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ILUSTRADO CON OBRAS DE SALVADOR DALÍ

Econo

ENERGÍA: CONTROL Y DESARROLLO §

PLANTAS NUCLEARES

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LA DISTRIBUCIÓN MAL MEDIDA

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ECONOMÍA POPULAR

La capacidad de generar electricidad mediante energía nuclear con tecnología propia puede definir el ritmo del desarrollo nacional.

El país no cuenta con instrumentos que permitan mostrar la apropiación del ingreso inequitativa por parte de los distintos factores de producción.

Entrevista a Gabriela Olguín, referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y presidenta de la Cooperativa “El Adoquín” de San Telmo.

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ENERGÍA NUCLEAR Y

SOBERANÍA ENERGÉTICA GABRIEL N. BARCELÓ*

a energía constituye el elemento esencial de la economía, algo así como la sangre del sistema productivo moderno. La posesión de sus minas de carbón fue la clave del desarrollo de la Revolución Industrial en Gran Bretaña en el siglo XIX y la posesión del petróleo la clave de las exuberancias, y también de las desgracias, de los países de Medio Oriente en el siglo XX. Por el control de la energía se hacen guerras y se diseñan regiones enteras del mundo según los intereses de los poderosos. Sin embargo, su valor no es tan alto considerando la importancia que tiene.Los estudios indican que el gasto en energía representa del orden del 10% del producto bruto mundial. Históricamente,en EE.UU.ha significado entre el 6% y el 13% de su producto bruto. En América latina, entre 1990 y 2010 estuvo entre el 7% y el 9% del PBI. De todos modos, a nivel mundial, compite con la salud como el gasto que mayor porción absorbe del PBI de los países. El impacto de los déficits de energía es terrible. Se estima que Sudáfrica,país que soporta una crisis energética sistémica desde 2007 por una deficiente planificación, viene perdiendo en cada uno de esos años entre un 12% y un 20% de su crecimiento económico potencial. Solamente en el primer trimestre de 2008 la producción minera del país, esencial para su economía, se redujo en un 22,1% por los cortes de energía programados. Es decir que la energía más cara es la que no se tiene cuando se la necesita.Y también es la más peligrosa, si se consideran las consecuencias so-

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LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO MARCOS REBASA

a cuestión energética tiene cada vez más una importancia central para el futuro económico argentino. Su análisis, por lo tanto, exige suma responsabilidad y un adecuado ejercicio que equilibre la realidad con las propuestas, las necesidades y las posibilidades. Sin escapar al diagnóstico detallado de esa situación, que implica el reconocimiento del dato histórico para arribar a él, lo importante hoy es presentar propuestas factibles que permitan avanzar en la solución de los principales desafíos. Entre ellas se cuentan la financiación del desarrollo de infraestructura e instalaciones, la articulación de un sistema institucional que sustente razonablemente la gestión,un modelo amplio y flexible de gestión que permita superar los escollos actuales,sin abandonar los principios centrales de autoabastecimiento, soberanía energética y energía accesible para todos. Todos estos son desafíos complejos, con muchas connotaciones e interfases con diferentes aspectos económicos y sociales, pero que aun así permiten introducirnos en las dificultades con propuestas audaces. El financiamiento de las inversiones necesarias puede hacerse por la vía de préstamos o inversiones externos o de ahorro interno.La primera alternativa exige reactualizar el vínculo con el Banco Interamericano de Desarrollo –o con otro organismo interesado en financiar estos proyectos– y analizar inversiones privadas genuinas que no impliquen subordinación jurídica a tribunales extranjeros. El ahorro interno implica renovar la vigencia de los fondos eléctricos, o los de hidrocarburos que se creen; se ha demostrado que la propia cadena de producción y consumo de algunos proyectos energéticos puede autofinanciar el desarrollo de grandes obras. Conllevan también una adecuación de las tarifas. Algo de todo esto se está haciendo, pero sin una planificación suficiente que asigne los fondos escasos a lo prioritario. También son importantes los préstamos chinos, que en general vienen atados a suministros de ese origen, con lo cual se requiere allí sintonía fina con el fin de desarrollar industria nacional en forma concomitante: que esos aportes no sean una limitante sino un desencadenante, el catalizador de nuevas industrias locales. El sistema institucional energético actual responde a la emergencia que encontró el actual gobierno, es decir, un Estado pequeño y bobo. Rehacerlo no es fácil, pero es imprescindible. La dispersión de autoridades a nivel nacional, sumada a la activa participación provincial, no responde a la ne-

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cesaria unidad de gestión que requiere la situación energética argentina. El sistema energético nacional no responde a compartimentos estancos o jurisdicciones particulares. Es una estructura unitaria, organizada con el fin de optimizar recursos y sistemas en beneficio de todos los habitantes y todas las regiones. Ello responde a sus parámetros técnicos,universales,y esto vale también para las políticas en hidrocarburos.Se requiere entonces un Estado presente y eficiente, que articule desde la Nación y con las provincias un modelo de políticas estatales y actividad privada en coordinación y sintonía. Y se necesitan controles adecuados, que en algunos tramos hoy no existen o son de dificultosa aplicación, que permitan un funcionamiento transparente de todos los segmentos.Además de la planificación que requiere la actividad energética en todo el mundo. Su ausencia se paga con costos importantes. Ello implica concretamente crear un Ministerio de Energía, una Agencia Nacional de Hidrocarburos y la actividad empresaria estatal de promoción necesaria en el ámbito de la energía hidroeléctrica y de la energía eólica. En estos dos casos siguiendo la experiencia positiva desarrollada en la energía nuclear. El modelo de gestión del sector debe ser lo suficientemente flexible como para incitar la participación privada, ajustada a reglas claras, transparentes y previsibles. En la que se preserve la soberanía nacional. Ante la ausencia de inversores, el Estado debe tomar la posta, tal vez en forma interina, promoviendo la participación de la industria nacional, con exigencias y compromisos de financiación aunque sea parcial. Todo ello implica un prudente y paulatino sinceramiento del traslado de los costos reales de la oferta a aquellos sectores que pueden irlos asumiendo,manteniendo los subsidios a la población de escasos ingresos. Este tema delicado y de alto voltaje político debe asumirse con coraje e inteligencia, creando un sistema de gradualidad que no colisione con la política macroeconómica y que tenga en cuenta las numerosas variables que se presentan en el tema. Estos esquemas permiten un traslado progresivo a quienes corresponda, sin afectar el consumo, pero alentando el uso eficiente y permitiendo el círculo virtuoso de la reinversión en el sector, independizando de a poco al país de importaciones y presiones. Llegar al autoabastecimiento implica cuidar al mismo tiempo, energía para todos y soberanía energética n *Abogado y especialista en Energía, Servicios Públicos y Recursos Naturales. Miembro del Instituto de Energía Scalabrini Ortiz (IESO).

