Revista Mi Valedor núm. 18, "Transdiccionario"

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transdiccionario VOL.

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18

Trans   Del latín.   1. pref. Significa 'al otro lado de' o 'a través de'.   Ej.: Véanse dentro del ejemplar.



Manifiesto Mi Valedor

N UE ST R O M O D E L O

COMPRAs, AYUDAS Y EMPLEAS Al adquirir esta revista le estás dando empleo a una persona que vive en situación de calle o exclusión social, que desea mejorar su calidad de vida.

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Somos un tejido vivo, bajo el concepto de ciudad. Creemos en la inclusión. Creemos en el trabajo colectivo. No seguimos el modelo asistencialista. Creemos en una solución a largo plazo que trabaje el problema desde la raíz. Somos una herramienta de sobrevivencia; para ellos y para nosotras mismas. Nos asombran las pequeñas cosas. Detestamos esos ángulos estúpidos que nos dividen. No es cuestión de levantar al otro, es cuestión de levantarnos juntos. Comprendemos que ayudar es ayudarnos.

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Los valedores compran cada ejemplar a $5 y lo venden a $20, obteniendo así un ingreso constante y legítimo. Participan de forma activa en la generación del contenido de cada número y se capacitan continuamente para desarrollarse como microempresarios.

La ciudad se encharca, y no queremos hundirnos entre tanta vida que demanda reconocimiento y sentido, ser escuchada y tocada. Ya no queremos encontrar culpables, queremos soluciones. Somos el problema y la solución.

INSP PRESENTA: Street Sheet / San Francisco, California, EE.UU. Street Sheet fue fundado en 1989 para ofrecer una voz a los activistas que luchaban por los derechos de la creciente densidad de poblaciones callejeras en la ciudad. Por casi tres décadas ha sido un medio de expresión para escritores, poetas, artistas y fotógrafos sin techo que comparten sus experiencias vividas en albergues y en la calle. La publicación es distribuida por 250 vendedores en situación de calle. Mucho del contenido editorial es creado por los

mismos vendedores y habla principalmente sobre la pobreza y la falta de oportunidades. Street Sheet ha publicado diversos números temáticos, entre ellos ‘The Queer Issue’ elaborado por la comunidad lgbtq que vende la revista y experimenta la vida en calle. www.streetsheet.org streetsheetsf TheCoalitionSF coalitiononhomelessness

Pertenecemos a la Red Internacional de Periódicos y Revistas Callejeras, presente en 35 países y 114 ciudades del mundo. MV La esquina de Mi Valedor, Vol. 18, es una publicación bimensual editada, publicada y distribuida por Mi Valedor Mx S.A. de C.V., Bucareli 69, Col. Juárez, Delegación Cuauhtémoc, C.P. 06600. Editor responsable: María Portilla Acevedo. Reserva de Derecho al Uso Exclusivo No. 04-2016-081915210600-102 otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Licitud de Contenido No. 16796, tramitado ante la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa por Impresora ACO, Nezahualpilli 144, colonia Juárez Pantitlán, Cd. Nezahualcóyotl, Estado de México, C.P. 57460. Este número se terminó de imprimir el 28 de mayo de 2018, con un tiraje de 4,000 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización por escrito del editor.


MI VALEDOR:

CARTA ED I T O R I A L

DIRECCIÓN Y EDICIÓN

María Portilla COORDINACIÓN DE FOTOGRAFÍA Y GESTIÓN SOCIAL

Delphine Tomes COORDINACIÓN DE TEXTOS, COMUNICACIÓN Y VENTAS

Paula García DISEÑO EDITORIAL

Jorge Garnica CORRECCIÓN DE ESTILO

Última Sílaba Comunicación ASESORÍA LEGAL

Bissu Abogados VALEDORES EDITORIALES

Christian Cañibe Héctor Montes de Oca Elena García Luis Errasti Jorge Pedro Uribe Miguel Escamilla Paula Laverde COLABORADORES

Alexia Zúñiga Ana Portilla Andrés Vargas “Ruzo” Arturo García Benedicte Desrus Emmanuel Peña Gabo Pozos Heriberto Paredes Coronel Jorge Garnica Jorge Pedro Uribe Llamas Julián Woodside Juan Ponce Karen Villeda Laura Martínez Atilano Lenny López Círigo Magaly Olivera Marcolino Charrez María del Sol Mil Mena Mauricio Muratalla Miguel Escamilla Orlando Lupercio Paloma Corcuera Román Olayo Santiago Solís Sergio Grande Sonia Madrigal

México es el segundo país con más crímenes de odio hacia la comunidad lgbt+. Esto, aunado a todos los crímenes que suceden a diario y quedan impunes, es desolador. Es momento de despertar, de tomar conciencia de una vez por todas de lo que sucede en México. Aceptemos que a pesar de la tecnología y el acceso a la información, seguimos siendo en gran medida una sociedad controlada, mental y emocionalmente, incluso a través de las redes sociales y la ilusoria libertad que nos ofrecen. Tomemos responsabilidad total de lo que consumimos, escuchamos, leemos, publicamos… Si luchamos por actuar desde un lugar de conciencia, podremos hacer política desde nuestra trinchera, logrando pequeños actos de revolución, tomando el riesgo de transgredir cuando sea necesario, reinventando las maneras de protestar, acabando con las fronteras de apatía que fracturan los barrios de nuestra ciudad. Así daremos vida a espacios de libertad, donde hablemos el mismo lenguaje y entablemos diálogos de crecimiento.… Solamente con la unión podremos trascender como sociedad. Apoyemos a las comunidades menos visibles que demandan reconocimiento como cualquier ser humano, quitémonos los goggles del conformismo. Rechacemos la represión y demandemos transparencia. Dejemos de actuar con la mente limitada por conceptos impuestos. Abolamos los géneros. Hagamos la transición desde el amor, la aceptación. Asumámonos como diferentes y abracemos a nuestro México. Salgamos todos de este enorme clóset, María

