La Panera, número 48

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La Panera Periódico mensual de Arte y Cultura

I

abril 2014

48 Distribución gratuita

Leopoldo M. Panero el último bendito

Vicar

Sebastião Salgado opta por la belleza de la Tierra

Grandes dunas entre Albrg y Tin Merzouga, en Tadrart. Sur de Yanet. Argelia. 2009. © Sebastião Salgado/Amazonas Images/Contacto

y su patria de bolsillo


Gracia Barrios

Patricia Israel

Pedro Lira

Valenzuela Puelma

Valenzuela Llanos

Pedro Luna

Arturo Gordon

Eugenio Téllez

Benito Rebolledo

Ernesto Molina

Bci te invita a vivir la experiencia del arte y la historia de Chile La “Colección Privada de Artistas” es parte de nuestro patrimonio cultural y es un reflejo del espíritu de quienes retrataron a nuestro país en diferentes épocas. La muestra es exhibida en el Edificio Corporativo. (El Golf 125, Las Condes).

C a l e n d a r i o v i s i ta s g u i a d a s may. 8

jun. 12

jul. 10

ago. 21

sep. 25

oct. 16

nov. 13

Días jueves, desde las 18:30 hrs.

dic. 11

Visitas guiadas gratuitas, previa inscripción llamando al 23422234 o al email confirmacionesbci@ampproducciones.cl

Infórmese sobre la garantía estatal de los depósitos en su banco o en www.sbif.cl


La Panera Región oriental de la cordillera de Brooks. Refugio Nacional de la Fauna y la Flora del Ártico. Alaska (Estados Unidos). 2009. © Sebastião Salgado/Amazonas Images/Contacto

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Artes Visuales 2014, el año de Derek Jarman

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Arquitectura, fuente de seducción para cientos de pintores

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Archivo de Cecilia Vicuña activa la memoria ciudadana

Música «Nu bass», de Jorge Campos, epicentro de tensión y sonido 22 Destinos Teatro del Lago, un sueño donde la excelencia se hace realidad 24

Cine Más paisaje que país en la pantalla grande 30 Literatura Umberto Eco recorre míticas tierras y continentes 34 36

Diego Zúñiga y la imposibilidad de escapar

Gestión Cultural

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Cultura y Belleza, nuevas formas de resistencia

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Cultura de Vida

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Chile Cultural

Educación: menos quejas y más acciones

Chiloé: ¿puede una sociedad vivir sin su espíritu?

Testimonio El imperial fuego persa sigue ardiendo 44 46

El fotógrafo fundó el Instituto Terra con el fin de reforestar una propiedad rural de 700 hectáreas en Brasil. «Génesis» es, en muchos aspectos, un corolario global del trabajo realizado por este Instituto, ya que de ahí surgió la idea del proyecto: explorar la belleza de la Tierra.

lapanera@galeriapready.cl

Presidenta Patricia Ready Kattan Directora General Susana Ponce de León González Directora de la sección Artes Visuales Patricia Ready Kattan Editora Jefa Susana Ponce de León González Coordinadora Periodística Pilar Entrala Vergara Dirección de arte Rosario Briones Rojas Diseño Rosario Briones Rojas Asistentes de diseño Simoné Malacchini y Bernardita Espinoza Colaboradores Carolina Andonie - Sandra Accatino - Jessica Atal - Carolina Abell - Pedro Donoso Pilar Entrala - César Gabler - Violeta Güiraldes - María Teresa Herreros - Victoria Jiménez Miguel Laborde - Mauricio Léniz - Ximena Moreno - Pamela Marfil - Lina Meruane - Catalina Mena Edison Otero - Mónica Oportot - Nicolás Poblete - Juan José Santos - Heidi Schmidlin - David Vera-Meiggs Antonio Voland Corporación Cultural Arte+ Espoz 3125, Vitacura, Santiago de Chile. Fono +(562) 2953-6210 Representante Legal Rodrigo Palacios Fitz-Henry Imprenta Gráfica Andes Servicios Informativos Agence France-Presse (AFP)

LA PANERA se distribuye en todo Chile y, con el Patrocinio de la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores (Dirac), se hace presente en varios puntos del extranjero (embajadas, agregadurías culturales, consulados y otros). A través de la empresa HBbooks llega a las bibliotecas de las universidades de Harvard, Stanford, Texas (Austin), Minnesota y Toronto, y del Ibero-Amerikanisches Institut (Berlín). Además, la Biblioteca Kandinsky del Centro Pompidou de París la ha incorporado a su catálogo oficial. Y también está disponible en las bibliotecas de la National Gallery de Londres, de los museos Tamayo de México, ThyssenBornemisza y Reina Sofía de Madrid, y de la Internationella Biblioteket de Estocolmo. Premio Nacional de Revistas MAGs 2013, categoría Mejor Reportaje de arte, entretenimiento, gastronomía, tiempo libre, espectáculos; y Premio Nacional de Revistas MAGs 2012, categoría Mejor Reportaje de turismo, viajes y fomento a la cultura chilena, otorgados por la Asociación Nacional de la Prensa. 20 mil ejemplares de distribución gratuita. Vea la versión digital de La Panera en www.galeriapready.cl www.lapanera.miracultura.cl dirac.minrel.gov.cl Contacto para auspicios y suscripciones: Roxana Varas Mora rvaras@lapanera.cl

Certificado PEFC

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Los vascos: el ejemplo que modeló a Chile

Agendas 48 Internacional y nacional

Periódico mensual de arte y cultura editado por la corporación cultural arte+

Este papel proviene de bosques manejados en forma sustentable y fuentes controladas

Columna de Miguel Laborde

Proyecto acogido a la ley de donaciones culturales Nº18.985

Las opiniones vertidas en esta edición son de exclusiva responsabilidad de quien las emite.


Artes Visuales

Derek Jarman el pintor

Por Victoria Jiménez

S

i bien Derek Jarman (1942-1994) es más conocido por su trabajo como cineasta, fue en primera instancia un pintor formado –entre 1963 y 1967– en la Escuela de Arte de Slade, donde ganó varios premios y recibió la influencia de artistas contemporáneos suyos, como Patrick Proctor y David Hockney. Para muchos curadores e historiadores del arte, comprender su pintura es comprender parte esencial de su trabajo, sin embargo, no obviaremos las críticas que han señalado que más que “obras de arte”, eran ejercicios terapéuticos que –junto con ello– acusaban la 4 I La Panera

existencia de demasiadas “similitudes” con creaciones de Andy Warhol, “Cy” Twombly, Willem de Kooning, Yves Klein y Julian Schnabel. Se suele decir que Jarman se alejó de la pintura porque Hockney ya ocupaba su lugar, sin embargo, historiadores como Edward Lucie Smith han sostenido que a través de conversaciones con el propio Jarman, éste sentía que sus lienzos de juventud eran artificiales y vacíos, y que los realizaba sin estar suficientemente convencido y pensando que no podría encontrar con ellos un camino de desarrollo visual. El alejamiento se radicalizó cuando Jarman tuvo acceso al departamento de diseño teatral

Derek Jarman. «Ataxia, aids is fun», 1993.© Tate, london 2014

afp

2014 es el año de este cineasta, escenógrafo, escritor, pintor, poeta, cronista, jardinero y activista homosexual. Veinte años después de su muerte, los centros culturales más importantes de Londres, como la Tate Modern, el King’s College o el British Film Institute, vuelven la mirada al creador y a su obra, con un variado conjunto de exposiciones, retrospectivas, mesas redondas y otros eventos. A propósito de un conjunto de recientes muestras que incluyen sus cuadernos y pinturas, vale la pena revisar esta última faceta menos conocida del artista. de su Universidad, donde se sintió seducido por las múltiples posibilidades creativas que le ofrecía la disciplina y –al mismo tiempo– porque casi todos los estudiantes varones de la carrera eran homosexuales, poseedores de un discurso disidente y vanguardista común. EL CINE COMO “CUADRO VIVIENTE”

Aunque Jarman siguió pintando en forma esporádica durante la década de 1970, sus energías se dirigieron principalmente hacia el cine y el diseño teatral. En cine, su veta pictórica subsistió en la manera de organizar las escenas de sus películas. En el filme «Caravaggio», por ejemplo, se advierte un sólido

El título de esta obra es «Ataxia», y se refiere a la pérdida de control físico experimentado por el artista cuando el VIH atacó su sistema nervioso central. La pintura fue aplicada con los dedos sobre lienzo, y coincide con los tiempos en que Jarman estaba quedando ciego.


Para muchos curadores e historiadores del arte, comprender su pintura es comprender parte esencial de su trabajo. sin embargo, PARA ALGUNOS críticOs, sus obras RESPONDEN A UNA SERIE de ejercicios terapéuticos QUE acusan la existencia de demasiadas “similitudes” con creaciones de Andy Warhol, “Cy” Twombly, Willem de

una puesta en escena que nos remite a los tableaux vivants del pasado. Otro emblemático ejemplo de su pictórica cinematografía, lo encontramos en «Blue» (1994), su último filme, realizado –paradojalmente– cuando Jarman estaba prácticamente ciego a consecuencia del Sida que contrajo hacia 1986. La obra presenta una pantalla azul monocroma, acompañada de una banda sonora compuesta por Simon Fisher Turner y del relato de Tilda Swinton, Nigel Terry, John Quentin y el propio Jarman. «Blue», que hasta el 6 de abril se exhibió en el cuarto nivel de la Tate Modern, tiene sus orígenes a mediados de la década de 1970, cuando Jarman vio «IBK 79», pintura monocroma de Yves Klein, hecho que le inspiró para crear una “película azul” como homenaje a Klein. Jarman quería originalmente usar la imagen de esta pintura en la cinta que terminó transformándose en su testamento como artista, y cuyo título original era «Bliss». Parte del proceso creativo detrás de «Blue» puede encontrarse en algunos de sus cuadernos de notas, todos cuidadosamente caligrafiados y pintados a mano, que se exhiben en el Chelsea Space de Londres en la muestra «Almost Bliss».

afp

Kooning, Yves Klein y Julian Schnabel.

silla para dirigir a su equipo en creaciones a las que sólo daba toques finales, o se remitía a trazar palabras sobre AMOR, SEXO O MUERTE. Vistas las obras fuera de su contexto, podríamos juzgarlas como un eco bastante visto del Expresionismo Abstracto de postguerra, pero un Expresionismo realizado por terceros. Todo esto iría en contra de las ideas más arraigadas sobre este estilo, donde la tendencia es suponer que el lienzo sería un depositario de la acción física del artista (o, incluso, de su estado mental). Lo que Jarman hizo fue “apropiarse” de un estilo o de una estética, pero estableciendo una relación puramente formal, muy en sintonía con el arte de vanguardia actual, donde el sentido “final” de las obras se entendería sólo si se colocan en su contexto correcto. Este contexto era el del vanguardismo de Jarman y su inminente deceso, ante cuya debilidad quedaban atrás los días en que escribía en su diario: “Meto mis manos en la pintura y luego araño la tela, como tratando de salir de los límites de mi lenguaje pictórico”. Cuando a Derek Jarman lo abandonaron las fuerzas, al menos tuvo las palabras y el pincel, con los cuales en sus últimos días logró registrar sobre la tela el recorrido final de sus pasiones.

La película «Caravaggio» le posibilitó a Jarman ser nominado al Premio Turner.

“El dolor puede ser aliviado por la morfina, pero el dolor del ostracismo social no puede ser quitado”, Derek Jarman.

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EVIL QUEEN

conocimiento de todo lo que rodeó al pintor milanés, lo que le permitió una reconstitución fiel de las atmósferas y personajes inmortalizados por el maestro barroco. Fue particularmente por los logros obtenidos en esta película que en 1986 se nominó a Jarman al Premio Turner. Esta relación entre cine y pintura se advierte en la composición escénica y cromática de sus encuadres, muchos de éstos con un valor estético antes que narrativo, propios de una sensibilidad más pictórica que cinematográfica. En la configuración de escenarios también queda manifiesta su característica voluntad por la teatralización o escenificación, donde Jarman logra transformar el acto de filmar en

La serenidad de «Blue» contrasta radicalmente con la violencia gestual de las pinturas que realizaba en paralelo. En los últimos años de su vida, Jarman regresó a la pintura, en parte como terapia tras haber sido diagnosticado de Sida. Su última serie se tituló «Evil Queen», y en ella, cada lienzo fue profusamente coloreado, raspado y atiborrado de salpicaduras y textos. Estas obras son, sin duda, muy importantes dentro del legado Jarman: es la serie hecha justo antes de morir; algunas de sus obras se exhibieron en Londres a fines de 2013, y todas ellas fueron realizadas por Jarman en compañía de sus asistentes debido a su notable debilitamiento físico. De acuerdo con registros fílmicos del proceso en el taller, muchas veces Jarman se sentaba en una gran


Arte y Arquitectura

Son cientos los pintores que hicieron del paisaje y del arte de la construcción el centro de su obra. Aquí apuntamos cuatro bocetos que pueden servir de guía al curioso.

Arquitecturas para pintar (y dibujar)

afp

Por César Gabler

un trabajo seductor

Le Corbusier. «Métamorphose du violon», 1920. Richard Estes «Madison Square», 1994.

1. El Arquitecto Pintor

M

ucho antes que los computadores, los arquitectos eran pintores y dibujantes avezados. Desde los planos a las hermosas láminas realizadas a la acuarela, una oficina de arquitectos debía producir todo el lento, minucioso y seductor trabajo que implicaba representar un proyecto. En ocasiones, artistas especializados veían un ingreso seguro en la tarea de ilustrar edificios. Uno de los más eminentes es sin duda Joseph Mallord William Turner. En los tempranos comienzos de su carrera, el maestro británico pasó por el estudio de dibujo del arquitecto Thomas Hardwick. Este aprendizaje debió ser de importancia en una trayectoria cuyos inicios contaron con la arquitectura y la acuarela como sus pilares. Pero insisto, los arquitectos pintaban, y cómo. Sólo entre los modernos podemos citar a Peter Behrens, Frank Lloyd Wright o Richard Neutra. Algunos como Le Corbusier fueron más allá e incursionaron en la pintura como arte. Y claro, tenemos a Roberto Matta. Arquitecto también, pasó por el estudio de Le Corbusier y luego ya sabemos de su carrera. En sus pinturas, las manchas y el espacio mental le deben tanto al azar como al rigor de la mesa de dibujo.

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Canaletto «Riva degli Schiavoni: Looking East», 1730. Abraham-LouisRodolphe Ducros «View of Grand Harbour», aprox. 1800.

2. Souvenirs arquitectónicos

L

os edificios siempre fueron objeto de orgullo nacional y luego motivo de venta y turismo. Desde ese proyecto estrella y multimillonario llamado El Partenón hasta las lujosas arquitecturas de Venecia, los edificios se lucían como trofeos. Conocer directamente las grandes ciudades era una meta y también un orgullo del que podía

uno jactarse si llegaba a casa con los souvenirs adecuados. En una era sin postales ni videocámaras, los cuadros y estampas se convertían en la garantía del viaje y por supuesto de su recuerdo. Sin ánimo de nombrarlos a todos, podíamos señalar algunos connotados artistas de vistas urbanas convertidas luego en recuerdo turístico: Canaletto, Philip James de Loutherbourg (1740-1812) o AbrahamLouis-Rodolphe Ducros (1748-1810). Entre los pintores vivos, Richard Estes puede competir de igual a igual con cualquiera de estos monstruos. Sus vistas urbanas –precisas y obsesivas– multiplican la ciudad a través de reflejos que acentúan su apariencia artificial e ilusoria. Abreviemos la historia. Hoy día se pinta la arquitectura con precisión histórica y crítica. Que la arquitectura simboliza el peso multinacional del Capitalismo, que grafica los rastros utópicos del proyecto moderno, que identifica períodos específicos de la historia universal, que en la forma de vivienda ilustra las bondades del Estado benefactor o las carencias del tercer mundo y así. Lejos de una exhaustiva revisión, vamos a señalar otros dos asuntos de interés artístico y cuyo centro es la arquitectura pintada o dibujada.


afp

Jennifer Bartlett «House: Large Grid», 1998.

Anselm Kiefer «Sternenfall (Falling Stars)». Grand Palais de París, 2007. Anselm Kiefer «Aschenblume», 2004.

Voluspa Jarpa «Homenaje a Rodrigo Merino», 1998.

Jorge Tacla «Identidad Oculta 25», 2013. «Identidad Oculta 26», 2013.

4. La Casa

3. Arquitectura e Historia

S

i para el ciudadano promedio, me incluyo, la casa propia es un sueño; para todo gran hombre de la política o de los negocios, lo que corresponde es una construcción a escala de su ambición y poder. El siglo XX fue pródigo en dictadores y entre los grandes del rubro, la idea de memoriales, monumentos y edificios XL era una exigencia. De ahí que a personajes como José Stalin, Adolfo Hitler o Benito Mussolini se los pase a identificar no sólo con sus teatrales cabezas, sino también con sus edificios. A Hitler, por ejemplo, se le reconoce en el Neoclasicismo grandilocuente de Albert Speer, su arquitecto oficial. La obra de este personaje polémico aparece en varias pinturas del artista alemán Anselm Kiefer (1945), sus construcciones monumentales proyectan la sombra ominosa del nazismo: «Interior», «Flor de Cenizas», «Retrato del Artista Desconocido», son algunos de sus trabajos inspirados en los de Speer. Kiefer, valiéndose de la materia, parece corporizar algo así como el espíritu de la historia. Una tan pesada como los cuadros del alemán. Cercano a Kiefer aparece el chileno Jorge Tacla. En sus propuestas, la arquitectura opera como síntesis histórica; para hacerlo se vale de una técnica que oscila entre un tratamiento seco y áspero o una acuosidad difusa. En

ambos casos su visualidad le debe mucho al negativo fotográfico. Sus pinturas tienen así una presencia levemente ruinosa, algo que sumado al rescate de edificios emblemáticos –la Catedral de Santa Sofía o el Palacio de La Moneda– hace que su discurso resulte tan heroico como, a estas alturas, previsible. Nuestra historia reciente tiene tres edificios emblemáticos: La Moneda, el Estadio Nacional y el Edificio Unctad (hoy GAM y antes Diego Portales). La Moneda en llamas aparecía ya en la Desde El Partenón hasta la pintura de Nemesio An- lujosa Venecia, los edificios túnez como una estamse lucían como trofeos. pa dramática del Golpe, tragedia silenciosa y En una era sin postales ni contenida muy distinta a la versión de Tacla, o videocámaras, los cuadros del irónico Carlos Bogy estampas se convertían ni, quien hace arder el en garantía del viaje. edificio a la manera de un monumento, como la ya desaparecida Llama de la Libertad. Si en los cuadros de Tacla o de Antúnez la llama se disuelve pictóricamente con el edificio, en el ícono de Bogni parece una corona flamígera, como si el edificio fuese una especie de Santo al que rendir devoción. Aquí las resonancias son poéticas y surreales, a la Magritte.

L

a imagen de la casa es una clave en el arte contemporáneo. Puede aparecer bajo la forma de un rústico esquema geométrico, ese que con sencillez y esmero dibujan los niños con la lengua afuera y el ceño fruncido. Apuntemos las casitas pintadas por la estadounidense Jennifer Bartlett o las de Gonzalo Díaz o José Basso. Este último ha convertido la suya en un ícono. Se trata de un esquema simple y volumétrico: una casa con techo de dos aguas que suele ubicarse en un paisaje amplio, como una pampa. La vivienda parece una utopía, un sueño de redención. No es la tierra prometida, sino una ambición más contenida: la casa prometida. Pero esas casas pertenecen al reino de las ideas, son esquemas, modelos casi platónicos de la vivienda. El arte contemporáneo suele jugar con la idea contraria: lo ultra específico. La chilena Voluspa Jarpa nos sorprendió a comienzos de la década pasada con el díptico «Primera Persona Plural» estelarizados por una casita rústica, de palo. Todo el ingenio survivor del chileno, su precariedad, aparecían retratados por el pincel de la artista. Una de ellas es memorable: la casa aparece instalada en un pedazo de hielo que flota en el agua frente a un monumental glaciar. Vivir ahí parece imposible. La batalla entre David y Goliath es aquí una lucha desigual entre vivienda mínima y naturaleza extrema. En la pintura al menos, aún da batalla.

“Si se ignora al hombre, la arquitectura es innecesaria”, Álvaro Siza (1933), arquitecto portugués.

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Artes Visuales

El archivo de

Cecilia Vicuña Por Ximena Moreno

Desde Londres

“A

La segunda parte del coloquio sobre el rol de los artistas en la creación de la democracia participativa se realizará el 30 de abril en el MMDH.

8 I La Panera

ntes de contactar a Cecilia, me fue imposible encontrar algo en bibliotecas o en Internet. En Chile no había ningún registro ni en bibliotecas públicas ni privadas. Tampoco conseguí relatos entre los artistas chilenos que conocía y que podían saber de las acciones por su generación”, cuenta Paulina Varas, curadora de «Artists for Democracy: el archivo de Cecilia Vicuña», que estará en los museos de la Memoria y los Derechos Humanos, y Nacional de Bellas Artes, de Santiago, hasta el 3 de mayo. Co fundado por Cecilia Vicuña, el grupo «Artists For Democracy» (AFD) nació hace cuatro décadas en Londres del interés de denunciar la dictadura chilena. Inaugurada el 14 de enero de este año, la exposición actúa como una “activación de la memoria en el presente”, levantando el archivo sobre esta acción colectiva que culminó en 1974 con el gran Festival de las Artes por la Democracia en Chile, organizado por la AFD en el Royal College of Art de Londres y que contó con la participación de varios artistas y personalidades de la cultura, como Mike Leggett, Liliane Lijn, Roberto Matta y Julio Cortázar, entre muchos otros. La histórica manifestación, que se realizó en Trafalgar Square, donde se instaló el gran estandarte de John Dugger “Chile Vencerá”, fue un vestigio de la gran convocatoria del grupo para expresar su repudio a la represión, el mismo año en que la Bienal de Venecia estuvo dedicada a Chile. En más de una oportunidad Paulina Varas ha contado que la actual muestra nace cuando vio en un libro la fotografía de la obra de John Dugger en pleno Trafalgar Square y comenzó a investigar qué había detrás de ella. Un relato que culmina con levantar este gran archivo de AFD.

Ruca Abstracta Recreación de la instalación de Cecilia Vicuña, creada originalmente para el Festival de las Artes de la Democracia en el Royal College of Art de Londres, 1974.


POR UN MOMENTO DE CONCIENCIA

MMDH / fotógrafo: Valentino Salazar

Taller de basuritas de Cecilia Vicuña Recreación del taller de la artista. Obra creada especialmente para el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

ESTA MUESTRA BUSCA TRANSMITIR A LAS ACTUALES GENERACIONES DE ARTISTAS UN MÉTODO ORGANIZACIONAL AL SERVICIO DE LA CIUDADANÍA CRÍTICA.

–¿Cómo se llevó a cabo el proceso de recolección de obras? “Muchos de los documentos los guardó Cecilia todos estos años en su casa en Nueva York. Fuimos trabajando on line con las cosas que ella tenía y seleccionando juntas. Luego aparecieron documentos de otras personas que generosamente prestaron sus obras”, explica la curadora. –¿Qué grado de conocimiento existía en Chile –previo a esta muestra– sobre AFD? “En el contexto del arte no había ningún conocimiento de la experiencia de AFD. Una buena razón es que tuvo lugar en Londres y pocos chilenos estaban ahí en 1974, por lo tanto, sólo fueron experiencias vitales de quienes lo presenciaron. En los relatos de comités de solidaridad con Chile, había poco o prácticamente nada de registro de esas acciones en Londres”.

A 40 años del origen de AFD, los métodos de protesta a nivel global han cambiado a raíz de la implementación de nuevas tecnologías que permiten nuevos recursos de difusión y de organización. Todo esto pareciera imponer una metodología muy efectiva, pero finalmente no suficiente para justificar el por qué un individuo, o por qué un grupo de individuos se motiva a defender una causa social.

obra de la dramaturga Eve Ensler y su V-Day.org, el fotográfo James Balog y su chasingice.org, y en Chile, el movimiento de los artistas que está en contra de la destrucción de 26 glaciares del Chile central que planea Codelco: www.veoverde.com, y los “Movimientos comunidades por el derecho a la vida”, agrega la artista. Tanto AFD como el movimiento estudiantil chileno están liderados por una generación joven. Más que artistas por la democracia, son los jóvenes por la democracia.

–Cecilia, en el nuevo ciclo político chileno, ¿qué importancia tiene esa muestra? “Su mayor importancia reside en la búsqueda de un lenguaje espacial, sónico y visual que nos permita oír lo no oído, reflexionar sobre lo perdido, el diálogo democrático que podríamos recuperar si lo deseáramos. La historia de AFD fue borrada durante 40 años, tanto en Chile como en Londres, y para mí esa es la pregunta clave, ¿porqué se borra la historia de una movilización espontánea de amor a Chile, a lo que fue Chile durante la Unidad Popular? Creo que es porque desde la dictadura se ha proyectado la imagen de que fue un período oscuro y caótico. Pero la pasión de los artistas del mundo por Chile denota todo lo contrario, una admiración inmensa por el proyecto de una revolución pacífica y democrática”, reflexiona Cecilia Vicuña.

–¿Qué aproximación existe entre la juventud y las instancias que comprometen la libertad del Hombre? “La juventud ha despertado, en Chile y en todas partes. De pronto, ven la destrucción de la belleza de la tierra, de las relaciones humanas, y exigen otra vida. Reconozco en su lenguaje y en su búsqueda los ecos de mi propia juventud en los 60. Para mí nada es más hermoso que el compromiso de un muchacho como Edward Snowden, que pone su vida en la línea y se sacrifica ‘por un momento de conciencia’, como dijo él mismo”. –En términos de archivo, la exposición es un documento de la labor del grupo en sí mismo y en su contexto, un documento de la dictadura también. ¿Qué importancia le da Chile a sus archivos y a su memoria en cuanto a la construcción del futuro? “En la muestra hay un pequeño video realizado por Carolina Zúñiga, donde hablo del archivo como un encuentro, una obra conjunta, realizada por un deseo compartido. Una historia borrada sólo resurge porque alguien la busca, alguien la desea. Chile despertará de pronto al potencial inmenso de los archivos no contemplados en las historias de nuestros pueblos y de nuestras familias”, finaliza Cecilia Vicuña.