ciales del perjuicio en la producción. Según datos de la Agencia Internacional de Energía, en 2012 el suministro de energía primaria en el mundo estaba distribuido así: Líquidos y gaseosos (petróleo,gas,biocombustibles): 62,7%; Carbón: 29%; Hidro: 2,4%; Nuclear: 4,8%; Otras: 1,1%. Es decir, el 91,7% de los combustibles primarios que utiliza el mundo produce gases de efecto invernadero (CO2). Si consideramos que el 10% que corresponde a los biocombustibles no contribuye porque en realidad es carbono que proviene de las plantas y se fijará en otras plantas,todavía nos queda un 81,7%. Si alguna vez se quiere enfrentar seriamente el problema del cambio climático con su secuela de desastres y sufrimiento humano, habrá que reducir esto. Hay otro argumento, que puede ser más atractivo para los que manejan estos asuntos en los países poderosos: las reservas más importantes de combustibles fósiles (petróleo y gas) están ubicadas en regiones del globo que, seguramente por eso, se han vuelto sumamente inestables y, además, el mercado de esos recursos es objeto de una fuerte actividad especulativa, haciendo muy difícil tener una evaluación segura de los costos involucrados en un proyecto energético a lo largo de su vida útil. La hidroelectricidad depende del curso de los ríos de cuencas que no existen en todos los países y, en aquellos que las tienen, con los proyectos más baratos en su mayoría ya explotados. A esto se agrega el problema de las sequías, cuya presencia debilita la producción de energía. Fuera de este panorama quedan

AVANCES CON LAS wCAREM-25: La Comisión Nacional de Energía Atómica viene trabajando desde el año pasado con la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra) en la identificación de potenciales proveedores locales para la fabricación de componentes. La CNEA estima para el CAREM25 una integración de componentes nacionales superior al 70% y llevar a cabo la primera criticidad en el reactor en 2018. wEmbalse: El Programa de Extensión de Vida de la Central Nuclear Embalse (PEV-CNE) está en marcha para que pueda operar por otros 30 años adicionales generando energía ba-

rata y segura. El recambio se inicia antes de finalizar el invierno de 2015. Se estima que el recambio de componentes podría demandar alrededor de dos años. Cabe mencionar que el 100% de los componentes electromecánicos de recambio para el PEV-CNE están siendo fabricados en el país. wCuarta Central Nuclear:

La Ley 26.566 de noviembre de 2009 declara de interés nacional la construcción de una nueva central nuclear de uno o dos módulos. Para 2010 se había definido que el primer módulo debía ser un reactor del tipo tubos de presión (tecnología Candu) que emplea uranio natural como combustible y agua


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REFLEXIONES CON ENERGÍA ARIEL GEANDET* “Aprender sin reflexionar, es malgastar la energía.” Confucio (551-478 a.C.)

ustamente, en la política energética hemos llegado a este punto de encrucijada en nuestro país: ya sabemos, aprendimos, pero ¿hemos reflexionado lo suficiente? Utilizando como parábola la enseñanza de Confucio,podemos afirmar que a la Argentina le falta aprender muy poco en materia energética; sabemos construir represas, usinas termoeléctricas,molinos eólicos,paneles solares y hasta hemos desarrollado en forma íntegra un prototipo de reactor nuclear de baja potencia diseñado por la Comisión Nacional de Energía Atómica –CNEA–, el CAREM-25. El país también está en condiciones de transportar y administrar la red eléctrica y de explorar y explotar los pozos de gas y petróleo. Es probable que necesitemos colaboración con su explotación no convencional como lo que ocurre con las reservas de Vaca Muerta, pero no es el “desconocimiento”la limitante sino el acceso a bienes de capital muy específicos y al financiamiento que tuvieron otros países que han desarrollado esta industria con antelación a nosotros.En resumen,¡aprendimos! En una industria que necesita planificar a largo plazo, ya sea con capitales privados o públicos,las políticas energéticas han sido erráticas y pareciera que con cada ciclo económico y político se produce un nuevo Eureka que autovalida los éxitos en cada presente y los fracasos del pasado. Esta nota no está pensada como la enumeración de los éxitos y fracasos del presente y del pasado, sino que intenta marcar lo único que ha faltado: la reflexión. Hay tres cuestiones importantes que se deben conocer al pensar las políticas energéticas,que sirven para entender lo vital de este sector en relación al resto de las políticas. La primera es la existencia de una diferencia muy importante entre la generación de electricidad y los requerimientos energéticos para el transporte urbano, por ejemplo. La electricidad se puede generar con energía de base como las represas hidroeléctricas y las plantas nucleares, o con energías renovables, o utilizando combustibles fósiles. El gran problema y limitante tecnológico que hoy tiene el mundo es que es muy costoso y muy poco práctico poder acumular/guardar electricidad. La electricidad que se usa en los hogares se está produciendo casi instantáneamente al momento que encendemos la luz. En cambio, la energía necesaria para salir a pasear con los autos está acumulada/guardada en forma de combustibles en el tanque,de ahí se desprende nuestra primera dependencia a los fósiles. La segunda cuestión es entender que cualquier bien que se compre o cada actividad realizada implican el uso de recursos energéticos para hacerlos posibles.La energía nos in-

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las energías renovables (eólica y solar, mareomotriz, geotérmica) y la nuclear. La mareomotriz y la geotérmica tienen problemas bastante complejos y no parecen ser consideradas para grandes escalas en casi ningún país.La solar es cara,aunque podría abaratarse en el futuro, y la eólica está en pleno desarrollo. Las dos últimas se generan, obvio, sólo cuando hay sol y cuando hay viento y se pueden almacenar como electricidad,pero con otros precios y con el agregado de las baterías son contaminantes. Los países han concluido, salomónicamente ante este panorama, que lo más seguro es tener una matriz energética tan diversificada como sea posible, lo que lleva a la nuclear, a un papel mucho más relevante que el que tiene hasta ahora. Y así se pone a la energía nuclear en el centro del escenario. Esta energía tiene costos altos de instalación,pero muy bajos –y mucho más confiables– de combustible. Estos datos tal vez expliquen por qué en el mundo hay en este momento 66

PLANTAS pesada como moderador y refrigerante, mientras que el segundo módulo correspondería a un reactor del tipo PWR que emplea uranio levemente enriquecido (hasta el 5%) y agua liviana. El contrato comercial firmado con China en febrero pasado corresponde solamente al Proyecto 4º Central Nuclear (primer módulo que señala la Ley 26.566), que será de tecnología Candu, cuya patente el Estado Argentino adquirió en 1974 cuando se firmó el contrato con la canadiense AECL para la construcción de la Central Nuclear Embalse. Para este proyecto se estima una participación de la industria metalúrgica nacional en los suministros

reactores en construcción, además de los 443 que ya están operando. La energía nuclear, sin embargo, tiene dos problemas: mala imagen pública y como insumo fundamental para hacerla posible al conocimiento, algo con lo que muchos países cuentan. La Argentina sí lo tiene. Contar con una capacidad tecnológica nuclear no tiene que ver sólo con la existencia de una herramienta que permita controlar los costos de la energía que se suministre al desarrollo industrial nacional: si se comenzara a tomar medidas concretas contra la emisión de gases de efecto invernadero, como parece ser el caso, la capacidad de generar electricidad mediante energía nuclear con tecnología propia puede ser la diferencia entre tener o no tener la capacidad de decidir el ritmo del propio desarrollo. De eso es de lo que hablamos cuando hablamos de soberanía n *Miembro del Instituto de Energía Scalabrini Ortiz (IESO)

de componentes electromecánicos del 70% o más, en donde empresas chinas solamente proveerán materia prima y aquellos componentes que por razones de escala o técnicas no sean convenientes o posible, respectivamente fabricarlos en el país. wQuinta Central Nuclear:

Para esta central nuclear todavía no se firmó ningún contrato comercial, solamente se avanzó en convenios de cooperación para analizar la factibilidad económica, financiera y tecnológica con China, y posiblemente se logre lo mismo con Rusia en el corto plazo, estableciéndose como requisito la transferencia de tecnología y la mayor participación posible de la industria nacional, según fuentes oficiales n

terconecta y es la base de la sociedad moderna. En tercer punto es el consumo de energía a través de los alimentos,que también son un tipo de forma de reservarla y, por ende, “hay tiempo para especular” en qué y cuándo se la usa. En definitiva, se debe entender que la producción de gas y petróleo no convencionales necesitan de muchos recursos financieros y que ese proceso y el de energías renovables son altamente dependientes del nivel del precio internacional del petróleo. También, que la producción convencional ha llegado en el mundo a su punto de declinación, es decir, extraer más fósiles cuesta exponencialmente cada vez más porque quedan cada vez menos en comparación con su nivel de demanda global. En este contexto, el precio elevado de los combustibles beneficia a nuestro país porque le hace rentable la explotación y puesta en valor de Vaca Muerta y de las energías renovables, como la eólica en el sur y la solar en San Juan y La Rioja. Sin embargo, faltan los recursos financieros necesarios para desarrollar esas industrias y se vuelve a recurrir a los condicionamientos de los inversores. Un costo necesario termina siendo el aumento de tarifas o los precios de los combustibles para recuperar la inversión, o bien,que el Estado les transfiera recursos a los privados cobrando menos impuestos u otorgando subsidios. Es decir, para lograr el autoabastecimiento energético muchas veces nos demandan la perdida de la soberanía política y económica. Otro caso a tener en cuenta es la rivalidad entre la producción de alimentos para exportar o para producir biocombustibles.Nuevamente, el precio internacional y la presencia del Estado guiarán esta decisión. La única manera de producir alimentos suficientes para exportar y/o producir biocombustibles a escala es mediante los pools de siembra. Ahora bien, eso implica que la producción de alimentos está atada a decisiones de precios y de consumo del exterior; en una pa-

labra,perdemos la capacidad de influir en los mercados domésticos de alimentos, es decir, se pierde la soberanía alimentaria. Pareciera que la restricción de financiamiento y la de divisas son los factores clave para poder intervenir más fuertemente en las diferentes industrias energéticas. Sin embargo,hay que preguntarse si todos los caminos conducen al aumento de tarifas y de los precios de los combustibles,¿por qué no se los genera para poder autofinanciar el desarrollo de estas industrias? Se tardaría más, pero ¿se puede realizar? Por otro lado, ¿por qué no se plantea la soberanía alimentaria a partir de la producción de alimentos desde los pequeños agricultores familiares? Puede que sigamos necesitando los dólares de los pools de siembra pero ¿cuánto más los vamos a potenciar? La producción de alimentos de la agricultura familiar permite abastecer los mercados internos sin seguir fielmente el comportamiento de los precios internacionales. Un país creíble y estable en el largo plazo nunca será aquel que entrega su soberanía a expensas de inversiones de corto plazo, como paso en los ’90. La capacidad que tenga la Argentina para recuperar las decisiones soberanas sobre sus mercados domésticos y sus relaciones internacionales, es de vital importancia para generar un espacio de desarrollo productivo y social de largo plazo y sostenible. No se debe malgastar energías en cambiar lo que hemos logrado en estos últimos 12 años sino que es necesario profundizar, por ejemplo, el desarrollo de nuestro plan de energía nuclear y en todo caso replantearnos algunos caminos a futuro. La discusión sobre la soberanía no es algo efímero, termina impactando sobre la vida cotidiana de todos los argentinos n *Economista. Director ejecutivo del Centro de Investigaciones SocioEconómicas de Buenos Aires CISBA. Docente UBA.


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MARTÍN NAVARRO *

EFECTOS DEL PRECIO DEL PETRÓLEO SOBRE LAS MATRICES ENERGÉTICAS ING. ERNESTO QUILES*

a crisis que se presenta a nivel global como “económico financiera” también es energética, ambiental, alimentaria, en definitiva estamos ante una crisis política del sistema económico, donde prevalecen políticas neoliberales. Las explosiones de las burbujas financieras –2008 en EE.UU. y 2011 en la UE– son la muestra cabal de que el aumento exponencial de inversión en productos derivados ha transformado a la especulación financiera en prioridad del sistema productivo. Los contratos a futuro del petróleo proveniente de hidrocarburos no convencionales han sido elegidos desde 2008 a 2011. La crisis energética se manifiesta por haber alcanzado ya el Peak Oil o “cenit del petróleo”, ese momento en el cual se alcanza la tasa máxima de extracción de petróleo global, después del cual la tasa de producción entra en declive. En realidad se ha producido un amesetamiento desde el 2005 al 2013 alrededor de los 73,4 kb/día. En el gráfico se puede observar que la explotación en EE.UU. de los hidrocarburos no convencionales cambió un poco esta tendencia. También la producción de biocombustibles tuvo una pequeña incidencia en aminorar la caída. En el período observado, la economía global ha entrado en estado recesivo. El precio del petróleo que había caído en 2009 a menos de 40 US$/barril, aumentó hasta 110 US$/b en 2014 impulsado principalmente por la burbuja creada por las inversiones alrededor del “shale & tight oil” –fractura hidráulica de esquistos y lutitas– en EE.UU., y en diciembre de 2014 se derrumbó nuevamente a menos de 50 US$/b, por acuerdos geopolíticos y el retiro de aquellas inversiones. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ya no maneja los niveles de producción ni los precios internacionales, que son manipulados en las Bolsas de Wall Street y Londres. EE.UU. y Arabia Saudita firmaron un acuerdo geoestratégico en materia petrolera, que prevé bajar el precio del crudo al costo o a

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pérdida para perjudicar a Rusia, Irán, Venezuela y Ecuador. Arabia Saudita puede competir con Irán por los mercados porque los costos de explotación del crudo son muy bajos, entre 4 y 6 US$/b. Venezuela y Ecuador tienen costos que están entre 20 y 25 US$/b. En EE.UU. los costos de explotación subieron de 20 US$/b (2004) a 60 US$/b promedio desde 2008, por los mayores costos de la fractura hidráulica. Analizando el comportamiento desde la Oferta podemos observar que EE.UU. ha llegado a un pico de producción a partir del shale/tight oil y en los últimos años redujo sus importaciones de crudo en alrededor de 60%; Libia está recuperando la producción, pero sólo ha llegado a la mitad del histórico, e Irak ha mejorado las exportaciones. Las causas visibles de la caída de más del 50% en los precios son diversas, pero hay dos principales:

1) La debilidad de la demanda de petróleo, que comenzó en 2005 y fue mantenida por la crisis económica mundial que comenzó en 2007/2008 y se repitió en 2011. 2) La retirada de inversiones financieras que alimentaron la burbuja en los precios, deprimiendo los mercados de futuro del petróleo.

