), en que el chileno Alfredo Jaar explora las raíces de la música africana; y «The Way Out/Xentos», de Luke Fowler. A su vez, el programa de recitales anuncia a Pauline Oliveros, con la improvisación «What's the Score?», y el concierto con instrumentos de cristal de Camille Norment y Stephen Vitiello. La cascada de sonidos electrónicos de Tistan Perich y del dúo Meehan/Perkins promete ser un momento de gran atracción. La toma de conciencia de los ruidos habituales que nos rodean también forma parte de la propuesta, a cargo de la curadora Barbara London, quien, esta vez, decidió evitar el uso de audífonos por parte del público, a modo de transformar la cita en un evento de corte masivo y social.
MUSEO DE ORSAY París Hasta el 30 de septiembre de 2014 www.musee-orsay.fr
GALERÍA BERNARDUCCI MEISEL Nueva York Hasta el 29 de septiembre www.bernarduccimeisel.com
UNA MANERA DE MIRAR Hace más de 40 años, el galerista Louis K. Meisel (Nueva York, 1942) acuñó el término “fotorrealismo”, que ha dado la vuelta al mundo, reportándole grandes beneficios y originando un nuevo movimiento para definir a los pintores que trabajan la imagen como base del proceso creativo. La Galería Bernarducci Meisel de Nueva York presenta «Photorealism Revisited: The Louis & Susan Meisel Collection (Howland)», que agrupa una importante colección de obras desde 1968 a la fecha e incluye piezas de Richard Estes, Robert Bechtle, Chuck Close, Audrey Flack y Peter Maier. Este ingenioso género, admirado por galeristas, curadores y expertos, apunta a representar la realidad en todos sus detalles. Es una manera de observar, basada en el empleo de las nuevas tecnologías para el tratamiento de la imagen. Los buenos resultados están a la vista. 48 I La Panera
MUSEO MARTIN-GROPIUS-BAU Berlín Hasta el 1 de diciembre www.gropiusbau.de
CENTENARIO Con motivo de la celebración de su centenario, por primera vez el Palacio Episcopal de Astorga (Palacio de Gaudí), ubicado en la Provincia de León, España, y sede del Museo de los caminos, ha puesto en marcha un proyecto de visitas guiadas para los turistas que quieran conocer más a fondo la obra del genial arquitecto Antonio Gaudí (1852-1926), máximo exponente del Modernismo catalán. Los recorridos se realizan los fines de semana del período veraniego europeo y están enfocados a resaltar los espacios con aspectos más singulares, entre ellos, la fachada, inspirada en la torre Eiffel; los rincones similares a los de la Capilla de la Sainte Chapelle de París, detalles como las juntas de la cerámica pintadas en oro, las inscripciones de las vidrieras, las originales chimeneas, así como algunas piezas de museo, entre otros interesantes aspectos. ESCÁNDALO Esta es la primera retrospectiva desde 1975 dedicada a resaltar la obra del escultor, pintor y dibujante francés Jean Michel Carpeaux (1827-1875), en el Museo de Orsay, París. Reconocido por los expertos como “el escultor de la sonrisa y pintor del movimiento”, el dibujante habitual de la corte de las Tullerías fue una figura esencial en la escultura francesa de la segunda mitad del siglo XIX. Sus trabajos, según escribió en su momento el dramaturgo Alejandro Dumas (1802-1870), “parecían más vivos que la vida misma”. En 1863, Charles Garnier, arquitecto de la nueva Ópera de París, encargó a cuatro artistas renombrados cuatro grupos esculpidos para decorar la fachada del edificio. Carpeaux abordó el tema de “La danza”. Durante tres años, su preocupación esencial fue expresar la sensación del movimiento a través de esa imponente y delicada pieza. El realismo de los desnudos femeninos chocaron de tal manera en su época que hasta arrojaron una botella de tinta contra la obra, e incluso se llegó a solicitar públicamente se la retirara de exhibición por considerarla “escandalosa”. Sólo la guerra de 1870 y la muerte de Carpeaux pusieron término a la polémica. Parte de la muestra se presenta de manera paralela en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. En ambos recintos la exposición se extenderá hasta el 2014. ROSTRO TATUADO El humor y los objetos de uso cotidiano sirvieron de materia prima en la producción de la ingeniosa Meret Oppenheim (1913-1985). Hasta el 1 de diciembre, el museo Martin-Gropius-Bau, de Berlín presenta una retrospectiva en homenaje al centenario del nacimiento de esta artista surrealista alemana, reconocida, entre otros, por las fotografías de su rostro