–¿Qué compromiso a nivel global ves de parte del mundo del arte en cuanto a solidarizar con causas sociales? “Los artistas que participaron en AFD en l974 reflexionan que en la era digital la gente se ha desmovilizado, y esto es paradojal. Aunque las redes sociales permiten una movilización instantánea, eso no sustituye el contacto y la relación humana del diálogo y del encuentro del grupo en vivo. Aunque pareciera que muchos artistas están aún guarecidos en un mundo aparte, hay excepciones brillantes en todo el mundo, como la

Inaugurada a más de 40 años del golpe de estado y en pleno período de elecciones, la exposición «Artists for Democracy: el archivo de Cecilia Vicuña» se instaló en un momento crucial en la historia social y política de Chile. El vínculo de las protestas de los años 70 con las de las demandas sociales actuales circunda un estado político chileno que sin duda ha cambiado, pero que no ha resuelto la contradicción de ser una “democracia” encabezada por una constitución creada en dictadura. Exhibida en el Museo de la Memoria de los Derechos Humanos (MMDH) y en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), «Artists for Democracy: El Archivo de Cecilia Vicuña» desplaza la imagen de la resistencia a la imagen utópica de instalar hoy una democracia que resguarde los derechos humanos, en-

MMDH / fotógrafo: Valentino Salazar

MMDH / fotógrafo: Valentino Salazar

VEHÍCULO DE REFLeXIÓN

«Quipu de Lamentos» Instalación sónica/espacial de Cecilia Vicuña, creada especialmente para el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. Lana, Lino, Algodón, y nudos sonoros. Colección de la artista.

tre ellos, el derecho a la educación. “Desde mi perspectiva, esta exposición es un homenaje a las últimas movilizaciones desde la sociedad civil, que surgen en el contexto chileno por las demandas en materia de educación”, señala Varas. Desde esa y otras aristas, esta muestra se instala como un vehículo de reflexión sobre los métodos de organización de los artistas para su participación en debates políticos, su propio rol en las transformaciones sociales y la colaboración internacional como un mecanismo de protesta. «Artists for Democracy: El Archivo…» alude a la protección de los archivos históricos como una herramienta de conocimiento y memoria, sugiriendo imaginar los archivos del futuro de Chile a partir de los sucesos actuales: “Mi interés ha sido pensar las relaciones del arte, el activismo y la transformación social. Eso implica preguntarse por la política hoy en día y a la vez constatar que muchas estructuras ya no son democráticas, o nunca lo fueron”, explica Paulina. La ironía del sistema democrático chileno en relación a su constitución se enmarca en el campo de las contradicciones que aparecen frecuen-

“¿Qué clase de democracia es aquella donde los senadores destruyen el mar de todos?”, Cecila Vicuña.

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MNBA/ Fotógrafo: Juan Carlos Gutierrez

Artes Visuales

Vista Obra de John Dugger «Chile Vencerá» (1974) en el MNBA “LA JUVENTUD HA DESPERTADO, EN CHILE Y EN TODAS PARTES. DE PRONTO, VEN LA DESTRUCCIÓN DE LA BELLEZA DE LA TIERRA, DE LAS RELACIONES

MMDH / fotógrafo: Valentino Salazar

HUMANAS, Y EXIGEN OTRA VIDA”.

Vista exposición Museo de la Memoria 10 I La Panera

temente en las “infraestructuras” como aparatos organizacionales, donde se ven involucrados temas de representación y donde constantemente emerge un debate social en que, en su carácter humano, el arte aparece como una alternativa como medio de expresión y/o de reflexión. Sin embargo, la aparente crisis de la democracia no es ni nuevo ni exclusivamente un fenómeno chileno. Esta problemática nacional se enmarca en un contexto global de desafección a los sistemas democráticos. La evidencia internacional señala que la satisfacción con la democracia viene decayendo desde hace bastante tiempo, en un proceso que lleva varias décadas (ver «Barómetro de las Américas 2012» y «What´s going wrong with democracy», en «The Economist» 2014). Esta “falla” del sistema democrático podría explicarse, según «The Economist», a través del fenómeno de que la mayoría de los esfuerzos para robustecer las democracias ha puesto demasiado énfasis a la dimensión electoral y poca atención a características más esenciales, que tienen que ver con cómo los ciudadanos perciben sus propios sistemas democráticos. El «Barómetro de las Américas» (2012, página 42) señala que las sociedad civil está experimentando una compleja paradoja: “Los ciudadanos pueden perfectamente seguir apoyando la democracia como ideal organizativo y como la principal forma de gobierno, pero en la práctica y a la par, pueden sentir

que la democracia no les reporta desarrollo en sus países”. “La pregunta por la democracia no es una sola, es múltiple, asexuada y problemática. Las respuestas no son heterogéneas y disensuales, el arte puede acompañar estos procesos desde lo simbólico conformado por nuevas instancias de sociabilidad. Eso funciona de una manera similar hoy y 40 años atrás. No sólo en estados de emergencia –como en una dictadura–, también en momentos de supuesta tranquilidad, donde las preguntas siguen latiendo y emergen sin permiso y como un torbellino”, dice Paulina Varas. En medio de un nuevo ciclo político, la muestra exhibe una serie de fotografías y documentos, además de obras como «La Ruca Abstracta», el «Quipu de los lamentos», «El Taller», «La Mirada de Allende» y la emblemática obra de John Dugger en pleno hall central del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA). “Esta exposición es un buen ejemplo de una muestra que confronta el pasado, recordándole a la gente cosas que han olvidado y contándole a otros cosas de las cuales no sabían que habían ocurrido. Debiera ser también para nosotros en Inglaterra un recordatorio sobre cómo los artistas pueden producir un impacto. No puedo pensar en ninguna manifestación que haya incluido una bandera tan dramática e imaginativa, ni en ningún otro evento que haya generado tal apoyo de la comunidad artística”, señala Paulina Varas.


El Arte de Mirar

El Greco El entierro del conde de Orgaz

(Iglesia de Santo Tomé, Toledo) El nombre por el que Domenikos Theotokopoulos (1541-1614) fue conocido contiene, al igual que su obra, trazas y resabios de los lugares en que vivió: Creta, la isla en la que recibió su primera formación y en la que se cruzaban la tradición bizantina y el Humanismo veneciano; Italia, donde fue llamado “Il Greco” y absorbió los colores brillantes, las perspectivas complejas y las formas estilizadas del Manierismo; España, en la que produjo sus obras más importantes y donde aún se encuentra, en la capilla mortuoria de Don Gonzalo Ruiz de Toledo, su pintura más conocida. POR SANDRA ACCATINO

A

ntes de morir, en 1323, el

señor de Orgaz pidió ser enterrado en la Iglesia de Santo Tomé en Toledo y dispuso que su villa entregara cada año un pago en bienes y dinero. A principios del siglo XVI, este pago se suspendió hasta que, tras un largo pleito, el condado de Orgaz debió ceder a la Iglesia el total de la suma adeudada. Se encomendó entonces al Greco un lienzo que narrara el milagroso entierro del cuerpo del señor de Orgaz en la Iglesia, ocurrido cuatro años después de su muerte, cuando, tras descender del cielo, san Agustín y san Esteban lo depositaron finalmente en su sepulcro. Como en el relato del entierro y del pago del tributo, en la pintura de El Greco se yuxtaponen, y esconden tiempos y temporalidades distintas, anacronías y desfases, siglos de tradiciones pictóricas. A escala real y envueltos en la oscuridad monocroma de sus trajes, el pintor retrató en el primer plano a importantes dignatarios de su época asistiendo absortos al milagro ocurrido en su ciudad, doscientos cincuenta años antes. El artista y su hijo, que nos observan desde el interior del lienzo, nos invitan a ser también testigos de la antigua leyenda. En medio de los tonos blanquecinos y negros que dominan a los hombres, el resplandor de los trajes de los santos es lo único que nos revela su condición sobrenatural. La disposición simétrica y ordenada de las figuras que los rodean mientras sostienen el cuerpo inerte, recuerda el esquema que la pintura bizantina utilizaba para la representación de la muerte de los santos y de la dormición de la Virgen, una fórmula que

«El entierro del conde de Orgaz», óleo sobre lienzo, 480 x 360 cm., Iglesia de Santo Tomé, Toledo. el artista usó en sus primeras obras, en Creta. A través de las tonalidades amarillas, nuestra mirada es conducida hacia el ángel que alza al cielo el alma etérea del señor de Orgaz, un motivo en desuso que el pintor tomó de los sepulcros medievales. Al igual que la liturgia de la muerte y la representación del drama de la partida del alma, también el cielo, que es su destino final, fue representado con vibrantes pinceladas y alargadas figuras, a partir de la antigua fórmula del Juicio Universal que Bizancio y el Gótico heredaron a Occidente. Debido al enorme virtuosismo y a la peculiaridad de sus obras, solemos atribuir a la pintura de El Greco una suerte de condición de atemporalidad, una originalidad tal que la ha desprendido incluso de su propio tiempo. Sin embargo, cuando nos reencontramos con las fórmulas, esquemas e influencias que «El entierro del señor de Orgaz» pone sutilmente en escena, entendemos que la novedad y la vigencia de su obra residen también en la construcción de un lenguaje pictórico en el que fluye gran parte de la antigua tradición del arte occidental.

Celebraciones El 7 de abril se conmemoran los 400 años de la muerte de El Greco y el Museo del Prado se apronta a celebrarlo con dos exposiciones: La biblioteca del Greco (hasta el 29 de junio), centrada en las influencias teóricas y literarias del pintor, a partir de la exhibición de 40 de los 130 libros que conformaron su biblioteca, una carta del pintor, grabados que probablemente inspiraron algunas de sus obras y lienzos que mostrarán la relación entre su pintura y sus libros. El Greco y la pintura moderna (del 24 de junio al 5 de octubre) mostrará la importancia que tuvo el redescubrimiento de este artista para el desarrollo de la pintura de los siglos XIX y XX. Reúne veinticinco obras suyas con más de setenta telas modernas, desde Manet y Cézanne, hasta Saura y Francis Bacon.

Sandra Accatino es académica del departamento de Arte de la Universidad Alberto Hurtado. Ha publicado diversos capítulos de libros, artículos y ensayos sobre pintura europea, arte de la memoria, coleccionismo y artistas chilenos contemporáneos. Fue curadora, junto a Pablo Chiuminatto, de la muestra «Degas escultor: impresiones de la vida moderna». “El Greco no tiene suelo, ni tampoco cielo. De ahí el aire sonámbulo de sus pinturas”, Andrés Trapiello (1953), escritor español.

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Artes Visuales

Galería Patricia Ready en

ART Lima 2014

En la Sección Principal, la Galería Patricia Ready exhibió obras de Javier Toro Blum, Pablo Serra, Felipe Cusicanqui, Paula Anguita, Isidora Correa, Patrick Steeger, Aymara Zegers y Martin Kaulen.

Entre el jueves 20 y el domingo 23 de marzo, la segunda versión de esta feria reunió a 63 espacios de 20 países en las instalaciones de la Escuela Superior de Guerra del Ejército (ESGE), edificio de gran valor arquitectónico.

A

rtistas visuales, coleccionistas, curadores, críticos, periodistas de todo el mundo y público en general se dieron cita en este encuentro, que “además ofrece un amplio programa de actividades culturales y académicas que se expande a otros espacios de la ciudad. En este sentido, ART LIMA actúa como una plataforma para la exhibición de lo mejor del arte peruano e internacional, facilitando el acceso y la creación de nuevos públicos, no sólo en lo que respecta a compradores y coleccionistas, sino también de espectadores atraídos por su propuesta inclusiva y abierta”, según explican sus organizadores. Creadores de Alemania, Argentina, Bélgica, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Perú, Puerto Rico y Venezuela participaron en la Sección Principal de la Feria, donde el stand de la Galería Patricia Ready exhibió obras de los artistas Javier Toro Blum, Pablo Serra, Felipe Cusicanqui, Paula Anguita, Isidora Correa, Patrick Steeger, Aymara Zegers y Martin Kaulen, quienes –unidos por la experimentación y la constante investigación– presentaron trabajos con distintos lenguajes y materiales.

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1. Martin Kaulen «Estudio de Geometría Bambusoideae V» 2. Patrick Steeger «Aguayo» (Proyecto color blind. Steeger+Young) 3. Pablo Serra «Superman»


Exposiciones Destacadas

Not Vital / Cristián Orellana «NotOna»/ «Let one hundred flowers bloom» Galería Patricia Ready (Espoz 3125, Vitacura. Teléfono: 2953-6210). Hasta el 23 de abril. Por Carolina Abell

E

l arte, hace siglos, ha ampliado sus horizontes. Hoy, el pintor es un sano inconformista. Quiere algo más que pintar. El escultor también. ¡Qué decir del grabador y del arquitecto! Una gran cantidad de creadores marcha cerca de aquellos reflexivos artistas que avizoraron, a principios de 1960, el desarrollo de obras sin fronteras tan definidas. Entonces emergió la idea de compartir territorios. En esa ruta, el trabajo de Richard Long es el que ilustra mejor esa posición, a pesar de que los renacentistas quebraron realmente los límites expresivos gracias a su visión global y humanista del mundo. Hoy, insertos en un contexto más abierto y lejano a esas ideas, las fronteras entre los diversos quehaceres siguen ampliándose. Por eso, Not Vital (1948) puede moverse entre la instalación, la escultura y la arquitectura. No es raro, es desafiante, porque, además, estamos insertos en un entorno decididamente interconectado en el cual, sin duda, el desarrollo de la ciencia y de la física, entre otros avances, claman por un arte más comprehensivo. En ese punto, el suizo se conecta y aventura. Su trabajo (centrado en la idea de crear un hito en el no lugar) se erige como un llamado a la vivencia de dos situaciones extremas: 1. La experiencia única e individual y, por eso, inédita. 2. La experimentación del nuevo lugar como nexo vinculante para ser. Desde allí, sin aludir a la complementación de estas dos situaciones extremas, crea “escultoarquitecturas”, que son lugares o construcciones multiculturales que median entre la arquitectura y la investigación escultórico-instaladora. En Chile, lo hace con el apoyo del arquitecto Cristián Orellana. «NotOna», una isla intervenida en la Patagonia (tal como lo hizo antes en África), constituye una explora-

ción espacio-temporal que, además, se refiere –entre otros aspectos técnicos– a situaciones lumínicas que confrontan también lo natural con lo artificial. «NotOna» y otras de sus experiencias espaciales corrigen y modifican el paisaje intocado. Vital quiere replantear una discusión introspectiva sobre la habitabilidad. Sin duda, una inquietud relacionada con el mundo del arquitecto. Una reflexión tan antigua como poética y sagrada. Tan íntima como pública. Tan propia de un pueblo como de una gran ciudad universal, que ha preocupado al hombre por siglos. Ejemplos hay varios, como el proyecto de Eduardo Chillida, quien concibió una obra en el corazón de una montaña, la que lamentablemente no alcanzó a ejecutar en vida. Lo cito, porque es normal que el ser humano intente regresar a ese estado cavernario que le abriga y protege en medio de un mundo real tan agreste. Es cierto, en ese ámbito, el artista recrea e indaga, se protege y disminuye el estado de alerta. Ello explica que Vital quiera representar, desde un proyecto válido en sí mismo, la sentida necesidad de volver al origen entendido como espacio de reposo. Un sueño, frente a los miedos contemporáneos, que se suele sobrepasar a través de la representación del ícono contenedor que llamamos «casa». Una habitación propia, parafraseando a Virginia Woolf, que nos permite ser. HUMANOS HORIZONTES Una vez que se ha conseguido ese estado de intimidad, Vital se abre al horizonte desconocido de relaciones humanas en medio de escenas vivas del paisaje. Y, más comprometido con los contenidos de una cultura específica, con la instalación «Let one hundred flowers bloom», retoma la Campaña de las Cien Flores, relativa al período histórico 1956 y 1957 de la República Popular China. Entonces, Mao Tse-tung, líder del Par-

tido Comunista, instó a reflexionar sobre los problemas políticos y económicos de su país con la idea de “permitir que 100 flores florezcan y que 100 escuelas de pensamiento compitan”, ya que –en sus palabras– buscaba asentar “la política de promover el progreso en las artes y en las ciencias y de una cultura socialista floreciente”. Con ese móvil, Vital construyó sus flores. Aquellas que reflejan la luz e imágenes variables. Cada botón cerrado, de tres metros de largo, anuncia un mensaje que aún está sujeto al devenir de la cultura. Brillan juntas y solas, pero en su concavidad reflejan aquello que se escapa a la visión. Vital, unido a la fantasía, genera vínculos con los conceptos de libertad y opresión, reserva y expresión, contención y repulsión. Crea una imagen que, desde 2007, presenta en montajes diversos. Ellas –desde la sutileza del acero hecho y pulido a mano– claman por hacernos comprender que existen pasos previos a la conquista interna del hombre, pues sin una habitación íntima es imposible acceder al núcleo de las relaciones entre el entorno y los hombres. Pirámides, cubos irregulares, enormes edificios y construcciones diversas lo han demostrado. Podrán seguir erigiéndose, pero si carecen de ese proyecto interior metafórico que Not Vital recrea con sinceridad y visión a través de sus obras tan disímiles como propositivas, será imposible continuar. Su búsqueda de luz, de vacío contenedor y, entre otros aspectos, de seres humanos (pobladores de lugares geográficos), tiene que ser vivida como una invitación libre y desinteresada a compartir experiencias que hoy resultan extrañas. En ese escenario relacional, Orellana presenta a Vital y viceversa. Y la Galería Patricia Ready muestra flores abotonadas en su sala-refugio de encuentro para quien se atreva a ingresar, caminar y rondarlas. Ellas, desprendidas de su autor y de toda referencia metafórica, se dejan fisgonear, exigiendo una actitud desinhibida que permite trepar la escalera de madera (aparentemente abandonada) para tener una visión propia. Y, en otros términos, hace partícipe del experimental horizonte paisajístico que es emplazado sobre nuestra tierra. La Panera I 13


Exposiciones Destacadas Olaf Holzapfel y Sebastián Preece «Housing in Amplitude» Museo de Arte Contemporáneo (Parque Forestal. Teléfono: 2977-1743). Hasta el 15 de junio. Por Catalina Mena.

L

a muestra de la dupla Holzapfel-Preece en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), consiste en una nueva versión del trabajo montado durante el verano en Aysén, que formó parte del proyecto Trapananda, curado por Alfons Hug, quien ha sido encargado del Pabellón Latinoamericano en la Bienal de Venecia. Hug convocó a un grupo de artistas para que se trasladaran por un tiempo a la Patagonia, investigaran sus formas culturales y, a partir de ese reporteo, realizaran obras, muchas de las cuales fueron intervenciones directas sobre el territorio. La pieza principal, que Holzapfel y Preece instalaron en terrenos de Cerro Castillo, consiste en el esqueleto de una casa de gran altura, realizado en madera, según las técnicas de construcción que utilizan los arrieros de la zona, pero con una estética muy pulcra y precisa. Sebastián Preece desde siempre se ha interesado en las relaciones entre territorio, arquitectura, deseo y biografía. Y ya hace varios años que viene recorriendo esa zona; observando, fotografiando y reinterpretando en instalaciones las formas de construcción de los refugios de campesinos, arrieros y pescadores nómadas, que recorren largas distancias buscando sus fuentes de sobrevivencia. En estas obras, nuevamente, Preece co-

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necta elementos materiales con aspectos biográficos: le interesa recuperar vestigios del habitar (casas, trozos de muros, encercados, enseres) para, desde ahí, descifrar las necesidades, deseos y formas de ver el mundo de quienes los utilizan en la organización de su existencia. Para hacer una nueva versión de este proyecto en el MAC, los artistas trasladaron el esqueleto de la casa al espacio neoclásico del museo, modificando completamente su contexto de recepción. Pero, además, agregaron, separados de la pieza central, otros elementos que también son resultado de observaciones sobre

recursos ingeniosos que los lugareños utilizan para sobrevivir. Se trata de trozos de construcciones de cercos, techumbres y portones, realizados con técnicas de ensamblado y composición propias de la zona, utilizando los mismos palos, troncos y tejas que trajeron del sur. Lo sorprendente, para quienes hemos seguido y admirado la obra de Sebastián Preece, es ver cómo en este ejercicio de colaboración el artista dialoga con un colega europeo que comparte su interés por la arquitectura pero que, claramente, tiene una sensibilidad muy distinta. El resultado es interesante y, además, vehiculiza muchos contenidos patrimoniales. Aprendemos algo de nosotros mismos observando esta instalación que informa y pone en valor saberes enraizados en la Patagonia. Pero no logramos ser arrojados al interior de la obra, como siempre sucede en las exposiciones de Preece, que tienen un fuerte voltaje emocional, una unidad de recorrido y una estética de la ruina y el desgaste propio de los procesos vitales. Comparada con sus otras entregas, esta muestra resulta demasiado pulcra y ordenada, lo que acusa la clara influencia del alemán. Es cierto que, en el contenido, la instalación recupera las inquietudes que nutren el trabajo de Preece, pero están atenuadas por el estilo analítico y formalista de Holzapfel. En este encuentro, el alemán gana una dosis de pasión y “suciedad” (que se agradece) al utilizar materiales cargados culturalmente. Pero, en la negociación, se adivina que Preece debió bajarle el volumen a esa erótica decadencia que suele hacer de su obra una perturbadora experiencia emocional.


Retrospectiva Sergio Larraín Echeñique Museo Nacional de Bellas Artes (Parque Forestal. Teléfono: 2499-1600). Hasta el 15 de julio. Por Catalina Mena.

© Sergio Larrain / Magnum Photos

L

a retrospectiva del fotógrafo Sergio Larraín Echeñique (1931-2012) quedará registrada como uno de los hitos más significativos del 2014. Se trata de un gran recorrido por la obra de quien, hasta su reciente muerte, era una leyenda de culto entre los más entendidos y una figura completamente desconocida para el grueso del público local. La muestra consiste en algunos dibujos y libros de su realización, dos registros de video y 150 fotografías. El montaje respeta el formato pequeño de las fotos que él imprimía. No es la gran imagen contemporánea, sino la pequeña ventanita en blanco y negro por la que nos asomamos a una mirada profunda, amorosa y crítica a la vez. Se trata de un recorrido cronológico por su trayectoria fotográfica, realizada entre los años 50 y los 70. Incluye sus primeras fotos de niños de la calle, su notable registro de la vida en pueblos del altiplano andino, sus memorables y audaces tomas en los barrios y bares del Valparaíso cincuentero y sus sensibles encuadres de situaciones urbanas en Europa. Sus imágenes despliegan un manejo extremado de luces y sombras, foco y desenfoco, presencia y ausencia. En sus fotografías –donde siempre está la presencia

Valparaíso- Chile, 1963.

No es la gran imagen contemporánea, sino la pequeña ventanita en blanco y negro por la que nos asomamos a una mirada profunda, amorosa y

humana, incluso cuando sólo se trata de objetos– algunos elementos están desenfocados, fugándose en los bordes, u obstaculizados para el observador de la foto; mientras que otros detalles son enfocados con inusitada nitidez, como si nacieran a la existencia por la mirada del fotógrafo. Lo que conmueve es que Larraín, en todas sus escenas, ilumina lo oculto y subalterno. En sus encuadres callejeros ennoblece al niño mendigo que mira cándidamente a su lente y relega a un segundo plano al caballero burgués que desaparece en la neblina. Hay en su trabajo una aguda observación que se duele de la injusticia y de la falsedad, lo que traduce en contrastes de mucha potencia. Su política emocional nos hacer ver lo que no vemos o lo que no queremos ver. Fue ese desasosiego lo que marcó su vida y su corta carrera, ya que a los 40 años despareció de circulación. Siendo un veinteañero, en los años 50, inició una brillante carrera como fotógrafo de arte y reportero gráfico (cubriendo, con impresionante sensibilidad, situaciones y noticias internacionales que se publicaron en medios como «The New York Times», «Life» y «Paris Match»), pero a finales de los 70 dio un vuelco gigantesco a su biografía. Hastiado

© Sergio Larrain / Magnum Photos

crítica a la vez.

Isla de Chiloé - Chile, 1957.

del trajín mundano, decidió huir hacia el interior de sí mismo, reclutándose en Tulahuén, el último pueblo cordillerano del valle del Limarí. Allí, hasta el final de su vida, se dedicó a dibujar, a practicar yoga, a meditar y a escribir sobre la necesidad de que cada cual emprendiera un cambio espiritual, que él reclamaba con urgencia para salvar al planeta de la crisis ecológica. Durante más de 40 años se rehusó a promover su trabajo fotográfico. Sólo tras su muerte el velo pudo descorrerse y ahora (contra sus deseos, hay que decirlo) podemos acceder a su personalísimo universo. Fotógrafo vagabundo y (más tarde se entendería) filósofo visual, Larraín se introducía en los recovecos de la ciudad. Caminaba, observaba y esperaba que la

imagen “apareciera” ante su lente como un milagro. Una de las escenas que mejor sintetiza su postura estética es «Pasaje Bavestrello», también conocida como «Dos niñas», que retrata a dos chicas en una escalera de Valparaíso: una está más iluminada y la otra en penumbra. En la foto, las siluetas aparecen idénticas, como si fuera una sola duplicada. Sobre esta imagen, Larraín confesó: “Fue la primera fotografía mágica que vino hacia mí”. Esta idea de la foto como algo que “llega”, él la traduce bajo el concepto de satori, que extrajo del budismo zen y que alude a los instantes fugaces de iluminación, en los que el pensamiento queda suspendido para que la mente alcance un estado máximo de receptividad. Decía: “Una buena imagen, nace de un estado de gracia”.

“¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir”, Confucio (551 a.C.-479 a.C.), pensador chino.

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Exposiciones Destacadas

Patrick Steeger «Uso y Abuso» Museo de Arte Contemporáneo (Parque Forestal. Teléfono: 2977-1743). Hasta el 15 de junio.

Por César Gabler

L

a figura de Richard Buckminster Fuller ha vuelto a la popularidad en los últimos años. Famoso, entre otras cosas, por el diseño futurista que lució Estados Unidos en la Feria internacional de Montreal 1967: una gigantesca cúpula geodésica llamada «Biosfera». Buckminster Fuller es una figura que ilustra a la perfección el cruce de utopismo con alta competencia técnica. Hago la mención, porque el propio Patrick Steeger lo cita en uno de los muros. Una sala que contiene un enorme habitáculo-balancín en forma de poroto. Es una mención oportuna: “La física no ha encontrado líneas rectas, sólo ha encontrado ondas… El universo no se ajusta a un marco de referencias tridimensionales perpendicular paralelo. El universo de la energía física se está expandiendo de forma divergente (radiante) o se contrae de forma divergente (gravitatoria)”. Una refutación al mundo rectilíneo de la modernidad: de Mondrian a Gropius. Un pensamiento, el de Buckminster Fuller, pragmático y visionario a la vez.