Las inversiones en Energías Renovables (ER) que vinieron aumentando hasta 2011 (280 mMUS$), comenzaron a descender hasta 2013 (214 mMUS$), por baja en los precios unitarios y las desinversiones en EE.UU. y la UE. En 2014 se recuperó a 270 mUS$ por las inversiones de China, Japón y UE. Si no se recuperan los precios internacionales del petróleo por encima de 60/70 US$/b habrá una serie de consecuencias: l Deterioro económico en los países productores: Venezuela devaluó el 88% y Rusia más del 30%. l Retiro progresivo de inversiones privadas en hidrocarburos no convencionales. l Disminución de costos de combustibles para el transporte. l Mejora de balances comerciales de energía en países importadores. l Disminución de inversiones en energías renovables, incluidos los biocombustibles.

La situación del precio del petróleo y de las ER en Argentina es diferente porque no se maneja con reglas estrictas de mercado. El marco regulatorio de las ER (Ley 26.190) no ha sido sustentable para garantizar el financiamiento de las inversiones a largo plazo y las remuneraciones en dólares y giro consecuente de divisas de los proyectos. Se está en una situación de transición que lleva en sí mismo un análisis más puntual n *Mgter. en Eficiencia Energética, Ing. Electromecánico y asesor experto en Energías Renovables.

os dueños del capitalismo saben que la concentración de la riqueza,a todas las escalas imaginables, constituye un eje indispensable para poder seguir siendo un decisor, casi hegemónico, en la vida de las personas. Así se rige la economía capitalista. Lo más significativo de esta concentración es que las corporaciones han logrado penetrar de tal manera en el sentido común de las sociedades que, aun en aquellos lugares donde existen duras luchas contra el capitalismo salvaje, gran parte de la sociedad, consciente o no, trabaja duramente para que la concentración de la economía cada vez sea mayor. El capitalismo seduce permanentemente con la carrera por la zanahoria de la riqueza a como dé lugar; una zanahoria que transforma a los ciudadanos en consumidores y los empuja a que consigan lo antes posible una buena posición en la escala de riqueza. Vale aclarar que esa carrera se da en un mundo muy desigual y es importante comprender que las opciones para producir u obtener riquezas pulverizan todos los valores que hacen a una sociedad de iguales. En este contexto, algunos países tienen la vocación y la decisión de desarrollar políticas que atenúen este poder que está presente en el sentido común del ciudadano de a pie. El mundo puja permanentemente por la distribución de la riqueza,tanto los Estados como las corporaciones accionan directamente o indirectamente para influir en ella. En los últimos 60 años, las industrias, los bancos, el Poder Judicial y las corporaciones (del mundo occidental) han avanzado llevándose todo por delante, apoderándose de los recursos naturales de todo el mundo. Ese es el rol de las corpora-

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MARÍA EVA BELLINI*

odos, en algún momento de nuestras vidas,aunque no sea de manera consciente, hablamos sobre la distribución del ingreso, sobre la participación en el total de riqueza producida –en el país, o nuestro entorno más cercano– que tenemos y percibimos o nos hacen percibir, desde nuestra propia individualidad como personas o como parte de un colectivo, como familia, trabajadores, empresarios, etc. ¿Pero sabemos realmente de qué hablamos cuando hablamos de la distribución del ingreso? ¿Sobre qué concepciones nos paramos cuando analizamos nuestra participación? ¿Qué actor priorizamos y cuál dejamos “oculto”? En la teoría económica existen dos enfoques principales que analizan la distribución del ingreso en un determinado período y espacio territorial,con metodologías y fuentes de información muy distintas entre sí. Así encontramos el enfoque de distribución personal del ingreso,que refiere a las asignaciones de ingresos percibidas por cada individuo y/o familia sobre el total de ingresos generados en determinado territorio. Como se puede percibir, esta concepción resalta la participación individual y personal por sobre lo colec-

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OPINIÓN

LA RIQUEZA SÓLO DERRAMA SI SE LA EMPUJA

Remuneración al trabajo: está integrada por la retribución que las unidades productivas pagan a sus empleados en relación de dependencia como contraprestación por su servicio de trabajo. Incluye: salarios y contribuciones patronales. Excedente Bruto de Explotación: es la retribución a los activos que participan en el proceso productivo generado por las actividades económicas organizadas bajo la forma de empresas constituidas en sociedad. Ingreso Mixto Bruto: es la expresión reservada para el saldo contable de la cuenta de generación del ingreso de las empresas no constituidas en sociedad, propiedad de los miembros de los hogares (que no son cuasisociedades). Es mixto porque no puede diferenciarse la porción de ese ingreso que corresponde a la retribución al trabajo de la que corresponde a la retribución de los activos que intervienen en el proceso productivo.

ciones y bancos, quienes con sus influencias imponen políticas consecuentes con ese avasallamiento,como la obligación de abrir los mercados sin protección, las deudas usureras impuestas o la flexibilización laboral. Toda corporación se debe asegurar altas ganancias, inversión con financiamiento cruzado,salarios bajos, pocas regulaciones y la transferencia de impuestos y “gastos” para la seguridad en el trabajo al Estado local. Esta distribución pone en un serio brete a los economistas que pos-

EL INGRESO SE MIDE MAL

tivo, sin distinguir o caracterizar en qué lugar del mapa vive ese individuo o familia,qué tipo de empleo tiene, a cuáles servicios básicos accede, o no. Dentro de este grupo es donde se ubican los distintos indicadores que se difunden masivamente en los medios de comunicación, como el

Índice de Gini y, junto con otros parámetros, la cuantificación de la Pobreza o Indigencia,entre otros.Es decir que estos indicadores, como máximo, realizan un ranking entre las personas de menores y mayores ingresos,diferenciándonos sólo por ello: por cuánto dinero ingresa al bolsillo

individual y/o en el de todos los integrantes de la familia, posibilitando la construcción de un sujeto “solo”, “aislado”del resto,donde lo único que “sirve”para definir cuánto toca “de la torta” es el dinero con el que cuento en mi billetera. Sin embargo, existe otro enfoque,

tulan a la economía del derrame como una solución. Con esta estructura corporativizada,el derrame se convierte en un fenómeno digitado y extorsivo, porque las naciones quedan sujetos a atender las políticas impuestas por países de afuera y deben saldar deudas impagables en desmedro de la industria local. En este contexto, definir políticas económicas independientes se torna imposible. En el 2003 la Argentina de Néstor Kirchner comenzó un proceso de independencia económica; el primer paso fue generar un derrame inducido, en contraposición con la teoría del derrame a secas. En primera instancia, se fortalecieron los ingresos de los trabajadores y la reincorporación de los derechos plenos. Otro factor determinante fue darle una función central al mercado interno y, a través de políticas concretas, se volcaron muchos recursos a los sectores que si hubieran quedado sujetos a la teoría del derrame, hubieran tenido que esperar muchos años. Además de darle un destino a la riqueza que genera la economía,Argentina tomó otra decisión fundamental, generar puestos de trabajo lejos de la especulación financiera, recuperar como herramientas estratégicas los recursos y servicios que alcanzan a toda la sociedad, y trabajar para tender los puentes que fortalezcan las economías de América latina. Sin embargo, el derrame inducido también tiene sus limitaciones si no se modifica la matriz económica. Las dos limitaciones más impor-