tatuado. A las pinturas y collages se suman dibujos, escritos, joyas y diseños textiles. En vida, mantuvo estrecha colaboración y amistad con Max Ernst, Alberto Giacometti, Hans Arp y Man Ray. Este último, la contrató como modelo para posar desnuda en la serie fotográfica «Érotique voile» (Velo erótico, 1934), momento en que Oppenheim comenzaba a gozar de gran reconocimiento en los círculos surrealistas parisinos. Son 200 obras que se articulan temáticamente y recorren todos sus periodos creativos: hay amuletos mágicos, representaciones de mitos, imágenes de cadáveres, piezas que aluden a la búsqueda de la identidad o a la metamorfosis entre sexos, alusiones a la naturaleza y la civilización. Poco antes de morir en Basilea, fue galardonada con el premio de arte de Berlín, participó en la feria dOCUMENTA 7 e ingresó a la Berlin Academy of the Arts.
MUSEO GUGGENHEIM Bilbao Hasta el 6 de octubre www.guggenheim-bilbao.es
MUSEO KUNST HAUS Viena Hasta el 6 de octubre www.kunsthauswien.com
MUSEO REINA SOFÍA Madrid Hasta el 6 de enero www.museoreinasofia.es
CONTRASTES En 1987, el semiólogo Omar Calabrese escribió «La era neobarroca», para defender el sentido contestatario e irreverente del movimiento Barroco en los ámbitos de la ciencia, la filosofía, la estética y el consumo. También pretendió demostrar que ese movimiento se ha proyectado en el tiempo y funciona desde el siglo XVII hasta nuestros días. La muestra en el Guggenheim de Bilbao pone de relieve la cercanía entre las obsesiones del siglo XVII y las de nuestro tiempo, dos épocas tan llenas de energía como de conciencia de amenaza ante el permanente cambio y la constante transformación. En el recorrido, la exuberancia barroca queda en contraste con la precariedad vital de nuestra sociedad actual. «Barroco exuberante, de Cattelan a Zurbarán» confronta obras del siglo XVII con creaciones contemporáneas. Es una de las grandes atracciones del verano europeo y, sin duda, una fuente de ingreso para ese importante recinto. Este año el presupuesto destinado al Guggenheim es de 24,17 millones de euros, un 2,6% menos que en 2012, como consecuencia de la crisis económica, que ha provocado una disminución de los aportes públicos y privados. Se estima que el museo superará el millón de visitantes. HUMOR Y ELEGANCIA El Museo Kunst Haus de Viena expone los trabajos de Linda McCartney (1941-1998), conocida por fotografiar a las personalidades más famosas del rock and roll. La artista sentía una verdadera atracción por los espectáculos musicales masivos. Destacan en sus más de 200 retratos seleccionados para la ocasión, el rostro de los legendarios Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison, Aretha Franklin, Eric Clapton, The Rolling Stones, Simon & Garfunkel, así como los propios integrantes de The Beatles. Sobresalen el sentido del humor de la fallecida fotógrafa en sus trabajos relacionados con escenas de la vida cotidiana, así como la elegancia para captar con su lente las plantas, los animales (en especial los caballos) y los paisajes durante los años sesenta. La muestra se complementa con videos y documentales de época. Linda estuvo a cargo de las fotos promocionales durante el lanzamiento del famoso disco de los Beatles «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band», donde conoció al que sería su esposo dos años después, el mismísimo Paul McCartney. Su admiración por las artes visuales la hicieron enfocar sus imágenes hacia los creadores y coleccionistas contemporáneos, entre ellos, Willem de Kooning, Gilbert&George, Jim Jarmusch y Allen Ginsberg, cuyas fotos también forman parte de esta primera gran retrospectiva. QUÉ ES EL ARTE El Museo Reina Sofía de Madrid celebrará un evento único que reunirá a 16 artistas, críticos y teóricos en un ciclo de entrevistas y de reflexión en torno al arte contemporáneo. «One True Art» de Manuel Saiz (Logroño, 1961) es una invitación a reconsiderar la noción de arte al examinarla simultáneamente desde varias perspectivas que van de lo metafísico hasta lo político. El material audiovisual que resulte de estos encuentros abiertos a público será el elemento principal del aspecto expositivo del proyecto. La cita se desarrollará desde el 28 de septiembre de 2013 hasta el 6 de enero de 2014 y tendrá lugar en el Edificio Sabatini, Auditorio (a excepción de su inauguración del día 28 que tendrá lugar en el Edificio Nouvel, Auditorio 400).
