9 minute read

Bersuit vs La Pegatina

Next Article
PODCASTS MS

PODCASTS MS

La banda argentina Bersuit Vergarabat vuelve a España para compartir con sus seguidores una gran celebración, la de los veinticinco años de su cuarto álbum, “Libertinaje”, que produjo Gustavo Santaolalla. Podremos verles en diversas ciudades españolas. Pero antes, hemos pedido a La Pegatina que mantuvieran un cara a cara con ellos.

PARA DARLE UN AROMA especial a esta conmemoración, Bersuit Vergarabat han publicado nuevas versiones de algunos de sus temas, contando con invitados españoles para redondearlas. Así, hemos podido escuchar “Yo tomo” –con La Pegatina–, “Se viene” –con Ilegales– y “Vuelos” –con Shinova–. Aprovechando la gira y su amistad con los catalanes La Pegatina, les propusimos a ambos que se entrevistasen mutuamente y aquí tenéis el resultado.

(Adrià Salas) Ante todo, decir que nos veremos en persona el 3 de mayo, que actuáis en Barcelona y tenemos el día libre para tocar y lo que necesitéis.

(Germán “Cóndor” Sbarbati) Encantados de compartir escenario, obvio.

(Juan Subirá) Están invitados, muchachos. Tenemos mucha alegría, va a ser un gran momento.

(Adrià) De hecho, hay mucha comunidad Argentina. Nosotros ahora venimos de tocar en Alemania. Llenas las salas y hay muchos españoles. No sé si os pasa que cuando estáis fuera de Argentina, a parte de que en España está plagado de argentinos últimamente por la crisis económica, encontráis a mucha gente de vuestro país entre el público. ¿Os gusta que haya argentinos en los conciertos o preferís que haya gente de los lugares en los que tocáis?

(Juan) La verdad es que es muy lindo que sean argentinos, porque es un público muy afectuoso, seguidor y bochinchero. De hecho, a nosotros nos facilitó mucho el comienzo y el desembarco en España en el 99 porque cuando llegamos allí no conocíamos a nadie. Tuvimos la suerte de poder tocar en festivales, pero también tocamos en lugares muy chiquitos a los que venía muy poca gente porque no se nos conocía. Por suerte estaban los argentinos que nos hicieron el aguante y nos acompañaron en aquel momento.

(Adrià) Nosotros os escuchábamos con dieciocho o veinte años en la discoteca del pueblo al lado del nuestro, de Montcada i Reixac. Es un pueblecito de treinta mil habitantes al lado de Barcelona. Es un pueblo sin bares, una ciudad dormitorio circundante a la urbe. Íbamos a bailar a Mundo Caníbal, discoteca que ya no existe, y ponían mucha música latinoamericana del rollo que nos gustaba a nosotros. Nuestro sueño al montar el grupo era tocar en aquella sala y decíamos “Cuando toquemos allí ya no nos podremos separar”. Fue entonces cuando empezamos a introducirnos más a fondo en la música de latinoamérica. Además, Rubén estaba metido en un servidor…

(Rubén Sierra) Sí, a mí me interesaba el tema de la tecnología. He sido siempre buscador de música nueva. Desde que descubrí Molotov, Los Fabulosos Cadillacs, Maldita Vecindad, La Bersuit, Mano Negra... todo ese movimiento mestizo, me aficioné a andar por foros y lugares en los que encontrar música que aquí no llegaba a no ser que lo pidieras en la FNAC. Había un servidor, un disco duro en la nube, donde la gente subía los discos que tenía en formato mp3. Yo me podía bajar temas de King Changó, de Sargento García, de Fermín Muguruza. Manu Chao nos pasó mini discos para que los digitalizáramos y pudiéramos subirlos. De ahí yo me hacía mis recopilatorios. Muchas veces se los pasaba a Adrià para que descubriera también nueva música. Era una nueva forma de descubrir grupos.

(Cóndor) Nosotros venimos del vinilo y del casete. De esperar a que pasasen los temas por la radio para apretar “REC”.

(Adrià) Eso también lo habíamos hecho [risas].

(Rubén) ¿Habéis llegado a grabar algún disco o tema en España? No solo de colaboración, sino estar una semana, por ejemplo, y grabar.

(Cóndor) Compusimos varias canciones ahí de gira. Por ejemplo “La del toro”.

(Juan) La de “Convalescencia en Valencia”, también.

(Rubén) La canción que grabásteis con El Puchero, la de “Hay días”, ¿se hizo aquí toda en España o fue a distancia?