tantes son la informalidad y la economía concentrada.La informalidad porque siempre va detrás de lo que define el sector formal, y la concentración de la economía (principalmente en el sector de los alimentos), porque tiene la capacidad de apoderarse de los recursos de los trabajadores por tener un mercado cautivo que les permite aumentar sus precios antojadizamente. La Argentina de hoy,con una economía fuerte, ofrece un enorme plafón para discutir políticas que modifiquen este escenario. Es imperioso desarrollar políticas económicas que conviertan al derrame inducido a un derrame dirigido, que quede institucionalizado, que se haga carne en el pueblo, que se naturalice como derecho indiscutible. Sin duda, muchas de las limitaciones que el neoliberalismo puja para que sean permanentes, han ido cambiando desde el 2003 a la fecha. La lucha que la presidenta Cristina Kirchner lleva adelante con los buitres locales y con el poder económico mundial es un ejemplo de una decisión soberana. El próximo gobierno partirá de un piso alto para seguir modificando la matriz de la economía. En esa dirección es imperioso que la profundización del Proyecto signifique fortalecer las economías regionales,las producciones de pequeña escala,proteger las economías de menores recursos y diseñar una política económica virtuosa para el sector informal n

que es el que menos predomina en los análisis periodísticos masivos y en la propia academia, y se trata del llamado enfoque de distribución funcional del ingreso. Se refiere al análisis de la participación en un determinado momento de la historia a nivel nacional,sectorial o intersectorial,sobre qué proporción del ingreso (porción de la torta) se apropian los distintos factores de producción. En su versión más clásica se trata de tierra, trabajo y capital.Pretendiendo analizar cuál fue el aporte de cada factor productivo a la producción, y sobre esa masa de ingresos generados, qué proporción del total se lleva cada uno. Se entiende que lo “justo” sería que cada uno se lleve según lo aportado, pero, como todos sabemos, no todos los factores se llevan la proporción “justa” según su aporte. Por el contrario, existe una apropiación del ingreso inequitativa por parte de los distintos factores de producción. Desde el punto de vista de la inequidad distributiva, los investigadores han puesto el enfoque prioritariamente en el análisis de la participación de los asalariados en la distribución del ingreso respecto del resto de los factores, reconociendo también que la última disputa por la mayor participación estará dada en la correlaciones de fuerza, en la acumulación de poder, y que por lo tan-

to no será una resolución armónica, como sí plantean quienes piensan que el mercado todo lo regula. Este foco sobre un determinado actor o situación problemática, desplaza al resto de los factores productivos quedando así en evidencia una clara tendencia a observar solo, o prioritariamente, a los asalariados. Es paradójico que, reconociendo todos los esfuerzos que se realizan cotidianamente por parte del Estado para mejorar la distribución de la riqueza, aun no se cuente con un instrumental estadístico que refleje la apropiación de rentas, por ejemplo del sector agropecuario durante los últimos diez años. Esto implicaría crear variables que reflejen las mutaciones que toma el capital especulativo para la captación de renta, sin mencionar la ganancia. En la actualidad un reflejo serían los pool de siembra bajo la forma de contratos accidentales, o los fideicomisos en el sector de la construcción. La profundización de este proyecto requiere empezar a estudiar la generación de riqueza, en todas sus formas, a lo largo de la cadena de valor de cada industria y para ello necesitamos nuevas herramientas de captación de la información.

*Mesa de Economía Movimiento Evita.

*Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional del Litoral.


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OPINIÓN. María Fernanda Páez*

Los derechos del consumidor de la clase trabajadora l reconocimiento de los conE sumidores como sujetos que requieren una especial protección por parte del Estado puede encontrarse en nuestro país, a fines de la década del ’40, durante el gobierno del general Juan Domingo Perón, con el desarrollo de las primeras instituciones relacionadas con la defensa del consumidor, motivado por un mercado interno pujante. En 1948,la participación obrera en la distribución nacional del ingreso alcanzó el 53% por primera vez en la historia del país; implicó el acceso, en forma masiva, de los trabajadores al consumo. Durante ese período se le dio reconocimiento como sujeto político a la clase trabajadora, abarcando su rol como consumidores. No obstante, fue recién en el año 1993 cuando se concretó el reconocimiento formal de los principales derechos de los consumidores y usuarios a partir de la sanción de la Ley Nacional N° 24.240. Sin embargo, este paso tuvo lugar en el marco de la implementación de una política económica neoliberal, delineada en el marco del Consenso de Washington, donde el consumidor era despojado de su pertenencia a la clase trabajadora. Por consiguiente, la liberalización económica y la desregulación del mercado que caracterizaron este período desvirtuaron completamente el sentido protectorio y tuitivo de la norma, sin llegar nunca a equilibrar el poder de los actores intervinientes en estas relaciones. En la última década,Argentina recuperó el empleo logrando niveles más equitativos en la distribución del ingreso, incrementando el rol del mercado interno en el consumo. Esta circunstancia,trajo de nuevo a debate el denominado “derecho del consumidor” renovando su vigencia y poniendo de manifiesto la necesaria intervención del Estado en estas relaciones como garante del reconocimiento y cumplimiento de estos derechos. Igualmente, cabe sostener que este debate requiere retornar al reconocimiento del consumidor como perteneciente a la clase trabajadora.En esta dirección apunta la reciente medida adoptada por el Estado Nacional de lanzamiento del Programa Hogares con Garrafa (Ho.Gar) por el cual se define un nuevo esquema tendiente a garantizar el acceso al suministro de garrafas de gas licuado de petróleo (GLP) a los secto-

res populares que no cuenten con servicio de gas natural por redes. El Programa,enmarcado en el régimen regulatorio de la industria y comercialización de GLP establecido por la Ley N° 26.020 del año 2005, implica un cambio sustancial respecto del mecanismo anterior, toda vez que ahora el destinatario directo de los subsidios otorgados por el Estado Nacional no son las empresas, sino que es el hogar de menores recursos sin acceso a gas de red. En principio,los beneficiarios surgen directamente de los padrones de la Anses, aunque asimismo se prevé la posibilidad de solicitar la incorporación al Programa y obtener el subsidio en caso de dar cumplimiento a los requisitos establecidos respecto de los ingresos percibidos (hasta dos salarios mínimos vitales y móviles,y hasta tres en el caso de familiar discapacitado o vivienda de uso social). El monto del subsidio, que es depositado en la cuenta de cada beneficiario registrada en Anses, alcanza para adquirir 16 garrafas al año en hogares de 5 miembros y 20 garrafas en viviendas con más de 5 individuos, entregándose a cada hogar 77 pesos por unidad de garrafa de 10 kg. En relación con las cifras del Programa, se estima que los hogares que consumen garrafas son 4 millones en todo el territorio nacional, de los cuales se prevé que 2,5 millones sean alcanzados por este plan. Así, transcurridas las dos primeras semanas de implementación,ya 1,5 millones de hogares percibieron el correspondiente subsidio. Cabe resaltar que a partir del trabajo conjunto de los distintos niveles del Estado, en particular la Secretaría de Energía, la Anses, la Secretaría de Comercio y las autoridades provinciales y municipales en materia de Defensa del Consumidor, se está llevando adelante la difusión e implementación del Programa como también el monitoreo y el control de precios en puntos de venta minoristas a fin de detectar posibles abusos e incumplimientos. En definitiva, estas políticas de acceso al consumo como derecho de las clases populares empoderadas, viene a devolver con más fortaleza, el espíritu encarado por el general Perón n *Abogada. Directora de Política Comercial, Ministerio de la Producción, Ciencia y Tecnología de la provincia de Buenos Aires.