GALERÍA THADDAEUS ROPAC París (sede Pantin) Hasta el 31 de octubre ropac.net
cabeza abajo
E
l Posmodernismo de Georg Baselitz (1938), marcado por sus figuras pintadas cabeza abajo y sus esculturas en bronce, queda de manifiesto en la Galería Taddaeus Ropac, sede Pantin, París. “Para empezar, no sigo pintando así porque esté loco”, ha repetido el autor en sus apariciones públicas. “Estoy bastante bien de la cabeza, y ese planteamiento es algo en lo que pienso constantemente. En segundo lugar, una idea fija puede durar mucho tiempo, toda la vida. En tercero, un artista tiene que hacer algo distinto. Aunque sea un cambio muy pequeño, alguien va a ser el origen de ese cambio, de ese distintivo”, dice este reconocido creador de la escena de avanzada. Destacan las piezas «Sing Sang Zero» (representa a una pareja entrelazada), junto a las obras «Marokkaner», «Yellow Song» y «Louise Fuller», cuya particularidad radica en que están atrapadas por círculos esculpidos en forma de anillos. La última pieza es una parodia en homenaje a la escritora y bailarina autodidacta estadounidense Loie Fuller (1862-1928), famosa por hacer uso de velos y tejidos en sus coreografías. Por su parte, «BDM Gruppe» es una estructura monumental de tres figuras, de tres metros de alto cada una, para hacer alusión a un recuerdo de infancia en que tres niñas se pasean por Deutschbaselitz, su ciudad natal. Su última creación, «Toiles noires», parece marcar una nueva etapa de su pintura. En ella predominan el Minimalismo y los trazos simples en que los contrastes visibles han sido totalmente eliminados. “Sueño pintar hasta llegar a lo invisible”, ha confesado el artista alemán. DENUNCIA Para festejar su aniversario número 65, el Museo Albertina de Viena ha montado una retrospectiva muy emotiva y con escenas impactantes, dedicada al austríaco hiperrealista Gottfried Heinwein (1948), cuya obra gira en torno a la confrontación de la sociedad con tabúes y temas dolorosos para la humanidad. Son 150 piezas, entre acuarelas, fotografías, óleos, videos, esculturas y dibujos con lápices de colores y pluma, que denuncian la ALBERTINA MUSEUM violencia enfocada hacia los niños. El visitante Viena queda impresionado con las imágenes de Hasta el 13 de octubre www.albertina.at pequeños que posan vendados y con aparatos que parecen de tortura. Suelen estar ensangrentados y sus rostros son inexpresivos. En «Vida que no vale la pena vivir» (1979), hay una niña dormida con la cabeza recostada sobre un plato de comida. La imagen está diseñada para delatar la crueldad de Heinrich Gross, el psiquiatra que admitió haber envenenado niños en lugar de aplicarles la inyección letal durante la Segunda Guerra Mundial. Según Heinwein, “la exhibición de la violencia es un primer paso para su superación, dado que ignorarla u obviarla sólo contribuye a que se propague como la peste”. La Panera I 49
Agenda Santiago / septiembre Teatro Municipal
Agustinas 794, Metro Santa Lucía - Fono Venta: 800 471000 - Oficina de Abonos: 2463 8888 Boulevard Parque Arauco, Local 352-A Teléfono: 2432 9696 - www.municipal.cl
DOMINGOS MUSICALES
«JÓVENES PIANISTAS»
Sala Capilla 15 de septiembre, a las 12:00 horas. Entrada liberada.