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ÍNDICE

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UN C U E N T O

Alberione era la envidia de las chicharras del Árbol Metropolitano. Sus padres eran plebeyos, pero él había nacido con el don de la inteligencia y la voluntad. Estudió sin descanso las sinfonías más bellas de la Dinastía de la Concha Negra. Las tocaba tan bien que el Gran Chicharrón, descendiente directo del fundador de la dinastía, lo nombró sacerdote musical. Las chicharras no nacen sabiendo las canciones que cantan. Los maestros les enseñan cada nota, cada compás. Cuando las chicharras están listas para cantar, se unen a la misma canción y la cantan al unísono. Alberione era maestro de música, pero era tan talentoso que pronto lo nombraron inspector musical. Su trabajo consistía en visitar las escuelas y supervisar que los maestros enseñaran bien las canciones de la Dinastía de la Concha Negra. Las chicharras estaban muy orgullosas de su tradición, una tradición rica y con un gran repertorio. Les recordaban que eran canciones que Dios le había enseñado al fundador de la Dinastía. Cantaban para amar a Dios con la misma música que Dios les había regalado. Alberione era exigente. Regañaba a los maestros que se atrevían a enseñar canciones raras, disonantes. Si esos maestros volvían a rebelarse, los reportaba a la Oficina de la Doctrina Musical para que fueran despedidos. El Gran Chicharrón apreció su celo y lo convirtió en gobernador del Árbol Chiquito, un árbol alejado y medio podrido, pero ideal para foguearse en asuntos de gobierno. Alberione vio por primera vez que no todo era coser y cantar. En Árbol Chiquito las chicharras grandes robaban y mataban a las chicharras débiles. Alberione, con discreción y silencio, les pedía clemencia a los asesinos y les ofrecía deliciosas hojas de otros árboles a cambio de que dejaran de matar. Iba contra las reglas de la justicia, pero así evitaba el sufrimiento. Por primera vez, Alberione se salió del guión, pero eso sí: ¡que nadie se atreviera a cantar canciones con tonadas distintas, porque Alberione los mandaba al destierro! En Árbol Adentro, un árbol alejado de la metrópoli, había estallado una rebelión. Los Finui, una familia

LA CANCIÓN 6 Texto Emiliano Ruiz Parra • Ilustración Jorge Garnica


U N CUENTO

de chicharras muy antigua, anterior a la Dinastía de la Concha Negra, se había negado a cantar las canciones del resto del bosque. Las noticias reportaban que el Gobernador Capulín, de Árbol Adentro, había cometido un acto de traición y, en secreto, cantaba con los Finui. El Gran Chicharrón envió a Alberione a apagar la rebelión. Le otorgó plenos poderes para encerrar, desterrar o incluso enterrar a los líderes rebeldes. Le dijo: “Si confirmas que el Gobernador Capulín está cantando con los alzados, córtale las alas”. Los Finui habían inventado una nueva tonada. Muy diferente. Ellos decían que era una tonada ancestral, anterior incluso a Dios. “¡Qué herejía!”, pensó Alberione. Debía ser música de salvajes o de caníbales. Apenas llegó a Árbol Adentro, se dio cuenta de que debía ser cauto. No podía darse el lujo de aplastar a los rebeldes. Se disfrazó de chicharra común y corriente, y se metió a las cantinas, a las fondas, a los túneles donde los Finui conversaban en voz baja. Se enteró de que desde hace muchos años a los Finui les cortaban las patas. Los condenaban al silencio para que no pudieran cantar. De cada cien Finui que había en Árbol Adentro antes de la llegada de la Dinastía de la Concha Negra, ahora, si acaso, quedaban catorce. Porque las chicharras cantan por cantar, pero también para hacer el amor, juntarse, aparearse y reproducirse. Alberione, como otros comisarios, ya había olvidado que la música servía para amar y no solo para alabar a Dios. Se dio cuenta de que la Dinastía de la Concha Negra pretendía, poco a poco, exterminar a los Finui. Vestido con harapos en una de sus incursiones a una cantina, Alberione conoció a Limón, un joven chicharra del Árbol Metropolitano que había viajado hasta Árbol Adentro para unirse a la melodía de los Finui. Alberione sabía reconocer la belleza, ¡a eso se dedicaba!, pero por primera vez sintió la belleza del otro, de su voz, de su canto. La belleza se convirtió en necesidad. Sintió deseo. Y sintió también asco de sí mismo. Él, que tanto había preservado la tradición, que había entendido a la música como una ofrenda a Dios que no se contaminaba con la suciedad del deseo,

ahora se descubría deseando a Limón. Platicaron toda la noche y, antes del amanecer, Alberione le reveló su identidad y le pidió que le enseñara el canto Finui. Alberione llamó a Capulín, el gobernador rebelde de Árbol Adentro, juntó a decenas de Finui y una mañana los invitó a cantar a coro con él. Había aprendido su canto, un canto tan extraño y bello que nunca terminó de entender, pero que sí aprendió a cantar. Cantaron tan fuerte que su canción rebelde se oyó hasta el Árbol Metropolitano y llegó a oídos del Gran Chicharrón. Clarito, bien clarito, oyó la voz de Alberione: “Llegué a Árbol Adentro siendo un cazador y ahora soy uno más de los perseguidos”. Indignado, el Gran Chicharrón lo mandó llamar. Alberione quiso convencerlo de que en el bosque podrían convivir más melodías y no solo una, que las canciones Finui enriquecían el repertorio de la Dinastía de la Concha Negra y que debía acabar el exterminio contra esa población. El Gran Chicharrón fingió escucharlo. Incluso soltó algunas lágrimas cuando le contó los agravios a ese pueblo. El Gran Chicharrón le prometió que lo arreglaría. Pero apenas cruzó la puerta para irse, el Gran Chicharrón pidió pluma y papel y firmó el acta de destierro de Alberione. Lo mandó como barrendero a Árbol Distante, un árbol alejado y frío, tan alejado que las chicharras de ahí presumen ser las más puras descendientes de la Dinastía de la Concha Negra, y cantar las canciones tal como las cantaba el fundador. Ahí, cada mañana, Alberione entona un canto Finui. Y, cada noche, afina su canto con Limón, que lo siguió hasta el fin del mundo.

Emiliano Ruiz Parra Nació en 1982. Es autor de Ovejas negras (2012), Los hijos de la ira (2015) y Obra negra (2017). Fue galardonado con el Premio Nacional de Crónica Joven 2016.

DE ALBERIONE 7


8 Fotos Arturo García / Colonia Vicente Villada, Ciudad Nezahualcóyotl • Sonia Madrigal / Santa Martha Acatitla

Del planeta Cybertron. La designación "Transformer" se deriva de la capacidad que poseen   ciertos robots para transformarse en formas alternativas, por lo general en vehículos.   Ej.: Ciudad Neza está invadido por transformers.

Transformer


Fotos Romรกn Olayo / Rey Neza, Ciudad Nezahualcรณyotl โ ข Sonia Madrigal / Colonia Esperanza, Ciudad Nezahualcรณyotl

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Transmisor, ra   Del lat. tardío transmissor, -oris.   1. adj. Que transmite o puede transmitir. U. t. c. s.   3. m. Aparato telegráfico o telefónico que sirve para producir las   corrientes,  o las ondas hertzianas, que han de actuar en el receptor.   Ej.: Puede que falte comida en la mesa, pero jamás un transmisor.

Serie fotográfica superior Francisco González valedor desde octubre 2015 / Colonia Centro Poniente

10 • Delphine Tomes / Colonia Narvarte Poniente / Colonia Doctores


Serie fotográfica inferior Francisco González valedor desde octubre 2015 / Colonia Centro Poniente • Delphine Tomes / Colonia Centro Norte • Erin Lee / Colonia Tlatelolco

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12 Foto Romรกn Olayo / Colonia Virgencitas, Ciudad Nezahualcรณyotl


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Del lat. transitus.   1. m. Acción de transitar.   2. m. Actividad de personas y vehículos que pasan por una calle, una carretera, etc.   3. m. Paso (lugar para pasar de una parte a otra).   Ej.: El transitar de la imaginación nos acerca a otras realidades.

Tránsito


HECHO POR VALEDORES TRANSICIONES

Los valedores expresan a través de imágenes su propia transformación luego de incorporarse a Mi Valedor.

Francisco González

Isaías Vázquez

Para Mi Valedor es fundamental que nuestros vendedores sean parte del proyecto, es por eso que impulsamos su participación en el contenido escrito e ilustrado. Así que cada semana impartimos talleres en donde desarrollan su creatividad y autoexpresión. ¿Quieres dar uno? Más información acá mero: mivaledor.com/talleres 14


Semanalmente los valedores y valedoras trabajan distintas áreas de su desarrollo personal mediante talleres creativos. Este es el resultado de un taller de creatividad visual en el que intervinieron diversos objetos, transformándolos y dándoles una nueva vida.

Camaxtli Ortiz

Erasmo Navarrete

Christopher Domínguez

José Santillán

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Translucir   Del latín. translucere, 'ser diáfano', 'reflejar'.   Que deja atravesar la luz.   Ej.: No fue por chismoso, estaba translúcido.

16 Serie fotográfica superior Delphine Tomes / Colonias varias


Serie fotogrรกfica inferior Camaxtli Ortiz valedor desde agosto 2015 โ ข Delphine Tomes / Colonias varias

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18 Foto Delphine Tomes / Colonia Narvarte Poniente, 2017


Transcendental   De transcendente.   1. Que es de mucha importancia o gravedad por sus probables consecuencias.   Ej.: El 19 de septiembre es una fecha transcendental para los mexicanos.

Foto Bob Schalkwijk / Multifamiliares Juárez, Colonia Roma Sur, 1985

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DO CU M E N T A L

Tierra de todo menos de miedo

Transfeminicidio, querido lector y lectora. Conozca este término y sepa que en México se cometen día con día. Esta tipificación de crimen hasta hace unos años era poco conocida, no porque no sucediera, sino porque los mismos jueces consideraban a las víctimas hombres vestidos de mujer. Sin embargo, y pese a las adversidades, el panorama empieza a cambiar y, tal vez, solo tal vez, al inicio de este cambio podamos ponerle como fecha el 30 de septiembre de 2016. En este día Paola Ledezma, una trabajadora sexual trans de 22 años, fue asesinada luego de que un cliente pidiera un servicio y después le disparara en el interior de su coche. Otro asesinato más que, seguramente, quedaría impune. La diferencia estuvo en que entre las compañeras de Paola había una mujer que no iba a quedarse cruzada de brazos. Esa mujer era Kenya Cuevas.

20 Texto Lenny López Círigo

“Yo tengo 35 años siendo una mujer trans y he visto cómo nos matan. Desde hace 35 años he sido víctima de violencia y estoy cansada”, dice Kenya con voz firme y mirada penetrante. No obstante, la convicción que hoy transmite no es la misma que tenía cuando inició su camino en busca de justicia por su compañera. “Estaba muy mal. Les platico luego a las personas que flotaba, que no estaba en este mundo, que era como un sueño. Como que todo estaba nublado. Yo escuchaba a la gente y a todo decía que sí. Mi cabeza daba vueltas, y pensaba qué voy a hacer con mi vida”, recuerda Kenya, moviendo las manos tratando de trazar en el aire lo que sentía. Aun así, flotando, Kenya se rehusó a que este crimen quedara impune y fue esta decisión la que cambió su vida por completo. “En el proceso me quedé sin trabajo. Ya no tenía la oportunidad de ir al trabajo sexual, ya no podía hacer mi activismo como promotora en prevención del vih, que era lo que más me pesaba, y me quedé sin nada. Sin dinero, con toda la bronca del funeral. Los medios encima de mí. Era una locura... Y ahí entendí lo que es ser una defensora de los derechos humanos. Que no solo es ponerse la etiqueta, sino que hay que tener mucho valor y mucha tolerancia a la frustración”, explica Kenya. De los retos más difíciles con los que ella se ha enfrentado ha sido la omisión de la procuraduría y un sistema de justicia ineficiente, y tener que enterrar a sus compañeras para darles dignidad después de muertas. Actualmente el proceso para ejecutar la orden de aprehensión del asesino de Paola sigue y, a pesar de que puede durar años, Kenya no piensa quitar el dedo del renglón: “Yo quiero dejar en claro que quiero justicia porque es un caso en que se tenían todas las herramientas para poderlo procesar, pero no lo hicieron por el simple hecho de que éramos trabajadoras sexuales, mujeres trans, y pensaron que no íbamos a tener un impacto. Pero el impacto nos lo fuimos haciendo nosotras”. A pesar de la negligencia de las autoridades y la intervención de grupos como El Frente Nacional por


D O C UMENTAL

la Familia, Kenya ha encontrado mucho apoyo por parte de instancias gubernamentales y organizaciones tanto nacionales como extranjeras. “A las mujeres trans nos conocen a partir del caso de Paola. Sí sabían que existíamos, pero no sabían que éramos una comunidad tan grande. Hicimos historia en la comunidad: historia para las mujeres trans, historia para México e historia para todas las instituciones”, dice Kenya con una sonrisa de satisfacción en el rostro. Este año Kenya estableció la organización Casa de las Muñecas Tiresias, y está próxima a abrir el primer albergue para mujeres trans en la Colonia Guerrero. Este espacio busca tener un programa integral con cambios de comportamiento a corto, mediano y largo plazo para una vida independiente y de calidad. “Todo ha cambiado: mi perspectiva de vida, mi imagen, mi forma de pensar, mi manera de ver a las

compañeras... Yo antes lo hacía porque me gustaba ayudar, pero no tenía esa necesidad o esa obligación de hacerlo; ahora me siento con una obligación”, concluye Kenya al rememorar todo lo que ha vivido, pronunciando cada palabra con precisión. A casi dos años de aquel 30 de septiembre, Kenya camina enérgica y feliz. En su sonrisa se ve la plenitud de quien se sabe dueña de sí misma. Después de flotar por un tiempo, finalmente ha aterrizado y, con los pies bien plantados, continúa el camino que ha decidido recorrer: el de una defensora de los derechos humanos. “Vengo con todo, menos con miedo”.

Lenny López Círigo Corazón oaxaqueño, espíritu chilango. Futuro comunicólogo y presidente del colectivo lgbt de la Ibero. Amante de la cumbia, el reggaetón y la Guelaguetza.

Fotos Heriberto Paredes Coronel / Colonia Xoco

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F OT OT E X T O

rosa mexicanito Lo más transgresor que está haciendo este niño es pensar en su madre. Balanceo. Los ojos índigo y lince se ponen nublosos {con tan solo recordar que} apenas pueden distinguir visual-verbalmente lo que se está apropiando de su cuerpo: “líneas” y no “contrapuntos”, color rosa mexicano. El recuerdo lo ciega por un instante {con tan solo recordar que él}. Es casi seguro que quiere llorar, ¿estará pensando en ella o en el cielo? Los colores primarios, secundarios, terciarios y hasta la fiereza de este rosado se yuxtaponen a la misma idea: es el matiz de cierto dólar. “Tocar el cielo con la punta de los pies”. Así es ser pequeño, es darle otro sentido a las cosas. Y si alguna vez habla, es para recordar mi infancia. Mi infancia y un carrito, ¡no!, una aeronave de caza; mi pobre padre loco, loco. No hay vuelta atrás. Escucha con atención y acuérdate de ella. Consideremos que es posible modificar su conducta si se le castiga cuando persiste en aferrarse a este carrito. O si se le premia cuando deja la conducta indeseada, que es el apego hacia Ella –aunque sea por un breve lapso de

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Texto Karen Villeda • Foto María Portilla / Barrio La Merced

tiempo, porque es casi seguro que siempre vuelva a lo mismo: a la misma. Que se le castigue, sí. Se lo merece. Eso y más. Y he aquí la obstinación de mi madre por hacer sufrir a un desgraciado de estatura promedio, ojos comunes ya desgastados por lo gris de su contaminación mental. Mandíbula de hiena. Y mirada de flanco derecho, dulce y abatido a la vez. Había algo en él que me hacía compadecerme: a) lo triste que estaba, como nunca se le había visto; o b) su teoría infalible del conocimiento sobre el amor (“Todas las historias, todas, terminan igual”); y c) la palma de mi madre en el área de su corazón, en un punto céntrico, diciendo: Solo quiero que sepas que rompiste mi corazón. De mi madre únicamente puedo recordar las manos, llenas de surcos y temblores, y saltos de y hacia él. Todas las historias, todas, terminan igual. Karen Villeda (www.poetronica.net) Ha publicado dos libros para niños: Pelambres (Pearson, 2016) y Cuadrado de cabeza. Ganadora del Premio Bellas Artes de Ensayo Literario José Revueltas 2017.


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Foto Juan Ponce / Colonia Guerrero

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Del lat. transcurrere.   Dicho generalmente sobre el paso del tiempo.   Ej.: El tiempo transcurre y cobra factura   sobre la piel, aunque uno lo intente burlar.

Transcurrir


“Logré salir de la calle y hoy tengo un cuarto donde dormir bajo techo con mi perrito Totó”. –Toño, 39 años

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JUSTICIA EN LA ERA TRANSMEDIA

AM BU L A N T E

Somos herederos de diversos momentos históricos, así como de progresos en la tecnología, que nos obligan a modificar y ampliar los formatos mediante los cuales nos comunicamos. Después de las guerras, de los sistemas políticos y económicos voraces que nos distinguen; luego de los fracasos personales y las tragedias cotidianas, ¿cómo comunicar las urgencias personales y las demandas sociales? El orden del discurso, las narrativas lineales y los formatos homogéneos han devenido insuficientes para nuestro presente convulso. Las historias del ahora demandan nuevas plataformas, y la tecnología representa una oportunidad para dejar entrever todo lo que ocurre en nuestra mente. Su simultaneidad, velocidad e interdisciplina ofrecen una válvula de escape para todos los acontecimientos que coexisten día con día. Entre las problemáticas que azotan nuestra realidad, una de las más constantes es la injusticia. Estudiantes desaparecidos, personas inocentes asesinadas y un abuso sistemático de la autoridad ante la sociedad civil han terminado por desanimarnos, provocando, en muchas ocasiones, que cuestionemos la efectividad de las denuncias y que silenciemos las voces de quienes exigen sus derechos más básicos. Sin embargo, existen nuevas formas discursivas de abordar las problemáticas en este panorama; una de ellas es la narrativa transmedia. Se considera transmedia a toda forma de producción y consumo de información mediante múltiples plataformas y canales digitales, generando una experiencia integral en el espectador. En su 13ª edición, Ambulante Gira de Documentales integró por primera vez una sección dedicada a la narrativa transmedia como parte de su programación. Bajo el nombre de Salón Transmedia, este espacio reunió una selección de proyectos transmedia de diversos países del mundo. Su curaduría se centró en el tema de la justicia y sostuvo que también es posible mirar al mundo, apropiarse de él y transformarlo desde el relato multiplataforma. Con la inclusión de esta propuesta, el festival buscó generar el diálogo entre los asistentes para que, más allá de observar cine documental en diversos lugares, los espectadores

26 Texto Magali Olivera

pudieran participar como público activo en una instalación que despertó sus sentidos y complementó desde nuevas narrativas los discursos generados en torno a la justicia en México y el mundo. El Salón Transmedia contó con propuestas que integraron juegos web, instalación, webdoc, video, realidad virtual y aumentada, entre otros formatos. Por ejemplo, se exhibió un tribunal simbólico de la guerra civil en el Congo, se relató la violencia en el Triángulo Norte de Centroamérica en realidad virtual, y se proyectó un documental live action 360° sobre el tráfico sexual en la India. La evolución discursiva y la transformación del lenguaje se encuentran en un momento lleno de vida, en el cual las narrativas transmedia tienen una amplia gama de oportunidades formales que ofrecer para expresar de manera asertiva las experiencias de nuestro tiempo, tan líquido y a la vez tan inquietante. La injusticia, así como los diversos sucesos que ocurren a diario, deben retratarse desde nuevas plataformas. El arte transmedia representa esa voz que muchos anhelamos para abarcar la dimensión total del pensamiento.