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Algo de eso tiene el propio Steeger. Sus proyectos suelen combinar un seguro manejo de la técnica y de los materiales con unas formas que traducen una preocupación por la relación del sujeto con el entorno. Eso es evidente, porque cambia la noción de espectador por la de habitante y da un giro de lo escultórico a lo arquitectónico, ubicándolo en esa línea de artistas que abordaron, desde los setenta, la relación entre ambas disciplinas: Alice Aycock, Siah Armajani, o el monumental Richard Serra. Gracias a una empresa del rubro maderero, Steeger pudo embarcarse durante un año, y a tiempo completo, en una extensa investigación de la madera. Los caminos son múltiples, pero predominan, a mi juicio, tres vías: habitáculos y modelos; piezas autónomas a manera de controladas fantasías volumétricas, y exploraciones en el campo del módulo y la decoración. La confluencia de todo es el material y un abordaje de fuerte carácter procesual. Las técnicas parecen sugerir las formas y no al revés. Una metodología práctica que recuerda al Bauhaus. Las piezas modulares, como el balaustre gigante que recibe a los espectadores en la entrada, especulan con el módulo y las posibilidades generativas que produce. Aquí, lejos del minimalismo ortodoxo, Steeger genera unas obras irónicas. Los sencillos retazos de las molduras industriales sirven para producir marcos o columnas de carácter clásico y en completa oposición a la vulgaridad de los materiales empleados. El chiste es

conocido, pero Steeger lo cuenta de manera personal. A través de ingeniosos procesos, el artista tuerce láminas de madera y genera volúmenes libres de masa. Es la espacialidad sugerida por las sólidas líneas de la madera. Son evidentes las similitudes con Richard Deacon o Martin Puryear, sin embargo, la lógica constructiva podría desembocar en resultados que lo liberen de esas presencias abrumadoras, así lo sugiere el delicado árbol, que recuerda a la columna sin fin de Brancusi. En el ámbito de los habitáculos y de las maquetas, Steeger apunta nuevas ideas y soluciones. Abre la muestra con una ciudad que el espectador puede reconstruir. Evoca a Miquel Navarro, pero la generación urbana a partir de molduras prefabricadas suma un contenido ausente en la obra del español. En las piezas más recientes, Steeger incorpora una presencia –cada vez mayor– del público. Como adelantábamos, pasa de la contemplación a la acción. El espectador entra en un espacio que lo implica espacial y temporalmente. Las formas son neumáticas y rechazan casi siempre el imperio de la ortogonalidad. Apartadas de la convención constructiva, pueden leerse como una liberación de los parámetros impuestos por la industria inmobiliaria. Son también una invitación, medio sesentera, a entregarse a una experiencia artística que implique al sujeto en su conjunto. Su cuerpo y su acción son parte de la propia obra. Así la escultura deja de ser una pura imagen y se convierte en experiencia.


60 artistas, libro y exposición «SUB 30» Museo de Arte Contemporáneo Quinta Normal (Matucana 464. Teléfono: 2977-1743). Hasta el 25 de mayo.

Por César Gabler

S

í, regresó la pintura. Las razones de su retorno son casi tantas como los participantes de «Sub 30». La exposición que ocupa todo el segundo piso del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Quinta Normal es el producto de una extensa investigación a cargo del equipo encabezado por Jorge González Lohse. Un proyecto editorial que se exhibe. El libro es notable. Como bien lo apunta Carolina Castro en uno de los textos del volumen, «Sub 30» surge en una época en la que el mercado del arte aparece editorializado –y muy hábilmente– por Phaidon. Este proyecto sería una versión local del fenómeno, pero apuntemos que es la continuación de una empresa iniciada La muestra que ocupa hace una década con «Cambio de Aceite». «Sub 30», la expotodo el segundo piso sición, no recopila lo que aparece en el volumen impreso. del Museo es el producto Son otras obras de los mismos de una extensa artistas. Los curadores dejan la investigación a cargo ordenación alfabética y apuestan por una catalogación basada del equipo encabezado en criterios que pueden resultar por Jorge González algo arbitrarios: «Ojo Modular», Lohse. «Ojo Mimético», «Ojo Onírico», «Ojo Sicológico», «Ojo Discursivo», «Ojo Esquemático». Muchos ojos y explicados con una de las prosas más confusas del último tiempo. Independiente de que algunas obras puedan funcionar dentro de ellos, se hace evidente que también lo harían en cualquiera de las categorías restantes. No me atrevo a proponer sustitutos. Sólo quisiera sugerir algunos rasgos que me resultan llamativos. Pintura y Fotografía: Es claro –y particularmente notorio en el «Ojo Mimético»– que la fotografía es un referente para muchos de los artistas. Hay procedimientos que corresponden a transcripciones de modelos o procedimientos fotográficos, desde pinturas que parecen una impresión de Illustrator a megacomposiciones con una lógica de Photoshop (desde el enorme «Patio de José», de José Pedro Godoy, a las fusiones de Obra de Diego Martínez. imaginería religiosa y retrato de Daniela Kovacic). En distinta forma y grado, son muchos los artistas que trabajan desde lo fotográfico y ese es un sello que parece distintivo de una generación que se formó en escuelas de arte marcadas por la idea de los referentes y de una crítica implícita a lo pictórico. Bajo ese “ojo crítico” la pintura podía desprenderse de dos peligros –según la academia más dura– presentes en la escena nacional: el subjetivismo de los ochenteros y la ilustratividad de los neofigurativos. La construcción pictórica podía articularse desde las fotografías e interpelar al lenguaje pictórico: Christiane Pooley o Mariana Najmanovich dan cuenta de ello. Nuevos Pop: Indiferente al dictado anterior y más Obra de Ignacio Gatica. atenta a cierta cultura de la calle –con marcas y spon-

Obra de Ignacio Wong.

Obra de Carola Carrasco. sors– está una generación cuyos canales de difusión y validación se ahorran la venia de los curadores académicos y de las galerías tradicionales. Este grupo de artistas instala un imaginario plano y sin sesgos temáticos. Tienen algo infantiloide, como las pinturas de los internacionales Jules de Balincourt o Chris Johanson. Santiago Ascuí, Carlos Ramos, Ignacio Gatica, Michael Yaikel, Matías Santa María, José Benmayor y –alejándose a un terreno más psicodélico– Basco Vazco. Se trata de obras pintadas en acrílico con un a veces impecable y muy lírico sentido de la decoración, opuestas a un pop militante y de vocación provocativa representado en las obras de Edwards Estay, Fernando Andreo, Zsueño, Italo Garrido, Ignacio Wong o Yisa. Aquí casi todos cultivan el políptico y se nutren de un mal gusto deliberado. La unidad estilística suele reemplazarse por cortes y cambios de técnica y figuración, como si los artistas fueran los médiums de unas voces surgidas de la “calle”, palabra tan equívoca como “pueblo”. Extensiones de la Pintura. Digo extensiones y no desplazamientos, porque se trata de obras que amplían directamente aspectos materiales del trabajo pictórico. El soporte y la pintura particularmente. Desde la construcción de Javier Rodríguez a los despliegues volumétricos de Raisa Bosich o Grace Weinrib; de la exploración con luz y materia de Adolfo Bimer a las posibilidades pictóricas del grabado en Juan Esteban Reyes. «Sub 30», un hito.

“Si tienes una biblioteca con jardín, lo tienes todo”, Cicerón (106 a.C.-43 a.C.), filósofo romano.

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Arquitectura

Sueño

hecho realidad Hasta el 25 de abril estará en la Sala Gráfica de la Galería Patricia Ready la obra «NotOna», realizada por el arquitecto chileno Cristián Orellana, quien trabajó sobre una idea del famoso artista suizo Not Vital, cuya muestra «Let One Hundred Flowers Bloom» ocupa la Sala Principal del recinto. Por Mauricio Léniz

Fotografías de Cristián Orellana

“T

odo partió cuando mi madre me dijo: ‘Vas a estudiar arquitectura y si te gusta y lo haces bien, podrás irte de aquí’ y le hice caso más que nada porque soy de Iquique, porque hice mi Cuarto Medio en Estados Unidos y porque al volver a Chile tenía todas estas ganas de seguir descubriendo el mundo”, cuenta Cristián Orellana al explicar cómo llegó a trabajar con el famoso artista suizo Not Vital y a concretar el proyecto «NotOna» (que une el nombre de Vital con el del pueblo Ona) en la Isla de Mármol del Lago General Carrera. “Entré a arquitectura y para la segunda semana

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estaba enamorado de la carrera. Me fue muy bien, tenía las mejores notas del curso, y ese mismo año, una profesora que tenía un contacto en la Academia de Arquitectura de Mendrisio (Suiza) me postuló para una beca. Esta Academia fue fundada por Mario Botta con Peter Zumthor y Aurelio Galfetti, quienes buscaban crear una universidad más cercana al arte y así no juzgar a los estudiantes, o no truncarle las oportunidades, por no saber álgebra o cálculo o esas cosas. Entré a esta universidad, de la que salí en 1996. Me titulé con Mario Botta, que era el presidente del jurado, y con Valerio Olgiati, quien era mi profesor de cabecera”.

–¿Cómo llegaste al proyecto de Not Vital? “En la universidad me hice amigo de Mitsunori Sano, un alumno japonés dos años mayor que yo y que se tituló con la mejor nota. Not lo contrató. Cuando regresé a Suiza, ellos estaban trabajando en la casa ‘Josujo’, que significa baja-sube-baja en la lengua madre de Not. Entonces Mitsunori me llamó y me incluyeron en el grupo. Con Mitsunori nos encargamos de realizar estos eventos, a los que llamamos ‘juguetes para niños grandes’, en el sentido de que con estos proyectos de Not se trata de comprar una sensación, a diferencia de un Ferrari, por ejemplo, al que constantemente debo sacar bri-


llo y, además, pasa de moda. En cambio, la sensación o vivencia la llevo para siempre dentro. Una máquina se mueve, lo otro me da una experiencia sin moverse. Puede costar lo mismo que un auto de lujo, pero no pasa de moda”. –¿Cuál fue tu aporte creativo en «NotOna»? “Va desde la idea de comprar una isla a cómo es el espacio; en realidad, todo. En este proyecto, Not fue un cliente ideal, tuve libertad absoluta para llevarlo a cabo. Fui constructor-arquitecto. Esto funciona así: Not tenía un sueño, que es ‘tener una casa para mirar la puesta de sol en cada continente’, y yo hice realidad su sueño en el continente americano. Sus realizaciones son objetos que se aprecian desde el exterior. Y yo como arquitecto tengo la capacidad de crear espacio, por eso esta obra se diferencia de las de Not. Creo que una de las cosas que me interesan de este proyecto es el mito que genera. Los límites físicos ‘a pesar de ser una isla’ trascienden fronteras, y llevan al soñador a viajar para llegar a ese momento. Al final, el proyecto empieza con el viaje y eso es lo que genera el mito”. –Describe a NotOna. “NotOna es una isla de 60.000 metros cuadrados, en la cual la idea madre fue hacer esta intervención, en la cual se dejara al paisaje tal cual. A ello obedece la decisión de transformar la isla en casa y no hacer una casa sobre la isla. Por eso, cuando dibujo la fachada, tengo que dibujar la isla, porque la única parte tangible del proyecto es la ventana en el acantilado, que es donde se materializa el sueño. El proyecto contiene estos tres eventos: la casa para mirar la puesta de sol “que es la principal” tiene un túnel de 13 metros, luego un quiebre, y enseguida baja con una rampa (de aproximadamente 1.80 metros de alto) por otros 12 metros para llegar al espacio circular “una esfera de siete metros de diámetro” que es el espacio público y es ahí donde ocurren cosas, y donde no necesariamente tengo que mirar el sol para sentir su puesta; y luego entrar a la pieza para mirar la puesta de sol (de 13.50 metros de largo), que es el único espacio construido dentro de la caverna. Está hecho de hormigón, y es una casa dentro de la casa, o un refugio del refugio donde el espacio se transforma en ventana. Y no es una ventana en el espacio: es una máquina de luz, que creo define bastante bien la sensación que nos entrega el espacio, evitando cualquier obstáculo entre el espectador y la luz. Así logro caminar sobre una placa de mármol pulida y brillante, que mide 50 metros desde el acceso a la ventana. Adentro, en la bóveda (que es como el estar), colocaremos unas esculturas de Not, que son retratos de Gordon Matta Clark, de Pablo Neruda y de Salvador Allende”. –¿Cómo realizaron la excavación en el mármol? “Al inicio, tratamos a martillo y cincel pero no funcionó: avanzamos como 15 cm en un mes. Luego usamos explosivos”.

1.

2. Página izquierda: Cristián Orellana transformó

una isla de 60.000 m2 en una casa-escultura tallada en el mármol y con sólo una ventana, la cual está especialmente diseñada para mirar la puesta de sol. 1 y 2. La obra NotOna es siempre la ventana en el acantilado, como se aprecia en estas dos fotografías. 3. Uno de los mineros que habitan Puerto Sánchez trabajando el mármol.

3.

–¿Es una casa habitable, tiene servicios básicos? “En esta casa se alimentan el alma y los sentidos. Para satisfacer las necesidades básicas proyecté los servicios de la casa en la playa este. Ahí están la cocina, el baño y un espacio común, que NO tiene ventanas para evitar la presencia en el lago. De este modo, la casa ‘NotOna’ es siempre la ventana en el acantilado (ver foto nocturna) y luego está el cubo, que mide 6x6x6 metros, y es el acceso oeste a la isla, que contiene el mármol que salió al hacer la excavación. Así ordenamos el desorden. Así tenemos escultura (cubo), escultura-arquitectura (la caverna) y arquitectura (servicios). El proyecto es una consecuencia del lugar, la única mano de obra que se encuentra está en Puerto Sánchez, que es el pueblo donde vivo y que alberga mineros desocupados. Comenzamos este proyecto en 2007, cuando le propuse a Not llevar a otro nivel la idea de casa para mirar la puesta, y luego de comprender la dinámica de estos proyectos, que él ya había iniciado en África. Ahí le pregunté para qué adquirir un terreno, poner una reja alrededor y decir ‘esta es mi tierra’, si se podía comprar una isla en la cual los límites son mucho más claros”. –¿Podrá ir gente a verlo? “NotOna está en el medio del lago y cualquier embarcación que rodee la isla la puede apreciar, especialmente la ventana sobre el acantilado. Sin embargo, hay que dejar en claro que es un recinto privado y sólo puede visitarse con la autorización de las personas a cargo”. –¿Y va a tener muebles? “Creo que sí, porque lo puedo considerar una casa en el momento en el que pongo una mesa, una copa de vino y una cama. Lo más claro es que los muebles van a ser ‘de obra’, con los materiales que están ahí. Como en las casas de madera, donde se hacen con los retazos y quedan a medias. Como work in progress. O sea, mi idea es estar en la casa compartiendo y luego me voy caminando por el sendero a otra casa”. –¿Qué piensas hacer luego de este proyecto? “Quiero hacer algo diferente. Creo que este es el punto de partida. Es mi primera casa y me siento súper afortunado. Pero lo principal es pensar y creer que las cosas pueden existir. No quiero dejar de soñar despierto, ojalá el resto de mi vida pueda hacer cosas que me den la oportunidad de hacerlo. Ahora que se está terminando la obra, tengo que comenzar a capitalizar estas cosas”. –Si no se sabe, queda en el olvido. Es un cuento que debes empezar a narrar. “Creo que esta es una muy buena historia para contarla a los alumnos de primer año, para que empiecen a soñar y a entender que los sueños se pueden hacer realidad”.

“Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar”, Antonio Machado (1875-1939), poeta español.

La Panera I 19


Cómic

Ramón a color y en una viñeta.

El Huaso y El Pingüino

Recordando a Vicar

Vicar en su estudio, gentileza de Eduardo Núñez.

20 I La Panera

Por César Gabler

A

Vicar (Víctor Arriagada, 19342012) se lo puede conocer y admirar por las mismas razones que puede ignorárselo por completo. Primero, porque dibujó cómics y humor gráfico en un país como el nuestro, que no suele valorar mucho esos medios. Segundo, porque el grueso de su publicación local la realizó entre los cincuenta y sesenta, una época de gloria para el cómic chileno, pero lejana y remota para la mayoría de los lectores. Y tercero, su más nutrida producción la hizo fuera o para fuera, porque por más de treinta años ilustró de manera metódica y prolífica las aventuras del Pato Donald para el mercado escandinavo, sumándolo a un trabajo que incluye desde historietas infantiles a dibujos humorísticos

para «Playboy». Un autor internacional. El prestigio de Vicar se gestó desde fines de los cincuenta en «El Pingüino». Esta revista merece una mención especial, porque en la memoria de muchos ella no existe o figura como una publicación de resonancias picantes, un almacén gráfico de piluchas importadas. En sus páginas compartían espacio glorias del humor gráfico chileno, argentino y hasta español con pin-ups y chicas del Burlesque y del Picaresque. Una plataforma visual “del mundo bohemio” que, desde 1956, imitaba el humor “para caballeros” de la argentina «Rico Tipo» y cuyas portadas fueron ilustradas durante años por Pepo. Con el mismo rigor, la contraportada lucía una chica sexy impresa a todo color. La combinación de humor y señoritas le valió muchos lectores clandestinos pero pocos confesos, y menos aún reconocimiento cultural. Pese a ello, la publicación se mantuvo por más de diez años y tuvo –a fines de los sesenta– una época dorada a manos de los hermanos Vivanco, de Palomo y de Hervi, quienes adaptaron varios elementos de la satírica «Mad» al mundo Pingüino. Una revista que se merece un libro. Vicar, que partió dibujando para el «Mampato» de Germán Becker, comenzó a crear sus primeros personajes en un estilo que combinaba mucho de lo que ofrecía el humor gráfico de esa época. Formas redondeadas y dinámicas, chicas guapas, tipos cómicos y bajitos y narigones. Gráfica apta para la animación. Humor que cabe en la categoría, casi extinta hoy, de lo pícaro. Chistes que podría

haber contado Firulete. Sin embargo, en Vicar asomaba ya, en las tempranas apariciones de su Quevedo (gags de un ciego limosnero y tramposo), un humor negro que alcanzaría su mayor definición en los sesenta, cuando el dibujante dejó Chile y se radicó en España para publicar cómics y humor gráfico a través de agencias de historietas como Bardon Art y Selecciones Ilustradas. EL HUASO RAMÓN

La creación más importante de Vicar, «El Huaso Ramón», es producto de la nostalgia. Radicado en Barcelona desde 1960, comienza a publicarla en las páginas de «El Pingüino». Era su proyecto humorístico más personal. Salvo excepciones, «El Huaso Ramón» era una historieta autoconclusiva de una plancha. Desde un comienzo la gráfica y el guión evidencian un cuidado especial, como si con las viñetas el dibujante se hubiese creado una patria de bolsillo. Lejos de la utopía, y pese a situar la acción en un pueblo de ficción (Penquehue), la historia es chilena, en una clave que puede resultar hasta criollista. Un sitcom con Mariano Latorre y Oreste Plath como consultores. Pero la serie despega donde la literatura y el folclorismo suelen naufragar. Al pensar en Ramón resulta obligado recordar a Condorito. Dos personajes de vocación vernácula pero de destinos casi opuestos. Condorito, a quien presumimos un oscuro origen rural, es en sus inicios un buscavidas a unos pasos de la delincuencia


y que poco a poco se normaliza hasta ser el dinámica de la acción y de los ambientes rurales perdedor de eterna novia curvilínea y sue- de la década del sesenta, un prolijo inventario gra irascible. Condorito, como la esencia de del habla campesina, más exacto y divertido que un Chile que, dice la leyenda, Pepo habría cualquier actor de TVN. Y más, porque, ante extrañado en el soso cortometraje que Dis- todo, Ramón es un extenso y prodigioso comney nos dedicó en su película de vocación pendio de historietas de una página, que funlatina «Saludos Amigos». Condorito fue cionan como chistes pero también como relatos también un personaje que picarescos, como parodias soterminó desnaturalizado, un ciales, como inesperados guipersonaje de vida múltiple, ños políticos, como historias un disfraz para casi cualquier de acción condensada. género de chiste. De persoVicar se muestra siempre, naje pasó a actor. «El Huaso más allá de alguna chanza de Ramón», en cambio, se ha humor trasnochado o inomantenido en un estado de cente, como un consumado pureza casi inviolable. En lo narrador visual. Su dibujo es editorial, ha contado con dos todo movimiento, tal vez la o tres momentos de publicacualidad que haya convencido ción muy distantes entre sí. a los editores del Pato Donald El primero, en los sesenta, escandinavo para convertirlo corresponde al proceso de su a él en uno de sus dibujangestación. Más tarde, y por El Vicar de «Playboy». tes emblema. Vicar, como los solicitud de Vittorio di Gigrandes animadores clásicos, rolamo, conoció una reedición, renovada, en capta la física de la comedia en toda su dimenlas páginas de humor de «La Tercera». Eran sión. La del cuerpo y la del rostro. Sus cuerpos los ochentas y el diario incluyó un recordado se ondulan, se quiebran y, según la necesidad, suplemento de Historietas con autores como las expresiones cubren un extenso rango emoMario Igor o Themo Lobos. La tercera etapa tivo –en clave cómica– con el mismo certero y final incluye dos compilaciones, editadas equilibrio de Themo Lobos. por el propio Vicar y que lucen –hay que deA falta de una reedición, me imagino una. cirlo– algo precarias. No hay más. Una recopilación con todo el personaje, sin En todas las épocas, en todos los formatos, retoques ni color digital. Tapas duras y próel personaje es más o menos el mismo: una logo. Nada de venderlo como el huaso simversión profesional –y delirante, a veces– de la pático que viene a ser nuestro nuevo amigo. personalidad huasa, una descripción detallada y Ramón se vende solo.

1. Un elaborado boceto para las páginas de Pato Donald. 2. Página del Huaso Ramón en la que Vicar realiza una elaborada discusión estética entre dos artistas pintores. 3. El Huaso Ramón y la globalización de Coca Cola.

“Piensa, cree, sueña y atrévete”, Walt Disney (1901-1966), productor y director estadounidense, figura central de la historia del cine de animación.

La Panera I 21


Música

Bitácora de un sonido. Desde 1994, Jorge Campos utiliza instrumentos de la fábrica alemana Warwick. Aquí figuran sus modelos de cuatro y cinco cuerdas, además del bajo doble Machi. Recostado, el nuevo instrumento con el que compuso y grabó el disco «Nu bass».

Por Antonio Voland

LA NOTA FANTASMA

“Cuando tocas cualquier nota en el bajo, el sonido que se amplifica y se escucha es aquel que se produce desde donde tú pulsaste la cuerda con el dedo hasta la cápsula (la parte baja del instrumento). Pero hacia el lado opuesto de la cuerda, hacia la nuez (la par22 I La Panera

manu rojas

C

hile es el único país del mundo donde un sismo de 6,5 grados en la escala de Richter es un “temblor”, por lo tanto, una sacudida a mitad de la noche no viene a modificar mayormente la vida de nadie. “En mi casa también estamos acostumbrados”, confirma Jorge Campos, músico luchador y meritócrata, que ha escrito su bitácora de la mano de tres conjuntos fundamentales en la historia reciente: Santiago del Nuevo Extremo, Congreso y Fulano. En los últimos días, varios sismos han remecido el norte del país, y entonces Campos vuelve a recordar que su propuesta musical también está conectada con las placas geológicas en tensión y movimiento, la tierra madre: su gran bajo doble se llama Machi y tiene el calendario mapuche grabado en el cuerpo. Además, lidera un cuarteto que él llama “kuarteto”, junto con la bajista Isabel Yávar y el músico electrónico Fat Pablo. “Es parte del respeto a la cultura originaria chilena. La letra K es mapuche y la C es española. Creo que mi música es telúrica en su esencia. Así la siento”, ha dicho. Si Campos ya había delineado un concepto sónico a partir del uso del bajo eléctrico como herramienta principal en discos como «Machi» (2000), «La ausencia de lo sagrado» (2004) y «Bajos y tambores» (2008), su nuevo proyecto intensifica el trabajo y sobrepasa así cualquiera de las fronteras que él había marcado. Con «Nu bass» (2013), es hoy compositor, improvisador, experimentador y también luthier: “Inventé un instrumento. Es una innovación tecnológica que hasta aquí nadie había explorado. Se habían construido prototipos y creo que Frank Zappa trabajó alguna vez una guitarra que trataba el tema, pero nunca compuso música en esta línea. Soy el primero que lo hace”, dice. Hace más de diez años que Jorge Campos viene explorando los alcances de la superposición tonal, y «Nu bass», un álbum con cien minutos de música dividido en dos volúmenes, es una vía de acceso a este tipo de creatividad.

Jorge Campos

El luthier

del sonido sísmico Durante más de diez años, el bajista de Fulano ha desarrollado un concepto musical basado en la superposición de tonos. Para ello diseñó un instrumento capaz de amplificar la “nota fantasma”, aquella que habitualmente no se percibe cuando suena la nota principal. Y el resultado es «Nu bass», un disco profundo, complejo y rebelde. te alta del instrumento), existe una nota que suena pero que nunca se amplifica”, introduce Campos. Él la llama “nota fantasma”: existe pero no se percibe. Un bajo de la fábrica Warwick enviado a confeccionar a Markneukirchen, un pueblo de Alemania donde la mayoría de sus habitantes son luthiers, resolvió el dilema de esa nota fantasma oculta entre el sonido, el ruido y el silencio. Sobre la nuez del instrumento se le ubicaron una serie de micrófonos piezoeléctricos que captan el sonido: mientras más aguda la nota audible que se toca, más grave es la nota fantasma que suena superpuesta. “A veces son microtonos: cuartos de tono, octavos de tono. Pero en otros puntos producen armonía: terceras, cuartas, quintas. Lo que hice fue transcribir las notas una por una, las equivalencias en cada punto. Todo está escrito, pero lo realicé a través de los sonidos,

no en una racionalidad teórica, como lo hacen los compositores en la partitura. Fui escuchando, probando y tocando”. –¿Cómo es la música que resulta de eso? “Intimidante, porque en muchas ocasiones es severa. El oído humano intenta entender lo que está escuchando y por eso cuando existe una propuesta de algún compositor contemporáneo interesante suele ser complejo escucharla. Aquí, cada vez que toco una nota en este instrumento, suenan dos a la vez. Es una locura”. –Un volumen se llama «Rojo» y el otro «Negro». Son los colores de la lucha política de izquierda. “Para mí simbolizan la resistencia. Si el sonido aquí es poco complaciente, entonces tiene que ver con mi actitud frente a la música y a la vida, que también es poco complaciente. En-


Caras y carátulas

Perro chico malo. Cuando comenzaron a sonar cosas como «Suite Recoleta» y «Maquinarias», la música en Chile no sería nunca más la misma. Jorge Campos es parte de la historia de Fulano desde que el sexteto se formó en 1984. Hoy sigue al frente, aunque con nuevos integrantes.

Viaje por una ilusión. “Fue como si me llamaran a tocar en los Beatles”, recordaba Jorge Campos cuando Sergio Tilo González le pidió que asistiera a un ensayo de Congreso en Valparaíso, en 1986. Allí estuvo por veinte años y consolidó el lenguaje de la fusión.