(Cóndor) La grabamos a distancia y enviamos todo para allá. No pudimos grabar todavía nada en un estudio por allá en Es- paña, porque las giras por ahí no te dan el tiempo.

(Rubén) ¿Cuál es el país más recóndito en el que habéis encontrado seguidores?

(Juan) El más raro en ese sentido fue Alemania. Fuimos tres veces. La primera vez fue con esa incógnita de “¿Quién puede escucharnos aquí?”. La primera vez fuimos a un festival de colectividades en Berlín, eso nos ayudó mucho porque la gente que recorría esos lugares estaba predispuesta a escuchar y a encontrarse con culturas diferentes. Había escenarios africanos, bandas de muchos lugares del mundo diferentes y entre esas estábamos nosotros. Así fue nuestra experiencia alemana, pero realmente costaba imaginarse un público allí y luego fuimos tres veces más.

(Cóndor) Yo creo que Moscú, ¿no? Veníamos de una gira por España y estábamos en el marco del mundial, así que inventamos una fecha y nos fuimos por allá para Rusia. Más allá de la excusa del fútbol, lo pasamos muy bien y tocamos en un teatro hermoso con un montón de gente. De hecho, había personas con la camiseta de otros países mirando nuestro show.

(Juan) Es maravilloso que la música nos haya llevado por tantos lugares. La verdad es que es un regalo de la vida. Uno empieza a componer para que otros le escuchen y para poder comunicarse, pero de repente la música te empieza a llevar por lugares inesperados y ahora con las posibilidades tecnológicas todavía más, porque sale una canción y en pocos días la escucha la gente en cualquier lugar. Eso hace veinte o treinta años era imposible.

(Rubén) ¿Cómo surgió la idea de colaborar con La Pegatina? [risas]

(Cóndor) Primero por habernos ya cruzado en algunos escenarios y conocer su música. También por esa onda del estilo, pero más que nada por las ganas de contar con ustedes y la amistad.

(Juan) También por el hecho de que ustedes hicieron una versión muy linda y le dio una lavada de cara a la canción. Después de veinticinco años es un verdadero logro. Nosotros hace muchos años que la tocamos y estamos muy apegados a la versión y el sonido que encontramos cuando la compusimos, pero la verdad es que hicieron una versión hermosa ustedes.

(Cóndor) De hecho, en los shows alguna vez he imitado la voz de Adrià para cantarla en vivo [risas].

(Adrià) Estáis de celebración del “Libertinaje” (98) y claro, son veinticinco años. Nosotros éramos muy pequeños. ¿Por qué es tan importante este disco? No celebráis todos los discos que tenéis.

(Juan) La verdad es que este es el primer disco que nos dio acceso a la popularidad porque es el cuarto álbum de la banda y el primero que tuvo realmente una proyección en Argentina a nivel nacional. También porque nos dio la posibilidad de viajar al exterior. Ir a Latinoamérica, México, Estados Unidos y España por primera vez. Es importante porque es un disco bisagra en nuestra historia y con canciones que llegaron muy lejos.

(Rubén) En este disco de revisitar otra vez los temas, ¿hay alguna banda que se haya quedado por el camino porque no podía, no quería o no ha contestado?

(Cóndor) No, por ahora las propuestas son siempre bienvenidas, aunque hay que ver que no estemos de gira o con los tiempos justos para poder hacerlo. Es siempre lindo participar y hoy en día está de moda hacerlo así y me parace bueno para poder conocernos entre nosotros, sentarnos, hablar, preguntarnos cosas como ahora. Esto nos acerca más con artistas y hace que, cuando uno recibe invitaciones, las acepte con gusto

(Juan) Hay otros artistas que se me ocurren, por ejemplo, me gustaría hacer un feat con Manu Chao. En el año 99 en nuestra primera gira española lo encontramos en Barcelona, nos pusimos a conversar y lo invitamos al show. Vino al día siguiente a la Sala Mestizo con Gambit. Lo nombro porque sería muy lindo compartir con un artista como él.

(Adrià) A nosotros Gambit nos hizo de productor musical de tres giras seguidas. Nos gritaba para que hiciéramos las cosas como teníamos que hacerlas. Y Manu me acuerdo que tenía que venir a colaborar en la presentación de nuestro primer disco, en el que hizo unas guitarritas y unos coros para echarnos un cable. Le dijimos “Ven a colaborar a una sala de doscientas personas” y apareció con la bicicleta dos horas antes y nos dijo que no podía. Pero vino a avisarnos [risas].

