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La enérgica sinceridad de shego
POP / Feminine rage. Ante un mundo así, ¿qué otra cosa nos queda? Una respuesta femenina física, cruda, que brota de las entrañas, y no pide perdón. Y si se hace a ritmo de pogo con las colegas, aún mejor. “Suerte, chica” es esto y mucho más. Después de su primer EP “tantos chicos malos y tan poco tiempo”, las madrileñas Shego regresan con su “mejor y único disco hasta la fecha”. Si breve y bueno, dos veces bueno. En poco más de veinte minutos juegan con el pop, el rock o el post-punk como les apetece. Con guitarras rock, bajos groovies (grabados por Irenegarry antes de irse del grupo), una pizca de psicodelia, arreglos electrónicos, baladas absolutamente pop y un descubrimiento club que ni tú ni yo esperábamos. Todo cargado con una enérgica sinceridad que viene a reclamar todo lo que es suyo junto al infinito derecho a la irreverencia. Abren seductoras, algo oscuras, hipnóticas, con “siendo mala”. Rebajan el ritmo con “sorry ojitos”, y casi nos convencen, con su colaboración con Natalia Lacunza en “qué voy a hacer”, que el pop de baile de final de curso se ha apoderado de ellas. Pero lejos de las melodías, su angustia, casi furia, pasa por lo físico “arranca de cuajo toda esta maldad”. Toda esta manera de vivir las relaciones sentimentales estalla en el que fue el instant classic “LUCKY”. A partir de aquí, exigen el goce. “Quería vestirlo de seda”, pero “estoy cachonda”, un tema que todo chaval con llaves en un mosquetón querría haber escrito, pero nunca tuvo los ovarios de hacerlo. En “me lloro entera”, piden lo que merecen: estar todo el día en la cama con quien por fin lo hace bien. Y cuando te acostumbras a sus guitarras, se ponen las gafas de sol y te arrastran al club con “steak tar tar”. Su carta de presentación cierra con “Peggy Lee”. Podría haber sido una buena balada para cerrar, pero las tías lo tienen claro y lo culminan en un pogo agitado que reclama un presente tan bueno que ya no se eche de menos la infancia. EVA SEBASTIÁN
POP DE AUTOR / Nico Roig, ironía y ternura intacta, vuela libre y aparca las vaporosas texturas intimistas del pop metafísico de sus primeros pasos, abriendo un colorido abanico de sones y fragancias, con la luz mediterránea bronceando suavemente cada uno de los surcos del disco, explorando, abrazando y filtrando por sus propios poros músicas tradicionales del mundo. Acompañado por lo más florido del panorama jazzístico y folclorista del momento: Silvia Pérez Cruz, Rita Payés, Lucía Fumero, Alessio Arena, Alba Morena, Pol Batlle, Aleix Tobias, Cra Rosa, Dídak Fernández, Martín Meléndez, Juan Pastor, David Soler Pina, Ramón Mirabet, Elisabeth Roma, Horacio Fumero, y Juan Rodríguez Berbín entre otros. Once bandas sonoras para pequeñas-grandes historias con vida propia que te erizan la piel y dibujan una sonrisa poco a poco, como esa inesperada y refrescante brisa que para el tiempo tras un caluroso día de verano.
SFDK son inkebrantables