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Ginebras: el pop era esto
Ginebras ¿Quién es Billie Max?
Vanana Records
POP / Pocas veces se tiene la oportunidad de sacar un disco con las tablas que da haber estado de gira con un debut, pero con la ilusión y la energía de una primera vez. “¿Quién es Billie Max?” es precisamente esa explosión de vida que solo da la experiencia. Con su segundo álbum de estudio, el cuarteto de Madrid se consagra como esas tías que logran hacer de la vida algo fácil, de lo cotidiano, algo extraordinario y de los contratiempos, auténticos himnos festivaleros. Bienvenidos a la montaña rusa que es caminar en los zapatos de Magüi, Sandra, Raquel y Juls. En once cortes logran crear una fiesta que no tiene fin. No hay espacio para la bajona, o por lo menos no para la bajona tal y como la entendemos. Nos transportan al indie-pop nacional de guitarras que quiso conquistar
Karol G Mañana será bonito Universal Music Latina
REGGAETON / Estamos ante el nuevo álbum de Karol G, un disco de reggaeton contemporáneo, con guiños al folklore latino, a las nuevas concepciones de deseo y seducción y con un espíritu pop en cuanto a que todas las canciones tienen una vocación mainstream clarísima. En este contexto, cuesta creerse lo bien armado que está el trabajo. Digamos que es la versión femenina y mejorada de “Un verano sin ti” (22) de Bad Bunny: cálido, honesto y adictivo. Sin embargo es un álbum bastante triste, para llorar bailando y bebiendo, y superar lo que sea que nos hayan hecho en el corazón. Karol G, sin duda, es la artista de reggaeton más importante del último lustro y éste, su mejor trabajo hasta la fecha. No esperen encontrar grandes alardes de estilo, ni revolucionarias formas de entender el lenguaje musical, pero uno lo escucha y puede sentir el sol en la piel. Hoy quizá no, pero “Mañana será bonito”, sin duda.
LUIS M. MAÍNEZ
los festivales de 2012 cuando aún creíamos que todo era posible. Buen rollo intergeneracional y atemporal. Sin grandes riesgos añaden vientos, rollito tropical y dificultad en sus cuerdas, saliendo triunfantes. Pero mientras que su sonido es pura luz, sus letras se comprometen a tratar su realidad en su totalidad, sombras incluidas. Durante los últimos años su vida ha dado un giro de 180°. Así que abrir este álbum es
Los Fusiles A mano armada Family Spree Recordings
ROCK’N’ROLL / Tres discos le han bastado a la formación andaluza para encaramarse hasta la cúspide del rock hecho en castellano. Filtrando el legado proporcionado por sonidos de castiza electricidad, léase Gabinete Caligari, Los Enemigos o 091, su personalidad se ha forjado entre el costumbrismo y un emotivo ímpetu. Agitando riffs “stonianos” en “A tumba abierta”, haciendo de “El Ritual” una furiosa enmienda a la totalidad respecto a la clase política o pertrechados tras el envite juvenil de unos Tequila en “Capitán”, sin embargo su nuevo trabajo discurre –siempre bajo ese identificativo halo melancólico–igualmente majestuoso cuando evoca ritmos funk o alarga su figura hasta empatizar con el folk de Bob Dylan en “La maestra”. Un versátil repertorio que reafirma su excelsa condición de alquimistas capaces de convertir sus historias cotidianas en himnos imperecederos. KEPA ARBIZU envararse en un viaje loquísimo de estrella del pop emergentes. Es el descubrir la fiesta, los afters y la locura de un cabeza de cartel y estar agradecida por ello, pero también afrontarse a esos momentos de resaca y a la ansiedad que muchos vivimos. Incluso le dan espacio a los pequeños detalles que hacen de la tranquilidad de nuestra casa, cuando nadie mira, algo grande. EVA SEBASTIÁN
Charnego
ROCK / Se ha hecho esperar, pero, después de tres años desde que salió el primer single del disco, por fin tenemos entre nosotros el álbum de debut de esta súper formación, compuesta por nada menos que miembros procedentes de Biznaga, Atención Tsunami y Being Barber, entre otras moradas punk y post-hardcore. El resultado de aunar fuerzas desde tal crisol de frentes es arrebatador: nueve descargas afiliadas a la heterodoxia noise de mentalidad punk. Caligrafía insana de poderío brutal en el face to face. Energía sin filtros donde la rugosidad de la electricidad inflamada queda fabulosamente recogida desde la misma forma de captarla. En este caso, por medio de una grabación realizada en tres sesiones con una Tascam a ocho pistas en el Metropol. Las nueve canciones resultantes de esta operación dan con una mole sónica tallada en base a diferentes vías de expresión hibridadas por la visión multilateral.
MARCOS GENDRE
Furious Monkey House Oneiric Esmerarte
POP ROCK / Un disco para evadirse, como ellos mismos lo definen, pero también para situarse en la escena musical adulta. “Oneiric” se presenta como la entrada de Furious Monkey House en la mayoría de edad. En este disco siguen muy presentes referencias como The Rasmus y Evanescense y emergen ecos a Tatu (ojo al inicio de “Staying In The Sun”) y a artistas más actuales como Billie Eilish. Ellos, por su parte, aseguran que está inspirado en artistas como FKA Twigs, Telefon Tel Aviv, The Cure, Tame Impala, Björk, Sonic Youth y Portishead. De este modo, el rock noventero con el que nació el proyecto de los monos furiosos de Pontevedra suma la impronta del synth pop y profundiza en el sonido garajero. Once pistas en las que la voz de Mariña, ya no es tanto la de una niña. Once canciones con las que soñar sin embargo en que, por qué no, la música sí puede ser siempre un juego de niños.
AIDA L. ROSELL
POP ROCK / A diferencia de su anterior trabajo, marcado por la pandemia, el sexto álbum en solitario de Kele Okereke se mimetiza con el desprecintado socio-afectivo vivido en el último año y nos permite atestiguar el lado más colectivo de su artífice a través de una óptica romántica y ácida a partes iguales. A golpe de guitarra, voz y caja de ritmos, el líder y vocalista de Bloc Party nos aproxima a su perspectiva personal de una Nueva Normalidad en la que el corazón nos pide calor (“I’m In Love With An Outline”) y pasión (“True Love Knows No Death”), pero también reflexiona sobre la inevitable melancolía que precede a la euforia (“The Colour Of Dying Flame”). Temas principales con los que nos recordará a su banda madre (“Vandal”), Kele abarca un sonido que aún no termina de encontrar su lugar entre referentes imposibles y colores primarios que se quedan cortos. FRAN GONZÁLEZ
ROCK / Sin llegar a los niveles de brillantez de coetáneos como Dinosaur Jr, el cuarteto de Seattle ha mantenido un nivel más que digno en su etapa más reciente. Así que la única baza del grupo es la inspiración de sus canciones, que aquí mantienen un nivel más que decente… con algún momento desinflado compensado con explosiones eléctricas de ácido rock cavernícola que remite a pasadas glorias juveniles. No es moco de pavo, teniendo en cuenta que estamos ante el duodécimo álbum de una carrera ininterrumpida. Aunque las sorpresas no abundan y el tono es un pelín más reposado, los de Seattle mantienen su gracia, con el sarcasmo familiar sobre las miserias del capitalismo y la sociedad. La banda encadena su mejor lado en una parte final coronada por el estupendo medio tiempo “Little Dogs”, en el que Arms declara su amor incondicional por los perrillos. Viendo el estado general de la Humanidad, no es de extrañar.
JC PEÑA