Sala Arrau 16 de septiembre, a las 19:00 horas. Entrada liberada.
Ciclo gratuito de música de cámara, a cargo del Ensamble Filarmónico. En su mayoría, sus integrantes son solistas de la Orquesta Filarmónica del Teatro Municipal de Santiago, de las más diversas nacionalidades (Chile, EE.UU., Inglaterra y Polonia), otorgándole al grupo un sello distintivo. Los solistas invitados son Lionel Party (clavecin), Prema Kesselman (flauta), y Maria Kancheva (violín). El programa incluye obras de Georg Friedrich Haendel, Johann Sebastian Bach, Georg Philipp Telemann y Jean-Marie Leclair.
Continúa este ciclo gratuito, organizado por la Sociedad Federico Chopin, donde destacados músicos de entre 20 y 25 años que cursan sus estudios de piano en importantes instituciones nacionales e internacionales, muestran su talento. Esta vez, en la Sala Arrau del Teatro Municipal, el pianista invitado es Álvaro Madariaga. El programa incluye Sonata en La mayor Op. 101, de L. van Beethoven; Balada N° 4 en Fa menor Op. 52, de F. Chopin; Concierto Italiano en Fa mayor BWV 971, de J. S. Bach; y Sonata N° 7 Op. 83, de S. Prokofiev.
Teatro Nescafé de las Artes
«GRANDES PIANISTAS» 25 de septiembre, a las 19:00 horas. Entradas: desde $2.000.
El programa «Grandes Pianistas» cuenta con la participación del austríaco Ingolf Wunder, uno de los talentos jóvenes más reconocidos del momento. Artista exclusivo de la Deutsche Grammophon, logró reconocimiento mundial en 2010, al obtener el segundo premio en el Concurso Internacional de Piano «Frédéric Chopin» de Varsovia, además del premio a la Mejor Interpretación de la Polonesa-Fantasía. Wunder hizo su debut en el Salón Franz Schubert, en el Konzerthaus de Viena, a los 14 años. Dos años más tarde, realizó una interpretación del Tercer concierto para piano de Prokofiev en París. En 2011 se embarcó en una gira por Japón con la Orquesta Filarmónica de Varsovia. Su programa incluye obras de Beethoven, Chopin, Schubert y Liszt.
Centro Cultural de España Providencia 927 – Fono: 2795 9700 – www.ccespana.cl
Manuel Montt 032, Providencia - Teléfono: 2236 3333 - www.teatro-nescafe-delasartes.cl - www.ticketmaster.cl
ENCUENTRO CON… 24 de septiembre, a las 19:30 horas. Entrada liberada.
«HISTORIA DE AMOR»
«Eugenio Onegin» (nueva producción)
12 al 14 de septiembre, a las 20:30 horas. 15 de septiembre, a las 19:00 horas. Entradas: 5.000 a 15.000 pesos.
5 de octubre. Horarios y entradas, consultar al teléfono 2236 3333, anexo 109.
Basada en la novela del francés Regis Jauffret, «Historia de amor» se inspira en la difusa frontera entre la razón y la locura, para reflexionar sobre el lado oscuro del amor. Es la historia de un hombre (Julián Marrás) obsesionado por una mujer (Bernardita Montero), lo que genera una relación de sometimiento y maltratos psicológicos y físicos en el marco de la estética del teatro-cómic. Gran despliegue de imágenes de historietas en viñetas.
