ArquitecturaViva
Número 125
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Biotensegridad, un nuevo paradigma Darwinismo y Futurismo, dos aniversarios Ai Weiwei, Fischli & Weiss Casas de animales Arthur Erickson, 1924-2009
Naturaleza artificial Doce obras orgánicas de inspiración vegetal
Espiral reservada Aseo público en Lady Bird Lake, Austin, Texas (EEUU)
Miró y Rivera La senda peatonal y ciclista del lago Lady Bird acompaña el cauce del río Colorado a su paso por el centro de Austin. El parque, muy frecuentado por corredores y ciclistas, proporciona a los usuarios un paisaje campestre en un entorno muy urbano. Este aseo público, el primero construido en el recorrido desde hace treinta años, se concibió como una escultura en medio del parque, un objeto dinámico situado junto a la senda principal. El programa consiste en una cabina cubierta a la que se añade en el exterior una fuente para beber y una ducha. Cuarenta y nueve planchas de acero cortén de dos centímetros de espesor y diferentes anchos y alturas —variando entre 30 Equipamiento necesario junto a un sendero para los deportistas que bordean el lago, el aseo se integra con mínimo impacto visual gracias a sus piezas irregulares en acero cortén.
Obra: Aseo público en Lady Bird Lake, Austin, Texas (Estados Unidos). Cliente: Parks and Recreation Department y The Trail Foundation. Arquitectos: Juan Miró y Miguel Rivera. Colaboradores: Aaron Hunt, Carina Coel, Clayton Fry. Fotos: Paul Finkel, Paul Bardagjy (p. 70 abajo).
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centímetros de ancho por 45 de altura y 60 centímetros de ancho por 4 metros de alto— se hincan en el suelo. Las planchas de acero, ancladas en una zapata corrida, están dispuestas en planta formando una curva que se enrosca sobre sí misma para formar el aseo. Los paneles se intercalan para garantizar la privacidad de los usuarios, permitiendo a su vez la entrada de luz y ventilación naturales. El aseo es accesible a personas con movilidad reducida. El mantenimiento requerido es mínimo: los aparatos sanitarios son de acero inoxidable antivandálico, la cabina no tiene iluminación ni ventilación artificiales, y los paneles irán oxidándose lentamente con el paso del tiempo.
La idea de situar en el parque una escultura que además albergase una cabina de aseo se materializó en forma de una espiral de planchas sueltas en acero cortén, de diversos anchos y
alturas. Las piezas se hincan en el suelo y la cabina no requiere iluminación ni ventilación artificiales. La instalación, de mínimo mantenimiento, acaba creando paisaje.
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