Magaly Olivera Es la editora de Ambulante. Recibió el primer lugar en el viii Concurso de Crítica Cinematográfica “Fósforo” Alfonso Reyes de ficunam. Fue editora de la sección Letras en la página web de Frente y ha colaborado en diversos medios como Tierra Adentro, Código, Pijamasurf y Mula Blanca.


S I N RODEOS

¿Alguna vez te has imaginado sentir que tu cuerpo no corresponde a lo que tú piensas y que estás atrapado en él? Si eres hombre, sentirte mujer; si eres mujer, sentirte hombre. Sin duda para algunas personas es difícil de entender, y más aún de comprender, pero para otras es una realidad que se vive cuando deciden ser congruentes y expresar su identidad de género: vestirse de hombre o de mujer y vivir todos los días con esa identidad. A estas personas se les denomina “transgénero”. La falta de comprensión sobre esta situación es lo que lleva a la sociedad a manifestar actitudes de rechazo, violencia y discriminación, lo cual afecta de manera directa a la población transgénero. Y es que, si tomamos en cuenta que nuestro país se caracteriza por las enormes inequidades económicas y de oportunidades laborales para toda la población, las condiciones se hacen más difíciles para las personas que son diferentes. Aunado a lo anterior se suma la violencia que reciben en los espacios públicos, así como la falta de acceso a los servicios básicos. Estas desigualdades generan situaciones de pobreza e indigencia, en especial porque las oportunidades y los derechos sociales les han sido negados. Si bien es cierto que existe una legislación que protege a las personas de la discriminación, también hay otra que reconoce el derecho a su identidad (Código Civil Art. 135) de acuerdo con la convicción personal e interna, tal como cualquier persona se percibe a sí misma. En nuestra Constitución, en el artículo 5°, se dice que toda persona es libre de dedicarse a ejercer cualquier profesión u oficio siempre y cuando sean lícitos. Pero la realidad es que las personas no son contratadas, en las escuelas son violentadas y en los sistemas de salud no reciben la atención médica que requieren, lo que propicia que se auto-mediquen y, con ello, las repercusiones médicas no se hacen esperar. A lo anterior se suma el rechazo

familiar y la expulsión de sus hogares a temprana edad, lo cual conlleva a que estén en condiciones de calle e indigencia. No existen estudios específicos que determinen la magnitud de la indigencia en la población transgénero. Lo que sí es evidente es el número de personas que, por falta de políticas económicas y sociales, se enfrentan diariamente con su subsistencia. En un estudio reciente realizado por alumnos de la Escuela Nacional de Trabajo Social, de la Universidad Nacional Autónoma de México, se detectó que las personas transgénero que se encuentran en las calles vivieron situaciones de abandono, rechazo y violencia en su núcleo familiar, siendo esto el principal motivo que los orilló a dejar sus hogares a temprana edad y los colocó en una situación de calle y de vulnerabilidad. Como sociedad, les negamos todo a los que son diferentes. Desafortunadamente, el panorama es desalentador, ya que esta comunidad pasa desapercibida por los gobiernos y autoridades federales y locales, lo que agrava su situación. Es por ello que se requiere atender la extrema vulnerabilidad de sus derechos. Como sociedad también se requiere un cambio de actitud que ayude a que estas personas sean tratadas con respeto y dignidad, porque debemos reconocer que todos somos seres humanos con formas de vestir, pensar y amar distintas. Más aún, no podemos negar que todos somos diferentes.

CUANDO SE TE NIEGA TODO

POR SER DIFERENTE Laura Martínez Atilano Licenciada en Trabajo Social por la unam. Perito en Trabajo Social, con 14 años en la docencia e investigación de poblaciones en condiciones de pobreza.

Texto Laura Martínez Atilano

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CR Ă“N I C A

la tranza de la (in)justicia 28 IlustraciĂłn Sergio Grande


C RÓNICA

“No es justo, papá”, se escuchó decir desde una recámara de paredes rosas en una de las colonias pirrurris del d.f. En ese instante, lo mismo se oyó en muchos otros lugares de esta ciudad. Y, si de paso contamos las veces que esto se pensó, no acabamos nunca. “Lo que no es justo es usar la palabra ‘justo’ para expresar cosas que, justamente, no tienen nada que ver con la justicia”, le dijo el papá a su hija. Ella, cerrada a recibir lecciones y sin ninguna intención de reflexionar, estaba invadida de coraje y berrinche. Porque ese es el sentimiento que causa la injusticia, ¿no? Coraje. Coraje y a veces miedo. A veces mucho miedo. Pero el papá de la niña tenía razón. No dejarla salir no era en sí una injusticia, y le importaban muy poco los sentimientos corajudos pero sin fundamentos de su niña echada a perder. Echada a perder por él y por un sistema injusto e ineficiente en el que, así como ella en unos años se encontraría compitiendo injustamente por un trabajo con el mejor amigo de su hermano que, siendo menos capaz que ella, sería contratado; del mismo modo, ella injustamente habría ido a la universidad en lugar de una niña más lista, pero sin un papá con el dinero para pagar la colegiatura. En fin, este señor del que hablamos, que tiene una idea mejor formada de lo que es la justicia que su hija y que cree usar la palabra “justo” o “injusto” solo cuando una palabra como esta amerita usarse, es un señor que está involucrado en la construcción de una ciudad dentro de esta ciudad. Tú, que trabajas para él –literalmente– construyendo esta nueva ciudad dentro de tu ciudad, ya sabes que en esta metrópoli no hay justicia. Aprendes rápido que la justicia no existe al ver cómo las autoridades te tratan a ti y cómo lo tratan a él y que, por lo tanto, “el que no tranza, no avanza”. Porque, de entrada, es una tranza que tú hayas nacido ahí donde naciste y que él haya nacido allá donde nació. O, más bien, la tranza es que eso definió todos los resultados de tu vida y de la de él. Él lo sabe, tú lo sabes. Te preguntas quiénes van en esos aviones que salen del aeropuerto nuevo, protagonista de la ciudad que construyes. Te preguntas cuánta gente cabe en ellos. Te imaginas la cabina como un vagón de metro

lleno de gente: unos parados, unos sentados, todos desconocidos, todos viajando de un lugar a otro o de regreso a casa. Siempre que vas en el metro observas a la gente mientras ellos no se dan cuenta y te imaginas sus vidas. Elaboras cuentos detallados. ¿Qué estudian, si estudian? ¿Están casados, tienen hijos? ¿Ya les rompieron el corazón? ¿Con quién trabajan? ¿Dónde trabajan? ¿De dónde vienen y a dónde van? Adivinas dónde viven y de qué sufren. Estás seguro de que sabes. Al menos sabes que sus vidas no son justas porque la vida de nadie es justa en esta ciudad. Luego te preguntas cómo se mide la justicia y sabes que se mide comparándola con la de los demás. Por ejemplo, comparando la tuya con la del señor. El papá de la niña de la que hablábamos hace rato. El dueño de la constructora para la que trabajas. Tú no lo sabes, pero esta constructora para la que trabajas es una que construye mansiones blancas y carreteras a las que les salen socavones, socavones donde mueren personas injustamente y, mientras mueren, no saben que fue una tranza lo que los mató. Tienen miedo, pero no del miedo del que hablábamos antes, del que nace de la injusticia; es otro miedo, porque ellos no saben que están en el socavón porque alguien tranzó. Tal vez ni conocen la palabra “socavón”; palabra que nosotros aprendimos a raíz de la tranza que a ellos los mató. Luego sus familiares sienten coraje, ahora sí del coraje del que hablábamos antes, porque no se castigó a nadie. ¿Ves? El que tranza, avanza. En fin, tú trabajas para esta constructora. Constructora que compitió justamente por una licitación billonaria para construir todas las calles y banquetas de esta nueva ciudad dentro de tu ciudad. Y tú, por 88.36 pesos al día, mezclas cemento y construyes justamente estas banquetas.

Paloma Corcuera (Ciudad de México, 1988) Economista. Muy interesada en estudiar las dinámicas detrás de la desigualdad económica y las estructuras de poder.

Texto Paloma Corcuera

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30 Fotos Alexia Zúñiga / Colonia Tacuba  Del lat. trans-.genus, -eris.   Persona que por vivencias internas, sensaciones privadas y experiencias   subjetivas, no se identifica con su sexo biológico.   Ej.: Ser trans no es un desorden mental, es una identidad sexo-genérica.

Transgénero


Día Común Fotografía digital La esperanza de vida de la población mundial ha crecido de manera constante en las últimas siete décadas. Sin embargo, estadísticamente la comunidad trans se enfrenta a una esperanza de vida que apenas llega a los 60 años. Día Común es un acercamiento a seis personas trans de la tercera edad en las ciudades de Salvador (Bahía) y México. El objetivo es familiarizar al espectador con los términos “vejez” y “trans”, dignificando la elección de vida de las personas y haciendo visible en el público cómo todos nos enfrentamos a las mismas situaciones: el paso del tiempo, la memoria, la nostalgia, la costumbre, la experiencia de vida… A través de estos testimonios se busca crear vínculos entre los espectadores y los fotografiados; plantear finalmente como el tiempo llega para todos.

Fotos Alexia Zúñiga / Colonia Tacuba

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PU EN T E S

¿A ustedes les gustaría morirse? No ahorita, no mañana y, definitivamente, no ayer. Aclaro que no estoy deseando la muerte de nadie, ni convocando a un pacto suicida; esto solo es una encuesta “de salida”. La única certeza de la vida es que tarde o temprano se acaba. Sin embargo, no deja de sorprendernos y afectarnos cuando le toca “estirar la pata” al de al lado, entre muchas razones porque nos recuerda que tendremos el mismo final. Es probable que la mayoría responda de inmediato que no se quiere morir, pero si dejan respirar la pregunta por algunos segundos podrán reflexionar si les gustaría vivir para siempre. Un par de siglos llenos de aventuras y travesuras suena emocionante, pero si algo nos han enseñado los cuentos de vampiros es que el destino de los inmortales es la soledad y el aburrimiento: una verdadera maldición.

TRANSHUMANISMO Antes del siglo xix, la inmortalidad era una fantasía que nos permitía contarnos historias llenas de moralejas y tener debates filosóficos sobre la eternidad. En los últimos cien años hemos tenido que empezar a tomarnos más en serio la posibilidad de vivir para siempre. Los avances científicos comenzaron a traducirse en beneficios para la biología humana: personas más sanas y más inteligentes. De eso se trata el transhumanismo, un movimiento intelectual y cultural que busca mejorar fundamentalmente la condición humana a través de la razón aplicada. Si podemos erradicar una enfermedad, podríamos erradicarlas todas; si podemos mejorar la calidad de vida, podríamos extenderla indefinidamente. Suena muy bien, ¿no? Como que dan ganas de irse formando en la fila de la vida eterna. Pero es justo en esa sala de espera en la que nos golpea la triste realidad: el futuro nos alcanza, mas no a todos nos alcanza para el futuro.

32 Texto Andrés Vargas “Ruzo”

Al igual que muchas otras tecnologías que han sido desarrolladas para el beneficio humano, aquella que garantice eliminar el envejecimiento solo demostrará la muy injusta distribución y disponibilidad de recursos entre las clases sociales. La inmortalidad producirá un descontento sin precedentes: una epidemia de ira y ansiedad. A lo largo de la historia, los pobres y los oprimidos han encontrado consuelo ante la falta de justicia e igualdad sabiendo que al menos la muerte sí agarra parejo. A la parca no le importaba cuánto dinero tenías: cuando te tocaba, te tocaba. Pero si los más ricos comienzan a invertir fortunas en prolongar su “buena vida”, el rencor de los que seguirán muriendo alcanzará picos nunca antes vistos. Y la reducida minoría que se compre la inmortalidad tampoco quedará satisfecha, pues tendrá que lidiar con la fragilidad de su inversión: gastarse millones para saberse inmunes a todas las enfermedades y oxidación, pero con el miedo constante de que un accidente termine de golpe con el “vivieron felices para siempre”. Les vuelvo a preguntar: ¿a ustedes les gustaría morirse? A mí sí me gustaría experimentar la muerte, aunque sea al final. Prefiero seguir existiendo sin darme cuenta, seguir contribuyendo a la danza cósmica de una forma más desordenada. Pero nunca he tenido mucho dinero ni he vivido más de 30 años. Entonces… ¿cuánto es mucho dinero? ¿Cuántos años les gustaría vivir?

Andrés Vargas “Ruzo” Locutor y comentarista interesado en generar conversaciones significativas sobre ciencia, música, sustentabilidad, marihuana y cultura pop. Entusiasta del cielo nocturno, los gatos y Los Simpson (hasta la temporada 9). Es director de Puentes @puentesmx


E L S O NIDERO

Este texto iba a estar dedicado a la música trance en la Ciudad de México, aprovechando el juego de homofonía entre su nombre y el prefijo ‘trans’, sustento de la actual entrega de Mi Valedor. Sin embargo, por diversas circunstancias personales y profesionales, la idea de la música como algo “a través de” se ha hecho muy presente en mi vida durante los últimos días, recordándome cómo esta me ha permitido trascender barreras culturales, ideológicas e interpersonales. Con la música hacemos comunidad. Diversos escuchas provenientes de Santa Fe, Coapa, la del Valle, San Jerónimo, Polanco, Vallejo, Alta Tensión y la Portales se encuentran una y otra vez en toquines, conciertos y festivales a lo largo de la capital, donde por momentos la distinción no es socioeconómica –o por lo menos no lo es tanto–, sino a partir del dominio de información sobre tal o cual artista o por la habilidad para bailar. Sí, algunas zonas destacan por el consumo de ciertos estilos, pero los escuchas trascienden las fronteras geográficas. La música no discrimina oídos, pero quienes la escuchan sí. Con ella levantamos muros ideológicos, discriminamos y violentamos a los “otros”. Pasó durante los noventa con las peleas entre metaleros y darketos en distintos puntos de la ciudad; a mediados de la década pasada con los encontronazos machistoides entre metaleros, darketos y punketos contra los emos en el Chopo y en la Glorieta de Insurgentes; y pasa ahora con la segregación por escuchar reggaetón, cumbia u otros estilos populares. Diariamente trascendemos barreras interpersonales gracias a la música. Nos permite dialogar con desconocidos en una fiesta, en una nueva escuela o en otra ciudad o país. Escuchar varios estilos ayuda a descubrir y experimentar diversas formas de comprender el mundo, a la vez que podemos vivir la música a través de las experiencias de otros. Qué mejor entonces que cerrar con unas palabras de Luis Murillo “Bishop”, investigador y músico dedicado a la electrónica, para que nos comente brevemente sobre el trance en la capital, esto con la intención de que quien lo lea trascienda los límites del texto y explore un poco más sobre dicho estilo musical:

A PESAR DE LAS FRONTERAS “Fue quizás el estilo que más contribuyó a masificar durante los noventa la música electrónica en la ciudad, y a hacerla, por la parte más pop, más digerible y comercial. Los sonidos más duros y complicados se marginaron, como en casi todo el mundo, hacia la segunda oleada rave, liderada por el psytrance, el cual inició a miles de jóvenes en la electrónica, en algunas drogas y en una conciencia de comunidad. Compilados como From Trance to Cyber. An Electro Mexican Compilation (Opción Sónica, 1994) representan, quizá, más lo que había de electrónica en esos años que al género trance como tal. Sin embargo, por esas fechas Halosol (Martín Parra) y Quazar Zero (Oscar Mayorga) hicieron muy buen trance. El género sigue fuerte, pero sin duda se ha expandido y diversificado”. * Este texto está dedicado a Francisco Zamudio, colega que recientemente trascendió este plano astral, y que durante años atravesó las emociones y mentes de muchos con sus palabras sobre la música en México.

Julián Woodside (México, 1982) Académico, ensayista y “ociólogo”, disfruta de investigar acerca de cuestiones que, en su aparente irrelevancia, definen mucho sobre la vida contemporánea.

Texto Julián Woodside

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Transmutar   Del lat. transmutare ‘mudar de una parte a otra’.   1. tr. Mudar o convertir algo en otra cosa. U. t. c. prnl.   Ej.: A falta de querer iniciar familia, el millennial está cercano   a transmutar sus mascotas en hijos.  34 Foto Tonatiuh Cabello / Colonia Condesa


Ilustraciรณn Sergio Grande

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36 IlustraciĂłn MarĂ­a del Sol Mil Mena y Miguel Escamilla


Transa   Der. regres. del vulg. transación ‘transacción’.   1. tr. Ajustar algún punto dudoso o litigioso, conviniendo las partes voluntariamente   en algún medio que componga y parta la diferencia de la disputa.   2. Engaño, principalmente el que se hace para despojar a alguien de sus bienes.   Ej.: El que no transa, no avanza.

Foto Tonatiuh Cabello / Colonia Perla Reforma • Ilustraciones Mauricio Muratalla, Santiago Solís, Gabo Pozos y Orlando Lupercio

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Grasas trans   Del proceso industrial de hidrogenación.   Ácidos grasos insaturados que se forman al convertir   aceite líquido en grasa sólida. También se conocen   como ácidos grasos trans, aceites parcialmente   hidrogenados y grasas trans-colesterol.   Ej.: Las grasas trans son el ingrediente más sabroso   de las burgers del Mc Perro.

38 Texto Marcolino Charrez / Colonia Buenavista


Foto BĂŠnĂŠdicte Desrus / Iztapalapa

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L A GOLOSA

COMIDA QUE NO TRANSA Médico estricto, médico permisivo, ninguno mejor que el otro; seguro que ambos de acuerdo en lo esencial, lo de evitar cualquier exceso. La batalla no debe ser, por ejemplo, contra las grasas trans, sino su implementación cotidiana, sistemática; y quién sabe si tengamos que hablar de una batalla propiamente, qué dramáticos. Tomarse una malteada de tarde en tarde, saciar un antojo de hamburguesa con papas un domingo, comprar palomitas en el cine (pero ojo con el ruido excesivo, eso nunca, por favor): ¡se llama vivir! A continuación sabrosos lugares en la capital donde no te doran la píldora y que, casi aseguramos, han visitado los doctores que nos regañan por el colesterol y los triglicéridos altos. ¡Es que qué bárbaros! CHOMP CHOMP.

Río Ebro 89, Cuauhtémoc. “Felicidad que se puede comer o sorber”, prometen en su página de Internet. Lo consiguen a través de galletas suaves, grandes, y malteadas originales, como la de arroz con leche o la Aguakaty Perry (aguacate con romero). Atención con el brownie vegano, que por muy vegano no te salva de nada.

EL PERRO NEGRO.

Parque España 3, Roma. Pizza de suadero, ¿qué más deberíamos decir? LA VERACRUZANA.

Medellín 198, Roma. Hay que pedir el arroz a la tumbada, demasiado mantequilloso a nuestro gusto, pero suficientemente gozoso si lo sabemos acompañar con un bolillo untado de mayonesa y un poco de salsa de habanero. LOS TRES REYES.