En directo vía satélite, desde la Metropolitan Opera House de Nueva York, se transmite la ópera «Eugenio Onegin», de Pyotr I. Tcaikovsky (1840-1893). Dirige esta nueva producción el destacado director general del Teatro Mariinski, Valery Gergiev (Moscú, 1953). La soprano ruso-austríaca Anna Netrebko debuta como Tatiana, la ingenua heroína de esta clásica y trágica novela romántica escrita por Alexander Pushkin. Por su parte, el barítono polaco Mariusz Kwiecien interpreta a Onegin, mientras que el tenor lírico polaco Piotr Beczala es Lenski, el amigo que se convierte en rival en este retrato de la Rusia provinciana y del decadente mundo cosmopolita. COCO LEGRAND
«LA REMOLIENDA» 26 y 27 de septiembre, a las 20:30 horas; 28 de septiembre, a las 21:00 horas; 29 de septiembre, a las 19:00 horas. Entradas: $5.000 a $15.000.
El clásico del teatro chileno «La Remolienda» (1965), del dramaturgo Alejandro Sieveking, regresa en Fiestas Patrias para hacer reír a la familia con el sinfín de equívocos de sus personajes. El elenco está conformado por Mariel Bravo (Nicolasa), Iñigo Urrutia, Claudio Riquelme, Luis Valenzuela (sus tres hijos), Claudia Hidalgo (doña Rebeca, dueña del prostíbulo), junto a las coquetas Ángela Vallejo, Marcela Espinoza y Catalina Gallardo (las tres novias de dudosa reputación). Dirige: Hernán Vallejos. 50 I La Panera
17 de octubre, a las 20:30 horas; 18 de octubre, a las 21:00 horas; 19 de octubre, a las 21:00 horas; 20 de octubre, a las 19:00 horas. Entradas: $10.000 a 20.000.
La obra «Terrícolas, corruptos pero organizados» regresa en su segunda temporada al Teatro Nescafé. El reconocido humorista Coco Legrand se presenta junto a Jaime Azócar y el Ballet Circus Ok, en una mirada ácida respecto a nuestra sociedad y sus permanentes cambios. Son 100 minutos de risas y asombroso despliegue técnico, gracias a una pantalla gigante led que permite cambios automáticos de escenas y el intrépido ingreso de un extraterrestre que llega a visitar la Tierra.
Óscar Hahn, poeta y ensayista, Premio Nacional de Literatura 2012, es el séptimo invitado de este ciclo de encuentros realizado por el Centro Cultural de España en el marco de su vigésimo aniversario. En los últimos meses, el coloquio ha contado con la participación de reconocidos artistas, escritores, pensadores y científicos, todos ellos Premios Nacionales, que de alguna manera han dejado su impronta creativa en ese recinto binacional a lo largo de estos años. «MERKEN» 26 de septiembre, a las 20:00 horas. Entrada liberada.
Concierto especial que incluye música, iluminación y diseño, gracias a la puesta en escena del grupo musical «Merken». La cita reúne sonidos típicos de la música latinoamericana, repasa los mejores momentos de algunos clásicos, y revive los ritmos populares más pegajosos. Son 15 obras entre canciones y temas instrumentales en un show de 90 minutos de duración.
Taller Siglo XX Ernesto Pinto Lagarrigue 191 - Fono: 2735 5770 - www.tallersiglo20.cl
«Vida y Flores» Hasta el 31 de septiembre. Entrada liberada.
Pintura de Yolanda Hurtado, trabajos en tinta sumi-e, técnica de dibujo monocromático de la escuela de pintura japonesa, una respuesta personal al misterio de la luz sobre los objetos. Se suma una muestra de Roberto Hoppmann, donde el cuerpo se expresa a través de la escultura para reflejar estados anímicos y psíquicos.