LA ECONOMÍA POPULAR ES NUESTRA LOLI GORRITI Periodista

os hechos ocurridos en La Salada durante las últimas semanas se repiten con algunas variaciones en la feria de San Telmo y en la calle Florida de la Ciudad de Buenos Aires. Las acciones promovidas por los gobiernos culminan con el desalojo de manteros, puesteros, artesanos, trabajadores de la vía pública. Sin embargo, no transforman la realidad que existe detrás de ese puesto considerado ilegal. EconoSur conversó con la referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP),Gabriela Olguín,presidenta de la Cooperativa El Adoquín,que nuclea a 300 artesanos de San Telmo. “Nosotros hablamos de economía popular porque, en lo esencial, es la economía surgida de los sectores populares para sobrevivir en el sistema capitalista.Decimos economía popular porque es nuestra, es de los sectores populares”, así arranca Gabriela Olguín. Aunque la definición no es cerrada,algunas características de esa economía que ella abraza tienen que ver con que el trabajador “inventa”su propio trabajo, que no debe cumplir con las rigideces del trabajo en blanco y que no hay un patrón aparente detrás de la actividad. Sin embargo, la dirigente cooperativista explica que “eso es aparente, porque siempre hay alguien a quien podemos identificar que se queda con la plusvalía,siempre hay un explotador,aunque no haya un patrón”. Olguín explica que este sector de trabajadores “necesita tener representación, luchar colectivamente y conseguir el reconocimiento por parte del Estado y ante nuestros pares de la clase trabajadora”.La CTEP es la herramienta sindical de esos trabajadores dispersos como vendedores ambulantes,manteros,agricultores familiares, trabajadores de fábricas recuperadas, los que hacen delivery,gente que hace trabajos por encargo en su casa, cartoneros. “Lo que tenemos en común con los puesteros de La Salada es que ocupamos ilegalmente un espacio público –dice Gabriela–; ser trabajador de la vía pública es ser un desplazado del sistema laboral formal, es decir, no tener horarios estrictos ni tener un salario mínimo ni gozar de vacaciones. La vía pública es el primer lugar al que recurren los desocupados”,del mismo modo que, en otros territorios, lo hacen “inmigrantes, desplazados por conflictos armados o por enfermedades, los excluidos”. La titular de El Adoquín considera que “aunque se proponga el desalojo como solución, el problema es más profundo. El fenómeno de los trabajadores de la economía popular –acota– no es un fenómeno transitorio,porque el sistema sigue arrojando gente afuera del mercado laboral. A juicio de la trabajadora,el tema

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“no se soluciona con un traslado porque nosotros nos vamos a ir y van a venir otros más, como pasó en La Salada, que en el 2012 ya había sufrido un desalojo”.En el lugar se desalojaron 10.000 puestos, lo que implica la pérdida de su trabajo a miles de personas. “Los compañeros desalojados son arrojados a más exclusión, no es que se volvieron a sus casas y se fueron a conseguir trabajo y lo consiguieron, seguramente algunos se orillaron a la marginalidad, tal vez a la prostitución, a la delincuencia, y otros se fueron a vender a otros puntos de la ciudad” resume Olguín, para quien falta “una política concreta, ya que lo que hacen no es más que una acción que obliga a miles de personas a volver a sus casas a esperar sobrevivir sin poder trabajar”. En el caso de la Feria en San Telmo, los trabajadores ya pasaron por varias etapas; según la entrevistada, algunas de ellas se complican aún más por el “acoso policial”,pero nunca se ha podido llegar a un acuerdo con el Gobierno de la Ciudad, y en la actualidad “la manera de hostigarlos es a través de denuncias judiciales que distribuye la policía en negocios y casas de vecinos para que las completen a favor del desalojo. Creemos que nos merecemos una feria mucho mejor que una feria perseguida”, expresó Gabriela Según su evaluación, el domingo es el día que todos los negocios de la calle Defensa trabajan el triple porque cada uno tiene algo diferente para ofrecerles a los miles de turistas que pasean por el histórico barrio de San Telmo. Cabe señalar que el legislador porteño y precandidato presidencial del Frente para la Victoria,Jorge Taiana,presentó un pro-

yecto de ley que reconoce y autoriza la instalación de la feria sobre la calle Defensa, además de destacar que la Cooperativa El Adoquín “se ha ganado legítimamente el reconocimiento y su derecho a trabajar sin presiones y sin situación de inestabilidad”. Por el contrario, agrega, el precandidato a jefe de Gobierno porteño Martín Losteau,a través de las redes sociales, dijo que “lo que hay que hacer es cumplir la ley.El espacio público no debe ni puede ser apropiado por otros”; la cuestión es qué sanciones será capaz de imponer contra los artesanos para que se cumpla la ley.En el mismo sentido,Gabriela Michetti hace pie con una campaña afirmando que va a desalojar a los manteros y los trata de delincuentes. La referente de CTEP reflexionó sobre las políticas desarrolladas desde 2003 y consideró que las mismas generaron “un piso de derechos que nos permitió levantarnos y reconocernos como trabajadores, si tuviéramos que estar peleando por un bolsón de comida sería más difícil. El saldo que tuvieron estos años para nosotros es que surgió la CTEP como organización”. Sobre el futuro, remarcó que “los gobiernos que vienen van a tener que tener una mirada hacia este sector. Necesitamos tal vez un Ministerio de la Economía Popular, que genere una trama de políticas que sirva para sacarnos de la exclusión. Aún somos lo que falta porque se ha avanzado muchísimo, pero muchas cosas no les llegaron a nuestros compañeros: todavía no tenemos un salario digno, no tenemos vacaciones ni ayuda escolar y la inestabilidad de nuestro trabajo nos permite tener bienestar sólo los días que se vende” n


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1º alde 26 7 abril de marzo al 2 de demayo 2015 de 2015

LUCHA DE LOS DESALOJADOS DEL CAMPO Y LA CIUDAD

CHINA QUIERE CONQUISTAR LATINOAMÉRICA MARIO OSAVA Periodista brasileño

n los próximos 10 años, China inE vertirá 250.000 millones de dólares en América latina, incluyendo algún

EZEQUIEL BARBENZA* Economista

gricultores familiares, campesinos, tenentes, colonos, pequeños productores, minifundistas... agricultura familiar; más allá del nombre, la economía rural familiar comparte mucho con la economía popular urbana. A lo largo de su existencia, el capitalismo se ha encargado de colocar al hombre en donde sus intereses lo necesiten. En la etapa en la que el desarrollo de la industria concentraba la mayor generación de riqueza, los dueños del mundo necesitaban más mano de obra barata en las fábricas y menos en el campo. A la expulsión colonial de los pueblos originarios le siguió la expulsión por parte del mercado. La lógica de acumulación de riqueza en el estado actual del capitalismo, centrada en el sector financiero y combinada con el desarrollo de una tecnología funcional a la misma, atraviesa a todos los sectores de la producción y en cada uno de ellos expulsa mano de obra al considerarla un costo más de producción. El capitalismo primero despoja al hombre de su tierra, de productor lo convierte en empleado urbano o rural; luego lo despoja de ese mismo empleo, dejándolo fuera del sistema económico dominante. Desde el punto de vista económico, la misma lógica atraviesa a los distintos sectores de la producción: concentración de la propiedad sobre el recurso natural o los insumos, concentración del procesamiento industrial, y apropiación de los canales de comercialización, de ese modo presiona tanto al productor como al consumidor. La economía popular, nacida como consecuencia de este sistema, comparte muchas características que se ven tanto en la economía urbana como en la rural. Por un lado, los grandes grupos concentrados del agronegocio intentan avanzar en la concentración de la tierra, factor principal de produc-

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ción y generadora de recursos naturales. Los desalojos de productores familiares en toda la región responden a la voluntad de los dueños de los recursos concentrados y se repiten en otros sectores. En las ciudades, el uso del espacio público también contrapone los intereses de puesteros y artesanos, para quienes la calle es el lugar de trabajo, y los de grupos económicos que quieren concentrar parte de la riqueza ahí generada y avanzan mediante expulsiones y desalojos. Otra de las características de esta economía popular es que el trabajador inventa o diversifica su propio trabajo; ante el cierre de fábricas, empresas, industrias, muchos hombres y mujeres comienzan a recolectar papel, vidrio o plástico para reciclar; otros acumulan distintos trabajos para lograr un ingreso mínimo de subsistencia. A falta de una estructura adecuada, la producción agrícola familiar muchas veces deja de ser rentable, por lo que un productor porcino debe producir además ladrillos o una desarrollar una huerta para generar un ingreso mínimo. Fábricas recuperadas, artesanos, cooperativas de trabajo de los distintos sectores de la producción y la agricultura familiar tam-

bién tienen en común la inexistencia física o formal de un patrón o un jefe. Sin embargo, en cada uno de los casos existe alguien que limita o hasta frena la producción y la comercialización de cada uno de ellos. Los trabajadores de la vía pública deben luchar permanentemente contra organizaciones de dueños de negocios que quieren acaparar la renta. El productor familiar, contra las grandes empresas que le venden los insumos a precios muy elevados, y en muchos casos le compran la mercadería a precios muy bajos, reduciendo al mínimo la renta del productor.Asimismo, las relaciones financieras también marcan a esta economía: en general, ningún trabajador de la economía popular es sujeto de crédito alguno (ni para producción, ni para vivienda). Finalmente, la invisibilización atraviesa a todos los sectores de la economía popular. La falta de una institucionalidad que represente y visualice al sector es parcialmente compensada en algunos casos. La lucha de las organizaciones y la voluntad política de este gobierno han creado la Secretaría de Agricultura Familiar. Sin embargo, un Ministerio de la Economía Popular atendería directamente las necesidades de todo el sector. Del mismo modo, es deseable la existencia de estadísticas que ayuden a caracterizar a los actores de la economía popular. Algunos registros existentes van en ese sentido, como el Registro de Efectores Sociales o el Registro de Núcleos de la Agricultura Familiar. Pero un Registro Nacional de la Economía Popular otorgaría una herramienta fundamental para el desarrollo de políticas para el sector. Por eso, más allá de matices, tanto en la ciudad como en el campo, es necesario reconocer una economía centrada en el hombre y no en la rentabilidad, reconocer a la economía popular. *Director de Registro y Monotributo Agropecuario del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.

proyecto excepcional,como el canal interoceánico de Nicaragua, que competirá con el de Panamá y que se estima costará 40.000 millones de dólares,cuatro veces su producto interno bruto,aun cuando la prioridad está puesta en los recursos naturales de la región Varios países latinoamericanos en dificultades financieras han recurrido últimamente a esa especie de ventanilla crediticia de última instancia. Argentina y Venezuela, por ejemplo, sin mayor acceso a créditos internacionales, obtuvieron préstamos abultados de bancos chinos. En la lógica china, no tiene sentido quitar capacidad de endeudamiento a países de gran producción agrícola o que poseen sobradas materias primas, especialmente hidrocarburos. Pero América latina no ha sido un destino prioritario, ya que sólo 4,1% de esas inversiones se destinaron a la región, según la Cepal. Pero lo será en los próximos 10 años, en que China invertirá 250.000 millones de dólares en la región,anunció el presidente Xi Jinping, en enero en Beijing, durante el primer Foro Ministerial entre China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Buena parte del capital ya aplicado es petrolero. Compañías estatales chinas del sector ya están presentes en la extracción de hidrocarburos en Argentina, Brasil, Ecuador, Perú y Venezuela. Pero el incremento más espectacular en las relaciones China-América latina ocurrió en el comercio, que se multiplicó por 22 en los 13 primeros años del siglo. El intercambio sumó 275.000 millones de dólares en 2013. Y prácticamente se duplicará al finalizar esta década, pronosticó Xi. De 2005 a 2014, esos créditos sumaron 119.000 millones de dólares.De ese total, casi la mitad, 56.300 millones de dólares, se concedió a Venezuela, dueña de las mayores reservas de petróleo del mundo. Le siguen Brasil y Argentina, grandes exportadores de soja, con 22.000 y 19.000 millones de dólares,respectivamente. México, segunda mayor economía latinoamericana, quedó en sexto lugar en la preferencia de los bancos estatales chinos,con 2.400 millones de dólares, menos de un cuarto de lo que recibió Ecuador (10.800 millones de dólares) y superado incluso por Las Bahamas (2.900 millones) å


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ENTREVISTA

26 de abril al 2 de mayo de 2015

JOSÉ FÉLIX RIVAS ALVARADO. EMBAJADOR DE VENEZUELA EN EL MERCOSUR

INTEGRACIÓN TAMBIÉN ES SOBERANÍA A. A. Miradas al Sur

epresentantes de entidades empresariales y laborales de la Argentina hicieron llegar –en un acto celebrado el lunes 20 de abril en la sede del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop)– su plena solidaridad y compromiso de firme apoyo a Venezuela ante la indignante orden ejecutiva de Washington, declarando a este país como “amenaza a la seguridad nacional de EE.UU”.Miradas al Sur entrevistó al Dr. José Félix Rivas Alvarado, embajador venezolano ante el Mercosur y la Aladi. –Se habla mucho de independencia y de soberanía. –Independencia y soberanía van de la mano con desarrollo nacional e integración. Este es un acto promovido y organizado por actores que decidieron unir voluntades para reafirmar estas dos palabras fundamentales, que la arremetida neoliberal de finales de siglo había querido convertirlas en fósiles, en referencias vaciadas de contenidos. Toda agresión e injerencia contra la independencia y la soberanía de nuestras naciones no debe desvincularse de una estrategia para continuar imponiendo esa terrible negación histórica al derecho de que nuestros pueblos sean los que conduzcan sus políticas económicas, sus políticas productivas. No se puede defender el derecho a la autodeterminación de los pueblos si no se defiende el derecho al desarrollo y a la integración. Al comienzo de este siglo XXI,los poderes mundiales tuvieron en América de Sur un muro de resistencia contra el avance del neoliberalismo. Eran los tiempos cuando Chávez, Kirchner y Lula demostraron que la unión entre estos gobiernos progresistas generaba una fuerza que podía vencer la hegemonía unipolar.En 2005, se le produjo una derrota histórica en Mar del Plata, cuando se detuvo al ALCA. Evidente, ellos no nos perdonan esa derrota, que significó detener una iniciativa anexionista a escala continental promovida por la nación capitalista más poderosa del mundo. En los diez últimos años América latina y el Caribe decidieron un camino que iba a contracorriente del guión dominante. Se reposicionó la necesidad y el derecho a la integración, una que no nos desintegre, integral, una que nos convierta en un polo de poder regional, una integración que vaya de la mano con la superación del subdesarrollo y la dependencia. –¿Este es un asunto sólo de Venezuela? –No debe quedar duda que esta arremetida contra América latina, contra Venezuela,contra Argentina, contra Brasil, va acompañada de la vieja estrategia de promover los tratados de libre comercio, de resucitar el ALCA por otros mecanismos,más eufemísticos. Estamos en presencia no sólo de un nuevo ciclo de injerencia, sino de una amenaza grave a