Los años acústicos. Recogiendo su experiencia con la Orquesta Sinfónica Juvenil, se integró como contrabajista al grupo Santiago del Nuevo Extremo, puntal en el movimiento universitario del Canto Nuevo. En la primera época, Campos estuvo entre 1978 y 1986.

frenté este trabajo como un obrero más y por eso una composición del disco rojo es un homenaje a la clase trabajadora: «Corazón proleta»”. –¿Eso quiere decir que eres un indignado? “La moral del indignado no me representa. El indignado es un tipo que usualmente no hace nada. Sólo está indignado. Creo estar muy viejo para algo que me parece demasiado universitario. Pero toda mi vida he sido así. Más cerca de los 60 que de los 30, es otra la actitud de rebeldía que tengo. Cuando era joven, el enemigo era la dictadura. Después, la Concertación. Hoy, es un sistema que no te deja ser, ni tener, ni crecer. Es abrumador, brutal, abusador. Entonces yo cultivo la paciencia con mi familia en una vida alejada de la ciudad neurótica. Y la angustia la canalizo así, en la creación musical. «Nu bass» es una respuesta para mí”.

[ por Antonio Voland ]

Congreso Mañana será otro día

Roberto Dañobeitía Un nuevo color

N

H

o pocos han notado que el gran responsable de la obra de Congreso durante 40 años ha sido el baterista Sergio “Tilo” González. Sentimos su rúbrica desde la fragilidad acústica de «Vuelta y vuelta» a la aventura instrumental de «Andén del aire». Del folclor y el rock, al jazz y la experimentación, tampoco queda fuera de la órbita de Congreso el componente de la música docta a la que casi todos sus integrantes tuvieron acceso en sus años de formación. «Congreso sinfónico» es una evidencia más de este cruce, una fusión natural en la línea de tiempo que siempre tendrá un capítulo más. Escribió partituras para preludios, y arreglos para todo tipo de piezas de su repertorio histórico, grabadas y estrenadas por la Orquesta Sinfónica Universidad de Concepción. Son pasajes de diversa consideración, desde anotaciones para canciones como «Viaje al corazón» o «Hay una mirada», hasta propuestas mucho más arriesgadas, como la simbólica «Viaje por la cresta del mundo» y la propia «Andén del aire». En la dimensión mayor que da una orquesta sinfónica, las señales nos llevan a los tiempos en que el joven Tilo decidió tomar algunos ramos electivos de composición con el maestro Carlos Botto. Y los resultados están en este trabajo mayor, y en toda la historia de Congreso. Florencia Lira Sonidos en el jardín

E

n los últimos cuatro o cinco años, Florencia Lira se ha pasado el tiempo escribiendo canciones de carácter acústico a puertas cerradas, en un iluminado departamento de 1951 con vista a un grandioso jardín comunitario. Un disco de guitarras acústicas y canto que tenía en planes para 2011, de hecho, iba a titularse «Jardín de encuentros», pero quedó suspendido. A cambio, Florencia rescató de sus archivos una antigua serie musical para compartir a través de Bandcamp. Con este disco titulado «Crepuscular», ella distribuye sus inquietudes en atención a los materiales sonoros que dispone. Y desde una perspectiva autoral, también muestra el camino que recorrió por diez años: desde sus tempranos ensayos de música electrónica mínima en el disco «Flörence» (2004), hacia la propuesta folk que entregará este año. Ahí están el bello motivo de guitarra de «Principio», acompañado por ambientaciones sónicas; y también «Ed», que demuestra su acusticidad con el característico chirrido de dedos desplazándose sobre las cuerdas de una guitarra. Electrónico y acústico, o electrónica versus acústica, cualquier modalidad en manos de Florencia Lira puede ser música de fondo para la tarde en el jardín.

ace 10 años, junto a Federico Dannemann, el guitarrista Roberto Dañobeitía inició uno de los proyectos más renovadores del jazz contemporáneo en Chile: el Ensamble Quintessence, que trabajó con arreglos en una estética modernista, inspirada por maestros como George Russell, Gil Evans y Gunther Schuller. En 2013, mientras Dannemann se redujo a cuarteto, Dañobeitía se amplió a un formato sin antecedentes aquí: el noneto. El disco «La ironía del tiempo» también le recuerda a Dañobeitía que pasó demasiado tiempo antes de poder publicar sus creaciones orquestales. Las elaboró en un lenguaje depurado desde que fue músico de la big band de Víctor Durán, en Santiago; y más tarde de la Swingin’ Europe, en Barcelona. Su noneto es aquí una suerte de reducción de Quintessence, que ya venía formateado como una simplificación de la big band de directores como Stan Kenton. “Es un punto medio entre los grupos pequeños y los ensambles mayores para los que compuse siempre. En el noneto, lo más importante es la creación de ese nuevo color orquestal”, dice Dañobeitía, observando su espléndido entramado de vientos: Sebastián Jordán (trompeta), Juan Saavedra (trombón), Claudio Rubio (alto), Agustín Moya (tenor) y Alejandro Sánchez (barítono). Emilia Díaz Hacia el infinito

«P

ajarillo» es un reciente disco del etnomusicólogo Christian Spencer. «Pájaros» es otro, de la cantautora Elizabeth Morris. Si a ellos sumamos la comentada aparición de La Pájara (alias musical de Javiera Bobadilla) y la investigación ornitológico-musical del compositor Rodrigo Aros Gho, queda claro que algo está pasando con el simbólico florecer de un ave a lo largo de un día. La guitarrista y cantante Emilia Díaz se une a este frente con su disco que también es una invitación: «Vuela pajarito». Profesora de música, académica de la Universidad de Los Lagos de Puerto Montt, y alumna de guitarra de Chicora Sánchez, Emilia ha abrazado la raíz latinoamericana para construir una obra propia, una bitácora a través del continente, con ritmos, aires y colores sureños. Con una pequeña y muy delicada voz, Emilia canta su «Son de la luna», el bolero «Qué será de mí», la samba «Aguacero e’ mayo» o la cueca para el oído «La que suspira», piezas que lucen en un escaparate de variedades. Entre esas melodías brilla la tonada-canción «Palomito» con su coro: “Vuela palomito, hacia la Luna / que nadie detenga tu canción / y cuando la noche se levante / llévame en arrullos hasta el Sol”.

Nombres propios Lalo Parra (1918-2009)

E

ran dos niños patipelados e inseparables: Roberto y Eduardo Parra, conocido en los campos de Chillán como el Chepe. Tocaban juntos en ferias y trenes, y no sabían quién era el mayor de los dos, según dice la hija de Lalo, Clarita Parra. “Tampoco se sabe con certeza la fecha de nacimiento de mi papá. Lo que pasa es que cuando aparecía el funcionario del registro civil por los campos, mi abuela agarraba a un montón de niños y le decía, ‘a ver caballero, regístreme a estos cabros’ ”. En el certificado de nacimiento de Lalo Parra decía 1918, pero en el carnet de identidad figuraba el año 1921. Para la historia quedarán ambas fechas repartidas: Roberto Parra, el quinto hermano, nació, entonces, en 1921; y Lalo, el cuarto, en 1918, detrás de Nicanor (1914), Hilda (1916) y de Violeta(1917). Fue el comentado spot de Tapsín, un comercial orientado a la tercera edad en su lucha anual por llegar de pie al mes de septiembre, el que puso a Lalo Parra en circulación nacional. Allí aparecía punteando como loco, en el toquío que mezclaba cueca con hot jazz, y vestido con el traje que lo hizo famoso. Tan famoso que Clarita Parra se decidió a escribir una biografía de “el Guapo” Parra, como lo presentaron en el Regimiento Tacna –donde hizo su servicio militar– durante una pelea a puños desnudos: el libro se llamó «El hombre del terno blanco» (RIL Editores). Y fue presentado como nuevo homenaje al cantor popular este 4 de abril, fecha en que se conmemoró el quinto aniversario de su muerte, a los 90 años. “El rock es una piscina y el jazz, todo un océano”, Carlos Santana (1947), guitarrista mexicano.

La Panera I 23


Fotos: gentileza Teatro del Lago

Arte Integral

Por María Teresa Herreros A.

E

s en Frutillar donde hace 16 años comenzó a hacerse realidad un sueño, ante la mirada incrédula, esperanzada, dubitativa de los lugareños y visitantes de ese hermoso balneario a orillas del lago Llanquihue: el Teatro del Lago, ubicado en la misma ribera, como un barco de madera y cobre a punto de zarpar. Es el fruto de la visión señera del empresario Guillermo Schiess, concretado luego de su fallecimiento, en 1998, por su hija Nicola Schiess, secundada luego por su esposo, el músico y gestor cultural internacional Uli Bader, quienes actualmente son Presidenta Ejecutiva de la Corporación Cultural Teatro del Lago y Director Artístico Ejecutivo Teatro del Lago, respectivamente. El proyecto original es de los arquitectos Gerardo Köster y Gustavo Greene, quienes lo llevaron adelante durante 10 años. En 2008, la empresa de arquitectos Amercanda se hizo cargo de la edificación con el desafío de desarrollar –en belleza y armonía con el medioambiente– su diseño interior y exterior y sus terminaciones, inspirados en la arquitectura tradicional alemana predominante en la región. La fachada del edificio, coronada con un techo de cobre, es de madera sobre baquelita, en un trabajo artístico y colorido típico de la zona. Son 10 mil metros cuadrados basados sobre pilotes de cemento que sustentan tres pisos para finalizar en el llamado Faro Volcán Puntiagudo a nivel techo, a 28 metros de altura sobre el lago, con espectacular vista en todas direcciones. En cada nivel se ubican diversas salas multipropósito, balcones y espacios comunes de diferentes tamaños, que acogen las más variadas actividades artísticas, educativas, culturales, sociales y gastronómicas. Destaca el Anfiteatro Lago Llanquihue con capacidad para 277 personas y deslumbrante vista sobre este lago y con el volcán Osorno como telón de fondo. Y, por supuesto, el espectacular Espacio Tronador-Sala Nestlé con sus 1.178 ubicacio24 I La Panera

Teatro del Lago

centro artístico de excelencia

Espacio Tronador-Sala Nestlé.


Hacia un desarrollo integral

C

Casa Richter.

Paquito D´Rivera y Diego Urcola tocando con los niños.

“Amar la buena música ya es una nobleza de carácter, crear un espacio de excelencia para el idioma del arte es un gesto profundo hacia la humanidad. Es un placer saber del Teatro del Lago con sus características internacionales y de última generación, con un diseño artístico y noble, además un teatro que representa hoy la ópera más austral del mundo…” (Daniel Barenboim, afamado pianista y director de orquesta argentino-israelí-palestino).

nes (distribuidas en platea, palcos y galerías), además de un foso para 100 músicos y la más refinada acústica dada por cerca de 1.000 paneles distribuidos por toda la sala, diferentes en peso, radio, ángulo, forma y tamaño, determinados por un especialista en esta área. Sin olvidar las butacas, cuyas telas (aprobadas en Alemania), cojines y formas fueron realizados especialmente en Chile con el fin de lograr una acústica de excelencia. Se complementa esta sala con un cielo curvo, realizado artesanalmente en madera, que la hizo acreedora al premio internacional IF Design Awards 2011, de Munich, Alemania. Esto, sumado a la impresionante iluminación arquitectónica y del escenario, y a la eficiencia energética e instalaciones técnicas de última generación, destacan al Teatro del Lago como uno de los más modernos de Sudamérica. UN ESPACIO ÚNICO EN CHILE

Luego de 12 años de construcción, el 6 de noviembre de 2010 se inauguró oficialmente, con una concurrencia de más de seis mil per-

sonas y la participación de la Orquesta Sinfónica e invitados estelares, entre ellos, la soprano Verónica Villarroel, Paquito D’Rivera Quintet y el primer bailarín estrella Luis Ortigoza, como también alumnos de la Escuela de las Artes-Casa Richter. Y así, el Teatro del Lago tomó su forma e imagen definitivas, con una inversión final de 40 millones de dólares, a la que contribuyeron empresas nacionales e internacionales. Además, un gran número de donantes individuales compró ladrillos o placas de cobre (para el techo o para las butacas) con su nombre o con el de parientes y amigos. Desde 2005 (entonces aún en obra gruesa), el Teatro ha venido realizando en forma anual alrededor de 250 actividades artísticas (adicionales a cobijar los conciertos vespertinos de las tradicionales Semanas Musicales de Frutillar), entre las que se cuentan ópera, danza, conciertos de música clásica y popular, jazz, folclor, teatro, exposiciones, cine, charlas, espectáculos infantiles. En los años recientes, destella la actuación de figuras como Yo-Yo Ma, primer cellista

omo dice un libro que explica la filosofía de esta iniciativa, el Teatro del Lago fue concebido como “un proyecto para soñar, para inspirar la creatividad en cada uno y para mejorar la calidad de vida de toda una región”. Es lo que viene desarrollando con notables resultados en los ámbitos artístico, educacional y social que se extiende ya hacia el resto del país. Con ese objetivo se fundó la Escuela de las Artes-Casa Richter en una hermosa construcción patrimonial de 1895. Allí, alrededor de 250 alumnos asisten a clases semanales, cursos y talleres, que los incentiva a aprender el lenguaje artístico, ya sea tocando un instrumento, cantando, bailando o pintando. Los educandos de primeros años de Enseñanza Básica y de Media, tienen la oportunidad de compartir con los artistas, acercándose así al proceso creativo, descubriendo su complejidad, sus sutilezas. Son más de treinta mil los escolares, desde Coquimbo a Chiloé, que han podido vivir esta experiencia única. Por otra parte, en cada función, el Teatro del Lago ofrece ubicaciones gratuitas a estudiantes. Ellos asisten acompañados por profesores o apoderados, lo que significa una acción que se multiplica en la comunidad. Como actividad sobresaliente, destaca el proceso de certificación como Escuela Royal Academy of Dance (RAD) de los cursos de ballet de la Escuela de las Artes-Casa Richter. Esto significa que los alumnos aprenden los fundamentos técnicos, artísticos, musicales y valóricos de la Escuela Inglesa de Danza, de gran tradición y sofisticación. Ese proceso es encabezado por profesores debidamente preparados y certificados en sus conocimientos por la misma RAD, que hoy preside mundialmente Darcey Bussell, ex primera bailarina del Royal Ballet de Londres. Cada año, la labor de profesores y el desempeño de los alumnos son avalados a través de un examen final que encabeza una examinadora asignada desde Londres para tal efecto. A fines de 2013, los cursos de la Escuela de las Artes-Casa Richter rindieron por primera vez este examen, obteniendo un notable porcentaje de aprobación. Todo el proceso culminó con la presentación del ballet «La Cenicienta», en el Espacio TronadorSala Nestlé, en una adaptación realizada especialmente para esta función.

de la actualidad; del jazzista cubano Paquito D’Rivera; del violinista alemán Christian Tetzlaff y del director Helmuth Rilling, el mayor experto en Johann Sebastian Bach del mundo. Cada uno de ellos motivó el interés y admiración de visitantes de todo el país, siempre atentos a la programación que anualmente ofrece el Teatro del Lago. Contando siempre con destinar algunos momentos al infaltable recorrido por el paseo peatonal que circunda el edificio, al estilo de una baranda de barco, o a disfrutar del agradable ambiente de los espacios interiores con vista al lago y al volcán, y tal vez a detenerse en el acogedor Café Cappuccini o elegir el restaurant Mi Bistró para un buen fin de concierto. PROMETEDORA TEMPORADA

Dentro de la programación 2014, sobresale la presentación de «Bodas de Sangre» y «Suite Flamenca» por la Compañía Antonio Gades; el concierto del violinista inglés Daniel Hope junto a la orquesta alemana L’Arte del Mondo; el debut de la pianista Elena Bashkírova, interpretando y dirigiendo el conjunto de cámara del Jerusalem International Chamber Music Festival; el American String Quartet acompañado por los músicos chilenos Roberto Díaz (viola) y Andrés Díaz (violoncelo); la Gala Internacional de Ballet y Danza, con la actuación de bailarines del Royal Ballet de Londres, American Ballet Theatre de Nueva York, Ballet Nacional de Cuba, Compañía Nacional de Danza de México y Ballet Metropolitano de Buenos Aires.

“La música es mi vida y mi vida es la música. Quien no entienda esto, no es digno de Dios”, Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), compositor y director austríaco.

La Panera I 25


Fotografía

en madrid

Sebastião Salgado

vuelve al Paraíso “Mis proyectos anteriores fueron periplos a través de las tribulaciones de la humanidad. Este, sin embargo, fue mi homenaje al esplendor de la naturaleza”, explica el famoso fotógrafo brasilero. Por Pedro Donoso

Sean Gallup / AFP

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Foto de la derecha: La biguatinga o pato aguja americano (Anhinga anhinga) es un ave acuática de gran tamaño, con una envergadura de 84 centímetros. Mato Grosso. Brasil. 2011. © Sebastião Salgado/ Amazonas Images/ Contacto 26 I La Panera

a invención de la fotografía supuso la creación de un depósito imaginario capaz de resguardar la apariencia de una serie de paisajes, sujetos, ciudades y situaciones que pronto iban a desaparecer. No hay que olvidar que la fijación fotoquímica de la imagen es hija de la Revolución Industrial (la primera, fijada con betún de judea, se le atribuye a Josep Nicéphore Niépce, que en 1826 logra atrapar la «Vista desde la ventana en Le Gras»). Por lo tanto, durante aquel período histórico en el que la humanidad inicia las más vertiginosas transformaciones económicas, culturales y medioambientales, la técnica fotográfica se instala para retratar todos los cambios tecnológicos y los novedosos procesos de masificación. Como nuevo medio acorde a los tiempos que la vieron nacer, es una ayuda para la ciencia y para el progreso, que se ven favorecidos por su exactitud: la imagen corresponde ‘realmente’ con lo que está delante de la cámara. Al mismo tiempo, y de forma inevitable, el lente sirve para dar una última mirada a todo aquello que va a desaparecer sepultado bajo el incesante ritmo de producción impuesto por las máquinas. Por ello, la fotografía se plantea como mecanismo de preservación visual en el momento exacto en que el mundo está a punto de cambiar para siempre gracias al inicio de toda una fase intensiva de producción industrial. Visto así, es, en toda su contradicción, una novedosa técnica de registro de aquello que no será más. Toda foto es una última imagen. Hablamos, por lo tanto, de una técnica nostálgica por esencia que perpetúa funerariamente lo que captura. No está demás recordar las palabras de Roland Barthes al inicio de «La cámara lúcida», su conocido ensayo

sobre este arte: “Un día, hace mucho tiem- darnos que, de alguna manera, todavía existen po, me encontré con una foto de Jerónimo, espacios vírgenes, lugares impolutos como en el último hermano de Napoleón (1852). Me el inicio de los tiempos. Apelando al optimisdije entonces con un asombro que nunca he mo, Salgado explica: “Hoy imaginamos que logrado apaciguar: ‘Veo los ojos que han visto todo ha sido destruido en términos ecológicos al Emperador’ ”. pero no, todavía existe un 46% del planeta que Esta vocación contradictoria está también continúa como el día del inicio. Estas fotograpresente en la sala de exposiciones de Caixa- fías representan lo que aún resta del inicio”. forum en Madrid, que hasta mayo exhibe el La estrategia de este trabajo consiste entonnuevo trabajo de Sebastião Salgado (1944). ces en el levantamiento de una reserva de imáEn principio, volver a hablar de este fotógra- genes del entorno natural, una reconstrucción fo brasileño que a los 29 años dejó su carrera en blanco y negro del paraíso original. Desde como economista para dedicarse a capturar luego, Salgado nos hace ver una recreación imágenes del mundo, puede resultar demasia- deslumbrante de lo maravilloso que subsiste en do recurrente. Sus conocidos trabajos sobre los nuestro planeta. Al mismo tiempo, eso involugarimpeiros formando hormigueros humanos cra una advertencia ecológica de todo lo que en las minas abiertas de la selva de Brasil o podemos perder. Pero, sobre todo, aludiendo sus dramáticas imágenes de las víctimas de la a esa capacidad funeraria de la imagen, de alhambruna en África en los años 80, lo con- guna manera parece un esfuerzo testarudo por vertirían en un penetrante retratista de la miseria entre ”Más que nunca, siento que sólo hay una los hombres. Sin embargo, raza humana. Más allá de las diferencias de esta nueva exposición llama la atención por tratarse de color, de lenguaje, de cultura y posibilidades, un retrato del entorno nalos sentimientos y reacciones de cada tural. Las enormes catedrales de hielo formadas en los individuo son idénticos” témpanos de la Antártica, la (Sebastião Salgado en su libro «Éxodos»). inmensidad de las selvas tropicales, los animales en estado salvaje, describen un mundo asombroso. El preservar: no sabemos si Salgado nos da a ver propio Salgado lo aclaraba en la presentación un mundo que todavía existe, aunque nadie lo de su muestra en Madrid: “Mis proyectos an- conozca, o si se trata de un mundo que sólo su teriores fueron periplos a través de las tribula- cámara logró imaginar en los viajes realizados, ciones de la humanidad. Este, sin embargo, fue es decir, una fantasía (en la mitología griega mi homenaje al esplendor de la naturaleza. Al Fantasos, hermano de Morfeo, se encarga de viajar a pie, en embarcaciones, avionetas o glo- producir los sueños). bos, mientras fotografiaba volcanes, icebergs, Si toda la etapa precedente del trabajo de desiertos y junglas contemplé un mundo que Salgado aludía a una estetización de los pano ha cambiado en milenios”. decimientos de la humanidad, ahora nos enEl desarrollo de «Génesis» supuso una serie contramos con una construcción fantástica de viajes por distintos parajes del planeta. El del planeta que ella habita. primer destino, en 2004, fueron las islas GaDe alguna manera, las fotos de «Génesis» lápagos. A partir de entonces, Salgado realizó consiguen revestir de una novedad sin preceun total de 32 viajes a través de distintos pai- dentes a este viejo mundo, a este viejo paraísajes que se conservaban intactos, incluyendo so. Y en ese gesto, el fotógrafo logra a ratos la Antártica, Madagascar, Botsuana; el parque devolvernos la vista, como si fuésemos ciegos de Virunga en la triple frontera entre el Con- bíblicos que, sanados por la visión de estas go, Ruanda y Uganda; Alaska; la meseta del imágenes, sabemos que no todo está perdido, Colorado en Estados Unidos, Siberia y la selva que la fotografía también es capaz de volver del Amazonas, entre otros. Desde luego, son al origen de los tiempos, como si pudiéramos lugares a los que muy pocos hemos tenido ac- comenzar a ver de nuevo. ¿Dijimos que toda ceso. Pero esa fue, precisamente, la intención foto es una última imagen? Tal vez. Pero para original del fotógrafo. «Génesis» busca recor- Salgado es, más bien, la primera.

“La naturaleza nunca hace nada sin motivo”, Aristóteles (384 a.C.-322 a.C.), filósofo griego.


La Panera I 27


Reflexión

Apóstatas y renegados Por Edison Otero

D

ecididamente, estos adjetivos

calificativos –apóstata, renegado– ya casi no figuran en nuestro vocabulario. Pertenecieron al universo de las estigmatizaciones que el Cristianismo desplegó para todos aquellos que lo abandonaban o lo renegaban. De todos los sindicados a lo largo de los últimos dos mil años, ninguno tan típico como Flavio Claudio Juliano, quien llegó a ser el tipo ideal. De allí que lo llamaran, simplemente, Juliano “el apóstata”. Seguramente, no es algo que a él gustara o se tomara con humor, si se tiene en cuenta que era una suerte de condena a muerte, algo así como un hecho anunciado de antemano. Lo cierto es que, dada una serie de circunstancias difíciles de repetirse, Juliano se vio envestido como emperador romano. Encabezó el Imperio entre el 361 y el 363, después de Cristo se entiende. De modo que gobernó –si es que eso puede decirse– algo así como dos años. Dado que habría nacido en 331 o 332 (no hay acuerdo entre los expertos), tampoco su vida fue muy extendida. Murió el 363, lo que permite calcular que vivió unos treinta y un años. Pero si su vida no fue extendida, sí puede decirse que fue tumultuosa. Decidió renegar del Cristianismo y de su carácter oficial, iniciando un retorno hacia los cultos y prácticas paganas.Tenía simpatías por el mundo greco-romano. Estas iniciativas le acarrearon el calificativo de “apóstata”. Su esfuerzo restaurador cayó en el olvido inmediatamente después de su muerte. De allí en adelante, renegar y declararse en estado

de apostasía, se convirtió en algo sumamente peligroso y una verdadera sentencia. La Inquisición, la Reforma y otros acontecimientos religiosos exhibieron ejemplos de sobra sobre la maldición que significaba optar por alguna clase de herejía. El filósofo neerlandés Baruch Spinoza (1632-1677), como se sabe, vivió lo suyo en relación a su ex sinagoga, la que lo excomulgó y prohibió que cualquier judío practicante se atreviera, siquiera, a acercársele. Era una especie de peste contagiosa. Con toda seguridad, calificar hoy de “apóstata” a cualquiera no pasaría de ser una anécdota divertida. Al menos, en el ámbito cristiano y católico occidental. En 1989, sin embargo, el poeta y ensayista indio nacionalizado británico Salman Rushdie (1947) fue declarado hereje por la redacción y publicación de su libro «Los versos satánicos», y la máxima autoridad islámica –el ayatolá Jomeini– lo condenó a muerte. Si algunas personas no hubiesen fallecido a causa de semejante expresión de fanatismo, el hecho mismo de la condena parecería un simple anacronismo. Se trata, en estos tiempos, de excepciones más que de hechos comunes y corrientes. Los países de la órbita soviética –mientras duró la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas– desplegaron lo suyo en materia de fanatismo. La expresión “apóstata” fue cambiada por la expresión “traidor” y muchos militantes enfrentaron los pelotones de fusilamiento. Cuando no sumariamente, perdieron la vida luego de procesos y juicios que constituyen ejemplos de bajeza humana. Los credos fanáticos no han desaparecido, es cierto. Pero sus políticas de reclutamiento les resultan cada vez más difíciles. No es fácil sumar ovejas en tiempos

incrédulos y más dados a la libertad de elegir en qué creer o no creer. Algunos autores han dado testimonios inmejorables de la ignominia asociada a la obediencia ciega y las adhesiones incondicionales. El escritor, ensayista, periodista y filósofo social húngaro-británico Arthur Koestler (1905-1983) incluyó en su extensa autobiografía una descripción meticulosa del enamoramiento ideológico y la posterior desilusión que le siguió como la sombra sigue a la luz. Muy recientemente, en 2012, el sociólogo estadounidense Phil Zuckerman (1969) ha publicado sus entrevistas a decenas de ex católicos, ex luteranos, ex mormones, ex judíos-ortodoxos, ex bautistas, ex pentecostales, ex islámicos, ex presbiterianos, y renegados (“apóstatas”, prefiere decir Zuckerman) de otros credos religiosos. De la lectura de su libro «Faith no More» resulta casi imposible no precipitarse hacia la conclusión de las semejanzas inocultables entre el enamoramiento interpersonal, la adhesión política y la fe religiosa, sus cegueras, sus beneficios y sus desilusiones. Las moralejas subsiguientes se merecen párrafos aparte. Un signo claro de los tiempos que corren es que Zuckerman habría terminado en la hoguera de haber escrito su libro, por ejemplo, en el siglo XVI. Hoy, circula libremente en el multifacético mercado de las ideas, para todos aquellos que pudieran interesarse. Edison Otero Bello es Licenciado en Filosofía y profesor titular por la Universidad de Chile. Se ha especializado en las áreas de la epistemología, el desarrollo del pensamiento crítico y la teoría de la comunicación.