(Cóndor) Qué bueno que los estudios de grabación y escenarios nos encuentren con gente que admiramos. Yo me di el gusto de tocar con mucha gente a la que admiro, con Charlie [García], Fito [Paez] o El Flaco [Luis Alberto Spinetta].

(Rubén) ¿Tardáis mucho entre un disco y otro o sois de ir sacando avances?

(Juan) Eso fue cambiando. Ahora estamos haciendo un disco de estudio después de muchos años porque el ultimo había sido en 2016. Entre medio habíamos hecho un disco doble, mitad en vivo y mitad en studio, pero lo habíamos grabado como si estuviésemos tocando en vivo. No eran canciones inéditas sino nuestras, pero en las versiones más actuales, como las tocábamos en ese momento. Necesitábamos un periodo de dos años para sacar un disco. Esto cambió, teníamos ganas de hacer un disco de estudio con canciones inéditas porque pasaron siete años del último y está muy bien tener nuevo material para mostrar.

(Adrià) Recuerdo haber visto un vídeo de un reportero argentino que le preguntaba a la gente si prefería que Argentina ganara el mundial o bajara la inflación. Podéis adivinar cuáles fueron las respuestas. Viéndolo desde el punto de vista cultural, ¿cuál es el estado actual de la cultura en Argentina? ¿Es viable, por ejemplo, montar un grupo? ¿Hay lugares para tocar o está todo tan caro que se considera algo secundario?

(Juan) Sobre lo del mundial, para nosotros es una alegría que no se puede explicar casi con palabras. Estamos acostumbrados a vivir en una crisis casi permanente. La in- flación en Argentina es bestial, en el último año de un cien por cien, cosa inimaginable para ustedes. Por supuesto que es difícil llegar a fin de mes y emprender algo, pero no es imposible. De hecho, por ejemplo, nuestro proyecto nació en una época muy crítica en el 88 y 89 donde hubo hiperinflación, que es peor que lo de ahora. Fue el final del gobierno de Alfonsín y también vivimos el estallido social del año 2001, que también fue muy doloroso. Como te digo, nosotros vamos atravesando etapas críticas con regularidad y la vida sigue. Es cierto que la gente va a buscar oportunidades a otros lugares del mundo y creo que son experiencias, pero yo no me iría a ningún lado. Solo de gira. Me encanta vivir en medio de esta locura. Además, Argentina es un país culturalmente muy rico. Aquí la creatividad está a flor de piel, en música, en cine, en teatro… Quizás esa misma crisis y esas angustias de la vida cotidiana te llevan a buscar salidas. MS

Leer M S

Entrevista completa >> l Barcelona 03 mayo. Sala Apolo l Palma de Mallorca 05 mayo. Es Gremi l Valencia 06 mayo. Sala Madison l Sevilla 07 mayo. Malandar Music Club l Málaga 09 mayo. La Cochera Cabaret l Madrid 10 mayo. Teatro Barceló l Ibiza 11 mayo. Las Dalias

Luz, cuéntanos sobre tu nuevo proyecto Vesart

Como algunos ya sabéis, cuento con una trayectoria de 25 años en el mundo del evento por cuenta ajena y tenía muchas ganas de iniciar un proyecto propio, centrándome, por fin, en mi gran pasión: la música. Desde pequeña, soy una melómana empedernida y fan de la música en directo, y siempre he estado involucrada en ella de una manera u otra. Ahora, con mi nuevo proyecto, he dado forma a esta pasión, desde el lado de la creatividad y producción.

¿Pero, siempre always with cariño?

Sí, siempre ha sido así con todos los trabajos que he hecho y con todos mis clientes y colaboradores, y uno de los motivos que dio vida a Vesart, fue centrarme en desarrollar dichos trabajos aún con más mimo y cariño, poniendo ilusión en cada proyecto. Me emociona cada trabajo desde el inicio hasta el fin, y eso se nota en el resultado final.

¿Por qué viste la necesidad de especializarte en festivales?

En el mundo del festival se requiere contratar muchos servicios y productos de diversas áreas.

Prefab Sprout Steve McQueen (1985)

Lo más cerca de un disco pop perfecto. Sobra y le arrancarías a mordiscos ese primer tema, “Faron Young”, pero el resto no es sino una demostración y otra y otra del talento y el buen gusto de Paddy McAloon como compositor e intérprete. La producción de Thomas Dolby siempre sacó lo mejor de McAloon. Emocionantes e inspirados, siempre a un metro justo de la cursilería o lo ya escuchado.

This article is from: