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FINCA SOBREÑO SEL. ESP. 2016

PRÁCTICA DE CATA

Finca Sobreño Selección Especial 2016

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Toro, con sus viñas heroicas y sus huellas de otras batallas y vidas, siempre tiene una buena historia que contar... y algún alma curiosa que atrapar. A Roberto y Javier San Ildefonso, artífi ces de Bodegas Sobreño, los persuadió para que se detuvieran en su búsqueda de un destino en el que elaborar "vinos elegantes de primera calidad y con personalidad propia a partir de una uva excepcional". Después de recorrer diferentes zonas vitivinícolas españolas, y apasionados por el potencial que encontraron en la Tinta de Toro, atendieron la llamada de este territorio hipnótico desde un reducto de 80 hectáreas de viñedo: "Más de la mitad de estas viñas superan los 35 años de antigüedad", destacan en Sobreño. Además, sus vinos se nutren de otras 80 hectáreas de viticultores de la zona: "Muchas cepas son prefi loxéricas; es decir, están plantadas a pie fr anco sin necesidad de portainjerto, lo que permite una extraordinaria longevidad a las cepas", apuntan.

En este espacio privilegiado, donde también se ubica la bodega familiar –el arraigo a la tierra los llevó a construir la sala de catas sobre un suelo del siglo XVI procedente de la iglesia de Castro Verde de Campos (Zamora), posiblemente uno de los más antiguos de la región–, han mantenido la tradición en el cultivo de la uva y han desarrollado una agricultura sostenible, con una cuarta parte del viñedo certifi cado en ecológico. Desde aquella primera vendimia de 1999, Sobreño comenzó a recibir distintos reconocimientos que le valieron el sobrenombre de "la nueva estrella del Duero". Y entre las poderosas estelas que nos deja se encuentra este Finca Sobreño Selección Especial 2016, con un currículum abrumador: 93 puntos Gourmets, Medalla de Oro en Mundus Vini y Vinalies Internacional o un 4,3 de valoración en Vivino que lo sitúa entre los 10 vinos más destacados de la D.O.P. Toro... ¡y entre los mejores del mundo!

Su elaboración se basa en una cuidada selección de la uva –se despalilla y macera en fr ío durante cinco días, y fermenta otros 15 a una temperatura máxima de 28 ºC en depósitos más bajos y anchos de lo normal para que su aroma y color sean más intensos– y su envejecimiento en un grato reposo de 14 meses en barricas nuevas de roble americano al que se suma un año más de descanso en botella.

Bodegas Sobreño

www.sobreno.com

Carretera N-122, Km. 423 49800 Toro (Zamora) 980 693 417

Color: Aroma: Gusto: Final: Valoración: Armonía:

Puedes envíar tu nota de cata con tu dirección y tu número de teléfono a Calle Federico Mayo, 11, C.P. 28011 Madrid / Rellenar nuestro formulario on-line en www.mivino.es / Enviarnos un e-mail a cata@opuswine.es

por Antonio Candelas y Fernando Ligero

Vamos a vendimiar: manos a la obra

Todos los que habéis realizado el seguimiento de nuestra viña durante este año habéis visto los cuidado y mimos que se realizan en el viñedo para llegar a este momento: la vendimia.

Nombre de la parcela:

Montepedriza Edad del viñedo: 86 años Variedad: Garnacha

Tipo de suelo: Francoarenoso con gran pedregosidad superfi cial Conducción: Vaso

Densidad de plantación:

3.000 cepas por hectárea Altitud: 625 metros Extensión: 0,92 hectáreas

Pluviometría octubre:

Media histórica: 16,6 l/m2 2021: 6,4 l/m2

Temperatura octubre:

Media histórica: 14,49 ºC 2021: 20,5 ºC

Se acabó la espera ¡Familia, empieza la vendimia! Por fin, la uva llega a bodega

No ha sido un ciclo fácil: heladas en primavera, tormentas en junio, amenazas de gota fr ía... pero esperar tiene su recompensa porque hemos tenido dos semanas mágicas de temperaturas agradables durante el día y fr escas por la noche y la sabia naturaleza nos presenta a nuestra Garnacha de Tudelilla, plena, con buen grado, extraordinaria y lista para llegar a la bodega y convertirse en vino. Ha llegado el momento. Es 15 octubre y madrugamos para estar como cada mañana de vendimia en Tudelilla en la viña a las 7.45. Todavía de noche, empezando a amanecer, llega la cuadrilla de vendimiadores en las furgonetas. Son ocho, pero a ellos se une el equipo femenino de Valdelacierva (Julia, Lucia, Allende y Emma) además de Fernando y José Luis (Cuchara), el viticultor. Somos parte del equipo que todo el año trabaja nuestra fi nca más especial y, con la emoción de cortar racimos en Montepedriza, se nos pasa el tiempo volando. Seguimos extremando las medidas y marcando las distancias antiCovid. Nuestro equipo es lo primero. De 8 a 10 y con una temperatura de 9ºC se vendimia manual toda la fi nca: siete cajones que volverán en un camión refr igerado (donde permanecerán 24 horas) para no perder propiedades de aroma y evitar oxidaciones. Cuando la uva llega a la mesa de selección, se desgrana con selección de grano entero y se elabora en tinas de madera de 700 litros. El 20 de octubre el mosto-vino está encubado y cocinándose a fuego lento con los bazuqueos manuales de José y Sergio, que no descuidan las tinas hasta que llegue el momento del descube.

HISTORIAS Y CURIOSIDADES DEL VINO

por Laura López Altares

Vinos de fuego y hielo

Nos adentramos en un (fugaz) viaje a las latitudes más extremas donde crece la vid: de la salvaje e inabarcable Patagonia, con sus volcanes, glaciares y vientos furiosos, a los fiordos noruegos tocados por el sol de medianoche.

La vida en los extremos apela a la poesía de la improbabilidad, reza al dios de la quimera. Y su mera existencia dinamita unas reglas que se escriben cada nuevo otoño.

Y lo hacen a una velocidad cósmica. Porque en la era del cambio climático, el mapa mundial del vino está empezando a desplazarse hacia territorios límite para la vid que hace tan solo unos años habrían sido inimaginables. Parece inevitable lanzar esta pregunta a quienes han hecho de los márgenes su hogar: ¿el futuro de la viticultura pasará por las latitudes extremas?

En Otronia (Sarmiento, provincia de Chubut, Argentina), una de las bodegas más australes del mundo, lo tienen claro: "Sin duda que las nuevas latitudes albergarán nuevos proyectos vitivinícolas a nivel mundial y que el cambio climático es un factor a considerar. Aunque no es precisamente lo que nos impulsó a desarrollar este proyecto, sino más bien el espíritu aventurero", afirma Juan Pablo Murgia, enólogo de Grupo Avinea.

Diego Arribillaga –ingeniero agrónomo e investigador del INIA Tamel Aike– y Marisol Reyes –doctora en Ciencias Agrarias e investigadora del INIA Raihuén– no están tan convencidos, pero coinciden en que abren una opción apasionante: "Probablemente el futuro de la vitivinicultura no pasará a estas latitudes extremas, pero sí ofrecen la posibilidad de desarrollar vinos extremos y poner en una botella todo el carácter de la Patagonia, sus hermosos paisajes y su gente".

Con estos dos investigadores al frente, el INIA –Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Chile– elaboró por primera vez los simbólicos vinos del proyecto Keóken –significa amanecer en lengua Tehuelche– con Sauvignon Blanc y Pinot Noir (¡plantados en la latitud 46°32' Sur!), y este año vinifican ocho variedades en pequeños volúmenes que quieren dar a conocer en unos meses: "El clima sin duda se refleja en las uvas y vinos de la comuna de Chile Chico, llamada la ciudad del sol. Tanto en blancos como en tintos la acidez es muy marcada. A diferencia de muchos países vitivinícolas, la geografía nacional permite que la vitivinicultura se desplace hacia el sur y el cambio climático se transforme en una oportunidad para esas nuevas zonas de cultivo; pero también hay factores limitantes: heladas tardías, precipitaciones escasas...".

El espíritu de la Patagonia (argentina, en este caso) también se manifiesta, retador, en los vinos de Patagonian Wines, un desafío que nació hace más de 30 años con el objetivo de demostrar que aquel rincón fascinante y remoto (El Hoyo, provincia de Chubut, a 10 kilómetros al sur del paralelo 42 y a 17 kilómetros de la frontera con Chile) era un lugar propicio para la plantación de vides: "El respeto hacia el terroir –Patagonian Wines se enclava en una zona con una biodiversidad fantástica, dado que el bosque nativo nos rodea– es nuestro norte: desde la plantación del primer viñedo hasta la elaboración de los vinos y espumantes que realizamos hoy en día, la consciencia hacia la identidad de la región, descubrirla, respetarla y ponerla en valor guían nuestro trabajo diario", cuenta Elsa Guevara, gerente de la bodega. Pioneros en la zona, confiesan ser los primeros sorprendidos con ese Al "abrigo" terroir tan salvaje y singular: "Tratar de encontrarlo en boreal el vino se ha vuelto un hermoso desafío, haciendo del En la costa oeste de enoturismo toda una experiencia sensorial". Finlandia se encuen- En el paralelo 45°33' Sur, donde se ubica la bodega tran las viñas de Otronia, el viento es el más complejo y desafiante de Sundom, que Kaarlo los factores climáticos, como nos explica su enólogo Nelimarkka protege Juan Pablo Murgia: "Para contextualizar los desafíos, con piedras y lonas hemos registrado velocidades del viento, ¡de más de del feroz invierno 100 kilómetros por hora! Este genera un ambiente boreal. La nieve es prácticamente espontáneo para la viticultura orgánisu escudo contra las ca y natural, pero además deja su huella también deheladas; el sol de me- bido a las respuestas fisiológicas que tiene en la planta dianoche, su tregua. (sus rendimientos se regulan y las pieles de la uva se engrosan). Siendo uno de los viñedos más fríos de Argentina (si es que no es el más frío), define un perfil en los vinos marcado por la acidez tan firme y distintiva de este lugar, pero que no solo se expresa en boca con una sensación de profundidad y salinidad muy atractiva, sino que potencia el desarrollo de aromas y sabores de gran delicadeza, elegancia y gran intensidad". Las fronteras vinícolas también se han adentrado, traviesas, en tierras vikingas. En el paralelo 61°1' Norte (Sognefjord, Noruega), por ejemplo, se ubica uno de los viñedos más septentrionales del planeta, el de Slinde Vineyard, que mira inclinado y orgulloso al fiordo más grande del país. Cuando Bjørn Bergum puso en marcha este rompedor proyecto, tuvo que enfrentarse a los escépticos; pero hoy es uno de los abanderados de esos vinos escandinavos que tientan al mundo con su crujiente insolencia.

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VIAJE

El Primer vino del año

Rioja es por excelencia la cuna del vino joven. Pero no de cualquier vino joven. Hablamos de un trago tinto un tanto especial que en su deleite genera un festivo y delicioso furor báquico. Quizás no os estemos descubriendo nada nuevo, porque igual ya sois fieles seguidores de su explosión aromática, a la amabilidad de sabores y a lo fácil que es disfrutar de él. Pero lo que a lo mejor no conocéis es su historia y tradición, su forma de elaborarlo e incluso de nombrarlo. Hemos viajado al lugar donde lo hacen desde siempre, donde ha perdurado a pesar de las nuevas formas de entender el vino. Y lo hemos hecho en plena vendimia, que es cuando mejor se siente el alma de estos vinos. Nos hemos impregnado de su perfume, de su espíritu jovial y de la pasión de cuatro de sus creadores más incondicionales.

Texto / Antonio Candelas

Fotos / Alba Muñoz

Vino de cosechero o de maceración carbónica. Tras este término tan extraño que alguna vez habréis oído mencionar, se esconde una buena parte de la historia del pequeño viticultor riojano, que a la vez era bodeguero, y vivía de elaborar un vino joven del año de una forma muy especial para comercializarlo él mismo en las capitales vascas. Una figura, la del cosechero, que no pasa por sus mejores momentos debido al cambio de modelo comercializador y productor. De hecho, en la memoria anual de 2020 publicada por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja, aparece que hay tan solo 211 bodegas inscritas bajo esta categoría (nueve menos que en la anterior publicación).

Esta manera de ganarse el sustento era mayoritaria antes de que la escuela bordelesa llegara a Rioja en la segunda mitad del

siglo XIX. Un punto de inflexión histórico en el que el vino no solo comienza a criarse en barricas para que sea más longevo y poder amortiguar así las fluctuaciones entre la oferta y la demanda (además de poder comercializarse en otras plazas más lejanas), sino que cuando llegaba la uva al lagar, esta era estrujada para extraer el mosto que posteriormente sería fermentado. En ese estrujado de la uva en bodega es donde está la clave. Hasta entonces, los vinos de cosechero eran elaborados depositando en el lagar el racimo entero. Aunque no estrujar la vendimia era el secreto para que estos vinos tuvieran la personalidad aromática que tenían, esta práctica era el resultado de adaptar la tecnología y la arquitectura bodeguera que había en aquella época a las necesidades del momento. Actualmente, la elaboración sigue las mismas pautas en las que la uva no se separa del racimo para que la fermentación comience en el interior del grano y sea ahí donde florezca toda la amalgama de potentes y sugerentes matices.

Viajar a Rioja es la mejor manera de indagar cómo es hoy el vino de maceración carbónica, quién lo elabora y qué importancia tiene entre otras formas de hacer vino. Allí, entre la Rioja Alavesa y los pueblos de la Sonsierra, en plena vendimia, hemos tomado el pulso a un tipo de vino joven que es todo un emblema.

“El secreto de un buen maceración carbónica es cuidar la uva como si fueras a hacer el mejor vino de tu bodega.”

El niño mimado de la bodega

La palabra selección es con toda seguridad la que mejor describe el proyecto que Fernando Remírez de Ganuza puso en marcha en 1989 y del que no hace falta presentación alguna, puesto que se trata de una de las personas más influyentes del vino español en las últimas décadas. Una parte importante de ese reconocimiento nace del contumaz empeño en una selección que comienza en campo y continúa en bodega en el mismo momento en el que la uva es confiada a las personas que custodian la mesa de selección. Una suerte de pasarela por la que cada racimo es revisado por avezados ojos que eliminan cualquier defecto que pudiera malograr el preciado mosto.

Pero esa selección no solo se limita a excluir aquello que no vale por criba de calidad. Llega un momento en el que la cinta se bifurca. En ese punto, varias personas se encargan de separar los hombros del racimo de Tempranillo de la punta, dejando cada una de las partes en una de las cintas que circulan en paralelo con diferentes destinos. Jesús Madrazo, enólogo de Remírez de Ganuza, nos explica este singular proceso: "El racimo de la Tem-

La uva de Viña Coqueta de Remírez de Ganuza también participa en la maceración

carbónica del Erre Punto.

pranillo es triangular. Es una variedad que diferencia muy bien lo que son los hombros de la punta. Buscamos un racimo no muy grande, al que se le corta la punta y la separamos del resto. Lo hacemos así porque la parte de los hombros es la más expuesta al sol y, por tanto, la más madura. La punta es la parte con mayor frescor, que es lo que buscamos para nuestro maceración carbónica, Erre Punto". Este nivel de minuciosidad selectiva es sorprendente, pero no es nada cuando descubrimos que esta es la forma de operar durante toda la entrada de uva en bodega. Es decir, que la uva destinada al Erre Punto procede del mismo racimo con el que se hacen los vinos de gamas superiores (Remírez de Ganuza, Viña Coqueta...), solo que para el primero utilizan la punta y para los segundos los hombros.

Hecha la selección, las puntas enteras, sin separar las uvas del racimo, van directas a un depósito pequeño, no muy alto para que la uva de la parte inferior no se rompa y obtengamos así una maceración carbónica lo más pura posible. "Para que la personalidad de este tipo de elaboración se preserve, las uvas deben permanecer intactas en el racimo. Así, la fermentación comienza en el corazón de la uva", nos desvela Jesús. Ese exquisito cuidado va íntimamente ligado al tacto del vino. Cuanto más delicada sea su textura, más puro habrá sido el proceso de elaboración.

Otra de las cuestiones interesantes es el pequeño porcentaje de uva blanca que se incorpora al depósito. También va con el racimo entero, suele ser Viura, aunque en este caso hay algo de Malvasía. El porcentaje que se adiciona suele estar entre el cin-

Pilar Fernández Eguiluz comprueba el estado de maduración de la uva en la viña Romalache (Ábalos).

co y el diez por ciento. "Hay que añadir el blanco para robarle estructura. La alta calidad de nuestras uvas implica que hay concentración en ellas y viene bien ese pequeño porcentaje de Viura y Malvasía". Uvas blancas que penden de cepas intercaladas entre las de Tempranillo que no solo aligeran la estructura, sino que aportan un extra de esa frescura que tanto lo caracteriza.

Conocemos ya una parte importante de la elaboración del vino de maceración carbónica y os podéis imaginar que el trabajo que requiere es extraordinario. A pesar de tener que prestar una atención maternal a todo el proceso para que no se tuerza, suele ser el vino más accesible de la bodega, no solo en lo sensorial, sino también en lo económico. Jesús nos cuenta que en Remírez de Ganuza es el niño pequeño de la casa. Es él el que dispone la posición de la mesa de selección porque, dependiendo del depósito que se esté llenando con las puntas, así la tienen que colocar. Para ello cuentan con una mesa completamente articulada con el fin de minimizar los quebraderos de cabeza, que ya de por sí no son pocos.

Pisadas tintas

En Baños de Ebro, la familia Martínez Pangua tiene en Alberto e Iker la savia nueva de una tercera generación de viticultores cuyos valores son la valentía, el tesón y la buena sintonía con la que trabajan codo con codo. Estos dos hermanos dirigen todas las cuestiones técnicas de Bodegas Altún, que los ha llevado a crear una gama nueva de vinos de parcela y de pueblo

La selección de uva durante la vendimia es fundamental para que el vino de maceración carbónica tenga la calidad deseada.

interpretando así una Rioja que se fija en el origen. Estos avances son el resultado de una evolución natural desde que su padre construyera en 1989 las primeras instalaciones en su propia casa en pleno barrio de bodegas del municipio. Desde 2001 disfrutan de una bodega más espaciosa, con una dotación técnica completamente adaptada a lo que necesitan para elaborar los vinos bajo un criterio más terruñista. Pero en esa bodega primigenia, construida con el ingenio de José Antonio Martínez, el padre de Alberto e Iker, aún elaboran el vino de maceración carbónica Albiker. Y lo hacen a la manera tradicional en cada uno de los cinco lagares de hormigón que conservan.

Llegamos en plena faena con el lagar lleno. Todo huele a uva fresca y a ese apunte silvestre y floral que tanto marca la personalidad de esta elaboración. Han transcurrido seis o siete días desde que el lagar se llenara con racimos enteros de uva previamente seleccionada. Durante esos días, el arranque de la fermentación ha generado una atmósfera de dióxido de carbono, que es lo que favorece la fermentación intracelular en el interior de las uvas y lo que da el nombre a la maceración carbónica. El primer mosto que surge por la presión de la propia vendimia es de menor calidad y se separa del resto. "Es el mosto lágrima y es el más diluido, el que tiene menos color y el de menor interés para dar un vino de calidad", afirma Alberto. A continuación se procede a pisar la vendimia. Mientras una persona con la horquilla hace el corte en un tercio del lagar y va colocando los racimos sobre el resto, otra los pisa con firme-

za para que se vayan comprimiendo y se obtenga el corazón –lo que allí llaman el trasnocho, porque es lo que se consigue por efecto de la gravedad durante la noche–. Esta operación se repite al día siguiente hasta que toda la vendimia queda colocada en el último tercio del lagar y, por su propio peso, se compacta por gravedad antes de llevar toda la masa resultante a la prensa, de donde se saca la tercera porción. En el lagar se adivinan algunos racimos blancos de Viura que provienen de la misma viña: "Antes se echaba hasta el 20% de uva blanca para evitar la dureza del vino, sin embargo ahora podemos estar entre un tres y un cinco por ciento", afirma Iker.

Cada uno de los lagares conecta en la parte inferior de la bodega con tres cubas de hormigón que se van llenando con las porciones de lágrima, corazón y prensa por separado. En

estas cubas acaban la fermentación alcohólica para luego homogeneizar cada una de las porciones. Albiker es la suma de los corazones de los cinco lagares, a los que se les puede adicionar algo de las otras dos fases dependiendo de cómo venga el año. Por ejemplo, si el año ha favorecido que la uva sea algo más diluida, se puede incorporar a la mezcla una parte de la prensa para equilibrar esa falta de cuerpo.

Las 95.000 botellas de Albiker que elaboran todos los años proceden de viñedos escrupulosamente cuidados de los municipios de Baños de Ebro y Elciego. Están plantados en vaso y rondan entre los 20 y los 50 años de edad. No hay que olvidar que, aunque el vino de cosechero está dentro de lo que se se puede considerar un vino de estilo en el que la elaboración marca su personalidad, la calidad de la uva tiene que ser innegociable para obtener un resultado final a la altura.

“La técnica del pisado requiere de cierta destreza para evitar que la masa de uva se desmorone.”

Sabores de tradición

Continuamos en Baños de Ebro, donde nos encontramos con Arturo De Miguel, de Bodegas Artuke. Es uno de los proyectos más personales de Rioja, en el que los hermanos De Miguel (Arturo y Kike) toman el relevo de su padre, Roberto, quien, tras una vida dedicada al granel, en 1991 decide hacer su propio vino para dar valor a la viña de la zona. Al principio, con toda la uva de las 16 hectáreas que tenían elaboraban el Artuke Maceración Carbónica. Hoy tienen 30 hectáreas repartidas entre Baños de Ebro, Ábalos, Samaniego... Son viñas que desde 2011 están catalogadas en un mapa cualitativo del que nace el famoso Pies Negros. A partir de ahí, surgiría una serie de vinos de determinadas parcelas con sus particularidades. Arturo piensa que Rioja tiene el carácter suficiente como para crear un estilo propio y no tener que adoptar estilos foráneos como el de la Borgoña, al margen de que esa filosofía sea la que más encaja con su manera de entender el viñedo.

Su maceración carbónica procede de las viñas de Baños de Ebro: "Buscamos un vino que sea fácil de disfrutar, en el que la estructura sea lo más moderada posible. En este aspecto el perfil de vinos que se da en Baños es muy frutal, ideal para este tipo de elaboración", sostiene Arturo, que para interpretar el vino echa la vista atrás. "Los agricultores se lo llevaban al campo y se consumía mucho más, por lo que tenía que ser fácil de beber. Antes, el vino hacía menos daño que el agua por cuestiones de salubridad", concluye el mayor de los hermanos De Miguel. Conseguir esa amabilidad de trago está por encima de que los prescriptores lo encumbren a la categoría de supervino. Con esas premisas elabora cada

Hacer el corte con la horquilla y pisar la uva entera es uno de los pasos claves para la

elaboración de estos vinos en los tradicionales lagares. Este es uno de los cinco lagos de Bodegas Altún.

año unas 70.000 botellas de Artuke, del cual exportan la mitad.

La elaboración del vino se lleva a cabo en una antigua bodega alquilada del pueblo. En los lagos introducen la vendimia entera, sin despalillar, dejando unos 50 centímetros de espacio para que a las pocas horas de encubar los racimos se forme la atmósfera inerte de dióxido de carbono y comience el proceso de maceración carbónica. Arturo nos cuenta alguna de las peculiaridades de su forma de hacerlo. "Trabajamos con el raspón verde del Tempranillo. Para no extraer matices herbáceos, fermentamos en estático, es decir, no hacemos ni un remontado. Así conseguimos un vino un vino más ligero, menos estructurado, con mucha fruta y muy poca parte herbácea. Este matiz en la técnica de la fermentación lo incorporaron en el protocolo como aprendizaje en una añada tan complicada como la de 2013, en la que las lluvias y el frío fueron una constante. "Fue una añada para quitarnos complejos. Había dos maneras de afrontar el año: o bien de forma tradicional, con remontados, de forma que obtendrías un vino de matices verdes por no alcanzar la madurez idónea debido al frío y a la humedad. O, por otra parte, si trabajábamos en estático, obtendríamos un vino con menos color, pero con esa parte vegetal ausente. Fue una añada con menos color pero decidimos elaborar en estático para no extraer verdores. De aquí sacamos ese concepto", apunta con un sentido común aplastante Arturo, que forma parte de la quinta generación de viticultores y la segunda de bodegueros en la familia De Miguel y considera que el vino joven de maceración carbónica es el gran incom-

La escrupulosa selección en bodega, otro de los aspectos de gran importancia en el vino de maceración carbónica. Corte de puntas en Remírez de Ganuza.

prendido de la bodega por todo el trabajo manual que conlleva y lo poco valorado que está. Esto tiene que ver con el futuro de la elaboración. Aunque sea parte de la historia de Rioja, si no se consigue vincularlo a un valor patrimonial y pueda ser rentable para que el cosechero pueda vivir de él –tal y como hacen en Francia con el beaujolais–, difícilmente podrá mantenerse esta forma tan emblemática de hacer vino en Rioja.

Formas de entender el vino

En Ábalos hay una familia que abraza esta forma de elaborar vino hasta las últimas consecuencias. Los hermanos Fernández Eguiluz, Pilar y Carmelo, son los protagonistas de interpretar la maceración carbónica desde una viticultura muy seria. Son el ejemplo palpable de que los vinos destinados a posteriores crianzas también pueden ser fermentados sin ser despalillados. Mientras que Carmelo se encarga de las labores vitícolas, Pilar es la que asume las cuestiones enológicas y comercializadoras. Ella fue la que nos trasladó los motivos por los cuales todo el vino que sale de su bodega se elabora como los tradicionales vinos de cosechero, vayan a ser destinados a vinos jóvenes o vayan a someterse a crianza. "Contamos con 13 hectáreas que van desde los 40 hasta los más de 100 años de edad en la zonas media y alta de Ábalos. Toda nuestra uva es de una grandísima calidad, por lo cual, el vino elaborado mantiene unos

Los racimos deben llegar al depósito o lagar íntegros para que el proceso sea lo más puro posible.

parámetros excelentes". Pilar jamás distingue entre sus viñas porque fía todo el éxito del proyecto al fino trabajo que su hermano realiza en el campo. Pero, ¿por qué todos sus vinos se elaboran a partir de una maceración carbónica? Responde con una naturalidad pasmosa: "Porque lo hemos hecho así toda la vida y porque seguramente no sepamos hacerlo de otra forma". Luego nos concede una explicación más reflexiva antes de marcharnos a una de sus viñas, que empezarán a vendimiar al día siguiente de nuestra visita. "Lo bonito de los vinos de maceración carbónica criados es que conservan mucha fruta, además de color. La gente decía que le faltaba color, pero no tiene por qué faltarle color si la uva está madura".

Con su pícara sonrisa confiesa que un vino elaborado desgranando los racimos es algo más serio: "La maceración carbónica busca el punto divertido que conecta con uno de los mantras más repetidos en los últimos años: los vinos tienen que ser fáciles de beber, frescos... ¿Hay algo más fresco y fácil de beber que un maceración carbónica? Además, es una forma de hermanar la tradición de cosechero con la crianza que los franceses nos enseñaron. ¿Por qué vamos a tirar por tierra lo que tenemos?, " se pregunta. Ese punto desenfadado y optimista de Pilar es el contrapeso a la sensatez con la que habla cuando tratamos el tema de la viticultura. Y es que es ahí donde radica el verdadero secreto de esta elaboración: "La viticultura tiene que ser muy seria. La uva, al

El vino de cosechero impregna toda la zona con su carácter jovial, sincero y vinculado a la cultura vitícola.

trabajarse entera, tiene que tener una piel dura para que no se quiebre al ser introducida en el depósito y preservar la pureza de la elaboración".

Al visitar la Viña Romalache nos damos cuenta de que no solo la importancia de una viticultura impecable es importante para hacer un buen vino de cosechero. La componente paisajística crea unos lazos afectivos con este tipo de vino indisolubles. Es una viña dividida en varias parcelas alrededor de los 600 metros de altitud a la que se accede andando. Desde allí se divisa el León Dormido, Samaniego, Laguardia... El paisaje es espectacular y al viña es una delicia: con su higuera, el almendro y una buena colección de hierbas aromáticas propias de los ribazos. Una forma muy convincente y poderosa la que tiene Pilar sobre su querida maceración carbónica asociada a la cultura vitícola de la zona.

Esta elaboración tan riojana ha trascendido a otras zonas de nuestra geografía, de tal forma que podemos decir que en todas las regiones productoras encontramos una bodega que lo elabore. Así, en Toro nos encontramos con el conocido Primero de Bodegas Fariña. En la zona de Almansa, la Cooperativa de Higueruela hace uno con la exuberante Garnacha Tintorera, que contrasta con Cornitero, un vino de Arlanza elaborado por Señorío de Valdesneros o Viña Norte, un vino de Bodegas Insulares de Tenerife elaborado con Listán Negro y Negramoll. Una forma de elaborar vino que sin duda está pensada para alegrarnos la vida.

Acecho 2020

Unesdi Distribuciones

D.O.Ca. Rioja www.unesdi.com Tempranillo Consumo: 14 ºC | PVP: 7,10 €

Barbacoa

Gran cantidad de matices que van desde los de fruta jugosa negra y roja hasta los florales, pasando por los de regaliz. Boca amable, goloso en su recorrido con un extra de frescura que le concede la parte silvestre. De tanino joven, pero con la justa moderación para hacer de él un trago grato.

Albiker 2020

Bodegas Altún

D.O.Ca. Rioja www.bodegasaltun.com 97% Tempranillo, 3% Viura Consumo: 14 ºC | PVP: 7,60 €

Morcilla

Potente, expresivo, pura golosina que genera adicción. Mucha fruta fresca, pero sobre todo destaca por la capacidad de impregnar nariz y paladar de esos matices. Tacto fino, fluido, pero largo en persistencia. Al final un leve amargor hace que vuelvan a aparecer más y más detalles (flores, finas hierbas).

Artuke 2020

Bodegas y Viñedos Artuke

D.O.Ca. Rioja www.artuke.com 95% Tempranillo, 5% Viura Consumo: 14 ºC | PVP: 7 €

Ternera blanca

Ejemplo de cómo un vino joven puede ser disfrutado en todo su esplendor. La fruta, el carácter silvestre y el punto refinado en nariz lo hacen muy agradable. En boca tiene una viveza que te anima a beberlo. Los detalles florales van apareciendo y su estructura contenida lo hace fluir en el recorrido.

Erre Punto 2020 Peña La Rosa 2020 Tintoralba Garnacha Tintorera 2020

Remírez de Ganuza

D.O.Ca. Rioja www.remirezdeganuza.com Tempranillo, Garnacha, Viura, Malvasía Consumo: 14 ºC | PVP: 13,50 €

Chistorra

Explosivo en aromas que destacan por su limpieza y nitidez. Notas de arándanos frescos, la parte floral recuerda a los caramelos de violetas y un fondo cremoso que lo hace si cabe más agradable. Vino de trago largo, fresco, bien equilibrado y con estructura justa para que no pierda personalidad.

Bodegas Fernández Eguiluz

D.O.Ca. Rioja www.penalarosa.com Tempranillo Consumo: 14 ºC | PVP: 4 €

Lomo de orza

Se muestra intenso y está plagado de detalles frutales, de finas hierbas, flores azules e incluso una parte refrescante que recuerda a la fresa ácida. Paladar de estructura moderada, tanino muy bien trabajado para que sea fluido y con una sensación de frescura que cede el testigo al recuerdo floral.

Bodega Tintoralba

D.O.P. Almansa www.tintoralba.com Garnacha Tintorera Consumo: 14 ºC | PVP: 4,50 €

Pincho moruno

Singular e interesante por cómo se comporta la maceración carbónica en una variedad como la Garnacha Tintorera. Hay mucha frescura tanto en nariz como en boca. Notas de ciruelas, fresas silvestres y regaliz. Con cuerpo, sabroso y un toque amargo al final.

Cornitero 2020 Viña Norte Maceración Carbónica 2020 Primero 2020

Bodegas Valdesneros

D.O.P. Arlanza bodegasvaldesneros.com Tempranillo Consumo: 14 ºC | PVP: 5,50 €

Queso de oveja

Este proviene del Arlanza y está elaborado con una pulcritud digna de mención. Los matices de fruta negra y los detalles florales son los que marcan el carácter aromático del vino, pero lo que realmente lo hace grande es la sensación de frescura que despliega. Sabroso y perfecto para el chateo.

Bodegas Insulares de Tenerife

D.O.P. Tacoronte - Acentejo bodegasinsularestenerife.es Listán Negro, Negramoll Consumo: 14 ºC | PVP: 9 €

Lomo ibérico

También se hacen maceraciones carbónicas en las Islas Canarias y este destaca porque además de su potencia frutal se aprecian toques especiados e incluso minerales. En boca es envolvente, sabroso, largo, de cuerpo moderado y una sensación golosa que capta nuestra atención.

Bodegas Fariña

D.O.P. Toro www.bodegasfarina.com Tinta de Toro Consumo: 14 ºC | PVP: 5,70 €

Patatas bravas

La intensidad de este clásico maceración carbónica toresano es lo que lo mejor lo define. Es profundo y muy sugerente por su fruta negra y por el eco de regaliz que toma cierto protagonismo. En boca tiene el poderío del vino joven. Amplio y con buenas dosis de frescura.

CLÁSICOS ATEMPORALES

1970

Es el año en el que el mito comenzó a gestarse. Fue la primera añada de este monovarietal de Cabernet Sauvignon; algo inaudito en aquella época, más aún si tenemos en cuenta que las viñas habían sido plantadas en 1966, tan solo cuatro años antes.

Soberbia irrupción en el panorama internacional cuando esta primera añada se alzó con la victoria en las Olimpiadas del Vino de París en 1979, una cata a ciegas en la que se encontraban firmas de contrastado prestigio. Las uvas de la Finca Mas La Plana habían hecho historia. Tercer año seco consecutivo en el Penedès. Las vides tuvieron que conformarse con lo que les cayó del cielo. Las uvas redujeron su tamaño para adaptarse a las exigencias de la naturaleza y dieron lugar a una cosecha reducida en volumen, pero de un buen estado sanitario.

Cuando se encadenan tantas añadas de contadas precipitaciones, la cepa se resiente, aunque los creyentes de la vid no dudemos jamás de su capacidad de adaptación. En esta campaña se vendimió antes de lo habitual para preservar el carácter de la variedad y de la zona.

ORO OLÍMPICO 2017

AÑO DIFÍCIL

www.torres.es

La Familia Torres, en sus 150 años de vida de vid y vino, ha estado siempre vinculada a la investigación y al desarrollo del sector. El reto climático es quizás es el de mayor importancia y por el que están liderando iniciativas que tienen que ver con la reducción del impacto de la viticultura y elaboración del vino en el medio ambiente, así como con todo lo que tiene que ver con el desarrollo de nuevas variedades adaptadas a esta nueva realidad climática.

CATA

por Antonio Candelas

HORIZONTAL

Entender la Ribera del Duero

Conocer, discernir, seleccionar e interpretar. Jorge Bombín, enólogo de Legaris, tuvo que andar este camino antes de que saliera al mercado, con la añada 2015, la primera colección de Vinos de Pueblo. Un proyecto que gira en torno a cómo el Tinto Fino se expresa en los distintos municipios de la rica Ribera del Duero.

Puede ser que caigamos en la tentación de ser reduccionistas a la hora de establecer los paradigmas que identifican a los vinos de una determinada zona productora. La Ribera del Duero ha sido a veces objeto de esa simplificación que puede servir como aproximación somera, pero que en ningún caso debe considerarse rigurosa ni fiel a lo que encontramos en los algo más de 100 kilómetros que comprenden esta Denominación de Origen.

Desmontar el mito de la similitud entre los vinos de la Ribera del Duero es lo que persigue esta colección que llama a sus vinos por el nombre del municipio de donde proceden las uvas, unos pueblos que transmiten calma, quietud y esa maravillosa sensación de que el tiempo se ralentiza. Territorios con unos determinados suelos, altitudes y perfiles climáticos diferentes que participan de manera directa en el toque distintivo de la uva Tinto Fino (Tempranillo), que de repente se torna versátil y capaz de enseñarnos la diferencia de paisaje entre un pueblo y otro. Para conseguir centrar el objetivo en la expresión de cada entorno y no en la elaboración, Jorge Bombín, enólogo y gran conocedor de esta variedad en las diversas Riberas, tiene que lidiar con la intransigencia del clima. 2017 fue uno de esos años complicados en los que el trabajo se convierte en un reto diario. Para que nos ubiquemos, el invierno de aquel año fue suave y eso favoreció la brotación temprana de las cepas. A finales de abril una helada se llevó por delante parte de la producción para terminar vendimiando precozmente debido al caluroso y seco verano. Esta constante prueba de fuego dejó una cosecha sustancialmente inferior que hubo que mimar más que nunca para que la confluencia entre la tranquilidad de los pueblos, su tierra y la añada hablara por sí sola. En definitiva, vinos hechos de calma.

ALCUBILLA DE AVELLANEDA 2017 • ALCUBILLA DE AVELLANEDA (SORIA) Altitud: 926 metros • Superficie: 14 hectáreas • Edad del viñedo: Unos 20 años • 100% Tinto Fino • Crianza: 15 meses

El punto de desconocimiento que todavía tiene la Ribera del Duero soriana le concede un aspecto singular, casi inesperado. La viña se sitúa en lo alto de una pequeña ladera donde el suelo es de arcilla roja por el alto contenido en hierro. De las tres añadas elaboradas de este pueblo, es la más concentrada. Aun así es un vino que destaca por la intensidad fr utal y fl oral matizada por notas balsámicas y apuntes terrosos interesantes. La crianza se llevó a cabo en barricas de 225 litros de donde proceden las notas tostadas y de especias.

Este año se vendimió casi un mes antes que 2016. Aunque hay mayor conEste año se vendimió casi un mes antes que 2016. Aunque hay mayor concentración, señorío y corpulencia, no olvida sus orígenes. También centración, señorío y corpulencia, no olvida sus orígenes. También hay fi nura, complejidad y una hay fi nura, complejidad y una fr escura que le otorga una amabilidad que lo hace irresistible. El gran mérito del vino de este pueblo es el equilibrio entre el entorno y la difícil añada.

MORADILLO DE ROA 2017 • MORADILLO DE ROA (BURGOS) Altitud: 973 metros • Superficie: 2 hectáreas • Edad del viñedo: Unos 20 años • 100% Tinto Fino • Crianza: 12 meses

Ubicado al sur de la provincia de Burgos, en este vino hay una demostración clara del músculo que la Ribera es capaz de expresar. Es el más concentrado de los tres. Aquí el punto de sazón de la uva se ha llevado al límite y por eso es el que muestra mayor rotundidad en sus matices y texturas. La elevada altitud, el perfi l del suelo constituido de cantos rodados que facilita la maduración y el hecho azaroso de que la inmisericorde helada de fi nales de abril no tuvo en su punto de mira este pequeño viñedo, hacen que el vino se exprese con plenitud.

La crianza se realiza en barricas de 225 litros debido a que, en años La crianza se realiza en barricas de 225 litros debido a que, en años de mayor estructura, estos formatos más pequeños amortide mayor estructura, estos formatos más pequeños amortiguan y moderan la bravura del guan y moderan la bravura del vino. Aun así, en cuanto a matices, la madera en nigún momento impone su ley. Le vendrán muy bien unos años en botella.

PEÑARANDA DE DUERO 2017 • PEÑARANDA DE DUERO (BURGOS) Altitud: 898 - 903 metros • Superficie: 1,3 hectáreas • Edad viñedo: Plantado entre 1930 y 1950 • 100% Tinto Fino • Crianza: 10 meses

Este pueblo se incorpora a la colección por primera vez en esta añada. Una vez más, volvemos a hablar de un viñedo que se encuentra en el entorno de los 900 metros de altitud. Una característica común a los tres vinos que presentamos, que responde a facilitar en la medida de lo posible las exigencias de un año complicado, sobre todo intentando proteger la tan ansiada fr escura.

La superfi cie de viñedo en este caso la encontramos repartida en tres parcelas: El Alto, Calderón y Dos Enebros. El suelo es heterogéneo. Hay una parte más caliza, pero también encontramos arcilla y zonas arenosas. En esta ocasión, el liza, pero también encontramos arcilla y zonas arenosas. En esta ocasión, el centro del vino, bien dotado de fr uta y en el que la parte especiada centro del vino, bien dotado de fr uta y en el que la parte especiada participa con mayor presencia, participa con mayor presencia, navega entre la elgancia y la fi nura. Este matiz de carácter se ha respetado en la elaboración, para lo que se han usado barricas de 500 litros en su crianza.

por Laura López Altares

"Cualquier autor querría un escenario así"

El carismático escritor riojano Andrés Pacual ha encontrado en su tierra, la Rioja Alta, la fórmula perfecta para sus historias: esa turbadora mezcla entre el ambiente idílico de los viñedos y el dramatismo del thriller.

¿Crees que los nacidos en La Rioja están marcados con cierto hedonismo vital?

Como riojanos, llevamos en la sangre no solo el vino, sino todo lo que lo envuelve y forma parte de este escenario único. Viñedos que parecen las olas de un mar apacible, necrópolis ancestrales en mitad de los campos, antiguas tradiciones como el rito de los Picaos (la cofradía cuyos miembros se flagelan hasta la sangre siguiendo un ritual documentado hace 500 años)... Y sí que es cierto que el convivir con esta riqueza y diversidad nos entrena a disfrutar en plenitud de cada instante y de cada oportunidad que nos brinda la vida.

Háblanos de sus escenarios, protagonistas de la ruta turística y literaria 'La Rioja, paisaje mágico'

Me decidí por el paraje mágico que discurre entre Rivas de Tereso y Peciña, dos aldeas muy pequeñas rodeadas de lagares antiquísimos y cuevas de ermitaños, y hasta con una ermita románica, Santa María de la Piscina, que fue mandada construir por un caballero que estuvo en las Cruzadas. Como autor, era un sueño. Cualquier escritor de thrillers del mundo querría un escenario así. Y, en cuanto a San Vicente de la Sonsierra, también imaginé cómo sería verlo por primera vez, alzado en un cerro y coronado por su iglesia y las ruinas de un castillo de otros tiempos.

Cuentas que un día, de repente, comenzaste a mirarla con los ojos del nuevo viajero que se fascina...

Llevo años trabajando interiormente para mirar el mundo con mente de principiante: sin prejuicios, sin expectativas, no pensando en lo que quieres o esperas ver, sino simplemente mirando con atención plena lo que tienes delante. Esta actitud te permite ver maravillas en cada rincón, vayas donde vayas. Pero en el caso de mis novelas ambientadas en La Rioja, me serví también de la mirada del personaje de ficción, que es el padre de un niño con una enfermedad rara que llega a La Rioja desde Canarias para el que el universo vitivinícola es completamente desconocido.

¿Podrías profundizar en esa comparación fascinante entre las bodegas y los seres vivos?

Tengo la fortuna de contar con buenos amigos bodegueros que me abrieron sus puertas para sentir en profundidad la doble cara de todas las bodegas centenarias de Rioja, que por la superficie son todo sofisticación y belleza, mientras que en las profundidades tienen esas redes de calados repletas de silencio y oscuridad. Digo que es una metáfora del ser humano porque todos albergamos un cielo y un infierno, y es responsabilidad de cada uno el habitar uno u otro. Pero para ello primero necesitamos conocer ambas caras de nuestro ser, abrazar la sombra como parte de nosotros.

El mundo del vino te ha servido de inspiración para algunas novelas: ¿qué aporta como personaje?

Para explicarlo, puedo utilizar unas palabras que dice Mencía, el personaje de la abogada en A merced de un dios salvaje: "Todo lo que haces, así como todo lo que has hecho hasta ahora a lo largo de tu vida, tiene que ver con tu pueblo. Si en esta comarca somos lo que somos es porque unos y otros, aunque vivamos vidas separadas, y problemas separados, y sueños separados, incluso aunque a veces tengamos nuestros conflictos y nuestras peleas, nos sentimos conectados por las raíces. En lo más profundo nos abrazamos y nos protegemos y nos ayudamos".

¿Seguirá el vino hilado a tus próximos proyectos?, ¿nos puedes desvelar alguno?

Después de escribir A merced de un dios salvaje, que dediqué a la parte rural y más tradicional de los vinos de Rioja, tenía claro que necesitaba escribir otra novela que abordase la parte más sofisticada del enoturismo, localizada en una bodega de la capital. Fue así como nació El beso del ángel, que, sin ser una continuación, cerraba el círculo. En el futuro... ¡quién sabe! De momento, estoy disfrutando muchísimo compartiendo nuestra cultura del vino en charlas e iniciativas como las que promueven la FEV y el Instituto Cervantes, que me están llevando por diferentes países.

GENTE DEL VINO

por Laura López Altares

Ezequiel Sánchez-Mateos

El propietario de Reserva y Cata invoca al duende del vino desde esta curiosa tienda situada en el corazón de Madrid que reúne cerca de mil referencias "con alma", en su mayoría de pequeños productores.

La maravillosa locura del vino prende tan rápido como la pólvora, y es fácil distinguirla en esa chispa endiablada que centellea en los ojos de quienes la experimentamos. Ezequiel Sánchez-Mateos Úbeda, propietario de la tienda de vinos Reserva y Cata, es uno de los nuestros, y la pasión con la que habla del vino, de las que no se extinguen nunca. Contagiársela a sus clientes es la estrella del norte de este atractivo templo ubicado entre los madrileños barrios de Justicia y Chueca en el que se pueden encontrar alrededor de mil referencias –la mayoría españolas y de pequeños productores–: "Creo que lo más interesante de la tienda, aunque suene un poco pretencioso, es que yo estoy al pie del cañón y no hay un programa establecido. Cuando hay química con los clientes, el horario se modifica sobre la marcha y aparece el verdadero duende del vino. Tengo muy buenos amigos por todo el mundo a los que he conocido en la tienda. Para mí es casi como una terapia y resulta gratificante observar cómo una actividad comercial se convierte para ciertos clientes en una experiencia única e irrepetible", cuenta Ezequiel.

Un giro vertiginoso

Escuchándole, parece inaudito recordar que sus comienzos profesionales le llevaran tan lejos del mundo del vino: a la gélida zona Euribor –a una Sociedad de Valores y Bolsa–, aunque su latido le estaba proponiendo un giro vertiginoso: "Pero creo que tengo grabado el aroma de la vendimia desde mi infancia en Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Mi familia paterna siempre ha estado vinculada al cultivo de la vid", recuerda este manchego errante. En 1997, escuchó aquel latido y se embarcó, junto a sus amigos Ernesto y Stefan, en un proyecto muy creativo que nació con la idea de emular el modelo de las cadenas de tiendas de vino que estaban apareciendo en las grandes ciudades europeas –como Oddbins en Londres o Nicolas en París–: "Yo me incorporé unos meses más tarde, aportando mi empresa Vivanda & Bibere, que había sido creada un año antes", explica Ezequiel. Así es como se puso en marcha Reserva y Cata, una tienda inusual que se centra en la búsqueda de "vinos con alma y con la capacidad de transmitir el carácter de sus uvas, tierras y gentes". Para su propietario, es fundamental hallar el equilibrio entre grandes marcas clásicas y etiquetas más originales de pequeños elaboradores: "Es una combinación atractiva y, en mi opinión, necesaria para cubrir un amplio espectro de clientes. Hemos observado que hay gente que se siente intimidada si solamente encuentra etiquetas nuevas y, por el contrario, existe otro tipo de clientela que está en constante búsqueda

de este tipo de vinos. Podríamos decir que las etiquetas más originales hay explicarlas y desarrollar una labor didáctica, mientras que las grandes marcas clásicas solo hay que cobrarlas".

Aunque al detenerse en sus incitantes estanterías o en los diferentes apartados de su tienda online, es inevitable darse cuenta de que su curiosidad extrema siempre le acabará conduciendo al camino de lo inexplorado, de la minoría: "Para mí lo más apasionante de este negocio es el constante descubrimiento de nuevos vinos y conocer a la gente que está detrás de ellos. Lo que verdaderamente buscamos en nuestros proveedores es una ilusión correspondida y percibir que se entregan en cuerpo y alma a su proyecto. Afortunadamente, cada vez encontramos más productores así, como por ejemplo las bodegas con las que tenemos proyectos en común: Mas Foraster, Gratias, La Tercia, Lazo, Cume do Avia, Daniel Ramos, Carmelo Ortega Ezquerro, Basilio Izquierdo y Berta Valgañón, entre otros", afirma Ezequiel.

La pasión como bandera

Tener como exquisito lema Bebe vino, vive vida lleva implícita la pasión de quien hace del vino una forma de mirar al mundo. Y Ezequiel Sánchez-Mateos decidió sumergirse en ella hasta el fondo, aventurándose a crear una línea de vinos propia, que coproduce junto a algunas bodegas como las que acaba de mencionar: "Galgo Wines surge visitando bodegas y viñedos, intercambiando ideas, opiniones y muchas horas de cata con los productores de confianza. Te enamoras de las uvas de un pequeño viñedo, de una barrica, de un depósito... y propones vinificarlo bajo tu criterio y con tu propia marca. Nuestro principal objetivo es elaborar ediciones limitadas de vinos atractivos, de precio razonable y creados con variedades autóctonas". Actualmente tienen nueve referencias que se comercializan en exclusiva en tiendas especializadas y, fuera de España, a través de un importador en Estados Unidos y otro en México: "Me encantaría ampliar la presencia internacional y que entre varias tiendas consigamos crear un frente común con capacidad de compra y de prescripción", apunta como deseo de cara al futuro.

Y nos confiesa sus zonas vinícolas predilectas, marcadas por una autenticidad salvaje: "Afortunadamente, el mundo del vino en España sigue en un estado efervescente con infinidad de productores inquietos que no paran de recuperar estilos de vinos y variedades autóctonas de uva. Un buen ejemplo de esta inquietud lo podemos encontrar en Galicia o en el propio Marco de Jerez". Entre esos vinos que hoy consideramos como románticas rarezas, pero que fueron tradicionales en otra época, nos habla del vino supurao de La Rioja, "que se elaboraba con motivo del nacimiento de un hijo y lo guardaban hasta el día de su boda", o del vino de pasto, "una tipología que hacía referencia a los vinos de diario y que algunos productores actualmente están recuperando". También nos revela que entre su clientela está creciendo el interés por los vinos generosos y por las añadas antiguas, y para saciar su curiosidad ofrecen catas privadas para grupos en español y en inglés, y además organizan todo tipo de eventos: "Desde actividades de apoyo y promoción a denominaciones de origen hasta programas de team building para empresas, como Enólogos por un día –en el que varios grupos compiten por elaborar el mejor vino– o Maridarte, que consiste en catas de vino armonizadas con los diferentes cantes y toques del flamenco". ¿Y cómo se define el hombre que hay detrás de todas esas ideas y de esa pasión fiera? Apelando al vino, claro: "Soy una persona totalmente volcada en el trabajo, sigo emocionándome con cada vino nuevo que descorcho, con las personas que lo elaboran, con la gastronomía y la historia que lo rodea. Armonizar ese afán de conocer y de disfrutar con una actividad empresarial no siempre es fácil pero, como decía mi abuelo, ¡que nos quiten lo bailao!". Y tanto.

VERTICAL

por Antonio Candelas

CATA El desafío de embellecer lo hermoso

meses afi nándose en barrica para emerger con músculo, pero con refi namiento y elegancia. Nos embarcamos en un bonito viaje en el que la Bobal –bien escoltada por Syrah, Cabernet Franc y Merlot– lidera un conjunto de variedades que nos da una lección de iden- tidad y consistencia en el tiempo, sabiendo que en el futuro habrá más, pero lo más importante es que será aún mejor.

depende del antojo del tiempo, sino de las mejoras que Pablo va introduciendo en la elaboración y, sobre todo, en la inter- pretación de las añadas. Cada una de las variedades es encubada por separado en las barricas de 400 litros donde fermenta. Tras 20 meses de crianza se seleccionan las mejores barricas y se procede a rea- lizar el ensamblaje. Una vez construido el vino, pasa otros 10

En Hispanosuizas, el proyecto personal de Pablo Osso- rio en la D.O.P. Utiel-Requena, se trabaja con un ob- jetivo tan noble como ambicioso que debería mover al ser humano en toda su existencia: la mejora continua. El inconformismo es lo que mantiene vivo a este berciano con exquisita mano para crear un vino que ha visto la luz en to- das sus añadas excepto en la 2015 y cuya evolución no solo

Quod Superius 2011

Bobal, Syrah, Cabernet Franc, Merlot. 13,5% vol. D.O.P. Utiel-Requena

Añada de excelentes condiciones climáticas en la que las lluvias cayeron en su momento y el verano fue condescendiente con el fr uto madurándolo con pausa. El vino enseña unos aromas complejos y muy elegantes: notas de especias, fr utos secos, ebanistería, hojarasca y fr uta negra confi tada. Hay un diálogo interesante entre el carácter de la uva autóctona y los apuntes refi nados de las fr ancesas que el tiempo ha integrado. Perfi l fr esco, con un volumen moderado y bue- na constitución para que aún pueda evolucionar algún año más.

2011

Quod Superius 2012

Bobal, Syrah, Cabernet Franc, Merlot. 13,5% vol. D.O.P. Utiel-Requena

Cosecha marcada por su preciso equilibrio. Quizá al principio de sus días no se le auguraba un recorrido tan amplio, pero el tiempo ha demostrado que es una añada grandiosa. Muy expresivo en conjunto, conserva un peso fr utal excelente y las especias se cuelan entre un mar de matices: cacao, fl ores, monte bajo y un fondo de tinta. En boca se aprecia mayor sensación de volumen. Envolvente, sabroso, persistente y con una profundidad donde habla esa pincelada medite- rránea que aparece en los vinos de esta zona.

2012

Bobal, Syrah, Cabernet Franc, Merlot. 14% vol. D.O.P. Utiel-Requena

De las seis cosechas catadas, es la más fr esca de todas. Hubo compli- caciones por el exceso de lluvias, que acabaron siendo benefi ciosas para lograr que todas las variedades entraran en bodega con una gran acidez. Hay una sensación especiada que marca el carácter del vino. Los apuntes de higo y fl ores adornan con acierto la fr escura del con- junto. Paladar con extracto, una sapidez que no se aprecia con tanta claridad en el resto de añadas. Una cualidad que lo hace muy versátil a la hora de elegir plato al que acompañar.

2013

Quod Superius 2014

Bobal, Syrah, Cabernet Franc, Merlot. 13,5% vol. D.O.P. Utiel-Requena

Un año cálido que se manifi esta sobre todo en los aromas del vino. La fr uta es negra y tiene ese carácter confi tado que, junto con los toques ahumados de la barrica, defi ne su personalidad. Los detalles de hierba de monte y tierra húmeda aportan el plus de complejidad y de ori- gen. En boca sorprende la dulzura del tanino y cómo se construye un buen recorrido de la mano de una meritoria acidez. En el posgusto nos encontramos con la presencia de recuerdos fl orales que son real- zados por los detalles cremosos de la crianza.

2014

Quod Superius 2016

Bobal, Syrah, Cabernet Franc, Merlot. 14% vol. D.O.P. Utiel-Requena

2016Volvemos a una añada de características fr escas que dotan al vino de una mayor austeridad donde el tiempo irá desvelando su verdadero futuro. A la fr escura de la fr uta, que se muestra crujiente, se le añaden los detalles de monte, como el tomillo y la jara. La barrica, siempre de calidad, interviene con sus toques torrefactos y de especias dulces. En boca vuelve a aparecer ese control de la estructura que tanto se agradece en virtud del volumen, manteniendo en todo momento una acidez que es la tecla que hace que fl uya y avance en el tiempo.

Quod Superius 2017

Bobal, Syrah, Cabernet Franc, Merlot. 14% vol. D.O.P. Utiel-Requena

Catado en primicia porque sale al mercado este mes de noviembre. Es de una pureza fr utal excepcional. Sobre ella se construye un vino en el que la amabilidad es su principal atributo. Una barrica que interviene para sumar matices sin imponer su ley. Hay consistencia en la estructura, pero con volumen y una sensación de redondez en la que participa la parte golosa, que a su vez se entrelaza con la buena acidez. La proyección de esta cosecha en el tiempo está por ver, aunque apunta a que puede ser una de las grandes añadas hasta la fecha por su expresión y constitución.

2017

Innovación e impulso hacia el futuro

El Grupo Bodegas Riojanas, con más de 130 años de historia, construye su legado sobre dos pilares fundamentales: la vanguardia y el dinamismo, que los conducen hacia caminos cada vez más retadores y sostenibles.

Esculpida sobre la puerta de piedra del viñedo familiar El Cerrado de los Frías-Artacho, una fecha: 1799. Aunque Bodegas Riojanas se inauguró en 1890, su origen nos lleva a aquel tatuaje empedrado y a una historia apasionante marcada por el espíritu dinámico y vanguardista de quienes la escriben. Desde aquellas primeras botellas de Viña Albina hasta el candente lanzamiento de Monte Real Tempranillo Blanco –su última innovación–, siempre los ha guiado el mismo objetivo: elaborar vinos de la máxima calidad que den respuesta a las demandas del consumidor. Y un compromiso inquebrantable por conseguir la sostenibilidad total.

Su convicción de que el terruño se refleje en sus vinos garantiza una elaboración respetuosa que mima la fruta, y con esta certeza siempre presente, la centenaria bodega ha desarrollado diferentes proyectos de investigación para la mejora del viñedo y del entorno, y ha aplicado medidas como el uso de energías 100% renovables o la instalación de paneles solares para autoconsumo eléctrico.

Además, el Certificado Verde avala su uso de corcho natural procedente de alcornocales de la cuenca mediterránea, con lo que contribuyen a retener hasta 95 toneladas de dióxido de carbono al año.

Hitos sostenibles

Desde Bodegas Riojanas explican que esta apuesta integral por la sostenibilidad y la preservación del viñedo –"esfuerzo que se ha visto compensado con la reciente obtención de la certificación I.F.S. (International Food Standard), que garantiza la calidad y seguridad de productos procesados"– ha sido la "piedra filosofal" sobre la que han construido su historia.

Con el objetivo de poner en valor el papel decisivo del trabajo de los viticultores en la calidad final de los vinos, crearon la Escuela de Viticultores en abril de 2019, y a través del Proyecto Paraje profundizan en el análisis de las características de cinco de sus parcelas, "obteniendo valiosos datos que permiten desarrollar la personalidad única de cada uno de nuestros vinos".

Conscientes también de la importancia de una alimentación cada vez más natural, cuentan con el sello internacional V-Label –concedido por la Unión Vegetariana Europea (UVE)– para todos sus vinos de Monte Real, Viña Albina y Viore Verdejo, que son aptos para veganos.

Rompiendo moldes

Por supuesto, también lo son sus tres últimas novedades, muy sorprendentes. Monte Real Garnacha, procedente de una pequeña parcela de cepas viejas del Alto Najerilla a 700 metros de altitud, comparte propósito con los primeros Monte Real: "Poner en valor un viñedo especial y seguir rompiendo moldes de la única manera que Bodegas Riojanas conoce: a través de un vino que traslade el terruño a la copa y se atreva a marcar la diferencia", destacan. Fresco, goloso y amable, el primer y exclusivo monovarietal de Garnacha de la marca responde a una romántica causa –"rendir tributo a la variedad Garnacha de Rioja"–, y representa la confirmación "de que la innovación solo es posible con valores atemporales, como la tierra".

El singular Monte Real Tempranillo Blanco nace de dos viñedos de esta variedad que pertenecen a dos viticultores que apostaron por ella desde el principio: "Durante los últimos 10 años, el equipo de Bodegas Riojanas ha trabajado codo con codo con ellos para estudiar la evolución de los dos viñedos, ubicados en Cenicero y Tricio, con distintas altitudes y composiciones de suelos. La combinación de ambos aporta al nuevo vino de Monte Real un vivo carácter fl oral y especiado, al tiempo que lo hace elegante y complejo".

Con Viore Verdejo Sobre Lías, apuntan, "la bodega de Rueda alcanza un nivel más en la escala de auténticos vinos de terruño. La mineralidad y fi nura de los suelos de Los Tordos, así como los pinos, el romero y el tomillo próximos a las vides, enriquecen el especial bouquet de cítricos, piel de naranja confi tada y notas fl orales". Una original tentación para aventureros. Redacción

Bodegas Riojanas

Avda. Dr. Ricardo Ruiz Azcárraga, 1. 26350 Cenicero (La Rioja) www.bodegasriojanas.com Tel. 941 45 40 50

La fascinante historia de

Llevamos años siguiendo el buen trabajo que los enólogos Milagros y Rafael Naharro (Cuenca). Un lugar donde el fabulosoTempranillo aglutina

Parece imposible acertar a contar aspectos deslumbrantes de la Tempranillo, la uva tinta más cultivada de nuestro país. Su omnipresencia vitícola puede hacer que pasen desapercibidos ciertos talentos que tienen que ver con la tierra donde las cepas buscan su sustento, con las manos que las miman y con las mentes que interpretan sus aromas y sabores en bodega. Milagros y Rafael son esas mentes luminosas que llegaron hace 11 años a estas tierras de la Denominación de Origen Uclés para aprovechar al máximo la calidad de las hectáreas de viñas que los 270 socios de la cooperativa de Fuente de Pedro Naharro (Cuenca) cultivan con esmero paternal. Entre los majuelos que emergen en aquel municipio de relieve ondulado, nos vamos a centrar en esos tempranillos viejos, pero poderosos; recios, pero equilibrados.

Bodega Soledad cuenta con unas 100 hectáreas de viñas de Tempranillo. La mayoría supera los 40 años de edad y algunas de ellas ya han llegado a superar las 60 vendimias. Pero, por supuesto, la edad de la cepa no lo es todo en viticultura. Es más, si el trabajo en el campo no es metódico, escrupuloso y cuidadoso a lo largo de los años, de nada sirven los años para garantizar la buena uva. Este es uno de los motivos por los cuales estos tempranillos son tan especiales, aunque en absoluto es el único.

Viticultores brillantes

El agradecimiento es quizás la cualidad que más ennoblece al ser humano. El viticultor de Bodega Soledad tiene grabado a fuego que la viña es una vía de subsistencia de extraordinario valor por la seguridad que le concede y porque crea un vínculo de unión que conquista muchos ámbitos del día a día. Esas ideas de arraigo y de modo de vida las preservan con celo y sumamente agradecidos. Todo el cuidado que depositan las manos del viticultor en cada cepa va en una sola dirección: mantener el equilibrio entre la planta y el entorno para que esta devuelva esos cuidados en forma de fruto inmaculado.

Los suelos, con cantos en las zonas de monte y textura más limosa en las zonas de valle, son profundos y, por tanto, capaces de retener las precipitaciones caídas para ceder el agua en los momentos de carestía. De esta forma, el 100% del Tempranillo

un Tempranillo muy especial

están haciendo en Bodega Soledad, la cooperativa de Fuente de Pedro unas virtudes únicas que lo convierten en un valor seguro.

de Soledad está plantado en régimen de secano. Otro de los motivos que hacen a la variedad reina de nuestro país singular en este municipio es la diferencia de temperatura que existe entre el día y la noche en los meses de calor. Ya sabemos que es fundamental que ese intervalo de temperatura sea lo más amplio posible para la correcta maduración. Aquí, esa variación es más generosa que en otros lugares del centro de la Península y favorece que se alcance el punto de sazón óptimo de forma más pausada y completa.

Estas peculiaridades de la zona explican que el Tempranillo tenga una fuerte personalidad diferencial, pero volvemos a responsabilizar al viticultor del éxito del resultado: sin la paciencia y la confianza para contener el momento de la vendimia y conseguir así una maduración perfecta, de nada sirve el resto.

Compromiso rural

Para Milagros, uno de los méritos de estos tempranillos es la capacidad que tienen de fijar la población rural. Parece una locura pensar que una uva tan global pueda convencer a la juventud para que se quede en el pueblo, pero es que los vinos que hacen estas uvas bien lo valen. La prueba es que, tanto los tempranillos de la gama Solmayor como el de la gama superior, Bisiesto, han conseguido implantarse en los mercados con altas cuotas de fidelidad. Hay futuro y la respuesta del consumidor lo constata año tras año, además de ver cómo el relevo de jóvenes agricultores no deja de llegar.

Ese compromiso social se entronca con la sostenibilidad de la actividad vitivinícola que se desarrolla en Bodega Soledad. "Ser sostenibles nos hace dueños de nuestro futuro. Trabajando con prácticas sostenibles, evitando el uso de fitosanitarios y abonos minerales garantizamos que estos tempranillos sigan expresándose como lo han hecho hasta ahora". Una sabia reflexión de Milagros que nos termina de dar las claves de por qué los tintos que elabora junto con Rafael son tan admirables. No solo están ricos, además protegen el patrimonio humano y agrícola. Antonio Candelas

Bodega Soledad

Ctra. Tarancón, s/n. 16411 Fuente de Pedro Naharro (Cuenca) www.bodegasoledad.com Tel. 969 125 039

La segunda vida del txakoli

Astobiza fue la primera bodega que apostó por el potencial de guarda de este sugerente vino –y por su crianza en huevos de hormigón–, que expresa todo su carácter, magnetismo y pureza en la extraordinaria línea de Aged Wines.

En el pequeño pueblo de Okondo, en la verde y magnética frontera entre Vizcaya y Álava, se forjó una nueva forma de entender el txakoli, ese vino de monte y espuma que cambió de vida en Astobiza. Porque allí se utilizaron por primera vez los huevos de hormigón en su elaboración y supieron leer su extraordinario potencial de guarda, al que reverencian en una superlativa línea de aged wines.

Resguardada de la niebla, los vientos del norte y las heladas invernales, la Finca Astobiza disfruta del singular microclima del Valle de Ayala, que dota a sus viñas de un carácter irrepetible. Pero fue la valiente visión de Jon Zubeldia, gerente de la bodega, la que dio ese maravilloso giro que las haría casi eternas: "Nosotros llevábamos desde 2008 elaborando Astobiza y un vino que llamábamos también Malkoa –lágrima, en euskera–, con un trabajo de seis meses en inoxidable. Funcionaba muy bien, pero decidimos buscar la manera de ganar en potencial de guarda sin utilizar la madera, ya que tenemos buena acidez y pH bajo, ".

Con estas condiciones, tenían claro que querían preservar toda la expresión y pureza del terroir y de la variedad Ondarrabi Zuri, así que apostaron por la crianza en un material que hasta entonces no se había utilizado en la zona: el hormigón.

Camino pionero

La carismática enóloga Ana Martín, que comenzó a trabajar en el proyecto cuando se inició, cuenta que en 2014 el viñedo ya estaba en un gran momento, habían visto que en Rías Baixas el hormigón daba muy buenos resultados en la crianza del Albariño con sus lías, y se les ocurrió la idea: "¿Por qué no lo probamos aquí?", recuerda divertida. "Valoramos comprar un huevo de hormigón que habíamos oído que daba un poco más de estructura al vino, más volumen en boca y esas notas minerales o salinas; entonces, apostamos por un huevito de 600 litros y nos encantó el resultado", añade Zubeldia.

Después de esta prueba experimental, se animaron y compraron un huevo de 1.700 litros (al que con el tiempo se unirían otros seis) para aumentar la producción: "La idea era hacer un vino de guarda", explica Martín, "y con Jon da gusto porque es supercreativo, innovador, él mismo te anima a hacer cada vez más cosas".

Y así, en 2015, fue como nació el nuevo y definitivo Malkoa, con 23 meses de crianza en lías y otros tres años en botella. Jon Zubeldia cuenta que fue Ana Martín quien pensó en hacer algo todavía más diferente: criar el vino en los huevos de hormigón usando dobles lías (las de su cosecha y lías añadidas de la cosecha siguiente, que aportan más complejidad).

Un trío desafiante

El excepcional Malkoa, con esa deliciosa complejidad tejida por mil y un matices –especiados, balsámicos, cítricos, de flores silvestres...–, es la raíz de la línea de Aged Wines de Astobiza, formada por tres vinos exclusivos: Malkoa, Malkoa Colección Privada y Astobiza Vendimia Tardía. Sus cosechas salen al mercado entre cuatro y seis años después de la vendimia, todos ellos pertenecen a la D.O.P Arabako Txakolina y están reconocidos por Grandes Pagos de España –porque sus uvas proceden exclusivamente de pequeñas parcelas de la Finca Astobiza–. Y, como apunta Zubeldia, "en los tres vinos prima el clima del año para decidir si se hacen o no se hacen, y los tres son edición limitada".

Con Malkoa Colección Privada fueron un paso más allá, y tras la crianza de 23 meses en depósito de hormigón con sus lías, el vino pasa cuatro meses en barricas de roble francés grandes y usadas: "Es más complejo, tiene un poquito más de volumen y más especiados, y en nariz se aprecian notas de barrica muy sutiles", señala Ana Martín.

En Astobiza Vendimia Tardía, que se elabora con Izkiriota Handia –una variedad autóctona de racimos más pequeños, con la uva más suelta y la piel más gruesa que aguanta mejor la botrytis y permite vendimiar más tarde–, el perfil aromático cambia y cautiva con recuerdos a higos, miel, membrillo... "A mí me encanta trabajar en Astobiza porque no acabas en la rutina nunca, siempre estamos probando cosas... ¡yo nunca había hecho un vermut en mi vida!", dice Martín. De momento, la siguiente sorpresa ya está en marcha: la posibilidad de disfrutar en 2023 de las seis añadas que han empezado a escribir la historia de Malkoa (2015-2020). Diana Fuego

Astobiza

Bº Jandiola, 16. 01409, Okondo (Álava) www.astobiza.es Tel. 607 400 321

Finca Albret, el privilegio de una tierra hostil

Los exclusivos y personales vinos de esta bodega navarra reflejan con su carácter silvestre y magnético la naturaleza abrupta que rodea a las viñas, el clima extremo y fronterizo del territorio y el trabajo artesano de los viticultores de la zona.

Existen lugares en la Tierra donde la hostilidad se convierte en privilegio. Porque de las viñas que luchan contra los elementos, como sucede con las personas, nacen las historias más fascinantes.

Uno de esos rincones llenos de magnetismo nos lleva a Cadreita, en la frontera entre la Ribera Alta y la Ribera Baja de la D.O.P. Navarra, donde se extienden los terrenales dominios de Finca Albret: "En este entorno hostil crecen nuestros pequeños viñedos, en los que cada rincón, una loma o un recodo se convierten en lugares especiales y únicos. Así son cada una de nuestras fincas, con personalidad y nombre propios. Viñedos que nos regalan un conjunto de vinos personales, limitados y exclusivos, fieles a la tierra que les vio nacer", apuntan desde la bodega.

Una tierra que marca

Este terroir tan complejo, con sus suelos duros y pedregosos, plagados de cantos rodados y pendientes pronunciadas en diferentes orientaciones, forma un armónico triángulo junto al severo clima y el cuidado de los viticultores que inevitablemente deja su huella en vinos muy diferentes, de una elegancia arrebatadora.

Como explican desde Finca Albret, "la esencia de cada uno de nuestros vinos nace de las entrañas de la tierra, una tierra única que aporta un carácter inigualable al vino". Destacan que en este abrupto territorio las viñas sobreviven en condiciones extremas: inviernos muy fríos donde el cierzo sopla con fuerza y veranos bochornosos y muy calurosos.

La salvaje austeridad del suelo y el fragor silvestre del paraje marcan los vinos de Albret, cuyo nombre es un guiño al último rey consorte de Navarra.

Vinos muy personales

Todos ellos llevan por bandera una singularidad incitante, reflejo de esa tierra tortuosa, de la dureza climática y de un trabajo prácticamente artesano en el viñedo.

La Viña de mi Madre es, probablemente, el más emocional: "Son viñedos cultivados por generaciones de mi familia. Mi madre. Y antes, la madre de mi madre. Cultura transmitida de viva voz, de sus manos a las mías. Trabajando. En su honor, este vino con el nombre de mi origen", cuenta el artífice del proyecto. Este monovarietal de Cabernet Sauvignon muestra una deliciosa variedad aromática, desde la confitura de frutas negras o los higos secos hasta complejos recuerdos de bombón de licor.

Sin embargo, Lastra evoca esa piedra "sólida e inquebrantable, predilecta de calzadas y muros milenarios" con una atractiva mezcla de Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Syrah que despliega aromas de fruta muy madura, notas especiadas... e incluso de caramelo, ron y chocolate.

El mismo coupage da vida a El Balcón, que nos conduce a un exquisito abismo de fruta roja, cacao, café y licor de chocolate "en medio de los viñedos, donde el terreno se quiebra en barranco y nos muestra el interior de esta tierra pedregosa, hostil, dura... privilegiada".

Sobre la cima de La Loma, el cierzo agita las cepas de la ilustre Garnacha que fue elegida para la Selección de Vinos de la D.O.P. Navarra como la mejor representante de su variedad este año. Expresiva y jugosa, seduce con subyugantes aromas de frutas maduras (cereza, fresón) entrelazados con los matices silvestres de los frutos del bosque y las hierbas de monte, y recuerdos a melocotón y piel de naranja.

Otra Garnacha, en forma de rosado en este caso, se asoma al "rocío de la mañana que baña las hojas de la vid, ilumina cada uno de sus frutos y cubre de escarcha cada rincón de la tierra" en ese poético Rocío de aromas florales y frutales (de fresas, frambuesas y lichis) salpicados por matices balsámicos.

Y "antes de que el sol asome por el horizonte, los delicados frutos de las viñas de Chardonnay son recogidos al frescor de la noche" y en El Alba dejan sus exuberantes notas de albaricoque, piña y lima sobre un elegante fondo floral. Diana Fuego

Finca Albret

Carretera Cadreita-Villafranca, s/n. 31515 Cadreita (Navarra) www.fincaalbret.com Tel. 948 406 806

Amantes de la Garnacha

Axial Vinos es el proyecto personal de la familia holandesa Geirnaerdt-Van Ekeris, que se ha establecido en tres territorios donde la seductora variedad se expresa de formas diferentes: Navarra (La Casa de Lúculo), Campo de Borja (Pagos del Moncayo) y Cariñena (Bodem).

La incandescente Garnacha, que prende pasiones con su versatilidad salvaje, es el hilo conductor de Axial Vinos, donde cose los destinos de tres regiones muy distintas –Navarra, Campo de Borja y Cariñena–, cada una con su propio estilo, visión y tipo de terroir.

Este grupo bodeguero familiar, fundado en 1999, es el proyecto personal de los Geirnaerdt-Van Ekeris, un matrimonio holandés que lo apostó todo a la Garnacha: "Esta uva desempeña un papel fundamental en todas nuestras bodegas, y se cultiva muy bien en las condiciones climáticas y los suelos ricos en minerales de España. Posee un enorme potencial, y produce vinos elegantes de gran calidad. En nuestra familia contamos con una enorme experiencia en su proceso de vinificación específico y con un gran conocimiento de la importancia del terroir. Nos enorgullece poder afirmar que somos especialistas en Garnacha", cuentan.

Una apasionante triada

Y bajo el original (y elocuente) lema Mastering Garnacha han construido Axial Vinos, con tres bodegas familiares en propiedad: La Casa de Lúculo, Pagos del Moncayo y Bodem Bodegas, en las que trabajan con productores independientes, uvas autóctonas tradicionales –con la Garnacha como reina– y máximo respeto al medio ambiente "con el fin de preservar las variedades auténticas y las mezclas de las viñas viejas".

La Casa de Lúculo, que nació en 2004 en la subzona de la Baja Montaña de la D.O.P. Navarra, debe su nombre al inolvidable libro de Julio Camba. Los enólogos Virginia Arranz y Juan Glaría lideran este sostenible proyecto de recuperación de la Garnacha atlántica navarra, que "protege los viñedos que parecen ser inmortales porque se han convertido en una parte esencial del paisaje que nos rodea". Sus vinos de autor Cátulo –en honor al apasionado poeta del último periodo de la República de Roma– y Lúculo –homenaje al gran gourmet de la Roma clásica–, fruto del slow winemaking, ofrecen versiones distintas de esa Garnacha Atlántica de Navarra: la gama ecológica Cátulo representa su cara más fresca, mientras que los vinos de Lúculo guardan el secreto de algunos de los viñedos más antiguos de la zona.

En Pagos del Moncayo –creada por la familia Aibar–, al pie de la Sierra del Moncayo, la producción se realiza de forma totalmente artesanal (lagares abiertos, pisado tradicional de la uva, prensado manual, etc.), lo que hace que sus vinos conserven el sabor más puro de Campo de Borja, el bello e histórico Imperio de la Garnacha. Esta forma de trabajar les ha valido el reconocimiento de Eco-Prowine, que certifica que los niveles de emisión de dióxido de carbono de la bodega están muy por debajo de la media europea.

Bodem, cuyo nombre significa suelo –"en lo que vivimos y de lo que vivimos"– en holandés, es un homenaje al terroir de Cariñena, cuna olvidada de la Garnacha. Allí, en el corazón de la sierra de Algairén, la familia Geirnaerdt-Van Ekeris encontró un lugar al que

se sentía profundamente unida: "No es otra bodega más, sino un firme compromiso con el vino español, con la variedad Garnacha y, en definitiva, con un sueño", señalan.

Jugosas novedades

Todos los vinos de Axial son conocidos por su singularidad, pero nos detendremos en las nuevas añadas que lanzan este mes.

Lúculo Origen, de La Casa de Lúculo, forma parte de una edición limitada de 4.200 botellas y procede de viñedos seleccionados de más de 90 años de la zona de Navarra con mayor influencia atlántica. Profundo, dinámico, fresco y vibrante, muestra "aromas de frutos rojos, licor de cereza y matices de flores azules".

Prados Colección Garnacha, de Pagos del Moncayo, nace en el viñedo más antiguo de la familia Aibar: "Es la verdadera expresión de la Garnacha mediterránea, y ofrece el característico sabor afrutado de la variedad mientras preserva la frescura, consecuencia de la influencia del Moncayo", explican.

Las Margas Garnacha, de Bodem, refleja el clima árido y los suelos agrestes de la Sierra de Algairén con su calidad frutal, su complejidad y frescura: "¡La recompensa perfecta a un duro día de trabajo!", dicen. Y con razón. Diana Fuego

Axial Vinos

Ctra. Z-V-1201, Km. 0,3 50108 Almonacid de la Sierra (Zaragoza) www.axialvinos.com Tel. 976 78 01 36

El arte de cambiar el rumbo

En Barón de Ley, que se sitúa en un mágico monasterio benedictino rodeado de viñas, han dado un gran giro en los últimos años impulsado por el enólogo Pablo Tascón: separación de parcelas, nuevas variedades, investigaciones con levaduras autóctonas...

Esta historia tiene todos los ingredientes para alimentar la curiosidad de cualquier lector: una bodega en un misterioso monasterio, un precioso paraje, 600 hectáreas de viñedo propio, vinos que rinden homenaje a las uvas riojanas... ¡y un giro inesperado de guion!

Porque en Barón de Ley, creada en 1985 a imagen y semejanza de los châteaux de Médoc –un proyecto único en la D.O.Ca. Rioja por aquel entonces–, han elevado la adaptación a la categoría de arte. En 2019 culminaron la ampliación de la bodega y redefinieron su forma de trabajar: separación de parcelas, fermentaciones abiertas con raspón, creación de una sala de depósitos de hormigón para blancos y rosados, investigaciones con levaduras autóctonas, nuevas variedades y elaboraciones...

El artífice principal de estos cambios es especialista en viñedo y uno de los enólogos más prometedores del país, Pablo Tascón, director técnico y enólogo principal de la bodega desde 2019: "La innovación y la creatividad están aseguradas no solo en la elaboración de blancos de alta gama, de los cuales es un apasionado, sino en su empeño por diferenciarse en la utilización de las variedades autóctonas de la zona con nuevos formatos de crianza. Una apuesta por la diversidad

riojana desde la tierra, desde distintos parajes y diferentes elaboraciones", explican desde Barón de Ley.

Inconformismo y arraigo

Lo que ha permanecido inmutable ha sido la máxima de la bodega: "Partir del viñedo como principal fuente de calidad". En las más de 600 hectáreas de viñedo propio que tienen repartidas en diferentes fi ncas entre la Rioja Alta y Rioja Oriental –lo que los convierte en uno de los mayores viticultores de la región–, toda la uva se vendimia a mano y posteriormente se realiza una selección manual: por esa mesa pasan cada año cerca de dos millones de kilos de uva, "¡un auténtico hito en Rioja!", apuntan.

La bodega –sus 30.000 barricas integran la segunda sala de crianza más grande del mundo–, rodeada de viñas, se encuentra en una espectacular fi nca que alberga "un monasterio del siglo XVI en el que hace más de 500 años los monjes benedictinos ya elaboraban vino", recuerdan.

El arraigo a la diversidad de Rioja, la creatividad y el inconformismo defi nen un proyecto que recupera la esencia de los grandes vinos de Rioja, pero que también juega con nuevos ensamblajes.

Abanderados del cambio

De hecho, hay muchos cambios en sus singulares creaciones –en un par de años sacarán al mercado vinos de parcela y otras sorpresas que saldrán en 2022 que todavía no se pueden desvelar–, y acaban de lanzar el nuevo Reserva de Barón de Ley, el de la añada 2017, en la que Pablo Tascón ya empezó a incluir sus técnicas de tipifi cación: "Con este Reserva 2017 hemos querido transmitir el terroir más que nunca. La tipicidad de la zona, de sus suelos y de esta añada tan singular no solo en Rioja, sino en toda Europa", explica el enólogo de Barón de Ley.

Por primera vez, han incorporado variedades autóctonas minoritarias –Maturana y Graciano– sin modifi car la esencia de la Tempranillo de la zona, y lo han hecho en una añada especialmente remarcable: "Aunque el nivel de producción fue inferior de lo habitual, se ha caracterizado por la pureza y la complejidad, la amabilidad y la expresividad de la zona. Ha imprimido un carácter mediterráneo, concentración y gran equilibrio al resultado fi nal", destacan desde la bodega. Barón de Ley Reserva 2017 seduce con sus aromas de fr uta negra confi tada, especias y apuntes silvestres y balsámicos (que aportan profundidad). La crianza de 20 meses, bien integrada, participa con detalles tostados. En boca es envolvente, tiene volumen y las dos variedades minoritarias aportan sensación de fr escura. En el posgusto aparecen detalles de hierbas de monte. En cuanto a su estructura, brinda carácter y consistencia en el tiempo. Redacción

Barón de Ley

Ctra. Mendavia a Lodosa, Km. 5,5. 31587 Mendavia (Navarra) www.barondeley.com Tel. 948 69 43 03

Un caballo español en el inhóspito desierto

Hace un año os presentamos este insólito proyecto bodeguero que lleva años desafi ando la ortodoxia vitícola en Burjulú (Almería). Acabamos con un "to be continued" que hoy resolvemos con la presentación del mejor vino de la bodega.

Aveces, elaborar un vino se convierte en un acto de absoluta heroicidad. Cuando no queda más remedio que vivir en un territorio hostil, poner a tu favor lo que a priori son escollos, en muchos casos insalvables, se acaba normalizando y pasa a formar parte de la rutina cotidiana. Pero si además consigues que el entorno desafi ante de los rigores extremos del clima desértico te motive a perseguir el sueño que el corazón te dicta, esas difi cultades son el mejor aliado. Mucho empeño, pasión y confi anza en el proyecto, salpimentados con un poco de locura, es lo único que José Miguel García tuvo que derrochar para ver hecho realidad el anhelo de elaborar vino donde nadie creía que podía ser posible. Y sucedió, ¡vaya si sucedió!

Raza y equilibrio

Si normalmente los primeros pasos de cualquier idea son especialmente duros, hacer vino en un lugar en el que los últimos en elaborarlo fueron los fenicios hace 3.000 años, aún más. La primera añada, la 2013, se hizo en una cueva, con todas las limitaciones que ello conlleva, pero cuando la ilusión es irrefr enable no hay impedimento que valga. Y durante aquella primera fermentación, en una gruta cercana habitaba un caballo blanco de raza española. A él le llegaron los primeros aromas del sueño de José Miguel, siempre acompañado por el conocimiento enológico de Ignacio Figueroa y la sabiduría de Domingo Haro, el bodeguero que todo el mundo querría tener.

La compañía de aquel fascinante animal en aquellos comienzos fue lo que dio nombre a dos de sus vinos: Caballo Español. Si habéis tenido alguna vez ocasión de estar cerca de un caballo de sangre española, os habrá fascinado la nobleza, el carácter y la elegancia con los que se relaciona en su entorno. A las pocas horas de nacer es capaz de dar sus primeros pasos con la gracia, el salero y la precisión que lo caracterizan, sin que nadie le enseñe, sin haber recibido ni una sola sesión de doma. No hay duda de que es uno de los seres vivos más sorprendentes que existen por ese equilibrio entre la raza, el temperamento y la nobleza, unos rasgos que de alguna forma han sido inspiradores para alumbrar el último vino de la bodega, Caballo Español Serie Oro 2018.

Las variedades que componen esta primera añada son Syrah (60%) y Tempranillo (40%). El origen de estas uvas está en una viña ubicada a 1.300 metros de altitud en la Alpujarra almeriense. Cepas plantadas hace 30 años sobre un suelo rojo, arcillo-calcáreo y con cascajo en superfi cie. A los pies de la bodega, en una ladera de Sierra Almagrera, también hay viña. Monastrell y Garnacha que pueden incluirse en pequeñas proporciones en la mezcla si la añada lo reclama. En la elaboración se busca extraer lo mejor de la uvas con la mayor suavidad posible, sin violentar cada matiz por culpa de la impaciencia o la falta de delicadeza. Las uvas se van separando del raspón a mano para colocarlas en los pequeños depósitos de boca ancha que reposan en la parte subterránea de la bodega. Tras la fermentación, momento en el que la esencia de cada uva se traslada al vino, comienza la crianza en barricas fr ancesas, que se alargará durante 25 meses. Durante este tiempo, el poderío que imprime la zona va domándose a la vez que ensalza virtudes más íntimas que solo el tiempo es capaz de ir descubriendo.

Conquistando paladares

La casi providencial inspiración equina y el exquisito trato de una uva muy especial tienen que hablar en el servicio del vino. Caballo Español Serie Oro 2018 es intenso y poderoso. Está perfumado con aromas de fr uta negra madura, regaliz, fl ores azules, hierbas de monte, ahumados bien dispuestos y una profundidad que deja ver la parte mineral. En boca es carnoso, envolvente, robusto y a la vez amable por la sensación golosa que despliega y una acidez ajustada que equilibra. Unos atributos que van convenciendo a la alta restauración, sobre todo cuando provienen de un remoto lugar vitícola del que apenas se tienen noticias, pero que, gracias al empeño y pundonor de José Miguel y su equipo, están consiguiendo que el vino de Almería traspase fr onteras. Redacción

Bodega Sierra Almagrera

Paraje de las Cuatro Higueras - Burjulú 04619 Cuevas del Almanzora (Almería) www.bodegasierraalmagrera.com Tel. 910 712 713

Matarromera: Esencia renovada

La icónica bodega muestra al mundo la espectacular transformación que ha experimentado estos últimos cinco años para adaptarse al futuro de manera sostenible, manteniéndose fiel a su esencia. Esta alianza entre pasado, presente y porvenir se ha sellado con un vino único.

Un château rodeado por veinte hectáreas de viñas, un jardín varietal, una nueva balconada, una gestión más sostenible de la energía... Así es la atractiva bodega del futuro que acaba de inaugurar Matarromera en la Ribera del Duero tras la renovación más ambiciosa de su historia.

Esencia Matarromera es el nombre de este proyecto de transformación integral que han desarrollado durante los últimos cinco años –ha contado con una inversión superior a los diez millones de euros– para adaptarse al futuro de manera sostenible, y lanza un poderoso mensaje de lealtad a sus principios, a su esencia, "a los criterios de elaboración cualitativa que han consolidado a la marca como una de las más destacadas del concierto internacional vitivinícola", como señalan.

Carlos Moro, presidente y fundador de Bodega Matarromera, destacó durante la presentación del proyecto que se trata de la apuesta más ambiciosa y arriesgada de su historia, fruto de la constante búsqueda por la excelencia: "Creemos que un futuro mejor es posible y por ello queremos elaborar productos de la más alta calidad y atendiendo siempre a criterios de sostenibilidad y responsabilidad a lo largo de nuestra cadena de valor".

La apuesta sostenible

A la inauguración de la bodega del futuro, que tuvo lugar durante una encendida puesta de sol armonizada con la explosiva propuesta gastronómica del chef Javier Peña y su equipo de Sibaritas Klub y música clásica en vivo, asistieron Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León; y Fernando Miranda, secretario general de Agricultura y Alimentación.

Fernández Mañueco apuntó que "Matarromera se sitúa en ese camino de modernización e innovación en el que está avanzando y debe seguir avanzando el sector agroalimentario de la Comunidad de Castilla y León". Miranda, por su parte, subrayó que "es un ejemplo de impulso y renovación constante del sector vitivinícola de nuestro país, que lejos de vivir de los réditos pasados se debe a la autoexigencia para mejorar sus instalaciones y afrontar el futuro con el mismo éxito que el pasado".

Uno de los puntos clave de esa transformación de Matarromera es la gestión de la energía para reducir costes y optimizar el desempeño energético en una firme apuesta por la sostenibilidad. Pero hay otros cambios muy interesantes, como el estilo château del nuevo complejo –con una superficie construida cercana a los 11.000 metros cuadrados–, la nave que se ha edificado en la parte lateral de la construcción principal, la ampliación de fotovoltaicas en cubierta y en el nuevo parking o la actualización del edificio original de la bodega (se han renovado suelos, techos e instalaciones y se ha incorporado un moderno sistema de iluminación led). Para potenciar el disfrute de las experiencias enoturísticas, también se han diseñado espacios como la Plaza de la Balconada,

el Jardín Varietal o la Sala de los Insignes, que divulgan el mundo del vino desde un punto de vista lúdico.

Brindar por el futuro

Esta alianza entre el pasado, el presente y el futuro de Matarromera se ha sellado con un vino muy especial, Matarromera Esencia, elaborado con una mezcla de sus mejores añadas: "Las de 1994, 1995 o 1996 se funden para expresar la genialidad, longevidad y sabiduría de los viñedos", cuentan desde la icónica bodega –la primera de las nueve firmas creadas por Carlos Moro, que integran Bodegas Familiares Matarromera–.

Con Esencia, explican, la capacidad de guarda de los vinos de Matarromera alcanza su máxima expresión: "El resultado es un vino con aromas propios del paso del tiempo pero que, a la vez, mantiene intacta la fruta de su Tempranillo de terruño calizo del Valle del Duero". Su excelente complejidad de sabores y su sorprendente frescura, con un final largo y sedoso, lo convierten en un regalo sublime para las fiestas de Navidad... y muy exclusivo, ya que forma parte de una colección limitada de 3.989 botellas numeradas. Redacción

Bodega Matarromera

Ctra. San Bernardo, s/n. 47359 Valbuena de Duero (Valladolid) www.matarromera.es Tel. 983 683 315

Un corazón de vino con dos orillas

Bodegas Luis Corbí Coloma tiene el alma dividida en dos proyectos ecológicos y artesanales que expresan distintas singularidades mediterráneas: Clos Cor Ví, en Terrer dels Alforins; y Finca Cor Ví, en Requena.

Perseguir improbables, romper con lo convencional y dejar que la intuición tome el mando está solo al alcance de quienes viven al borde del desafío, de la genialidad. Cuando Luís Corbí Coloma empezó a dar forma a su proyecto de elaborar vinos blancos gastronómicos con la creación de Clos Cor Ví, en 2004, se dejó llevar por su propio latido y descartó el camino fácil: en lugar de apostar por la tradicional producción de tintos en Moixent, buscó parcelas singulares para cultivar sus uvas blancas preferidas y hacer con ellas "ediciones limitadas de vinos muy selectos", como explica Corbí.

La bodega familiar se convirtió así en la primera de toda la Comunidad Valenciana en elaborar únicamente blancos, además de una pionera en el cultivo de Riesling y Viognier en Terrer dels Alforins. En este bello territorio del interior de Valencia, los paisajes mediterráneos y continentales se entrelazan con placidez entre viñedos, bosques de pinos, carrascas centenarias, tomillos, romeros, olivos, higueras y albaricoques.

Sus aromas impregnan las cinco hectáreas de viña de Clos Cor Ví (situada en una suave pendiente que llega hasta la ribera izquierda del río Cànyoles), en las que todos los trabajos se realizan de forma manual, sin ningún tratamiento fitosanitario: los viñedos y la bodega cuentan con el sello y certificación Bio que garantiza la calidad, textura y sabor que ofrecen las cepas, y todos sus vinos son orgánicos –"ofrecemos un producto lo más sano y natural posible", destacan–, con una frescura magnética.

Desde el cítrico Versat Clos Cor Ví –elaborado con la variedad autóctona Verdil– hasta ese Cimera Clos Cor Ví, un coupage exclusivo y muy evocador de Riesling y Viognier; del Clos Cor Ví Riesling, con una complejidad deliciosa, al tropical y exuberante Clos Cor Ví Viognier. Y, por supuesto, alcanza a CorSalvatge 2020, ese duende de corazón libre y salvaje –la criatura mágica que ilustra su etiqueta– con profundos recuerdos a hierbas mediterráneas e incitador recorrido salino que solo saldrá en la añada de 2020 como recordatorio de un año cargado de emociones: "Hemos dejado que la propia naturaleza del vino manifestara sus propias levaduras para que la uva fermentase en su propia envoltura", cuenta el director de la bodega.

En el Parque Natural de Las Hoces del Cabriel se encuentra la otra mitad de Bodegas Luís Corbí Coloma: la Finca Cor Ví, rodeada de un viñedo de más de 40 años que Corbí recuperó en 2020 para elaborar su tinto Maloco, un monovarietal de Bobal orgánico muy personal nacido de un desafío. La propuesta enoturística de este espacio es muy inspiradora: paseos entre viñas, divertidas catas, comidas en plena naturaleza... Pero el reto no acaba aquí: ¡ya están trabajando en una línea de aceites y cava! Diana Fuego

Bodegas Luis Corbí Coloma

Ctra. N-322, Km. 431. 46354 Los Isidros (Requena, Valencia) www.bodegasluiscorbi.com Tel. 646 021 226

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