Marty Sohl / Metropolitan Opera

Ópera

Una ópera

eternamente joven El sábado 26 de abril, a las 13:00 horas, el Teatro Nescafé de las Artes ofrecerá en directo desde la Metropolitan Opera House «Cosí fan tutte», de W.A. Mozart, bajo la dirección musical de James Levine. Intérpretes: Susanna Phillips (Fiordiligi), Isabel Leonard (Dorabella), Danielle de Niese (Despina), Matthew Polenzani (Ferrando), Rodion Pogossov (Guglielmo) y Maurizio Muraro (Don Alfonso). Por Vera-Meiggs

E

n 1789, Wolfgang Amadeo Mozart compuso el drama jocoso «Così fan tutte, ossia la scuola degli amanti» para ser representado en Viena. Fue la última colaboración con su genial libretista Lorenzo da Ponte. Mozart sin duda pensaba en un “divertimento”, una obra menor que tuviera éxito fácil (entretenida la llamaríamos ahora), como para la masa, el equivalente de una comedia televisiva. Sin embargo, hoy pensarla de ese modo resulta casi escandaloso. El respeto actual del autor es de tal envergadura que nos sentimos en la obligación de estrujarle todas sus posibilidades y en todas el Arte, la Música y lo Trascendente dominan.

Su “obrita” ha alcanzado profundidades inusitadas y no podía ser de otro modo. Una cosa son las intenciones de crear un "divertimento" y otra muy distinta es lo que emana desde la profundidad de su inconsciente. Esto es lo que debiera interesarnos, pues el verdadero dueño de una obra de arte es quien la percibe. Su autor debe dejarla caminar sola, como a un hijo que se vuelve autónomo. Ha sido creada para los otros y somos los otros los que podemos ver, a posteriori, todo lo que encierra, porque también nos proyectamos en ella. «Così fan tutte» posee intenciones que parecen muy explícitas: una comedia de enredos con agradables melodías y con una estructura matemáticamente equilibrada. Todo muy estilizado, como para no ser tomado muy en serio ni muy real y que además sirva para confirmar los lugares comunes que los hombres infantilmente piensan sobre las mujeres: “Son todas iguales”. Nada muy ofensivo tampoco, después de todo, no hay pistas como para pensar que las mujeres se llevan la peor parte en este improbable enredo de engaños, disfraces y burlas. Por ahí la cosa se vuelve más compleja y más interesante. ¿Quién pretende engañar a quién? ¿Las mujeres a los hombres o viceversa? La constatación final de la aventura no es nada frívola, más bien melancólica. La simetría estructural del relato suele ser la mejor manera de colocar equidistancia entre los valores morales en juego. Así es como se pueden situar en verdadera tensión las convenciones de una sociedad, con mucha ma-

Según Amadeo Poggi, musicólogo e investigador de música italiano, esta hermosa obra presenta “novedades en el tratamiento orquestal”, pues “logra aquí una nueva perfección sonora, etérea, transparente, enrarecida, que acompaña mórbidamente a la estilización descriptiva: acentuaciones discretas, matices, sobreentendidos en lugar de violentos subrayados de afectos”.

yor efectividad que tomando partido por un grupo. Aquí, los hombres ponen a prueba la fidelidad de sus mujeres, mientras las mujeres se juran a sí mismas cumplir con lo que se espera de ellas, pero ni ellos ni ellas logran imponerse al desafío moral y a las magulladuras obtenidas en la guerra de los sexos, que auguran una ulterior vida doméstica de sobresaltos y dominaciones extendidas por la eternidad. Por eso hay tres hombres intentando provocar a tres mujeres. Por eso barítonos y tenores se enfrentan a sopranos y mezzosopranos en igualdad de recitativos, arias, dúos y tríos que nunca terminarán en la realidad. El resultado es una ópera de diálogos cruzados, de trenzados musicales exquisitos, de enfrentamientos continuos, donde pareciera imposible separar un fragmento del total y en el que el conjunto vale más que la suma de las partes. Es sabido que «Così...» ha sido apreciada en toda su complejidad recién en el siglo XX, cuando los valores tradicionales se volvieron entelequias insostenibles. La fidelidad es un acuerdo armónico tan deseable como transable y la tensión entre aspiraciones y apetitos ha hecho del erotismo un terreno pantanoso y susceptible de comercios cruzados. ¿Pudo Mozart intuir lo que se venía? Puede ser, porque la intuición de los grandes artistas está en conexión perpetua con el pasado y con el futuro. Por eso «Così...» vuelve una y otra vez a los teatros. Porque cada vez podemos descubrir en ella una nueva faceta de nuestra “recóndita armonía” existencial. La Panera I 29


Cine

«Nostalgia de la Luz», de Patricio Guzmán.

cine del

paisaje No siempre se filma el entorno geográfico, pero las excepciones son para disfrutarlas en pantalla grande.

Por vera-meiggs.

E

l paisaje natural es la matriz de las culturas. La línea del horizonte no es la misma en todas partes y las montañas o su ausencia, el mar o el desierto son esenciales para definir una concepción de mundo, un imaginario, una forma de relacionar las personas entre sí. El cine parece haber privilegiado desde siempre al rostro humano, paisaje de un alma captado por la cámara y el que más nos conmueve por los sutiles movimientos interiores que expresan pensamientos no verbalizados. Charles Chaplin, Buster Keaton, Greta Garbo, Humphrey Bogart, James Dean, Marilyn 30 I La Panera

Monroe, son rostros icónicos que encierran la «El Chacal de Nahueltoro» bajo la experta geografía anímica de una época. cámara de Héctor Ríos, cuyo ancestro camPero, el mundo físico, la corteza terrestre, sus pesino lo guió para registrar la belleza natural párpados, mejillas y mandíbulas, ¿no tienen es- de un escenario trágico. «La tierra prometida», pacio en el imaginario cinematográfico? «Tierra del fuego» y «Dawson, isla 10» arranEn los primeros tiempos del nuevo lengua- caron al paisaje bellos momentos que quedan je, el género documental parecía ser el único como lo mejor de esas obras. encargado de develar el entorno tangible en Otro buen documentalista nuestro ha sido que se desenvuelve la gran aventura humana. Patricio Guzmán, cuya «Nostalgia de la luz» Pero esto pudo fácilmenes de lo mejor que se haya te transformarse en postal filmado en el desierto de turística, consumible con la Atacama. También «Alicia primera mirada. Lo intereen el país», de Esteban Lasante comenzó cuando el rraín, alcanza alturas emoalma se proyectó sobre ese cionantes con la travesía a mundo físico y éste nos de- «Alicia en el país», de Esteban Larraín. pie de una joven boliviana volvió un estado anímico, una emoción muda, que llega a Chile cruzando la cordillera. una cifra del pensamiento. Aun así, falta todavía un Benjamín Subercaseaux que nos filme expresivamente la loca AMÉRICA geografía, aunque la televisión haya hecho algo por llenar ese vacío. Gracias hermanos Más paisaje que país, como lo define Nica- Gedda, Paul Langdon y Sergio Nuño por nor Parra, el de Chile es sin duda un escenario recordarnos que la televisión puede ser forprivilegiado que parece justificar la afirmación mativa y alcanzar belleza. de que a nuestra patria la crearon los poetas. Los argentinos han dado presencia a sus Y, por supuesto, el cine criollo está en deuda pampas y su infinita monotonía, a menudo con nuestro entorno. Los hijos de inmigrantes motivadora de metafísicos relatos literarios. parecen tener los sentidos más despiertos a la En cine resulta inolvidable «Un lugar en el hora de posar la cámara sobre el cutis patrio. mundo», la obra cumbre de Adolfo AristaAsí es como «Andacollo», «San Pedro de Ata- raín, melancólica meditación sobre el fracaso cama» e «Isla de Pascua», los bellos documen- de una generación y cuyo modelo proviene del tales de Nieves Yankovich y Jorge di Lauro, grande John Ford, tal vez el más grande paiabrieron hace medio siglo las compuertas de sajista del cine. nuestras bellezas naturales en el cine. Miguel Su opuesto geográfico es la sensual y húLittin recogió el guante en su conmovedora meda «A la izquierda del padre», del brasile-


ro Luiz Fernando Carvalho, en biertos de pieles y abrigos, fue en la que el denso paisaje parecierealidad filmada en pleno desierra empujar el encuentro de dos to del Asia central, bajo un calor amantes malditos. El nordeste tórrido, mientras el resto del país del Brasil requiere otra sensibicombatía contra los nazis. lidad y Nelson Pereira dos SanMaravillosa es también «La «A la izquierda del padre», tos con «Vidas secas», y Glauber tierra» (1930), de Alexander de Luiz Fernando Carvalho. Rocha con «Dios y el diablo en Dovzhenko, filmada en su natila tierra del sol» y «Antonio das mortes» no va Ucrania, donde el paisaje y lo natural alcanhan sido superados en su capacidad de transfi- zan niveles de lirismo inigualables, que serían gurar esa aridez en drama mítico. vistos con sospecha por los secuaces de Stalin. México, que conoce de fríos invernales y En un período más cercano, cuando la desertrópicos eternos, ha dado algunos ejemplos tificación anímica de Europa occidental alcanbrillantes de utilización del paisaje como de- zó su reconocimiento oficial a través del cine de terminante personaje del relato. Un clásico es Michelangelo Antonioni (1912-2007), fue el el desaforado melodrama «María Candelaria», recurso al paisaje lo que lo hizo distinguirse de de Emilio Fernández, donde la bella Dolores sus colegas neorrealistas. Proveniente de la ciudel Río, fotografiada por Gabriel Figueroa, su- dad de Ferrara y de su cercanía con las tierras fre todo lo posible en un maravilloso Xochi- planas del río Po, Antonioni también exploró milco de flores y aguas ondulantes. a menudo la línea del horizonte como reflejo del aplastamiento existencial de sus personajes. LOS CLÁSICOS Fama le trajo «El grito», un título inspirado en el pintor noruego Edvard Munch y que se deEl western es conquista del territorio salva- sarrolla en una neblinosa región sin montañas, je para imponerle una civilización que nunca en la que todo se parece a todo. El protagonisle queda bien. Bella metáfora del continente ta deambula buscando un sentido existencial americano. a su dolor de amor. En ese recorrido conoce ¿Qué sería de John Ford sin el Death Va- a Andreina, que sueña llegar a Valparaíso. Su lley? Uno de los mayores cineastas de todos los siguiente obra sería su consagración, «La aventiempos, capaz de despertar la admiración de tura» (1959), en que la protagonista desaparece gente tan diferente como Orson Welles, Ing- en un roquerío marítimo de aspecto volcánico. mar Bergman y Akira Kurosawa, sentía de- Casi toda la película es la exploración de ese berle todo al paisaje en que situó sus mejores paisaje inhóspito y misterioso, como lo seguiría películas. Una que vale por todas: «Más cora- siendo todo el cine de Antonioni. zón que odio», donde el desierto es penitencia Entre los cineastas actuales, hay al menos dos e iluminación, espacio autónomo y enorme, que escogen con pinzas sus locaciones. El alebelleza natural y aspiración a lo trascendente. mán Werner Herzog (1942) ha explorado la Comienza el filme con una puerta terrible jungla amazónica en «Aguirre, hogareña que se abre hacia ese paisala ira de Dios» y «Fitzcarraldo», pero je duro en el que una figura a caballo también el desierto tunecino con verse acerca y termina con otra puerta dadera pasión obsesiva en la misteriocerrándose a ese mismo personaje sa «Fata morgana», entre otras. que ha conocido una aventura bíblica Abbas Kiarostami (1940), iraní, ha de redención, pero que aún así no lohecho que su cámara deambule en gra entrar en el hogar. Monumental. «Más corazón que círculos exploratorios en el desértiEuropa tiene otra concepción de lo odio», de John Ford. co paisaje de «El sabor de la cereza», geográfico. Goethe hablaba del paisaje como que le significaría la consagración, pero proun parque en que se refleja el orden humano. bablemente sea su secuencia final de «Detrás Lo salvaje está siempre en otras partes, pero la de los olivos» lo que lo ha hecho ser además contemplación bucólica, la melancolía de las popular: una pareja de figurantes de una peruinas y animales, castillos y molinos pueblan lícula camina por un olivar de regreso de una el imaginario europeo con gran persistencia de- filmación. Mientras él insiste en pedirle macorativa. Su traslación al cine ha sido casi siem- trimonio, ella mantiene una silenciosa indifepre literal. Los que inauguraron otra visión del rencia, hasta que un concierto de Cimarosa y paisaje serían los soviéticos de los años veinte, la creciente distancia de la cámara con la paun movimiento cinematográfico de aquellos reja nos envuelven en un misterio encantador. fundamentales. El enorme Sergei Eisenstein Otros grandes del paisaje cinematográfico: el (1898-1948) exacerbó los horizontes infinitos documentalista Robert J. Flaherty («Nanook, de las planicies rusas y sus cielos exterminados el esquimal»), el húngaro Miklos Jancsò («Los en «La huelga» y «Lo viejo y lo nuevo» durante desesperados»), el ruso Andrei Tarkowsel período mudo, continuando con su obra so- ki («Stalker»), el británico David Lean («El nora, en la que supo filmar paisajes insuperables puente sobre el río Kwai», «Lawrence de Araen «Que viva México», en «Alejandro Newski» bia»), el indio Satyajit Ray («Pather panchay en las dos partes de «Iván el Terrible». Célebre li»), el coreano Kim Ki-Duk («Primavera, vees la secuencia final de la primera parte, en que rano, otoño, invierno y de nuevo primavera»). una multitud que se pierde hasta el horizonte Un confite algo empalagoso, pero de mucho camina en medio de la nieve para pedir el re- atractivo, es la trilogía «Qatsi», de Godfrey Regreso del zar. La escena, con miles de extras cu- ggio, con la hipnótica música de Philip Glass.

1.

2.

3.

1. «Antonio das mortes», de Flauber Rocha. 2. «María Candelaria», de Emilio Fernández. 3.«Más corazón que odio», de John Ford. 4. «Fitzcarraldo», de Werner Herzog. 5. «Detrás de los olivos», de Abbas Kiarostami.

4. 5.

La Panera I 31


Literatura

Los huesos del alma

de panero El 5 de marzo falleció Leopoldo María Panero, un poeta español. Miles de ramos de letras fueron arrojados en obituarios, y en la mente de los que sabían de él no se convocaban poemas sino imágenes suyas en televisión, arrastrando palabras, garlando locuras, torciendo el gesto. Por Juan José Santos Mateo

“T

íralas o quédatelas. Haz lo que quieras”. Eso le dijo el inquilino, un extraño personaje de rostro asimétrico que fumaba y bebía coca-colas sin parar. Le entregaba unas cajas llenas de recortes de periódicos, hojas escritas, fotografías. El inquilino llevaba dos años viviendo en su casa, en Las Palmas de Gran Canaria, pero había decidido ingresar en el hospital psiquiátrico de la isla. El propietario de la casa, y ahora, de las cajas de cartón, no sabía que lo que había dentro era un tesoro, poesías y ensayos inéditos de uno de los mejores poetas de España. Y el inquilino no sabía que se dirigía al que iba a ser su último hogar: residiría por 16 años en el hospital psiquiátrico, hasta su muerte a causa de un fallo multiorgánico.

Los obituarios a tres columnas han utilizado el mismo adjetivo detrás o delante de su nombre. Maldito. Leopoldo María Panero (1948-2014) era rememorado como “la culebra deslizándose” por programas de televisión lanzando blasfemias contra los “loqueros”, España, su familia o Cristo. Ese tipo que termina todas sus frases con un casi inaudible “joder”, que pasa su vida de manicomio en manicomio, 32 I La Panera

alfredo cáceres

“He vivido entre los arrabales, pareciendo un mono, he vivido en la alcantarilla transportando las heces, he vivido dos años en el Pueblo de las Moscas y aprendido a nutrirme de lo que suelto. Fui una culebra deslizándose”. «El loco»


el fantasma de una ciudad decrépita como era la Astorga de los 60, suicida fracasado, homosexual, que ha conocido la cárcel, el abismo, todas las drogas inventadas, todos los mundos soñados. Ese desequilibrado que aparece en los brillantes documentales sobre la vida de su familia «El desencanto» (1976, Jaime Chávarri) y «Después de tantos años» (1994, Ricardo Franco). Sin embargo, pocos podían recordar alguno de sus versos, salvajes, intensos, inteligentes, sensibles. El escritor Carlos Marzal comentaba recientemente: “Tengo la impresión de que a sus fieles les interesaba más la leyenda hagiográfica de Panero que sus evangelios; más sus salidas de tono y sus disparates que sus libros; más su deterioro –que interpretaban como una muestra inequívoca de genialidad– que los mismos poemas. A ciertos espectadores, tan preocupados de su propia salud, les encanta que algunos artistas malgasten la suya”. El por qué atrae tanto su malditismo responde a dos motivos: era el último poeta romántico, el último habitante de ese arquetipo en un circuito, el poético, en el que los

los obituarios a tres columnas han utilizado el mismo adjetivo detrás o delante de su nombre. maldito. era rememorado como “la culebra deslizándose” por programas de televisión blasfemando contra los “loqueros”, españa o cristo.

sus hermanos y con sus padres queda dramáticamente retratada en los documentales citados. EL ÚLTIMO BENDITO

Quién sabe hasta qué punto Panero padecía desequilibrios mentales y hasta qué punto se los inventaba, los forzaba o los imitaba. Incluso su fama de maldito es engañosa. Al escucharle, uno puede creer que es un paria, un genio silvestre, un autor de impulsos. Pero existe otro rostro. Estudió Filosofía y Letras

fundó Carnaby Street» (Ocnos, 1970), «Teoría» (Lumen, 1973) o «Narciso en el acorde último de las flautas» (Visor, 1979). Sus obsesiones –Peter Pan, los sueños, lo satánico– quedarían huérfanas de sentido sin una mano de Demiurgo, sin la armonía de la arritmia, sin su impulso generoso. Porque quien, desde el fondo del abismo y del infierno, domina fuerzas para templar los nervios, cabalgar un lápiz y desvelar un verso es sin duda un altruista sin serlo. A pesar de él, o de su personaje, Leopoldo María Panero fue un señalado, un afortunado y un bendito. Y benditos sus lectores que pueden emocionarse, desenmarañarse y gritar a través de sus piruetas. EL ÚLTIMO POEMA

En otoño de este año se publicará un libro de poesías inéditas. De él, que se autoproclamaba póstumo en vida. Llevará el título de «Rosa enferma». Panero, el poeta de los perdidos, de la autodestrucción, de la locura, de la desesperación. Que oculta una sensibilidad

“Freud se creía el anticristo, pero era ambiguo”, Leopoldo María Panero. escritores dominan tan bien la palabra como el márketing y la imagen pública. Y porque su postura ante la vida, su mirada feroz, roqueña, ofrecía algo distinto y rebelde en un mundo homogéneo y soñoliento. Maldito sea. Y maldito fue. EL ÚLTIMO PANERO

Ha muerto solo. Seguramente su familia pensaría, tras su primer intento de suicidio en la adolescencia, que Leopoldo sería el primero en irse. Fue el último. Su padre Leopoldo Panero (falleció en 1962) y su hermano Juan Luis (en 2013) fueron también poetas. Su madre, Felicidad Blanc, murió en 1990 y su hermano Michi, en el 2004. Y este año también le dejó aquella que nunca le había tenido, la poeta Ana María Moix, amor platónico de Leopoldo. La relación con su familia fue muy decisiva en su carácter e impregnó sus versos. En una ocasión dijo, con su habitual implacable sentido del humor: “Mi padre era católico y fascista pero por lo menos era honesto, mi madre no, joder”. Lo cierto es que su padre, cercano al régimen franquista, maltrataba físicamente al menor, que desde joven coqueteó con la izquierda más radical. La relación amor-odio con

en la Universidad Complutense de Madrid y Filología Francesa en la Universidad de Barcelona. Fue traductor de otros escritores, dominaba varios idiomas. Fue el primer poeta de su generación en publicar en una editorial de prestigio (Cátedra), y el más joven seleccionado en “Nueve novísimos”, la influyente antología de Josep Maria Castellet que marcó la pauta durante los años setenta. Era un poeta muy culto (en sus conversaciones siempre citaba de memoria poemas o fragmentos de novelas de otros autores), y así lo es también su poesía, plagada de referencias filosóficas, provenientes del cine, del psicoanálisis o de otros poemas. Analizaba la sociedad que le rodeaba con agudeza y severidad, y en muchas de sus opiniones se desliza un anti-españolismo ácido. En otro momento declaró: “Más que cambiar el mundo, como decía Marx, hay que cambiar la vida, como decía Rimbaud. Hay que ir a una micropolítica de situación. Esto lo sabían perfectamente Guy Debord y los situacionistas. Hay que cambiar la manera de percibir el mundo”. ¿Les parece esa reflexión fruto de un loco o de un inconsciente? Es necesaria disciplina y penicilina, formación y deformación, práctica y táctica para escribir libros de poemas como «Así se

y una ternura emocionantes, de una radiación que sólo un maldito, un renegado, un atormentado puede invocar. El fin de este artículo no es hacer un obituario más, tinta que se añade a la sangre. Y si al finalizar su lectura, usted prefiere entrar en internet y buscar algún vídeo del poeta, dando rienda suelta a su enajenación, antes que acudir a una biblioteca a buscar alguno de sus abisales y abismales poemas, habré fracasado. Mejor dejar un último fragmento de poema, aquí no existe derrota.

“Mi alma. Mi alma es como tierra dura que pisotean sin verla caballos y carrozas y pies, y seres que no existen y de cuyos ojos mana mi sangre hoy, ayer, mañana. Seres sin cabeza cantarán sobre mi tumba una canción incomprensible. Y se repartirán los huesos de mi alma. Mi alma. Mi hermano muerto fuma un cigarrillo junto a mí”.

“Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo”, Sigmund Freud (1856-1939), neurólogo y psicoanalista judío-austríaco.

«El circo» La Panera I 33


Literatura

Tierras y lugares legendarios

Cuánto de ficción cuánto de realidad Por Jessica Atal K.

«Historia de las tierras y los lugares legendarios» Umberto Eco Lumen, Milán, 2013 478 páginas

¿E

xistió realmente la Atlántida? ¿Y los continentes de Lemuria y Mu? ¿Y el Edén o el Dilmun sumerio? El Grial, ¿se encontraba en Avalon o en Montségur, como indica Otto Rhan? Y el infierno, ¿en el fondo de la Tierra o en el punto más caliente del Universo, esto es, el centro del Sol, como postula Tobias Swinden? ¿Cuánto hay de realidad y cuánto de fabulación en la existencia de estos y otros míticos sitios que han poblado el imaginario

universal a través de los tiempos? Responder a estas preguntas busca Umberto Eco (1932) –de manera amena y al alcance de cualquier curioso lector– en «Historia de las tierras y los lugares legendarios». El grueso e ilustrado volumen recoge no lugares “inventados”, sino aquellos “novelescos”. Es decir, Eco elabora una antología de territorios que han creado “quimeras, utopías e ilusiones” en los hombres, pues se ha llegado a creer en su existencia, aún cuando no se encuentren pruebas que la acrediten o, como en el caso de la misteriosa Atlántida, tampoco haya evidencia de su inexistencia.

El Preste Juan de Hartmann Schedel, «La crónica de Nuremberg», 1493. EL VIAJE

Mapamundi de San Severo, en «L’Apocalisse di San Severo», 1086, París, Bibliothèque Nationale de France. LA IMAGINACIÓN

U

na de las funciones más inherentes del cerebro es la de imaginar. “La historia del arte es, en gran medida, una historia del descubrimiento progresivo de la representación de las apariencias”, afirma Jean-Didier Vincent en «Viaje extraordinario al centro del cerebro». Desde sus inicios, el ser humano ha querido representarse a sí mismo y al mundo que lo rodea. Por eso, este libro de Eco resulta fascinante, tanto en su incursión en el universo mítico como en el científico y artístico. Si bien el texto no tiene la agudeza intelectual de otros títulos del escritor piamontés, se goza recorriendo –a través de una gama de extraordinarias obras pictóricas y pasajes escritos por los más diversos autores– mundos legendarios de la mano de un guía de primera. Son tierras y también lugares, explica el autor en el prefacio, pues se puede tratar de “auténticos continentes, como la Atlántida, y otras veces de pueblos, castillos o (…) viviendas”. A diferencia de la «Breve guía de lugares imaginarios», de Alberto Manguel y Gianni Guadalupi, Eco ha reunido sitios en cuya existencia realmente se ha creído. Es la realidad de esas ilusiones lo que lo cautiva.

34 I La Panera

E

co parte analizando las distintas formas que adoptó la Tierra. De aquella plana en la cual se creía en tiempos de Homero o Anaxímenes, pasa a otras formas geométricas hasta llegar a su concepción redonda, deteniéndose, entre otras, en las ideas de la astronomía de las escuelas medievales, época de innumerables viajes y de la creación de asombrosos mapas imaginarios debido a la necesidad del hombre de satisfacer, más que la representación empírica, la representación simbólica. Luego se detiene en las fascinantes Antípodas, desde donde los pitagóricos establecieron que era posible ver la Antitierra. Un creyente en las Antípodas fue Dante, quien situaba en la otra parte del planeta la montaña del Purgatorio, desde la que se accedía al Paraíso. Un elemento que Eco repite al final de cada capítulo son las citas a diversos autores acerca del tema tratado. Por ejemplo, sobre la forma de la Tierra, encontramos frases de Stephen Hawking, Aristóteles, Platón y San Agustín, y de los medievales Lucio Ampelio, Manegold de Lautenbach y Luigi Pulci, entre otros.


«Los Reyes Magos», siglo VI d.C., Rávena, Sant’Apollinare Nuovo.