Murillo 117, Alfonso XIII. Barbacoa de hoyo muy cerca de la interesante iglesia de Nonoalco. Mientras esperamos, nos reciben con un taco que ya nos abre el apetito de muchísima carne con su salsa borracha y nopales y queso fresco. SANBORNS.

Madero 4, Centro. No existe una mejor manera de comenzar el día, tardísimo, que con unos tecolotes… y entonces no volver a comer hasta la merienda, asimismo en este formidable restaurante: helado, galletas, dona de chocolate, ¡y malteada!

EL CARDENAL.

Palma 23, Centro. Recomendamos las conchas con nata que preparan ellos mismos cada día, y un chocolate espeso y, para desayunar como se debe, un plato fuerte que cocinen con manteca de cerdo. ¿Y de postre? EL GALLO DE ORO.

Venustiano Carranza 35, Centro. Ideal para tomar el vermut, después seguirse con una empanada o dos, de pescado por ejemplo, y entrarle duro al buffet los sábados y domingos, o pedir a la carta el pollo con ajo y chile. La cuenta un poco más costosa de lo que nos esperaríamos de una cantina, sin embargo, todo exquisito... y quién sabe qué tan sano si comiéramos aquí diario.

TANGUYÚ.

Joyas 23, Estrella. Un mezcal para empezar, luego sopa de frijol, mole colorado y una tlayuda con harto asiento, o tacos de tasajo, y de postre pan de yema acompañado de un chocolate para beber. Por último, podemos dar un paseo por el Parque de los Cocodrilos, pero mejor una siesta para que asienten las asentaderas.

Jorge Pedro Uribe Llamas (1980) Es autor de Amor por la Ciudad de México (Paralelo 21, 2015), El gran libro de la ciudad cdmx (Índice Editores, 2016) y Novísima grandeza mexicana (Paralelo 21, 2017).

Texto Jorge Pedro Uribe Llamas

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FI GU R A S D E L B A R R I O

roma gym

Verónica

Mario

Jorge y Javier

Yasbeth

Blanca y Paola

Jorge

Pablo

Transpirar

42 Fotos Delphine Tomes / Colonia Roma Norte

Del lat. mediev. transpirare; propiamente 'exhalar a través de'.   2. intr. Dicho de una cosa: sudar (destilar agua a través de sus poros).   Ej.: Si no transpiras en el gym, no lo estás haciendo bien.


Del lat. transportare.   1. m. Sistema de medios para conducir personas y cosas de un lugar a otro.   Ej.: Si tiene prisa, madrugue, no culpe al piloto del transporte.

Transporte

E C H A N D O TIROS

Tripulación aérea

Foto Delphine Tomes / Colonia Peñón de los Baños

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¿D E V E R A S E S U S T ED MUY LISTO?

1

HORIZONTALES

1 2 2 3

3

1. Que tiene una duración limitada, que no es para siempre. 2. Medio para mover cosas o personas de un lugar a otro. 3. Sinónimo de sudar. 4. Modificar la forma o el aspecto. 5. Sinónimo de engañar o estafar. 6. Que atraviesa el Océano Atlántico de costa a costa, como el Titanic. VERTICALES

4

1. Se dice de algo que es claro, sin color; que te deja ver. 2. Pasar un líquido al torrente sanguíneo. 3. Organismos con el adn modificado de manera artificial.

6

44 Cómic Emmanuel Peña

Respuestas crucigrama Vol. 17 / Horizontales: 1 Merecumbé, 2 Jacaranda, 3 Internet, 4 Cósmica, 5 Piñata, 6 Colonial / Verticales: 1 Mestizaje, 2 Gelman, 3 Chinatown, 4 Exilio.

5


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EL V A L E D O R

JOSÉ GIL DE OROS PUNTO DE VENTA: ALAMEDA CENTRAL, SOBRE AV. JUÁREZ

Soy de Jalisco. Tenía un despacho jurídico. No estudié la carrera de abogado, pero tomé cursos intensivos y adquirí el conocimiento. Aprendí a litigar muy bien y ganaba lo suficiente. Y esa era la vida para mí y mi familia: una vida desahogada. Cuando murió mi esposa, caí en la depresión y en la tomadera. Me volví teporocho. Perdí todo. Entonces me dijeron que viniera a la Ciudad de México para atenderme. Llegué aquí hace cinco años y empecé a tratarme con el Seguro Social. A veces me he quedado en la calle, otras en casas prestadas, en casas de huéspedes; ahorita estoy en una y ya casi estoy por volar a un cuartito o departamentito. Tengo varios proyectos artísticos. Mi madre cantaba, tocaba instrumentos musicales y bailaba, por eso compongo y canto tan bien. Tengo unas 60 canciones. Soy viejito por fuera, pero el corazón lo tengo de 15 años. Quiero grabar un disco y un video, y decir: “Este soy yo”.

46 Foto Archivo MV

Le agradezco mucho al valedor que me trajo a la revista. En primer lugar, recuperé mi estado de ánimo. Antes me encontraba desubicado, sin trabajo, sin ganas de vivir… La revista me ha dado alas. Al principio sentía pena e inseguridad, pero el proyecto tiene un enfoque real y serio. Su labor vale la pena para todo tipo de público: rico, pobre, feo, bonito, blanco, negro o “moreno”, como le llaman. Me siento un poco más importante, más solvente económicamente. Ya tengo personas que me piden revistas y me conocen como vendedor, y esa relación es bonita: uno te recomienda con otro, y te vas haciendo hasta cierto punto indispensable en la vida diaria de las personas. Otra consecuencia positiva fue que, gracias a una publicación de la revista en Internet, me encontró mi hijo, a quien amo y quien me anduvo buscando durante 23 años. Fue una maravilla para él, y yo me siento emocionado por haberlo reencontrado. Muchas gracias, de veras, a cada uno de los que forma parte de esta bonita empresa.



Dario Escobar, Obverse and reverse XV (Module 3) (detalle), 2013. Colección FEMSA

La Colección FEMSA reúne más de 1200 obras que ilustran la evolución, pluralidad y riqueza del arte moderno y contemporáneo latinoamericano, con énfasis en la producción artística mexicana. A 40 años de su institución, celebramos el arte, la diversidad de sus manifestaciones, las ideas que lo generan y las reflexiones que detonan. Gracias por ser parte de nuestra historia.

coleccionfemsa@femsa.com.mx www.coleccionfemsa.com coleccionfemsa coleccionfemsa @femsacoleccion


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