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la integración latinoamericana y caribeña. Y eso es así porque la integración regional condujo a un concepto más sólido: la unión latinoamericana, donde la solidaridad y la inclusión predominan como principal valor. Aprendimos a defendernos en bloque y demostrar que es posible la unión de la diversidad. Estamos seguros, éste no es un asunto sólo de Venezuela. –La integración ¿es un asunto sólo de los gobiernos? –No podemos negar que los gobiernos han tenido y tienen un papel fundamental en este proceso que redimensionó al Mercosur, creó el ALBA y forjó algo más complejo como la Celac. Sin embargo, no se debe ignorar el papel y la participación que han tenido los movimientos sociales y las organizaciones populares en la promoción de las ideas y las acciones de la integración. Debemos mantener en nuestra memoria que las cumbres tenían a la par grandes concentraciones de organizaciones populares que tomaban para sí las banderas de la unidad latinoamericana.La integración es fundamentalmente la integración de los pueblos. No es un asunto sólo de los gobiernos y de las burocracias nacionales y multilaterales, sino que involucra a los actores principales que la impulsan y ponen sus esperanzas en ella: a los trabajadores, a los productores y a todos los habitantes de los territorios involucrados. No podemos hablar en términos abstractos de integración y desarrollo si no consideramos a los productores, a los trabajadores y a los empresarios. Las estructuras productivas en nuestros países responden a la realidad del capitalismo dependiente, periférico y subdesarrollado. Es un dilema, especialmente en Venezuela, superar el obstáculo que implica que los empresarios nacionales dejaron de serlo y se plegaran a los in-

tereses transnacionales. El neoliberalismo fue muy inteligente al vender la idea de que era rentable sustituir la noción de patria y de nación por la de mercados. –Se creó un imaginario de que integración es sólo comercio. –Una de las trampas ideológicas que utilizó el neoliberalismo para desdibujar la perspectiva nacional, fue la idea de que el comercio era desarrollo y que la integración era integración comercial. Pero esa ha sido otra lección de estos últimos años, que lo productivo es fundamental para la integración. Es, ante todo, integración productiva. El libre comercio está demostrando que tiene una capacidad letal para desmontar los aparatos productivos y convertir los estados en coto de caza de la delincuencia organizada y del capital financiero. La superación de las asimetrías es fundamentalmente la superación de esa visión reduccionista e interesada de la integración comercial,para centrar la atención en la integración productiva. Esta es otra lección: la idea de la integración productiva fue ganando espacio en los discursos. Promover una nueva matriz productiva no es sólo una estrategia nacional sino que lleva a una estrategia regional y, por tanto le da impulso y sentido a la integración. Se trata entonces de que el derecho a la autodeterminación, la lucha contra la dependencia, implica proyectos conjuntos de producción de alimentos; proyectos de que hagan po-

sible que la región produzca medicamentos genéricos,alimentos,equipos y maquinarias, tecnologías, conocimiento. Debemos defender el legado reciente de las experiencias de nuestros procesos políticos y de la integración, y uno de ellos ha sido la defensa de nuestros recursos naturales y del manejo soberano de los mismos es una de las lecciones más importantes en este andar. La canalización de la renta proveniente del manejo soberano de los recursos naturales hacia los sectores populares es una de los rasgos más resaltantes del período en referencia, –Usted sostiene que el desarrollo y la integración deben ser integrales. –Otra de las lecciones es la concepción integral de lo que significa la integración: la insistencia en la superación de las asimetrías, la integración productiva y el protagonismos de lo social, la defensa de los derechos humanos, de nuestras culturas. La integración requiere de la construcción de una nueva arquitectura económica regional.El cambio de matriz productiva, la inversión en infraestructura y en proyectos socioproductivos requiere evadir el cerco que nos han tendido tanto el capital financiero especulativo y como la planificación de las empresas transnacionales. Es necesario que en las agendas de los actores involucrados se reposicionen ideas que nacieron de esta época, la creación de instrumentos de financiamiento del desarrollo

“No se puede defender el derecho a la autodeterminación y la soberanía de los pueblos si no se defiende el derecho al desarrollo y a la integración.”

–como el Banco del Sur–, la utilización de monedas nacionales, el fortalecimiento de los mecanismos de pagos a través de la cooperación, la reducción de la fuga de excedentes a través del fortalecimiento de los mecanismos de control de capitales. Todo esto en una coyuntura potencialmente peligrosa para la región, donde cambios de la economía mundial pueden crear desequilibrios en las balanzas de pagos en los países que conduzcan a salidas que pondrían en riesgo la integración. Estamos enfrentando una arremetida contra la unidad latinoamericana y especialmente contra los avances y logros que generaron los gobiernos y los pueblos en la integración. Los partidarios de mantener nuestras sociedades y nuestras economías en una relación subordinada, se reorganizaron, vistieron de otro ropaje sus propuestas de libre comercio. Está en marcha una contrarrevolución conservadora contra los logros alcanzados en nuestro sur; se reactivan propuestas de desarrollo favorables al libre comercio.Los sectores más reaccionarios se disfrazan de abanderados de la defensa de los derechos humanos y la democracia. Suponen, cínicamente, que los pueblos sufren de una gran pérdida de memoria,para que no relacionen la complicidad que –en el pasado– estos poderes fácticos tuvieron con la violación de los derechos humanos y la promoción de dictaduras, o la más reciente práctica de promover “golpes suaves”... Ese proceso de producción de amnesia colectiva cuenta con el inmenso poder que tienen los medios de comunicación corporativos para producir mentiras, confundir y manipular privatizando la opinión pública. La estructura de la desigualdad la mantienen no sólo el capital financiero,las instituciones financieras internacionales, o el complejo industrial-militar,sino que tienen un puntal fundamental en las grandes cadenas privadas de comunicación, las que se atribuyen el poder de determinar cuál gobierno es bueno y cuál es malo, de acuerdo a los intereses del capital que ellos defienden. Pero tenemos reservas históricas, morales y sabiduría no sólo para resistir sino también para pasar a la ofensiva, retomando las ideas de integración integradora, proponiendo ideas frescas y propuestas posibles. Por eso es necesario defender la autodeterminación de los pueblos, la independencia y la soberanía, defendiendo el derecho a desarrollarnos, a unirnos como patria grande, a producir lo que necesitamos comer, a producir lo que necesitamos para mejorar las condiciones de salud de nuestros pueblos, para fortalecer nuestras economías disminuyendo la dependencia; el derecho a manejar nuestros recursos naturales, el derecho a construir carreteras, vías férreas, puertos y ciudades que beneficien a nuestros pueblos, y que no fortalezcan las venas abiertas n


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