LAS TIERRAS BÍBLICAS

E

EL MUNDO DE LA MITOLOGÍA GRIEGA

U

n capítulo fascinante es el referente a las tierras de Homero. El mundo de la mitología griega es tan abundante, que los lugares que bordean el límite entre la realidad y la fantasía son muchísimos. El escritor, filósofo y semiólogo intercala aquí magníficas telas, como «Ninfas y Sátiro», de William-Adolphe Bouguereau, y «El parnaso», de Andrea Mantegna. Se puede, por ejemplo, recrear la aventura de Ulises, pero hay lugares imposibles de situar. De hecho, existen más de ochenta teorías (por sólo mencionar las “extravagantes”) que intentan reproducir su periplo. ¿No es sorprendente? El libro dedica un capítulo al “Paraíso terrenal” (el bíblico o el del Corán, entre otros), a las islas afortunadas de Píndaro, a El Dorado y así, a muchos lugares donde se vivía en la plenitud más absoluta. Un sitio que contrarreste las penurias y dificultades de esta vida: la ciudad hindú de Indraloka, los Campos Elíseos, el Dilmun sumerio, la isla de los Bienaventurados. Son cientos de elaboraciones de un mismo paraíso pleno de felicidad, junto a reproducciones maestras, como «La primavera» (o «Adán y Eva en el Paraíso terrenal»), de Nicolas Poussin. Pero, ¿existe realmente ese Edén en esta Tierra? Algunos

co sigue por las tierras de la Biblia. Si bien la Palestina bíblica es geografía conocida, poco o nada queda de ella y de su pueblo. A Belén la rodea actualmente un muro de ocho metros de alto (el doble del muro de han apostado por la Atlántida, pero, en general, Berlín), y la opresión política la ha despojada del William-Adolphe se creía situado en una zona elevada, tanto que misticismo de antaño. Jericó, tierra por naturaleBouguereau, Ariosto postuló su ubicación en el camino ¡hacia za de los palestinos, forma hoy parte del Estado «Ninfas y sátiro», la Luna! En todo caso, la tesis más fascinante, de Israel. c. 1873, según el propio autor, es la que sitúa el Edén en Por cierto, muchos de aquellos sagrados lugares Williamstown, Palestina.Y, para los que no imaginan un lugar hunden ahora sus raíces en la leyenda, como Massachusetts, así en esta Tierra, siempre está la alternativa de es la locación de las doce tribus de Israel. Hay Sterling & Francine Clark Art Institute. creer en el paraíso celestial. una interesante hipótesis –“extravagante”, dice Eco– de Richard Brothers, quien afirma que los descendientes de estas tribus son los habitantes de las Islas Británicas. De todos modos, el ¿existió la atlántida O el Edén? ¿y el infierno? ¿dónde se encontraba el santo grial? “pueblo elegido” es uno de los grupos étnicos Responder a estas y a otras preguntas busca Umberto Eco en «Historia de las tierras que más se ha movido por el globo, llegando a radicarse en varios puntos del planeta. y los lugares legendarios». El grueso e ilustrado volumen recoge no lugares Eco se pregunta también por la procedencia de “inventados”, sino aquellos “novelescos”. es una antología de territorios que han los Reyes Magos y por la ubicación del reino de creado “quimeras, utopías e ilusiones” en los hombres. Saba.

EL VALOR MAYOR

LA ATLÁNTIDA

A

firma Eco que entre todas las tierras legendarias, la Atlántida es la que más ha estimulado la fantasía. Por cierto, no es descabellada la idea de que ciertas tierras existieron alguna vez pero luego desaparecieron. Alfred Wegener formuló en 1915 la teoría de la deriva de los continentes, y hoy se considera que hace 250 millones de años la superficie terrestre constituía un solo continente llamado Pangea. Se han referido a la Atlántida autores tan diversos como Platón, Montaigne, William Blake e incluso Julio Verne. Famosa, por otra parte, es la utopía de Francis Bacon a la que tituló «Nueva Atlántida». También hay un capítulo dedicado a las migraciones del Grial y a los lugares mágicos asociados a éste: el castillo del rey Arturo y Avalon. Son muchos quienes han sorteado su ubicación real, pero finalmente, ¿quién logra descifrar la historia y la geografía? Nadie todavía, y tampoco es el propósito de Eco, quien se limita a enumerar las teorías, a clasificarlas de extraordinarias u ordinarias y a estimular nuestra imaginación.

L

a acuciosa investigación y recopilación de citas es considerable, pero el valor del volumen radica sobre todo en la incorporación de una vasta y acuciosa muestra de mapas antiguos y de obras de arte relacionadas con lugares legendarios y figuras míticas. Es ese juego o cruce entre el arte, la filosofía, la ciencia, la fantasía y la historia lo que convierte a este libro en algo único en su especie. Un dato curioso es que Eco dedica el final de su obra a reflexionar sobre la verdad de los lugares que en realidad nunca han existido; esto es, los lugares propios de la ficción. Aquellos países o reinos inventados en las novelas, aquellos mundos imaginarios que llenan miles de kilómetros en el espacio mental de los lectores. ¿Acaso se puede negar la existencia de las ciudades invisibles de Italo Calvino o el Aleph de Jorge Luis Borges, desde donde intentó describir el universo infinito? Por lo demás, ¿quién de nosotros puede jurar no haber confundido jamás ficción y realidad? Carteles de la película «L’Atlantide», de Jacques Feyder, 1921, basada en la novela de Pierre Benoît. “Nada es más nocivo para la creatividad que el furor de la inspiración”, Umberto Eco.

La Panera I 35


Literatura

Intentar narrar para

comprender Diego Zúñiga se proyecta con su próxima entrega, elegida como mejor novela inédita por el Consejo del Libro y la Lectura: un misterio en torno al viaje.

“No lo había pensado. Lo que pasa es que en términos cronológicos empecé a escribir «Racimo» antes que «Camanchaca», entonces me cuesta un poco pensar estas relaciones desde un lugar muy racional. Ahora que lo mencionas, claro, inevitablemente creo que las historias están conectadas: ambas ocurren en el norte, en Iquique, en el desierto, en la carretera. Los lugares son los mismos, aunque la escritura y las historias sean, creo, muy distintas”.

Por Nicolás Poblete Pardo

–Como en «Camanchaca», en «Racimo» vemos que el viaje es una experiencia reveladora para sus protagonistas. Hay una sensación de escape, de búsqueda. De algo de lo que se quiere huir pero que resulta en un descubrimiento. “Claro. En este caso, es mucho más explícito el tema del ‘escape’. El protagonista, Torres Leiva, está escapando de su vida en Santiago, se quiere olvidar de ese tiempo, está buscando algo que no sabe, y de pronto llega al norte y se encuentra con la desaparición de estas niñas. Viene arrancando de algo que aparecerá de nuevo en su vida. Creo que ahí radica uno de los conflictos de la novela. Esa imposibilidad de escapar”.

–La imagen final de «Camanchaca» ocurre en la carretera, y en «Racimo» retomas esta imagen, ya desde la cita de Gonzalo Millán, y luego en la primera página del texto. ¿Cómo opera esta circularidad? 36 I La Panera

chris heyerdhal

N

acido en 1987, Diego Zúñiga es uno de los narradores jóvenes actuales más cautivadores. De hecho, podría decirse que con su breve obra ya ha alcanzado un sitial privilegiado en el circuito nacional. Además de su trabajo como periodista, Zúñiga escribe en dos interesantes blogs: «Otras tardes», donde comparte sus reflexiones ensayísticas; y «60 Watts», en el que, junto a otras voces, forma parte del comité editorial, y que contiene reseñas, columnas y entrevistas a escritores nacionales y extranjeros. Su primera novela, «Camanchaca», que ganó el concurso Juegos Literarios Gabriela Mistral, fue publicada por La Calabaza del Diablo, luego reeditada por Random House, y traducida al italiano. El año pasado, Zúñiga obtuvo un premio del Consejo del Libro y la Lectura para culminar sus relatos «Niños Héroes». Recientemente, el Consejo premió nuevamente otro texto suyo: «Racimo» (nombre tentativo), que fue escogida como mejor novela inédita y cuyo lanzamiento fue aplazado para octubre, probablemente durante la Feria Internacional del Libro. Su protagonista es Torres Leiva, un fotógrafo enviado a cubrir un evento curioso en Alto Hospicio, donde, según dicen, hay una virgen que llora sangre. Pero lo que descubre Torres Leiva es mucho más siniestro que esas supuestas lágrimas sanguinolentas. Y mucho más concreto: diversas niñas, de entre 9 y 15 años, han desaparecido de ese pueblo, de manera misteriosa… y trágica.

SELECCIÓN “Lo primero que le dicen es que llora sangre. Que desde hace varias semanas, todos los martes al mediodía, la virgen de la iglesia de Pozo Almonte llora sangre, mientras los fieles se arrodillan ante ella y le imploran a Dios, con gritos, que ayude a la virgencita a contener tanto dolor. La imagen que le piden a Torres Leiva, entonces, encierra ese color oscuro, rojo, denso, de las lágrimas de la virgen. El pueblo en medio del desierto. La sangre y los feligreses. Y, de alguna forma, también los gritos. No se lo dicen así, pero el editor es claro en esa idea de que la imagen, esta vez, lo será todo. Da lo mismo el periodista, sus palabras, su deseo de narrar lo que observe. Esta vez, lo importante eres tú y lo que traigas ahí, le dice el editor y apunta a la cámara con su dedo índice y lo deja solo, en esa sala de redacción de «La Estrella» donde no conoce a nadie”.

–La pareja es nuevamente una presencia en esta novela, aunque quizá adopta un rol más convencional. En «Camanchaca» hay una noción de parejas transgresoras, trágicas. ¿Hay algo de esto en «Racimo»? “Sí, esta vez el tema de pareja es algo más convencional. Lo que pasa es que creo que lo transgresor, lo trágico está puesto en otros detalles. Es una historia hacia fuera en ese sentido, digo, la importancia de las relaciones de pareja es algo que está como telón de fondo, aunque finalmente lo determine todo o, al menos, determine al protagonista”. –La escena de la Virgen que llora sangre me recuerda al cuento de William Trevor («The Dressmaker’s Child») en el que una pareja de jóvenes españoles va a visitar a una virgen que llora, en Irlanda. Las lágrimas son, en realidad, humedad acumulada en los párpados de yeso. El elemento religioso popular y la estética en torno a un cierto imaginario de superstición son también muy nítidos en «Racimo». “No he leído ese cuento de Trevor, pero me interesa eso de esa estética que acompa-


ña al mundo religioso popular. En el norte se da mucho. Basta pensar en una fiesta como La Tirana. Ese mundo me parece profundamente misterioso y fascinante: no lo entiendo, pero pienso que hay que tratar de narrarlo y comprenderlo, buscar ciertas claves que, creo, explican la vida en esos lugares tan aislados”. –Torres Leiva es un personaje lacónico, a veces bordea lo monosilábico, sin embargo, su capacidad de observación es tremenda. El hecho de escoger a un fotógrafo como protagonista ¿te permite lograr ciertos contrapuntos entre imagen y palabra? “Sí, me interesan esos detalles. En «Camanchaca» estaba el uso de la radio y de las grabaciones. Creo que son elementos que me permiten trabajar las estructuras narrativas, pequeños detalles que sacan al relato de una mirada más convencional. Me parece que la narrativa debe cruzarse con todos esos elementos: el cine, la fotografía, las artes visuales, la música. Y también tiene que ver con que, para mí, la imagen es muy importante en lo que escribo. Usar las palabras para construir imágenes que desconcierten, que perturben, que conmuevan”. aviso la panadera_trazado.pdf

1

20-03-14

–Aunque la narración ocurre en territo–Nadine Gordimer ha dicho que el título rio chileno, especialmente el norte, en un de una novela, cuando es bueno, debe ser la lugar que parece estancado en el tiempo, síntesis más depurada, una suerte de resuhay marcas que nos sitúan en el 2001: el men último de esa novela. ¿Qué es «Racimo» ataque a las Torres Gemelas, la guerra en en esos términos? Irak. ¿Cómo trabajas esta superposición de “Me resulta difícil responder esto. Primero, eventos? porque aún no es el título definitivo (aunque “A diferencia de «Camanchaca», creo que cada día que pasa siento, con más seguridad, aquí lo externo es mucho más explícito. Es «Camanchaca» ganó el concurso Juegos Literarios Gabriela decir, en «Camanchaca» Mistral, fue publicada por La Calabaza del Diablo, luego había pequeñas marcas que hablaban de una reeditada por Random House, y ha sido traducida al italiano. época, de lo político, Por su parte, «Racimo» (nombre tentativo), tiene programado detalles, gestos. Aquí creo que eso se repite, su lanzamiento para octubre, probablemente durante la Feria pero desde una forma Internacional del Libro. mucho más directa, aunque en realidad no me interesan las cosas tan explícitas. Digo: que la novela se llama así), y, segundo, porque ahí está el ataque a las Torres Gemelas, pero desconfío un poco de las explicaciones. ¿En no me detengo en eso para dar un discurso qué piensas cuando lees la palabra racimo? La político. Prefiero que esa imagen –y algunos novela –creo, espero– tiene absoluta relación detalles– puedan generar en el lector sus pro- con lo que la palabra sugiere, tal como creo pias reflexiones y conexiones con la historia que sucede con «Camanchaca». Me gusta esa de la novela. Pero sí, aquí los eventos exter- idea: una palabra, y que a partir de ahí se ranos me parece que son fundamentales para mifiquen los posibles significados. Vamos a entender la trama central”. ver si en esta oportunidad resulta”.

11:28

La Panera I 37


Literatura

[ Retweet] Por Carolina Andonie Dracos

1. @QueLeer: Isabel Allende ridiculiza el género de misterio con «El juego de Ripper». http://ow.ly/tEFl4 2. @abc_cultura: Isabel Allende lidera la lista de libros más vendidos de la semana con «El juego de Ripper». ABC.es http://w.abc.es/0noyo1 3. @anitafernandez: Acabo de terminar #ElJuegoDeRipper y lo único que puedo decir es: felicitaciones #IsabelAllende por el excelente libro que escribiste. 4. @Caripili_: «La vida esta llena de ironías, mejor gozar lo que se tiene ahora, sin pensar en un mañana hipotético». El Juego de Ripper. 5. @isabelallende: Celebro a todos mis lectores con un libro de regalo. Lean el blog de Sarah para más detalles. http://goo.gl/P5PCNJ 6. @carreravalentin: Recién terminado #eljuegoderipper de @isabelallende, gran novela con una forma diferente de meterse en lo policíaco. Interesante y recomendable. 7. @albertochimal: Isabel Allende dice que su novela de misterio “sólo era de chiste” y enfurece a fans de las novelas de misterio: http://publishingperspectives.com/2014/02/anger-a-mystery-fanat-your-own-risk/?utm_source=feedburner&utm_ medium=twitter&utm_campaign=Feed%3A+ PublishingPerspectives+%28Publishing+ Perspectives%29… 8. @Lecturalia: Así quedó Isabel Allende tras firmar 900 ejemplares de «El juego de Ripper»: http://owl.li/tuRNV #ko #curiosidad 9. @Emol: Novela negra de Isabel Allende «El juego de Ripper» es el libro más vendido en Argentina http://bit. ly/1du5AxT 10. @AglaiaCallia:
Quiero llegar a casa para terminar «El juego de Ripper». Sospecho del 80% de los personajes...
 11. @Bernie_gunther: «El juego de Ripper», dispara que me muero,... Y eso... En los primeros puestos de la lista @elcultural 12. @IzzyLrs: Ya terminé de leer #ElJuegoDeRipper y quiero decir que no me recuperaré de esto en un par de semanas... #IsabelAllende 13. @evarguezarias: Sólo @isabelallende puede crear una obra como #EljuegodeRipper. pic.twitter.com/ wWgWB9XFly 14. @Fnac_Libros: Los eBooks más descargados en Fnac están aquí http://bit.ly/YexwD9 Isabel Allende y Benjamin Black en cabeza. 15. @reiki_time: Reiki en la última novela de Isabel Allende: Los juegos de Ripper!!! La protagonista es iniciada en Reiki y nos... http://fb.me/6I1HNRZdW 38 I La Panera

Criticar al crítico operación, mirar qué hace la crítica en otros contextos. A cuento, viene, acaso por cercaos absorbe la opinión nía, observar cómo piensan su rol los críticos ácida o entusiasta, coherente o argentinos. Allá, ellos son muchos más pero disonante del crítico, ese o esa son también más los escritores y los lectores. que celebra el hallazgo de una Éstos y los otros han sido educados en lo obra y certifica o sentencia el fracaso de to- literario de una manera sistemática. No es das las demás. Hay entonces desesperación que todos hayan pasado por escuelas de litecuando el crítico destroza un libro, desaso- ratura, lo que digo es que allá la conversación siego cuando no lo menciona, levantada de literaria se ha sostenido en el tiempo.Y todos hombros si el insigne lector de los medios no los libros, por más extravagantes, han llegado va más allá de una descripción argumental. Y a incorporarse al canon argentino. Ser capajolgorio, por supuesto, si cae el halago. ces de atender a toda una tradición le per¿Por qué le asignamos tanta importancia mite a esos lectores, críticos o no, privilegiar a lo que opina el crítico sobre una obra, o más estéticas que sólo una, más autores que dos? La idea más reiterada –la de su impacto uno solo, y encontrarle a cada libro su filiaen las ventas– es acaso la menos cierta. La ción. Ese verdadero ejército, esa máquina de prensa cultural no logra incitar lecturas masi- lectura argentina, logra pensar cada obra, aun vas o limitarlas. Los números lo confirman en cuando se la vea deficitaria, como un aporte el caso (extremo) de la escritura comercial. a las letras.Yo imagino a esos críticos reflexioTodo crítico que se precie de literario des- nando, antes de lanzarse sobre la pantalla, troza siempre o ignora, a menudo, a esos au- qué lugar ocupa tal texto en la gran traditores que no hacen sino arrasar en las libre- ción literaria que ellos mismos, a punta de rías. Porque arrasan (numéricamente) diga lo martillazos sobre la página y luego el teclado, que diga el crítico. Pero aun en las escrituras y a lo largo de las décadas, han construido. literarias, ese crítico no tiene tal incidencia. El Se trata sin duda de un canon tutelado por recorrido de los libros, Borges pero en él conSe requiere capacidad de sus vidas eternas o efíviven Arlt y Perlongmeras, sus rescates, sus entender la construcción her, Storni y Pizarnik, desapariciones definitiEcheverría y Ocampo simultánea y conjunta de vas, nunca son resultay Bioy, y, por supuesto, do de una opinión de Cortázar y Barón Biza nuestra literatura para un crítico único. No es y Molloy; se suman a no invalidar el trabajo él (o ella) más que uno ellos los Pauls y los entre una creciente Caparrós y las Sánchez verdadero de las letras tropa de lectores (una y las Morenos junto a nacionales. tropa criticona, militanotros cronistas y drate, vehemente) que se maturgos y ensayistas. siente igual de capacitada para emitir un jui- Los que escriben “bien” y los que arañan la cio.Y lo emiten sin precisar un salario, echan- página con la irreverencia populachera de un do a correr opiniones en el contagioso boca Cucurto o una Cabezón Cámara, y las exa boca. Ante la disolución del poder absoluto ploraciones provincianas, humedecidas por la del crítico tradicional se requiere volver a la tinta de Ronsino o Falco y de Selva Almada. pregunta por su relevancia. El por qué nos Pero no es cosa de lanzar nombres sino de importa y el por qué hay que exigirle más de señalar una política de lectura que opera lo que lleva haciendo. Sugiero, para empezar, sumando autores a la tradición en vez de que dejemos de levantar al crítico que ejerce irlos restando, que imagina una multitud en su oficio dejándose llevar por sus transparen- vez de erigir figuras únicas. En Chile se ha tes inclinaciones hacia singulares tendencias levantado siempre a uno. Un Blest Gana. Un estéticas. Que dejemos de poner el ojo en Neruda y después un Parra. Un Bolaño. Y sus limitaciones y en sus ocasionales lecturas entre las escritoras, una novelista, Eltit; una luminosas. Que le restemos importancia a su poeta, la Mistral.Y ahora hay un Zambra. Ese persona y extendamos la mirada o la pre- gesto de resta invalida el trabajo verdadero gunta hacia las operaciones que toda la crí- de las letras nacionales. Se requiere, pienso, tica realiza sobre el campo de la literatura. Y una crítica capaz de entender esa construcdigo más: hay que examinar las operaciones ción simultánea y conjunta de nuestra literaconjuntas realizadas por la multitud de críti- tura. Leer más allá de un libro, o dos. Buscar cos y reseñistas chilenos cuando hablan de y comprender los modos en que cada uno nuestra literatura: la pasada y la que está en sintoniza pero también fisura y, por lo tanto, curso. El cómo piensan o pensamos el hacer amplía los bordes de lo escrito. Se requieliterario más allá de la lectura de un libro, o re no un crítico sino toda una crítica capaz de todos. Ese modus operandi es el que expli- de leer cada obra como parte de un todo ca el precario discurrir de la literatura chile- que es o será nuestra tradición literaria del na actual. Viene a cuento, para entender esta presente.

Por Lina Meruane

N

Lina Meruane es autora de «Fruta Podrida» y «Sangre en el Ojo», entre otras obras de ficción, y «Viajes Virales» es su reciente libro de ensayo. Ha recibido los premios literarios Sor Juana Inés de la Cruz (México) y Anna Seghers (Berlín). Enseña literatura universal y cultura latinoamericana en la Universidad de Nueva York.


brújula literaria

[ por carolina andonie dracos ]

Bridget Jones lo hizo de nuevo

L

o cierto es que las fanáticas de Bridget rada inicial de 250 mil. Poco antes de su lanzaJones no creían posible el regreso de su miento, «The Sunday Times» publicó un avance heroína. En la segunda novela de Helen que dio a conocer el fallecimiento de Darcy, lo Fielding la habíamos dejado ad portas del matri- que provocó la furia de sus fieles, que no tarmonio con el bueno y sólido de Mark Darcy, ins- daron en manifestar su enfado a través de las pirado en el Sr. Darcy de «Orgullo y Prejuicio», redes sociales, teniendo a twitter como epicende Jane Austen. Eso en 1999. Tuvieron que pasar tro: “¿Por qué ha muerto Mark Darcy?”, “Bridget catorce años para que la divertida periodista que Jones sin Marc Darcy ya no es Bridget Jones” o lidia con el sobrepeso y las obsesiones volviera “¿Qué Mark Darcy ha muerto? Maldita seas Heal ruedo literario, eso sí, en len Fielding”, eran la tónica un contexto impensado de los reclamos. no defrauda. Y si antes para sus adictas seguidoras. Recordemos que el pertemía morir sola, ahora Pero a las bases. sonaje fue interpretado en Bridget Jones fue la proel cine por Colin Firth, consiella teme que sean sus tagonista de una serie de derado una de las claves del propios hijos hambrientos columnas que se publicaéxito literario de Helen Fielron en la prensa inglesa ding. De hecho, él también los que terminen por en los 90, con tal éxito interpretó al Darcy de Jane comérsela. que después se adaptaron Austen en una versión telecomo novelas: «El diario visiva. Por todo lo anterior, de Bridget Jones» (1996) y «El diario de Brid- la autora le informó personalmente al actor inglés get Jones. Sobreviviré» (1999), cada cual con sus que su personaje ya no seguía en la tercera entrega. respectivas adaptaciones cinematográficas (2001 En «Loca por él», Bridget está hace cinco años y 2004), y unos 15 millones de ejemplares vendi- viuda, ya cumplió los 51 y tiene dos hijos pequedos en 40 países, que encumbraron a su autora ños. Sus amigos la instan a cerrar su duelo y a como una de las reinas de la Chick Lit. conocer gente, por lo que la protagonista ingreEn 2013, la otrora soltera treintañera reapa- sa al mundo de las citas, luchando con las nuereció en «Bridget Jones. Loca por él», que en vas tecnologías (mensajes de texto, twitter) hasta el primer día vendió 46 mil ejemplares, sólo en dar con un novio de 30. En el fondo, es la misma Londres, y en Estados Unidos salió con una ti- Bridget que amaron sus lectoras, pero con nuevas

responsabilidades, partiendo por la maternidad, aunque con los mismos vicios de antaño, léase, la bebida, el tabaco y la glotonería (ahora con los restos de comida que dejan los niños) y con su clásica torpeza para afrontar los deberes, la misma que le recuerda durante todo el relato que está muy lejos de convertirse en “la madre perfecta”. Lo cierto es que su autora no defrauda y la novela se lee con el mismo entusiasmo que las entregas anteriores. Y si antes Bridget temía morir sola y acabar devorada por unos perros, ahora teme que sean sus hijos hambrientos quienes terminen por comérsela. Imposible no reírse con sus salidas, con la feroz imagen que tiene de sí misma y su necesidad compulsiva por hacer listas. Una entrada en su diario dice: “Jueves 19 de abril de 2012. 175 libras, unidades de alcohol 4 (bien), calorías 2.822 (pero mejor comer comida de verdad que trozos de queso viejo y palitos de pescado rebozados en casa), posibilidad de practicar o desear sexo otra vez 0”. Según la autora, el libro que quería escribir no era sobre la vida doméstica y el matrimonio, sino sobre Bridget luchando con los obstáculos que le depara la vida.Y lo logra con creces, ya que página tras página, su fanaticada disfrutará con la particular visión de la protagonista, donde caben desde el zen hasta las citas por internet.Y como a fin de cuentas se trata de una novela romántica, el amor vuelve y esta vez, suponemos, para quedarse.

«Loca por él» Helen Fielding Planeta 478 páginas $15.900

Moccia, pasión de juventudes

S

i le preguntáramos a los jóvenes chilenos si conocen a Federico Moccia, probablemente, muchos dirían que no. Salvo que agregáramos que es el autor de novelas como «A tres metros sobre el cielo» o «Tengo ganas de ti», las que sí han disfrutado a través de su versión cinematográfica, con el actor español Mario Casas como protagonista. En el caso del escritor italiano, que se ha convertido en un fenómeno de ventas en los últimos años, es difícil separar la escritura y la pantalla grande. De hecho, «A tres metros sobre el cielo», su opera prima, fue rechazada por las editoriales, por lo que debió costear de su bolsillo una tirada de dos mil ejemplares. Ocho años después, llegó a manos de un director de cine que captó el potencial que tenía para conectar con la juventud. La obra devino filme y desde entonces, sus libros lo han transformado en un auténtico best seller. Claro que el golpe de gracia fue con «Enamocciate», consigna que surgió a partir de un episodio de «Tengo ganas de ti», su segunda novela, en la que los protagonistas sellan su amor colgando un candado en el romano Ponte Milvio y lanzando la llave al río. Hoy, Moccia tiene su propia ruta en Roma y el rito del candado como símbolo de unión eterna se ha extendido al resto del mundo. Sin embargo, ha sido en España donde el fenómeno ha adquirido proporciones exponenciales (con más de dos millones de ejemplares vendidos). El autor lo tiene

claro, por lo mismo, «Ese instante de felicidad», su embargo, Nicco no está solo, ya que cuenta con su más reciente entrega, tiene como protagonista a amigo Gio, un joven alocado que pretende hacer una española y la segunda parte (que se editará olvidar los malos ratos al protagonista haciendo este año) tendrá como locación una ciudad ibérica. lo que mejor sabe: ligando chicas. Juntos viajan a Mediante su página web, el creador de «Per- Roma, donde conocen a María y Paula, dos espadona, pero quiero casarme contigo» y «Esta no- ñolas con las que enganchan de inmediato. Poco a che dime que me quieres», invitó a sus fans a poco, Nicco se da cuenta que lo que experimenta proponer el escenario para la segunda parte de por María es mucho más que una simple atracción «Ese instante de felicidad», que ya está en ne- y que el sentimiento es mutuo. Sin embargo, un día gociaciones para su versión fílmica. Entre todas ella se vuelve a España sin dejar rastro. las propuestas recibidas, Para Moccia, un defensor Moccia escogió Hondarridel amor verdadero y de la es el autor de «A tres bia (País Vasco), Vic (Barceamistad, la vida se compometros sobre el cielo» lona) y Vejer de la Frontera ne de pequeños instantes (Cádiz), aunque la elección de felicidad, muchos de y «Tengo ganas de ti», sólo será revelada días anellos sin importancia, pero ambas disfrutadas por tes de su publicación. 

 que al recordarlos hacen En «Ese instante de felici- quienes buscan respuestas y que todo valga la pena. Así dad», Moccia ofrece al lector lo entiende Nicco, luego esperanzas. juvenil una historia romántide su periplo por Roma: ca acorde con los tiempos. “Necesito desesperadaEstá Nicco, un chico italiano en plena crisis, ya que mente un sueño, porque todo lo que me rodea lo acaba de dejar su novia y desde que su padre ahora no lo es, he perdido algo que me ha hecho con Alzheimer falleció tiene que ocuparse de su dejar de soñar, y de una cosa estoy seguro: sin un disfuncional familia: su madre no levanta cabeza, su sueño no se va a ninguna parte”. hermana menor se esmera por encontrar parejas «Ese instante de felicidad» es una novela ideal problemáticas y la mayor, madre de un niño de tres para jóvenes en busca de respuestas y esperanaños, se ha vuelto a enamorar de un antiguo amor. zas a las que aferrarse en un mundo convulso, Sumemos que el protagonista tiene dos trabajos: donde las historias de amor parecieran haber en el quiosco de periódicos familiar por las maña- quedado sepultadas tras la incredulidad, el indivinas y como agente inmobiliario por las tardes. Sin dualismo y el desgano.

“Los espejos se emplean para verse la cara; el arte para verse el alma”, George Bernard Shaw (1856-1950), escritor, pensador y dramaturgo irlandés.

«Ese instante de felicidad» Federico Moccia Planeta 411 páginas $16.900

La Panera I 39


Gestión Cultural

Por Pilar Entrala V.

¿O

bsesión por la estética? ¿Belleza a cualquier precio? No se trata ni de frívolos concursos, ni de pasarelas de moda. Este es el Derecho a la Belleza vinculado a las políticas públicas en cultura, y rezagado específicamente al plano urbanístico y del Patrimonio. Y aunque la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada “como ideal común” por Naciones Unidas hace 66 años (diciembre de 1948) no lo incluye entre sus buenas intenciones, afortunadamente todo es perfectible. Corría 2004, en pleno desarrollo del Fórum Universal de las Culturas en Barcelona, cuando un grupo de intelectuales de avanzada, constituido por más de 100 académicos, activistas, políticos y miembros de organizaciones internacionales, decidió poner los “puntos sobre las íes” a partir de la formulación de “un texto de interés público universal”. ¿La intención? presentar una inédita clasificación de privilegios ciudadanos, con 50 nuevas categorías como parte de un flamante manifiesto de Nuevos Compromisos y Derechos Humanos Emergentes para el Siglo XXI. “Si la Libertad fue el valor guía de los derechos de la primera generación, como lo fue la Igualdad para los de signo económico, social y cultural; los de tercera generación tienen como principal valor de referencia la Solidaridad, por lo que la cuarta generación debe apuntar hacia el sentido de la Belleza como uno de los principios esenciales de la definición de políticas culturales”, se lee en las conclusiones de las mesas de diálogo que sirvieron de base para el debate entre las distintas plataformas de la sociedad civil de Iberoamérica. El mismo que se extendió durante tres largos años, para finalmente ser simbólicamente aprobado en 2007, durante la realización del Fórum de las Culturas que ese año tuvo lugar en Monterrey, México. Y aunque a la fecha este es un amplio discurso programático que en nada obliga a nuestros gobernantes a tomarlos en cuenta, es hoy reconocido como punto de partida de un proceso normativo amplio que aún no culmina, y cuyo valor agregado es constituirse como hoja de ruta de una sociedad comprometida con alcanzar un mundo con mejor calidad de vida para todos. “Nos encontramos ante la necesidad de desarrollar proyectos alternativos, imaginar nuevas alian-

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Cultura y Belleza Unidas jamás serán vencidas A 60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un grupo de indignados intelectuales “pone los puntos sobre las íes” con un nuevo manifiesto de privilegios ciudadanos. zas, favorecer nuevas formas de resistencia, garantizar efectivamente nuevas propuestas de democracia internacional, de desarrollo sostenible y de Paz. Esta declaración marca el paisaje de un mundo muchas veces tocado por la barbarie, para recordar que en el peor de los riesgos y de los conflictos, la humanidad siempre se levanta y encuentra en sí misma las energías para el progreso”, dice un “cototudo” y optimista preámbulo de esta nueva carta de navegación, promovida por el Instituto de Derechos Humanos de Cataluña (www.idhc.org/cat), sin que por ahora muchos se hayan dado por enterados de su existencia. AUDACIA Y CORAJE

¿La razón de este desconocimiento público? “En muchos casos, estos nuevos derechos aparecen como una novedad política sin el suficiente arraigo social. Hoy, los derechos humanos se han politizado y los derechos ciudadanos se han moralizado. Esa realidad nos lleva a considerar ambos integrados en un mis-


mo discurso”, escribe el sociólogo y político Jordi Borja (1941) en su texto «Sobre derechos emergentes y derechos ciudadanos». En cuanto al impacto que podría tener en específico el Derecho a la Belleza si, por ejemplo, estuviera incluido en las Constituciones Políticas o, al menos, en la definición de políticas públicas en cultura, hoy la reflexión colectiva europea egoístamente la encasilla dentro del ámbito del Patrimonio. Mientras que en América Latina ni siquiera es tema. “Los programas de vivienda, infraestructura y servicios deben incorporar la dimensión estética como prueba de calidad urbana y de reconocimiento de necesidad social. El lujo del espacio público y de los equipamientos colectivos no es despilfarro, es JUSTICIA”, advierte en sus reseñas el experto catalán, para quien la pelota finalmente estaría del lado de los intelectuales. “En esta etapa histórica, el desafío que el territorio plantea a la intelectualidad exige un gran coraje moral y una considerable audacia política. Otros compromisos posibles y necesarios como el derecho a no aburrirse, ni a que nos obliguen a perder el tiempo, o el derecho a la cordialidad, serán tratados en otra ocasión”, ironiza.

Al centrar la mirada en Chile, el artista labial y gestor Jorge Artus (“de los Artus de Parral”, se ríe), relaciona la belleza con algunos personajes del arte y la cultura de renombre internacional que han sabido expresarla a partir del gesto de la creación. “Roberto Matta (pintor), Violeta Parra (folclorista), Marta Colvin (escultora), Claudio Arrau (pianista), Nicanor Parra (poeta), Ramón Vinay (tenor), o nuestros premios Nobel de literatura, Gabriela Mistral y Pablo Neruda, por nombrar algunos, avalan lo dicho”, comenta el artista, para quien su fuente inspiradora “es la humanidad, aunque suene cliché”, según aclara.

Roberto Edwards

alfredo cáceres

DESDE LA ARMONÍA

–Entonces, es tema de los intelectuales instalar el Derecho a la Belleza. “No tengo muy claro quiénes son los ‘intelectuales’… Ahora, los que generamos ciertos movimientos perceptivos, emocionales, estéticos, etc… sí estamos (o estoy)…. involucrados con el deber y el derecho a la armonía llamada belleza…. Todos y todas la debemos manifestar”.

–¿Cómo sería el mundo si ese derecho figurara en la Constitución? “Lo inicial es educar, si nuestras comunidades no tienen ‘vocabulario’ difícilmente podremos percibir, procesar y acusar recibo de un concepto tan necesario y, a la vez, abstracto como este. Todas y todos los ciudadanos tienen el derecho de convivir, compartir, experimentar, apreciar y disfrutar de la belleza. Es una condición intrínseca del ser humano que no se debe coartar, se debe cultivar y cosechar continuamente”. –Un concepto demasiado intangible y subjetivo, ¿no? “Bueno, según lo determinado conceptualmente por los ‘intelectuales’, la belleza es abstracta. Es un concepto tremendamente experimentable. Aún así, siento que se ha tergiversado el término y la intención. Me hace más sentido la condición, la actitud, la vivencia desde la ARMONÍA. La Belleza, inevitablemente, está sujeta a su opuesto, que es la Fealdad –‘lo que no es bello, es feo’– y a esto se suma el criterio, vocabulario, sensibilidad, educación, subjetividad del observador y evaluador…. Insisto, demasiado relativismo a mi parecer”. –Un término demasiado complicado para emplearlo todos los días. “Todos tenemos derecho a ser únicos e individuales, a compartir y convivir con nuestra identidad, por lo que el acceso a la Belleza es un término a incorporar en nuestra leyes y políticas ciudadanas. Y hay que hacerlo a través del Ministerio de Educación o del futuro Ministerio de la Cultura, desconozco el procedimiento protocolar… pero, ¡eso se puede resolver! Somos nosotros los que hacemos camino al andar”. –¿Belleza a cualquier precio? “Cuando surgen propuestas sólidas y relacionadas con el desarrollo espiritual de nuestra sociedad, el precio o costo de esa causa se justifica absoluta e irreductiblemente”. –Cultura y Belleza unidas ¿jamás serán vencidas? “Todo ejercicio que se vincule a la cultura siempre generará una alianza importante y pro activa que trascienda en el tiempo. Recuerdo aromas, sabores y nostalgias, como unas tostadas con mantequilla, el sabor de la Cocoa Raff, jugar a las escondidas, unos ‘guatazos’ de verano en algún río por ahí… La experiencia del goce sencillo y cotidiano es para mí la conjugación perfecta entre Cultura y Belleza… y lo será para siempre, con o sin Constitución”.

“Percibiendo que necesitaba otras herramientas para comunicar mi sentir, mi madre me regaló una caja de lápices y un block de papel, y me dijo: ‘comienza a crear’”, Jorge Artus.

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carmen Cardemil

Cultura de Vida

La otra educación Tarea de todos Por Violeta Güiraldes

C

ada vez que tengo la oportunidad de difundir una idea positiva me siento contenta. Tal vez porque venzo la corriente de ese río crítico que nos arrastra. Comentar en privado lo que nos parece mal, esperar que otros lo traten de resolver para, después, criticar lo que ellos hicieron, forma parte de nuestra cultura. Además, protestar masivamente sin contribuir mucho a los acuerdos, es una tendencia global que se está instalando en el país. En el Chile de hoy se invierte demasiado tiempo en comentar la actuación equivocada de cualquier autoridad pública o privada y no se dedica igual cantidad de horas a crear y a trabajar por construir algo distinto o mejor. Afortunadamente, aún hay quienes hacen esfuerzos individuales o grupales y personas valiosas dispuestas a asumir desafíos. La educación es uno de los temas de moda 42 I La Panera

en este momento. Tal vez podemos contribuir a mejorarla sin caer en la descalificación y en la crítica poco constructiva. Hay temas muy importantes para la buena convivencia y para la vida que se consideran transversales en la educación y no constituyen, por sí mismos, ramos con horas asignadas. Esto hace que, finalmente, se traten poco o nada en clases. Con frecuencia estas materias (entre las que figuran desde la educación cívica y el manejo de las finanzas personales hasta las de relaciones humanas) quedan en tierra de nadie. Mientras tanto, nos quejamos de la poca cultura de los jóvenes, de sus modales, de su lenguaje, de la impuntualidad de los chilenos, de los maestros incumplidores, de los rayados de murallas, de los que se endeudan y no pagan y de todo aquello que, de una u otra manera, nos afecta. ¿Por qué el tiempo que dedicamos a quejarnos no lo usamos en concretar acciones que conduzcan a los cambios de esas u otras actitudes?

Podemos promover costumbres tan simples como poner la basura en los depósitos destinados para ello –en vez de dejarla abandonada en la calle, o cerca de los ríos o en las playas– hasta otras más complejas, como crear agrupaciones para conseguir financiamiento de campañas publicitarias con un fin educativo. También se puede formar un grupo para compartir por facebook o por internet, en forma organizada, un mensaje que contribuya al cambio de las conductas que dañan a nuestra sociedad. “Si no ayuda a limpiar no ayude a ensuciar”, decía, hace décadas, el slogan de una municipalidad capitalina, mensaje que muchos aún recordamos y practicamos. “Más vale perder un minuto en la vida que la vida en un minuto”, repetía una antigua radioemisora para prevenir accidentes. Por otro lado, los padres y abuelos de antes incentivaban el buen manejo del dinero regalando a los niños libretas de ahorro. Muchas son las formas de educar. A veces una frase que se repite en casa, o se comparte. Otras, predicando con el ejemplo, conversando sobre estos temas, o armando grupos especiales para lograr el cambio de una actitud determinada. Todas son acciones posibles. Los profesores no son los únicos que deben enseñar. Todo podemos contribuir a la educación cívica, al correcto uso de las finanzas personales; a la educación sexual orientada a una paternidad responsable, al buen uso del lenguaje, al cumplimiento de los compromisos y a la puntualidad. Muy importante es transmitir la imporEn Chile se invierte tiempo tancia del respeto: a los en comentar la actuación demás, a otras culturas y equivocada de cualquier pensamientos, a la diversidad, al medioambiente autoridad pública o y a los mayores. En geneprivada y no se dedica ral, todo aquello que permita mejores relaciones igual cantidad de horas humanas y el desarrollo a trabajar por construir de una vida más rica y armónica en comunidad. algo distinto o mejor. Basta proponérselo y llevarlo a cabo. ¿Se imaginan los millones de pesos que ahorrarían el Estado y los particulares si lográramos, por ejemplo, un buen manejo de la basura? ¿O si nadie rayara los muros y los monumentos nacionales? ¿O si la mayoría de la población se endeudara en forma responsable? ¡Cuántos dramas humanos terminarían! Intentemos hacer el esfuerzo de generar este tipo de acciones educativas para nuestro propio bienestar y el de todos.


Chile Cultural

El derecho a la belleza y a la

trascendencia Los pocos pintores nacidos y residentes en Chiloé observan que hoy no existe un recambio generacional de artistas visuales educados in situ. Surgen entonces las preguntas: ¿Puede una persona vivir sin su sombra? ¿Puede una sociedad vivir sin su espíritu? va como una actividad de permanente reinvención, sobre todo en lugares aislados de la producción cultural, como es la vida insular. Lo que hay en este momento son dos o tres meses de dinámica de taller, más que una dedicación vocacional a la pintura. Y esto es un tema crítico”.

Por Heidi Schmidlin Moore

E

l oficio de artista visual en la terra australis chilena motiva una reflexión: si avanzamos inmersos en los actuales colectivos humanos, convencidos de que el progreso se mide exclusivamente por el consumo de lo tangible, ¿qué sucede con lo intangible? ¿Qué hace contacto con el espíritu? ¿Dónde cabe la contemplación de la naturaleza sin intervenirla para “llevarla” a mi casa? Como la religión, estará relegada a una hora los domingos: si ha dejado de ser prioridad de Estado y no la miden los mercados, queda fuera de los objetivos educacionales. “En el sur de Chile es ‘rareza’ optar por la pintura como carrera universitaria”, constata Alejandro Barrientos, uno de los pocos artistas egresados de la Alejandro Barrientos Universidad Austral de Valdivia que ha podido radicarse en Chiloé y obtener varios concursos y reconocimientos culturales nacionales y también de Estados Unidos y de Corea. Vive del arte en un territorio que por ser “pobre” excluye de sus políticas públicas la preocupación por la creación artística, aunque sea uno de los sitios de mayor belleza concentrada, según parámetros extranjeros («World Travelers Grip»; Patagonia, destino mundial; Castro, Patrimonio de la Humanidad). “Por más de 20 años en el sur de Chile no se han abierto carreras de arte. Estudiar esta disciplina como preferencia profesional en 1984 o en 1970 era anormal. Pero hoy dedicarse al arte en territorios rotulados de ‘pobres’, a la vez que mercados con ‘grandes oportunidades industriales’, es calificado de suicida”, apunta Barrientos, que deslumbró a los asiáticos con sus series pictóricas «La Memoria Recobrada» (Premio Fondart 2002), «Chiloé Santos del Escepticismo» y «Las mariscadoras». No es letra muerta cuando afirma, al igual que el sicólogo Howard Gardner, que un aula representa, de algún modo, “la escala de valores de la cultura que conforma”.

«Navegantes de la memoria».

–¿De dónde nace la reflexión en Chiloé, o hay que acostumbrarse a su ausencia...? “Uno podría estar feliz porque hay poca competencia. Se puede ver por ese lado; pero no, nosotros velamos por la sobrevivencia cultural, porque es un tema que afecta a nuestro alejandro barrientos vive del arte en un territorio que por ser “pobre” excluye de sus políticas públicas la preocupación por la creación artística, aunque sea uno de los sitios de mayor belleza concentrada, según

«Caballos en la Mar».

“Chiloé nunca ha tenido una escuela de artes visuales. Los pintores pueden formarse en talleres, pero éstos no sedimentan una disciplina que obligue a la reflexión compartida, a incorporar matrices y parámetros que pauteen un rigor; un estudio objetivo y perseverante que no aplique sólo la imaginación y un hacer. Es necesario pasar por una institución, no sólo para trascenderla, sino para aprender, desde la autodeterminación, a estar en permanente proceso re-creativo”. Pensadores como Friedrich Schiller o artistas como Joseph Beuys están entre los muchos que apostaron por una educación del arte que lleve a observar el entorno (interno y externo) para lograr la maestría técnica e incorporar los marcos ajenos al telar propio. “Y eso lo da una formación académica, no un taller”, afirma convencido Barrientos. “Muchas veces en la X Región la pintura es tomada como un pasatiempo, como una manera de paliar los largos días de lluvia. No se enfrenta como una profesión y eso nos lleva a la realidad: hoy no hemos forjado generaciones de recambio. Los pintores estamos envejeciendo y es difícil que el arte sobrevi-

parámetros extranjeros.

territorio y a la manera de ser de la gente que lo habita. Hay que otorgarle la importancia que el arte visual efectivamente tiene, pero por lo pronto no lo vemos como algo que se esté dando”. –¿Qué aporta el pintor a su territorio? “El lugar te condiciona la mirada y la materialidad. Es una reflexión (tácita) en torno al imaginario. Permite proyectar la vida desde lo invisible hacia lo visible. Su ausencia es como si los seres humanos vivieran sin sombra, o sin espíritu. No se ve, no se mide, no es parte de un mercado, pero es parte del todo, de la vida, de su equilibrio. Y también es un derecho humano, de la necesidad de expresarse. Los que lo sienten en la piel tienen que irse a Concepción o a Santiago a estudiar y al final se quedan allá. Sin querer, uno permanece donde tiene alimento creativo. Algunos gestores y los encargados de cultura nacionales están preocupados de la formación de nuevas audiencias, pero éstas llegarán sólo cuando haya artistas locales que estimulen su territorio y cuando el arte sea visto como un aporte concreto a la vida, no como un pasatiempo”.

“De todos los animales de la creación el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir”, John E. Steinbeck (1902-1968).

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Testimonio

S

a l a m I r á n . Mis ojos se llenan de inmensidad frente a un hondo panorama de incontables y remotas cimas nevadas que van sucediéndose durante una travesía que nos conduce desde Europa hacia una de las civilizaciones más antiguas de Asia. El fuego persa del extraño Oriente Medio se manifiesta con perfectos momentos de peligros y de aislamiento, es un admirable y desconocido destino en aparente calma paradisíaca. Visualizo un profundo efecto de perspectiva, desde donde se respira un aire impregnado de dulce perfume, exhalado por los jazmines de Persia y las rosas de Babilonia. El crepúsculo es entre dorado y rojizo, con finas nubes impulsadas por un viento invisible, que las mece como peces arrebatados; tal vez estos puedan ser los mil y un presagios de las cosas que están por ocurrir en una nueva región de mi alma. De pronto, el cielo se estabiliza en una transparencia y nitidez que no recuerdo haber visto antes. El si len c io a bierto de S i na Neda ei.

Mientras voy al amor por el camino de la poesía y del fuego con calmada exaltación, mis pasos me llevan tras ellos, los venerados e inmortales poetas Hafez y Saadi, de Shiraz (la antigua capital de Persia), quienes descansan extasiados, con sus corazones tranquilos dentro de sus tumbas, en el Valle del Silencio, ensoñando nada más que con sus locuras luminosas, y sus versos infinitos, la gloria de Darío y de Cyrus. En cada momento y a cada instante arriesgo mi vida, sin cálculos, por amor. Mi espíritu se inclina frente a esta contundente fuerza de lo verdadero. En el desierto flagrante y vacío, el suelo se mueve y el aire seco se enfría, cargado de una luz blanca. Los castillos de arena se ofrecen como refugio para pasar la noche con los animales y así evitar a los bandidos, verdugos y mendigos que atraviesan por la Ruta de la Seda, entre Europa, China e Irán. Entre tanto, el sol, con pálido brillo, continuará avanzando hacia un nuevo ocaso. Su último resplandor se refleja en los techos de las mezquitas emplazadas hacia La Meca, con sus orientales domos y los altos minaretes azules bañados en un inalterable esmalte, ubicadas dentro de una antigua y misteriosa villa en ruinas. Se iluminan por última vez las planicies más vastas del mundo, que ahora están desoladas. Un pastor avanza solitario con su rebaño de ovejas y se desvanece, sin dejar huella, por las colinas de tierra arenosa color trigo. Mu n do is l á m i c o . Los penitentes chiítas viven imbuidos de un sincero espíritu de arrepentimiento y desfilan una vez al año durante cuarenta días por la calle principal de 44 I La Panera

Persia

imperio del fuego eterno Texto y fotos: Mónica Oportot


Sheikh Lotfollah también es llamada mezquita de las mujeres. Fue construida en Isfahan en 1619 por orden del famoso rey Shah Abbas para su harem. Hasta había un camino subterráneo desde el palacio Ali Qapu (otro lado de la plaza) para que ellas pudieran ir a rezar sin cruzar la calle ni ver a nadie.

Mashhad, la segunda ciudad más grande de Irán. Avanzan con sus pompas inverosímiles, sincronizando el movimiento del cuerpo con el intenso ritmo de tambores y variados coros de instrumentos musicales que no se detienen. La mayoría de los hombres baila y se lamenta a la luz del día, muchos circulan flagelándose las espaldas con cadenas metálicas para pedir perdón por la traición humana. Todas estas ostentaciones fúnebres son en honor al martirio del santo Imam Hussein, nieto del profeta Mahoma, quien, en el año 680, murió decapitado en una batalla desigual, junto a 72 miembros de su familia. Observo con ojos centelleantes un gran revuelo de mujeres de raza pura iraní, que salen de sus casas vistiendo luto de la cabeza a los pies. Son como sabias sombras irreales y al pasar sus velos negros vaporosos rozan mi cuerpo arrebujado en el tradicional chador. Dentro de este ropaje inusual, yo también me siento completamente seriada e incógnita. Con mi sumisa actitud me gano el consentimiento de la autoridad para entrar a una extraordinaria mezquita, con deslumbrantes muros cubiertos de una miríada de pequeños trozos de espejos que simulan estalactitas, brillando cual lluvia mágica cristalizada que ilumina un ambiente bien distinto al de aquellas iglesias occidentales. Sus ilimitados destellos reflejan una luz sobrenatural, semejante a todo el fuego de un prisma. Los versos del Corán están visiblemente escritos en oro sobre los muros. Como palacio celestial que es, goza de elegantes salones revestidos íntegramente de alfombras persas y cuantiosas lámparas de lágrimas. Está estrictamente destinado a las actividades religiosas de los creyentes habituales, que desde el pasado son fieles y hasta ahora se han mantenido renovando el compromiso moral y religioso que, unido al nacionalismo, les congrega. Estoy en el sector donde concurren cientos de doncellas de ojos negros alargados para encontrarse con la mirada enternecida de Alá, amo del universo. Aquí es donde sus almas tienen campo abierto para el éxtasis de la oración. ¿Cuál sería la diferencia entre tú y el que adoras? M a r e m o t o de s a n g r e . Un millón de muertos que no tienen culpa han dejado en Teherán un ambiente apocalíptico de gran belicosidad. La República Islámica promueve, justifica e idealiza a sus mártires, afirmando que morir en la batalla es la mayor gloria que se puede alcanzar en esta vida, que darle el último aliento a la patria es como inyectar sangre a las venas de la sociedad iraní, y que con esa sangre vertida que beben sus tierras sagradas florecen los desiertos de la desesperación. En el espacio público de anchas avenidas adornadas con enormes árboles y venerables

El mes de Moharram se conmemora anualmente con la festividad llamada Ashura, los penitentes lloran y piden perdón por la muerte del santo profeta Imam Hossein. Es tiempo y lugar para el espíritu.

En el Bazar de Teherán hay un lugar público para conmemorar a los jóvenes soldados caídos en guerras.

rincones de antiguo encanto oriental, se exhiben los rostros de los mejores hombres de la nación, que fueron asesinados en la guerra mantenida durante ocho años contra Irak. Hoy, los iraníes separan claramente su vida privada de la vida pública para evitar problemas con las leyes islámicas de control y dominación. Mis sentimientos de amor me recuerdan que estoy viva bajo una niebla tenue, en un continuo movimiento del otoño, que deja una profunda huella en mi ser. Aquí, definitivamente, la libertad tiene su precio. Los i n m o r t a l es . Persépolis fue la fastuosa capital ceremonial del Imperio Persa, y todavía es como un majestuoso escenario al aire libre, embellecido por los más afamados y talentosos artistas de la época. Además de ser imponente, produce un sentimiento calmo y silencioso de plenitud, quizás por estar rodeada de grandes colosos alados que detentan una forma de toro, un rostro de hombre y una

tiara de rey. Después de dos mil años de historia, estas ruinas poderosas permanecen inmutables, enfrentándose a todos los tiempos y, en este instante, aparentan ser las moradas arqueológicas de los fantasmas de palacio, en el cual sultanes, reyes y aristócratas habitan como sombras de Dios en la tierra, que de pronto parecen hablarnos mientras deambulamos incorporados a la gran historia imperial y a las monumentales piedras implacables. El día se sume en las sombras a medida que la solitaria luz de la luna se desplaza por el pleno cielo, reflejando su luz en aguas refrescantes, puras y dulces, que corren suavemente por los antiguos palacios refinados de Isfahán, la tercera ciudad más grande de Irán. Mis máximos agradecimientos a Joaquín Oyarzún, Nicole y René Aquarone, mis amables y generosos benefactores, Keyhan Sherafati mi anfitrión en Masshad; y a Alireza Maleknyia, mi guía y protector, en Irán.

“El hombre nace libre, responsable y sin excusas”, Jean Paul Sartre (1905-1980), filósofo y escritor francés.

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alejandra acosta

Fundación El Observatorio

Chile estuvo medio muerto América Latina brillaba por entonces. El color y los dorados barrocos, el feliz mestizaje en México, Colombia y el Perú, eran un fenómeno en el mundo occidental. Mientras Chile, por el contrario, en ese siglo 17 vivía su noche más sombría. Por Miguel Laborde

T

o d o l o q u e p o d í a pa s a r l e

a un pueblo le pasó entonces al chileno. Dos gobernadores envenenados (la Quintrala casi liquida a un tercero), corsarios aniquilando una y otra vez las ciudades portuarias, el ejército saturado de ladrones que en bandas caían sobre hacendados o áreas mapuches, epidemias alentadas por la insalubridad de ciudades que se inundaban varias veces cada invierno, autoridades cómplices de contrabandistas y, para colmo, un terremoto en 1647 que destruyó todo lo alzado desde Pedro de Valdivia. Tanta era la pobreza, que los terratenientes, cansados de un ejército que de continuo les confiscaba los caballos, decidieron eliminar su reproducción y pasarse a las mulas. Cómo habrán sido las risas en Lima, imaginando a los soldados montados en tales animales, mientras los indígenas huían en potros enardecidos… ¡Qué lejos estábamos del esplendor barroco, cuna artística y cultural del resto de América Latina! Así fue el aciago siglo XVII, cuando éramos el pariente pobre de la familia iberoamericana. Más de alguno culpa a esa centuria de ser causa de los principales vicios chilenos, los cuatro jinetes de nuestro Apocalipsis: la envidia, la codicia, el pelambre y la mezquindad. Dicen que así sucede con los mamíferos acosados, como las ratas tras una inundación, cuando todo es escaso y no se sabe cómo sobrevivir; acaparar, disputar con violencia lo poco que

46 I La Panera

hay, estar pendiente de los movimientos del otro, son la taron la agricultura para mejorar la alimentación), tamnorma hasta que vuelve la normalidad. bién permitieron el paso de vascos, los que sabían traLos rasgos chilenos serían, entonces, los propios de bajar con la cabeza pero también con las manos, para el épocas de toda incertidumbre, como los tiempos de desarrollo de la industria y del comercio. Así, a lo largo guerra. Vivíamos en guerra, es cierto, la ciudad mayor del siglo XVIII, Chile deja de ser el rincón más pobre y era Concepción, la de los altos oficiales del Ejército de vive su primer milagro, hasta llegar al final de la Colonia la Frontera. Allá, con ellos, estaba el poder. como uno de los mejores lugares de América para vivir. Lo de ser el rincón pobre y lejano de América es una Todo esto se traspasó a la República, lo que percibe idea que nos caló hasta el fondo. Simón Bolívar al comentar que, Seguimos diciendo que soentre las de la región, era la de MÁS DE ALGUNO CULPA AL mos un país pequeño aunque, y Chile la mejor preparada para ACIAGO SIGLO XVII DE SER a pesar de todas las pérdidas en ser nación independiente. Texbeneficio de Argentina, el Chile tualmente, cerca del final de su CAUSA DE LOS PRINCIPALES continental todavía es más grancélebre Carta de Jamaica, escriVICIOS CHILENOS, LOS CUATRO de que Alemania e Italia juntos. bió: “Si alguna permanece largo ¿Que mucho es montaña? ¿Y JINETES DE NUESTRO APOCALIPSIS: tiempo en América, me inclino a Suiza, qué es? ¿Y no ha venido de pensar que será la chilena. Jamás LA ENVIDIA, LA CODICIA, EL Los Andes lo principal de nuesse ha extinguido allí el espíritu PELAMBRE Y LA MEZQUINDAD. tra riqueza, minera? de libertad; los vicios de Europa Nos endurecimos en ese amy Asia llegarán tarde o nunca a biente hostil, competitivo. Incluso aprendimos a perder- corromper las costumbres de aquel extremo del unilo Todo, por la experiencia de los terremotos: mañana verso. Su territorio es limitado; estará siempre fuera será otro día. del contacto inficionado del resto de los hombres; no t alterará sus leyes, usos y prácticas; preservará su uniforAfortunadamente, para nosotros, cambió el gobier- midad en opiniones políticas y religiosas; en una palabra, no español, que pasó a manos de los Borbones. Ati- Chile puede ser libre”… (Kingston, 6 de septiembre naron, y nos mandaron gente que hacía mucha falta; de 1815). autoridades de alto nivel (adecuadas para zonas de Está hablando de una ética. Y ello fue lo que dejó de conflictos), ingenieros militares (capaces de construir más valioso el siglo XVIII, tras el esfuerzo de superar la en países sísmicos), jesuitas progresistas (que reinven- miseria original; y no sólo una agricultura autosuficien-

“La Compañía de Jesús y la República de Chile son las dos grandes hazañas del pueblo vascongado”, Miguel de Unamuno (1864-1936), escritor y filósofo español.


ARTES VISUALES

te e incluso exportadora. Es una ética que, como la protestante en los países sajones y germánicos, valora el trabajo, incluso el manual. Esto era poco común en una España donde los oficios y artesanías eran vistos como impropios de caballeros, y, por lo tanto, impedían el ejercicio de cargos públicos. En el País Vasco no era así, y tampoco en Cataluña. Vascos de familias antiguas, educados, eran los que dirigían las fundiciones de Mondragón, de donde salieron las sólidas rejas forjadas para el Palacio de La Moneda en Chile. Se irán los gobernadores españoles, los jesuitas serán expulsados, pero quedará una colonia vasca creyente en el valor –e incluso en el deber– del trabajo. Fue un proceso fácil en Chile, la salida de los españoles y la expulsión de los jesuitas, porque los criollos de familias vascas ya estaban trabajando en todas las áreas del gobierno, desde la rectoría de la universidad hasta la industria acuñadora de monedas. La cultura ilustrada se asentó en Chile como en ningún otro país de la región, con su impronta productiva y con lazos a la ciencia y la técnica. Si el resto de América Latina queda con el sello barroco, mestizo y colorido, dorado y sensual, el de Chile será ilustrado; más frío y solemne, ceremonioso y eficiente, normado y menos espontáneo; intelectual y menos emocional. LA NATURALEZA DURA, EL MEDIO La naturaleza dura, el medio POBRE, LA POBLACIÓN ESCASA, pobre, la población escasa, hiHICIERON NECESARIO UN cieron necesario un modelo de esfuerzo y rigor, de constancia MODELO DE ESFUERZO Y RIGOR, y resiliencia. Que era lo que DE CONSTANCIA Y RESILIENCIA. allá, en torno a las escarpadas montañas pirenaicas, las que se POR ELLO, EN NINGUNA PARTE cubren de hielos y nieves en MEJOR QUE EN CHILE, EL MODELO sus largos inviernos, los vascos habían debido asumir para poVASCO FUE COMPRENDIDO Y der sobrevivir. Con los reyes ASUMIDO. borbones que les abrieron las puertas de América, llegaron en cantidad a Argentina y Uruguay, y también a Colombia y México, pero en ninguna parte mejor que en Chile fue comprendido y asumido su modelo; en la industrialización, en la navegación que hizo posible la marina mercante en el Pacífico, en el ser país exportador, en el crear un polo financiero, en el desarrollo agroindustrial de los campos del sur –sin caminos ni puentes–, fue Miguel Laborde es Director Cultural de muy necesaria esa escuela del rigor. Los nietos ya no fueron iguales, y eso está bien; la la Fundación El Obgeografía de Chile, en ese Valle Central al menos, nú- servatorio (Centro de cleo poblacional del Chile Profundo, es más risueña Estudios Geopoéticos y generosa. El legado vasco se trenzó con el andaluz, de Chile), director de fundamentalmente, para dar paso a un modo de ser la Revista Universitamixto: esforzado pero nunca tanto, riguroso hasta cier- ria de la UC, profesor to punto, más puntual que otros pero sin precisión; la de Urbanismo (Ciudavida aquí exige trabajar, pero también están las noches, des y Territorios de para las fiestas, el éxtasis, el goce de los sentidos, lo que Chile) en Arquitectura aportarían los llegados de Andalucía, muy marcados de la UDP, miembro del directorio de la por la herencia árabe. Es curioso el fenómeno que se da en Chile. Allá en Fundación Imagen Europa, los vascos en el norte de la península –vecinos de Chile, miembro de Francia– con los andaluces del sur –a la vista de honorario del Colegio África–, son polos opuestos y no se mezclaron; es aquí de Arquitectos y de la donde vinieron a dar a luz, entreverados con la matriz Sociedad Chilena de indígena femenina, a un pueblo mestizo muy original, de Historia y Geografía, y autor de varios libros. proporciones balanceadas entre sangres y culturas.

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cuerpos y embriones

E

l artista brasileño Ernesto Neto (1964) invita a descubrir sus obras especialmente creadas para invadirlas, habitarlas, sentirlas e incluso olerlas. El objetivo es que el visitante experimente con su cuerpo, sus sentidos y su mente, los secretos detrás de cada uno de sus diseños. Con una amplia selección de piezas elaboradas desde finales de los ochenta a la fecha, algunas han sido adaptadas especialmente para la ocasión a partir de nuevas ideas y con la intención de respetar la arquitectura del Museo Guggenheim de Bilbao. El objetivo es abrir un espacio para la poesía donde el espectador escape de lo cotidiano para dejarse llevar y sorprender. Los ejes centrales de esta cita son el pensamiento, la interacción con la naturaleza, el respeto por las culturas indígenas y por el arte callejero. El cuerpo es otra de las obsesiones, “ese cuerpo que me lleva”, como dice el título de la exposición, y del que la mente es sólo una parte. “El cuerpo es más honesto, la mente es más maliciosa”, sostiene Neto. También en el Guggenheim, pero de Nueva York, se presenta «Kandinski en París 1934-1944». Es un recorrido por los últimos once años de trabajo de Vasili Kandinski (1866-1944), mientras vivió en los suburbios parisinos ubicados en el sector de Neuilly sur Seine. En ese período, el lenguaje artístico del creador evolucionó hacia una nueva línea de colores menos primarios y más suaves, como el rosa pastel, el violeta, los tonos turquesa y dorado, en homenaje a sus orígenes rusos. Sobresalen en los llamativos cuadros de esa época los embriones, las amebas y las imágenes biomórficas. Llama la atención la utilización de los materiales, combinando la arena con toda clase de pigmentos, para reforzar en su propuesta las ideas surrealistas y de otros movimientos abstractos.

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MUSEO DE ARTE MODERNO Nueva York Frank Lloyd Wright, hasta el 1 de junio Paul Gauguin, hasta el 8 de junio www.moma.org

DESCONCIERTO La obra de Joseph Beuys (1921-1986) llega a la Fundación Proa de Buenos Aires. El conjunto de la muestra resume la producción del artista entre los años 1955 y 1985. Es una oportunidad única para acercarse a su pensamiento polémico y a sus posturas extremas. Según algunos, un genio; para otros, un showman, fue pionero en la creación autorreferencial. Con los años, este maestro del arte conceptual pasó a ser un modelo obligado de la vanguardia contemporánea. Siempre criticó a quienes pensaban que el arte debía ser “entendido”. Por el contrario, piezas como el trineo de madera equipado para una travesía dejan al espectador sumido en el desconcierto y en un estado de asombro que, a dichos del propio Beuys, siempre es lo más parecido a un estímulo. “Arte para pensar. El poder creativo de la gente es una fuerza revolucionaria que podría transformar la sociedad”, escribió el creador, quien ha ejercido gran influencia en artistas como Tracey Emin, Damien Hirst y Richard Long, deudores de su ideario estético, político y social.

LA CIUDAD Y LA METAMORFOSIS Frank Lloyd Wright (1867-1959) fue uno de los principales exponentes de la expansión suburbana en Estados Unidos, en la época posterior a la II Guerra Mundial. La relación entre ciudad y arquitectura queda de manifiesto en «La Ciudad: Densidad vs Dispersión». La exposición en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) contempla una serie de dibujos, películas y maquetas a gran escala, seleccionados para denotar la preocupación del artista por el crecimiento de las ciudades estadounidenses, entre los años 20 y la década de los 50. Reconocido por involucrarse en proyectos tan dispares como la creación de rascacielos de formas radicalmente nuevas o de diseño “utópico”, ubicados en medio de centros comunitarios, predios de agricultura local, pequeñas manufactureras y zonas verdes, uno de sus principales trabajos expuestos es una maqueta de 4 x 4 metros. La pieza es un modelo teórico de ciudad desarrollado por el genial arquitecto de Wisconsin entre 1934 y 1935. La meta del autor de la Casa de la Cascada (en el río Bear Run, Pensilvania) o del propio Museo Guggenheim de Nueva York (1959), siempre fue la integración total de la ciudad con el entorno natural. De manera paralela, el MoMA presenta «Metamorfosis», del postimpresionista Paul Gauguin (1848-1903). Grabados en madera, relieves, y esculturas forman parte de este recorrido junto a sus famosos óleos de colores explosivos en que sobresalen los cuerpos semi desnudos de las mujeres tahitianas y sus revolucionarios Cristos amarillos. En total, 160 obras, algunas de ellas nunca antes vistas en Estados Unidos, en un viaje cronológico con destino obligado en el paradisíaco Tahíti, pero con la reinvención de sus figuras más conocidas a través de monotipos de acuarela, dibujos en tinta sobre papel u óleo creados en sus últimos días, cuando ya estaba enfermo y al borde del delirio.


MUSEO STÄDEL Fráncfort Hasta el 15 de junio http://www.staedelmuseum.de/sm/

MUSEO STEDELIJK Amsterdam Hasta el 3 de agosto www.stedelijk.nl

FANTÁSTICO Y GROTESCO Luego de 25 años, el museo Städel de Fráncfort presenta la primera retrospectiva del expresionista alemán Emil Nolde (1867-1956). El recorrido cronológico incluye numerosas escenas relacionadas con pasajes de la Biblia y la vida berlinesa. Un total de 140 cuadros, entre lienzos, acuarelas y grabados, clasificados en 12 secciones, conforman la muestra. Ahí destacan, por ejemplo, «Los gigantes de las montañas» (1895-96), por lo fantástico y lo grotesco de las escenas. Al cumplir 60 años, se le dedicaron a Nolde 460 exposiciones en 21 museos alemanes. Sin embargo, su trabajo se vio opacado con la llegada de los nazis, a pesar de su nacionalismo y su adhesión al Partido Nacionalsocialista. Su políptico «La vida de Cristo» (19111912), exhibido en Fráncfort, fue decretado “arte degenerado” por el régimen de Hitler que lo censuró como ejemplo de “desviación”, entre 1937 y 1938. Con ayuda de amigos y de vendedores que le facilitaron el material necesario, consiguió pintar un total de 1.300 acuarelas de pequeño formato, algunas de ellas aquí expuestas. Rehabilitado tras la guerra, dedicó sus últimos años a los paisajes del norte de Alemania, siempre con un magistral empleo de los colores.

CAJAS DE LUZ El canadiense Jeff Wall (1946) no deja de lado ningún tema social en sus fotografías: la pobreza, las madres solteras de escasos recursos, el vandalismo, el racismo, la decadencia de los nativos canadienses, entre otros. Para ello, recurre a composiciones que parecen captadas directamente de la realidad, pero que están pensadas minuciosamente y en las que utiliza modelos profesionales. Sus imágenes son tratadas digitalmente y luego colocadas en luminosas cajitas metálicas, transformándose en una verdadera atracción para los visitantes. Muchas de las composiciones expuestas en el Museo Stedelijk de Amsterdam están inspiradas en obras clásicas, fundamentalmente de artistas como Manet, Delacroix, Cézanne o del japonés Hokusai. Las mismas que han sido distorsionadas para transformarlas en escenas “casi documentales”. En la muestra dedicada a uno de los artistas más influyentes de la actualidad, se distinguen claramente dos tipos de piezas, todas realizadas en los años 90. Ahí están las fotografías en blanco y negro de gran formato que registran una determinada acción ejecutada por un sujeto; y las imágenes a color con soporte de caja de luz, que captan espacios vacíos, sin presencia humana. En ambos casos, los trabajos se nutren de los referentes de la vida cultural contemporánea.

FUNDACIÓN GABRIELA MISTRAL Nueva York Gala, 16 de abril gabrielamistralfoundation.org

subasta humanitaria Un total de 12 artistas visuales chilenas exponen en la Fundación Gabriela Mistral de Nueva York. Las obras serán subastadas en la Cena Humanitaria a realizarse el 16 de abril, durante la entrega del Premio Humanitario Gabriela Mistral a la escritora Isabel Allende, “por su labor en beneficio de las mujeres de Chile y del mundo”. El proyecto es presentado por ArsFactus, una asociación independiente focalizada en el arte de vanguardia e integrado por las creadoras chilenas Denisse Blanchard, Ximena Cousiño, Amelia Errázuriz, Maite Izquierdo, Catalina Mena Urmenyl, María José Mir, Alejandra Morales, Carolina Oltra, Catalina Prado, Eliana Simonetti, Guadalupe Valdés y Ángela Wilson. Centradas en la innovación, a partir de 12 títulos (6 de Mistral y 6 de Allende), cada autora trabajó sobre una selección literaria en particular, interviniendo la edición correspondiente para tratarla como una pieza única e irrepetible. La Panera I 49


Agenda Santiago / abril Teatro Universidad de Chile

Providencia 043. Plaza Italia - Teléfonos: 2978 24 80 - 2978 24 81 ceacuchile.com

Montecarmelo

Casa de la Ciudadanía - Bellavista 0594, Providencia - Teléfono: 2820 2900

15, 16 y 17 de abril, 19:00 horas. Entradas: $3.000.

15, 16 y 17 de abril, 19:40 horas. Entradas: $6.000 a $2.000.

En 1981, Ben Stevenson creó el ballet narrativo «Peer Gynt», basándose en la célebre pieza teatral de Henrik Ibsen, musicalizada por Edvard Grieg. El Ballet de Santiago interpreta esta obra cargada de buenos momentos, como la escena en el bosque que se desenvuelve al ritmo de «En la gruta del Rey de la Montaña» («In the Hall of the Mountain King»). Producción original de Peter Farmer y adaptación musical del director británico-australiano John Lanchbery (1923-2003). FOTOGRAFÍA Hasta el 31 de abril. Sala Carmen Waugh.

La Asociación de Fotógrafos Publicitarios de Chile (FOTOP) presenta «Luces para el Emprendimiento», en el Centro Cultural Montecarmelo. Este salón de la fotografía forma parte del programa para obtener ayuda económica en apoyo a las diversas plataformas vinculadas al ámbito de las industrias creativas. MANUEL ROJAS Ballet Nacional Chileno «LA HORA AZUL» 26 de abril; 2, 3, 8, 9, 10, 15, 16, 17 de mayo, 20:00 horas.

Existe un momento preciso en que ya no es de día, ni es de noche. Todo es silencioso. Un mundo desaparece para permitir el nacimiento de otro. Todo cambia y todo es posible. Es «La hora azul», creada especialmente para el Ballet Nacional Chileno, BANCH, por el coreógrafo francés Mathieu Guilhaumon, el nuevo director de la compañía chilena.

Museo de la Solidaridad República 475 - Teléfono: 2689 8761 - www.mssa.cl

30 de abril, 20.00 horas. Entrada liberada.

La Casa de la Ciudadanía Montecarmelo, en aras de promover el acceso a la cultura y a las artes, con especial énfasis hacia la comunidad de Providencia, estrena «Cuando se espera el sueño». Mediometraje de Pablo Vial sobre la vida y obra del escritor chileno Manuel Rojas (1896-1973), autor de «El vaso de leche» (1959) y «El hombre de la rosa» (1963), entre muchos otros cuentos y poemas. Recibió el Premio Nacional de Literatura en 1957.

Taller Siglo XX Taller Siglo XX Yolanda Hurtado - Ernesto Pinto Lagarrigue 191, Bellavista Teléfono: 2735 5770 – www.tallersiglo20.cl

HOMENAJE A méxico Hasta el 29 de junio. Martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. Entrada general: $1.000. Entrada liberada para tercera edad, estudiantes y organizaciones sociales.

El Taller de Gráfica Popular Mexicano. Colección MSSA presenta «450 años de lucha, homenaje al pueblo mexicano», en conmemoración de los 150 años de la independencia y cinco décadas de la Revolución. El recorrido incluye las obras de 25 autores y la exhibición de 146 estampas. Se suma a esta cita una serie de xilografías y linoleografías a cargo de los artistas Jesús Álvarez Amaya, Ángel Bracho, Arturo García Bustos, Elena Huerta, Sarah Jiménez y Adolfo Quinteros. 50 I La Panera

Agustinas 794, Metro Santa Lucía - Fono Venta: 800 471000 - Abonos: 463 8888 Boulevard P. Arauco, Local 352-A Teléfono: 2432 9696 - municipal.cl

«PEER GYNT»

CONCIERTO DE SEMANA SANTA

El destacado director chileno Juan Pablo Izquierdo, Premio Nacional 2012, dirige a la Orquesta Sinfónica de Chile para presentar el Concierto Extraordinario de Semana Santa. Junto a la Camerata Vocal interpretará «La Pasión Según San Juan», compuesta por J.S. Bach en 1723 –cinco años antes que «La Pasión según San Mateo»–, sobre textos extraídos del Nuevo Testamento. Participan Claudia Pereira (soprano), Evelyn Ramírez (mezzosoprano), Rodrigo del Pozo (tenor) y Ramiro Maturana (barítono).

Teatro Municipal

Teatro Nescafé de las Artes Manuel Montt 032, Providencia - Teléfono: 2236 3333 www.teatro-nescafe-delasartes.cl - www.ticketmaster.cl

«WAR HORSE» 24 de abril, 20:00 horas. Entradas: $10.000 platea alta, $15.000 platea baja.

Desde el National Theatre de Londres, por pantalla full HD, se transmite «War Horse». Basada en la novela del poeta y escritor Michael Morpurgo y adaptada por el dramaturgo británico Nick Sttaford (1959), luego de su debut en 2007, esta obra se ha convertido en una atracción internacional para toda la familia. La puesta en escena incluye la participación de marionetas a escala natural. «LA CENICIENTA» 10 de mayo, 13:00 horas. Entradas: $30.000 platea baja, $25.000 platea alta.

La mezzosoprano Joyce DiDonato protagoniza «La Cenicienta», de Gioacchino Rossini, junto al tenor lírico Juan Diego Flórez (Don Ramiro), desde la Metropolitan Opera House de Nueva York. El elenco incluye la participación de Pietro Spagnoli (Dandini), Alessandro Corbelli (don Magnifico), y Luca Pisaroni (Alidoro). Dirige: Fabio Luisi. JEF NEVE 17 de abril, 20:30 horas. Entradas: $10.000 a $30.000.

PARA LA FAMILIA 20 y 27 de abril, 16:00 horas. Entradas: $3.000.

«Paztitas» presenta en el Taller Siglo XX un espectáculo dedicado especialmente a la familia, con música y coreografías orientadas a despertar la expresión corporal y la imaginación de los niños. El grupo está integrado por María Inés Ortúzar, Paz Mera, Maite González, Diego Contreras. La actuación está a cargo de Fernanda Pazols y Keilin Passig.

El pianista y compositor belga Jef Neve (1977) es considerado una de las figuras más destacadas del jazz actual. Recibió el premio ZAMU en 2007, y fue reconocido como “Mejor músico” en los Music Industry Awards 2008 y 2009. Participó en la banda sonora de la película «El Artista», ganadora de un Oscar en 2012. Durante su gira, Neve actuará en Argentina, Canadá, China y Japón.


[ notascul | por pamela marfil ]

> VIDAS CAMUFLADAS

L

as bellas imágenes de la serie «Square», que el fotógrafo coreano Seokmin Ko realizó durante tres años, pueden ser apreciadas en distintos niveles. En una primera mirada hasta podemos jugar a descubrir esos deditos asomados que nos ayudan a encontrar el espejo camuflado en paisajes naturales o arquitectónicos, con mayor o menor dificultad. Pero si optamos por considerar la tesis del artista, podemos sentir que en cada espejo se nos abre un verdadero portal para ver más allá: “Vivimos prisioneros de las miradas de los otros y a veces la nuestra sirve para vigilar a los demás. Cuando las vistas individuales son domesticadas por culturas y costumbres, aparecen las miradas grupales ante las cuales una persona no tiene otra opción que permanecer como un ser humano estandarizado escondido en sí mismo. Así, en sociedades fuertemente influenciadas por visiones grupales, un individuo real no puede co-existir… empezamos entonces a transformarnos en Seres Normales”. En otras palabras, según Ko, nos camuflamos. Para ver la serie completa ingrese a http://www.seokminko.com/

>FORMA, COLOR Y PENSAMIENTO

A

noventa y cinco postales llega, hasta el momento, la serie «Filográficos», de Genis Carreras (1987). El diseñador catalán residente en Gran Bretaña, decidió crear una especie de diccionario gráfico que explicase las corrientes de pensamiento más conocidas, valiéndose sólo del color y de la forma para representar metáforas o símbolos abstractos que las definieran. Abajo una selección, pero para conocer parte importante de la colección ingrese a www.pinterest. com y busque Genis Carrera.

> SONIDOS EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

T

an rápido avanza la tecnología que pareciera que muchas innovaciones ocurrieron hace mucho tiempo. El constante cambio y la necesidad de aprender las nuevas formas de hacer no nos dan tiempo para percibir lo que hemos dejado atrás. Menos probable, entonces, es tomar conciencia de cómo los sonidos relacionados a nuestras actividades diarias se han ido modificando, mutando o desapareciendo. ¿Podría alguien que usó ciertas tecnologías olvidar el sonido de un mo-

dem conectándose a internet, o el de un PC leyendo un disquete, y para qué hablar del sonido del fax? ¡El ruido de la máquina de fotos al correr el rollo o el del inicio o fin de la cinta de casete, los típicos sonidos de Space Invader o Pac Man! Para efectivamente no olvidar y, por el contrario, resguardar, Brendan Chilcutt creó una especie de museo de los sonidos en peligro de extinción. Realmente un esfuerzo valorable el de conseguir un registro sonoro al que acceder en http://www.savethesounds.info/



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